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CENTRO DE ESTUDOS SUPERIORES DA COMPANHIA DE JESUS
FACULDADE DE TEOLOGIA
JOSÉ RUIZ GUILLÉN
"ES FÁCIL SER SANTO"
UN CAMINO DE VIDA ESPIRITUAL PARA LOS JÓVENES
PROPUESTO POR DON BOSCO
Dissertação de Mestrado
Orientador: Prof. Dr. Cleto Caliman
BELO HORIZONTE
2005
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2
Agradecimientos
A Don Benjamín Juaristi, y en su nombre a tantos otros salesianos.
A los papás que me enseñaron a llamar Padre a Dios.
A Lourdinha, a Yago y a Alejandro, infinitamente más que compañeros de camino.
Al CES, por su competencia y disponibilidad.
A la CAPES por su generosa ayuda económica.
A ti que ahora me lees.
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3
RESUMEN
La espiritualidad no es patrimonio exclusivo del hombre religioso; es una dimensión
constitutiva del ser humano, como la corporalidad. El seguimiento de Cristo, dentro del
contexto histórico de cada persona, constituye la esencia de la espiritualidad cristiana.
Don Bosco fue un sacerdote piamontés del siglo XIX, polifacético, que descubrió la
voluntad de Dios, principalmente, en el encuentro con los jóvenes pobres, e hizo de su
compromiso existencial en favor de éstos, su peculiar modo de vivir y expresar su
espiritualidad. Esta experiencia personal hizo de él un guía espiritual para los jóvenes, a los
que les ofrecía un plan integral de vida cristiana que les permitía servir al Señor
manteniéndolos siempre alegres. Nuevos contextos, provocan preguntas y respuestas, ante
las que la Espiritualidad Juvenil Salesiana, se abre y se ofrece como camino de santidad
que puede ser recorrido con alegría y sencillez. Para ello, esta espiritualidad se revela fiel a
su experiencia fundante y al espírtitu que vivifica e ilumina la historia de los jóvenes.
RESUMO
A espiritualidade não é patrimônio exclusivo do homem religioso; é uma dimensão
constitutiva do ser humano, como a corporalidade. O seguimento de Cristo, no contexto
histórico de cada pessoa, constitui a essência da espiritualidade cristã.
Dom Bosco foi um padre piamontês do século XIX, polifacético, que descobriu a vontade
de Deus, principalmente, no encontro com os jovens pobres, e fez de seu compromisso
existencial em favor deles, seu peculiar modo de viver e expressar a sua espiritualidade.
Essa experiência pessoal fez dele um guia espiritual para os jovens, a quem oferecia um
plano integral de vida cristã que lhes permitia servir ao Senhor mantendo-os sempre
alegres. Novos contextos, culturas e necessidades, provocam perguntas e respostas diante
das quais a Espiritualidade Juvenil Salesiana, se abre e se oferece como caminho de
santidade que pode ser percorrido com alegria e simplicidade. Para isso, essa
4
espiritualidade revela-se fiel à sua experiência fundante e ao espirito que vivifica e ilumina
a história dos jovens.
PALABRAS CLAVE
Espiritualidad, Juventud, Salesiano, Experiencia, Dios, Santidad, Historicidad,
Alegría, Narratividad.
5
INDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 4
1. Hablar de espiritualidad .................................................................................. 4
2. Niveles de significación ................................................................................. 6
3. Espiritualidad cristiana ................................................................................... 8
4. Modelos espirituales ....................................................................................... 10
5. Espiritualidad salesiana .................................................................................. 12
CAPITULO 1: EXPERIENCIA ESPIRITUAL DE DON BOSCO .............. 18
1. Ambiente espiriual de la época ..................................................................... 20
2. Formación espiritual .................................................................................... 23
2.1 Familia .................................................................................................... 23
2.2 Tras el sueño ........................................................................................... 27
2.3 Elección de estado .................................................................................. 29
2.4 El Seminario y el Colegio Eclesiástico .................................................. 31
3. Claves de su experiencia espiritual .............................................................. 39
3.1 Experiencia de Dios y mundo sobrenatural ........................................... 39
3.2 Relación con Dios en el servicio a los jóvenes ...................................... 45
Concluyendo ...................................................................................................... 48
CAPÍTULO 2: DON BOSCO, MAESTRO DE VIDA ESPIRITUAL PARA LOS
JÓVENES ....................................................................................................... 49
1. Horizonte espiritual ................................................................................... 51
6
1.1 La salvación del alma .......................................................................... 51
1.2 Los novísimos ...................................................................................... 52
1.3 Llamada universal a la santidad ........................................................... 53
1.4 Es fácil ser santo .................................................................................. 54
1.5 Servir al Señor con alegría .................................................................. 55
2. Instrumentos de crecimiento espiritual ..................................................... 56
2.1 Fuentes ................................................................................................ 57
2.2 Valores ................................................................................................ 63
2.3 Ascesis ................................................................................................ 69
3. El valor del ejemplo: Biografías juveniles ............................................... 76
3.1 Relación maestro-discípulo ................................................................ 77
3.2 Jóvenes decididos ............................................................................... 80
3.3 Santos jóvenes .................................................................................... 81
Concluyendo .................................................................................................. 85
CAPÍTULO 3: HERENCIA ESPIRITUAL: UN CAMINO DE SANTIDAD
JUVENIL ..................................................................................................... 87
1. Acuñación de la expresión "Sistema Preventivo de Don Bosco" ............ 89
1.1 El opúsculo: estructura y contenido ................................................... 90
1.2 Elementos fundamentales del Sistema Preventivo de Don Bosco ..... 92
1.3 Los límites del opúsculo .................................................................... 95
2. El Sistema Preventivo vivido como camino de santidad ........................ 96
2.1 Líneas fundamentales del Sistema Preventivo como itinerario de
santidad juvenil ....................................................................................... 98
2.2 Una propuesta significativa .............................................................. 103
2.3 Una propuesta coherente .................................................................. 106
7
3. Herencia viva ......................................................................................... 111
3.1 El camino de educación de la fe ...................................................... 113
3.2 Espiritualidad Juvenil Salesiana ...................................................... 114
Concluyendo ................................................................................................ 117
CONCLUSION ......................................................................................... 120
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................... 126
8
INTRODUCCIÓN
1. Hablar de espiritualidad
Abordar un tema de espiritualidad puede parecer irrelevante o decorativo ante la
cantidad y el tamaño de situaciones conflictivas con las que el ser humano -en general- y el
cristiano en particular se deparan en su vida diaria. Muchas personas desconfían ante
palabras como espiritualidad y santidad, expresiones que parecen reservadas a unos pocos
elegidos. Surge inmediatamente un imaginario colectivo plagado de figuras extrañas que
poco parecen tener que ver con el ser humano y con el mundo moderno en el que éste se
mueve, mundo caracterizado no sólo por el secularismo como también por las idolatrías.
Sin embargo, esta postura de rechazo, de desconfianza o de simple indiferencia que podría
resultar desalentadora para quien se propone trabajar un tema de espiritualidad, tiene en
misma un germen de reflexión y creatividad importante, pues refleja la repulsa ante una
espiritualidad transmitida en el pasado y que hoy no se adecua ni sirve para expresar y
animar la situación histórica en la que vive el hombre y el cristiano. La espiritualidad es la
motivación que impregna los proyectos y compromisos de la vida, tanto los espectacualares
como los comunes; es la savia de la pastoral, de la teología y de la comunidad.
Sobre estas reflexiones que acabamos de plantear, es importante definir previamente
algunas posturas:
1. Son muchas las evidencias que nos llevan a afirmar la vigencia y la actualidad de la
espiritualidad (bastaría considerar las publicaciones en forma de libros, diccionarios y
revistas, así como diversos movimientos espirituales aparecidos en los últimos años)
que de diferentes formas, en diversos contextos culturales provocan reflexión. Al
9
considerar la espiritualidad en diversas culturas, Balthasar la describe como "una
actividad básica, práctica o existencial, propia del hombre, que es consecuencia y
expresión de una visión religiosa -o, de un modo más general, ética- de la existencia:
una determinación activa y habitual de su vida a partir de sus intuiciones objetivas y de
sus decisiones últimas"
1
. Todo ser humano vive movido por un espíritu determinado,
aunque no siempre sea consciente de eso. La espiritualidad, así entendida, destaca
algunos aspectos:
a- La dimensión espiritual le es tan propia al ser humano como la corporal; éste debe
ser contemplado en su dimensión terrena (cuerpo) y en su dimensión trascendente
(espíritu) evitando así visiones dualistas.
b- El espíritu es trascendencia, movimiento hacia el absoluto, que necesita realizarse
en el servicio desinteresado.
El espíritu humano, imperfecto y relativo, se deja regir por el espíritu absoluto. Esta
pasividad es en realidad una actividad donde el espíritu humano consigue su
plenitud dejándose mover por el Espíritu.
c- La vida se entiende como totalidad, a pesar de manifestarse diversamente
(intelectual, económica, afectiva...) La vida espiritual es inseparable de la vida
corpórea y de la vida del grupo, de la sociedad.
2. Ese renovado interés por la espiritualidad, o por la vida espiritual, particularmente en el
caso de la espiritualidad cristiana, viene acompañado por la búsqueda de una "nueva
espiritualidad" que encuentra especialmente en el espíritu del Concilio Vaticano II su
fuerza propulsora y transformadora.
1
Citado in: GAMARRA S., Espiritualidad cristiana. In: PEDROSA V. M. et allii, Nuevo Diccionario de
Catequética. Madrid: San Pablo 1999, v. 1 p. 821. Cfr. BALTHASAR H. U. von, El Evangelio como criterio
10
Sudbrack
2
, tras hacer una breve síntesis de las bases bíblicas y del desarrollo histórico,
afirma que, la espiritualidad, está dotada de un fuerza dialéctica que nada tiene que ver
con conceptos estáticos. La espiritualidad vive la tensión que provoca, de un lado, la
fidelidad a la Revelación de Dios en Jesucristo: histórica y concreta; y de otro lado, la
asimilación de dicho mensaje de salvación de Cristo por el cristiano que vive otra
historia y está encarnado en otra realidad. Para Sudbrack, a esta perspectiva histórica y
dialéctica, se debe unir el abandono de aquellas formas que él denomina "erróneas o
peligrosas" de la espiritualidad que resaltan lo extraordinario y lo portentoso, que
intentan institucionalizar -domesticar- el espíritu, que racionalizan y conceptualizan la
espiritualidad, o que, apoyadas en una visión dualista del hombre como cuerpo y
espíritu, consideran al hombre espiritual como aquel que, limpio de los intereses
materiales, se esfuerza por aspirar a un orden o mundo puramente espiritual. Estas
formas erróneas condujeron la espiritualidad cristiana a espiritualismos desencarnados,
privatizados o ahistóricos.
Remontándose a las fuentes bíblicas y asumiendo las aportaciones que la ciencia actual,
en general, y la antropología, en particular, proporcionan, se va tomando conciencia de que
el campo de lo espiritual no goza de autonomía absoluta con respecto a otras dimensiones
del ser humano y que hay que partir, al perfilar la espiritualidad, de una relación más
dialéctica entre trascendencia e inmanencia, entre alma y cuerpo, espíritu y materia, oración
y trabajo, fe y justicia
3
.
Podemos, realmente, abordar un tema sobre espiritualidad siempre que tengamos la
preocupación de hacerlo desde una perspectiva histórica y dialéctica, respetando la fidelidad
y norma de toda espiritualidad en la Iglesia. Conciliun 9 (1965) pp. 7-8.
2
Cfr. SUDBRACK J., Espiritualidad. In: RAHNER K., Sacramentun Mundi. Enciclopedia Teologica
Barcelona: Herder 1972, v. 2 pp. 830-849.
11
al espíritu de Jesucristo y al Espíritu Santo que lo perpetúa. Sólo así no será arqueológico ni
decorativo esforzarnos por descubrir el espíritu que anima y vivifica el ser y el obrar de
hombres y mujeres en cualquier época y lugar.
2. Niveles de significación.
a- Desde una perspectiva existencial, no dualista, la espiritualidad es patrimonio del ser
humano; le es tan inherente al hombre como lo es la corporeidad. Sin considerar la
dimensión religiosa, la espiritualidad se refiere al mundo de las convicciones profundas de
las experiencias fuente, ideales, valores o contravalores, que configuran en su raíz última
o en su dimensión más profunda, el talante propio de las personas humanas, e informan su
ser, vivir y actuar
4
. Todo ser humano, ya lo dijimos, vive movido por un espíritu
determinado, y lo que se da en el nivel individual, aparece también en el colectivo; así
podemos hablar del espíritu olímpico, o del espíritu de la Navidad... al referirnos al
conjunto de pensamientos, motivaciones e ideas que orientan la acción de una
colectividad.
b- Un segundo nivel de significación viene dado por el nivel ético o moral, que determina la
relación del hombre con la realidad de una manera adecuada o no; no basta decir, saber....
que todo hombre tiene una dimensión espiritual; hay que discernir también mo es ese
espíritu que informa la vida de ese hombre
5
. Una espiritualidad éticamente positiva es la
3
Cfr. ELLACURIA I., Espiritualidade. In: FLORISTÁN C.; TAMAYO-ACOSTA J. J., Dicionário de
Conceitos Fundamentais do Cristianismo. São Paulo: Paulus 1999, p. 241.
4
Cfr. LOIS J., Espiritualidad Cristiana. In: FLORISTAN C., Nuevo Diccionario de Pastoral. Madrid: San
Pablo: 2002, p. 499.
5
Cfr. GALILEA S., O caminho da espirutalidade. Visão atual da renovação cristã. São Paulo: Paulinas 1984,
p. 17: "Si es verdad que todos los hombres viven de motivaciones y actitudes, también es verdad que ésas no
siempre son las mejores. La ambición, la fascinación por el dinero y por el lucro, el placer y toda forma de
sensualidad, también pueden constituir motivaciones."
12
que se fundamenta en la realidad y sus exigencias, y dispone de una visión esperanzada
(no necesariamente optimista) del ser humano y de su historia.
c- El tercer nivel es el de la espiritualidad cristiana, considerada como el talante propio que
configura la forma de vida de los seres humanos que son conducidos por la acción
vivificante del Espíritu del Señor Jesús. "La espiritualidad cristiana es la presencia real,
consciente y reflejamente asumida, del Espíritu Santo, del Espíritu de Cristo en la vida de
las personas, de las comunidades y de las instituciones que quieren ser cristianas"
6
. Este es
el camino que Pablo llama "vivir según el Espíritu" (Rm 8,5-13; Gal 5,16-24).
Algunos elementos básicos y radicales de la realidad cristiana deben tenerse en cuenta
para perfilar mejor esta espiritualidad:
- La experiencia de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El factor esencial de la espiritualidad cristiana, es que ella es trinitaria. La
espiritualidad es una relación personal con Dios Padre, con Jesucristo -el Hijo encarnado
de Dios- y con el Espíritu Santo por el que clamamos "¡Abbá, Padre!" (Rm 8,15). El
punto de partida de la espiritualidad cristiana es la autodonación de Dios que nos hace
hijos.
- La vida en la Iglesia.
Iglesia entendida como misterio, comunión y misión. "Esta es la Iglesia: Iglesia
misterio que brotando del misterio de la Trinidad, tanto en el interior de misma, como
en su actividad evangelizadora, es simultáneamente misterio de comunión y misterio de
6
ELLACURIA I., Espiritualidade... o.c. p. 242.
13
misión"
7
. La vida en la Iglesia implica la acogida de la mediación que la Iglesia -
sacramento universal de salvación (LG 48)- ofrece y de la cual el cristiano necesita.
- Compromiso por el hermano.
En la espiritualidad cristiana son esenciales el camino hacia los otros y el camino hacia
el interior y lo trascendente. El hermano es el lugar privilegiado en el que la espiritualidad
cristiana se encarna; en este sentido, se podría considerar como un humanismo, aunque lo
supera, pues su utopía es el Reino proclamado por Jesús.
- Visión antropológica bíblica.
Es una visión integral del ser humano que supera la tentación dualista y maniquea.
Una de las principales dificultades de la espiritualidad cristiana tiene su raíz en el uso de
la distinción -dominante en la cultura occidental- entre cuerpo y alma para interpretar las
expresiones empleadas en las Escrituras
8
.
3. Espiritualidad cristiana
Empecemos reconociendo que la idea de espiritualidad cristiana es tan rica, que ninguna
definción conseguirá abarcarla en su totalidad, y por eso será pobre e insuficiente; lo mejor
que se puede hacer es hablar de ella, describirla e identificarla. La espiritualidad cristiana se
encarna en la vida de hombres y mujeres que viven en diferentes culturas, y por eso viven con
7
GAMARRA S., Espiritualidad Cristiana. In: PEDROSA V. M.; et allii, Nuevo Diccionario... o.c. v. 1, p.
824.
8
Cfr. GUTIERREZ G., Beber no própio poço. Itineraário espiritual de um povo. Petrópolis: Vozes: 1984, pp.
62-82. "La vida según el Esritu no significa existencia según el alma, contra el cuerpo o privada de él.
Significa existencia de acuerdo con la vida, el amor, la paz, la justicia -los grandes valores del Reino de Dios-
y contra la muerte. En esto consiste la vida espiritual de los cristianos". (p. 82).
14
peculiaridad su personal relación con Dios, por lo que las descripciones serán todas
verdaderas y válidas, pero parciales
9
.
Son espirituales aquellas personas que, llenas del Espíritu Santo, alcanzan su ímpetu
creador y renovador, su recuperación del pecado y de la muerte: aquellas que alcanzan la
libertad de los hijos de Dios, las que inspiran e iluminan a los otros, haciéndolos vivir plena y
libremente, mientras siguen los pasos de Jesús crucificado por nuestros pecados y resucitado
por nuestra salvación
10
.
Este sustrato común y necesario, no impide que haya diferentes espiritualidades dentro de
la única espiritualidad cristiana; en primer lugar porque no existe una única manera de
expresar y actualizar toda la riqueza de la vida de Dios en Jesús; por otro lado, porque la
espiritualidad cristiana es intrínsecamente histórica, y necesita por eso acomodarse a los
cambios de la historia; una última razón viene dada por el carácter eclesial de la espiritualidad
cristiana, que hace que la Iglesia -Pueblo de Dios- exija pluralidad de funciones y
comportamientos.
La espiritualidad cristiana, por su carácter histórico, debe corresponder a las necesidades
de la época, y expresarse a través de categorías significativas en el contexto cultural en el que
se desarrolla, aunque para ello deba utilizar términos nuevos para manifestar su experiencia.
"La espiritualidad cristiana, debe asumir el riesgo de la historia e inserirse en la trama
humana"
11
. También, como dice Ignacio Ellacuría: "Sin el Espíritu que está presente en la
historia, y que suscita siempre nuevas respuestas, el seguimiento puede degenerar en
9
Cfr. ESPEJA J., Espiritualidad cristiana. Petrópolis: Vozes 1995, p. 57: "La espiritualidad cristiana no es
otra cosa sino vivir según el espíritu de Cristo, recriar y concretizar en la propia existencia y en una situación
histórica concreta, las actitudes fundamentales y el comportamiento de Jesús".
10
Cfr. ELLACURIA I., Espiritualidade... o.c. p. 242.
11
FIORES S. de, Espiritualidad contemporánea. In: FIORES S. de; GOFFI T., Dicionário de Espiritualidade.
São Paulo: Paulinas 1989, p . 344.
15
mimetismo servil y anacrónico"
12
. Es importante añadir aquí que la pluralidad de
espiritualidades establecidas a partir de un elemento particular, o de la antropología de una
época determinada, prueba el valor relativo de estas manifestaciones: ninguna espiritualidad
particular puede otorgarse a misma el carácter de normatividad absoluta o de perfecta
correspondencia con la vivencia cristiana. Rahner llega a ser más explícito al decir a este
respecto que la espiritualidad "es necesariamente distinta según la edad y el sexo, según los
pueblos y ambientes culturales, según el patrimonio espiritual y la tradición, según las
profesiones, según el nivel espiritual general, según las clases sociales, según el clero, según
las órdenes religiosas y los seglares"
13
.
Llegados a este punto, es coherente avanzar algo más y reconocer que existen diversas
espiritualidades cristianas, dotadas cada una de ellas, con una especie de talante común (en el
caso de las familias espirituales, el talante lo es familiar: franciscana, ignaciana,
carmelitana...) Todas ellas tienen un nivel profundo anterior a las especificidades: lo común
está -repitámoslo una vez más- en el seguimiento de Jesús, que es específico a la fe y a la vida
cristiana. Se trataría, pues, de un único camino y de varios itinerarios. El camino es el sustrato
común caracterizado por el seguimiento de Jesús, que es lo específico a todas las
espiritualidades cristianas. Los itinerarios, serían las diversas cartas de navegación que se
preparan teniendo en cuenta el estado del mar, la previsión del tiempo, el tipo de navío y la
experiencia del marinero. De cualquier manera, en la práctica, los términos Camino e
Itinerario se utilizan indistintamente con el mismo significado.
4. Modelos espirituales
12
ELLACURIA I., Espiritualidade... o.c. p. 247.
13
RAHNER K., Espiritualidad antigua y actual. In: Escritos de Teología VII. Madrid: Taurus 1969, p. 15.
16
Es un hecho que las ciencias, y también la teología, se sirven de modelos. Modelos
que no son apenas descripciones directas, miniaturas o amplificaciones de la realidad. "Los
modelos, como las metáforas, nacen del misterio. El propio misterio se abre a una intuición; el
modelo se refiere a él, pero no pretende reproducirlo o describirlo. Pasamos la vida intentando
lanzar más luz sobre el misterio en el que se originó el modelo"
14
. El misterio es inaccesible:
el pensamiento y el lenguaje no pueden reprodurcirlo, pues lo es posible acercarnos a él, al
misterio, a través del uso de modelos. Aunque el modelo sea inadecuado para expresar la
totalidad del misterio, no deja de ser un camino legítimo, y puede que sea el único válido.
Hablar con veracidad y fidelidad de Dios, es hablar a través de modelos, imágenes y
analogías.
Los modelos de espiritualidad asumen en el contexto cultural de nuestro tiempo un
gran valor pedagógico: "La vida vivida, más que las palabras, puede expresar lo inexpresable,
es decir, la calidad humana de la vida"
15
. El objetivo de un concepto o de una doctrina, es ser
comprendidos; ya una vida ejemplar es una provocación a la imitación y al seguimiento.
El discípulo muda su conducta, no porque siga una fuerza de sugestión que emane del
modelo, sino porque éste ejerce sobre el discípulo una atracción que, a medida que se
desarrolla y se explicita, se convierte en amor. Lo que provoca este desarrollo y progreso
espiritual, es la influencia de personas concretas -los modelos espirituales- y no de normas o
conceptos abstractos. Como dice Bergson: "¿Por qué los santos tienen imitadores? ¿Por qué
14
SPINSANTI S., Modelos espirituales. In: FIORES S. de, GOFFI T., Dicionário... o.c. p.780. Segundo
Galilea ofrece otra óptica: al hablar de espiritualidad y espiritualidades, reflexiona sobre el tema
espiritualidad y modelos de Iglesia: "es natural que un determinado modelo de Iglesia corresponda a cierto
modelo de pastoral, de teología y de espiritualidad." In: GALILEA S., O caminho da espiritualidade... o.c.
pp. 25-55.
15
Citado in: SPINSANTI S., Modelos espirituales... o.c. p. 782. Para Max Scheler no es correcto considerar
la imitación del modelo como siendo la actitud de una persona inmadura; para ello, distingue entre el 'jefe',
que se impone con autoridad, y el 'modelo' que lleva consigo la idea de valor: "el modelo es el valor
encarnado en una persona". Cfr. SCHELER M., Vorbilder und Führer em Schriften aus dem Nachlass. I.
Berlin 1933, p. 27.
17
los grandes hombres de bien arrastran multitudes? No piden nada, y sin embargo consiguen
mucho. No necesitan exhortar; lo único que hacen es existir, y su existencia es el mejor
convite"
16
.
Evidentemente, los modelos sirven de inspiración, pues su realidad no coincide ni se
identifica con la de sus imitadores o con la de aquéllos que los siguen; son señales que indican
el camino y que no pueden substituir el esfuerzo personal ni moral creativo que se exige a
cada persona.
Los modelos cristianos son personas que vivieron en su tiempo lo esencial del
cristianismo de manera creativa, convirtiéndose así, espontáneamente, en pauta de referencia
para otros creyentes. Magisterio y Teología pueden y deben preocuparse con la vida de
cristianos ejemplares; el primero para canonizar santos oficiales; la segunda, para elaborar una
reflexión sobre la vivencia concreta de la fe.
El elemento doctrinal de la vida del modelo espiritual no es lo más importante: lo que
atrae, es su vida. Es posible, ciertamente, organizar su pensamiento espiritual en forma de
doctrina, pero lo que continúa atrayendo, no es su sistema doctrinal, sino el hecho de que esa
doctrina se haya encarnado y pueda continuar encarnándose en la vida de otros. Entramos en
un movimiento en el que las vidas de estos cristianos interpela la de otros. "Estos modelos
espirituales se hacen más significativos para nosotros a medida que les presentamos nuestras
preguntas sobre el seguimiento de Cristo como hijos de nuestra época. Ellos nos interpelan.
No quieren ser examinados ni copiados; lo que quieren es ser estímulo para una nueva
creatividad en la vida espirtual"
17
.
16
Citado in: SPINSANTI S., Modelos... o.c. p.783. Cfr. BERGSON H., Les deux sources de la morale et de
la réligion. Paris 1932, pp. 29-30.
18
5. Espiritualidad salesiana
Recuperando lo que vamos exponiendo, podemos entender que al tratar la espiritualidad
salesiana, abordamos un tema de espiritualidad cristiana caracterizada por un talante familiar.
En el origen de ella, está la peculiar manera que tuvo Don Bosco de seguir a Jesús; manera
que sólo podremos entender esforzándonos por conocer el humus cultural y credencial en el
que se desarrolla su vida. Pero incluso antes de enfrentar estos aspectos coyunturales, es
importante reconocer que Don Bosco también es heredero de un patrimonio originado en la
experiencia espiritual de San Francisco de Sales y en la llamada "escuela italiana"
18
, cuyas
principales características son:
1. Clima de optimiso humanista, nacido en el medioevo franciscano, que había
asumido su aspecto moderno en el ambiente combativo y sacramentalista de la
reforma tridentina y que se debilitó con el rigorismo impuesto en el siglo XVIII.
2. Estilo de piedad sencilla y rechazo de métodos complicados.
3. Preferencia por la espiritualidad práctica, orientada a la acción; no especulativa.
4. Ascesis interior, oculta bajo apariencias agradables y un sentido de la
mortificación escondida.
5. Búsqueda constante de la alegría y de la paz del alma.
6. Oposición habitual al paganismo y al protestantismo.
En cuanto a San Francisco de Sales, los principales estudiosos de la espiritualidad
salesiana coinciden en afirmar que, posiblemente, Don Bosco no tuvo un conocimiento
teórico y profundo de su obra, de su pensamiento teológico y espiritual, sino más bien
17
SPINSANTI S., Modelos... o.c. p. 787.
18
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual. Madrid: Editorial CCS 1994, pp. 226-232: "Escuela en
sentido amplio, poco homogénea, pero real", p. 227.
19
popular
19
. Según Max Scheler, este tipo de situación no es extraña: "La persona -o el grupo-
que sigue un modelo, no necesita conocerlo de manera consciente, ni saber que lo tiene por
tal, y que, dia tras día, va formando su propio ser por el suyo, modelando su propia
personalidad conforme la suya. Me atrevo a afirmar que, muy raramente, lo reconoce como
ideal cuyo contenido positivo sería capaz de definir, y que lo conoce tanto menos cuanto más
poderosa es su acción formativa sobre ella"
20
. De cualquier manera, Don Bosco llama a su
primer Oratorio de San Francisco de Sales por tres razones: la primera, a la que se refiere
Desramaut
21
, porque la marquesa había pintado un cuadro del santo en la entrada de un
cuarto; segunda, porque "nuestro ministerio entre los jóvenes exigía gran calma y
mansedumbre"; y tercera, para que "nos ayudase desde el cielo a imitarle en el combate contra
los errores de la religión, especialmente del protestantismo"
22
.
A posteriori, se descubren algunas afinidades entre ambos: la identidad pastoral y el
celo sacerdotal por la salvación de las almas; el amor como centro de todo: ambos creen en el
efecto milagroso de la caridad; colocan en el corazón el centro motor del hombre; consideran
el apostolado como una relación personal de amor; el optimismo realista de su humanismo
devoto que relaciona al hombre con la imagen divina de Dios, sin olvidar la audacia, el estilo
apologético y popular que los caracterizó.
19
Cfr. AUBRY J., Francisco de Sales, um mestre de espiritualidade para a Família Salesiana. São Paulo:
Salesianas 2000, p. 7. Otro gran estudioso de esta espiritualidad llega a calificar el encuentro de Don Bosco
con la figuara de San Francisco de Sales como "una feliz casualidad" ocurrida en el lugar que la Marquesa
Barolo cedió a Don Bosco para que funcionara su primer oratorio. DESRAMAUT F., Espiritualitá Salesiana.
Cento parole chiave. Roma: LAS 2001, p. 27.
20
Citado in: SPINSANTI S., Modelos... o.c. pp. 782-783. Cfr. SCHELER M., Vorbilder und Führer em
Schriften aus dem Nachlass. I. Berlin 1933.
21
Cfr. nota 19.
22
BOSCO J., Memorias del Oratorio. In: CANALS J., San Juan Bosco. Obras fundamentales. Madrid: BAC
1977, pp. 425-426.
20
San Francisco de Sales puede ser considerado también maestro espiritual de lo que se
conoce como escuela salesiana
23
, movimiento al que dio origen, especialmente con la
fundación de la Congregación de la Visitación juntamente con santa Juana Francisca de
Chantal. Autores como Royo Marín sitúan a Don Bosco en esta escuela
24
, sin embargo, al
usar en nuestro trabajo el término salesiana, lo estaremos haciendo en el sentido que da el 23
Capítulo General (CG 23) de los salesianos celebrado en 1990: "Salesiana, indica la fuente
carismática relacionada con la corriente espirtual del humanismo de San Francisco de Sales,
traducido por Don Bosco en la experiencia del Oratorio" (n. 188).
Llegados a este punto surge la pregunta fundamental que provoca el presente trabajo:
¿En qué consiste la espiritualidad que Don Bosco ofrece a los jóvenes como camino fácil de
santificación?
Un primer dato importante, que se desprende de todo lo dicho hasta ahora, es que no
podemos confundir la espiritualidad salesiana con la de Don Bosco; su experiencia espiritual
está en el origen, es la fuente de esa espiritualidad que fue generada a partir de una
experiencia religiosa determinada, y no por una doctrina elaborada conceptualmente; por eso
es fundamental conocer el mundo de Don Bosco y respetar su experiencia tal como la vivió,
con todos los condicionamientos existenciales y coyunturales, con todas las fuerzas
impulsoras y conservadoras. Es un primer paso necesario para acercarnos al núcleo distintivo
de esta espiritualidad cristiana. Éste será el interés del primer capítulo, titulado: Experiencia
espiritual de Don Bosco.
23
Cfr. COGNET L., Histoire de la Spiritualité chrétienne. III La Spiritualité Moderne. I. L'essor: 1500-1650.
Éditions Aubier Montaigne 1966, pp. 274-309.
24
Cfr. ROYO MARÍN A., Los grandes maestros de la vida espiritual. Historia de la espiritualidad cristiana.
Madrid: BAC 1990, v. 347, pp. 390-400. Para Desramaut no es correcto considerar a Don Bosco como
discípulo de S. Francisco de Sales pues no se habría podido probar su dependencia doctrinal. Cfr.
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 227.
21
Deberemos abordar el espacio y el tiempo en el que germina y se desarrolla la vida
de Don Bosco. También su vida espiritual. Lo haremos con un tratamiento
sincrónico, pero sin perder de vista la dimensión diacrónica. Don Bosco fue un
campesino pobre y huérfano de padre, sacerdote formado en las corrientes
intelectuales y espirituales propias del Piamonte durante el s. XIX, fuertemente
influenciadas por el Concilio de Trento, por el rigorismo y el jansenismo. En este
medio vive Don Bosco su propia experiencia de Dios, iluminada y mediatizada por
el encuentro y el servicio a los jóvenes y por sueños, que a pesar del esfuerzo
escéptico, no dejaron de marcar profundamente su conciencia.
La base bibliográfica para este primer capítulo son las Memorias del Oratorio de
San Francisco de Sales (MO), obra autobiográfica de Don Bosco escrita por
mandato insistente de Pío IX. También los escritos de Pietro Braido, tal vez el
mayor conocedor del Sistema Preventivo de Don Bosco y de su contexto histórico,
juntamente con la obra de Pietro Stella, Don Bosco nella storia della religiosità
cattólica, en la que se hace un estudio pormenorizado de las corrientes y
contenidos religiosos que reinaban en el ambiente académico, cultural y religioso
del Piamonte.
La provocación de la realidad social y espiritual de los jóvenes abandonados de Turín,
puso en marcha los mejores recursos y capacidades creativas de Don Bosco, que identificaba
dos grandes carencias en ellos: la primera era la falta de oportunidades para cambiar sus vidas
y sus historias, debido principalmente a que nadie les ofrecía amor, cariño y dedicación -
particularmente el clero- y, en segundo lugar, la carencia derivada de la ignorancia de la
religión, lo que impedía cualquier otro progreso y ponía en serio peligro la salvación de sus
almas. De ahí surgió un horizonte desafiador que se concretó en uno de sus eslogans
preferidos: buenos cristianos y honestos ciudadanos, dando inicio a una pedagogía religiosa
22
que valorizaba al joven como sujeto abierto a la santidad. Éste será el núcleo del segundo
capítulo: Don Bosco, maestro de vida espiritual.
Don Bosco no intentará reproducir en sus muchachos sus propias experiencias,
pero tampoco podrá ignorar los valores que había adquirido y conformado durante
su vida, así como su visión de mundo, de hombre, de Iglesia y sus conceptos sobre
Dios, la Gracia y el pecado. Reconociendo la existencia de ese acervo, Don Bosco
propuso abierta y decididamente a sus jóvenes un plan de vida cristiana que los
pudiera mantener alegres y contentos.
Dos focos orientarán este capítulo: el primero es el estudio de su obra Il Giovane
provveduto, en el que Don Bosco, utilizando diversas fuentes bibliográficas,
escribe un manual devocional para sus muchachos del oratorio. La riqueza de este
libro, enormemente divulgado y utilizado durante años por miles de jóvenes en
todo el mundo, fue objeto de estudio de Pietro Stella que escribió en 1960, Valori
spirituali nel "Giovani provveduto" di San Giovanni Bosco. El segundo foco viene
dado por la intuición pedagógico-religiosa de Don Bosco que considera la vida de
algunos de sus muchachos digna de ser ofrecida como modelo imitable, rica en
valores espirituales, y por tanto, capaz de entusiasmar y provocar el deseo de
santidad en sus jóvenes lectores. Los adolescentes biografados fueron todos
miembros del Oratorio y tuvieron en Don Bosco su guía y maestro. Coherente con
su estilo simple y sutil, Don Bosco aprovechará estas biografías para hacer una de
las cosas que más le gustaban y que mejor sabía hacer: contar, narrar, ir
descubriendo los progresos, las luchas y las tentaciones de esos jóvenes. En todas
ellas aparece clara la convicción de que la santidad es algo que tiene que ver con la
vida concreta del joven, y que es por eso fácil y alegre. Evitará conceptos y
abstracciones que para él sólo irían a confundir la cabeza de sus muchachos.
23
Junto a la bibliografía mencionada hasta ahora, será importante, en este segundo
capítulo, la obra de Francis Desramaut, Don Bosco y la vida espiritual.
La experiencia de Dios que hizo Don Bosco, así como su magisterio vivido en
circunstancias históricas concretas, proponía respuestas significativas a las preguntas
existenciales que provocaba la vida y el ambiente de los jóvenes en el Oratorio. Así, siendo
coherente con la categoría histórica, nos deparamos con una nueva situación: muerto Don
Bosco, su obra educativo-religiosa continúa en nuevos contextos. Esto nos da pie a
plantearnos una tercera cuestión que cierra el ciclo de nuestro trabajo, pero no el de la
espiritualidad juvenil salesiana: la herencia de Don Bosco es un camino de santidad.
Don Bosco legó a la Iglesia un sistema educativo-pastoral, conocido
tradicionalmente como Sistema Preventivo, que es una verdadera espiritualidad
juvenil, y una Familia espiritual (Familia Salesiana) principal depositaria de su
carisma. Esta herencia, o es significativa para el mundo y la cultura del joven
contemporáneo, o merecerá apenas la curiosidad de algún distraído 'arqueólogo'.
El Concilio Vaticano II fue un acontecimiento de consecuencias generales y
profundas para toda la Iglesia Universal, particularmente significativo es el
capítulo V de la Lumen Gentium que habla de la Vocación universal a la Santidad.
También lo fue para la teología, provocando el replanteamiento de custiones
fundamentales. Dos líneas apuntaban el camino para la renovación inspirada en el
espíritu del Vaticano II: vuelta a las fuentes y fidelidad a las señales de los
tiempos. Este segundo aspecto establece una nueva relación con las ciencias
sociales, antropológicas y psicológicas que debe ir mucho más allás del simple
respeto o reconocimiento galante. Supone aceptar que la espiritualidad -en el caso
que nos ocupa- no puede desarrollarse independientemente de las otras
dimensiones del hombre, como lo son la corpórea, la social, la psicológica, etc.
24
La herencia espiritual salesiana, para continuar siendo significativa para el joven
moderno, deberá tembién ser fiel a sus fuentes: la experiencia de Dios y el
magisterio espiritual de Don Bosco, pero tendrá que exponerse a los retos de una
juventud pluralista en una sociedad plural.
La base bibliográfica para este tercer capítulo está formada por obras de teólogos
que han hecho una reflexión sobre el sistema educativo-religioso y la
espiritualidad juvenil salesiana a partir del Concilio Vaticano II (entendido como
acontecimiento). Las diversas Semanas de Espiritualidad Salesiana, celebradas
los años 70 y 80 en Roma, motivadas por la fuerza del Concilio y por el Capítulo
General Especial de los Salesianos (1972) fructificaron en el 23 Capítulo General
realizado en 1990 que fue enteramente dedicado al tema Educar a los jóvenes en
la fe, y que acuñó la expresión Espiritualidad Juvenil Salesiana. Las reflexiones de
Cleto Caliman, Francis Desramaut, José Colomer y Egidio Viganó, nos servirán
como focos de luz que se dirigirá unas veces hacia atrás, facilitando la
comprensión de lo que ocurrió, y otras, las más, hacia adelante, descubriendo un
mundo vivo y desafiante en el que el joven desarrollará su experiencia personal de
Dios, en comunidad, de una manera fácil y alegre.
Este es nuestro propósito en la presente disertación.
25
CAPITULO 1:
EXPERIENCIA ESPIRITUAL DE DON BOSCO
Normalmente, muchos de los comportamientos y de las opciones que el ser humano
toma, dependen de una serie de factores que
vienen
dados por la genética, por la cultura o por
el ambiente - por citar algunos- Podemos reconocer este conjunto de factores como el sustrato
genético, cultural, o ambiental. Pero al mismo tiempo es importante resaltar que los
comportamientos y opciones que se toman a lo largo de la vida no son el resultado necesario
que se derivaría de dichos sustratos; la propia persona se sirve del conocimiento y de las
experiencias adquiridas a lo largo de la vida para situarse ante ella.
Hecho este breve preámbulo parece justificada la importancia de dedicar el primer
capítulo de la presente disertación al sustrato y a las experiencias que llevaron a Don Bosco a
vivir de una determinada manera su relación personal con Dios. Y si este procedimiento es
fundamental para cualquier persona en cualquier época, en el caso de Don Bosco se hace
particularmente importante, pues como iremos mostrando a lo largo del capítulo, las posturas
que va tomando en el campo de la espiritualidad -aunque no exclusivamente- son el resultado
de su particular relación y experiencia de Dios vivida en el contacto con los jóvenes. Diferente
26
de otras grandes personalidades y maestros del espíritu, no podemos decir que hubiera habido
en Don Bosco un experiencia radical de conversión que se pudiera identificar con un hecho o
con un momento, al estilo de las vividas por Pablo, Agustín, Francisco de Asís o Ignacio de
Loyola. La de Don Bosco fue sin duda una continua y sencilla conversión a Dios, descubriendo
y aceptando su voluntad sobre él en favor de los jóvenes.
Don Bosco encontró en su familia, y particularmente en su madre, la primera formadora
y educadora de su fe. Fue así como consiguió aprovechar las pocas oportunidades que el medio
rural le ofrecía a través de las 'misiones' y de las diversas fiestas populares, casi todas de
carácter religioso. Pero es en los años pasados en el seminario y en el Colegio Eclesiástico
donde formará su inteligencia y su conciencia
25
.
El ambiente religioso que se respira en esa época en el Piamonte está fuertemente
influenciado por Trento y por todo lo que dicho acontecimiento supuso posteriormente. Es
lógico que Don Bosco se sitúe en una tradición apologética y anti-protestante que moldeará su
estilo pastoral y su espiritualidad; se siente bien en ese imaginario social y religioso
tridendino
26
, especialmente en lo que se refiere a la concepción de Iglesia y a la relación que se
establece entre ésta y la salvación, principal preocupación de su quehacer educativo-pastoral.
El mundo continúa transformándose vertiginosamente y la Revolución Francesa vuelve
a remover las ya agitadas aguas de la sociedad y de la iglesia. Los ideales de Libertad, Igualdad
y Fraternidad la colocan -a la jerarquía y al papa- en guardia al sentirse amenazada física y
arquetípicamente. La revolución, el nacionalismo, la presencia del protestantismo en países y
25
Cfr. BOSCO J., Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales (MO). In: CANALS J., San Juan Bosco.
Obras fundamentales. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos 1978, v. 402, pp. 341-495. Esta obra de carácter
histórico y autobiográfico fue escrita entre 1873 y 1875 respondiendo a una orden expresa de Pio IX.
26
Cfr. LIBÂNIO J.B., A volta à grande disciplina. São Paulo: Edições Loyola: 1984, pp. 23-77.
27
regiones hasta entonces católicos, desafían a la iglesia que se organiza alrededor de la
Restauración
27
. Este aspecto influirá también en la vida y en la espiritualidad de Don Bosco.
Otro rasgo, éste no tan claro, es el Jansenismo
28
que desde el siglo XVII se difundía por
varios países europeos y que en el caso del Piamonte, parece ser la línea adoptada por el
seminario de Chieri donde Don Bosco estudió. Decimos que no es tan claro en primer lugar
ante la dificultad de definir qué sea el jansenismo; baste recordar que este movimiento empezó
a ser llamado a por sus opositores jesuítas, y que los propios participantes de esas ideas no
tenían conciencia de serlo; en segundo lugar porque el término tuvo desde sus orígenes un
matiz peyorativo y se aplicaba de manera general a las personas o a los fenómenos sobre los
que se quería poner sobre aviso. De una manera reduccionista, y desde el punto de vista de la
cura de almas, jansenista era quien no favorecía la frecuente recepción de los sacramentos,
particularmente la confesión y la comunión, lo que los colocaba próximos del rigorismo.
Posiblemente Don Bosco no entró en los problemas de ortodoxia referentes a la fe, a la gracia,
al pecado original, a la predestinación y al libre albedrío, cuestiones éstas que son el centro del
pensamiento jansenista y fueron blanco de inúmeras discusiones e intervenciones de los
teólogos y de la jerarquía.
Un último aspecto que consideramos importante, se refiere a la deuda que Don Bosco
tiene con San Francisco de Sales -ya fue abordado en la Introducción- con San Felipe Neri y
con San Alfonso María de Ligorio en la formación de su espiritualidad; una deuda que no es
27
Movimiento de renovación, de reforma y también de resistencia, no homogéneo, surgido en el s. XVI y que llega
hasta el XIX. En esta última época la postura se caracteriza por ser anti-revolución francesa y anti-modernismo.
Cfr. WILLAERT L., La Restauración Católica. In: FLICHE A.; MARTIN V., Historia de la Iglesia de los
orígenes a nuestros días. Valencia: ENDICEP 1984, v. XX, pp. 19-31. Ver también BERTIER DE SAUVIGNY G.,
A Restauração (1800-1848). In: ROGIER L.J.; BERTIER DE SAUVIGNY G., Nova história da Igreja. V.4, Século
das luzes, Revoluções, Restaurações. Petrópolis: Vozes 1971, parte IV.
28
Cfr. DUPUY M., Jansénisme. In: VILLER M., CAVALLERA F., GUIBERT J. de, Dictionnaire de Spirtualité, v.
8. Paris: Beauchesne 1972, pp. 101-148. Ver también GARCÍA VILLOSLADA R., El jansenismo y el partido
jansenista. In: LLORCA G.; CARCIA VILLOSLADA R.; LABOA J. M., Historia de la Iglesia Católica, v. IV.
Edad Moderna y Contemporánea. Madrid: BAC 1991.
28
igual en los tres casos
29
, pero que no deja de ser significativa. Baste indicar que el acceso a las
líneas maestras de la espiritualidad de esos tres santos Don Bosco lo adquiere por la lectura de
alguna de sus obras y, principalmente, por su enorme sentido práctico que le permite descubrir
una buena idea, un buen medio en una maraña de palabras.
Estructuramos este primer capítulo en tres apartados. En el primero: Ambiente de la
época, describimos sucintamente el escenario social político y religioso en el que se desarrollan
los primeros años de la vida de Don Bosco. En el segundo: Formación espiritual, recorremos
las etapas formativas que culminan con su ordenación sacerdotal. En el tercero: Claves de su
experiencia espiritual, mostraremos la visión que tenía acerca de Dios y del mundo
sobrenatural así como la centralidad del joven necesitado en su experiencia espiritual.
1. Ambiente espiritual de la época
Cuando nació Juan Bosco, segundo hijo de Francisco y Margarita, el mundo ya vivía, y
se preparaba para vivir, enormes transformaciones sociales, políticas y religiosas provocadas -
en Europa- por el paso definitivo del ancien régime a la edad contemporánea, favorecido por el
gran impacto que la revolución francesa y el imperio napoleónico imprimieron al desarrollo de
la historia
30
. Era el 16 de agosto de 1815.
El espíritu de un hombre se forja con la vida, y Don Bosco no fue una excepción a esta
ley común. Su concepción de la vida, de la perfección cristiana no fue algo intemporal, al
margen del tiempo y del espacio en el que vivió
31
; por ello, y simplemente con intención
descriptiva, enunciaremos algunos campos y las principales transformaciones ocurridas en ellos
29
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual. Madrid: CCS 1994. El autor resalta la importancia
particular de San Felipe Neri: "Imitaba a San Francisco de Sales, pero a nuesro juicio, aun más a San Felipe Neri ...
Si hubiera que buscar a sus maestros... habría que volver a San Felipe Neri" p.229. "Entre sus inspiradores
habituales está San Felipe Neri" p.231. "San Francisco de Asís y San Felipe Neri le incorporan a la vena espiritual
propiamente italiana" p. 232.
30
Cfr. BRAIDO P., Prevenir, no reprimir: El sistema educativo de Don Bosco. Madrid: CCS 2001, p.13.
29
a lo largo del s. XIX para así poder tener una idea más ilustrada del escenario en el que Don
Bosco vivirá y desarrollará su trabajo apostólico
32
:
del punto de vista histórico, asistimos a rápidas transformaciones sociales y
culturales; a la revolución industrial; a la consolidación del capitalismo; a las
primeras aspiraciones nacionalistas y a la expansión colonial europea.
observando la estructura social nos percatamos del surgimiento de la burguesía -
basada en la división de clases- como nueva clase que sustituye a la aristocracia; del
nacimiento de la clase proletaria; del fenómeno de la emigración y del fuerte
crecimiento demográfico de algunas regiones, particularmente del Piamonte.
culturalmente es el tiempo del pluralismo ideológico, político, moral y religioso.
Lógicamente, estas transformaciones no se producen uniformemente en todas las
estructuras sociales, ni se aceptan sus consecuencias de la misma manera. Las resistencias serán
tanto mayores cuanto mayores sean los cambios que supongan al modelo vigente. Con la vista
atenta en la espiritualidad de la época, y para comprender mejor el mundo espiritual italiano,
tanto en su aspecto pastoral como en el de las iniciativias asistenciales, educativas y
catequísticas es interesante detenernos en algunos cambios que ocurren en campos
determinados y que acabarán por tener una gran importancia en este terreno.
- En el campo político:
El principal acontecimiento político lo constituye la unificación nacional de Italia y el fin
del poder temporal de los papas. La historia política está imbricada necesariamente con la
religión, pues la existencia de los Estados Pontificios era por un lado un problema territorial y
31
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 17.
32
Cfr. BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. pp. 13-16.
30
político italiano, pero al mismo tiempo era también una cuestión teológica vital. Don Bosco
sufrirá en su propia carne los conflictos provocados por esta situación: terrible fue el conflicto
de conciencia que se cra partir de 1850 por la cuestión de los Estados Pontificios; a las
dificultades de conciliar el "ser cristiano" y el "ser ciudadano" en el nuevo estado laico, se
añade la pasión por la unidad nacional y la fidelidad al papa, jefe al mismo tiempo espiritual y
soberano de un estado cuya existencia era incompatible con la unidad italiana.
Para gran parte de los católicos, algunas de las nuevas situaciones que estos cambios
provocan son traumáticas: libertad de prensa y de propaganda religiosa; competición con
fuerzas laicas -a veces declaradamente anticlericales-; abolición de privilegios (foro
eclesiástico, inmunidad); expulsión del reino sardo de los Jesuítas, de las Damas del Sagrado
Corazón y del arzobispo de Turín; supresión y desamortización de los bienes de las órdenes
religiosas, así como serias limitaciones en el campo educativo
33
.
Definitivamente, el modelo de cristiandad está clausurado en base al principio "Iglesia libre
en Estado libre" declarado por el Presidente del Consejo de Ministros Camilo Cavour. El 12 de
marzo de 1861, Víctor Manuel II había sido declarado rey de Italia, y Roma su capital -aunque
sólo lo fuese de hecho en 1871-. La Santa Sede no aceptó los hechos consumados, no reconoció
la "ley de garantías"
34
y en 1874 prohibió a los católicos participar de las elecciones del
Parlamento de un Estado, el italiano, considerado usurpador.
Algunas de las angustias que esta situación provocó en Don Bosco, urgido a tomar postura
por parte del clero y de los políticos turineses, las podemos constatar en las Memorias del
Oratorio donde con profundo dolor reconoce que su postura de no participar con sus jóvenes en
las manifestaciones políticas -favorables a la unificación italiana, y por ello contrarias a la
33
Cfr. BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 17.
34
Era la ley del 13 de mayo de 1871, mediante la cual el Estado italiano pretendía legitimar la ocupación de Roma
del 20 de septiembre de 1870, la anexión al Reino de Italia de los Estados Pontificios y regular las relaciones con el
Vaticano. Nunca fue reconocido por la Santa Sede. In: BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 17.
31
política de Pío IX- le costó el altísimo precio de quedarse solo y verse abandonado por todos
sus colaboradores que no le perdonaron esta decisión
35
.
- En el campo religioso
Se acentúa la separación Trono-Altar. Momento crucial fue el "non expedit" al que nos
referimos más arriba al comentar la reacción de la Santa Sede a la "ley de garantías". En el
mundo católico los papas se convierten en animadores de la reconquista cristiana de la
sociedad, aureolados de nuevo prestigio después de las medidas persecutorias revolucionarias
(Pío VI) y napoleónicas (Pío VII).
La vida de Don Bosco transcurre bajo los sucesivos pontificados de o VII, León XII, Pío
VIII, Gregorio XVI y su encíclica Mirari vos de 1832 sobre el catolicismo liberal; Pío IX y la
definición dogmática de la Inmaculada Concepción en 1854, la publicación del Syllabus contra
los errores del siglo, en 1864, la celebración del Concilo Vaticano I (1868-1870) con la
promulgación de la Constituición De fide Catholica y la proclamación del dogma de la
infalibilidad pontificia
36
y León XIII.
2. Formación espiritual
La formación espiritual, su crecimiento y desarrollo, coinciden en gran parte con su
misma formación general, personal y cultural que fue ocurriendo a lo largo de diversos
períodos de su vida y que están caracterizados tanto por la cronología como por los lugares y
ambientes donde se fueron produciendo. Por eso iremos presentando paulatina y
progresivamente las principales fases, sirviéndonos de su propio testimonio escrito en las
Memorias del Oratorio.
2.1 La familia
35
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 470-474.
32
La familia es la primera matriz de la personalidad de Don Bosco que nace y pasa la niñez y la
infancia en el caserío familiar de una pequeña comunidad rural católica que garantiza la
presencia de 'signos' religiosos, fundamentalmente del bautismo y de las prácticas de piedad
establecidas por la autoridad eclesiástica y por la tradición secular que se concreta en oraciones
diarias, misa dominical, predicaciones, misiones, observancias... entre otros
37
.
En la ausencia del padre, muerto cuando Don Bosco contaba con apenas 2 años de
edad, la madre, Margarita, asumió sola la responsabilidad de criar y educar a sus hijos. Al
relatar aquél que fue su primer recuerdo -la muerte de su padre- Don Bosco va revelando casi
60 años después algunos rasgos que eran característicos de su espiritualidad y que comenzaron
a fraguarse desde entonces, como la total aceptación de la voluntad de Dios, la tenacidad en el
convencimiento de que Dios es misericordioso a pesar de lo que los acontecimientos parezcan
proclamar y el gran tesoro que supone tener un padre. Cuenta que "no tenía yo aún dos años de
edad cuando Dios nuestro Señor permitió en su misericordia que nos turbara una grave
desgracia" y tras recordar los detalles y las circunstancias de los últimos momentos de vida de
su padre sentencia: "¡cuán grande desgracia es la pérdida del padre"
38
.
No tendremos la oportunidad de saber si la educación religiosa de esta pobre familia
piamontesa recaería en la figura femenina de la madre o si sería responsabilidad del padre. El
hecho es que Margarita asumió inmediatamente esta responsabilidad de educar cristianamente a
sus hijos, preocupándose de la continuada iniciación cristiana
39
. Pero ella no se limitaba
simplemente a favorecer el crecimiento espiritual de su hijo; no es difícil verla ejerciendo
humilde y firmemente su papel de 'primera catequista', tanto en los momentos iniciales de la
36
Cfr. BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. pp. 13-25.
37
Cfr. BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 152.
38
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp.346-347
39
D. Bosco recuerda con abundantes detalles y anécdotas el cuidado que su madre tuvo en la preparación para la
primera confesión y comunión, los consejos y recomendaciones que le hizo y la ayuda que le daba para que pudiese
frecuentar la catequesis. Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 355-358.
33
vida de D. Bosco
40
, como en otros importantes que tienen que ver con la elección de estado
41
,
con la ordenación sacerdotal
42
y con el quehacer pastoral de su hijo
43
.
En 1825 ocurrió algo que marcaría definitivamente la vida de Don Bosco. Fue un
sueño
44
que contaría por primera vez casi 50 años después a Pío IX y escribió por orden suya
45
.
Dada la singularidad y la importancia que tanto el mismo Don Bosco como toda la tradición
salesiana posterior le dieron y conceden, lo exponemos a continuación:
"Tuve por entonces un sueño que me queprofundamente grabado en la mente para
toda la vida. En el sueño me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante
espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos
reían, otros jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí en
medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos. En aquel momento apareció
un hombre muy respetable, de varonil aspecto, noblemente vestido. Un blanco manto le
40
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 351. Hace una particular inerpretación de un sueño de su
hijo.
41
Tras la entrada de D. Bosco en el seminario le dice : "Querido Juan, ya has vestido la sotana de sacerdote. Como
madre experimento un gran consuelo en tener un hijo seminarista. Pero acuérdate de que no es el hábito lo que
honra a tu estado, sino la práctica de la virtud. Si alguna vez llegases a dudar de tu vocación, ¡por amor de Dios!, no
deshonres ese hábito. Quítatelo enseguida. Prefiero tener un pobre campesino a un hijo sacerdote descuidado en sus
deberes. Cuando viniste al mundo te consagré a la Santísima Virgen; cuando comenzaste los estudios, te recomendé
la devoción a esta nuestra madre; ahora te digo que seas todo suyo; ama a los compañeros devotos de María; y si
llegas a sacerdote, recomienda siempre la devoción a María. Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p.
391.
42
Cfr. LEMOYNE G., AMADEI A., CERIA E., Memorias Biográficas (MB) 19 vol . Madrid: CCS 1981, v. 1, p.
364. "Te aconsejo que examines muy mucho el paso que vas a dar y que, después, sigas tu vocación sin
preocuparte en absoluto de nadie. Pon por delante de todo la salvación de tu alma. El párroco me pedía que te
disuadiese en esta decisión, teniendo en cuenta la necesidad que de ti pudiera tener yo en el porvenir. Pero yo te
digo: en asunto así no entro, porque esDios por encima de todo. No tienes por qué preocuparte de mí. Nada
quiero de ti, nada espero de ti. Tenlo siempre presente: nací pobre, he vivido pobre y quiero morir pobre. Más aún,
te lo aseguro: si te decidieras por el clero secular y, por desgracia, llegaras a ser rico, ni una vez pondría los pies en
tu casa. No lo olvides".
43
Mamá Margarita, como familiarmente era conocida en el Oratorio de D. Bosco y lo es entre los miembros de la
familia salesiana, -conjunto de grupos e instituciones que participan del carisma de Don Bosco- fue a vivir con su
hijo y a cuidar de sus muchachos. La tradición le atribuye a ella el haber iniciado la práctica de las "buenas noches"
que es una pequeña plática, normalmente breve y dialogada que se tenía con los muchachos del oratorio antes de
irse a dormir.
44
Ver el comentario de LEMOYNE sobre los sueños de D. Bosco in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 351.
45
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 345.
34
cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la
mirada. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos
muchachos, añadiendo estas palabras:
- No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos tus
amigos. Ponte, pues, ahora mismo a enseñarles la fealdad del pecado y la hermosura de
la virtud.
Aturdido y espantado, dije que yo era un pobre muchacho ignorante, incapaz de hablar
de religión a aquellos jovencitos. En aquel momento, los muchachos cesaron en sus
riñas, alborotos y blasfemias y rodearon al que hablaba. Sin saber casi lo que me decía,
añadí:
- ¿Quién sois vos para mandarme estos imposibles?
- Precisamente porque esto te parece imposible, debes convertirlo en posible por la
obediencia y la adquisición de la ciencia.
- ¿En dónde? ¿Cuándo podré adquirir la ciencia?
- Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y sin la cual toda
sabiduría se convierte en necedad.
- Pero ¿quién sois vos que me habláis de este modo?
- Yo soy el Hijo de aquélla a quien tu madre te acostumba saludar tres veces al día.
- Mi madre me dice que no me junte con los que no conozco sin su permiso; decidme,
portanto, vuestro nombre.
- Mi nombre pregúntaselo a mi Madre.
En aquel momento vi junto a él una Señora de aspecto majestuoso, vestida con un
manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera una
estrella refulgente. La cual, viéndome cada vez más desconcertado en mis preguntas y
respuestas, me indicó que me acercase a ella, y tomándome bondadosamente de la
mano:
- Mira -me dijo-.
35
Al mirar me di cuenta de que aquellos muchachos habían escapado y vi en su lugar una
multitud de cabritos, perros, gatos, osos y varios otros animales.
- He aquí tu campo, he aquí en donde debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto, y
lo que veas que ocurre en estos momentos con estos animales, lo deberás hacer con
mis hijos.
Volví entonces la mirada, y, en vez de los animales feroces, aparecieron otros tantos
mansos corderillos que, haciendo fiestas al Hombre y a la Señora, seguían saltando y
bailando a su alrededor.
En aquel momento, siempre en sueños, me eché a llorar. Pedí que se hablase de modo
que pudiera comprender, pues no alcanzaba a entender qué quería representar todo
aquello. Entonces ella me puso la mano sobre la cabeza y me dijo:
- A su debido tiempo todo lo comprenderás.
- Dicho esto, un ruido me despery desapareció la visión"
46
.
Este sueño condicionó todo el modo de vivir y de pensar de Don Bosco, particularmente, la
manera de sentir la presencia de Dios en su vida, y aunque él mismo confesara en varias
ocasiones que prefería no hacer caso a los sueños, es perfectamente posible imaginar que él
reconocía aquí algo parecido a una revelación de Dios.
Observamos en el sueño la presencia de algunos elementos que refuerzan la importancia y
el carácter programático que Don Bosco le dio, y que según sus propias expresiones se repetiría
-con alguna variación- otras veces a lo largo de su vida y que aparecen recogidos en la
Memorias Biográficas
47
. Estos elementos son:
- La realidad: lo que aparece ante sus ojos son jóvenes riendo y blasfemando.
- La reacción ante la realidad: imponer orden (según sus criterios) a la fuerza.
- La vocación: el hombre me llamó por mi nombre.
46
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 349-351.
36
me mandó ponerme al frente
me mandó enseñar la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud.
- La manera: no golpes sino con mansedumbre.
- La resistencia: no sé hablar; ¿por qué me pide cosas imposibles?
- Los medios: obediencia y adquisición de ciencia.
- La maestra: la madre de aquel señor que le dice que debe hacerse humilde, fuerte y robusto
- La misión: transformar lobos en corderos.
- La garantía: a su tiempo todo lo comprenderá.
Al relatar el sueño en su casa, cada uno hace su comentario; a mamá Margarita le parece
una premonición de que tal vez pueda llegar a ser sacerdote. Juan Bosco prefiere no hacer caso,
pero sin duda que esta interpretación de su madre -y no de cualquier otro miembro de la
familia- no cae en saco roto. A partir de ese momento, y en diferentes circunstancias y con
diversos interlocutores, aprovecha la situación para expresar su deseo de ser sacerdote; pero
todavía ve todo eso como algo distante y sobre todo difícil: cómo estudiar, dónde, con quién,
con qdinero. Conoce las dificultades familiares y dado el gran concepto en el que tiene la
vida eclesiástica, se reconoce indigno de tan grande ministerio.
La experiencia y la práctica adquieren ya, desde el principio, una importancia capital en la
formación de Don Bosco. Con apenas 10 años -es decir, pocos meses después del sueño- hacía
una especie de oratorio y estudiaba el carácter de sus compañeros
48
, los hacía rezar, los divertía
con mil y un ingenio. Es importante el comentario que él mismo hace sobre este asunto: "lo que
les reunía junto a y los arrebataba hasta la locura eran mis narraciones: ejemplos oídos en
sermones y catecismo leídos en libros clásicos"
49
. Intenta, descubre métodos y maneras para
favorecer la transformación de los lobos en corderos, y analiza los resultados sacando sus
propias conclusiones.
47
Ver el comentario de Juan Canals, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 422-423.
48
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 353.
49
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 353. La cursiva es nuestra.
37
2.2 Tras el sueño
Con pocos años, Don Bosco se vio forzado a salir de casa y contratarse en la de
parientes como peón de campo, era la única manera de comenzar a estudiar e iniciar el difuso e
incierto camino que le llevaría al seminario. Sobre estos años pasados lejos de la familia dice
Stella: "fueron os que se pueden definir de espera absorta y suplicante: de espera de Dios y
de los hombres. Años en los que se da la fase más contemplativa de sus primeros lustros de
vida en los que su espíritu estará más dispuesto a los dones de la vida mística que brotan del
estado de oración y esperanza"
50
.
Fueron años llenos de experiencias y situaciones posiblemente demasiado duras para un
adolescente pobre. Pero algo providencial ocurrió de nuevo. Ahora Don Bosco tenía 14 años,
acababa de escuchar los sermones de una misión que se predicaba en una aldea próxima y en el
camino de vuelta se encuentra con un sacerdote, Don Calosso. Aquella figurilla pequeña en
medio de tanto campesino llamó la atención del sacerdote. Don Bosco le repite el sermón :
"trató de la necesidad de entregarse a Dios y de no dejar para más adelante la conversión. Quien
difiere la conversión corre gran peligro de que le falte el tiempo, o la gracia, o la voluntad"
51
. El
cura se sorprende y se interesa por ese muchacho que le dice que quiere ser sacerdote para
acercarse a hablar y enseñar la religión a tantos compañeros suyos que no son malos, pero que
acaban siéndolo porque nadie se ocupa de ellos
52
. Clara declaración de un proyecto de vida al
que aspira y que ve que puede empezar a ser realidad con la ayuda de ese sacerdote; Don Bosco
se puso inmediatamente en sus manos y confió en él como un amigo fiel.
Don Calosso empieza a ejercer de guía espiritual: "me prohibió una penitencia que no
era proporcionada a mi edad. Me animó a frecuentar la confesión y la comunión, me enseñó a
50
STELLA P., Don Bosco nella storia della religiosità cattolica. Roma: LAS 1979, v. I, Vita e opere, p. 36.
51
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 357.
52
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 358.
38
hacer cada día una breve meditación y un poco de lectura espiritual"
53
; y Dom Bosco va
dejándose modelar por él. Esta primera experiencia de relación con un un sacerdote amigo fue
tan importante que Don Bosco llega a decir que así "comencé a gustar la vida espiritual, ya que
hasta entonces obraba más bien materialmente, como las quinas, que hacen las cosas sin
saber por qué"
54
.
Para Don Bosco, aquel encuentro y el tiempo pasado con el sacerdote fueron de tal
importancia para su esclarecimiento vocacional: ser sacerdote para los jóvenes, y para su
crecimiento espiritual que pone en boca de Don Calosso algunos principios que posiblemente le
sean más propios que ajenos, "has puesto en tu confianza (dice el guía al discípulo), vente
conmigo y tendrás un padre amoroso"
55
; y continúa -ahora el mismo Don Bosco- "Don Calosso
se convirtió para en un ídolo. Le quería s que a un padre. Daría la vida por
complacerle"
56
. Para enunciar el sustrato de su pedagogía espiritual, sin duda necesitaremos
recordar esas palabras.
Pero todo esto se desvanece cuando un año después el sacerdote muere, y a pesar de sus
disposiciones asegurarando recursos económicos a su discípulo para que éste pudiese continuar
estudiando, Don Bosco se vuelve a ver solo, de alguna manera se queda huérfano por la
segunda vez
57
. En este momento, su deseo de ser sacerdote era un ansia, y al mismo tiempo un
tormento. Necesita abrirse, pero se siente tímido e impotente, por eso se aisla y llora, critica el
ambiente eclesiástico, porque en el fondo es eso lo que quiere, "si yo fuera sacerdote me
comportaría de otro modo; disfrutaría acercándome a los niños, conversando con ellos,
dándoles buenos consejos. ¡Qué feliz sería si pudiese charlar un poco con mi párroco!"
58
.
53
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 359.
54
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 359.
55
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 359.
56
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 360.
57
D. Calosso dejó una pequeña fortuna para que Juan Bosco pudiese enfrentar los gastos que le supodrían tener que
estudiar en la ciudad, pagar la pensión, libros, ropa... A pesar de la necesidad, Juan entregó todo a los herederos.
39
2.3 Elección de estado
La elección de estado fue una cuestión de urgencia que le provocó mucha angustia. Era
normal en aquella época que al concluir el llamado 'curso de retórica' los alumnos de las
escuelas, también públicas, decidieran su vocación. Él se sentía inclinado hacia la vida
eclesiástica, continuaba sintiéndose indigno de ella, pero el sueño de los 9 años no le salía de la
cabeza, incluso se le repitió varias veces de forma bastante más clara. Dispuesto a reconocer la
voluntad de Dios en la obediencia a los consejos del confesor, recurre a éste, pero no consigue
la respuesta deseada; "¡Oh, si entoces hubiese tenido un guía que se hubiese ocupado de mi
porvenir! Hubiera sido para mí un gran tesoro; pero este tesoro me faltó. Tenía un buen
confesor que pensaba en hacerme un buen cristiano, pero que en cosas de vocación no quiso
inmiscuirse nunca"
59
.
Posiblemente recordaba el encuentro con un joven sacerdote durante unas fiestas en las
que éste le dijo que quien abrazaba el estado eclesiástico se entregaba al Señor y nada de cuanto
hubiera tenido en el mundo debería preocuparle, apenas lo que pudiera servir para la gloria de
Dios y el provecho de las almas. Estas palabras fueron "el programa de las acciones de toda mi
vida"
60
. Este sacerdote era Don José Cafasso -posteriormente canonizado- quien sería más
tarde su confesor, director espiritual y sin duda la persona más importante en su orientación
espiritual. Así las cosas, Don Bosco empezó a tomar algunas opciones. Decide en un primer
momento, entrar en la orden franciscana, en la que llegó a ser aceptado tras su petición. Temía
entrar en el clero secular y perderse, pues prefería la seguridad del claustro y de la vida retirada
a los peligros que el 'mundo' representaba.
Esta fue una época de crisis e inseguridad, y ante la falta de directrices claras en esta
cuestión, buscaba orientaciones en las lecturas; lee el "Opúsculo relativo al estado religioso" de
58
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 363.
59
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 386.
60
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 362.
40
San Alfonso María Ligorio; el "Camino al Santuario mostrado a los clérigos" del jesuíta
Antonio Foresti... Estas y otras lecturas le llevan a creer que Dios ya ha pensado y decidido el
estado en el que debe vivir, por ello la elección es la adecuación al plan divino preestablecido.
Y de esta buena acomodación depende la salvación o condenación eterna
61
.
Por fin, dos circunstancias providenciales le llevan a decidirse por el seminario. La
primera es un sueño, -¡otro!- en el que un franciscano se le aparece y le dice que la paz que
busca no la encontrará entre ellos; que Dios le ha preparado otra mies en otro lugar. La segunda
el consejo claro, -¡por fin!- de un sacerdote quien le sugiere no entrar en un convento -lo que
refuerza el mensaje del sueño- y tomar la sotana -que suponía entrar en el seminario de la
diócesis-. El recogimiento y las prácticas de piedad le ayudarán a superar todos los
obstáculos
62
.
Pero esta decisión provocó en Juan Bosco una reacción que le llevó a volverse
introspectivo, recatado, tal vez queriendo empezar a dar a su vida una gravedad y un aire
conforme al estado que iba a abrazar. Se distancia de sus antiguos amigos, abandona algunas
prácticas que con tanta maestría había utilizado anteriormente, como hacer de charlatán y de
mago. Ahora dedica el tiempo a leer aunque seguía dedicándose a los niños, los entretenía con
historias y cantos religiosos. Los muchachos le obedecían y querían como un padre
63
. Es fácil
leer en estas palabras un deslocamento hacia una actitud más formal -clerical- que parece
contradecir los sentimientos tantas veces expresados de querer ser un sacerdote diferente a los
que conocía. En realidad los años pasados en el Seminario de Chieri estuvieron a punto de
hacer con que Don Bosco olvidara aquellos lamentos.
2.4 El Seminario y el Colegio Eclesiástico
61
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella.... o.c. v. I, p. 46.
62
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 386-387.
63
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 388.
41
El Seminário de Chieri había sido reabierto em 1828 por el arzobispo de Turín que
aspiraba a darle un clima de recogimiento, casi claustral. Pretendía un ambiente que
resguardase a los seminaristas de los peligros del siglo que provenían principalmente del temor
a lo mundano y, como era conocido en aquellla época, de la herejía protestante. Ese fue el
motivo por el que la reforma tridentina había instituído los seminarios
64
.
Era evidente en esta época la tensión provocada por dos corrientes pastorales, la
benignista y la austera. La primera estaba defendida por los jesuítas, los oblatos y por el
Colégio Eclesiástico –regido por el teólogo Guala y por Don Cafasso-, y tenían representantes
en la política y en la administración piamontesa. La segunda tenía su centro en la Universidad y
en el Seminario, y era descrita como rigorista y fomentadora del jansenismo. A los benignistas
se les acusaba de defender una postura de relajación de las costumbres morales, lo que
provocaba miedos ante posibles revueltas civiles, pero sobre todo se temía la superficialidad del
sentido religioso
65
.
Este es el ambiente de la diócesis y del Seminário en el que el joven Bosco ingresa, -a
pesar de existir seminaristas externos que se unían al resto en las celebraciones litúrgicas y en
las clases- y en el que rápidamente empieza a interiorizar algunas ideas que le hacen ver el
Seminario como línea divisoria entre un 'antes', disipado, vanidoso... y un 'después', dedicado a
cosas importantes; entre un 'afuera', el mundo con todos sus peligros y un 'dentro', lugar de
seguridad y paz. Al recibir la sotana siente cómo se despoja del hombre viejo y se reviste del
nuevo. Se produce un cambio de carácter y actitud más próximo de las postura jansenista que se
imponía en el Seminario; es una fase de inhibición afectiva que se refleja en los esfuerzos por el
autocontrol y por el trabajo ascético que le servirían de barrera y prevención. El seminarista
Bosco deja los juegos, su innata alegría y sociabilidad y adquiere la forma, al menos externa, de
64
Cfr. LIBÂNIO J.B., A volta à grande disciplina. São Paulo: Edicões Loyola 198, pp. 49-61.
65
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. v. I, pp. 51-54.
42
un buen eclesiástico. Los propósitos que escribe en esta circunstancia, muestran a las claras
cómo vive y asimila esta nueva situación
66
.
Hemos podido observar mo en cuestión de vocación y estado Don Bosco anhelaba el
consejo , la orientación, e incluso la determinación del confesor, por eso no es de extrañar que
una de las primeras cosas que el nuevo seminarista hace es pedir consejo, una norma de vida
para cumplir los deberes y ganarse la benevolencia de los superiores. Y la respuesta escuchada,
ciertamente le agradó por completo: “una sola cosa: el exacto cumplimiento del deber”
67
. Un
consejo sencillo, fácil y eficaz; sin duda tres características que se identificaban perfectamente
con su espíritu y que le permitirían ser feliz en un ambiente que, como vimos al principio de
este apartado, podría ser conflictivo y amenazador. Ya sacerdote dirá, dirigiéndose a sus
muchachos: queréis saber qué hacer para agradar a D. Bosco? Os lo digo; ayudadlo a salvar
vuestras almas”
68
. En el diálogo con Domingo Savio
69
, gracias a su experiencia educativa y
espiritual, y a su atención con la realidad de sus muchachos, le propone el mismo consejo, pero
ya no en relación a conseguir ser feliz en un determinado ambiente, sino en directa e inequívoca
relación con la santidad. Es un salto titánico que muestra un elemento fundamental de la
espiritualidad juvenil propuesta por Don Bosco, como veremos más adelante, y que une la
responsabilidad con la santidad.
Lógicamente en el Seminario también tiene el importante compromiso de estudiar. La
opinión sobre la formación intelectual no es muy positiva; dice que estudiaba dogmática y
cosas especulativas, es decir, en su juicio, cosas poco prácticas. Los tratados sobre
66
Son 7 los propósitos que adopta en esta ocasión: en el primero se compromete a no participar en espectáculos
públicos, bailes ni comidas organizadas por esos motivos; por el segundo abandona el violín, los juegos... porque
esas cosas no son compatibles con la 'gravedad' del estado eclesiástico; por el tercero frecuentará retiros y será
temperante en el comer, beber y dormir; por el cuarto escogerá las lecturas religiosas y abandonará las profanas; el
quinto está destinado a tomar algunos cuidados para preservar la castidad; asume en el sexto la responsabilidad de
hacer todos los días un poco de meditación y lectura espiritual; el séptimo lo hace con el propósito de contar todos
los días algún ejemplo o máxima virtuosa. Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 390.
67
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco....o.c. p. 392.
68
MB 15, p. 683, in: STELLA P., Don Bosco nella... o.c. v. I, p. 55.
69
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. p. 56, n. 17.
43
Predestinación y Gracia llegaban a atormentarlo haciendo con que todo lo analizara a la luz del
juicio divino, de la vida y de la muerte eterna
70
.
Preocupadísimo con el tema de la salvación final, Don Bosco sabe que su elección para
el estado eclesiático y sacerdotal es una respuesta a la voluntad de Dios, a su designio eterno, y
por ello sitúa tal respuesta en el comienzo de la salvación, salvación que no se le asegura ante
los desafíos, turbaciones, peligros... que supone el ser sacerdote. Es decir, que si de por el
descubrir el plan de Dios (en su mentalidad, a través del consejo y dirección del confesor) ya es
un primer desafío que se une inmediatamente al de dar una respuesta positiva a dicho plan, no
se puede olvidar otro no menos importante y definitivo: la perseverancia. Delante de tantos
desafíos, encuentra en la comunión el alimento principal de su vocación
71
.
Otros cuidados, junto con el recogimiento y la comunión, más concretos tenían que ser
tomados para ser perseverante en la vocación, y una y mil veces era experimentada y
aconsejada la enorme importancia dada a la elección de compañeros. Recordemos que ya de
joven acostumbraba a observar a sus companeros y clasificarlos en buenos, en más o menos y
en malos...
72
. Y seguirá este consejo que su madre ya le había dado al indicarle que intentase
ser amigo de los devotos de la Virgen Santísima
73
, entre ellos se destacará Luis Comollo, de
quien escibió unos rasgos biográficos tras su muerte prematura en el seminario y que marcará
profundamente su espíritu al tomarlo como ejemplo personal y proponerlo como modelo a sus
otros compañeros del seminario y posteriormente a sus jóvenes del Oratorio
74
.
70
Stella hace una investigación sobre lo que podríamos hoy llamar 'curriculum' formativo del seminario. Cfr.
STELLA P., Don Bosco nella... o.c. v. I, pp. 59-74.
71
Pedirá y recibirá de nuevo el consejo del predicador de unos ejercicios, que le dirá que con el recogimeiento y la
comunión frecuentes se perfeccionaría y conservaría la vocación, formándose así como verdadero eclesiástico (MO,
in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 394.) Es interesante recalcar esta recomendación de 'comunión frecuente'
que no sería característica de un ambiente jansenista, lo que nos hace imaginar que tal vez no fuera excesivo el
rigor, al menos en lo que se refiere a la frecuencia sacramental.
72
Tendremos oportunidad de ver este consejo repetido en obras piadosas, como en "Il Giovane provveduto" y en
biografías como la de Domingo Savio, lo que puede darnos una idea de la importancia que daba a este tema.
73
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 391.
44
Dos circunstancias narradas por el mismo D. Bosco y referidas a esta época de
seminario ofrecen un importante punto de lectura en la formación de éste que será maestro del
espíritu: "Hacia el principio del segundo año de filosofía fui un día a hacer la visita al
Santísimo Sacramento y, por no tener a mano el devocionario, tomé la Imitaciónde Cristo y leí
un capítulo sobre el Santísimo Sacramento. Al considerar atentamente la sublimidad del
pensamiento y el modo claro y, al mismo tiempo, ordenado y elocuente con que quedaban
expuestas las grandes verdades, dije para mí: 'el autor de este libro era un hombre docto'. Seguí
leyendo aquel libro de oro, y no tardé en darme cuenta de que uno solo de sus versículos
contenía más doctrina y moral que todos los gruesos volúmentes de los clásicos antiguos. A
este libro debo el haber cesado en la lectura profana"
75
.
En otro momento, durante unas vacaciones, predica unos bellísimos sermones... ¡que
casi nadie entiende! Pide consejo al párroco del pueblecito, que le dice: "Abandonar (al hacer
los sermones) el lenguaje y el desarrollo del tema según los clásicos, hablar en dialecto donde
se pueda, o aun en lengua italiana, pero popularmente, popularmente, popularmente, y más que
a doctos razonamientos, aténgase a los ejemplos, a las semejanzas, a los apólogos sencillos y
prácticos. Recuerde siempre que el pueblo entiende poco y que nunca se le explican bastante
las verdades de la fe"
76
.
Vemos, pues al seminarista Bosco preocupado en cosas concretas en su futura misión
sacerdotal: pensamientos claros, directos, comprensibles por el pueblo. Si esta preocupación
ahora la piensa sobre sus sermones y pláticas, rápidamente la experiencia le llevará aplicar los
mismos principios a todo su quehacer ministerial.
74
Cfr. BOSCO J., Rasgos biográficos del joven Luis Comollo, in: CANALS J., San Juan Bosco... oc. p. 75-111.
75
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o..c. p. 404-405. Cabe resaltar no sólo el elogio hecho a la Imitación de
Cristo y a su autor, como también que es el únco que D. Bosco hace en las Memorias del Oratorio.
76
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 397. Dice Don Caviglia, uno de sus biógrafos, que Don Bosco, al
escribir, siempre quería decir algo, para ello cultiva lo sencillo, preocupado con la comunicación familiar, juvenil y
45
Siguiendo a Stella
77
, sintetizamos y resumimos algunos rasgos de la espiritualidad de Don
Bosco durante su época de seminarista:
1. El abandono de lo profano por la intransigencia religiosa. Es evidente la influencia de la
línea rigorista del seminario. Este paso tiene un momento muy significativo en 1837 con la
lectura de la "Imitación de Cristo", como acabamos de ver.
2. Consciencia de ser llamado por Dios al sacerdocio y con eso:
- sentimiento de la santidad especial que se pide al ministro del altar y que lleva a abandonar
todo lo que parezca incompatible con tal estado,
- clima de tensión y autocontrol,
- clima de continuo esfuerzo ascético que lo lleva al ayuno, a la abstinencia y al abandono de
prácticas y comportamiento que anteriormente expresaban su natural alegría y
sociabilidad
78
.
Una vez ordenado sacerdote vuelve a su pueblo natal para celebrar allá la primera Misa,
pero su pensamiento está fijo en un recuerdo, "cuando estuve próximo y contemplé el lugar del
sueño que tuve alrededor de los nueve años, no pude contener las lágrimas y exclamé; "cuán
maravillosos son los designios de la divina providencia'..."
79
. En esta expresión vemos
sintetizado uno de los pensamientos fundamentales de Don Bosco; no importa la dificultad,
Dios es bueno y si se le permite, realiza siempre su plan eternamente previsto. Al decir 'si se le
permite', Don Bosco sabe muy bien que es necesaria la ascesis dedicada y realista. Por ello, con
motivo de su Primera Misa, escribe estos propósitos
80
que serán la mejor manera para él de
permitir que Dios realice su obra:
popular; un carácter popular en el mejor sentido, y también en el más completo, de la palabra. Cfr. CANALS J., San
Juan Bosco... o.c. p. 397.
77
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. pp. 75-78.
78
Es signaficativa la anécdota recogida en MO pp. 398-399, en la que se irrita al darse cuenta de que el pueblo
estaba bailando mientras él tocaba el violín. Él mismo confiesa que lo rompió y nunca más volvió a usarlo.
79
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 401-408.
46
"Primero. Jamás saldré a pasear si no es por un motivo grave como visitar enfermos,
etc.
Segundo. Ocuparé escrupulosamente el tiempo.
Tercero. Siempre que se trate de la salvación de las almas, estaré dispuesto a sufrir,
actuar y a humillarme en todo.
Cuarto. La caridad y la dulzura de S. Francisco de Sales iluminen todas mis acciones.
Quinto. Estaré siempre contento con el alimento que me den, siempre que no sea
perjudicial a mi salud.
Sexto. Beberé vino aguado, y sólo como medicamento, es decir, los días y en la
cantidad que me lo exija la salud.
Séptimo. El trabajo es un arma poderosa contra los enemigos del alma, por eso dedicaré
apenas cinco horas al sueño por la noche. Durante el día, especialmente depués de la
comida, no descansaré. Excepto en caso de enfermedad.
Octavo. Consagraré todos los días algunos momentos a la meditación y a la lectura
espiritual. Durante el día haré una visita breve o por lo menos una oración al Santísimo
Sacramento. Haré al menos un cuarto de hora de preparación y otros quince minutos de
acción de gracias para la Santa Misa.
Noveno. Nunca me detendré a conversar con mujeres a no ser para escucharlas en
confesión o en alguna necesidad espiritual".
Estos propósitos, escritos en 1841 están en línea con los hechos al recibir la sotana, a
los que nos referimos anteriormente, en 1835, pero son bastante más maduros. Aparecen los
dos lemas más famosos de Don Bosco: 'Da mihi animas caetera tolle' y 'Trabajo y templanza'.
El núcleo se encuentra en los propósitos 3 y 4: dedicación total a la misión, tal como su espíritu
80
Estos propósitos no aparecen en las Memorias del Oratorio. D. Bosco los escribió en un cuaderno conservado en
el Archivo Salesiano cuyo título, Memorias de 1841 a 1845-6, parece indicar que tenía intención de añadirlo al ya
existente.
47
le indicaba, pero está acompañado por los restantes: oración centrada en la eucaristía y
actitudes ascéticas como la discreción, ocupación del tiempo, control en las comidas, etc
81
.
Novel sacerdote, Don Bosco suplió al párroco de su ciudad durante unos meses.
Encontraba en el trabajo parroquial el mayor placer del mundo, pero añade a renglón seguido
que su "delicia en realidad era enseñar catecismo a los niños, entretenerse con ellos, charlar con
ellos, estar con ellos"
82
. Y contra toda lógica, aconsejado una vez más por D. Cafasso, entonces
profesor del Colégio Eclesiástico, Don Bosco renuncia a las ofertas de trabajo como capellán,
preceptor y vicario y decide estudiar moral y predicación en dicho Colegio, pues como dirá
más tarde, "allí se aprende a ser sacerdote"
83
.
Este Colegio Eclesiástico había sido fundado por el teólogo Guala para que los jóvenes
sacerdotes pudieran aprender la vida práctica del sagrado ministerio, especialmente estirpando
las últimas raíces del jansenismo. Recordemos que en la práctica era considerado jansenista -el
concepto no estaba demasido claro, e incluso la expresión casi nunca se usaba-
84
el sacerdote
que no concedía fácilmente la absolución o no aconsejaba la comunión frecuente. Dominaba el
espíritu de la Compañía de Jesús; así las reuniones espirituales dirigidas por Don Guala se
caracterizaban por la ascética ignaciana, por la lucha abierta contra el jansenismo y el
regalismo, por la sincera y tierna devoción al Sagrado Corazón, a la Virgen, al Papa, por la
frecuencia de sacramentetos y por la teología moral según el espíritu de San Alfonso
85
.
La cuestión no se reducía exclusivamente a la frecuencia sacramental; los defensores de
una práctica más continuada resaltaban también el valor del sacramento por sí: la Penitencia -
por su naturaleza- era capaz de comunicar la gracia; en la Eucaristía es el mismo autor de la
vida quien alimenta y cimienta a la iglesia y a los fieles. Así pues, si se quería mantener al
81
Cfr. AUBRY J., Escritos espirtuais de São João Bosco. São Paulo: Editorial Dom Bosco, p. 73.
82
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 409.
83
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 412.
84
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. v. I, p. 85.
85
Cfr. BAUDUCCO F., San Giuseppe Cafasso e la Compagnia di Gesú. In: BRAIDO P., Prevenir... o.c. p. 22.
48
pueblo fiel había que trabajar por recuperar el camino que había sido criticado y abandonado
por los defensores del protestantismo: la devoción eucarística, la devoción a María Santísima y
a los santos
86
. Recuperadas estas prácticas, otras venían también: visita al Santísimo
Sacramento, Bendición Eucarística, culto al Sagrado Corazón de Jesús, al Inmaculado Corazón
de María, el Mes de mayo -que reunía grandes grupos de fieles en el Piamonte-. Y junto a ellos,
llegan manuales de piedad que divulgan devociones particulares y píos ejercicios.
Es interesante resaltar que esta situación de enfrentamiento entre las dos corrientes, una
más rigorista y otra más laxista, era tratada en el Colegio Eclesiástico -en el fondo- no tanto con
discusiones teóricas, sino con la práctica. Dice Stella que Don Bosco no estaba muy
preocupado sobre si el camino era ancho o estrecho, lo importante para él era que condujera las
almas al paraíso. De hecho, en la práctica, Don Bosco se posiciona contra el rigorismo y se
persuade que no será el rigor, sino la bondad, lo que hará con que consiga llevar las almas a
Dios. ¿Acaso no eran esos los caminos que se le aparecían en el sueño de los 9 años?
Posiblemente las enseñanza de la doctrina a los jóvenes hacía parte del programa de
formación pastoral de los sacerdotes del Colegio Eclesiástico, y junto al catecismo, los
sacerdotes también realizaban acciones pastorales de asistencia a jóvenes necesitados. Apoyado
e incentivado por Don Cafasso, Don Bosco empieza a realizar visitas a las cárceles, donde se
horroriza al ver la enorme cantidad de jóvenes que allí están sin hacer nada, pudriéndose. Sabía
que muchos de ellos salían con el firme propósito de mejorar de vida, pero acababan de nuevo
cometiendo actos delictivos "porque estaban abandonados a mismos. Qué bien si tuvieran
fuera un amigo que se preocupase de ellos, los atendiese e instruyese en la religión los días
festivos"
87
. El sueño de los nueve años continuaba mostrando su valor profético. Tal vez
aquellos jóvenes convertidos en lobos se volverían corderos si él -ahora sacerdote- con dulzura,
sin golpes, con amor, fuera ese amigo que se preocupara de ellos. Todos estos sentimientos y
86
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. v. I, p. 88.
87
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 413.
49
reflexiones Don Bosco los expone a su director espiritual, que lo ve con buenos ojos y le anima
a que piense una fórmula, una manera de empezar a responder a tantos interrogantes.
Un hecho ocurrido el 8 de diciembre de 1841 será interpretado por Don Bosco como
revelador, y definirá las opciones que orientarán su futuro como sacerdote educador. Es el
conocido encuentro con Bartolomé Garelli
88
. El finísimo diálogo entre ellos muestra la
intuición, la delicadeza y al mismo tiempo la firme decisión de Don Bosco de llevar a cabo sus
proyectos de la manera que él deseaba y sabía hacerlo. Al concluir el relato, Don Bosco
confiesa; "entonces palpé por mí mismo que si los jóvenes salidos de lugares de castigo
encontraban una mano bienhechora que se preocupara de ellos, les asistiera en los días
festivos, les buscara colocación con buenos patrones y los visitara durante la semana, estos
jóvenes se daban a una vida honrada, olvidaban el pasado y resultaban, al fin, buenas cristianos
y dignos ciudadanos. Este es el origen del Oratorio que con la bendición del Señor tomó tal
incremento como yo nunca hubiera podido imaginar"
89
.
Comienza a desarrollarse en Don Bosco algo que podríamos calificar como mística de
la presencia, "dedicaba todo el domingo a asistir (estar presente) a mis jovencitos, iba a
visitarlos durante la semana a sus trabajos ... los sábados iba a las cárceles"
90
. Será una de las
características de sus sistema educativo, la proximidad y la presencia física que irá alimentando
tanto la confiaza y seguridad del educando, como asumirá un papel fundamental en la dinámica
preventiva de su modelo.
Acabados los 3 años de estudio de moral y predicación en el Colegio Eclesiástico, se le
ofrecen a D. Bosco algunas posibilidades para el desarrollo de su ministerio sacerdotal. Puede
88
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 414-416. El mismo encuentro aparece también relatado con
algunas diferencias interesantes en las Memorias Biográficas 2, 76. Éstas últimas, por ejemplo, añaden un
momento de la conversación en la que D. Bosco ante las continuas respuestas negativas del joven le pregunta si
sabe silbar. Dice, que Bartolomé sonrió y se abrió al joven sacerdote.
89
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 416.
90
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p .418.
50
continuar el trabajo del viejo cura de Cinzano, don José Comollo
91
, o ser vicario en Buttigliera
de Asti, pequeña ciudad próxima a la suya natal o ser repetidor de moral en el Colegio, o
director de un pequeño hospital en una obra de iniciativa de una piadosa señora... Lo que Don
Bosco quiere realmente es quedarse con sus muchachos que cada vez más aparecen y le piden
ayuda. Pero Don Cafasso lo dirige hacia el trabajo en el hospital, lo que provoca en su dirigido
un cierto asombro, pues además del hospital, la noble dama dirige una institución para 400
muchachas a las que Don Bosco deberá predicar y confesar. Todo parece tan distante del sueño.
Pero conocedor como lo era del espíritu y del interior de Don Bosco, Don Cafasso sentencia:
"mientras, Dios le hará ver lo que debe hacer en pro de la juventud"
92
. Ciertamente, una vez
más, Don Bosco lee en la orientación de su director la voluntad de Dios sobre él.
En este continuo proceso de discernimiento, interpretando y descubriendo la voluntad
de Dios sobre él a través de las orientaciones de sus superiores, de los sueños que iban y venían
repitiendo determinados aspectos, imágenes y situaciones, Don Bosco continúa su trabajo con
los jóvenes abandonados, consigue un espacio entre las obras favorecidas por la Marquesa
Barolo, así se llamaba la noble y piadosa dama, que era tanto su patrona como la mantenedora
del hospital y otras instituciones. Instala el oratorio que llama de San Francisco de Sales por
tres razones: "primero porque la marquesa Barolo tenía intención de fundar una congregación
sacerdotal bajo este título, y por esto había hecho pintar a este santo a la entrada del local,
segunda porque como nuestro ministerio entre los jóvenes exigía gran calma y mansedumbre,
nos habíamos puesto bajo la protección de este santo, a fin de que nos obtuviera de Dios la
gracia de poder imitarle en su extraordinaria dulzura y en la conquista de las almas. Una
tercera razón era la de ponernos bajo la protección de este santo para que nos ayudase desde el
cielo a imitarle en el combate contra los errores de la religión, especialmente del
protestantismo"
93
.
91
Éste fue el tío del joven Comollo de quien D. Bosco escribió unos rasgos biográficos. También fue el sacerdote
que le aconsejó a entrar en el seminario mientras definía si realmente aquél era su camino.
92
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 420.
93
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 425-426. La cursiva es nuestra.
51
El oratorio será para D. Bosco el lugar y el ambiente donde empezará a poner en
marcha su plan para conseguir que aquellos lobos se conviertan en corderos, en buenos
cristianos y honrados ciudadanos. Será para sus jóvenes lugar de estudio, de devoción y de
diversión en el que la presencia continua de los educadores ayudará a crear un clima de
confianza y familiaridad basado en la obediencia y en el afecto que hará que sea muy difícil que
alguien cometa faltas.
D. Bosco no será el primero ni el único en comprender la necesidad de los oratorios para
jóvenes artesanos pobres y abandonados. Como botón, bastaría recordar a S. Felipe Neri e
incluso a tantos sacerdotes que en el mismo Turín dirigían este tipo de obra. Pero lo cierto es
que al santo piamontés se le debe, en cambio, la constancia y la organización de dichos
oratorios
94
.
3. Claves de su experiencia espiritual
Normalmente llegamos a descubrir y organizar las claves de un pensamiento, de una época
o de cualquier fenómeno, con el estudio y la reflexión 'a posteriori'. En el caso de D.Bosco no
es diferente. La praxis vivida como resultado de diversas experiencias nos lleva a descubrir
algunos ejes fundamentales de su espiritualidad. Estos ejes o claves podemos agruparlos en 2
tópicos que se exponen separados, por cuestiones de método, pero que se entrecruzan e
interrelacionan profundamente; son: la experiencia de Dios y el mundo sobrenatural, de un
lado, y de otro, la relación con Dios en el servicio sacerdotal a la juventud.
3.1 Experiencia de Dios y mundo sobrenatural
94
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella... o.c. p. 106. En el apartado Los Oratorios para la juventud abandonada, el
autor presenta abundante información sobre este aspecto.
52
Don Bosco vivió en el s. XIX; hemos intentado presentar sucintamente algunas
implicaciones que este hecho 'circunstancial' tiene en su vida, por eso es también importante
esclarecer las concepciones que en este mundo espiritual existían sobre Dios (Padre) y Cristo,
sobre la Iglesia, la Virgen y los santos, principalmente, conceptos éstos que decidieron -a veces
inconscientemente- sus opciones espirituales
95
.
A- Dios
De su infancia, de su familia y de su entorno, Don Bosco tiene la primera experiencia de un
Dios severo y omnipotente.
En sus os estudio en el Colegio Eclesiástico, por influencia de su director espiritual que
sigue una línea afín con el pensamiento de San Alfonso Maria Ligorio, Don Bosco descubre la
imagen de un Dios de amor, Padre misericordioso.
Ya en el ejercicio de su ministerio sacerdotal, Don Bosco presenta un Dios bondadoso,
providente, aunque sin olvidar su justicia, que será especialmente terrible con el pecador en el
juicio final. Escribe: "mientras el hombre vive en esta tierra, es tiempo de misericordia; pero
cuando el alma se separa del cuerpo, comienza el tiempo de la justicia"
96
. Apenas la presencia
maternal de María podía colocar serenidad y esperanza en tan terrible momento. De esta
manera, Dios domina la mente de Don Bosco, ya sea cuando aparece como defensor de la fe y
de la Igleia católica, cuando escribe obras ascéticas, didácticas o catequísticas; en cualquier
estado de ánimo y situación siente y contempla a Dios creador y señor, principio y razón de ser
de todo
97
.
95
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 73.
96
BOSCO J., Il mese de maggio... o.c. p. 116, in: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida...o.c. p. 76.
97
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella storia... o.c. v. 2, p. 19.
53
Tal vez, como el haz y el envés, el Dios que Don Bosco experimenta y muestra, es también
bueno, infinitamente bueno, como se revela en la creación. En este mundo, todo lo que se
presenta a nuestros ojos nos habla de la majestad, del poder y de la bondad de Dios creador,
dice a sus jóvenes en Il mese de maggio, en la Historia Sagrada
98
y siempre que tiene
oportunidad. Dios tiene una especial benevolencia con los niños, los bautizados y los
pecadores
99
. El mismo Don Bosco sentencia así: "Dios es misericordioso y justo. Es
misericordioso con quien quiere aprovecharse de su misericordia, pero descarga el rigor de su
justicia sobre quien no quiere aprovecharse de su misericordia"
100
. Le gusta usar la expresión
Señor para expresar estos conceptos en vez de otras más solemenes.
B- Cristo
Es el maestro y el modelo, sobre todo en su pasión. Vale la pena recordar el gran impacto
que le produjo en su época de seminarista la lectura de la Imitación de Cristo. Sin embargo no
todos los 'misterios' constituyen objeto de su reflexión; unos aspectos le interesan más que
otros, y entre los preferidos estaban la obediencia, la humildad, la pobreza, el penitente abatido
por el peso de los pecados en la cruz, especialmente. El Cristo de Don Bosco no es sólo el
amigo comprensivo, también es el maestro doliente, dulce y bueno; actitud que conciliaba
perfectamente con el celo por la mayor gloria de su Padre celestial
101
.
Su doctrina sobre la encarnación era 'negativa' pues imaginaba que la encarnación tenía sus
motivos en el pecado del hombre y que con ella destruía el pecado, pues la finalidad era
precisamente salvar a los hombres del pecado. Con su muerte, Cristo libera a todos los hombres
de la esclavitud de demonio. En su Historia Sagrada, obra ya mencionada, y escrita para ser
98
BOSCO J., História Sagrada. São Paulo: Livraria Editora Salesiana Ltda 1963.
99
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. pp. 78-79.
100
BOSCO J., Il mese di maggio... o.c. p. 116, in: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 79.
101
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 83.
54
usada en las escuelas, definía así al Redentor: "Nombre dado por excelencia a Jesucristo que
nos ha rescatado del pecado, de la muerte y de la esclavitud del demonio"
102
.
Cristo es también principio de fuerza sobrenatural y se encuentra de manera muy particular
en la Eucaristía, su misterio más sagrado, en el que el salvador está presente de manera
tangible; Don Bosco veía, pues, en Cristo el mediador de la vida divina a través de su misterio
eucarístico. "En el Sacramento de la Eucaristía, el Salvador, bajo las especies de pan y de vino,
mediante la facultad de consagrar, concedida a los sacerdotes, da su cuerpo y su sangre para
alimento espiritual de nuestras almas"
103
. Nos es ya conocido el hecho del aparecimiento del
protestantismo en el Piamonte por esta época, y sabiendo del antiprotestantismo militante de
Don Bosco y de su dependencia de la Restauración católica, es lógica la insistencia que hace en
la presencia real de Cristo en la Eucaristía y en el incentivo que da a la comunión sacramental y
a las devociones eucarísticas derivadas: visitas, comunión espiritual, bendición, etc.
Siendo todavía seminarista, al escribir la vida de su compañero Luis Comollo, destaca
hechos que no tienen la simple intención de ser admirados, sino que son narrados con una
manifiesta intencionalidad imitativa. Son de especial mención los que describen detalladamente
las manifestaciones afectivas del compañero en la atmósfera de la unión eucarística: "a la
comunión espiritual y sacramental unía frecuentes visitas a Jesús sacramentado, de cuyo amor
se sentía tan penetrado que con frecuencia pasaba horas enteras mostrando sus fervorosos y
tiernos afectos con su amado Jesús"
104
. Y para nuestro estudio el interés de estas notas está en
resaltar que en todo ello hay una gran coincidencia con el comportamiento del mismo Don
Bosco que también habría tenido acceso a la obra de San Alfonso M. Ligorio, Visita al
Santísimo Sacramento
105
.
102
BOSCO J., História Sagrada. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 84.
103
BOSCO J., História Sagrada... o.c. p. 250.
104
STELLA P., Don Bosco nella storia... o.c. v.2, p.101.
105
Este asunto es objeto de estudio de Pietro Stella en su obra citada al que le dedica varias páginas en las que
presenta una abundante reflexión histórica y bibliográfica. STELLA P., Don Bosco nella storia... o.c. v. 2, cap V.
55
La Eucaristía tiene también un significado de culminación en el que es posible descubrir la
firmeza de la fe y de la caridad, el gusto por todo aquello que es espiritual, y en consecuencia,
manifiesta el grado de perfección cristiana. Esta interpretación es perfectamente coherente con
su pedagogía educativa y espiritual que tiene en los sacramentos su pilar insustituible y que será
grandemente valorizado en las biografías de los jóvenes que escribirá. En ellas, al relatar los
últimos momentos antes de sus muertes con la recepción de Viático, las narraciones adquieren
rasgos intensos, emotivos e de fuerte impacto.
Jesús, pero sobre todo Jesús Sacramentado con todos los elementos que fomentan el culto
individual y colectivo, domina la vida espiritual de Don Bosco y del ambiente que lo tiene por
referencia; es el Jesús que ha amado tanto a los hombres que muere por ellos; es el Dios con
nosotros, paciente, amable... pero que tiene su otra imagen en el Cristo de los novísimos, en el
juez severo que nos enseña que tras la muerte, ¡se acabó el tiempo de la misericordia!
Sin perder de vista la perspectiva de la experiencia, de la vivencia espiritual y de la
pedagogía, descubrimos también en Jesucristo el caráter ejemplar por el que D. Bosco siente
tanto aprecio. Cuando recurre a él, no le importa demasiado desarrollar argumentos, entrar en
explicaciones teológicas o doctrinales. Lo que le importa es el modelo: si lo descubre obediente
y dócil al Padre, rápidamente deduce y aplica las enseñanzas que Jesús dejó en sus palabras y
acciones y las propone al fiel (al joven) que deberá imitarlo para así ser reconocido por Cristo
el día del juicio, a fin de ser declarado hijo bendito del Padre celeste: "el joven obediente se
hace santo, por el contrario, el desobediente sigue un camino que le llevará a la perdición"
106
.
Tampoco le interesan demasiado las consideraciones morales que se podrían deducir de los
hechos; para él es importante que los mismos hechos sean ejemplares. Particularmente
ilustrativo es el breve diálogo que mantiene con su madre cuando ésta, cansada del griterío y
travesuras de los chiquillos decide volver a su casa y dejar a su hijo solo con sus muchachos.
56
Don Bosco mirando al crucifijo dice: si él sufrió tanto por nosotros... Mamá Margarita, en
silencio deshace su hatillo de ropas y se queda con sus 'hijos' hasta el día de su muerte,
cuidándolos, sacrificándose por ellos, a ejemplo de lo que Jesucristo sufrió en la cruz por todos
los hombres.
En otros temas, incluso de gran importancia como la Trinidad - por ejemplo-, Don Bosco
no suele ir más allá de la simple afirmación del enunciado. La atención de Don Bosco más que
sobre el misterioso modo de la Encarnación y de la vida divina de Cristo, se orienta hacia otros
aspectos, como son la persona divina de Jesús, los misterios de su vida terrena y su misión en
favor de la humanidad debilitada por el pecado. Son elecciones que va haciendo con la praxis
de su ser sacerdote para los jóvenes, y por tanto no son simplemente resultado de su reflexión
teológica.
C- La Iglesia
Jesús, dice Don Bosco haciendo un síntesis cosnciente de su pensamiento, "enseñaba todo
lo que es necesario creer y hacer para salvarse"
107
; en esta breve frase no podía faltar la palabra
clave que orientó siempre su vida, SALVACIÓN. Salvación que sólo es posible en la Iglesia
Católica, apostólica y romana, instituída por el Divino Salvador, venerada y escuchada por
cuantos son sus vicarios, ministros y representantes
108
. Así sentida y expresada, la iglesia
monárquica, jerárquica... le lleva a una espiritualidad de respeto, de docilidad y obediencia.
Será un gran defensor de la infalibilidad papal -posteriormente proclamada en el Concilio
Vaticano I- La Iglesia es el cielo en la tierra, esposa de Cristo, hija del Padre, templo del
Espíritu Santo... pero lo que le importa realmente es su aspecto terrestre, social, organizativo.
Su afecto por el papa llega a
v
eces a expresiones exageradas y llenas de amor. Preguntado por
106
BOSCO J.,O Jovem instruido na prática de seus deveres religiosos. Edição fac-similar Barbacena: Centro
Salesiano de Documentação e Pesquisa 2003, p. 16.
107
BOSCO J, Maniere facili per imparare la storia sacra. In: STELLA P., Don Bosco nella storia... o.c. v.2 p.
114.
108
BOSCO J., Il mese di maggio... o.c. In: STELLA P., Don Bosco y la vida... o.c. v. 2, p. 116.
57
Pío IX que quería saber si los jóvenes del oratorio lo amaban, Don Bosco responde : "¿que si os
aman? ... ¡Os tienen en el corazón! ¡Llevan vuestro nombre entrelazado con el de Dios!"
109
. La
iglesia gobernada por el papa es, por lo tanto, la única arca de salvación, y a fortiori, de
santidad
110
.
Es importante resaltar la lógica simple de Don Bosco cuando iglesia y salvación se
encuentran: si el papa representa a Dios en la tierra, si el papa es la cabeza de la iglesia, si sólo
esa iglesia jerárquica, monárquica, infalible es garantía de salvación, consecuentemente quien
quiera santificarse deberá estar profundamente unido a la iglesia y al papa. Por eso el motivo de
sus esfuerzos tanto positivos, en favor de la iglesia así entendida como contrarios -
reaccionarios- para con los herejes (especialmente los protestantes).
D- María
El mundo sobrenatural de Don Bosco es -irónicamente- un mundo concreto y casi
palpable en el que María y los santos tienen un lugar especial. Ya su madre en sus primeros
años dice a su joven hijo que marcha a la ciudad para estudiar que debe hacerse amigo de los
devotos de María Santísima
111
. María era más que una idea, estaba siempre presente, en todas
partes. Sueña con ella como pastorcilla, guía, reina, madre y su presencia es continua en la
devoción del oratorio, ya sea bajo la advocación de Inmaculada, cuya definición dogmática por
Pío IX en 1854 le indujo a ver en ella el símbolo por excelencia de pureza y santidad, ya sea
bajo el título divulgado a partir de 1862, aproximadamente, de Auxiliadora. Don Bosco
representa su imagen de María en el cuadro que preside el altar mayor de la Basílica de María
Auxiliadora en Turín; es una reina gloriosa y maternal que domina la iglesia y el mundo,
simbolizado por ángeles, santos, profetas y apóstoles. Podemos decir que la adopción del título
'Auxilidadora' confiere a la espiritualidad de Don Bosco, un cierto aire de 'nueva cruzada'
109
MB 8, 611.
110
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 97.
111
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 391.
58
donde Lepanto se transforma en los Estados Pontificios y la cristiandad debe protegerse de las
fuerzas demoníacas, musulmanas, liberales o modernistas, que pretenden aniquilar el poder de
la Iglesia y sus representantes. Pero, complementariamente, la figura de Auxiliadora quita un
poco del rigor y exigencia que la advocación de Inmaculada le impuso, ofreciéndole el aspecto
de Madre del Salvador, y por tanto, nuestra.
Es otra gran dimensión de su espiritualidad. "Habiendo sido redimidos por Jesucristo,
nosotros llegamos a ser hijos de Ella y hermanos de su divino Hijo. La razón es que al ser
madre de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Ella es también madre nuestra. En su gran
misericordia, Jesucristo quiso llamarnos hijos suyos y, por ese título, nos constituyó a todos
hijos adpotivos de María"
112
.
E- Los santos
En el cuadro de Turín al que nos referinos anteriormente, ángeles y santos rodean a María
en devota admiración. El mundo espiritual de D. Bosco estaba poblado de ángeles y santos en
quienes veía poderosos intercesores, pero principalmente modelos que los cristianos
preocupados por su progreso en la perfección debían imitar
113
, particularmente en los santos,
héroes provenientes de toda edad y condición, y por eso imitables por los cristianos de
cualquier edad y condición también
114
, como solía decir, "si él sí, ¿por qué no yo?"
115
.
3.2 Relación con Dios en el servicio a los jóvenes
112
BOSCO J., Il mese de maggio... o.c. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 89.
113
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida...o..c. p. 91.
114
Don Bosco escibió varias biografías de santos y de jóvenes próximos a su entorno precisamnete con esa
intención de mostrar a todos ejemplos imitables. Este aspecto será tratado con mayor extensión en el Capítulo II de
este trabajo cuando abordemos el 'valor de la ejemplaridad'. Una buena referencia bibliográfica en la que se
incluyen este tipo de publicaciones, nos la ofrece F. Desramaut en su obra Don Bosco y la vida espiritual. Madrid:
CCS 2001, pp. 287-300.
115
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio, in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. p. 129.
59
Volviendo a casa, tras haber escuchado un sermón, entabla un diálogo con Don Calosso, y
en un momento dado le expresa su deseo de estudiar para ser sacerdote y así acercarse a hablar
y enseñar la religión a tantos compañeros suyos que no son malos, pero que se hacen malos
porque nadie se ocupa de ellos. Conocemos esta historia. Y va más lejos, se atreve a soñar
despierto y se imagina cura rodeado de niños, conversando con ellos y aconsejándolos. Era
todavía adolescente, tenía 14 años, y desde los 10 él se recuerda rodeado de chicos,
entreteniéndolos, enseñándoles el catecismos, repitiéndoles pláticas y sermones, jugando con
ellos. Oración y diversión durante horas que se pasaban volando. Podemos decir que D. Bosco
y lo chicos nacieron juntos y nunca se separaron.
Estudiante en Chieri, funda la Sociedad de la Alegría, con su reglamento preciso y claro
116
,
en la que era obligatorio buscar buenos libros y favorecer la alegría; estaba prohibido todo lo
que provocara tristeza. A los miembros se les pide exactitud en el cumplimiento de los deberes
escolares y religiosos.
Aquel famoso sueño de los 9 años no le salía de la cabeza ni de la conciencia. Posiblemente
evaluase cada tarde, al acabar su pequeño oratorio en los pajares de los caseríos vecinos, o los
encuentros con sus compañeros estudiantes de la Sociedad de la Alegría que todo eso era lo que
aquellos misteriosos personajes le habían pedido que hiciera.
Los años pasados en el Colegio Eclesiástico, una vez ordenado sacerdote, supondrán el
momento fundamental de su opción por los venes, o lo que es lo mismo en su pensamiento,
del descubrimiento y compromiso por un trabajo que se corresponde exactamente con lo que
Dios quiere de él. Es verdad que durante sus años del seminario parece decantarse por la línea
rigorista, particularmente en lo que se refiere a la gravedad y seriedad del estado religioso, cosa
que pudo haber puesto en peligro su vocación de educador
117
, llegando a cortar las visitas y los
encuentros con sus antiguos compañeros con los que había convivido y llevado adelante
116
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. pp. 368-369.
60
proyectos en la escuela y en la Sociedad de la Alegría. La figura de Don Cafasso le será, una
vez más, providencial como confesor y director espiritual; le animará a visitar las cárceles, a
hacer catequesis, a iniciarse en los oratorios.
El final del período pasado en el Colegio Eclesiástico llegaba a su fin, y Don Bosco debía
decidir su futuro como sacerdote. Se sentía bien en la parroquia, pero hombre abierto a la
Providencia, como era, intenta leer en los consejos de su director espiritual la voluntad de Dios,
por extraña que sea, aunque sea cuidar un hospital, predicar y confesar un gran grupo de
niñas
118
.
Así las cosas, dos hechos adquieren para Don Bosco el valor de manifestación de la
voluntad de Dios que quiere que se dedique a los jóvenes pobres y abandonados. Claro que
dado su carácter de hombre práctico y conociendo apenas lo que él quiso decir, este carácter de
revelación será descubierto 'a posteriori', en el sosiego de la reflexión que ve a distancia de 40
años la vida de un pobre campesino, ahora sacerdote, educador, escritor y fundador
119
entre
otras cosas.
- El primero se desarrolla poco antes de la misa matinal del 8 de diciembre de 1841. Es un
diálogo corto, rápido y cómplice. Don Bosco se ofrece a enseñar catecismo a un joven
inmigrante, sin casa y sin estudios. Le ofrece techo y confianza. Para él, ése fue el origen de
sus oratorios
120
.
- El segundo es consecuencia del primero. El oratorio va creciendo, el techo se hace pequeño,
aumenta el ruído, las personas se incomodan y se asustan al ver tantos jóvenes juntos. La
117
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 390. 408.
118
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 419.
119
Será con ese espíritu y disposición que escribirá las Memorias del Oratorio de S. Francisco de Sales, fuente
principal sobre su vida y su obra.
120
Recogimos esta situación al referirnos al encuentro con Bartolomé Garelli. Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan
Bosco... o.c. pp. 414-416.
61
marquesa Barolo, inspiradora de grandes obras de beneficiencia y dueña del espacio donde
se llevaba a cabo el oratorio, se dirige a Don Bosco para que considere que tanto trabajo
'extra' le distrae del cuidado de su hospital y de sus niñas. Le ofrece un aumento de sueldo:
"Váyase -dice la marquesa- a pasar uno, tres, cinco años en cualquier parte; descanse,
cuando esté restablecido vuelva al Refugio, y será siempre bien recibido; de lo contrario,
me pone en la desagradable necesidad de despedirle de mi fundación. Piénselo seriamente.
Señora marquesa -responde Don Bosco-, lo tengo pensado. Mi vida la tengo consagrada al
bien de la juventud. Agradezco sus ofrecimientos, pero no me puedo alejar del camino que
la Providencia me trazó"
121
.
Don Bosco está convencido que no será un trabajo inútil, aun a sabiendas de las dificultades
y desafíos que esa opción le supondrá. Junto a la conciencia de estar dando así una respuesta
positiva a la voluntad de Dios, tiene plena confianza en el joven, "en todo joven, aún el más
depravado hay un punto accesible al bien, y el primer deber del educador es buscar este punto,
esta cuerda sensible del corazón y sacar provecho de ella"
122
.
Y a ellos dedicó cada momento de su vida.
Concluyendo
Hemos intentado mostrar en este primer capítulo el humus cultural y religioso en el que
nació y se desarrolló la experiencia espiritual de Don Dosco. Dicha experiencia debe mucho a
esas circunstancias coyunturales, y por tanto accidentales; sin embargo el aspecto definitivo
viene marcado en el encuentro con el joven pues es en esa experiencia donde toma conciencia
de que Dios le había confiado la misión de cuidar y educar a los jóvenes necesitados. En ese
121
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 439. La cursiva es nuestra.
62
sentido son paragdimáticos el sueño de los 9 años, el encuentro con el joven Bartolomé Garelli
y el diálogo final con la marquesa Barolo; la primera escena muestra el descubrimiento de la
misión y de la vocación, la segunda es la respuesta dada ante la situación, la tercera es la toma
de postura, la decisión consciente y confiada de acoger los planos que Dios tiene sobre él.
Don Bosco es un hombre que vive una particular relación con Dios y, en consecuencia,
expresa de una determinada manera su vida espiritual. Lo que hemos tratado de exponer es que
la espiritualidad, tal como Don Bosco la vivió, crece y se desarrolla en la medida en que vive el
encuentro y la relación con los jóvenes, comprometido con su felicidad, que para él es sinónimo
de salvación. Podemos expresar esto de una manera más solemne: Don Bosco se santifica
santificando. Por eso ahora nos preguntamos, ¿cómo ejercitaba Don Bosco su magisterio
espiritual?
Este será el objeto del segundo capítulo, descubrir a Don Bosco actuando, siendo
maestro de vida espiritual entre los jóvenes; dirigiéndolos, ofreciéndoles un plan de vida
cristiana que los pueda mantener alegres y contentos, es decir, mostrándoles cómo servir al
Señor manteniéndolos siempre alegres.
122
MB 5, p. 266.
63
CAPITULO 2:
DON BOSCO, MAESTRO DE VIDA ESPIRITUAL PARA LOS JÓVENES
Don Bosco admiraba al ser humano, amaba la vida, se sentía cautivado por las
posibilidades del pensamiento, del valor, de la razón. Sin embargo, no se contentaba con la
vida pasajera. Había leído en S. Alfonso que "la vida es un viaje hacia la eternidad"
123
, es
un camino que, si se escoge bien, lleva al cielo. Poner a los jóvenes en este camino no se
puede separar de querer hacer de ellos hombres capacitados para ganar honestamente el
pan. "Buenos cristianos y honrados ciudadanos" es el característico y expresivo slogam de
Don Bosco. Alma y cuerpo, individuo y sociedad, cultura y vida física: todo forma parte de
su concepto educativo
124
. Todo esto no es apenas una ley, un principio; es un programa de
123
LIGORIO A., Preparación para la muerte, 14
ª
ed. título. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida
espiritual. Madrid: CCS 2003, p. 54.
124
La concepción del ser humano en Don Bosco es dualista , sin embargo no es un dualismo que niegue lo
corpóreo en favor de lo sobrenatural; baste recordar que consideraba la salud como un gran bien, como un
64
vida que sugiere invariablente a sus venes. Es el gran programa de su pedagogía
espiritual: "si quieres hacerte bueno, practica 3 cosas y todo irá bien: son éstas alegría,
estudio y piedad. Este es el gran programa; si lo practicas podrás vivir feliz y hacer mucho
bien a tu alma"
125
. O como prefería proponerlo también de manera más didáctica:
"Recordad las 3 S: Salud, Sabiduría, Santidad"
126
.
Don Bosco tenía unas ideas muy sencillas sobre la naturaleza humana que había
aprendido en el catecismo y en el seminario; ideas que no se preocupó en profundizar por
miedo a complicarlas
127
dado su particular auditorio, formado por chicos y personas
simples. Su visión es dualista; el hombre está compuesto de alma y cuerpo, y aunque
reconciera la supremacía de aquélla, se sentía al mismo tiempo atraído por todo lo que es
sensible. Pero sabía distinguir, aun entre aspectos importantes. En la biografía de Domingo
Savio pone en boca de éste el siguiente pensamiento: "Este cacharro -el cuerpo- no ha de
durar eternamente, ¿no es verdad? Es menester dejarlo destruir poco a poco hasta que lo
lleven a la tumba. Entoces, amigo mío, libre ya el alma de lazos corporales, volará gloriosa
la cielo y gozará allí de salud y de dicha interminables"
128
.
En este capítulo mostraremos a Don Bosco maestro de vida espiritual. Para ello
explicitaremos su método, sus opciones pedagógicas y sus esperanzas. Organizamos el
trabajo en 3 apartados. El primero descubre el horizonte espiritual de su quehacer
regalo del Señor, como "el primer tesoro, después de la gracia" un don precioso del cielo, un bien
indispensable... Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 131. Para estudiar la cuestión
sobre la naturaleza del hombre como unión de cuerpo y alma: FIORENZA F. P.; METZ J. B., O homem
como união de corpo e alma. In: FEINER J.; LÖEHRER M., Mysterium Salutis. Fundamentos de Dogmática
histórico-salvífica. A história salvífica antes de Cristo. V II/3. Petrópolis: Vozes 1980, pp. 27-70.
125
BOSCO J., El pastorcillo de los Alpes, o sea, vida del joven Francisco Besucco. In: CANALS J., San
Juan Bosco. Obras fundamentales. Madrid: BAC 1978 (BAC 402) p. 302.
126
LEMOYNE G. AMADEI A. CERIA E., Memorias Biográficas (MB), vol. 4, p. 409; vol. 10, p. 437.
Madrid: CCS 1981.
127
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 51.
65
educativo-pastoral. Don Bosco no teorizó un plan y lo ejecutó a continuación, sino que
orientado y motivado por fuertes convicciones espirituales se puso a evangelizar -como
diríanos hoy- a los jóvenes con los que se encuentra en Turín. Punto clave es la salvación
querida por Dios para todos, fácil de conseguir y que hace a los jóvenes enormente felices.
El segundo apartado presenta los medios o instrumentos que ayudan al joven en su
crecimiento espiritual. Don Bosco no tiene ninguna duda sobre el primado de la gracia,
pero sabe también que el camino de la vida eslleno de trampas y que el joven debe
colaborar con el plan de Dios. El tercer apartado presenta un aspecto peculiar de su
magisterio y pedagogía espiritual: el valor ejemplar de la vida de jóvenes del Oratorio que
alcanzaron un alto grado de perfección espiritual, en algún caso reconocida y proclamada
oficialmente.
Este Capítulo abarca la época del Don Bosco educador, joven sacerdote, todavía no
absorbido por la fundación de la Sociedad de San Francisco de Sales. En esta época escribe
varias obras de carácter didático, devocional y las biografías de 3 de sus alumnos en los que
muestra las líneas de su magisterio espiritual.
Don Bosco no es anacoreta ni formador de anacoretas; es constructor de jóvenes santos,
"un santo que trabaja para hacer santos"
129
, ciudadanos del cielo, pero de un cielo que se
conquista duramente en la ciudad terrena. Los motivos de la caridad se mezclan con los de
la educación como preparación a la vida, y todo subordinado a lo único necesario: la gloria
de Dios y la salvación del alma; "gloria de Dios que incluye la vida plena y en abundancia
del ser humano; salvación del alma que abarca todo el ser humano en su dimensión
128
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio, alumno del Oratorio de San Francisco de Sales. In: CANALS
J., San Juan Bosco... o.c. p. 202.
129
MARTINELLI A., La santità giovanile nelle biografie scritte da Don Bosco. Approccio storico. In:
AA.VV., Il sistema preventivo vissuto como cammino di santitá. Settimana di Spiritualità. Torino: Elle Di Ci
1980, p. 77.
66
corporal, espiritual y colectiva; salvación que no se guarda para una vida futura y eterna,
más allá de la historia presente, sino que es histórica y encarnada"
130
.
1. Horizonte de su espiritualidad
1.1 La salvación del alma
La salvación era una de las principales -si no la principal- preocupación de Don Bosco,
y la eventualidad de no alcanzarla, motivo de angustia. Múltiples son las ocasiones en las
que se pone en evidencia: "Tengo un alma. Si la pierdo, lo he perdido todo. Si ganara el
mundo entero y se condenara mi alma, ¿de qué me serviría? ... Por lo tanto, el alma debe
ser el único objetivo de mis acciones. Está en cuestión ser siempre feliz o desgraciado.
Nada importa tanto como salvar el alma"
131
. Y todavía más incisivo: "La primera, la más
importante, más n, la única cuestión importante es que te salves. ¡Oh! grita el Señor, ¿de
qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde el alma?"
132
. El suyo era un negocio
de almas, negocio que proponía también a sus jóvenes como proyectos personales y
apostólicos . Llegado al Oratorio, Domingo Savio lee un cartel colgado de la pared del
cuarto de Don Bosco en el queestaba escrito :'Da mihi animas caetera tolle'
133
. Tras
entender su significado dice : "Ya entiendo; aquí no se trata de hacer negocio con dinero,
sino de salvar almas; yo espero que también la mía entrará en este negocio"
134
.
1.2 Los novísimos
130
ESPEJA J., Espiritualidade cristã. Petrópolis: Vozes 1995, p. 54. La cursiva es nuestra.
131
BOSCO J., O Jovem Instruido na prática de seus deveres religiosos. Edição fac-similar. Barbacena:
Centro Salesiano de Documentação e Pesquisa 2003, p. 42.
132
BOSCO J., Nove giorni consacrati all'Augusta Madre del Salvatore sotto il titolo di Maria Ausiliatrice.
(L.C.), Turín: 1870. In: DESRAMAUT F., o.c. p. 55.
133
DESRAMAUT F., Spiritualità Salesiana. Cento parole chiave. Roma: LAS 2001, p. 78. AUBRY J.,
Escritos espirituais de São João Bosco. São Paulo: Editora Dom Bosco 1975, p. 40.
134
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... In: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 129.
67
Consciente como era de la importancia de la salvación, el tema de los novísimos
ocupaba un lugar destacado en su pedagogía espiritual. El hombre viene de Dios que lo
creó con un paternal cuidado, y si es fiel, volverá al Dios remunerador del último día.
Era un tema frecuente y familiar para Don Bosco y lo trata extensamente en sus libros
devocionales, particularmente en O Jovem instruído. En la sección "Siete consideraciones
para cada día de la semana" trata los siguientes aspectos: Domingo, fin del hombre. Lunes,
el pecado mortal. Martes, la muerte. Miércoles, el juicio. Jueves, el infierno. Viernes,
eternidad de las penas. Sábado, el paraíso
135
. Son temas relacionados con la inexorabilidad
de la muerte, con el desconocimiento absoluto de su momento -que podría ser ahora
mismo- con el premio o castigo que le seguirán. Don Bosco quería ser práctico, es decir,
motivar y mover a la conversión y a la vigilancia, pues lo que le interesa en realidad es la
salvación. Hablaba del cielo con elocuencia "como un hijo habla de la casa de su padre"
136
.
Las biografías que escribe de Luis Comollo, de Domingo Savio, de Miguel Magone y
de Francisco Besucco, narran detallada y realísticamente los últimos momentos de vida de
estos muchachos, realzando el consuelo que la Eucaristía les produce así como la serenidad
que sienten por estar en paz con Dios. La muerte preocupaba mucho a este amigo de los
jóvenes, y si bien podría ser un momento fatal para algunos, se convertía en momento
ansiado y pleno para quienes habían sabido vivir conforme al plan de Dios.
Toda la atención y cuidado con estos temas supone el convencimiento que tenía sobre la
acción del príncipe de las tinieblas sobre los hombre. Lo describe -como se le aparece en
sus sueños- bajo formas extrañas, dignas de la Divina Comedia (recordemos que durante su
135
Cfr. BOSCO J., O Jovem Instruido... o.c. pp. 39-57.
136
CERIA E., Don Bosco con Dios. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 58.
68
época de estudiante en Chieri había leído bastante los clásicos griegos, latinos e italianos),
inteligente y tentador.
La pedagogía de los novísimos es "un camino privilegiado de una seria educación al
temor y al amor de Dios, rico en dinamismo y eficacia. El 'temor virtuoso' no pocas veces
puede nacer del 'miedo', del temor servil, pero se va cambiando intencional y rápidamente
en temor filial inicial, princio de sabiduría, 'camino hacia la gracia y el amor'"
137
. Esta
pedagogía de los novísimos le es connatural a Don Bosco y no nace del hecho de que
desprecie la vida terrena, sino de la conciencia de que lo que en realidad importa es la
salvación futura y eterna; por otro lado no difiere mucho de la pastoral tradicional tridentina
-pastoral del temor- tan difundida en la secular cura de almas.
1.3 Llamada universal a la santidad
Conocemos la importancia que Don Cafasso tuvo en la formación apostólica y
espiritual de Don Bosco. Una de las enseñanzas de aquel guía era que hacer bien las
acciones exigidas por la vida, "con orden, con prudencia, según las circunstancias y las
necesidades del tiempo, del lugar, de las personas, basta para hacer santa a una persona, sea
seglar, padre, madre o sacerdote"
138
. Así pues, ni Don Cafasso ni Don Bosco creyeron "en
la necesidad de una contemplación infusa extraordinaria para alcanzar la santidad. Nada se
descubre en las máximas que se han conservado de Don Bosco a propósito de las tres vías o
los dos grados de perfección..."
139
.
137
BRAIDO P., Prevenir, no reprimir. El sistema educativo de Don Bosco. Madrid: CCS 2001, p. 306.
138
ACCORNERO F., La dottrina sprirituale de San Giuseppe Cafasso. Turin 1958, p. 44. In:
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 64.
139
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 65.
69
Pensaba que esta santidad, lejos de estar reservada sólo a algunos, era propuesta, e
incluso exigida por Dios a todos los hombres y entre ellos, también a los jóvenes. Coloca
en evidencia la voluntad salvífica de Dios que ha creado a todos para el paraiso; ése es el
fin del hombre, la salvación
140
. Interpretaba en el sentido de obligatoriedad hacia la
perfección el versículo de San Pablo tal como se leía en el misal "Haec est enim voluntas
Dei, sanctificatio vestra" (1Tes 4,3).
1.4 Es fácil ser santo.
Don Cafasso le había enseñado que la santidad, además de ser para todos, "es fácil"
141
,
y él se hace portavoz entre los jóvenes de esta noticia. El joven vive la felicidad con
levedad, sin esfuerzo, con facilidad. Este hecho abre otro horizonte fundamental del
magisterio de Don Bosco: es fácil ser santo; ser santo es tan fácil como estar alegre. Es la
fórmula conocida de Domingo Savio: "Te lo voy a decir con pocas palabras: que sepas -le
dice a su compañero Gavio- que aquí nosotros hacemos consistir la santidad en estar muy
alegres (...) Empieza desde hoy a escribir como recuerdo la frase '¡Servid al Señor con
alegría!'"
142
.
Y eso sabiendo que al joven del Oratorio de esa época la palabra santo le transportaba a
héroes de virtud que con extraordinarios esfuerzos habían conseguido el honor de los
altares. Hablar de santidad a jóvenes pobres, pueblerinos, trabajadores, podía parecer
pretensión o ironía; podían pensar que la santidad está fuera de sus horizontes por ser algo
140
Cfr. STELLA P., Valori spirituali nel "Giovane provveduto" di San Giovanni Bosco. Roma: Scuola
Grafica 1960, p. 98.
141
ACCORNERO F., La dottrina sprirituale de San Giuseppe Cafasso. Turin 1958, pp. 53-55. In:
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida...o.c. p. 65. Esta idea no fue, pues, original en Don Bosco. Stella al
estudiar las fuentes del Giovani Provveduto cita varios libros y autores que ya exponían esta misma doctrina.
Si la doctrina no es original, sí lo es su determinación para llevar adelante este propósito.
142
BOSCO J., Vida del Joven Domingo Savio, alumno de Oratorio de San Francisco de Sales. Turin 1878.
In: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 186.
70
que supone heroicidad, grandes virtudes, y por tanto largos años de vida; sin embargo para
Don Bosco les es connatural; es una gracia que les enseña a pedir con la confianza
generosa propia de la juventud: "Piadosísimo S. Luis, alcanzadme la gracia de hacerme
santo para un día poder participar de vuestra gloria en el Cielo"
143
. Escribía en 1855: "Sólo
la Religión o la Gracia de Dios pueden hacer al hombre contento y feliz"
144
. Bajo este
principio elaboró una espiritualidad fácil y fuente de santidad. "Quiero enseñaros un plan
de vida cristiana que os haga felices y alegres y que al mismo tiempo os dé a conocer cuáles
son las verdaderas diversiones... Os presento un método de vida alegre y fácil, pero
suficiente para poder ser el consuelo de vuestros padres, el honor de vuestra patria buenos
ciudadanos en la tierra y, después, moradores felicies del cielo"
145
.
Con todo es importante dejar constancia y decir que este principio fundamental de su
espiritualidad no siempre fue entendido ni asumido por sus discípulos, incluso por los
primeros, que sentían una cierta desconfianza ante tan lapidarias afirmaciones y cayeron en
el pesimismo, conciente o inconscientemente, que les hacía dudar que en realidad fuera tan
fácil ser santo
146
.
1.5 Servir al Señor con alegría
No es habitual que Don Bosco se detenga a describir conceptos o principios; siente una
cierta fobia de todo lo que pueda ser interpretado por sus jóvenes como especulativo o
abstracto; por eso no es extraño que no se detenga a teorizar sobre la Gracia Santificante.
Sin embargo, y coherente con su realismo cristiano, la coloca en el centro de su concepción
143
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 227.
144
MB 8, p. 940. In: STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 96.
145
BOSCO J., O Jovem instruído... o.c. pp. 7-8.
146
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 66, n. 78.
71
espiritual, deteniéndose en un efecto que es exclusivo de la gracia: la felicidad
147
. Afirma
que "aquellos que están en gracia de Dios están siempre alegres, e incluso en las
aflicciones, su corazón está feliz"
148
. La felicidad que brota de la gracia es la única
verdadera alegría, y por eso se refleja en el interior del joven que la expresa con su cuerpo,
con su existencia. "Servid al Señor con alegría" era uno de los lemas más queridos de Don
Bosco y ofrecido a sus jóvenes y colaboradores. La 'santa alegría' estaba en los cimientos
de su edificio educativo y de su pedagogía espiritual
149
.
Lo contrario también es verdad. Es decir, la melancolía es señal de que falta la gracia,
entonces aparece la confesión como medio para conseguir recuperar la alegría perdida,
pues al devolver la gracia al pecador, también le comunica la felicidad. Una vez recuperada
la gracia, el joven debe conservarla. El método de vida propuesto por Don Bosco era
fascinante porque unía las instancias de la naturaleza con las realidades sobrenaturales
150
favoreciendo un riquísimo clima de espiritualidad entre los muchachos que hizo exclamar a
Domingo Savio: "¿qué más me falta para ser feliz? En este mundo nada, apenas poder
gozar en el cielo de aquél a quien adoro en el sacramento"
151
. La verdadera alegría, efecto
necesario y exclusivo de la gracia, no podía, pues, ser apenas una prerrogartiva del espíritu;
es patrimonio de la persona, y en la antropología de Don Bosco lo es tanto del cuerpo como
del alma. La corporidad también tiene un papel que representar en el organismo
sobrenatural. He aquí "lo específico y al mismo tiempo el culmen de la santidad juvenil
bosquiana: el cuerpo también está llamado a cantar la felicidad"
152
que produce la gracia.
Diríamos que la gracia 'se adapta' a la naturaleza, y esto supone cantar, saltar, divertirse...
La expresión festiva, lúdica de la gracia es una característica connatural de la espiritualidad
147
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 86.
148
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 22.
149
Abundantes citas en este sentido son ofrecidas por STELLA en su libro Valori spirituali... o.c. p. 87, n.
132.
150
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 91.
151
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... In: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 171.
72
juvenil. "Sé alegre -escribe Don Bosco a un joven- pero que tu alegría sea verdadera, que
sea la que proviene de una conciencia limpia, sin pecado"
153
. La alegría es también un
medio para huír del ocio y por tanto del pecado (en este aspecto se distingue la verdadera
de la falsa alegría). Es ocasión para el apostolado en el patio, en los juegos; la alegría
contrarresta la apatía y la tristeza. Es también un medio ascético que hace de la diversión
una acción litúrgica: la liturgia de la alegría: "Mientras jugáis, charláis u os entretenéis en
cualquier pasatiempo, levantad alguna vez la mente al Señor, ofreciendo esas diversiones
para gloria y honor suyo"
154
.
Por el camino de la alegría Don Bosco quiere conducir a los jóvenes hasta las más
elevadas cimas de la santidad, haciendo sentir gusto y placer por la vida espiritual. Sabía
usar magistralmente las máximas para hablar de cosas serias... sin perder el humor; "¡El
demonio tiene miedo de gente alegre!"
155
.
2. Instrumentos de crecimiento espiritual
Don Bosco fue un hombre práctico, más preocupado con los modos y las maneras que
debía utilizar para conseguir sus objetivos que con especulaciones teóricas sobre los
resultados. Si se proponía conseguir algo, inmediatamente toda su capacidad organizativa y
motivadora entraba en juego, y esto tanto en cuestiones prácticas como en asuntos
fundamentales. Tenía muy claro lo que quería, aque se dedicaba con todas sus fuerzas a
buscar los medios. Teniendo claro el "qué" su preocupación principal ahora era el "cómo".
No es, pues, de extrañar que tratara los problemas del alma con una gran preocupación
práctica: "En el camino de la vida, este alma debe ser iluminada, querida, alimentada y
152
STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 92.
153
MB 6, p. 698. In: STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 92.
154
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 33.
155
MB 10, p. 648. In: BOSCO T., Os pensamentos de Dom Bosco. Brasília: Gráfica Editora 2001, p. 7.
73
estimulada con auxilios o instrumentos apropiados"
156
. Don Bosco creía en la ascesis, sí,
pero creía sobre todo en la virtud iluminada de la palabra, en la fuerza proveniente de la
Confesión, en el vigor divino de la Comunión y en la flexibilidad espiritual alcanzada por
medio de los ejercicios y devociones
157
.
2.1 Fuentes
. La Palabra de Dios.
Ocupaba el primer lugar entre los instrumentos de perfección, pues es el primer
alimento del alma: "Así como nuestro cuerpo se debilita y muere si no lo alimentamos,
igual sucede con nuestra alma si no le damos su alimento. La comida de nuestra alma es la
palabra de Dios"
158
.
El conocimiento que se tiene hoy de la Palabra de Dios no es el que podía tener Don
Bosco, por eso es importante saber cuál era el concepto que tenía sobre ella. La primera
cuestión es que Don Bosco no identificaba Palabra de Dios y Biblia, de manera que una se
encerrara y limitara totalmente en la otra: "Palabra de Dios, es decir, los sermones, la
explicación del evangelio y el catecismo"
159
, a pesar de no correr el peligro de igualar
palabra de Dios y palabra humana; la de Dios era la Palabra por excelencia. Don Bosco
temía la 'libre interpretación' y consideraba fatales los efectos que esa costumbre había
producido, así como falta gravísima la cometida por los protestantes. Este era su
pensamiento y el de muchos otros contemporáneos. Por eso la explicación y ampliación del
concepto de Palabra de Dios a los sermones, explicaciones y al catecismo siempre que
156
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 101.
157
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida o.c. p. 101.
158
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 18.
159
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 19.
74
estuvieran tutelados por la Iglesia: "Cuando es bien escuchada engendra la fe, pero debe ser
oída de la boca de los ministros sagrados y explicada por ellos"
160
.
Se puede decir que utilizaba las citas bíblicas como criterio de autoridad de sus
reflexiones. Al ser utilizadas las sentencias bíblicas con esa finalidad esencialmente, no se
preocupaba mucho de tomar cuidados que hoy se consideran elementales y que aportan la
hermenéutica y la exégesis. Es el caso de una de sus máximas más conocidas: "Da mihi
animas caetera tolle", que la Biblia de Jerusalén traduce por "Dame las personas, y quédate
con la hacienda" (Gn 14,21).
La lectura espiritual sustituía en ocasiones el contacto directo con la palabra de Dios,
que no era simplemente olvidada, sino que dividía el tiempo y la atención con otros
escritos. Decía: "A lo largo del día, o después de las oraciones de la mañana o de la noche,
procurad hacer un poco de lectura espiritual, leed, por ejemplo, algún capítulo del
Evangelio, la vida de algún santo, la Imitación de Cristo, la Filotea de S. Francisco de
Sales, la Preparación para la muerte o la Práctica del amor de Dios de S. Alfonso de
Ligorio u otros semejantes"
161
.
Escribió una Historia Sagrada
162
en la que podemos ver cómo leía y hacía leer la Biblia.
Expone, principalmente, hechos e historias con todo cuidado y de ellos saca, siempre que el
relato se lo permite, lecciones morales que según su propio criterio se desprenden
'lógicamente'. Por ejemplo, tras narrar el relato del sacrificio de Isaac concluye: "El Señor
bendice siempre a los que obedecen sus preceptos"
163
.
160
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida ...o.c. p. 103.
161
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 104.
162
BOSCO J., História Sagrada. São Paulo: Livraria Editôra Salesiana. 1963.
163
BOSCO J., História Sagrada... o.c. p. 37.
75
Junto a la lectura de la Palabra propone también la de vidas de santos, pues era evidente
para él el influjo que el testimonio y el ejemplo de éstos ejercían sobre los venes lectores
en el crecimiento de sus vidas espirituales; por otro lado Don Bosco sigue aquí una larga
tradición según la cual las verdades morales tienen que ser ilustradas y sostenidas con
ejemplos. Al estudiar la importancia de Gobinet en el pensamiento de Don Bosco, sobre
todo al inspirar su obra O Jovem instruído, Stella expone el comentario de Patrignani,
jesuíta del s. XVIII: "(los autores italianos que se inspiran en Gobinet) prefieren no recurrir
a numerosos razonamientos para inculcar la virtud ni, menos aún, confirmarla con un
ejemplo; al contrario, prefieren presentarla realizada y, por así decir, encarnada en otros
jóvenes cuyos ejemplos sean fácilmente accesibles"
164
. Así se va produciendo un proceso
de desplazamiento del ejemplo que poco a poco sustituye la exposición ascética. Podemos
recordar que ya en sus propósitos al recibir la sotana, se había comprometido a contar
diariamente un ejemplo, (aunque fuera a su madre)
165
. Consciente de que la fuerza
convincente de la virtud de otros era evidente sobre todo cuando estaba próxima en el
espacio y en el tiempo, Don Bosco buscaba sus ejemplos entre sus contemporáneos y
habitantes de regiones próximas. Tendremos ocasión de desarrollar mejor este pico al
tratar la biografías de algunos de sus alumnos que él escribió
166
.
Por si hubiera quedado alguna duda sobre la jerarquización de estas lecturas, recuerda
en su Historia Sagrada: "Practicad, jóvenes, a imitación de Jesús, la obediencia, que sea Él
vuestro único modelo"
167
. Antes que cualquier vida de santo, antes que cualquier ejemplo
edificante o libro de espiritualidad, la Palabra de Dios es el alimento por excelencia para el
crecimiento del cristiano.
164
STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 36-37.
165
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 391. Éste era el séptimo y último de los propósitos
tomados.
166
Será el objeto del apartado 3 de este mismo capítulo.
76
. Los Sacramentos
En el lenguaje educativo-pastoral de Don Bosco 'los sacramentos' es una expresión que
se refiere a la Penitencia -Confesión- y a la Eucaristía -Comunión-. Los considera
esenciales para el crecimiento espiritual, y por eso para la santificación. Junto a este valor
intrínseco e incuestionable, añade otro, el pedagógico, pues originaba situaciones propicias
para ejercer el acompañamiento y el discernimiento espiritual, así como también para
transmitir el mensaje de salvación. Su doctrina sobre los sacramentos, "no superaba el nivel
de un modesto catecismo"
168
; una vez más, estaba interesado en el beneficio que su práctica
ofrecía a los jóvenes, por eso no temía ser tildado de ingenuo al decir: "Dos son las alas
para volar al cielo, la Confesión y la Comunión"
169
.
- Penitencia.
Formaba parte de un universo del que también lo hacía la mediación eficaz de la Iglesia,
el pecado y la vida eterna. Don Bosco creía en el pecado, creía en el infierno, creía en
Satanás. Sabía que el camino hacia la santidad estaba lleno de amenazas y de trampas y que
por ello no siempre era un camino ascendente, pues se producían caídas y abandonos. Pero
por encima de todo, creía en la bondad de Dios y en su deseo de que todos conquisten la
salvación. En este contexto, la Penitencia era la tabla de salvación tras el naufragio, el
bálsamo para curar las heridas recibidas en el combate de la vida. Así era su concepción y
así se la presentaba a sus jóvenes.
Su doctrina sobre este sacramento era la tradicional de la época: perdona los pecados
cometidos tras el bautismo, comunica a las almas los méritos de la pasión y muerte de
Jesucristo, rompe las cadenas con las que el demonio aprisiona al fiel, cierra el infierno y
abre las puertas del paraiso... Enfatizaba la necesidad de la contrición y del propósito de no
167
BOSCO J., História Sagrada... o.c. p. 213.
168
DESRAMAUT J., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 108.
77
pecar, pues tenía horror de las confesiones mal hechas y rodeaba la Confesión de
abundantes prácticas y fórmulas de devoción
170
. Pero siempre con alegría: es
imprescindible "romper los cuernos al demonio que pretende ser el maestro y el amo de
alguno de vosotros"
171
.
Grande era la importancia que daba al confesor y a la relación que debía establecer con
el penitente. Antes que juez o médico, el confesor debía ser padre; sin embargo esta
expresión podría hacer pensar en paternalismo y en protección por parte del confesor y en
pasividad por parte del penintente; por eso Don Bosco quiso crear una relación de amistad,
debía ser "amigo de sus almas"
172
. Es importante reconocer el esfuerzo por valorar el
protagonismo del joven en la Confesión: de alguna manera la relación paterno-filial no se
elige; ya la de amistad sí: depende de ambos crecer y mantenerla. De ahí la importancia que
da a la elección del confesor y al hecho de no cambiarlo sin motivo, siendo así fieles a la
amistad.
Grande era su preocupación por suscitar entre sus penitentes actos positivos de
arrepentimiento y de mejora espiritual. No bastaba una confesión completa, precisa y
exacta; de nada valía -en su pedagogía- si no iba unida a la realización de actos que
expresaran la conversión y el arrepentimiento. Para crecer en santidad es preciso
confesarse, pero confesarse bien.
- La Eucaristía
Su doctrina sobre la Eucaristía no podía ser otra más que la tradicional heredada de la
Contrarreforma. Por eso al hablar de la Eucaristía no se referirá al Sacrificio de la Santa
169
MB 7, p. 54.
170
Cfr. BOSCO J., O jovem instuido... o.c. p. 121.
171
Carta a los jóvenes de Mirabello. In: BRAIDO P., Prevenir no reprimir.... o.c. p. 289.
172
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 112.
78
Misa; pensaba casi exclusivamente en la Comunión. Predicaba con sobriedad el misterio
misa y comunión, aunque sin lograr conjuntar la una y la otra de manera plenamente
satisfactoria: la misa es el memorial de la pasión: "Al asistir a la misa hacéis lo mismo que
si acompáseis al divino Salvador cuando salió de Jerusalén y se dirigió al Calvario para
ser allí crucificado..."
173
. El sacrificio de la misa es real, tan real como el de la cruz.
Su sentido práctico y su temor a divagaciones y especulaciones que resultarían difíciles
de comprender a los jóvenes del oratorio, le hacía insistir en conceptos como la 'presencia
real' de Cristo bajo las especies de pan y vino que está ahí para 'alimentar' a los fieles. A
estas dos realidades parece circunscribir toda la Eucaristía en detrimento del memorial:
"Así tuvo lugar la institución del santísimo Sacramento de la Eucaristía, en que el Salvador,
bajo las especies de pan y de vino nos entrega su Cuerpo y Sangre para alimento espiritual
de nuestras almas, mediante la facultad de consagrar, otorgada a los sacerdotes. Tengamos
siempre presente que este Sacramento no es simplemente un recuerdo de lo que ha hecho
Jesús, sino que en él se da al hombre el mismo Cuerpo y Sangre que Jesús sacrificó en la
cruz"
174
. No está lejos de su horizonte el conocimiento que tenía de los reformadores, por
lo que -posiblemente- el énfasis en la presencia real y no tanto en el aspecto del memorial,
tenía la intención de marcar una determinada postura católica antiprotestante con la
celebración de la presencia real y permanente de Cristo bajo las especies consagradas.
Al contrario que para la confesión, el aparato devocional aquí es parco y no se limita
sólo a la Comunión , sino que incluye también la misa y otras devociones, como la
comunión espiritual. No se puede olvidar que los jóvenes asistían a las misas en latín y que
por lo general, los celebrantes poco hacían por hacerse entender; ante esta situación Don
173
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 85. Parecidas ideas expresa en otros escritos de tipo devocional:
"La santa misa se llama sacramento y sacrificio del cuerpo y sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que fue
ofrecido y distribuido (en la última cena) bajo las especies de pan y de vino." BOSCO J., Il mese de maggio.
Ad uso del popolo. Torino: Sociedade Edritice Internazionale 1965, p. 146.
79
Bosco propone prácticas de piedad que deben hacerse durante la celebración, como el rezo
del rosario y el oficio de la Santísima Virgen María
175
. La mejor manera de participar en la
misa era comulgando y haciéndolo con frecuencia.
Una vez ordenado sacerdote recomendaba la comunión frecuente, posiblemente
recordando el consejo de su confesor en Chieri que le animaba a confesarse y comulgar con
mayor frecuencia de lo que solía hacerlo
176
y propuso la práctica asidua con absoluta
confianza en lo que hacía, pero siempre con respeto, sin forzar nada, confiando en el
progreso paulatino y gradual de los jóvenes
177
.
A este punto llegó a través de diversas experiencias pedagógicas que le habían revelado
la eficacia de la Eucaristía en la vida espiritual: "Está probado por la experiencia que el
mejor apoyo de la juventud lo constituyen los sacramentos de la confesión y de la
comunión"
178
. Proponía la comunión frecuente, e incluso diaria a todos aquellos que vivían
siendo mediocres y deseaban progresar en la vida espiritual. Para Don Bosco es importante
subrayar este deseo del joven de progresar, pues entra en juego el protagonismo, la
iniciativa y la voluntad del joven por alcanzar nuevas metas en el camino de la santidad:
"Cuando uno conoce por experiencia que la comunión diaria le ayuda a crecer en el amor a
Dios, debe comulgar todos los días"
179
. Así, la comunión representa el acto en el que toda la
felicidad prometida por Don Bosco en su método de vida alcanza su culmen.
174
BOSCO J., História Sagrada... o. c. p. 250.
175
El joven instruido, El mes de mayo, La llave del Paraiso son algunos de los varios libros devocionales
escritos por Don Bosco y que tenían la clara intención de favorecer este tipo de piedad ante esas
circunstancias.
176
Cfr. MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 55.
177
En 1860, época de mayor fervor en el Oratorio, de los 800 venes que participaban fervorosamente del
mes de mayo, apenas 70 comulgaban diariamente. Cfr. MB 7, p. 689.
178
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... In: CANALS J., o.c. p. 170.
179
BOSCO J., Nove giorni consacrati all'Augusta Madre del Salvatore sotto il titolo di Maria Ausiliatrice.
Turin: L.C. 1869. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 122. También: BOSCO J., Il
mese di maggio... o.c. p. 153-158.
80
Dentro de su mentalidad eucarística, junto a la misa y a la comunión, recomendaba con
gran énfasis la visita al Santísimo Sacramento que permitía a sus muchachos encontrarse
con Cristo, amigo y alimento, y unirse a él durante el día. Era también un medio de
contemplación del que Domingo Savio fue uno de los principales frecuentadores y apóstol.
La salvación eterna, la perseverancia final, la perfección espiritual se tornaban más fáciles
con esos instantes de recogimiento ante el sagrario
180
. La visita era también la oportunidad
de hacer la Comunión Espiritual, muy querida por Don Bosco y a la que daba una gran
importancia, pues le atribuía la posibilidad de recibir de ella la misma gracia que si se
comulgase sacramentalmente, como divulgaban santos y predicadores
181
.
Resumiendo: la Palabra de Dios, tal como Don Bosoco la entendía y en la que incluía
sermones y catequesis; los sacramentos, particularmente la confesión y comunión y las
devociones anexas a la eucaristía, constituyen las fuentes que sustentan al pedagogía
religiosa y son el verdadero germen de una educación dirigida al cultivo de la amistad con
Cristo
182
. Y todo de manera muy simple, basado en una idea muy católica y tradicional de
la gracia divina que da 'el querer y el obrar', contando siempre con la colaboración y con el
compromiso personal del joven de creer y desarrollar su vida espiritual.
2.2 Valores
"La virtud es la cualidad del hombre virtuoso, y virtuoso quiere decir ser fuerte dentro
de sí, o sea poseer nobleza de ánimo, riqueza de buenos sentimientos, coraje para defender
180
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida ...o.c. p. 126.
181
Cfr. LÉONARD DE PORT-MAURICE., Oeuvres, t. III París: 1869 p. 60. In: DESRAMAUT F., Don
Bosco y la vida... o.c. p. 127.
182
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 119.
81
la verdad, audacia en la libertad, generosidad en el amor y tenacidad en la esperanza"
183
.
Esta es una definición reciente que recoge en su expresión el contenido clásico y bastante
en desuso
184
de la palabra "Virtud", utilizada en Fil 4,8 en sentido de excelencia, de
comportamiento ideal: seguir a Cristo exige las virtudes típicamente cristianas: Fe,
Esperanza y Caridad, conocidas como virtudes teologales, o sobrenaturales, o infusas y que
se distinguen de las virtudes morales, o naturales, o adquiridas: prudencia, sabiduría,
justicia, fortaleza, templanza
185
.
Nada nos hace pensar que Don Bosco no conociera esta división tradicional. Sin
embargo por su historia, por su formación
186
y por sus propias opciones pedagógicas
identificó "la virtud" con la "pureza moral"; concepto éste que era amplio y abarcaba a toda
la persona. Por este motivo decidimos titular este apartado bajo la expresión "Valores",
evitando así caer en imprecisiones, lo que nos da mayor libertad para estudiar el
pensamiento de Don Bosco en una cuestión sumamente importante que se podría exponer
bajo el tópico "Virtud" pero que si se tuviera que sujetar a la precisión formal
frecuentemente necesitaría pedir permiso para explicarse.
A Don Bosco le parece importante hacer un pequeño elenco de las virtudes: "caridad,
dulzura, humor constante, humildad, fe, mortificación, paciencia, pobreza, pureza...
abandono de las cosas terrenas"
187
. Pero es en O Jovem Instruído donde organiza mejor sus
183
DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana... o.c. p. 627.
184
Cfr. AUBERT J. M., Vertus. In:VILLER M., CAVALLERA F., GUIBERT J. de, Dictionnaire de
Spiritualité. Paris: Beauchesne 1992. V. 16, pp. 487-497.
185
Ibidem. También ROBERTI F., Diccionario de Teologia Moral Barcelona: Editorial Litúrgica Española:
1960, p. 1310.
186
San Francisco de Sales aconsejaba en la Filotea a elegir entre las virtudes aquellas que fueran más útiles,
y destacaba: el cumplimiento del propio deber y los que eran propios del estado (civil, religioso) de cada cual.
También aquellas que se oponían a los peligros y tentaciones a las que se exponían las personas; la humildad
y la dulzura contra el orgullo y la cólera. In: DESRAMAUT F., Spiritualitá... o.c. p. 638.
187
BOSCO J., Il cristiano guidato alla virtù ed alla civilità secondo lo spirito di San Vincenzo de'Paoli.
Torino: Paravia et Comp. 1848. In: DESRAMAUT F., Spritualitá salesiana... o.c. p. 639.
82
ideas y ofrece un plano más orgánico. Tres virtudes desempeñan aquí un importante papel
en la espiritualidad juvevil: el amor a Dios y al prójimo; la obediencia y la pureza.
. Amor a Dios y al prójimo.
El amor a Dios. Es la virtud por excelencia y la verdadera raíz del gusto por la vida
religiosa. Es también la fuerza, la energía y el origen del cualquier acto virtuoso; Don Bosco
se detiene principalmente sobre los efectos que el amor a Dios provoca en el joven;
cualquier acto positivo resulta del amor a Dios; el desinterés por las cosas espirituales es
señal de la falta de este amor que tiene su base en el amor que Dios tiene por los hombres,
gratuito e infinito. Dios mismo es el objetivo principal e inmediato de este amor. Dios hecho
hombre, adorado y amado en los principales misterios en los que muestra su amor: la
Eucaristía y la Cruz; es imposible aproximarse a estos dos misterios de amor sin sentirse
inflamados y encontrar confort y felicidad
188
. Para Don Bosco las formas son importantes,
quiere que se hagan actos de amor, por eso incentiva a expresarlo en las visitas, en gestos
como besar el crucifijo, en la comunión. Este camino 'sensible' es más fácil y seguro que los
actos puros de amor, pasivos y contemplativos. Pero preferencia no significa exclusión, pues
junto al amor reparador, expresado en las devociones, el amor a la Eucaristía manifiesta el
amor unitivo. Ambas formas de amor son propuestas por Don Bosco y seguidas y
practicadas por sus jóvenes en el Oratorio, conservando siempre el carácter popular y
afectivo
189
. "Encontramos, pues, recogidos en O Jovem Instruído el amor a Dios en las dos
formas que les eran más apreciadas a los místicos: amor unitivo y amor reparador.
Obviamente no se encuentran en el estado refinado de Teresa o Margarita Maria, sino en el
estado simple, y no por eso menos rico, de la espiritualidad popular que prefiere y ama
hacer, y no tanto reflexionar sobre lo que se hace"
190
.
188
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 100.
189
Pueden verse diversas devociones en O jovem instruído. Devoción al Corazón de Jesús (161-170). Visitas
y Comunión Espiritual (142-145). Preparación para la Comunión (128-135).
190
STELLA P., Valori spirituali... o.c. p.101.
83
El amor al prójimo. Este amor concebido como apostolado aparece particularmente
en las biografías de Domingo Savio, Miguel Magone y Francisco Besucco escritas por Don
Bosco y que serán objeto de estudio en al tercera parte del presente capítulo.
En O Jovem Instruido es evidente la dimensión individual, en detrimento de la social,
siendo significativas las notas negativas o de alerta y cuidado: huír de los malos
compañeros, huír del escándalo y de las malas conversaciones, de las diversiones
peligrosas
191
; soportar los defectos de los compañeros y perdonar los ultrajes que recibimos
de ellos
192
. Ya los aspectos positivos de este amor se exponen por la propia utilidad
espiritual: aprovecharse de los buenos ejemplos, y para ello es fundamental saber escoger y
rodearse de buenos compañeros.
No faltaban aquí las relaciones apostólicas: "El amor que tenemos al prójimo es la
medida de nuestro amor a Dios"
193
. La caridad debe estar atenta, principalmente, a suplir las
necesidades espirituales del prójimo: enseñar el catecismo, contar ejemplos edificantes,
motivar y conducir los compañeros a la iglesia para escuchar la palabra de Dios o para
recibir los sacramentos. Pero el mejor apostolado es el buen ejemplo
194
. Sin ignorar otras
acciones que expresan el amor al prójimo ante necesidades materiales de carencia o
enfermedad.
191
Cfr. BOSCO J., O Jovem Instruido... o.c. p. 32-39.
192
S. Luis es propuesto como modelo de caridad con el prójimo. En el sexto día de su novena, después de una
exposición de sus actos de caridad, la jaculatoria final dice: "Amabilísimo S. Luis, inflamad en mi corazón el
verdadero amor al prójimo, para que crezca en cada vez s el amor a Dios". Y el compromiso para ese
día es "intentar llevar algún compañrero a escuchar la palabra de Dios o a confesarse". BOSCO J., O jovem
instruido... o.c. p. 221.
193
BOSCO J., O Jovem instruido ... o.c. p. 220.
194
Cfr. BOSCO J., O Jovem instruido ... o.c. pp. 28-29.
84
Decíamos al principio de este apartado que el amor a Dios es la virtud por excelencia
y la verdadera raíz de la vida religiosa que tiene su origen en el amor que Dios tiene por
nosotros, gratuito e infinito. Así, con esta comprensión se legitima hacer aquí una breve
exposición sobre el espíritu de oración, tal como Don Bosco lo presentaba a los jóvenes. La
unión con Dios es el fin último del 'pedid y recibiréis'. "Harto difícil es conseguir que los
jóvenes se aficionen a la oración. Su edad voluble mira con aversión y tiene por enorme
peso todo lo que requiere seria atención de la mente. ¡Dichoso el que enseñado desde su
niñez ha llegado a tomar gusto a la oración! Estará siempre abierto para él el manantial de
las divinas bendiciones"
195
. La que propone es una oración de petición que observa la
situación concreta del hombre mísero, débil que necesita de Dios para alcanzar su fin
supremo. Por ello, en "cualquier necesidad, tribulación o desgracia, no nos olvidemos de
recurrir en primer lugar a Dios; pero hagámoslo con confianza en las necesidades del alma y
seremos ciertamente atendidos"
196
.
La salvación del alma, la salvación eterna, es pues el objeto de la oración. Junto a
esta ineludible necesidad aparecen otras más prácticas como la de protegerse para evitar la
ofensa a Dios, para resguardar la pureza y librarse de las tentaciones. Es una oración que
visualiza las propias necesidades espirituales, aunque no de modo exclusivo
197
. Don Bosco
pretende "hacer de la vida del joven una vida santificada; un acto de liturgia a Dios"
198
.
. Obediencia
Su importancia en la espiritualidad juvenil es capital para Don Bosco, hasta el punto
de considerarla la primera virtud
199
. Sabemos del anhelo que siempre tuvo de tener la
195
BOSCO J., El pastorcillo de los Alpes... In CANALS J., o.c. p. 311.
196
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 224.
197
También se reza por la Iglesia y sus ministros, especialmente por el Papa, por los padres y familiares. Para
ello ofrece un gran aparato de oraciones diarias, semanales, mensuales, jacualtorias, etc.
198
STELLA P., Valori Spirituali ... o.c. p. 108.
199
Cfr. STELLA P., Valori Spirituali ... o.c. p. 108.
85
confianza de los sacerdotes de su pueblo, de los superiores del seminario, del confesor... es
por tanto una obediencia la suya que se tiene con alguien en quien se confía plenamente y
que asume la función de guía. Por su manera de entender al joven, sabe que éste es bil,
que depende sica y psíquicamente de otros y necesita cuidados y atenciones. De alguna
manera esta inmadurez material y afectiva se da también en el campo espiritual; por todo
ello el joven necesita alguien que lo guíe y lo cuide porque lo ama y se siente amado por él.
Los primeros guías son los padres, pero dependiendo de las circunstancias, lo serán
también los maestros, los sacerdotes, los directores
200
. La relación que está en el corazón de
Don Bosco es la paterno-filial: a sus directores los describe como padres espirituales; a los
muchachos les pide y recomienda que "tengan una relación filial con el director"
201
. A estos
padres les compete autorizar la Comunión, marcar los ritmos de la Confesión, definir las
penitencias, autorizándolas o negándolas y aconsejar en la elección de estado. Todo el
trabajo del guía espiritual tiene un sólo objetivo: alentar y sustentar la vida de santidad feliz
del joven hasta conducirlo a la perfección. Por eso puede decir a los venes: "Dichosos
vosotros si así lo hacéis (confiar en el confesor), vuestros días serán felices y todas vuestras
acciones serán acertadas y ejemplares"
202
. Por eso la obediencia es motivo de alegría: "Si
queremos ser siempre alegres, seamos obedientes"
203
. La obediencia no se contrapone, pues,
a la alegría ya que se apoya en la fe y en la religión. Por otro lado el ejemplo es un gran
estímulo, y ahí Don Bosco no duda en recordar la obediencia de Jesús a María y José, o los
ejemplos imitables de la vida de santos y jóvenes. Para él todo era tan claro y simple que
200
En el vocabulario salesiano de la época, el director es el sacerdote responsable de la comunidad y la obra
educativa. En los primeros tiempos era también el confesor, pero posteriormente se separaron las funciones.
201
STELLA P., Valori Spirituali ... o.c. p. 35.
202
BOSCO J., O Jovem Instruido... o.c. p. 16.
203
MB 13, p. 210.
86
escribió de forma tajante: "Dadme un joven obediente y llegará a ser santo. El que no es
obediente no tiene ninguna virtud"
204
.
. Pureza
Si la obediencia es la primera virtud, la pureza es la más bella entre todas. Prefiere
presentarla como virtud, hablar de ella y evitar referirse a los vicios contrarios como la
impureza o la dehonestidad. Cuidarla significa "custodiar en el sagrario más íntimo la llama
que alimenta la vida cristiana. Se defiende la gracia defendiendo la pureza. Esta virtud es
como el centro alrededor de la cual giran y se conservan todas las otras; si se llegara a
perder, desgraciadamente se perderían todas las otras virtudes"
205
. En otro libro devocional
equipara los efectos derivados de la pureza con los del estado de gracia, es decir, con la
tranquilidad, con la paz y con el júbilo: "El Señor nos dice que con la virtud de la pureza nos
vienen todos los bienes: venerunt omnia bona pariter cum illa. De hecho, aquellos que
tienen la suerte de tratar con las almas que conservan este precioso tesoro, descubren
tranquilidad, paz en el corazón y una felicidad tal que supera cualquier bien de la tierra. Se
les ve pacientes en la miseria, caritativos con el prójimo, pacíficos ante las injurias,
resignados en la enfermedad, atentos a sus deberes, fervorosos en la oración, ansiosos de la
palabra de Dios. Se descubre en ellos una fe viva, firme esperanza e inflamada caridad
206
. Y
sentencia de manera radical: "Esta virtud basta para hacer santo a quien la posee"
207
.
204
BOSCO J., O Jovem Instruido... o.c. p. 16. Esta frase aparece en la 1
ª
edición . Ya en la última la sentencia
aparece así: "El joven obediente se hará santo, el desobediente ha tomado el camino que lleva a la perdición".
La primera coloca el mérito en el propio Don Bosco, la segunda resalta el mérito del joven.
205
BOSCO J., O jovem Instruido... o.c. p. 23.
206
Cfr. BOSCO J., Il mese di maggio... o.c. p. 167.
207
BOSCO J., Il mese di maggio... o.c. p. 165.
87
Para salvaguardar la pureza, y siguiendo la práctica de otros maestros del espíritu,
propone una serie de 'medios positivos' y 'medios negativos' que abarcan prácticamente toda
la vida del joven
208
:
- los negativos se caracterizan por la fuga:
Huír del ocio. Es la principal trampa del demonio y el origen de todos los vicios: juegos,
espectáculos deshonestos, amistades peligrosas, conversaciones obscenas, escándalos...
En la novena a S. Luis exhorta así; "Huíd del ocio, que es la causa funesta de tantos
pecados"
209
. Éste es el principal obstáculo para la santidad.
Huír de las ocasiones: íntimamente relacionadas con su idea de prevención. Huír de
conversaciones y lugares peligrosos: "Huye, abandona el lugar, la escuela, el trabajo...
Soporta cualquier mal del mundo antes que permanecer en esos sitios o tratar con
personas que pongan en peligro la salvación de tu alma"
210
. De la misma manera que el
joven no puede conservarse bueno sin la orientación y el cuidado amoroso de un guía,
también es imposible que lo consiga en un ambiente hostil. Don Bosco conoce tanto el
poder de la tentación como la fragilidad del muchacho.
Huír de cualquier familiaridad con las chicas, así como la custodia asidua de los
sentidos, particularmente de los ojos.
- Los positivos son sobrenaturales.
El primero es enfatizar la belleza de la pureza que hace que quien la ama y la posee 'se
parezca a los ángeles'. El apelo a la belleza de esta virtud es el primer medio para la
perseverancia en ella. Sólo con ella se abren otros caminos como la confesión y la
comunión.
208
Cfr. STELLA P., Valori Spirituali... o.c. pp. 110-114.
209
BOSCO J., O jovem Instruido... o.c. p. 223.
210
BOSCO J., O jovem Instruido... o.c. p. 35.
88
Positivos son también las jaculatorias, mortificaciones, ejemplos, la protección de la
Virgen y de los santos.
Es importante constatar que siempre que puede, Don Bosco adopta una cierto aire de
misterio y reserva sobre esta virtud; sigue así el método del silencio, tan común al
pensamiento de la época. Esta actitud le lleva la mayoría de las veces a ser excesivamente
simple e ingenuo, juzgando la pureza como si fuera un cristal que se rompería sólo con
mirarlo... Por eso no es fácil encontrar en sus escritos o en su pláticas consejos o reflexiones
sobre cuál debe ser la actitud del joven que, por desgracia, cae y pierde esta virtud, o -
simplemente- está en 'crisis'. Fundamentalmente él da gran valor religioso al uso asiduo de
los medios sobrenaturales, a la simplicidad y delicadeza, a la reserva de las costumbres en el
pensar, en las palabras... Así entiende su sistema preventivo.
2.3 Ascesis
"Para seguir de verdad al Señor es necesario luchar, vencer las pasiones y defectos
propios, la tendencia al pecado. Y habremos de fomentar el bien en nosotros y procurar
participar lo más frecuente y provechosamente posible de los medios de santificación que
nos ofrece el Señor y su Iglesia Santa"
211
. Pero la lucha para conseguir ser santos y virtuosos
no se reduce a un simple esfuerzo humano ya que el fin que se persigue supone la fe en
Dios, y es del Espíritu Santo de quien proviene la virtud (dynamis), es decir, el vigor. El
Espíritu Santo lo concede para dar testimonio de Cristo, para permanecerle fiel y así
progresar en la unión con él
212
, para ello, los maestros espirituales proponen la oración y la
penitencia por medio de la mortificación, del ayuno y la limosna, así como la práctica de
211
LASANTA P., Diccionario teológico espiritual de S. Juan de Ávila. Madrid: Edibelsa 2000, p. 67.
212
Cfr. ANCILLI, E. et allii, Dizionario Enciclopedico di Spiritualità. Roma: Città Nuova Editrice 1991, v. 3,
p. 2638.
89
obras de misericoridia; los medios más eficaces son los sacramentos, que contienen y
comunican por sí mismos la gracia que santifica y transforma.
Podemos catalogar en dos los tipos de ascesis
213
:
- de renuncia: rechazar ciertas satisfacciones, tanto si son peligrosas para el estado de la
persona , como si son buenas o al menos indiferentes (mortificaciones voluntarias).
- de aceptación: fundamentalmente el cumplimiento del deber, el sometimiento y
obediencia al director espiritual y al confesor, así como a lo que la vida trae consigo.
En este contexto podemos entender una de las máximas más exigentes de Don Bosco:
'Trabajo y templanza' que supone "un programa de luchas y privaciones dolorosas, es decir,
un programa real de ascesis, si se quiere dar al término toda su amplitud cristiana, en primer
lugar de privación y luego y sobre todo, de aceptación"
214
. "Si quitas leña se acaba el
fuego"
215
, solía decir utilizando la sabiduría popular.
Don Bosco no es partidario de las penitencias aflictivas (ayunos severos, disciplinas,
cilicios, entre otros). Baste recordar el comentario que hace sobre su compañero Luis
Comollo: "En una sola cosa no traté de imitarle: en las mortificaciones"
216
, refiriéndose a los
rigurosísimos ayunos a los que se sometía. Otra situación es la que vivió con Domingo
Savio al que repetidas veces le prohibió que hiciera penitiencias que para Don Bosco eran
excesivas y exageradas.
Próximo a la tradición alfonsiana -que no incentivaba este tipo de mortificaciones-,
prefería otros tipos de ascesis que en el lenguaje de Don Cafasso serían "pequeñas
213
Cfr. DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana... o.c. p. 93.
214
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 157.
215
MB 15, p. 167.
216
MO, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 395.
90
privaciones: una palabra, una mirada, una nonada, una satisfacción menos; podría
defenderme, excusarme, divertirme, aceptar un deseo; y decimos: que esto sea una prueba
que quiera decir que amo a Dios"
217
.
Su ascetismo era prudente y razonado, y tenía, principalmente, una motivación
preventiva, no realzando la expiatoria (en este sentido bastaba la confesión). El hombre
pecador no consigue sin un esfuerzo firme y constante alcanzar la perfección; así las
mortificaciones ayudan a vencer las tentaciones y previenen del pecado. Domingo Savio
sabía que "difícilmente puede conservar un joven la inocencia sin la penitencia"
218
. Así pues,
los motivos de su ascesis no son de orden antropológico-platónico, como si el cuerpo
oprimiese el alma y debiera librarse de de él; tampoco lo son de orden jansenista
219
. La
motivación de la ascesis tal vez haya que buscarla en el valor que las incipientes ideas
modernistas empiezan a dar a la acción humana: "Entra, por lo tanto, como elemento
constitutivo de lo imaginario la relevancia de las obras, del mérito, de la práctica
sacramental"
220
. El sentido religioso de Don Bosco no le permitió ignorar la presencia del
demonio, del mal, de las trampas... y a eso él quiere oponerse y luchar con todas sus fuerzas.
La fundamentación de su ascesis era la participación con Cristo tal como la entendía: la
crucificción, la unión al sufrimiento del crucificado; "quien no quiera padecer con Cristo, no
puede gozar con él"
221
. Sufrir con Cristo es, sobre todo, imitarlo en su dolor, demostrarle
amor con el sacrifico y preparación al gozo de la vida eterna. En la cruz encontraba la
fundamentación para una ascesis cristiana tanto de renuncia como de aceptación.
217
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual...o.c. p. 160.
218
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 174.
219
Cfr. GUIBERT J. de, L'ascèse chrétienne. L'époque moderne. In: VILLER M., CAVALLERA F.,
GUIBERT J. de, Dictionaire de Spiritualité. Paris: Beauchesne 1938, v. 1, p. 983.
220
LIBÂNIO J.B., A volta à grande disciplina. São Paulo: Ediciões Loyola 1984, p. 45.
221
MB 9, p. 885.
91
. Ascesis de renuncia
Don Bosco vivió en medio del pueblo, sin renunciar al mundo, a pesar de las
dificultades políticas y religiosas; salido de la paz y el bucolismo de un caserío piamontés
quiso vivir en una ciudad populosa y conflictiva. Recomendaba constantemente la huída del
mundo en el que, sin embargo, estaba inmerso. Puesto que el mal se encuentra en todas
partes, la huída ascética es indispensable para quien quiere servir a Dios; es pues
fundamental rechazar toda convivencia con el mundo atrayente pero engañoso. Con la
antigua tradición espiritual, quería que el cristiano se considerase un viajero, y en ciertas
vocaciones -religiosa-, incluso 'extranjero' en su propia tierra, como verdadero peregrino al
servicio de Cristo y de su reino
222
.
Junto con la huída del mundo, aunque viviendo en él, otro ejercicio era el
desprendimiento de los bienes. Don Bosco no maldijo el dinero, todo era para él un don
precioso de la mano de Dios; sin embargo enseñó que los bienes de la tierra son peligrosos
para quienes los poseen. Tenía un sentido profundo del valor nulo de todo lo que se refiere al
tiempo en que se disfruta de bienes pasajeros en comparación con la plenitud de la eternidad
en que Dios solo debe bastar
223
. Escribe: "Sería imprudencia pensar seriamente en lo que va
a terminar tan pronto y pensar tan poco en la eternidad que nunca acaba"
224
.
Sea cual sea la edad y condición, el discípulo de Cristo está interiormente
desprendido; si posee algo, da lo superfluo a quien lo necesita. Seglar, religioso o sacerdote
se compromete a vivir en una austeridad "lo más manifiesta posible"
225
. La pobreza le era
222
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 169.
223
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida ...o.c, p. 171. El cuarto de los seis domingos de la novena a S.
Luis está dedicado a la reflexión sobre el abandono de los bienes materiales. BOSCO J., O Jovem Instruido...
o.c. p. 217-218.
224
BOSCO J., O Jovem Instruido... o.c. p. 41. Y continúa: "Tengo un alma. Si la pierdo, lo he perdido todo. Si
ganara el mundo entero y se condenara mi alma, ¿de qué me serviría? (¿De qué le sirve al hombre ganar el
mundo entero si es con daño de su alma?)". (p.42).
225
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida ...o.c. p. 171.
92
familiar desde la infancia. "El apego a las cosas terrenas dificulta el aprecio a las cosas de
Dios; por ello abadonarlas aproxima el hombre de Dios"
226
.
En este tipo de ascesis de renuncia, vale la pena mencionar la ascesis sexual. La
pureza es una virtud que sólo puede preservarse o recuperarse con una ascesis rigorosa, y en
el s. XIX, la pureza no era simplemente "una virtud", sino "la virtud" que en el pensamiento
de Don Bosco se asemejaba a la santidad . Uno de sus biógrafos recoge en unas notas estas
palabras: "La teología, la moral, la mística, la ascética, están bien, pero todo se reduce a
esto: conservarnos puros y santos en la presencia de Dios"
227
.
Insistía en los medios para conservar o restituirla: éstos son 'positivos', como la
oración, las devociones y los sacramentos, particularmente la confesión; otros lo son
'negativos' , como la separación de sexos y la no participación en encuentros con mujeres.
Iluminadora la referencia que hace a S. Felipe Neri: "Para combatir otros vicios hay que
enfrentarlos, hay que luchar, pero para conservar esta virtud hay que huír"
228
. La huída es
una ascesis, así como la mortificación sistemática de los sentidos, como el recato y la
vigilancia sobre los afectos.
. Ascesis de aceptación.
Don Bosco tuvo una gran preocupación con el deber; en primer lugar porque veía en
él la voluntad de Dios y también porque hizo de él un ejercicio ascético. La ascesis más
provechosa es la que ofrece la vida cotidiana que Dios nos impone asumir como deber. Estos
deberes son los pertinentes al estado de cada cual y "aparecen indicados por la voluntad de
226
STELLA P., Valori sprirituali...o.c. p. 61.
227
CAVIGLIA A., Conferenze sullo spirito salesiano (fasc. lit.) Turin: 1941, p. 55. In: DESRAMAUT F.,
Don Bosco y la vida... o.c. p. 177.
228
MB 11, p. 489.
93
la autoridad y las vicisitudes de la existencia que manifiestan las intenciones de Dios"
229
. De
esta manera, los acontecimientos de la vida se leen como expresión de la voluntad de Dios.
Cumplir el deber es prácticamente otra manera de hablar de la obediencia ascética y
purificadora. Le decía a Domingo Savio: "La penitencia que Dios quiere de ti es la
obediencia. Obedece y ya tienes bastante"
230
.
Don Bosco era de origen pobre, y la pobreza fue compañera de viaje desde su
infancia, por eso las dificultades e incomodidades nunca le fueron extrañas; no debe
sorprender, pues, que el estilo de vida que propusiera fuera coherente con ello. Sus
muchachos "no tenían siquiera la libertad de escoger sus penitencias: la intemperie, el
hambre, la sed, la ropa vieja, el trabajo absorvente, las fatigas y privaciones de toda clase
constituían el pan de cada día"
231
. Aceptar esa situación, someterse a esa realidad podía ser
apenas una fatalidad del destino, o adquirir un gran valor ascético si se hacía con prontitud,
humildad y alegría, cualidades estas queridísimas de Don Bosco.
"Nada pedir, nada rehusar"
232
. Don Bosco hizo suya esta máxima de San Francisco
de Sales que probablemente Don Cafasso le habría comentado durante su periodo formativo
en el Colegio Eclesiástico. Parece, en una primera lectura, que la sumisión y obediencia que
Don Bosco pedía podría anular la iniciativa y con ello la responsabilidad del muchacho; en
realidad el secreto está en la confianza mutua, no apenas del discípulo que se deja modelar
en manos del maestro; también de éste, pues conoce y ama a aquél. "No se den mandatos
desagradables; al contrario, téngase muchísimo cuidado en secundar las inclinaciones de
cada uno confiándole preferiblemente aquello que se sabe es de su mayor agrado"
233
.
229
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p.181.
230
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS o.c. p. 175.
231
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 183.
232
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 184. Ésta era una de las máximas de de las religiosas de la
Visitación fundadas por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca de Chantal.
233
MB 10, p. 1046. In: DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 183.
94
Don Bosco asegura la paz a quien practica esa ascesis que no es sólo de renuncia y
abnegación, sino también de aceptación alegre y confiada. "La obediencia es prenda de una
vida tranquila y feliz"
234
. La de Don Bosco es pues, una ascesis más soportada que escogida:
"La templanza, la lucha contra el mal y la sumisión trabajosa a la vida que, a pesar de un
cierto rigor, él evitaba transformarlas en valores absolutos, eran para él una manera de servir
a Dios en la alegría, bien supremo de su existencia y camino rápido de la santidad según sus
constantes enseñanzas"
235
.
. El servicio a la mayor gloria de Dios
"He sido creado por Dios para conocerle, amarle y servirle en esta vida y después
gozar con él en el paraiso
236
. El 'conocer', 'amar' y 'servir' son tres verbos cada uno de ellos
cargado de un gran significado, pero para Don Bosco, hombre de acción, nada se compara al
'servir'. Por eso, cuando quiso presentar un método de vida cristiana a sus muchachos, su
preocupación no fue tanto enseñarlos a amar a Dios o a conocer sus más profundos
misterios, sino a disponerlos para 'servir al Senor con alegría'. Este servicio alegre tenía un
claro objetivo al cual Don Bosco ordenaba todo, tanto en su vida interior como apostólica: la
gloria de Dios y la salvación de las almas constituía la norma suprema de sus actos. Así,
clasificaba su obrar en dos grandes categorías
237
que le permitían no sólo servir a la gloria de
Dios, sino también crecer en santidad; son la oración y la caridad. El ejercicio de ambas
permite dar a Dios la gloria y el honor que se le deben.
. Oración y devociones
234
CERIA E., Don Bosco con Dio, Turin: Colle Don Bosco 1929, p. 150.
235
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 187.
236
Cfr. BOSCO J., Il mese de maggio... día doce, o.c. p. 86.
237
Cfr. DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 198.
95
El devoto es un hombre de oración, y Don Bosco la practicaba y la hacía practicar a
quien quería crecer en su vida espiritual, aunque fuera principalmente una oración de
petición y súplica
238
pues es la oración del hombre que necesita a Dios para alcanzar su fin
supremo, que no es otra cosa más que la salvación de su alma.
Propuso a todos un mismo estilo de piedad, sencilla y digna, ya fueran jóvenes o
adultos, seglares o consagrados. Su espiritualidad no es para personas o grupos
'especializados', sin embargo sabía que a pesar de toda la sencillez y naturalidad, sin
prácticas de piedad, la vida espiritual no crece ni se desarrolla, sino que se derrumba. Sabe
por su experiencia educativa que es difícil que el joven se aficiones a la oración, por eso loa
a quien ha sido enseñado desde la niñez y tiene gusto por la oración.
"Quien reza se salva, quien no reza se condena"
239
, repetía citando a San Alfonso.
Así, sin perder de vista el objeto principal de la oración, presenta otros, como son: evitar las
ofensas a Dios, resguardar la pureza y protegerse de las tentaciones. El énfasis es con las
propias necesidades espirituales, sin olvidar las necesidades de la Iglesia, de su Pastor,
pastores y ministros, de los padres y familiares, de los bienhechores, amigos y enemigos...
para ello ofrece fórmulas y oraciones que pueden tener un ritmo diario, semanal o mensual;
jaculatorias -formidables armas contra el asalto del demonio-
240
, sin olvidar la confesión y la
comunión, la misa -que también tiene un carácter devocional-, mostrando la intención de
hacer de la vida del joven una vida santificada, un "acto de liturgia a Dios"
241
.
Otras devociones particulares son el Via Crucis, la devoción a la Virgen Santísima,
cuyas virtudes no se proclaman desde la óptica de la imitabilidad, como Don Bosco hacía en
238
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 223.
239
STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 107.
240
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 107.
241
STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 120.
96
otros casos al relatar la vida de santos, por ejemplo, sino desde la perspectiva de la
impetración, es decir si María es pura, a ella se le pide la virtud de la pureza. Esta devoción
merecería un estudio mucho más detallado que supera los límites del presente trabajo.
Mención especial merece al devoción a S. Luis Gonzaga, prototipo de santidad juvenil,
modelo de penitente, de pureza, de abandono de los bienes materiales, de amor y caridad
242
.
En línea con la ascética de los novísimos, aparece el importante ejercicio mensual de
'la Buena muerte'
243
-en uso desde hacía siglos y aconsejado por Don Cafasso- que pretende
alimentar la vida de gracia a través del pensamiento de los novísimos y que tiene su
momento cumbre en la confesión y comunión que se hace como si fuera la última y se
estuviera a punto de morir. El patrono de esta devoción es San José, de quien se recuerdan
las circunstancia que habrían acompañado el momento de su muerte rodeado por Jesús y por
María.
Concluyendo: la vida de piedad es para Don Bosco el mejor modo para alcanzar la
alegría prometida en su método; las diversas devociones y la vida sacramental son la
expresión más genuina del 'Servir al Señor con alegría'.
. Obras de caridad.
A la piedad unía el ejercicio activo de la caridad, y de nuevo lo proponía a cualquier
persona, joven o adulto, seglar o consagrado... que quisiera vivir su espíritu. Esta caridad
tenía a veces la forma de limosna o de cuidado y atención a los necesitados, o de instrucción
y educación a los muchachos. Para él "el servicio temporal desemboca en el servicio
espiritual"
244
. Sostenía que "la caridad activa, pero ejercitada con espíritu de oración, hace
alcanzar la misma santidad que otras que buscan caminos diversos, o mejor, insistiendo en
242
Cfr. BOSCO J., O Jovem instruído... pp. 212-231.
243
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... p. 121. Cfr. DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana... o.c. p. 433.
97
valores diversos"
245
. Confiaba en el valor meritorio de las buenas obras; en el ejercicio de la
caridad estriba el medio más eficaz para crecer en el amor a Dios. No ignoraba que el amor
al prójimo y a Dios son igualmente solidarios, que quien practica la caridad se acerca a Dios
por medio de Jesucristo, a quien encuentra en sus hermanos necesitados. "La caridad
apostólica, sobre todo cuando tiende sinceramente a la transformación cristiana de los
hombres, cuando es paciente y misericordiosa, a imagen de Dios, conduce a la santidad
heroica"
246
.
3. El valor del ejemplo
247
: Biografías juveniles
La ascética cristiana siempre se ha servido de ejemplos como medio para atraer a la
práctica cristiana: si isti et illae, cur non ego?
248
. Al proponer ejemplos, Don Bosco prefiere
los de personas próximas; próximas en el tiempo, en el espacio, en la edad, en las
circunstancias; ejemplos de jóvenes que así podrían ser mejor comprendidos e imitados. Sin
duda el ejemplo por antonomasia, y no podría ser otro, es Jesucristo: obediente al Padre y
muerto en la cruz para salvación de todos; después aparecen S. Luis Gonzaga, y el
seminarista Luis Comollo. Don Bosco cree tanto en la fuerza del buen ejemplo...¡como en el
de los malos!, por eso se sirve también de este medio.
Ejemplo y emulación acupan un lugar importante en el método de santidad que
propone y en su ascética, en particular
249
. Sin duda, el deseo de mostrar a sus jóvenes
244
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... p. 204.
245
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida... o.c. p. 206.
246
DESRAMAUT F., Don Bosco y la vida espiritual... o.c. p. 208.
247
SPINSANTI S., Modelos Espirituales. In: FIORES S. de; GOFFI T., Dicionário de Espiritualidade. o
Paulo: Paulinas 1989, pp. 780-787.
248
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... In: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 129. STELLA P.,
Valori spirituali... o.c. p. 122.
249
Cfr. STELLA P., Valori spirituali... o.c. p. 123.
98
modelos de fácil, pero de firme y segura imitación, debe haber sido uno de los principales
motivos que le llevó a escribir las biografías de Comollo, de Domingo Savio, de Miguel
Magone y de Francisco Besucco; estos tres últimos alumnos y discípulos suyos y
compañeros de muchos de los que leyeron sus vidas
250
. Los tres murieron precozmente,
antes de los 15 años, y frecuentaron el Oratorio entre 1854 y 1864.
A lo largo de estas tres biografías se descubren rasgos comunes que ayudan a
reconocer aspectos fundamentales en la relación maestro-discípulo, incluso sabiendo que
cada uno de ellos era una persona con sus características específicas y propias, tanto en su
historia como en su formación intelectual y religiosa. Y esta es la intención del presente
apartado: mostrar cómo las líneas maestras de la espiritualidad juvenil fue vivida de hecho
por estos tres muchachos que aceptaron a Don Bosco como guía de sus vidas. Una vez más,
no es superfluo recordar que a pesar del empeño del maestro y del discípulo en el progreso
espiritual, nada, ninguna devoción o práctica de piedad o de apostolado enturbia la
conciencia clara de que antes y por encima de todo está la Gracia -gratuita y amorosa- de
Dios: "Desconfiando de nuestras propias fuerzas, y con una confianza ilimitada en el auxilio
divino..."
251
, o: "¡Cuán prodigiosos son los efectos de la gracia en quien se deja
corresponder!"
252
.
3.1 Relación maestro-discípulo
El primer rasgo que se debe destacar es la relación interpersonal que se crea entre el
maestro y el discípulo, que podríamos llamar 'empatía'. Martinelli utiliza la expresión
250
La intención de estas biografías está expresada en las primeras páginas introductorias a cada una de ellas.
La vidas de estos 4 jóvenes se encuentran recogidas en la obra de CANALS J., San Juan Bosco. Obras
fundamentales...: Rasgos biográficos del clérigo Luis Comollo... pp. 75-118; Vida del joven Domingo
Savio...pp.. 128-221; Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... pp. 223-266; El pastorcillo de los
Alpes, o sea, vida del joven Francisco Besucco... pp. 265-340.
251
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 183.
99
"psicología de la santidad juvenil" al referirse a la actitud fundamental que consiste en dar
respuesta a la invitación de comprometerse seriamente la búsqueda de la santidad
cristiana
253
.
Don Bosco acaba de conocer a Domingo Savio, y ya admira en él "un corazón en
todo conforme con el espíritu del Señor"
254
. Domingo quiere que Don Bosco lo lleve a Turín
y entabla con él este diálogo:
"- Y bien, ¿qué le parece? ¿Me lleva usted a Turín a estudiar?
- Ya veremos; me parece que el paño es bueno.
- ¿Y para qué podrá servir el paño?
- Para hacer un hermoso traje y regalarlo al Señor.
- Así, pues, yo soy el paño; sea usted el sastre; lléveme con usted y hará de mí el traje que
desee para el Señor"
255
.
Esta relación personal y genuina, diferente con cada muchacho es el resultado de dos
aspectos aparentemente opuestos: la obediencia y el afecto.
- La obediencia.
Para Don Bosco, el camino que conduce al joven a la salvación y a la santidad es , en
síntesis, el camino de la obediencia
256
; anima al joven a practicar y asumir el derecho de
cumplir libremente sus deberes, colocándose claramente en línea con una moral y ascética
del deber. Poco tiempo después de la muerte de Domingo, un joven le pregunta a Don Bosco
252
BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 223.
253
Cfr. MARTINELLI A., La santità giovanile nelle biografie scritte da Don Bosco. Approccio storico. In
AA. VV.Il Sistema Preventivo vissuto como cammino di santità. Settimana di Spiritualità. Torino: Elle Di Ci
1981, p. 77.
254
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in CANALSJ., San Juan Bosco... o.c, p. 145.
255
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p. 145.
256
Cfr. CAVIGLIA. Il Magone Michael. In: MARTINELLI o.c. p. 88. Esta característica fue tratada en el
apartado 2.2; intentaremos no repetirnos innecesariamente.
100
sobre la regla o la 'llave' que usó Domingo para ser 'tan bueno y santo'. Don Bosco responde:
"La llave y la cerradura que usaba para entrar en el Paraiso y cerrar la puerta del infierno
eran la obediencia y la confianza en el director espiritual"
257
. Para justificar este principio,
Don Bosco no utiliza argumentos teológicos que presentarían la situación humana tras el
pecado, mostrando al ser humano débil y frágil. Prefiere servirse de su experiencia
educativa: "Es propio de la juventud, por su edad voluble, mudar a menudo de propósito y
voluntad, sucediendo no pocas veces que hoy quieren una cosa y mañana otra; hoy practica
una virtud en grado eminente y mañana todo lo contrario. De aquí que si no hay quien vele
atentamente sobre ella, acaba con pésimos resultados una educación que hubiera sido de las
más brillantes"
258
. Don Bosco otorga al término 'obediencia' unos contenidos que le
confieren un significado que si no es nuevo, parece al menos bastante personal, y por ello
original.
. La obediencia es fe, confianza, entre el maestro y el discípulo. Es emblemático el
capítulo X de la biografía de Domingo Savio, titulado 'Su resolución de ser santo'. Domingo
escucha una plática sobre lo fácil que es llegar a ser santo: tres pensamientos se desarrollan
en ella causando una profunda impresión en su ánimo. Son éstos: Es voluntad de Dios que
todos seamos santos; es fácil conseguirlo; a los santos les está preparado un gran premio en
el cielo. Tras unos días de inquietación espiritual le dice a Don Bosco: "siento como un
deseo y una necesidad de hacerme santo. Nunca me hubiera imaginado yo que uno pudiese
llegar a ser santo con tanta facilidad, pero ahora que he visto que uno puede ser santo
también estando alegre, quiero absolutamente y tengo absoluta necesidad de hacerme santo.
Dígame, pues, mo he de conducirme para dar comienzo a esta empresa"
259
. Para Don
257
MB 5, p. 649. BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone..: "la obediencia sin límites al
confesor es la manera más eficaz de escapar a los escrúpulos y de perseverar en la gracia de Dios". In
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 233.
258
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. pp. 146-147.
259
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. p. 156. La misma
actitud aparece en las biografías de Magone: "haré lo que usted me diga", in: CANALS J., San Juan Bosco...
101
Bosco, este abandono del joven en su maestro, con absoluta fe y confianza, es considerado
como fuente de la gracia y al mismo tiempo como espacio libremente decidido.
. La obediencia vivida como descubrimiento y perseverancia de la propia vocación.
Escribía al introducir la biografía de Magone: "Vamos a encontrar un jovencito que,
abandonado y sin guía, corría el riesgo de emprender el camino del vicio, pero que en
seguida que oyó el amoroso llamamiento del Señor, correspondió tan generosamente a la
gracia divina que dejó maravillados a todos cuantos lo conocieron"
260
. Probablemente sin
ese tipo de presencia discreta y orientadora que interviene en el momento oportuno con todo
el derecho que da el amor y la confianza, tanto para estimular y provocar el comportamiento
y la actitud, como para corregir desvíos, difícilmente se hubieran producido los prodigios de
santidad y ejemplaridad de esos jóvenes. "Te cuento como a uno de mis hijos, empieza
desde ahora a pedir al Señor que nos ayude a mí y a ti a cumplir su santa voluntad"
261
.
. Obedecer es cumplir los deberes, fundamentalmente escolares y religiosos. El Cap. VII
de la vida de Magone se titula 'Exactitud en el cumplimiento de sus deberes'
262
y Domingo
Savio no tenía ningún reparo al responder a unos amigos que le invitaban a hacer algo que él
no consideraba correcto: "Mi mejor diversión es el cumplimiento de mis deberes"
263
.
- El afecto.
Don Boso amaba a sus muchachos, y sabía que ellos también lo amaban. No es
ninguna exageración, no se corre el riesgo de interpretaciones dudosas imaginando desvíos
o.c. p. 228 y Besucco: "quiero ser bueno, pero no sé cómo, y necesito que usted me ayude", in: CANALS J.,
San Juan Bosco... o.c. p. 302.
260
BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p. 223.
Tambien el Cap. XVIII de la Biografía de Besucco, in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 303-305.
261
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 146.
262
BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, pp.
238-241.
263
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 153.
102
afectivos. Es la gozosa constatación de una realidad esencial que hacía parte del día a día de
la vida del Oratorio. Al introducir la biografía de Domingo Savio siente la necesidad de
disculparse por tener él mismo que ser también un poco portagonista de la historia que se
dispone a contar: "Con todo, si notáis que alguna vez hablo de mí mismo con alguna
complaciencia, atribuidlo al gran afecto que tenía a vuestro malogrado compañero y al que
os tengo a vosotros; afecto que me mueve a manifestaros hasta lo más íntimo de mi corazón,
como lo haría un padre con sus queridos hijos"
264
.
Se trataba de una relación de plena y mutua confianza basada en el afecto recíproco:
así Don Bosco ejerce su autoridad espiritual, su magisterio, con absoluta responsabilidad y
compromiso con la vida y con el desarrollo de los muchachos, de tal manera que sabe ser el
apoyo que el joven busca, pues es de éste de quien parte la iniciativa de responder a la
propia decisión de ser santo, o ser bueno, y abandonarse en las manos de Dios.
3.2 Jóvenes decididos
El clima del Oratorio en el que se desarrolla la vida de estos jóvenes transpira ascesis
(pobreza espartana, comida escasa, ropa vieja...), trabajo ardoroso, piedad fervorosa
(alimentada con pláticas religiosas, sacramentos y devociones) y alegría intensa en clima de
familia y simplicidad. Y sobre todo y todos brilla la presencia de Don Bosco
265
. Esta mezcla
de factores y coexistencia de situaciones aparentemente poco afines, favoreció la formación
de personalidades altruistas, y, al mismo tiempo, firmes. La vida no era fácil, las dificultades
muchas; así el esfuerzo y la carencia fueron elementos que conformaron los rasgos de la
personalidad de aquellos muchachos, siendo una de sus características más visibles la
264
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 146.
265
Cfr. AUBRY J., Como essere educatori cristiani. L'arte di far rivivere Domenico Savio nei ragazzi oggi.
Torino: Elle Di Ci - Leumann 1976, p. 12.
103
decisión, la claridad y la firmeza de sus posiciones, particularmente en lo que se refiere a su
vida espiritual. Son decisiones que expresan anhelo y esfuerzo al mismo tiempo.
Dice Besucco: "Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa antes que ofender a Dios"
266
.
Magone quiere ser bueno, y para ello está dispuesto a hacer voto de casi todo lo
imaginable
267
. Domingo Savio tenía a penas 7 os cuando hizo su primera comunión y
tomó estos propósitos que sorprenden, no tanto por su contenido -pues no son originales-
sino porque su autor es un niño:
"1. Me confesaré muy a menudo y recibiré la sagrada comunión siempre que el confesor me
lo permita.
2. Quiero santificar todos los días de fiesta
3. Mis amigos serán Jesús y María
4. Antes morir que pecar"
268
.
Nos hemos referido un poco más arriba (nota 126) al emblemático Capítulo X de la
biografía de Domingo Savio que el propio Don Bosco tituló 'Su resolución de ser santo' y en
el que se puede leer: "Si no me hago santo no hago nada"
269
. En él aparecen claramente 3
elementos perfectamente imbricados: la gracia, la energía personal y la guía espiritual. Son
estos los tres elementos fundamentales, y jerarquizados, de la pedagogía de Don Bosco. En
Domingo Savio fue querer ser un paño en las manos del sastre, abandonándose
completamente a él y escuchándolo como se escucha al mismo Dios
270
.
3.3 Santos jóvenes
266
BOSCO J., El pastorcillo de los Alpes... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. pp. 280. 302.
267
Cfr. BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p.
229.
268
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 136.
269
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 156.
270
Cfr. AUBRY J., Como essere educatori cristiani... o.c. p. 27.
104
Domingo Savio quiere ser santo, está decidido a serlo y considera pérdidad todo lo
que no le lleve a la santidad. Y quiere serlo según el modelo de santidad que conoce,
siguiéndolo y practicando las virtudes que admira en ellos. En los santos que pueblan el
universo de la época priva la penitencia, la austeridad, la ascesis de renuncia... Y Don Bosco
no le ofrece ese modelo de santidad; le presenta una santidad s 'natural' a su edad, más
adecuada a su realidad adolescente y que considera como la única santidad posible: la que
proviene de la unión con Dios. Pero resaltando también el protagonismo de quien se une a
ese Dios misericordioso: el adolescente, con todas sus conquistas y proyectos.
Don Bosco era un hombre de Dios, activo y laborioso que hacía del mundo y de la
vida su lugar de encuentro con Dios, y por lo tanto no podía proponer otra experiencia. La
vida era para él la escuela de santidad. Y la vida de estos jóvenes se desarrollaba en 3
ambientes: el patio (como sinónimo de juego, de tiempo libre, de distracción), la escuela y el
trabajo (recogiendo aquí los estudios, el trabajo profesional y la preparación intelectual) y la
Iglesia (dimensión religiosa)
271
. Son tres ambientes que satisfacen las necesidades de
desarrollo afectivo, emocional, intelectual, espiritual, físico y biológico. El santo que Don
Bosoco quiere es el que hace de su vida su lugar de santificación. Cuando Besucco pide
ayuda a Don Bosco para que éste le ayude a ser bueno, escucha: "Tres cosas debes practicar:
alegría, estudio y piedad. Este es el gran programa, y si lo pones en práctica podrás ser feliz
y hacer mucho bien a tu alma"
272
.
El patio no era apenas un espacio físico; para Don Bosco fue el lugar donde mostró
su arte educativa. El patio es Don Bosco entre los jóvenes, era su banco de trabajo donde
cuidaba los corazones y la voluntad. Así es fácil entender la importancia que este ambiente
271
Cfr. MARTINELLI A., La santità giovanile nelle biografie... o.c. p. 91.
272
BOSCO J., El pastorcillo de los Alpes... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. p. 302.
105
tiene como factor educativo y de formación a la santidad. Es bueno recordar que para Don
Bosco la alegría era señal de santidad, y la alegría era en el Oratorio el 11
º
mandamiento
273
.
Domingo Savio mantien con Camilo Gavio este diálogo poco tiempo después de llegar al
Oratorio:
"- Quien desea hacer la voluntad de Dios, desea santificarse (dice Domingo)
- Es algo muy hermoso, pero no sé qué he de hacer.
- Te lo voy a decir en pocas palabras: que sepas que aquí nosotros hacemos consistir la
santidad en estar muy alegres. Procuramos por encia de todo huír del pecado como de un
gran enemigo que nos roba la gracia de Dios y la paz del corazón. En segundo lugar,
tratamos de cumplir exactamente nuestros deberes y frecuentar las prácticas de piedad.
Empieza desde hoy a escribir como recuerdo la frase: 'Servir al Señor con alegría'"
274
.
Junto a este aspecto positivo de la santidad juvenil, Don Bosco tuvo que esforzarse
muchísimo para mostrar desvíos y exageraciones que, alimentados sin duda por el ardiente
deseo de santidad, habían provocado situaciones peligrosas. Don Bosco no duda un instante
en usar su inmensa autoridad en este campo de la dirección espiritual. Realmente esto es
algo fundamental. Parece que, a pesar de todo, Savio, Magone y Besucco no acaban de
creerse que es fácil hacerse santos, que la santidad consiste en cumplir los deberes, en estar
alegres.
El Cap. XXIII de la Biografía de Besucco, Don Bosco lo titula así: 'Sus penitencias'
275
.
Besucco quiere hacer penitencia a toda costa y no se conforma con simplemente ser
diligente en el estudio, atento en clase, obediente a sus superiores, con soportar las molestias
del día a día. Todo eso se sufre por necesidad. Le parece muy poco. Don Bosco debe ser
enérgico: "Si lo que se sufre por necesidad lo haces por amor a Dios, te servirá de verdadera
273
Cfr. MARTINELLI A., La santità giovanile nelle biografie... o.c. p. 92.
274
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, p. 186.
106
penitencia, agradará al Señor y será meritorio para tu alma". A pesar de todo, en alguna
ocasión, quiere ayunar a pan y agua. Don Bosco se lo prohibió; apenas se abstendría en el
desayuno. Se le prohibieron las penitencias corporales a cambio de hacer servicios humildes
en la casa. Quiso mortificarse no usando mantas en invierno, pero al darse cuenta Don
Bosco le dice: "Ve inmediatamente a abrigarte". Y sentenció: "La verdadera penitencia no
consiste en hacer lo que nos agrada a nosotros, sino lo que agrada al Señor y sirve para
promover su gloria; obediente y diligente en tus deberes, ten mucha caridad con tus
compañeros, soporta sus defectos, dales buenos consejos y harás cosas mucho más gratas al
Señor que cualquier otro sacrificio".
A Magone le prohibió que se confesara con demasiada frecuencia, pues podría caer en
escrúpulos
276
, como también le prohibió que hiciera voto de no perder el tiempo
277
, le
prohibió penitencias -en honor a la Virgen- por no ser adecuadas para su edad
278
. Incluso
cuando se trata de medios para guardar la pureza dice Don Bosco: "Yo aconsejaría muy
mucho tener cuidado en no proponer más que medios sencillos que ni asusten ni fatiguen al
fiel cristiano, sobre todo si se trata de jóvenes. Los ayunos, las oraciones largas y otras
prácticas duras por el estilo, acaban por no cumplirse o se hacen de mal humor y de
cualquier manera. Atengámonos a lo fácil, pero hecho bien y con perseverancia"
279
.
No fue diferente con Domingo Savio: "El deseo ardiente que mostraba de ser santo no
provenía de que no llevase una vida verdaderamente santa, sino que decía esto porque quería
275
Cfr.BOSCO J., El pastorcillo de los Alpes... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c. pp. 313-315.
276
Cfr. BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p.
232.
277
Cfr. BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p.
240.
278
Cfr. BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p.
242.
279
BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in: CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p. 244.
107
hacer rigurosas penitencias y estar largas horas en oración, lo que el director le tenía prohido
por no poderlo soportar su edad ni su salud, ni tampoco sus ocupaciones"
280
.
El Cap XV se titula 'Sus penitencias'
281
, y tanto su contenido como su forma didáctica,
merecen nuestra atención. Domingo sabía que sin la penitencia era muy difícil conservar la
inocencia, pero para él no bastaba del todo el consejo de su director. Pretendía afligir su
cuerpo con ayunos rigurosos: quiso ayunar a pan y agua todos los sábados en honor a la
Virgen, pero se lo prohibió el confesor; quiso ayunar durante la cuaresma, y cuando su
director lo supo se lo prohibió; quiso, al menos, dejar el desayuno, y también se lo prohibió.
Entonces empezó a afligirse poniendo astillas de madera y piedrecitas en la cama, comenzó
a utilizar una especie de cilicio... pero todo se lo prohibió su confesor; retiró las mantas de la
cama queriendo pasar las noches de invierno con un cubertor, pero cuando el director lo
descubrió le dijo:
"- ¿Por qué haces eso, quieres morirte de frío?
- No, no me moriré de frío. Jesús en el pesebre de Belén y cuando pendía de la cruz estaba
menos abrigado que yo.
Como se le prohibiera entonces absolutamente hacer nuevas penitencias, fuesen del género
que fuesen, sin pedir permiso expresamente, sometióse al fin con pena al mandato ...
- ¡Ay de mí! ¡Estoy en un verdadero aprieto! El Salvador dice que si no se hace verdadera
penitencia no se podrá entrar en el Paraiso, y a me prohiben hacerla; ¿Cuál va a ser,
entonces mi cielo?
- La penitencia que Dios quiere de ti -le dice Don Bosco- es la obediencia. Obedece y ya
tienes bastante.
- Pero, ¿es que no podría hacer alguna otra penitencia más?
280
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, pp. 156-157.
281
Cfr. BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c, pp. 174-175.
108
- Sí, se te permitirá ésta: soportar con paciencia las injurias que te hagan, tolera con
resignación el calor, el frío, los vientos y las lluvias, el cansancio y todas las
indisposiciones que quiera enviarte el Señor.
- Bien, pero todo esto hay que sufrirlo por necesidad.
- Pues lo que haya que sufrir por necesidad, ofréceselo al Señor y se convertirá en virtud,
y ganarás muchos méritos para tu alma.
Convencido y resignado con estos consejos, se retiró tranquilo"
282
.
Don Bosco ofrece el modelo de santidad que vive; es la santidad de lo cotidiano, del
trabajo, de la responsabilidad y de la alegría. No es una santidad diferente a otras; es la
misma y única santidad de los hijos de Dios
283
que "en última instancia consiste en la unión
con Cristo, Verbo encarnado y redentor nuestro, único mediador entre Dios y los hombre,
fuente de toda gracia y santificación"
284
. Para Don Bosco es -simplemente- la que más se
adecua a los venes y a sus esperanzas, desconfiando de todo lo que para él eran excesos y
escrúpulos y que podían fascinar el espíritu generoso de los adolescentes. Como educador de
espíritus y conciencias, sabía por el ejercicio de su vocación que "el escrúpulo es una
enfermedad que muy fácilmente se declara en el corazón de los jóvenes cuando deciden
entregarse del todo al Señor. Los daños que causan son realmente graves, pues de ellos se
vale el demonio para conturbar la mente, intranquilizar el corazón y volver difícil la práctica
de la religión... La solución es la obediencia sin límites al confesor, pues es la manera más
eficaz de escapar a los escrúpulos y de perseverar en la gracia de Dios"
285
.
Concluyendo
282
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 174-175.
283
LG 41: "En los diversos géneros de vida y en las diversas profesiones, hay una sola santidad, cultivada por
quienes, conducidos por el Espíritu de Dios y obedientes a la voz del Padre, y adorando en espíritu y verdad a
Dios Padre, siguen a Cristo pobre y humilde... cada uno, según sus propios dones y gracias debe progresar por
el camino de la fe viva que enciende la esperanza y actúa por medio de la caridad".
284
MOLINARI P., In: Diccionario de espiritualidad. Paulinas, p. 1031.
109
Hemos presentado a Don Bosco como maestro espiritual que guía a los jóvenes
dentro del cuadro de las posibilidades histórico-religiosas que le fueron posibles. Partiendo
de su vida y de su universo espiritual, ofrece un método de vida fácil y alegre que satisface
los anhelos de sus muchachos. Pero sin equívocos; es un método exigente que no desvía la
atención del objetivo que persigue: ser ciudadanos en la tierra, miembros de la iglesia y
moradores del cielo.
Posiblemente la novedad de Don Bosco haya sido recordar a los jóvenes en
particular, y a la Iglesia en general, que todos, también los jóvenes necesitados y proletarios,
están llamados a ser santos, y que esta universal vocación a la santidad puede ser seguida
con la alegría que brota del corazón sencillo y abierto a Dios.
El de Don Bosco, es un magisterio espiritual de relación interpersonal en la que
maestro y discípulo crecen juntos en santidad. No se trata apenas de indicar el camino, los
medios y las prioridades, sino de recorrerlo juntos. Por último, otra nota que caracteriza este
magisterio es algo a lo que hoy todos son sensibles: es un método que funciona. Funcionó
con Domingo Savio, con Francisco Besucco, con Miguel Magone y con tantos otros
alumnos del Oratorio.
Esta constatación nos provoca otra pregunta cuya respuesta abordaremos en el
próximo capítulo: ¿Cómo se vive hoy la propuesta de vida espiritual de Don Bosco?
Trabajaremos esta cuestión a partir del concepto de Sistema Preventivo entendido como la
expresión que recoge la experiencia educativo-pastoral de Don Bosco transmitida a los
continuadores de su carisma y que constituye, junto con ellos, la herencia espiritual de Don
Bosco.
285
BOSCO J., Apuntes biográficos del joven Miguel Magone... in CANALS J., San Juan Bosco...o.c, p. 233.
110
CAPITULO 3:
HERENCIA ESPIRITUAL: UN CAMINO DE SANTIDAD JUVENIL
Múltiples fueron las facetas desarrollada por Don Bosco a lo largo de su vida:
educador, fundador y escritor son algunas de las principales. Pero contra lo que podría
parecer, su personalidad no tenía nada de compleja o ambigua. Don Bosco fue un sacerdote
piamontés del siglo XIX dedicado por entero a la promoción humana y cristiana de los
jóvenes, especialmente de los más abandonados y necesitados, con los que dividió y
compartió su vida hasta el último suspiro, tal como siempre fue su deseo; por eso los
cientos de publicaciones de cuño didáctico, devocional, biográfico o apologético no
pretendían ser rigurosos desde el punto de vista metodológico o científico -sin que con ello
afirmemos que no lo fueran- ni se proponían ser difusores de hallazgos y novedades. Todo
su esfuerzo tenía un simple y sencillo motivo: la promoción humana y cristiana de los
jóvenes. Igualmente las obras construidas: colegios, iglesias, templos y talleres, entre otras,
111
no perseguían crear o acumular patrimonio ni personal ni institucional: las enormes
donaciones recibidas en dinero o tierras tampoco importaban por sí mismas. Todo tenía un
simple y sencillo motivo: la promoción humana y cristiana de los jóvenes.
Sin embargo, y a pesar de su claridad y deseo de simplicidad, fueron creciendo de
manera sorprendente el número de jóvenes atendidos, de obras a ellos dedicadas y de
colaboradores y educadores compromentidos como él en esa tarea de educación integral.
Esa situación innegable exigió de Don Bosco que desarrollase igualmente sus
potencialidades creativas y organizativas, inspiradas y estructuradoras. A simple vista
podría parecer que sería apenas un esfuerzo -incluso aceptando su magnitud- dirigido a
organizar obras, reglamentar procedimientos, secuenciar procesos... pero no. El gran
desafío para Don Bosco era el de organizar su experiencia educativo-pastoral de tantos años
como sacerdote dedicado a la promoción integral de los jóvenes, comprometido con la
esperanza de hacer de sus muchachos "buenos cristianos y honrados ciudadanos"
286
.
Por lo tanto, y desde el punto de vista carismático, podemos decir que la herencia
espiritual de Don Bosco se encuentra en dos ámbitos, en dos realidades absolutamente
identificables y dependientes como lo son el haz y el envés: 1- la Familia salesiana
287
y 2-
el Sistema educativo-pastoral. La Familia salesiana representanda por los Salesianos de
Don Bosco, Hijas de María Auxiliadora, Cooperadores salesianos, y Antiguos(as)
286
Un estudio histórico y detallado de esta fórmula puede ser consultado en BRAIDO P., Bom cristão e
honesto cidadão. Uma fórmula do humanismo educativo de Dom Bosco. In: Ricerche storiche salesiane, ano
XIII n.1 (24), Roma: LAS 1994. El 23 Capítulo General de los salesianos de 1990 dice que esa expresión
"manifiesta la realización histórica de ese tipo de cristiano llamado a vivir en la Iglesia y en la Sociedad en un
tiempo preciso y en un espacio determinado" (n.13).
287
Cfr. Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales, n. 5 "De Don Bosco deriva un vasto
movimiento de personas que, de diversas formas, trabajan por la salvación de la juventud. Personalmente,
además de la Sociedad de san Francisco de Sales, fundó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y la
asociación de los Cooperadores salesianos, que, viviendo el mismo espírtitu y en comunión entre sí,
continúan, con vocaciones específicas y diferentes la misión que él inició. Junto con estos grupos, y otros
nacidos posteriormente, formamos la familia salesiana...".
112
Alumnos(as), principalmente. El Sistema eductivo-pastoral conocido tradicionalmente
como Sistema Preventivo.
Aun reconociendo la dificultad de separar de hecho ambas realidades, nuestro
estudio intentará presentar el Sistema educativo de Don Bosco como una realidad que es
fruto de su experiencia educativa y que es también perfectamente identificable y
caracterizable, constituyendo un patrimonio legado a la Iglesia y encomendado a una
Familia "encargada de prolongar tal misión en la Iglesia y en el mundo"
288
.
Trataremos del Sistema educativo y no lo haremos de la Familia salesiana, aun
sabiendo que ambos constituyen la herencia espiritual de Don Bosco. Pretendemos con esta
opción centrar el estudio en el sistema que Don Bosco intuyó, experimentó, sistematizó,
corrigió y entregó en las manos de quienes participan de su carisma.
Organizaremos el presente capítulo en 3 subtítulos: 1- Acuñación de la expresión
"Sistema Preventivo de Don Bosco"; 2- El Sistema Preventivo vivido como camino de
santidad; 3- Herencia viva. En el primero presentaremos la experiencia educativa de Don
Bosco que dio origen a su Sistema llamado Preventivo, exponiendo la intención y las
limitaciones de esta denominación. En el segundo describiremos las líneas fundamentales
del Sistema Preventivo caracterizado como itinerario de santidad juvevil, realzando su
estilo y su contenido. En el tercero presentaremos los aspectos dinámicos de la propuesta
espiritual de Don Bosco que la hacen significativa para los nuevos tiempos.
1. Acuñación de la expresión 'Sistema Preventivo de Don Bosco'
288
AUBRY J., Os princípios educativos de Dom Bosco. In: Cadernos salesianos n. 15. São Paulo: Editorial
Dom Bosco 1979, p. 10.
113
Pietro Braido en su obra Breve storia del Sistema Preventivo
289
, hace un estudio de los
términos preventivo y represivo como expresión de los diversos sistemas aplicados a lo
largo de los siglos por diferentes personas e instituciones. Es un primer aspecto que vale la
pena resaltar: al utilizar la fórmula preventivo, Don Bosco está recogiendo una larga
tradición que no se limitaba apenas al campo educativo, sino que también presentaba sus
desdoblamientos en otros como la salud, el policial o el militar. Sin duda conocedor del
término, aunque probablemente poco entusiasmado por él, Don Bosco utilizó ese contenido
conceptual para referirise a su pedagogía y a la preferencia de la prevención sobre la
represión
290
.
Don Bosco no utiliza, al menos explícitamente, el concepto preventivo hasta 1877, año
en que aparece en tres ediciones, una italiana, otra francesa y la tercera bilingüe, como
apéndice de un documento conmemorativo del Patronato de San Pedro en Nice. Ese mismo
año fue publicado a modo de introducción en el Reglamento de las Casas
291
.
En cierto sentido, Don Bosco reduce a una síntesis la multiplicidad de elementos
preventivos existentes en la cultura de su tiempo y la secular experiencia educativa católica.
Esta síntesis expresada en sus escritos es el resultado de una evolución practicada y
reflexionada que va de los inicios del Oratorio a las últimas cartas escritas antes de morir.
Entre dichos escritos, y utilizando el estilo narrativo, destacan las biografías de Savio,
Besucco y Magone -a las que nos referimos en el capítulo anterior-
292
.
289
BRAIDO P., Breve storia del Sistema Preventivo. Roma: LAS 1993.
290
Cfr. DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana. Cento parole chiave. Roma: LAS 2001, p. 572.
291
Para la lectura de los diversos reglamentos escritos por Don Bosco así como para un estudio sobre sus
características, tipos, etc: CANALS J., San Juan Bosco. Obras fundamentales. Madrid: BAC 1978, v. 402, pp.
557-594.
292
Cfr. BRAIDO P., Breve storia... o.c. p. 98. Ver también SCARAMUSSA T., O Sistema Preventivo de
Dom Bosco: um estilo de educação. São Paulo: Editora Salesiana Dom Bosco 1984, pp. 47-69.
114
Pero sin duda, el origen remoto de esta idea -en el tiempo- es el sueño de los nueve
años: "No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos tus
amigos..."
293
. La mejor forma que Don Bosco encuentra para comunicar todo esto es -como
decíamos- la narración; ésta puede ir más alás de los acontecimientos en sí y de los
comportamientos para captar el sentido y las razones que están por detrás de ellos
294
.
Con todo lo dicho hasta aquí podemos comprender la necesidad que existe de distinguir
la expresión utilizada por Don Bosco de la experiencia que la provocó, y que es sin duda
mucho más rica, pues se refiere a una vivencia que no se puede petrificar ni enclaustrar en
los límites de una expresión. La experiencia pedagógica de Don Bosco no se reduce ni se
encierra en un sistema, tampoco en un tratado científico, mucho menos en una sucesión de
acciones anecdóticas o casuales. Antes al contrario, constituye globalmente un estilo, una
obra realizada y prolongada en el tiempo y en el espacio con contenidos específicos, con
una estructura determinada, con una forma y una inspiración unitaria, exigente y fácilmente
identificable. Es una experiencia, una expresión del arte educativo, inseparable de la
persona que la vivió, Don Bosco, y de la comunidad de educadores a quienes en primer
lugar la comunicó y posteriormente la transmitió
295
.
1.1 El opúsculo: estructura y contenido
Pero centrémonos en el pequeño opúsculo: El Sistema Preventivo en la educación
de la juventud
296
escrito en 1877 en el que, a pesar de todas las limitaciones y advertencias
293
Supra: Capítulo 1, nota 22.
294
Cfr. PELLEREY M., in: BRAIDO P., Prevenir ontem e hoje com Dom Bosco: o significado histórico e as
potencialidades permanentes da mensagem. Brasília: Universo 2000, p. 8. Michele Pellery es Rector de La
Universidad Pontificia Salesiana y escribió la presentación del libro de P. Braido en la que hace dicha
reflexión.
295
Cfr. BRAIDO P., Le proposte metodologiche principali del "sistema preventivo" di Don Bosco. In: Il
sistema educativo di Don Bosco tra pedagogia antica e nova. Torino: Elle Di Ci Editrice 1974, p. 38.
296
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 561-566.
115
expuestas, Don Bosco acuñó la fórmula Sistema Preventivo como expresión de su empeño
educativo integral y de su experiencia pedagógica continuamente vividos y actualizados
297
.
El tratado es una respuesta escrita a los continuos pedidos que Don Bosco recibía de
sus bienhechores y cooperadores para que expusiera 'algunos pensamientos' del llamado
sistema preventivo practicado en sus casas y que tan excelentes resultados estaba
produciendo. El texto se estructura así:
Presentación o introducción.
Don Bosco relativiza la importancia del opúsculo al decir que se trata apenas del índice
de una obrita que estaría preparando, y que nunca llegó a publicar; también describe su
intención al escribirlo: aportar su granito de arena al difícil arte de educar a la juventud.
Primera parte: En qué consiste el Sistema Preventivo y por qué debe preferirse.
Empieza diciendo que son dos los sistemas que se han usado en todos los tiempo para
educar a la juventud: el preventivo y el represivo. Consiste el primero en dar a conocer las
prescripciones y vigilar siempre con amabilidad, dando consejos como padres amorosos; es
decir, poner a los niños en la imposibilidad de faltar
298
. Y continúa enunciando las bases del
sistemas al decir que 'este sistema descansa por entero en la razón en la religión y en el
amor'. Se reconoce la dificultad que el preventivo tiene sobre el represivo -autoritario y
punitivo- pero se debe preferir porque con él se gana el corazón del alumno.
Segunda parte: Aplicaciones del Sistema Preventivo.
297
Cfr. VIGANÓ E., Chiamati alla libertà (Gal 5,13). Riscopriamo il Sistema Preventivo educando i giovani
ai valori. Commento alla strenna 1955. Roma: FMA 1995, p. 9. Don Egidio Viganó fue Rector Mayor de los
salesianos entre 1978 y 1995.
298
La versión bilingüe italo-francesa publicada en 1877 difiere de la italiana al decir: "alejar a los niños de la
facilidad de cometer faltas". La italiana dice "poner a los niños en la imposibilidad de faltar". DESRAMAUT
F., Spiritualità salesiana... o.c. p. 573. La cursiva es nuestra.
116
La práctica de este sistema está apoyada en las palabras de S. Pablo: "la caridad es
benigna y paciente.... todo lo sufre, todo lo espera, lo soporta todo..." (1Cor 13,4-7). Entre
las varias afirmaciones que se hacen, 2 son especialmente significativas:
. debe darse a los alumnos amplia libertad de saltar, correr y gritar a su gusto
. la confesión y la comunión frecuentes y la misa diaria son las columnas que deben
sostener el edificio educativo.
Tercera parte: Utilidad del Sistema Preventivo.
Para los alumnos es un método fácil, agradable y ventajoso. Para los educadores
encierra algunas dificultades. Define al educador como 'una persona consagrada al bien de
sus discípulos' que debe estar pronto a soportar cualquier cosa para conseguir el fin que se
propone: la educación moral, intelectual y ciudadana de sus alumnos.
A modo de apéndice final: Una palabra sobre los castigos.
Escribe Don Bosco: "¿Qué regla hay que seguir para castigar? A ser posible -responde
él mismo-, no se castigue nunca".
1.2 Elementos fundamentales del Sistema Preventivo de Don Bosco.
Haciendo gala de una enorme capacidad de síntesis, Pietro Braido escribe: "(los
elementos fundamentales del Sistema Preventivo) se polarizan teológica y
metodológicamente alrededor del trinomio religión, razón y 'amorevolezza' (no sólo amor
humano ni apenas caridad cristiana). Se articulan, pues, en medios y métodos que se
expresan estructural y psicológicamente en el espíritu y en el 'estilo' de familia, centro
irradiador de paternidad educativa y de respuesta filial y fraterna; en un clima serio
impregnado de deber, estudio y trabajo como actuación de una vocación personal; pero
siempre con el sabor de la espontaneidad, de la alegría y de la actividad individual y
117
grupal, protegido, garantizado y promovido por la presencia continua de los educadores y,
por ello, de la asistencia y no de la simple vigilancia"
299
.
Los diversos elementos enumerados son, principalmente, expresión de una vida que
tenía la única preocupación de llevar los jóvenes a Dios mediante un trato razonable y lleno
de amabilidad, por esa razón el opúsculo puede ser considerado en buena parte fruto de
experiencia personal constituída por tres categorías, por métodos, por contenidos, por
instituciones y por personas, como veremos a continuación:
Tres categorías. La experiencia pedagógica de Don Bosco se refleja en las categorías-
clave que escogió para expresar lo que realmente vivía en su práctica. En ellas se
expresa la riqueza del Evangelio, la tradición de la fe y las exigencias de la realidad
300
.
Veámoslas más detenidamente:
Amorevolezza. Es un principio evangélico fundamental que se refiere, principalmente al
estilo que debe prevalecer en la relación educador-educando. "Es el sacramento del
amor divino que se encarna en el amor humano"
301
. La figura del Buen Pastor y de
Jesús acogiendo a los niños son emblemáticas.
Religión. Es la categoría que explicita la meta final y objetiva de toda actividad
educativa-pastoral. Stella recoge un pensamiento de Don Bosco que revela esta
categoría en su relación con la educación: "sólo la religión puede dar la verdadera
felicidad y sólo la religión es el fundamento de una perfecta educación"
302
.
299
BRAIDO P., Significato e limiti della presenza del sistema educativo di Don Bosco nei suoi scritti,
introducción al v. S. Giovanni Bosco, Scriti sul sistema preventivo nell'educazione della gioventù. Brescia: La
Scuola 1965, p. XXX. In: BRAIDO P., Il sistema educativo de Don Bosco... o.c. p. 39. La cursiva es nuestra.
300
Cfr. CALIMAN C., Aspectos Teológicos do método educativo de Dom Bosco. Pro-manuscrito. Belo
Horizonte 1987, p. 16.
301
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 17.
302
STELLA P., Don Bosco nella storia della religiosità cattólica. V. II: Mentalità religiosa e spiritualista.
Roma: LAS 1981, p. 212.
118
Razón. "Se refiere al lado humano, existencialmente percibido y racionalmente
codificado de la experiencia educativa. La relación educativa debe estar bajo el control
del sentido común y del diálogo entre compañeros que realizan una empresa
conjuntamente: la educación"
303
.
Principio metodológico: Es la caridad en todas sus expresiones de amor de amabilidad
de 'amorevolezza'. Para Don Bosco educar es algo que tiene que ver con el corazón; el
amor es el alma del método
304
.
Contenidos: pan, trabajo y paraiso. Es el encuentro inseparable de la caridad y de la
pastoral: pan material, trabajo y estudio. Y pan espiritual, la salvación del alma. "San
Francisco de Asís santificó la naturaleza y la pobreza; San Juan Bosco santificó el
trabajo y la alegría"
305
.
Institución: Las comunidades educativas de Don Bosco, sean colegios, pensionados,
oratorios, asociaciones... son comunidades de oración, de intensa piedad, de cultura
religiosa y profana. En el tiempo de Don Bosco no se priorizaba mucho la
individualidad, la personalidad y sí el ambiente, lo colectivo. "El Sistema Preventivo es
principalmente una pedagogía ambiental"
306
. En el horizonte de estas instituciones
educativas aparece el modelo de la familia que para Don Bosco lo es de consangüinidad
espiritual.
303
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 17.
304
Es importante resaltar que Don Bosco no se siente rígidamente sometido a las palabras que usa en el
opúsculo sobre el Sistema Preventivo, ni a sus fórmulas literales. No teme que el amor haga que se pierda
algo del respeto por el educador, y sí que se entienda desde la sensualidad y provoque desafíos afectivos. Por
eso utiliza también otros términos como dulzura, mansedumbre, caridad, paciencia.... como S. Francisco de
Sales. Sobre este aspecto: Cfr. STELLA P., Don Bosco nella storia... o.c. pp. 459-466.
305
ORESTANO F., Celebrazione. V. I, pp. 76-77. In: BRAIDO P., Prevenir no reprimir. El sistema
educativo de Don Bosco. Madrid: CCS 2001, p. 356.
306
BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 336.
119
Personas: El Sistema Preventivo por ser un estilo, no puede prescindir de la persona de
Don Bosco y de aquellos que lo viven y de alguna manera lo recrean. Esto ha
provocado más de una crítica de pedagogos o simples educadores que piensan que el
Sistema Preventivo crea una relación de dependencia del educando con respecto al
educador, de tal manera que le "impide el crecimiento a la fase adulta"
307
.
Al escribir el opúsculo, Don Bosco se propuso apenas redactar unas notas para una
posterior publicación más elaborada que, como dijimos, nunca llegó a editarse. Sin
embargo, y posiblemente movidos por una actitud reverencial y filial, muchos
continuadores de su obra hicieron una lectura literal, y consecuentemente reduccionista e
inexacta del tratado sobre el Sistema Preventivo. Si Don Bosco lo hubiera escrito en otra
época más próxima a los primeros años del Oratorio, años marcados por la proximidad y la
familiaridad y no en 1877, en plena expansión de grandes obras, colegios, internados, otros
habrían sido las connotaciones, los términos y las expresiones utilizadas para referirse a la
misma vivencia personal como sacerdote dedicado a la promoción integral de los jóvenes
pobres. Baste recordar el ambiente que trasluce en las biografías de Savio, Magone y
Besucco.
1.3. Los límites del opúsculo
El escrito es excesivamente discreto en la descripción de la realidad que se vivía, y
que era mucho más compleja y difícil; se echan en falta elementos fundamentales que Don
Bosco vivió; por ejemplo, no se pone de relieve la formación en la fe, el ejercicio de la
307
Braido cita un artículo de PERQUIN aparecido en la revista holandesa "Dux" en 1962. BRAIDO P., le
proposte metodologiche... o.c. p. 41, n. 7. Sin entrar profundamente en el mérito de esta y otras críticas
similares, es importante apenas recordar que la presencia del director y de los asistentes pretende también
120
caridad; no se subraya la importancia de formar para la oración o el asociacionismo.
Podríamos recuperar algunos momentos de las biografías citadas, especialmente la de
Domingo Savio, en las que se recoge con cuidado todo el esfuerzo, la confianza, la firmeza
y la alegría con la que se vivía el día a día en el Oratorio.
308
Apoya esta reflexión la carta que Don Bosco escribió el 10 de mayo de 1884
conocida como La Carta de Roma o Carta al Oratorio sobre el espíritu de familia
309
. Tiene
la forma de sueño, en estilo dialogal. En ella se compara el funcionamiento del Oratorio en
los primeros tiempos -se cita a Domingo Savio, a Besucco y otros- y la situación del mismo
en 1884. Antes todo era alegría, entusiasmo, espontaneidad. Ahora reina la desconfianza, la
tristeza y la falta de creatividad. Para Joan Canals, éste es "el documento síntesis del
sistema educativo de Don Bosco"
310
. Para Pietro Braido, que lo considera como un poema
pedagógico, como un auténtico manifiesto a todos los educadores, es "el documento s
límpido y esencial de la pedagogía del santo, uno de los más significativos de la educación
cristiana"
311
. La 'amorevolezza' y la familiaridad son los grandes temas de la carta. Como
botón ofrecemos una de las frases que mejor reflejan el pensamiento de Don Bosco: "No
basta amar (a los jóvenes)... que los jóvenes no sean solamente amados, sino que se den
cuenta de que se les ama... que al ser amados en las cosas que les agradan... aprendan a ver
el amor también en aquéllas que les agradan poco..."
312
.
Hecho este comentario volvemos al opúsculo sobre el Sistiema Preventivo de Don
Bosco. Importante fue también el daño que -inconsciente o no- hizo alguna interpretación
de las expresiones del Sistema Preventivo. La famosa frase: "poner a los niños en la
crear un clima relacional positivo que lleve a ambos a cooperar, cada cual según su modo de ser, en el
proyecto salvífico de Dios.
308
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella spiritualità... v. II, o.c. pp. 463-465.
309
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. pp. 609-620.
310
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 609.
311
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 609.
121
imposibilidad de cometer faltas (mancanze en italiano)" fue sustituida -de facto- por "poner
a los niños en la imposibilidad de cometer pecado". Así interpretado, el Sistema Preventivo
consistiría en situar a los jóvenes en la moral imposibilidad de cometer pecado.
313
Y con
toda seguridad, eso no fue ni lo que Don Bosco dijo ni lo que pensaba.
No podemos perder de vista, pues, la relación entre el opúsculo y la experiencia
educativo-pastoral vivida intensamente por Don Bosco en favor de los jóvenes necesitados.
Es esta realidad, "vida vivida"
314
, la que evita cualquier fosilización y abre las puertas a la
re-creación y a la prospectiva. Poco antes de morir en 1995, Don Egidio Viganó -entonces
Rector Mayor de los salesianos- escribía: "Creo ser el primero que usa la expresión 'el
nuevo Sistema Preventivo'... y lo hago en consonancia con la 'nueva evangelización' y la
'nueva educación': la novedad de los valores permanentes"
315
. Braido es s directo:
"Nacido y crecido a lo largo de los siglos en clima religioso, bíblico y cristiano, el
"sistema" necesita una fuerte refundamentación antropológica y teológica que recomponga
y refuerce el frágil fundamento práctico-moralista del ochocientos"
316
.
De todo lo dicho hasta ahora se deduce que no se debe buscar en Don Bosco ni una
pedagogía en sentido estricto, ni una teología pedagógica, sino una experiencia de vida
cristiana y sacerdotal heroicamente vivida a pesar de su simplicidad. Don Bosco se empeñó
en una experiencia educativa concebida como apostolado salvífico y obra santificadora de
la juventud pobre y abandonada en la que los medios de salvación (la Palabra de Dios, la
oración y los sacramentos) se utilizan con un estilo de caridad y comprensión, de alegría de
312
CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 614.
313
Cfr. DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana.... o.c. p. 574. La cursiva es nuestra. También: Supra nota
13.
314
BRAIDO P., Le proposte metodologiche... o.c. p. 51.
315
VIGANÓ E., Chiamati alla libertà... o.c. In: DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana... o.c. p. 576.
316
BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 436. Esta afirmación aparece en el último capítulo del libro
titulado "hacia el mañana".
122
sentido común y de equilibrio
317
. El Sistema educativo de Don Bosco es, en el fondo de su
alma, una espiritualidad
318
. Es decir, el Sistema Preventivo de Don Bosco -su experiencia
educativa-pastoral- es un itinerario que puede ser vivido como camino de santidad.
2. El Sistema Preventivo vivido como camino de santidad
Hemos intentado evidenciar el hecho de que el Sistema Preventivo de Don Bosco,
su experiencia pedagógica, su praxis educativa... no se identifica ni se limita con la forma
ni con la expresión de un tratado o de un libro, por importante y significativo que éste
pueda ser. El Sistema Preventivo es el fruto de la experiencia ministerial y educativa de
Don Bosco tal como la vivió en su tiempo y en su mundo. "El Sistema Preventivo es la
santidad vivida por Don Bosco entre los jóvenes"
319
.
El magisterio pedagógico de Don Bosco consiste principalmente en su testimonio,
permanentemente válido y eficaz, sobre la manera de intervenir, enfrentar y resolver las
situaciones provocadas por los valores y los problemas de los jóvenes. Este tremendo
espíritu práctico y realista de Don Bosco, de saber reconocer las necesidades de su época
320
y ofrecer respuestas amplias e inteligentes a los jóvenes, permite que su experiencia
educativa y su magisterio espiritual se coloquen en diálogo con las necesidades de otros
jóvenes y de otros tiempos y culturas, ofreciéndoles aquello que es genuino: la promoción
317
Cfr. GROPPO J., Vida sacramental, Catequese, Formação Espiritual: elementos essenciais do Sistema
Preventivo. In: Cadernos salesianos, n. 5. São Paulo: Editorial Dom Bosco 1977, p. 10.
318
Cfr. STELLA P., Don Bosco nella spiritualità... v. II, o.c. p. 474.
319
AUBRY J., L'originale santità di Don Bosco nel suo vivere per e con i giovani. In: AA.VV. Il Sistema
Preventivo vissuto come cammino di santità. Settimana di Spiritualità. Torino: Elle Di Ci 1981, p. 22.
320
Cfr. GIANOLA P., Don Bosco ritorna! Il Magistero Pedagogico di Don Bosco. In: GIANNATELLI R.
(recopilador), Don Bosco. Attualidi un magistero pedagogico. Roma: LAS 1987 p. 191: "La pedagogía de
Don Bosco nace del encuentro de su profundidad interior y la realidad dura, difícil y peligrosa de los venes
de Turín".
123
humana y cristiana, como respuesta válida a sus anhelos y proyectos, no siempre explícitos,
pero no por ello irreales.
Dice el Capítulo General 21, número 17, (CG 21,17) de los salesianos que "el
Sistema Preventivo es un método de educación, pero principalmente es una espiritualidad:
es un amor que se da gratuitamente, inspirándose en la caridad de Dios que precede a toda
criatura con su providencia, la acompaña con su presencia y la salva dándole vida". Vivir
esta espiritualidad con la nueva realidad antropológica y teológica -entre otras- es el nuevo
desfío del Sistema Preventivo que debe responder a estas instancias haciendo una nueva
interpretación tanto de su experiencia como de su lenguaje.
El lenguaje pedagógico-religioso de Don Bosco empezó a entrar en crisis después
de la Segunda Guerra mundial. Esa crisis se aceleró mucho tras el Vaticano II y hoy está
casi universalmente abandonado
321
, pues no vehicula los contenidos y, a veces, puede
incluso ridiculizar el mensaje que quiere transmitir.
322
También es necesario revisar una cierta visión pedagógica cristiana del pasado que
hacía de la educación una obra salvífica y del educador un colaborador directo de Dios: la
espiritualidad de Don Bosco no debe identificarse ni con su ideología (su particular visión
del mundo, fruto de su cultura y experiencia) ni con su teología (resultado de su formación
como vimos en el primer capítulo). Perspectivas teológicas e ideológicas que hoy son
válidas (a la luz del Vaticano II) pueden no serlo en otro momento y en otras circunstancias
históricas, sin que por ello se vea afectado el núcleo del mensaje del Sistema Preventivo ni
éste pierda su valor: "El mensaje de Don Bosco (y del Sistema Preventivo) es comprensible
321
Como ejemplo, la obra clásica de Pietro Braido publicada en 1955, Il Sistema Preventivo de Don Bosco
aparece en su última edición de 1999 con el título Prevenire non reprimere. Il sistema educativo di don
Bosco.
322
Cfr. GROPPO J., Vida sacramental... o.c. p. 22.
124
con una nueva antropología teológica, con una nueva eclesiología, con una nueva doctrina
sacramental, con una nueva teología de las realidades terrestres y de la educación tan
diferentes a las vividas por él"
323
.
Sin embargo, atento a los Valores y Problemas de la juventud, no se pueden pasar por
alto algunas realidades; en cada uno, en cada joven, existe la innata tendencia a la felicidad.
"Es el punto de partida de un camino moral educativo (sinónimos en la práctica), a medida
humana, con la motivación de todas las energías psicofísicas y espirituales, habituados a ir
consiguiendo la meta permanentemente móvil de la realización de una existenmcia humana,
individual y socialmente conquistada"
324
. "Muchos jóvenes son llamados por el Espíritu
Santo a hacerse cristianos y seguir el camino de santidad inaugurado por Don Bosco y
propuesto a la familia salesiana a través del Sistema Preventivo"
325
.
2.1 Líneas fundamentales del Sistema Preventivo como itinerario de santidad juvenil.
A lo largo de la historia, el Espíritu Santo ha suscitado maneras diferentes, modos
diversos, de ser discípulos del Señor y de vivir su Evangelio. Ese mismo Espíritu se sirvió
de Don Bosco para enriquecer a su Iglesia con una forma de vida cristiana y con una
experencia espiritual original: un camino verdadero y eficaz de santidad: santidad entendida
como sinónimo de vida cristiana, capaz de desenvolverse y alcanzar un alto grado de
perfección, e incluso de ser públicamente reconocida y proclamada por la Iglesia de forma
oficial. Estos son los principales rasgos de este camino de santidad juvenil:
323
GROPPO J., Vida sacramental... o.c. p. 24.
324
BRAIDO P., Prevenir no reprimir... o.c. p. 438.
325
COLOMER J., O sistema preventivo. Caminho de santidade-2 In: Cadernos salesianos 25. São Paulo:
Editorial Salesiana Dom Bosco 1982, p. 5.
125
a- La Salvación
326
: Primado de la Gracia.
Don Bosco cree en el poder de la Gracia divina y la deja actuar. No anticipa, no
fuerza, no provoca; apenas crea las condiciones pedagógicas para que el joven pueda dar
una respuesta libre y consciente abriendo su corazón a Dios
327
. La pedagogía de Don Bosco
es, en la práctica, una iniciación a un proyecto de vida humano y divino, es decir, integral.
Al presentar su libro Il giovane provveduto... (O Jovem instruido), dice: "Os presento un
método... para poder ser el consuelo de vuestros padres, la honra de vuestra patria, buenos
ciudadanos en la tierra y después moradores felices del cielo"
328
.
Don Bosco organiza toda su actividad pedagógica en torno a la cuestión teológica
de la salvación; es, por tanto, un aspecto básico de su sistema la relación que establece
entre educación y salvación
329
, relación que no corre el riesgo de confundir pues se
distingue entre la eficacia de la acción educativa y la eficacia de la gracia divina. La acción
educativa tiene un efecto en su propio nivel , es decir, en la relación educativa, en el plano
humano en el que se da el paso de la inmadurez a la madurez; ya la eficacia de la gracia se
da específicamente en el nivel de la acción de Dios -dentro de su libre y soberana iniciativa-
que provoca una respuesta libre y responsable de fe, esperanza y caridad por parte del
joven, dentro de un compromiso maduro con el hombre y con la historia
330
.
326
EN 9: "Como anuncio y centro de su Buena Nueva, Cristo anuncia la salvación, ese gran don de Dios que
es la liberación sobre todo del pecado y del maligno".
327
Cfr. CALIMAN C., Aspectos Teológicos... o.c. p. 7.
328
BOSCO J., O Jovem instruido... o.c. p. 8.
329
Decía en una conferencia a los Cooperadores de Turín en 1878: "¿Queréis hacer una cosa buena? Educad a
la juventud. ¿Queréis hacer una cosa santa? Educad a la juventud. ¿Queréis hacer una cosa santísima?
Educad a la juventud. ¿Queréis hacer una cosa divina? Educad a la juventud." In: AUBRY J., Escritos
espirituais de São João Bosco. São Paulo: Editorial Dom Bosco, p. 266.
330
Cfr. CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 21
126
Sabemos que la salvación no es algo exclusivo del alma, entendida desde la óptica
dualista
331
. Para Don Bosco el alma es algo más amplio que tiene que ver con la persona,
con su corazón, con su totalidad. Don Bosco no tiene la menor duda de que la comida, el
estudio, el trabajo, la diversión... son respuestas a necesidades básicas del joven que
necesitan ser satifechas para que la salvación sea total; es decir, la salvación entendida
como algo global.
b- Relación con Dios.
El elemento fundamental de cualquier propuesta de vida espiritual es la relación del
hombre con Dios. No puede ser diferente en el Sistema Preventivo de Don Bosco. Los
documentos salesianos explicitan con claridad este principio al afirmar que "la finalidad
última de toda acción educativa ... consiste en reconocer a Dios como Padre, descubrir su
voluntad en todo momento y colaborar con Cristo en la llegada del Reino"
332
. En el corazón
de este itinerario existe una peculiar experiencia de Dios; son rasgos de la figura de Dios,
tal como los reveló Cristo, a los que Don Bosco y la familia salesiana fueron y son
particularmente sensibles
333
:
- Dios Padre, amigo, alianza... porque los jóvenes son sensibles a la amistad, a la
fraternidad, al amor y a la confraternización.
- Dios Vivo, principio y dador de vida, que no creó la muerte, que ofrece la vida
eterna y plena a quien cree en la vida y lucha contra la muerte.
- Dios del futuro, de la historia, de la promesa y de la novedad.
- Dios libertador, comprometido con la libertad de sus hijos.
331
Cfr. SUDBRACH J., Espiritualidad. In RAHNER K., Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica.
Barcelona: Herder 1972, v. 2, p. 834.
332
CG 21, 91.
333
Cfr. COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 10.
127
- Dios de la alegría y de la fiesta, que promete la alegría como fruto de la Alianza y
de su Espíritu.
- Dios salvador, el único verdadero, Padre de Jesucristo, el único a ser amado y
servido.
Para creer en este Dios hace falta un fe cristocéntrica que se reconoce como don,
que crece y se hace adulta separándose de las ataduras sociales y familiares; una fe personal
que se celebra en comunidad y se abre al compromiso. Experiencia de fe y relación con
Dios son también las dos caras de una misma moneda que crecen juntas, se transforman
juntas y muestran la única e idéntica realidad de la relación del joven con Dios.
c- El horizonte de la fe
Afirma R. Tonelli
334
que hay un aspecto de la revelación que se abre a la capacidad
del aprendizaje humano; el desarrollo del mundo de la fe supone también el desarrollo del
mundo del hombre, de su historia. Se presupone que haya un contenido, una realidad que se
manifesta en un símbolo que por otro lado hace presente la realidad. Sólo se llega al
contenido a través del símbolo. Así la fe es indirectamente educable a través de la lectura
de las señales. "Mientras nos educamos al mundo simbólico de la fe, a la lectura de sus
luchas, de su historia... nos preparamos al encuentro misterioso de Dios con nosotros. La
educación de la fe se da en el plano de las relaciones de Dios con el hombre. Toca el
misterio"
335
. La fe siempre permanece como espacio del misterio de las relaciones del
hombre con Dios, espacio que no se puede manipular, espacio de libertad y de gracia.
334
Cfr. TONELLI R., Seminario di Studio. In: I rapporti tra Pastorale-Catechesi-Educazione e Scienze
relative Roma: UPS 1982. In: CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 22.
335
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 22.
128
La actividad educativa siempre es una actividad que acaba en el sujeto (el joven) el
cual es llamado (vocación) a realizarse totalmente en Dios (escatología)
336
. Y aquí estamos
en el corazón del pensamiento pedagógico de Don Bosco.
337
d- El joven como sujeto.
El joven tiene una vocación humano-divina, y con todas las limitaciones de su
situación existencial, debe responder ante su conciencia en formación y ante Dios. El joven
tiene posibilidades de asumir conscientemente un camino de vida no sólo a partir de
orientaciones ajenas, provenientes de personas o corrientes, más o menos veladas o
explícitas (heteronomía), sino de la norma interior de su consciencia personal (autonomía)
"que necesita ayuda para ejercerse en la dirección moral y cristiana correcta, de ahí la
insitencia en la dirección espiritual"
338
. Vista así, "la pedagogía es, en la práctica, una
iniciación a un proyecto de vida humano-divino integral"
339
. Se ponen en evidencia, de esta
manera, dos objetivos que deben articularse: el objetivo histórico que favorece la madurez
de la persona frente al mundo y ante los otros, y el objetivo escatológico del crecimiento en
dirección a Dios, fin último del hombre.
Para Don Bosco el joven no es "un paño" que se pueda cortar, remendar, ajustar o
transformar a gusto del educador. Domingo Savio tal vez pensase así, pero su director
estaba convencido del protagonismo que debía asumir como joven en el compromiso de
hacer de aquel paño "una ropa para el Señor", siguiendo la metáfora del diálogo, por eso
sus respuestas a este joven ansioso por emprender el camino de la santidad no podían ser
336
Cfr. FROSINI G., Spiritualità... o.c. pp. 85-97. El autor indica cómo el Vaticano II acabó con la polémica
secular entre encarnacionistas y escatologistas; "La teología hace propias las tesis encarnacionistas, pero las
hace propias en nombre de la escatología... La escatología entendida no como el último capítulo de la
teología, sino como el punto de partida, el ángulo de visión, el objeto formal de todo el corpus theologicum.".
p. 85.
337
Cfr. CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 23.
338
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 19.
339
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 19.
129
algo que provocara la obediencia sumisa: "lo primero que se le aconsejó para hacerse santo
fue que se esforzara en ganar almas para Dios, pues no hay nada más santo en el mundo
que cooperar con el bien de las almas"
340
. Los jóvenes fueron, al mismo tiempo, discípulos
y maestros.
Asumiendo lo que hoy conocemos como 'protagonismo juvenil', Don Bosco hace
una propuesta positiva: el ejercicio alegre de la caridad, del amor humano y cristiano; lo
que significa para Don Bosco que la educación, como iniciación a un proyecto de vida, no
se da a no ser como orientación vocacional personal.
En este itinerario espiritual quien da el primer paso es el educador. Por eso Don
Bosco insiste al decir que 'no basta amar, que es preciso que el joven se sienta amado'; más
aún, el educador debe 'amar lo que aman los jóvenes'. Esta situación no desplaza al joven
como sujeto, sino que refuerza su centralidad al colocarlo como foco de la acción
educativo-pastoral a quien sirve el educador.
Una vez establecida esta relación de confianza, de amor y de servicio, el joven da el
próximo paso al amar también lo que ama el educador, al contemplar la propuesta de vida
que se le ofrece como un bien. Desde la perspectiva e intuición carismática de Don Bosco,
esta propuesta es la santidad como meta fácil y alcanzable; una santidad simple, alegre y
posible para todos.
2.2 Una propuesta significativa
a- Una propuesta personal, capaz de asumir la vida y las espectativas.
340
BOSCO J., Vida del joven Domingo Savio... in: CANALS J., San Juan Bosco.... p. 157.
130
La significatividad del Sistema Preventivo de Don Bosco se debe a su capacidad de dar
respuesta a los anhelos y deseos juveniles. Es una propuesta encarnada. Don Bosco puso en
práctica la pedagogía del 'uno a uno', a pesar de dividir todos un ambiente común,
importándose con las personas, con la persona, conociendo, dirigiendo espiritualmente y
respetanto la situación y las características de cada cual -recordemos su relación personal y
diferente con Domingo Savio, Francisco Besucco o Miguel Magone-. "El camino de
santidad que Don Bosco proponía a sus jóvenes se adaptaba a su edad, a su comprensión, a
su capacidad moral y espiritual. Tenía presente el tipo de "tejido" con el que trabajaba,
adaptándose constantemente a la psicología de los destinatarios a quienes dirigía su
propuesta de santidad"
341
.
Don Bosco supo unir su propuesta de santidad cristiana y el deseo de alegría y
felicidad tan presente y manifiesto en los corazones juveniles; supo aprovechar el deseo de
afirmación de la propia personalidad, la sensibilidad por los valores altruistas y generosos
para mostrarles que la entrega a Dios, al contrario de ser algo triste y aburrido, es el único
camino para llegar a la verdadera felicidad
342
.
b- Una propuesta unificadora de la persona.
Es una propuesta dirigida a la promoción integral del hombre, al desarrollo de los
individuos y de los grupos. Pretende realizar un servicio total "que envuelva todas las
verdaderas exigencias y necesidades reales de los jóvenes en su cuerpo, en su espíritu y en
341
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 11.
342
Entre las muchas referencias posibles nos remitimos a la Introducción del Joven Instruido: "Dos son los
ardides principales con que el demonio suele alejar a los jóvenes de la virtud. El primero consiste en
persuadirles de que el servicio del Señor exige una vida de melancolía y privada de toda diversión y placer..."
BOSCO J., O Jovem instruido na prática de seus deveres religiosos. Edição Fac-similar. Barbacena: Centro
Salesiano de Documentação e Pesquisa 2003. p. 7.
131
su corazón"
343
. Es una buena relectura del conocido slogam "buenos cristianos y honrados
ciudadanos".
Esta propuesta afirma y reconoce en Cristo el único salvador: el evangelio es el
camino abierto para el desarrollo del hombre como hijo de Dios. El Sistema Preventivo
vivido como camino de santidad anuncia a Cristo dentro de un proyecto que tiende a la
promoción integral humana, propone al joven la vida cristiana como una posibilidad real de
vivir integralmente su propia vida, con dignidad, asume y desarrolla todos los valores y
dimensiones de la persona humana. No enfrenta la dimensión humana a la cristiana
(religiosa), o viceversa, sino que desarrollando ambas, evita la dicotomía entre Fe y Vida,
entre Religión y Cultura, entre Liturgia y Empeño social, entre Contemplación y Acción
344
.
El Sistema Pedagógico aparece como un proyecto que se propone educar a la fe, en favor
de la vida y promover la vida en favor de la fe, de manera que "todo crecimiento en la fe
signifique un crecimiento en humanidad, y el desarrollo humano sea un crecimiento en
Cristo"
345
.
c- Una propuesta dinámica y gradual.
A pesar del estilo y de las circunstancias, no podemos ignorar un hecho
fundamental, y es que Don Bosco proponía a los jóvenes un elevado ideal de vida cristiana
que incluía la santidad en su horizonte. Él sabía por experiencia propia la frustración que
nace en el joven al descubrir un ideal, un proyecto que supera con creces los límites de sus
posibilidades
346
, por eso condujo delicada y gradualmente a los venes por los caminos de
la santidad; según las propias posibilidades, aprovechado todas sus potencialidades. La
biografía de Miguel Magone es un ejemplo contundente.
343
CG 21, 87.
344
Cfr. COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 13.
345
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 13.
132
Refiriéndose al progreso espiritual dice Pietro Stella: "Don Bosco no habla de via
purgativa, iluminativa, unitiva, aunque aparezcan los términos purificación, iluminación
(impetrar la luz divina para ver el camino que el Señor invita a recorrer) y unión; no habla
de incipientes, proficientes y perfectos, aunque aparezcan las expresiones progreso y
perfección. Pero Don Bosco habla de grados de santidad y perfección. Estos términos
indican, justamente para él... las virtudes que se hacen siempre más firmes, más dóciles,
más activas, más flexibles a los impulsos de la gracia, más estables, más enraizadas"
347
. El
Sistema Preventivo ofrece una espiritualidad de camino, siempre abierto a la vida, a la
novedad y al riesgo; una espiritualidad de lo provisional que no se detiene ni mira hacia
atrás; una espiritualidad que exige atención constante a la presencia del Espíritu y
permanente conversión.
348
d- Un camino que se anda juntos.
El itinerario del Sistema Preventivo de Don Bosco no se recorre solos; el proyecto
de promoción humana y cristiana que Don Bosco y la familia salesiana ofrecen a los
jóvenes se realiza en la comunidad y por la comunidad; es un camino que se anda con otros.
La naturaleza de la propuesta religiosa salesiana, no proviene de una comunidad
uniforme, sino de una comunidad ricamente diversificada. Ya desde los orígenes es una
comunidad formada por jóvenes que son al mismo tiempo destinatarios y protagonistas, que
cuenta con la presencia de adultos y grupos organizados en un ambiente de familia de
amistad y libertad, en clima de presencia de Dios y de piedad, de alegría de trabajo y
observancia de los deberes. El Sistema Preventivo propone una espiritualidad a quienes
346
Recordemos su reacción en el Sueño de los 9 años: "Aturdido y espantado dije que yo era un pobre
muchacho..." La cursiva es nuestra.
347
STELLA P., Don Bosco nella spiritualità... v. II, o.c. p. 222.
133
buscan comunidad y ansían comunicarse en ella; son comunidades en las que se reza
unidos, se escucha la Palabra de Dios y se celebra; una comunidad que ayuda a descubrir la
voluntad de Dios y a seguirla; que estimula el empeño apostólico.
Muchos que visitaban el Oratorio de Don Bosco en los primeros años, extrañaban
un cierto desorden provocado principalmente por la familiaridad de los muchachos y sus
educadores. Este estilo de relacionamiento es típico de una comunidad viva y acogedora,
favorecedora y facilitadora de iniciativas y proyectos personales y grupales. Y este es el
estilo, el clima que surge y sustenta el Sistema Preventivo de Don Bosco, creador de
confianza, fraternidad y amistad; de comunión espiritual, de simplicidad y sinceridad, de
alegría interna y de júbilo externo. Es una espiritualidad comunitaria
349
.
2.3 Una propuesta coherente
a- Con un estilo: racionalidad y bondad.
El trinomio clásico que caracteriza la pedagogía de Don Bosco se basa en la
religión, en la razón y en el amor. También el Sistema Preventivo vivido como camino de
santidad es una propuesta espiritual hecha con racionalidad y cordialidad.
Es una espiritualidad propuesta y vivida con racionalidad. Esto significa que es una
propuesta crítica, que se ofrece y se elige en relación, y a veces en contraposición, a otras
opciones hechas por la sociedad en el seno de la Iglesia.
348
En el fondo de esta concepción están los itinerarios de iniciación cristiana, de ahí que en otras reflexiones
se utilice también la expresión Catecumenado Juvenil.
349
Cfr. COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. pp. 15-17.
134
Se explicitan durante todo el camino los valores y los gérmenes de crecimiento que hay
en ella; se desarrolla en diálogo con las necesidades e intereses de las personas. por eso es
una propuesta motivada.
Es libre, pues espera una respuesta libre, y realista con las circunstancias y
características de la psicología juvenil.
Es, en definitiva, un camino que se recorre en comunidad: educando y educador,
maestro y discípulo, juntos; es un camino de relación personal, de confianza basada en la
sinceridad y el diálogo.
Es también una espiritualidad propuesta y vivida con bondad. Esto significa que es una
espiritualidad que brota del corazón del educador: "No basta amar, es preciso que los
jóvenes se sientan amados"
350
, escribía Don Bosco en la Carta de Roma. Es una
espiritualidad que se propone con educación, con dulzura, con bondad y sinceridad, con
comprensión y paciencia, con espíritu de servicio y en clima de familia.
Una espiritualidad que se dirige al corazón "porque utiliza el lenguaje de la experiencia
más que el de las palabras, porque cree en la fascinación y en la fuerza de las personas y de
las comunidades que viven lo que anuncian: sólo los santos construyen santos. Porque
prueba que la santidad cristiana no es una abstracción..."
351
. Don Bosco estaba convencido
de que sólo era posible educar cristianamente a la santidad si se hablaba al corazón. Y en el
350
BOSCO J., Carta al Oratorio (Sobre el espíritu de familia). In: CANALS J., San Juan Bosco. Obras
fundamentales. Madrid: BAC 1978, (BAC 402) p. 614.
351
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 21.
135
corazón reside el deseo de felicidad, felicidad que es el modo de vida cristiana que propone
a los jóvenes para alcanzar las más altas cimas de la espiritualidad.
352
b- Una espiritualidad del día a día, fácil, sencilla y popular.
El Sistema Preventivo de Don Bosco propone una espiritualidad que es accesible a
todos. No sólo lo es independientemente de la situación personal o social, sino respetando
y teniendo en cuenta las diferencias.
La pedagogía espiritual de Don Bosco "es una pedagogía que en sus orígenes fue de
índole proletaria, como lo fue la clase pobre a la que se dirigió, pero... capaz de elevarse y
elevar a esferas muy altas, hasta llegar cerca, y en algún caso hasta conquistar la
santidad"
353
, una pedagogía que tiende a formar en medio de la sociedad "aquella clase
media de santos, creación espiritual de una vida interior que aparece en los tiempos
normales y para la vida común"
354
.
Es una espiritualidad de lo fácil, de lo cotidiano, que no entiende la heroicidad como un
acto único y aislado, sino que la hace consistir en cosas simples.
355
No tiene fórmulas complejas, al contrario, sus puntos fundamentales son pocos: alegría,
estudio y piedad; o las tres S de la máxima: Santos, Sabios y Sanos. Ese fue el camino
seguro que Don Bosco propuso.
352
Cfr. STELLA P., Valori spirituali nel "Giovane Provveduto di San Giovanni Bosco". Roma: Scuola
Grafica 1960, pp. 84. 91. AUBRY J., Francisco de Sales, um mestre de espiritualidade para a Familida
Saleisana. São Paulo: Salesianas 2000. Al presentar las claves de la espiritualidad salesiana dice que la
sustancia del hombre es su corazón llamado a elegir. pp. 26.31.
353
CAVIGLIA A., Il Magone Michele. Una classica esperienza educativa. I: Salesianum 1949 p. 452. In:
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 17.
354
CAVIGLIA A., Un documento inesplorato. La vita de Besucco Francesco scritta da Don Bosco e il suo
contenuto spirituale. In: Salesianum 1948 p. 258. In: COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 17.
355
Con fina ironía, Augusto Guerra dice que "la santidad es compatible con la imperfección". GUERRA A.,
Santidad. In: FLORISTAN C., Nuevo diccionario de Pastoral. Madrid: San Pablo 2002, p. 1336.
136
Es una espiritualidad íntimamente relacionada con la responsabilidad, responsabilidad
que se manifiesta en el cumplimiento del propio deber que deriva del propio estado de vida.
Para Don Bosco basta hacer bien lo que debe ser hecho; eso es suficiente para ser santo.
"Este es su ideal y su programa de santificación, o si se prefiere, su sistema espiritual: que
la santidad se debe ejercer y demostrar en las cosas de cada día y de cada momento y en las
prácticas permitidas a cada cual por la vida que debe vivir"
356
.
Es una espiritualidad realista y adaptada a la psicología juvenil, pues se hace pequeña
con los pequeños, sencilla con los sencillos... pero sin reducir ni minimizar sus exigencias
ni su calidad. Una espiritualidad que entusiamó a los hijos del pueblo sencillo ofreciéndoles
un altísmo ideal de perfección cristiana, no a través de las "vías espirituales" sino a través
de caminos normales, e incluso por los humildes atajos del campo.
357
Don Bosco
aconsejaba no proponer más que medios sencillos que ni asustasen ni cansasen al fiel
cristiano, sobre todo si era joven. Decía que los ayunos, las oraciones largas y otras
prácticas duras por el estilo, acababan por no cumplirse o se cumplían de mal humor y de
cualquier manera. Y concluía; "atengámonos a lo fácil pero hecho bien y con
perseverancia"
358
.
Añade Caviglia: "Se afirma así el concepto esencial de esta pedagogía espiritual: que se
puede conseguir la santidad no sólo por los arduos caminos de los grandes gestos, sino
también por los atajos modestos y humildes de la espiritualidad concentrada en las cosas
fáciles y comunes y accesibles a todos"
359
. Don Bosco estaba convencido, y aconsejaba
comunicar esta convicción a los jóvenes: Es fácil hacerse santo. La espiritualidad del
Sistema Preventivo es fácil y actual por ser una alternativa a espiritualidades conceptuales
356
CAVIGLIA A., Il Magone Michele... o.c. In: COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 17.
357
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 18.
358
Ver la Biografía de Miguel Magone escrita por Don Bosco In: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 244.
359
CAVIGLIA A., Il Magone Michele... o.c. In: COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 18
137
y cognitivas; por ser una espiritualidad de la ortopraxis que va más allá de la simple
ortodoxia ritual.
c- La praxis como lugar de encuentro con Dios.
El encuentro con Dios no se produce ni automática ni mágicamente. En el proyecto
de Dios existen mediaciones: señales, sacramentos... que permiten leer la presencia de Dios
en la vida del creyente porque la experiencia cristiana reconoce la autocomunicación de
Dios como principio constitutivo de la existencia humana.
360
El mismo hombre no se
constituye objetivamente, como tal, en su integridad histórico-escatológica a no ser frente al
mundo, frente a los otros y ante Dios; o dicho positivamente, el hombre se constituye en la
relación con el mundo, con los otros y con Dios.
Consecuentemente, el encuentro del hombre con Dios no depende de la consciencia
que se tenga de Dios, sino que deriva del hecho mismo del existir humano, que se da en el
cuadro de la relación entre la criatura y el creador. Sin embargo es por la fe por la que
descubre el hombre la presencia libertadora de Dios en las mediaciones estableciendo una
profunda relación que da sentido a lo que se ve (señal, sacramento, mbolo..) y a la
realidad que significa (el contenido)
361
.
Por eso las mediaciones no son simplemente medios para llegar al Dios
trascendente, sino el lugar de la presencia de ese Dios trascendente. En este sentido, la
praxis educativa, en el pensamiento de Don Bosco, es el lugar habitual donde se proclama
el encuentro del educador y del joven con Dios. Una de las principales dimensiones del
Sistema Educativo de Don Bosco y de la práctica educativa es expresar y celebrar en la
360
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 25
361
CALIMAN C., Aspectos Teológicos...o.c. p. 25.
138
liturgia y en la vida -y en la liturgia de la vida- la experiencia misteriosa de Dios en un
ambiente que sustenta e incentiva la madurez del joven por la vida.
Pero cada tiempo tiene sus principios, su ideología -aunque diacrónicamente sea
algo coyuntural-, su universo simbólico previamente enraizado en el corazón de las
personas y en la consciencia colectiva. Será en ese universo de principios, de ideologías, de
ordenamientos sociales y religiosos donde el joven ejercerá el protagonismo como sujeto
activo de su eduación y de su historia.
d- Dos contenido: apostolado y oración.
d.1 Apostolado.
Don Bosco estaba convencido de la íntima unión existente entre el amor a Dios y al
prójimo; formaba a los jóvenes para que les importaran las necesidades y los problemas
ajenos; transformaba a sus venes en apóstoles de su compañeros. Escribe Caviglia;
"Comparad las biografías de aquéllos que Don Bosco ofrecía como ejemplo ... y os
daréis cuenta de que coinciden en el hecho de que al hacerse buenos, se hacen
santamente agresivos, o sea, misioneros entre sus compañeros"
362
.
El Sistema Preventivo de Don Bosco forma a los jóvenes en el compromiso con los
próximos y con los distantes, en la lucha por la justicia y la dignidad, con el empeño
constructivo y con la denuncia crítica. Es, pues, una "espiritualidad redentora"
363
,
comprometida con la liberación del pecado y de sus causas.
d.2 Oración.
362
CAVIGLIA A., Il Magone Michele... o.c. In: COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 23.
363
COLOMER J., O sistema preventivo... o.c. p. 23.
139
En la propuesta del Sistema Preventivo de Don Bosco hay un lugar importante para la
oración y la celebración de la fe. En la pedagogía de Don Bosco, la oración y los
sacramentos, particularmente la comunión y la cofesión, son esenciales. La piedad, al
lado de la alegría y el estudio, constituye el camino espiritual propuesto a Besucco y
tenido como base de cualquier sistema de educación. La Piedad de la propuesta
espiritual de Don Bosco se inspira en Cristo y en María. Es una piedad simple, concreta,
profunda y apostólica. También rica en estilo juvenil, participativa y comunitaria, de
alegría y fiesta.
Hemos hecho una presentación del Sistema Preventivo de Don Bosco como camino de
santidad juvenil remarcarcando sus aspectos fundamentales. Pero esto no significa que se
marginen otras vías, ni que ingenuamente pensemos que la caracterización del camino
acabe con todas las dificultades del joven post moderno, ni mucho menos que hayamos
encontrado la descripción excacta y última que responda definitivamente a todas las
cuestiones.
Que este camino así vivido, presentado, celebrado... llegue a ser significativo y elegido
por los jóvenes de hoy, dependerá de varios factores fundamentales:
1- El primero es la acción del Espíritu Santo. Nadie puede intervenir directamente sobre la
gracia de Dios. La iniciativa parte siempre y misteriosamente de Dios.
2- El segundo es la libertad del joven. Nadie puede manipularla; la libertad es el único
camino que puede llevar a la aceptación de la propuesta del Sistema Preventivo como
camino de santidad.
3- El tercero es la cualidad de la propuesta. Eso depende absoluta y totalmente del
educador y de la comunidad en la que vive.
140
Varias son las consecuencias que estos tres aspectos conllevan, pero ultrapasan los
límites y la intención de la presente disertación; baste pensar en la reflexión y esfuerzo
organizacional necesarios para disponer personas y comunidades en este proceso.
3. Herencia viva
Puede parecer obvio, pero es importante recordar que Don Bosco no tuvo acceso ni
a los descubrimientos de Freud en el campo del conocimiento de la psicología humana, ni a
las aportaciones de Marx en el de las ciencias sociales, la crítica religiosa y las relaciones
de clase. Nuestro conocimiento presupone éstas y otras contribuciones que de alguna
manera condicionan y prefiguran nuestro saber. No sólo el Vaticano II no había sido
celebrado, sino que las corrientes y movimientos que lo hicieron posible tampoco eran
percibidas. Es, como decíamos, una reflexión demasiado evidente, y por eso no
pronfundizaremos más, pero se hace totalmente necesaria mencionarla al hacer un estudio
sobre la adecuación y la provocación del Sistema Educativo de Don Bosco a los tiempos,
lugares y culturas en los que se desarrolla. A la luz del Vaticano II sabemos que hoy la
espiritualidad cristiana adquiere, tanto a nivel teórico como de vida, las características
trinitaria, cristocéntrica, eclesial, bíblica y ecuménica
364
. Son balizas necesarias que
orientan y sirven de referencia a la vida espiritual.
Junto a esta constación relacionada con situaciones coyunturales, es importante, por
lo menos, hacer una referencia a una problemática que se ha vivido en el seno de la Iglesia
sobre la relación entre Espiritualidad y Teología: "una relación difícil que tras una ruptura
larga y gritante se recompone bajo nuestros ojos"
365
. Muchas pueden ser las explicaciones a
esta situación todavía en vías de adecuación, como aquella que entiende la dimensión
364
FIORES S. de, Espiritualidade contemporânea. In FIORES S.de; GOFFI T., Dicionário de
Espiritualidade. Sào Paulo: Paulinas 1989, p. 340.
141
espiritual como opuesta a la corporal, totalmente contraria a quien relaciona la
espiritualidad con la dynamis, con la fuerza y la potencia: "Cuando hablamos de "espíritu",
cuando decimos que "Dios es espíritu", ¿qué queremos decir en realidad? ¿Hablamos
griego o hebreo? Si hablamos griego estamos diciendo que Dios es inmaterial, etc. Si
hablamos hebreo decimos que Dios es un huracán, una tempestad, una potencia irresistible.
Por eso toda la ambigüedad cuando se habla de espiritualidad. ¿La espiritualidad consiste
en ser inmateriales o en estar animados por el Espíritu Santo?"
366
.
Según lo que estamos diciendo, es perfectamente adecuado decir algo que también
es obvio: que Don Bosco tenía ante el único concepto de joven, de sociedad, de Iglesia,
de Teología y de Espiritualidad que podía tener, y que respondía a la realidad que vivía;
tenía la única consciencia que le era posible tener. Pero esta reflexión hace más urgente, si
cabe, la distinción entre lo fundamental y lo circunstancial, entre expresión y contenido,
superando la limitación de la ideología, por más importantes y significativas que las
circunstancias hayan sido en la vivencia de la praxis educativo-pastoral de Don Bosco. En
su experiencia pedagógica hay elementos caducos, y que por tanto no pueden ser
reproducidos fuera del contexto que los justificaba; otros, por el contrario, son
permanentes de una visión evangélica de la realidad, y por eso no son descartables.
Lo que pretendemos con este apartado es acercarnos al espíritu con el que Don
Bosco se aproximó de la juventud para transformar sus vidas. Ese espíritu ya no es
coyuntural, sino que expresa una realidad cardinal: "Es siempre instructivo saber cómo los
grandes espíritus han actuado en su tiempo, no para copiarlos, sino para rehacer, con total
independencia, por nuestro tiempo lo que ellos hicieron por el suyo"
367
.
365
FROSINI G., Spiritualità e teologia. Bologna: Centro Editoriale Dehoniano 2000, p. 5.
366
DANIÉLOU J. In: CONGAR Y., Credo nello Sprito Santo, I, Queriniana,Brescia 1982, p.18. In: FROSINI
G., Spiritualità... o.c. p. 7, n. 1.
367
SCHILLEBEECKX E., Rivelazione e teologia, 273 In: FROSINI G., Spiritualità... o.c. p. 18.
142
Cada época tiene sus preguntas, sus espectativas y sus desafíos. A los actuales
interrogantes de los jóvenes, la herencia espiritual de Don Bosco responde proponiendo un
camino educativo, que en la expresión de Don Viganó en la presentación de los
documentos del 23
º
Capítulo General de los salesianos (1990) es "una pedagogía de
santidad verdaderamente original" que se sitúa en contexto con la Nueva Evangelización y
que debe orientarse por los criterios de fidelidad y creatividad.
3.1 El camino de educación de la fe.
a- Tiene su punto de partida en el encuentro gratuito y respetuoso del joven con el
educador. La acogida afectuosa es el genuino y permanente legado de Don Bosco. Este
primer encuentro provoca la valorización del patrimonio humano-espiritual que cada joven
posee. La acogida genera reciprocidad, afecto y responsabilidad: el sentirse amado por lo
que se es suscita la valorización, la autoestima y la confianza en las propias posibilidades.
Todo esto, unido a un ambiente provocador, lleno de vida y rico en propuestas, como lo es
el Oratorio en su significado arquetípico, abre el camino del crecimiento integral
368
.
El encuentro, o acogida cordial, en un ambiente rico y provocador, son el punto de
partida del camino de fe y de la propuesta de vida cristiana que se orienta por algunos
criterios:
El proceso educativo, es el espacio privilegiado para hacer la propuesta de fe. Esta
afirmación es importante, pues define las características y contenidos del camino en los
que, junto a los momentos religiosos, se valora todo cuanto se refiere al crecimiento y
368
Es el ambiente añorado por Don Bosco en su ya mencionada Carta de Roma. Don Bosco fue ingenioso al
crear ambientes en los que fundía educación y fe, y donde los jóvenes se hacían misioneros de los jóvenes.
"Así, en el estrecho relacionamiento entre el encuentro personal ... y la rica solicitación del ambiente,
maduraron en la historia salesiana experiencias ejemplares de santidad juvenil." CG23 n. 100.
143
madurez de la persona. Este camino tiene presente por un lado, los desafíos del propio
crecimiento para conseguir una personalidad madura, y por otro la provocación de
Cristo, de su vida, de su obra y de su revelación, que iluminan la construcción de dicha
personalidad.
Se trata de un camino educativo que considera al joven en la situación en la que está. Su
vida es punto de partida, continua referencia y punto de llegada: vida transformada y
encaminada a la plenitud en Cristo Jesús.
Es un camino que debe adaptarse a la situación personal, al grado de madurez de cada
joven, respetando los ritmos de cada cual, abriéndose así a horizontes de donación y
santidad.
b- Algunos puntos clave de la Educación de la fe son:
La formación de la conciencia: ayudar al joven a adquirir suficiente capacidad de juicio
y discernimiento ético. Formación crítica sobre modelos culturales, normas de
convención social... que pueden contrastar con valores fundamentales.
Educar para el amor, favoreciendo un clima educativo rico en intercambios
comunicativos y afectivos.
La dimensión social de la caridad como componente esencial de la ética cristiana.
369
La
escuela de santidad de Don Bosco es un proyecto de vida encarnado en compromisos
concretos: una espiritualidad no privada, sino empeñada en la acción.
3.2 Espiritualidad Juvenil Salesiana
144
El camino de educación de la fe revela progresivamente a los jóvenes un proyecto
original de vida cristiana, expresa un modo nuevo de ser creyente en el mundo, organizando
la vida alrededor de algunas percepciones de fe, opciones de valores y actitudes
evangélicas, es decir, es una espiritualidad
370
. Al presentar algunos de los núcleos de la
espiritualidad juvenil salesiana
371
, nos veremos en la necesidad de repetir algunas
características ya presentadas, especialmente en el apartado 2 de este mismo capítulo. La
repetición es necesaria, pues muestra los aspectos que permanecen -aunque necesariamente
adecuados- a lo largo y por encima de situaciones coyunturales de espacio, tiempo, cultura
y valores. Son algunos:
Espiritualidad de lo cotidiano.
Es el desafío de transformar la experiencia de vida -por la fuerza de la fe- en
experiencia evangélica. En la experiencia evangélica no hace falta aislarse de la vida,
del mundo... para buscar al Señor. Ésta es una intuición alegre y fundamental. Como
transforndo de este núcleo aparece el misterio de la Encarnación: la condición humana
de Jesús revela que Dios está presente en la vida. La vida humana nos sumerge en el
acontecimiento de la Encarnación: "asumir con coherencia el aspecto ordinario de la
existencia; aceptar los desafíos, los interrogantes, las tensiones del crecimiento;
procurar la recomposición de los fragmentos en la unidad realizada por el Espíritu en el
Bautismo; trabajar por la superación de las ambigüedades presentes en la experiencia
diaria; fermentar con el amor cada opción: todo eso es obligatorio para descubrir y amar
lo cotidiano como realidad nueva en la que Dios actúa como padre"
372
.
369
THEVENOT X., Perspectivas éticas para um mundo novo. São Paulo: Salesiana Dom Bosco. 1984.
370
DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana. Cento parole chiave. Roma: LAS 2001 p. 25.
371
Salesiana, indica la fuente carismática relacionada con la corriente espiritual del humanismo de San
Francisco de Sales, traducido por Don Bosco en la experiencia del Oratorio. CG23 n. 188.
145
Espiritualidad de la alegría y del optimismo.
Don Bosco mostró a los jóvenes de su tiempo la posibilidad de experimentar la vida
como fiesta y la fe como felicicdad, y los jóvenes que vivían en el Oratorio lo
aprendieron tan bien que decían que la santidad consistía en estar muy alegres. Este
estilo de santidad podría causar maravilla a ciertos peritos en espiritualidad y en
pedagogía, preocupados con que puedan disminuir las exigencias evangélicas y los
compromisos educativos. Sin embargo, para Don Bosco, la fuente de alegría es la vida
de gracia que compromete al joven en una praxis de ascesis y bondad. Durante toda su
vida, Don Bosco encamina a sus jóvenes a una santidad simple, serena y alegre.
Hoy, la espiritualidad Juvenil Salesiana ofrece como respuesta fiel al amor gratuido de
Dios, la relectura del Evangelio en el espíritu de las Bienaventuranzas, pues éstas
muestran quién es Dios y cuál debe ser el compromiso en la construcción del Reino.
373
Espiritualidad de la amistad con el Señor Jesús
La Espiritualidad Juvenil Salesiana quiere profundizar el conocimiento y la adhesión a
la Pascua y a la causa de Jesús, amigo, maestro y salvador. A Don Bosco le gustaba
repetir que la educación era cosa del corazón, por eso el camino de la Espiritualidad
Juvenil Salesiana exige un corazón nuevo. "Si no se llega a este centro que mueve la
vida humana, no se realizará ninguna conversión profunda y durable"
374
.
Espiritualidad de Comunión eclesial
Es propio de la condición juvenil el deseo de estar juntos en asociaciones o grupos.
La experiencia personal con Cristo resucitado y la experiencia de grupo, conducen a
una relación participativa con la Iglesia, que se vive de manera particular en la
372
CG 23, n. 164.
373
CG 23 n.166. ELLACURIA I., Espiritualidade. In: FLORISTÁN C. TAMAYO-ACOSTA J. J., Dicionário
de conceitos fundamentais do cristianismo. São Paulo: Paulos 1999: "la espiritualidad cristiana debe
orientarse por el espíritu del sermón de la montaña". p. 244.
146
celebración de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y de la Reconciliación, y
en la oración.
- La comunidad eclesial
El itinerario espiritual se hace en la comunidad eclesial propia del joven, superando
criterios restrictivos (de orden geográfico por ejemplo) que determinarían su
pertenencia. Cabe no olvidar la maravillosa intuición de Don Bosco al pretender que sus
oratorios fueran las parroquias de los venes
375
, de los que no tenían parroquia ni lugar
específico para crecer como cristianos y como ciudadanos.
- Los sacramentos
Expresión de la gracia divina en la vida del joven. Através de la vida sacramental éste
expresa la inserción en la vida de la Iglesia y en Dios. Son relevantes la Eucaristía -que
no se identifica sólo con la comunión- y la Reconciliación -que supera la simple
dimensión personal-, pero también los otros sacramentos se viven como momentos
significativos en el camino espiritual del joven.
376
Pareja a los sacramentos, la dimesión celebrativa y festiva responde con profundidad a
los deseos juveniles de afectividad, creatividad y solidaridad.
- La piedad mariana y las devociones a los santos
374
CG 23 n. 168.
375
MO in: CANALS J., San Juan Bosco... o.c. p. 425. Ante el aumento de jóvenes que frecuentaban el
oratorio y la dificultades que esto provocaba - de espacio, de personas- Monseñor Fransoni pregunta a Don
Bosco si estos jóvenes no podrían ser atendidos en sus propias parroquias. Don Bosco dice que son en su
mayoría, jóvenes emigrantes, pobres, que mal entienden el italiano, mayores para estar con otros más
pequeños... Así pues, el arzobispo le dijo que era necesario un lugar aparte, destinado a ellos.
376
EN 47: "La vida sobrenatural, que no se contrapone a la natural, encuentra la expresión viva en los 7
sacramentos y en la admirable irradiación de gracia y santidad de la que éstos son fuente". En este mismo
número se ponen en relación la Palabra y los sacramentos.
147
Junto al valor ejemplar, unas veces provocador de admiración otras de imitación, se
resalta principalmente el aspecto de la docilidad y apertura al plan de Dios en las vidas
de María y de los santos. Particularmente, en lo que a la espiritualidad mariana se
refiere, la reflexión surgida tras el Concilio (LG 8) y con el diálogo ecuménico ha
permitido redescubrir a María como prototipo, modelo, ejemplo y figura de la
espiritualidad cristiana por sus actitudes, típicamente evangélicas, de escucha, fidelidad,
pureza, donación y servicio. "El pueblo cristiano que ha exaltado mucho e imitado poco
a la Madre de Dios, tiene ahora ante un ejemplo para imitar en todas sus actitudes,
empezando por aquella de la fe, de la que María ha dado un ejemplo insuperable en el
momento de la anunciación"
377
.
Espiritualidad de servicio responsable
El joven, movido por el Espíritu, está al servicio del hombre. El servicio es pauta y
referencia del camino espiritual convirtiéndose en su medida. Don Bosco quería a sus
jóvenes honestos ciudadanos y buenos cristianos; la síntesis de estos dos elementos es
el fruto más maduro de la Espiritualidad Juvenil Salesiana.
La práctica educativo-pastoral debe articularse en la iglesia y en la sociedad en función
de la transformación de la realidad, en la construcción de una sociedad más justa, del
Reino de Dios. No se puede perder de vista que en el contexto social, educar es un acto
social y político; ya en el contexto de la Iglesia, educar es un acto eclesial.
Pablo VI en la Evangelii nuntiandi -1975- (EN) hacía con insistencia una llamada
explícita a la evangelización, como posteriormente lo hizo Juan Pablo II en Santo
Domingo -1992-. Según Pablo VI los objetivos del Vaticano II se resumían en uno:
"hacer a la Iglesia del siglo XX siempre más idónea para anunciar el Evangelio a la
humanidad del siglo XX". (EN 2). La evangelización consiste en injertar el evangelio
377
FROSINI G., Spiritualità e Teologia. Bologna: Edizioni Dehoniame 2000, p. 98.
148
en la vida de la humanidad para transformarla desde dentro; en este sentido la
evangelización no cambia através de los siglos, es siempre la misma; sin embargo las
formas que asume difieren de una época a otra porque la cultura evoluciona y se
transforma. Una nueva forma de evangelización es tanto más urgente cuanto mayor y
más profunda es la transformación cultural.
378
"La ruptura entre Evangelio y cultura es
sin duda el drama de nuestra época, como también lo fue de otras" (EN 20).
Concluyendo
Hemos presentado en este tercer capítulo el Sistema educativo como siendo, junto con
la Familia Salesiana, la herencia espiritual -Espiritualidad Juvenil Salesiana
379
- que Don
Bosco legó a la Iglesia para los jóvenes. Definimos este sistema como el resultado de la
praxis educativo-pastoral; práctica que respondía a la 'consciencia posible' de Don Bosco y
que debe ser estudiada para distinguir con claridad la expresión del contenido, la ideología
del valor, lo coyuntural de lo fundamental, para así ser fieles al espíritu que le llevó a
dedicarse por completo a la juventud. No es un trabajo fácil ni definitivo, pues las personas
se identifican profundamente con el mundo en el que viven, con sus valores y sus verdades,
con sus lógicas y principios.
Hoy este trabajo es menos penoso que lo fue para los primeros seguidores del carisma
de Don Bosco que vivieron muy mediatizados por la proximidad espacio-temporal y
cultural con él. La distancia, junto con profundos cambios en los campos de la ciencia y de
la Teología -baste pensar lo que supuso el pensamiento de Marx, de Freud de Nietzsche y
del Vaticano II- iluminaron aspectos de esta herencia espiritual provocando crisis en
conceptos y actitudes, y por ello, purificando el Sistema educativo-pastoral, haciendo de él
378
DESRAMAUT F., Spiritualità salesiana.... o.c. pp. 81-86.
379
Ésta es la expresión asumida por el CG 23.
149
un camino posible y viable, valga la redundancia, para vivir la relación con Dios de una
manera peculiar y juvenil.
La Espiritualidad Juvenil Salesiana se fundamenta en una especial experiencia de fe y
relación con Dios, Padre y amigo, que satisface los anhelos y las esperanzas de los
corazones juveniles; Dios de la alegría y de la esperanza. Es el camino de quien mira al
cielo con los pies firmes en la tierra y sabe que la salvación no es ni para mañana ni para
otro mundo. Por eso necesita la proximidad del educador, de la comunidad en la que
celebra la vida y al Señor de la vida; de la vida simple, la del 'pan nuestro de cada día'.
Es una manera de relacionarse con Dios como tantas otras que existen en la Iglesia;
pero la Espiritualidad Juvenil Salesiana tiene necesidad de ser crítica y racional y por ello
libre; necesita expresarse con el corazón para llegar al corazón, por eso prefiere hablar de la
experiencia antes que perderse en arrebatos metafísicos. Es, en definitiva, una espiritualidad
juvenil que pretende transformar, no apenas la casa del hombre, sino al ser humano que en
ella habita, para juntos celebrar la fiesta de los reconciliados con Cristo.
Si Don Bosco consiguió ser santo y santificar en su tiempo, su legado espiritual puede
ahora, enriquecido con la reflexión de las ciencias y sobre todo con la luz del Vaticano II,
seguir siendo camino de encuentro del joven consigo mismo, en el mundo, con los otros y
con Dios. Camino que el joven recorre con consciencia y libertad respondiendo a la gracia
que viene gratuita y misteriosamente de Dios. Camino que se recorre juntos, con amigos,
con hermanos, con personas con las que se establece un profunda y cómplice relación en el
empeño de construir el ser humano que ejerce con dignidad su ciudadanía porque sabe que
el Reino instaurado por Cristo está próximo a ser, definitivamente, la realidad y el
cumplimiento de la promesa. Y siempre con simplicidad, con alegría. Ahora podemos
entender mejor la profundidad de uno de los pensamientos de Don Bosco que, cargado de
150
buen humor y confianza en Dios, dirigía a sus amigos, jóvenes y colaboradores en
momentos de cansancio y desaliento: "Un pedazo de paraiso lo arregla todo"
380
. También
Jesús compara el Reino de los Cielos a un tesoro escondido (Mt 13,44) y alaba la actitud de
quien, tras haberlo descubierto, tiene el valor y está dispuesto, con gran alegría, a gastar
todo lo que tiene -y podemos añadir, a sufrir todos los conflictos- para conseguir el tesoro
que le apasiona.
380
MB 8, p. 444.
151
CONCLUSIÓN
Empezábamos la presente disertación situándonos ante una pregunta fundamental:
¿En qué consiste la espiritualidad que Don Bosco ofrece a los jóvenes como camino de
santificación? Esta formulación limitaba el campo de acceso al estudio, pues no enfrenta
cuestiones, también importantes, como -por ejemplo- si se puede o no considerar a Don
Bosco un maestro espiritual, o si es posible hablar de Espiritualidad Juvenil Salesiana. Éste
es un dato que aceptamos con tranquilidad. La forma como se plantea la cuestión
fundamental nos condujo a dirigir el trabajo con la mirada decidida en la historia, en sus
avatares y coyunturas, descubriendo y distinguiendo lo esencial de lo provisional, el
espíritu de la encarnación.
Podemos enunciar una afirmción que sirve como marco general a las conclusiones
que iremos exponiendo y que, a pesar de estar enumeradas, no pretendemos jerarquizar en
152
orden de importancia. Es la siguiente: La Espiritualidad Juvenil Salesiana tiene en la
experiencia de Dios vivida por Don Bosco su núcleo fundamental. Pero es importante dar
un paso más: la Espiritualidad Juvenil Salesiana no se confunde ni se identifica con la
espiritualidad de Don Bosco, ni viceversa. No podemos, por lo tanto, analizar, estudiar,
entender... la experiencia de Dios vivida por Don Bosco y hacer una simple transposición a
nuevos escenarios socio-culturales.
Si la encarnación aparece como horizonte necesario para abordar el estudio de la
espiritualidad, también es verdad que la encarnación es, al mismo tiempo, una frontera real
desde la que es necesario partir de nuevo para continuar haciendo comprensible y
significativa la espiritualidad en otras realidades; la exigencia de la encarnación es siempre
una cuestión central -y actual- pues existe siempre la tentación del espiritualismo evasivo.
La Espiritualidad Juvenil Salesiana, es seguimiento, y no simple repetición o imitación de
lo que Don Bosco, Domingo Savio y tantos otros vivieron. Y el seguimiento exige discernir
los signos de los tiempos.
Para muchas mentalidades, en diferentes épocas, la santidad era -y es- como el
punto de llegada, como la meta final alcanzada tras un arduo camino espiritual recorrido
con heroicidad. Es decir, se indentificaba, esencialmente, con la perfección conseguida al
fin de la vida corporal. Sin embargo, la santidad, en realidad, es llamada, tarea y meta. La
santidad debe extenderse a todo el proceso, aunque tenga características diferentes en cada
momento. Esta percepción s global -y podríamos decir más existencial- facilita percibir
mejor la relación que existe entre cada fase o momento, permitiendo al mismo tiempo,
descubrir e identificar algunos aspectos propios y pecualiares a cada uno.
153
Entrados ya en la tarea de identificar la espiritualidad que Don Bosco ofrece a los
jóvenes como camino de santificación, debemos, antes de nada, mirar para la experiencia
fontal de esta espiritualidad, que tiene en Don Bosco su germen vital.
¿Desde dónde recibe el cristiano la llamada a la santidad? ¿En qué situación
histórica y existencial se encuentra el ser humano cuando reconoce en la vida la llamada de
un Dios santo a ser santo porque santo es Él? (1Pe1,15-16). Don Bosco creció y se
desarrolló física, intelectual y espiritualmente, en un contexto determinado por
circunstancias concretas que constituyen su humus credencial; el rigorismo que orientaba la
vida de los seminarios, el espíritu tridentido con sus secuelas de restauración y otras,
conformaron el mundo de Don Bosco. Ese fue el lugar existencial desde el que escuchó la
llamada a la santidad que surgía de la vida deteriorada, carente y maltratada de jóvenes
abandonados. Fue una llamada que escuchaba en encuentros personales, en sueños
proféticos y en desafíos radicales que le provocaban actitudes firmes. Y las tomó: hasta el
último suspiro sería para sus amados jóvenes.
Llegados a este punto, podemos formular una primera conclusión: El encuentro con
jóvenes abandonados en los arrabales de Turín se constituye en la experiencia fontal de la
espiritualidad de Don Bosco.
Para llegar a la formulación de esta primera conclusión, nos ha sido necesario
hacer un gran esfuerzo de síntesis. En el desarrollo de la disertación, aun contando con el
rigor y la precaución a la que nos sometimos, fue absolutamente necesario utilizar otro
instrumento: el narrativo y descriptivo. Ha sido imprescindible contar relatos, describir y
caracterizar ambientes, matizar diálogos, escuchar y repetir sueños, intuir relaciones...
Ciertamente, esta no ha sido una opción simplemente estilística, sino de fondo, de manera
de tratar el tema. Nos tranquilizó descubrir en algunos autores esta misma percepción. Dice
154
Augusto Guerra: "No hay santidad, sino santos. En la metodología actual, se prefiere el
lenguaje concreto al abstracto. Por ello se habla más de santo que de santidad"
381
. Y de
manera más rotunda, si cabe: "Es difícil en consecuencia dar una definición rigurosa de la
espiritualidad o de la teología espiritual: las que acabamos de mencionar... son más
'descripciones' que 'definiciones' en el sentido estricto del término"
382
.
Llegamos así a una segunda conclusión: aceptando la condiciones y circunstancias,
y por ello las limitaciones de nuestra cultura, hoy parece más adecuado abordar la
espiritualidad, tanto en general, como la cristiana en particular, desde una perspectiva
más descriptiva y narrativa y, por eso, menos conceptual.
Esta metodología parece más adecuada cuando se llega a los acontecimientos que
provocan la experiencia fontal de la espiritualidad de personas particulares y familias
espirituales. Y la mejor manera de acceder a la experiencia es la narración y el relato.
"Entre las numerosas exigencias de una renovación teológica que enfrente la crisis actual,
se encuentra la instancia original que postuala el retorno a una dimensión narrativa del
hacer teología"
383
. El mismo Don Bosco fue un maestro en el arte de contar y un excelente
hablador.
Donde mejor consiguió Don Bosco expresar todo esto fue en las biografías de
algunos jóvenes que vivieron con él en el Oratorio. Don Bosco cuenta, relata, narra... y lo
hace con pasión y con amor, sin esconder sentimientos ni permitir que puedan ser
interpretados de manera diferente a como él quiso que fueran entendidos. Así, este amor
381
GUERRA A., Santidad. In: FLORISTÁN C., Nuevo diccionario de Pastoral. Madrid: San Pablo 2002, p.
1334.
382
SOLIGNAC A., Spiritualité. In: VILLER M., CAVAGLIERA F., GUIBERT J. de, Dictionnaire de
Spiritualité. V. 15. Paris: Beauchesne 1990, pp. 1154-1155.
383
SPINSANTI S., Modelos espirituais. In: FIORES S. de, GOFFI T., Dicionário de Espiritualidade. São
Paulo: Paulinas 1989, p. 784.
155
declarado y explícito de Don Bosco por sus muchachos, lo llevó a proponerles una
espiritualidad integral: "buenos cristianos y honrados ciudadanos", sin dualismos que
pudieran provocar dudas inútiles.
Aunque sabemos que a esta altura de nuestro trabajo ya debe estar claro, no nos
parece gratuito recordar, una vez más, que Don Bosco hizo todo esto a partir de los
instrumentos culturales que poseía, y su lenguaje no escapa de la deuda cultural con el siglo
XIX. Reconociendo esta situación, nuestra preocupación está dirigida a los contenidos y a
la realidad a la que el lenguaje se refiere, entendiendo por lenguaje no apenas lo oral y
escrito, sino la amplia gama de signos que compone el sistema de comunicación.
Esta espiritualidad que damos en llamar espiritualidad integral
384
, Don Bosco la
propone a sus jóvenes enfatizando dos aspectos importantes. El primero: es una
espiritualidad histórica adecuada a la realidad de los jóvenes. El joven no necesita
modelos de ascetas o anacoretas. Dicho así parece simple, pero quien lee las biografías de
Domingo Savio o de Francisco Besucco, sabe el gran esfuerzo que Don Bosco tuvo que
hacer para que estos jóvenes vieran que era posible y fácil ser santo siendo jóvenes en el
sentido existencial de la palabra. El segundo: es una espiritualidad activa, comprometida
con el otro, con el prójimo, preocupada con el bienestar integral del compañero y del
amigo.
Ésta sería, pues, la tercera conclusión: Don Bosco propone una santidad juvenil
incluyente: el joven no necesita huír del mundo para ser santo; al contrario, el mundo, la
vida, los compañeros... son el 'lugar' de santificación. Es una espiritualidad apostólica, de
384
GALILEA S., O caminho da espiritualidade. Visão atual da renovação cristã. São Paulo: Paulinas 1984,
pp. 13-14: "Debemos recuperar una espiritualidad integral renovada que también sea fiel a la práctica de la fe
156
compromiso con el Reino, que potencia características juveniles como son la alegría, el
afecto y el arrojo.
Hoy, la Familia Salesiana es la depositaria y heredera de este carisma, y debe por
ello ser fiel y creativa. La expresión "Espiritualidad Juvenil Salesiana" tomó carta de
naturalidad a partir del 23 Capítulo General de los salesianos, y poco a poco va
sustituyendo a aquélla de "Sistema Preventivo" que durante tantos años y generaciones
caracterizó el vivir y obrar de dicha Familia.
El humus existencial donde crece y se desarrolla la Espiritualidad Juvenil Salesiana
hoy, es diverso al vivido por Don Bosco, pero también es diferente de una realidad a otra,
incluso en una misma situación espacio-temporal. La pluralidad se ha impuesto a la
uniformidad, el riesgo a la seguridad, lo provisional a lo definitivo... "La civilización de la
modernidad, ¿no pide nuevos modelos espiritules?"
385
.
He aquí las condiciones que nos llevan a la cuarta conclusión de nuestro trabajo: la
Espiritualidad Juvenil Salesiana es una herencia viva, y necesita, por ello, continuar
creciendo y desarrollándose, es decir, encarnándose. Son muchas las expresiones que en
los últimos años han descrito esta tensión entre conservación y progreso: fidelidad a las
fuentes y a los tiempos; el evangelio en una mano y el periódico en la otra; vuelta a las
fuentes con la mirada en el futuro... etc. La Espiritualidad Juvenil Salesiana, es una
espiritualidad que tiene un talante familiar común (como la franciscana, la ignaciana, la
carmelitana... también lo tienen). Pero común a todas, en un nivel profundo y anterior a las
especificidades, está situada la espiritualidad del seguimiento de Cristo. La espiritualidad
y a los ejercicios concretos de oración y vivencia evangélica. Una espiritualidad de actitudes que no se
explicita, acaba por evaporarse."
385
BROCARDO P., Dom Bosco 'Profeta di santità' per la nuova cultura. In: MIDALI M., Spiritualità
dell'azione. Contributo per un approfundamento. Roma: LAS 1977, p. 179.
157
del seguimiento de Jesús se hace plural al tener que ser vivida por personas, familias o
movimientos diversos, en contextos históricos y culturales distintos, tanto sincrónica como
diacrónicamente.
La Espiritualidad Juvenil Salesiana, como cualquier otra espiritualidad cristiana,
deberá vivir en un estado de "tensión bipolar de naturaleza cristológica y pneumatológica, a
la que se refiere... la historia de Jesús de Nazaret, por un lado y la historia que su Espíritu
inaugura, por otro"
386
.
Con todo lo expuesto hasta aquí, confiamos haber respondido de manera clara,
aunque con simplicidad, a la pregunta inicial que orientó todo este trabajo y que pretendía
estudiar la espiritualidad que Don Bosco legó a los jóvenes como camino fácil y alegre de
santificación.
386
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