¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocar-te, para que sacudiendo el
ensangrentado polvo que cubre tus cenizas te levantares a explicarnos la
vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un
noble pueblo! Tú posees el secreto, ¡revélanoslo! Diez años aún después de
tu trágica muerte, (…) Facundo no ha muerto; está vivo (…) en Rosas, su
heredero, su complemento: su alma ha pasado a este molde más acabado,
más perfecto; y lo que en él era solo instinto, iniciación, tendencia,
convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin.
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Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas,
hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado,
espíritu calculador, que hace el mal sin pasión y organiza lentamente el
despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo. Tirano sin rival hoy
en la tierra (o grifo é meu)
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A afirmação de Sarmiento de que Rosas hace el mal sin pasión merecerá
um redirecionamento da concepção de Bem e Mal, por parte da personagem Rosas,
ao longo do texto El farmer, e contribui decisivamente na delineação da imagem que
refletirá a de Rosas. Assim, Rosas expande a caracterização do mal, proposta pelo
autor de Facundo, como segue: El Mal, en mi boca y por mi brazo, fue orden y
justicia. Lo digo aquí, en tierra extranjera, para quien quiera escucharme, Dios
incluido. (p.12) Em En esta dulce tierra, há um paralelismo entre Bem e ordem,
expresso no diálogo entre o hombre pequeño y delgado e Cufré:
No se impaciente, Cufré: (...) Usted, eso se sabe, no es un delator ni aprecia
la prosa embaucadora de don Pedro de Angelis… Es un espejo que nos
mide, el señor Pedro de Angelis: dijo de algo hay que vivir; y puso precio a
su pellejo y a su pluma, y vendió su talento a Dios, no al Diablo. Al Bien, no
al Mal. Al orden, no a la utopía.
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(o grifo é meu)
Também em Ese manco Paz, esta idéia subjaz na interrogação de Paz
sobre o que o diferencia de Rosas:
Resulta que yo ruego a Dios paz, orden, quietud y prosperidad para la
República, y Rosas pide orden, quietud, paz y prosperidad para este país
donde él y yo nacimos.
¿Queremos lo mismo, él y yo, para este país donde, él y yo, nacimos?
¿Por qué, para la República, él y yo, pedimos lo mismo?
Si Rosas no miente, y Paz no miente, ¿qué nos diferencia? (grifado na
obral)
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Rosas complementa sua concepção de Mal, apresentando o que seria o
Bem em Sarmiento: ¿Qué hace, hoy, el señor Sarmiento? Levanta escuelas y
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SARMIENTO, D. F. Facundo. Buenos Aires: Librería del Colegio, 1933, p.27-28.
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RIVERA, A. En esta dulce tierra. Buenos Aires: Alfaguara, 1995, p. 27.
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RIVERA, A. Ese manco Paz. Buenos Aires: Alfaguara, 2003, p.57.