Los hábitos de succión no nutritivos estaban presentes en 42 bebes (48,3%) en el primer mes, en 56
(64,4%) en el tercer mes y también en el sexto mes de edad (Tabla II).
El chupete fue el hábito más predominante en todos los meses de acompañamiento y el biberón fue ofrecido
por 36 madres (48,6%) en el primer mes; al tercer mes por 61 (82,4%) y al sexto por 65 (87,8%) (tabla II).
Los testes estadísticos, bien como la probabilidad y el riesgo relativo de cada variable con relación a los
hábitos y el uso del chupete están presentados en la tabla III.
DISCUSIÓN:
Las condiciones socio económicas y ambientales de las madres son importantes para evaluarse la influencia
que ejercen en el patrón de amamantamiento, en la adquisición de hábitos y en el uso del chupete. Se verifica que los
bebes de madres jóvenes y de bajo nivel socio económico, tienen el habito de utilizar el chupete o tener algún otro
hábito.
13
En este estudio apenas la adquisición de hábitos estuvo fuertemente asociado significativamente con la renta
familiar de la madre (p= 0,0003) en los seis primeros meses de acompañamiento, mostrando que la renta de la madre
es un factor protector para la adquisición de hábitos (RR=0,7011).
Las características ambientales ejercen relación con la adquisición de hábitos y el uso de chupete. Es posible
que si la familia presenta una condición favorable, los hábitos del niño serán más saludables, o sea, con condiciones
emocionales mejores, como por ejemplo, una familia que tenga la presencia del padre, que ofrezca otros modos para
“calmar” el niño, sin ser el chupete o cualquier otro hábito.
13
El padre ejerce papel fundamental en el núcleo familiar.
17
Fue verificada una asociación estadísticamente significante entre el hecho de la madre vivir junto con el compañero y
la adquisición de hábitos o uso de chupete.
Las características de los niños también son fundamentales con relación a la adquisición de hábitos o uso de
chupetes. El bajo peso al nacer influenció directamente en esta adquisición, siendo un factor protector para
adquisición de hábitos y chupetes (p<0,0001 e RR= 0,3579 e p=0,0008 e RR =0,6272 respectivamente). El período de
embarazo es otro factor importante y que también tiene relación directa con el peso al nacimiento, pues niños que
nacen prematuramente, normalmente tienen bajo peso. La asociación entre edad del embarazo y usuarios de chupete
fue significante en este estudio (p= 0,0184 e RR= 1,3147).
El tiempo desde que nació hasta mamar por vez primera es esencial por varios factores, entre ellos: la
duración del amamantamiento, instalación de hábitos y uso de chupetes. Es importante que el niño mame en el seno
dentro de las primeras cuatro horas después del nacimiento. En el presente estudio fue verificado que menos de la
mitad de las madres amamantaron sus bebes en las primeras cuatro horas, valor menor que el mencionado en el
estudio de Navarro-Estrella, et al. (2003)
18
, en el cual el 60% de las madres amamantaron en este período. Fue
verificado en este estudio, el tiempo de la primera mamada con diversas variables y se encontró una relación
estadísticamente significante entre el uso del chupete y bebes que no mamaron en las primeras cuatro horas
(p=0,0008 e RR= 1,2474). Casi la totalidad (94,3%) de las madres empezó la práctica de amamantamiento materno,
valor este superior a los 92% de la media nacional
19
. Siendo que de estas, apenas el 45,9% estaban amamantando su
bebe en el seno exclusivamente.
El niño hasta los seis meses de edad no necesita ningún alimento o líquido que no sea la leche materna, por
traer innúmeras ventajas al bebe y a la madre
20
. La práctica del amamantamiento exclusivo es fundamental para el
desarrollo normal del bebe. Sólo que no es una práctica común entre las mujeres, hecho comprobado en esta
investigación y en varios estudios que relatan una baja prevalencia de amamantamiento materno exclusivo, como en los
resultados encontrados por Riveira et al. (2003)
1
; González-Cóssio et al. (2003)
2
;
Soares et al. (2003);
13
Espinozza
(2002)
17
; Navarro-Estrella et al. (2007)
18
; Flores et al. (2005)
21
. En este estudio ninguna madre amamantó a su hijo
exclusivamente por seis meses de vida, período recomendado por los órganos nacionales e internacionales de la
salud
6,7,8
.
El uso de biberón con cualquier tipo de líquido en el período de amamantamiento exclusivo es desnecesario,
aun así se observa que la introducción de éste es frecuente. Se verificó gran frecuencia de biberón ya en el primero
mes de acompañamiento (44,8%). Al final del sexto mes, un 87,4% de las madres complementaban la alimentación de
sus hijos con el uso de biberón. Estos datos fueron superiores a los 62,8% encontrados por la investigación realizada
en ámbito nacional
19
.
El biberón además de ser más fácil de succionar, no suple el instinto de succión, pero el niño se satisface
más rápidamente. Es fuente de contaminación y además provoca un serio problema a los niños amamantados en el seno,
ellos pasan a agarrar el seno de modo incorrecto. El uso de biberón influye en la técnica de amamantamiento y no lo
contrario, hecho observado en el estudio de França et al. (2008)
20
. Además de interferir negativamente en el
desarrollo orofacial.
22
En este estudio el biberón estuvo significantemente asociado al amamantamiento materno en el segundo,
quinto y sexto mes de acompañamiento (p=0,0137, p=0,0310 e p=0,0007 respectivamente), siendo que cuanto menor el
tiempo de amamantamiento materno mayor es la oportunidad del niño utilizar este utensilio.
El hábito es la costumbre o la práctica adquirida por la repetición frecuente de un mismo acto, que al
principio se hace de forma consciente y, posteriormente, de modo inconsciente. La respiración nasal, la masticación y
la deglutición se consideran hábitos fisiológicos y funcionales. Entre tanto, la succión digital, de chupete, biberón y la
respiración bucal, entre otros, son considerados hábitos no fisiológicos, por lo tanto, deletéreos o no funcionales.
23,24
Najara B. Rocha