Con más facilidad topé por qué se decía al lindo ojo del culo "manojo de llaves": por lo
redondo del cabo y muchas molduras que hacen aquel mismo repulgo, y viene bien con
los que llaman cofre al culo, que es darle cerradura.; y en los animales vemos que la
Naturaleza les cubre el culo con la cola o rabo, para que como parte más necesaria y
secreta, estuviera acompañado tapado y abrigado, y con mosqueador para de verano, y
en las aves lo mismo. Si miramos su ocupación, es hacer lo que ninguno nunca hizo ni
pudo: pues en este mundo todos hemos menester a otros para ser proveídos: el alguacil
al corregidor, el corregidor al oidor, el oidor al presidente, el presidente al rey. Pero el culo
se provee a sí mismo y aún en el presidente, servidor por otro nombre (que así llaman al
bacín), cosa equívoca a los derretidos de las damas.
El culo no tiene cosa común, ni aunque me pruebes que hace cámaras, a imitación de
otros muchos, pues lo que él hace son mojones, que son fin de términos, para dar a
entender que en llegando al culo no has de pasar adelante.
Háceme fuerza que en las almonedas dicen: "¿Hay quien puje?"; que ni sé si convidan a
cagar (propiamente entonces pujar) o si a comprar; con que es cierto que tiene grandes
preeminencias, cuando se valen de sus voces para otras cosas. Hasta los excrementos o
mierda (pasa adelante, porque no te empalagues con tan dulce plato) son de provecho,
pues según defienden los doctores galenistas y boticarios droguistas, son buenos para
desligar Cárdeno y Alberto los del lagarto para los ojos; los de bestias, que llaman
estiércol, es con lo que se fertilizan los campos, y a quien debemos los frutos; la del gato
de Algalia, no hay que probar ni examinar cuánto es su valor y estimación; la mierda del
buey, o boñiga, para inmensos remedios es provechosa. Esto probado y asentado,
¿habrá curioso alguno que diga que los ojos de la cara tienen alguna virtud? Luego el ojo
del culo, él por sí solo, es mejor y de más provecho que los ojos de la cara.
Lo que dicen del culo (los que tienen ojeriza con él) es que pee y caga, cosa que no
hacen los ojos de la cara; y no advierten lo cuitados que más y peor cagan los ojos de la
cara y peen que no el del culo, pues en ellos no hay sueño que no lo caguen en cantidad
de legañas, ni pesadilla o susto que no meen en abundancia de lágrimas, y esto sin ser
de provecho, como lo que echa el culo, como ya queda probado.
Lo del pedo es verdad, que no lo sueltan los ojos; pero se ha de advertir que el pedo
antes hace al trasero digno de laudatoria que indigno de ella. Y, para prueba desta
verdad, digo que de suyo es cosa alegre, pues donde quiera que se suelta anda la risa y
la chacota, y se hunde la casa, poniendo los inocentes sus manos en figura de arrancarse
las narices, y mirándose unos a otros, como matachines. Es tan importante su expulsión
para la salud, que en soltarle está el tenerla. Y así, mandan los doctores que no les
detengan, y por esto Claudio César, emperador romano, promulgó un edicto mandando a
todos, pena de la vida, que (aunque estuviesen comiendo con él) no detuviesen el pedo,
conociendo lo importante que era para la salud. Otros dijeron que lo había hecho por
particular respeto que se debe al señor ojo del culo.
Pues decir que no es bullicioso un pedo, ¡bueno es eso! ¿Hay cosa de más gusto que ver
en un concurso grande, si se suelta uno, el rumor que mete y qué agudos acuden todos a
taparse las narices, como está dicho, y otros que más lo huelen, haciendo la disimulada
toman tabaco?
Y es probable que llega a tanto el valor de un pedo, que es prueba de amor; pues hasta
que dos se han peído en la cama, no tengo por acertado el amancebamiento; tambien
declara amistad, pues los señores no cagan ni se peen, sino delante de los de casa y