RESUMEN
CHAVES, E. S. Acompañamiento de niños y adolescentes con historia
familiar de hipertensión arterial. Fortaleza: Universidad Federal del
Ceará.
Tesis (Doctorado), 2007, 117p.
La presencia de las alteraciones de la presión sanguínea en niños y adolescentes tiene
evidenciado que la hipertensión arterial puede tener su historia inicial en esto periodo de
vida. Se cree que los efectos deletéreos de la hipertensión, en el caso de su existencia,
podrían ser disminuidos se su presencia fuese detectada precozmente, siendo suficiente
para eso que la evaluación de la presión arterial fuese hecha periódicamente y se
constatase como parte de la obligación de las consultas a los niños y a los adolescentes.
Estudios epidemiológicos sobre presión sanguínea en la niñez también señalan que la
persistencia de valores elevados en esta fase de la vida refuerza la hipótesis de que la
hipertensión en adultos es resultado directo de hipertensión en la niñez. Se tuvo como
objetivo acompañar por tiempo muy largo niños y adolescentes con historia familiar de
hipertensión arterial, haciendo el análisis de la evolución de los percentiles/
clasificación de presión arterial de niños y adolescentes. El estudio longitudinal/
prospectivo fue desarrollado en una comunidad de la periferia de Fortaleza-Ceará. La
presión arterial fue evaluada en cinco encuentros: primer semestre de 2004; primer
semestre de 2005; primer semestre de 2006 y en el segundo semestre de 2006. La
colecta de datos fue realizada en el domicilio en periodos predeterminados. Por los
datos obtenidos, fue posible asegurar que niños y adolescentes pueden tener presiones
arteriales elevadas, mismo que no tenga una causa específica y sin sintomatología. El
grupo presentado fue compuesto por 141 participantes, en su mayoría del sexo
femenino (71). Las edades variaron de 6 a 21 años en el decurso del periodo de
acompañamiento. Los valores más elevados de presión arterial fueron señalados en
aquellos del sexo masculino. Un porcentaje mayor de los niños y adolescentes tenían
parentesco de 2º grado con el portador de hipertensión arterial (48,9%), siendo estos los
que señalaron mayores valores medios de PAS y de PAD. De los 92 niños, 30 niños
permanecieron sin alteraciones de los percentiles de presión arterial en todas las
evaluaciones; 42 presentaron alteraciones a partir de la 3º evaluación; ocho señalaron
alteraciones de los percentiles solamente en la última evaluación realizada; 11
presentaron alteraciones de los percentiles de presión arterial en todas las evaluaciones y
20 presentaron alteración de los percentiles en alguna evaluación, pero en la última
señalaron percentiles normales de presión arterial. De los 49 adolescentes, 32
adolescentes permanecieron sin alteraciones de los percentiles de presión arterial en
todas las evaluaciones; ocho presentaron alteraciones a partir de la 3º evaluación; dos
individuos señalaron alteración de los percentiles solamente en la última evaluación;
seis presentaron alteraciones de los percentiles de presión arterial en todas las
evaluaciones y tres presentaron alteración de los percentiles en alguna evaluación, pero
en la última señalaron percentiles normales de presión arterial. No fue posible
identificar significativamente la estadística en relación a los factores de riesgo
presentados a lo largo del acompañamiento, lo que parece ser el factor familiar lo
mayor contribuyente para los valores elevados de las presiones arteriales. Se asegura la
necesidad de control rutinero de la presión arterial de niños y adolescentes y, mismo sin
la correlación estadística significativa, la identificación precoz de indicadores de riesgo
como sobrepeso, obesidad, sedentarismo, historia positiva para hipertensión, uso de
humo y bebida alcohólica en la prevención de eventos cardiovasculares futuros.
Descriptores: Presión Sanguínea; Niños; Adolescentes; Factor familiar.