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La revista DEP Diplomacia, Estrategia y Política es una publicación trimestral editada
en portugués, español e inglés, sobre temas sudamericanos, publicada en el marco del
Proyecto Raúl Prebisch, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil
(MRE/Funag Fundación Alexandre de Gusmão/Ipri Instituto de Investigaciones
de Relaciones Internacionales), de la Constructora Norberto Odebrecht S. A., de la
Andrade Gutierrez S. A. y de la Embraer – Empresa Brasileira de Aeronáutica S. A.
Editor
Carlos Henrique Cardim
Dirección para correspondencia:
Revista DEP
Caixa Postal 2431
Brasília, DF – Brasil
CEP 70842-970
revistadep@yahoo.com.br
www.funag.gov.br/dep
Dados Internacionais de Catalogação na Publicação (CIP)
DEP: Diplomacia, Estrategia y Política/Proyecto Raúl Prebisch no. 7 (julio/septiembre de 2007)
– . Brasília : Proyecto Raúl Prebisch, 2007.
Trimestral
Editada en portugués, español e inglés.
ISSN 1808-0480
1. América del Sur. 2. Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana,
Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela. I. Proyecto Raúl Prebisch.
CDU 327(05)
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D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Número 7 Julio / Septiembre 2007
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26
49
83
96
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Índice
La recuperación de la economía argentina
Aldo Ferrer
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Luís Alberto Arce Catacora
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
João Paulo de Almeida Magalhães
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
Mauricio Jelvez M.
Economía colombiana en la coyuntura:
una aproximación crítica
Darío Germán Umaña Mendoza
La economía del Ecuador:
un balance y una nueva noción de desarrollo
Fander Falconí Benítez
150
165
182
204
218
231
251
La economía de Guyana, examen y prospectos
Rajendra Rampersaud
Paraguay, una marcha lenta: situación y perspectiva
económica
Dionisio Borda
La economía peruana y el desafío del crecimiento
con inclusión social
Enrique Cornejo Ramírez
Suriname: evolución macroeconómica
André E. Telting
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
Jorge Abuchalja
La actual fase de crecimiento de la economía
venezolana
Nelson Merentes
Philip Moore: un alma antigua en un cuerpo moderno
Agnes Jones
Encuentro de
economistas de
América del Sur
L
a Fundación Alexandre de Gusmão y el Instituto de Investigación
en Relaciones Internacionales (IPRI) con la colaboración de la Constructora
Camargo Correa promovieron, el día 7 de noviembre de 2007, en el
Palacio de Itamaraty, Río de Janeiro, el Primer Encuentro de Economistas
Suramericanos.
La Iniciativa reunió destacados especialistas de los doce pses de la región
que fueron invitados a presentar sus reexiones y síntesis sobre las economías
nacionales cuyos textos están publicados integralmente en la presente edición
de la revista “Diplomacia Estrategia Política DEP”.
A partir de los informes sobre cada país, se estableció un debate
provechoso entre los participantes, en el cual quedó en evidencia que además
del importante intercambio de visiones e información sobre la situación y
perspectivas internas, existe un sentido más amplio de pertenencia a la región
y la consciencia de una historia compartida.
Registramos la relevante contribucn de la Constructora Camargo
Correa que viabilizó la realización de este primer Encuentro de Economistas
de América del Sur, actitud que revela la comprensión de la empresa sobre el
diálogo que debe existir siempre entre el mundo académico, diplomático y la
iniciativa privada.
DEP
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La recuperación de la
economía argentina
Aldo Ferrer*
D
esde mediados del 2002 hasta la actualidad, la economía argentina
registra un crecimiento superior al 8% anual, en un contexto de
gobernabilidad de la macroeconomía y mejora de los indicadores sociales.
Este comportamiento contrasta con su trayectoria de largo plazo y,
particularmente, con el periodo que se abre en 1998 y culmina con la crisis del
2001 y principios del 2002. En este último, se produjo una caída acumulada
del PBI del 20%, la tasa de desempleo alcanzó al 25% y la proporcn
de población debajo de la nea de pobreza supe el 50%. Finalmente,
colapsaron el régimen de convertibilidad y la paridad unitaria del peso con
el lar, los desitos bancarios fueron inmovilizados para frenar la fuga
de capitales y el gobierno declaró el default sobre la deuda externa blica.
El desorden quedó reejado en la imposibilidad del cumplimiento de los
contratos entre particulares denominados en dólares y en la circulación de
dieciseis monedas, emitidas por las provincias, ante el derrumbe del sistema
monetario y de las nanzas públicas.
La crisis fue el epílogo de una estrategia económica fundada en
un paradigma que demostró ser incompatible con el crecimiento de la
* Universidad de Buenos Aires.
La recuperación de la economía argentina
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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economía argentina y el bienestar social e, incluso, con los equilibrios
elementales para el funcionamiento de un sistema económico. Tal estrategia
provocó un deterioro sin precedentes en el tejido social y productivo del
país y conclu desorganizando los tres ejes fundamentales que mantienen
el orden de una economía moderna, a saber: el presupuesto, los pagos
internacionales y la moneda.
En ese escenario de crisis económica y convulsión social, la Argentina
enfrentaba, simultáneamente, una severa crisis política. La renuncia, en el
transcurso del 2001, del vice Presidente y, luego, del Presidente de la Nación
y la disputa al interior de la fuerza mayoritaria, conguraban un cuadro de
inestabilidad e impotencia de las instituciones. A mediados del 2002, los
pronósticos sobre el futuro de la Argentina eran los peores imaginables.
A saber, hiperinación, caos social y necesidad irremediable de un salvataje
internacional.
Cinco años después, la realidad es totalmente distinta a la imaginada
entonces. La democracia argentina resistió la crisis. En el 2003 el país renovó
sus autoridades en paz y ahora se encamina hacia una nueva elección, dentro
de la Constitución. La economía registra un crecimiento sin precedentes. Los
fundamentos macroeconómicos, en un contexto internacional favorable, son
sucientemente sólidos como para desplegar el amplio potencial de desarrollo
de la Argentina. La crisis nanciera quedó encapsulada en sus propios límites y
no impidió el crecimiento de la economía real y de la tasa de inversión, la cual
aumentó del 12% a principios del 2002 al 23% en la actualidad, nanciada con
ahorro interno. La recuperación se registró con recursos propios sin pedirle
nada a nadie y cancelando deuda.
Subsisten problemas graves, sobre todo, en el área social. La desocupación
se ha reducido pero alcanza todavía a cerca del 10%, la pobreza aige a 1/3 de
la población, el trabajo informal sin cobertura social representa más del 40%
de la fuerza de trabajo y subsiste una exagerada concentración del ingreso. La
política económica enfrenta otros desafíos como, por ejemplo, compatibilizar
una tasa elevada de crecimiento con una estabilidad razonable de precios. En
cualquier caso, el cambio de rumbo es tan radical que amerita un ejercicio
de interpretación y una exploración de las perspectivas futuras. Este es el
propósito de este ensayo.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Aldo Ferrer
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1. El paradigma de política económica
La notable recuperación de la econoa argentina de los últimos tres años
reeja la convergencia de las nuevas circunstancias abiertas por la misma crisis
y el manejo de las mismas por la conducción política y económica. Ambos
factores permitieron recuperar la gobernabilidad de la economía.
A principios del 2002, la profundidad de la recesión había aumentado la
brecha entre el producto real y el potencial al 30%. Existían entonces recursos
ociosos y disponibles que permitían recuperar la producción y el empleo
en cuanto se expandiera la demanda y estableciera la gobernabilidad de la
economía. La crisis provocó también una fuerte caída de las importaciones, que
frente al considerable crecimiento de las exportaciones, permitió generar un
superavit del balance comercial, en los últimos cinco os, de 60 mil millones de
dólares. A su vez, fue posible recuperar la recaudación de impuestos, nanciar
el gasto público y generar, en 2004, un superavit primario consolidado, del
Estado nacional y las provincias, del orden del 6% del PBI. El mismo se redujo
posteriormente, pero sigue por encima del 3%. Por último, la devaluación
y el aumento de los precios internos solo en 1/3 del ajuste cambiario,
mejoró la competitividad de la producción de bienes y servicios transables
internacionalmente. Este notable cambio de circunstancias, fortaleció a la
conducción económica la cual, al mismo tiempo, había recuperado, trás el
abandono de la convertibilidad, el comando de la política monetaria y la
administración del tipo de cambio.
La política económica respondió con ecacia a los desafíos y nuevas
circunstancias abiertos por la crisis del 2001/02. Esto constituye la causa
principal de la recuperación y crecimiento actuales de la economía argentina.
Fue así posible recuperar el comando de los instrumentos de la política
económica y provocar un shock de rentabilidad en actividades, particularmente
en la industria manufacturera y entre pequeñas y medianas empresas, que
habían sido castigadas por la sobrevaluación cambiaria y los otros contenidos
de la política anterior. A partir de allí, comenzó la recuperación de la economía
argentina.
Los rasgos principales de la actual política económica son los siguientes:
Sostenimiento de un tipo de cambio consistente con la competitividad
de la producción de bienes transables;
La recuperación de la economía argentina
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Reaparición del Estado como árbitro de los conictos inherentes a
una economía de mercado y a una sociedad pluralista;
Consolidacn de los equilibrios macroeconómicos en el presupuesto,
la moneda y el balance de pagos, para encuadrar el funcionamiento
de la economía y la formación de las expectativas de los agentes
económicos;
Reducción progresiva del endeudamiento externo, de los sectores
publico y privado, para consolidar los equilibrios macroeconómicos
y sanear la exposición nanciera del sector privado, y
Utilización de la política de ingresos, como instrumento complementario
de los equilibrios macroeconómicos, para orientar la evolución de los
precios y administrar las presiones inacionarias, sin deprimir el nivel
de la actividad económica y el empleo.
Varios de los contenidos en el actual paradigma de la política económica
argentina, están presentes, a lo largo de la historia y en la actualidad, en los
países que han logrado elevados niveles de desarrollo, la movilización de
su potencial productivo, una inserción simétrica en el sistema internacional
y la elevación del bienestar de sus sociedades. En ningún caso, tales países
mantuvieron tipos de cambio hostiles a la competitividad de la producción ni,
tampoco, niveles insostenibles de endeudamiento. En tal sentido, puede decirse
que la política argentina se está desplazando hacia la normalidad y, lo que es
más importante, lo mismo parece observarse en los criterios predominantes
en la opinión pública.
El hecho de que en la Argentina se hayan aplicado, durante tanto tiempo,
políticas anormales obedece a que el país no logró, en su pasado, generar un
consenso básico de largo plazo sobre la política económica, necesaria y posible,
para desplegar su potencial productivo. En el fondo, subsiste aún el debate,
fundado en razones complejas de la formación histórica del país, acerca de si
una economía de mercado es un sistema sujeto a reglas globales administradas
desde los centros de poder mundial o, en cambio, un sistema que conserva
capacidad de decidir su propio rumbo, dentro de una red de relaciones globales
de comercio, inversiones y corrientes nancieras.
Para el paradigma que sustentó la política de los años noventa, el orden
mundial es un sistema de alcance global, planetario, en el cual, tienen lugar la
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mayor parte de las transacciones económicas y, en el cual, las decisiones las
toman los centros de poder transnacional. A saber, los mercados nancieros,
las grandes corporaciones y, en cierta medida, los gobiernos de un reducido
grupo de países altamente industrializados, en primer lugar, los Estados
Unidos. En ese escenario, los otros países y sus estados nacionales, habrían
perdido capacidad de tomar decisiones sobre los temas fundamentales de la
producción, la inversión y la distribución del ingreso.
Para este enfoque, los países periféricos de los centros de poder del
sistema, carecen de poder decisorio propio y sus estados nacionales son
impotentes para determinar el curso de los acontecimientos. Apela a otra idea
adicional: los mercados saben más que el Estado y, por lo tanto, las políticas
públicas perturban la racionalidad económica. En conclusión, la única actitud
posible es seguir la corriente y hacer lo que los mercados esperan. La política
económica queda reducida entonces a transmitir señales amistosas a los criterios
e intereses de los mismos. Se supone que, entonces, los mercados globales
incorporarán al país periférico al proceso de desarrollo y elevarán el bienestar
del conjunto de la población.
El fundamento de este paradigma es falso por varios motivos. En primer
lugar, porque la mayor parte de las transacciones económicas y la acumulación
de capital se realizan mayoritariamente dentro de los espacios nacionales. Las
exportaciones mundiales representan alrededor del 20% del producto bruto
mundial y las inversiones (incluyendo reinversión de utilidades) de las liales
de corporaciones transnacionales (que son la medida del aporte del capital
extranjero a la ampliación de la capacidad productiva), nancian menos del
15% del aumento del capital productivo de la economía internacional. En
consecuencia, el 80% de la producción del mundo se vende dentro de los
mercados internos y el ahorro interno nancia más del 80% de la acumulación
de capital. La globalización del orden mundial coexiste así con el hecho de que
los mercados internos y el ahorro de los países son esenciales como fuente de
demanda y de recursos para el crecimiento. No pueden ser ignorados en una
estrategia realista de desarrollo e inserción en la economía global.
En segundo lugar, el desarrollo económico depende de la capacidad
de las sociedades de poner en marcha procesos de acumulación en sentido
amplio. Vale decir, acumulación de capital, tecnología, capacidad de gestión
privada y pública, educación, regulación económica y de relaciones creativas
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entre las esferas pública y privada. Ese proceso de acumulación solo puede
gestarse desde adentro de cada sociedad y no puede transplantarse desde
afuera. Al mismo tiempo, no puede lograrse aislado del mercado y del acervo
de tecnologías y conocimientos disponibles en el mundo. No son posibles la
acumulación y el desarrollo subordinados a factores externos que desarticulan
la cohesión social y el tejido productivo de un país ni, tampoco, al margen
de la globalización. De allí la irracionalidad del planteamiento que, inspiró las
políticas neoliberales que culminaron en la crisis argentina.
Cuando los países logran dar respuestas a los desafíos y oportunidades de
la globalización consistentes con su desarrollo nacional, abren oportunidades
para todos, promueven la inversión y el crecimiento y establecen relaciones
simétricas no subordinadas con el orden global. Cuando no, prevalecen el
subdesarrollo, la pobreza, la desigualdad y la dependencia respecto de los
centros de poder mundial. La historia argentina ilustra estos hechos con
ejemplos emblemáticos.
La capacidad de acumulación y desarrollo y la ecacia de las respuestas
a la globalización, dependen de la densidad nacional de los países. Vale decir,
de su cohesión social, de la calidad de los liderazgos para acumular poder
reteniendo el dominio de los principales recursos y abriendo oportunidades
de empleo para la mayoría, de la estabilidad de las instituciones y de ideologías
funcionales al despliegue del potencial de los recursos disponibles.
La experiencia histórica es concluyente. Observando la realidad
contemporánea se advierte que lo que caracteriza a los países más exitosos
de Asia, como Corea, Taiwan y Malasia, e incluso, China e India, es una
densidad nacional suciente para desplegar procesos de acumulación en sentido
amplio y, consecuentemente, crecer y ampliar los espacios de bienestar de su
población. En América Latina, en cambio, las fracturas sociales, liderazgos
que acumulan poder subordinado a intereses transnacionales, instituciones
frágiles y la inuencia de lo que Prebisch llamaba el “pensamiento céntrico”,
obstaculizaron la formación de economías de mercado dinámicas y abiertas
al mundo, preservando el comando del propio destino.
Este dilema acerca de la naturaleza de la economía argentina, su ubicación
en el mundo y su desarrollo, penetran el debate actual sobre la política
económica. Las propuestas en cuestiones tan puntuales como la tasa de interés,
el tipo de cambio, la moneda, el gasto público y los impuestos, en denitiva
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tienen, siempre, como fundamento una de las dos visiones. De allí que el
esclarecimiento de estas cuestiones dista de ser un ejercicio de mero alcance
teórico e involucra los problemas concretos y puntuales que deben resolverse
para que la actual recuperación de la economía argentina se transforme en un
proceso acelerado, a largo plazo, de desarrollo sustentable con equidad.
2. Las fases de la evolución actual de la economía
Las políticas del renovado paradigma desarrollista
1
posibilitaron la
recuperación y el crecimiento de la economía argentina. Desde el punto más
profundo de la crisis (nes de 2001 y principios del 2002), hasta la actualidad, la
economía atravesó por dos fases hasta culminar, ahora, con un nuevo escenario,
en el cual, se replantean los problemas del crecimiento y la estabilidad.
La primera fase
Abarca desde mediados del 2002 hasta nes del 2003. En su transcurso
la demanda agregada aumentó por el elevado superávit de los pagos
internacionales y la sustitución de importaciones de bienes transables provocada
por la modicación de precios relativos post devaluación. Los impulsos de la
demanda agregada, más que compensaron el papel contractivo que cumplió
el superávit primario del sector público consolidado.
Esta expansión de la demanda agregada y la competitividad recuperada de
la producción interna de bienes transables, amplió los espacios de rentabilidad,
estimuló la actividad privada en la industria y permitió reducir la capacidad
productiva ociosa. En el mismo sentido contribuyó el sostenido crecimiento de
la producción agropecuaria y, poco después el repunte, de la construcción. La
respuesta de la oferta se reeen el notable incremento del PBI y la recuperación
del empleo.
Después del ajuste inicial de precios internos posterior a la salida de la
convertibilidad y de la estabilización posterior de la paridad nominal en torno
de los 3 pesos por un dólar, el aumento de los precios internos concluyó
representando un tipo de cambio real un 30% más alto que el promedio de
los últimos treinta años.
1 L.C. Bresser Pereira denomina “nuevo desarrollismo” a su propuesta de estrategia económica para Brasil
que tiene muchas coincidencias con el renovado paradigma desarrollista en la Argentina. Ver. Macroeconomia da
estagnacao. Editora 34. Sao Paulo. 2007.
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El comportamiento de la economía y de las empresas fue posible por
la progresiva recuperación de la conanza y las expectativas fundada en la
progresiva normalización del contexto económico y social. La gobernabilidad
de la economía resultó así esencial para la recuperación. La misma se asentó
en los siguientes hechos:
El superávit en los pagos internacionales y el aumento de las reservas
del Banco Central;
La modicación de precios relativos favorable a la competitividad
de la producción interna;
La pesicación del sistema monetario, la consecuente recuperación
de la autoridad monetaria y la normalización de la operativa bancaria,
y, nalmente;
La exitosa operación de salida del default de parte principal de la deuda
pública externa y la sustancial reducción de la exposición en divisas
del sector privado.
La recuperación de la seguridad jurídica y del régimen de contratos
contribuyó a generar un escenario propicio para la producción, la inversión y
el empleo. Las reglas vigentes bajo la convertibilidad eran insostenibles porque
se fundaban en un régimen económico nanciero basado en una moneda
extranjera, desequilibrios macroeconómicos crecientes y normas incalicables,
como aquella de jar los precios de los servicios blicos en lares e indexarlas
por la inación de los Estados Unidos. Después del colapso inevitable, se
fueron normalizando las relaciones jurídicas y el régimen de contratos.
Las nuevas orientaciones de la potica económica contribuyeron a
la recuperación de la autoconanza del país en sus propias fuerzas, en su
capacidad de administrarse y desplegar su potencial productivo.
El extraordinario dinamismo de la producción agropecuaria y de la cadena
de valor agro industrial inuyó en el proceso de recuperación de la economía
argentina. Contribuyó el fuerte aumento de la producción del sector impulsado
por la capacidad del empresariado rural, el cual, incorporó la revolución
tecnológica derivada de las nuevas practicas agronómicas, como la siembra
directa, los paquetes tecnológicos y las semillas transgénicas. La apertura de
nuevos mercados, particularmente en el espacio Asia Pacíco, y el aumento
de los precios de los commodities, inuyeron en el mismo sentido.
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La segunda fase
Comienza a principios del 2004 y está concluyendo. En la misma, el
impulso de la demanda agregada se sostuvo en el fuerte aumento del consumo
(por la recuperación del empleo y los salarios) y el notable incremento de
la inversión bruta interna. El superávit primario consolidado en las cuentas
públicas, debilitó parcialmente el impulso expansivo del consumo y la
inversión.
Continuaron prevaleciendo en esta fase los efectos positivos de la
gobernabilidad de la economía y la modicación de los precios relativos a favor
de la producción local de los bienes transables. Este último factor, tendió a
debilitarse por la progresiva apreciación del peso y abre, a futuro, incertidumbre
acerca del comportamiento del tipo de cambio real a mediano y largo plazo.
En esta fase, la oferta siguió respondiendo a los estímulos de la demanda.
El PBI mantuvo tasas de aumentó cercanas al 9% anual, con una sostenida
y moderada recuperación del empleo y de los salarios reales. Se mantuvieron
espacios atractivos de rentabilidad en todo el aparato productivo, lo cual explica
el aumento de la inversión bruta interna.
La actual potica de estabilidad se sostiene sobre la solidez de los equilibrios
macroeconómicos del sistema y una política de ingresos instrumentada a través
de los acuerdos promovidos en mercados y productos críticos, las retenciones
sobre exportaciones diversas, los subsidios a servicios públicos de consumo
masivo, los controles sobre los precios de los servicios públicos privatizados
y orientaciones acerca de los límites aceptables de aumentos de salarios.
La política de ingresos es un instrumento heterodoxo de la política
económica, legítimo y de amplios antecedentes, incluso en las economías
industriales avanzadas. La misma tiene dos objetivos principales: administrar
las pujas distributivas del ingreso e inuir en la distribución interna del ingreso
entre sectores productivos y sociales. Esto último incluye la administración
de las diferencias de precios relativos internos respecto de los vigentes en el
mercado internacional, con vistas a inuir en la asignación de los recursos
dentro de una economía nacional. Es el caso de los impuestos (retenciones) sobre
el tipo de cambio aplicado a las exportaciones de diversas commodities.
En la Argentina, la actual política de ingresos tiene, simultáneamente,
todas estas motivaciones. Su viabilidad depende, en gran medida, de la uidez
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del diálogo entre el gobierno y los actores económicos y de que sea compatible
con las condiciones de rentabilidad indispensables para sustentar el crecimiento
continuo de la oferta.
3. El sendero del desarrollo futuro
Cumplidas las dos primeras fases de la recuperación se agota el impulso
al crecimiento impulsado por el cambio de las reglas del juego. Concluye,
también, la etapa en la cual el nuevo paradigma de la política económica pudo
desplegarse con en el instrumental relativamente simple del ajuste scal, la
pesicación del sistema monetario, la determinación del tipo de cambio y la
recuperación de funciones esenciales del poder administrador.
Es necesario consolidar lo alcanzado y, al mismo tiempo, tomar nota que,
actualmente, los dilemas fundamentales del desarrollo, del cambio tecnológico,
del proceso de acumulación en toda su complejidad, confrontan al país con
nuevos desafíos. Es preciso identicar los objetivos que se proponen, de aquí
en adelante, para alcanzar niveles de desarrollo y bienestar acordes al talento
y los recursos disponibles. Es decir, llegó el momento y la oportunidad de
poner el país real a la altura del país posible.
Surgen así tres cuestiones fundamentales que deben encararse. A saber: la
elevación del bienestar social, la integración del tejido productivo y la inserción
armativa del país en la globalización. El pleno desarrollo de las pequeñas
y medianas empresas es una condición necesaria para la resolución de tales
desafíos. Ellas constituyen parte fundamental del tejido productivo y social
del país, son la fuente principal del empleo y, por lo tanto, del bienestar y,
nalmente, son un instrumento esencial para generar una relación simétrica y
dinámica con la economía mundial.
Para construir un sendero de crecimiento de largo plazo, la política
económica debe cumplir tareas s complejas que en las dos fases de
la recuperacn. Debe, ahora, renar sus instrumentos para respaldar el
crecimiento y la transformación de la economía y fortalecer la presencia del
país en el escenario internacional. Sobre estas bases tiene que abrir nuevas
oportunidades a la creatividad, raticar que el lugar más rentable y seguro
para invertir el ahorro y el talento propios es nuestro mismo país y saldar,
denitivamente, la deuda social.
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Las cuestiones fundamentales
Desarrollo social. Hasta ahora, la recuperación inicial del empleo y
programas sociales diversos alcanzaron para descomprimir, en alguna medida,
las tensiones provocadas por la fractura del tejido social y productivo del país
y su secuela de pobres, indigentes y marginados. Pero subsisten los reclamos
de una sociedad agraviada por la pobreza y la desigualdad y tantos os de
desatinos. El empleo de calidad, la incorporación de todos los trabajadores
en el mercado formal, el fortalecimiento de los regímenes de protección
y el aumento de la oferta de bienes blicos (salud, educacn, seguridad,
medio ambiente), emergen ahora como las cuestiones fundamentales en el
campo social.
Estructura productiva. La recuperación en sus dos fases reconstituyó, en
alguna medida, una estructura productiva más diversicada y compleja, con un
despliegue que abarcó diversas regiones del extenso territorio nacional. Estos
hechos iniciaron el sendero hacia la formación de una economía moderna,
integrada, abierta y competitiva.
La diversicación estructural es indispensable para permitir que el
conocimiento cientíco y la tecnología penetre en todo el tejido productivo y
social del país, responda a los cambios en la demanda y la tecnología y ponga
en marcha los procesos acumulativos de capital, capacitación de los recursos
humanos y gestión de recursos, que constituyen la esencia misma del desarrollo.
Una estructura exible y cambiante, tan diversicada y compleja como lo
demanda el estado actual de los conocimientos, es capaz de responder a los
cambios impuestos por las nuevas tecnologías y la composición de la demanda
de los mercados. Es también capaz de ampliar las fuentes de la innovación
y difundir la aplicación del conocimiento en todo el tejido productivo y
social. No es concebible una sociedad moderna del conocimiento en una
estructura productiva sustentada en uno o pocos sectores, por mayor que sea
la complejidad del proceso productivo que lo sustenta que, en tal caso, revelaría
un insuciente grado de integración con el resto de la economía.
Argentina cuenta con la fortuna de disponer con recursos humanos
valiosos y de una amplia y variada dotacn de recursos naturales, que le permiten,
incluso, autoabastecerse de energía y alimentos. Estos medios, transformados
e integrados con el desarrollo industrial y los servicios portadores del
conocimiento, son una plataforma de desarrollo.
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La experiencia histórica es concluyente: solo son prósperos los países
industrializados que valorizan sus recursos naturales y construyen sólidos
sistemas nacionales de ciencia y tecnología. También es concluyente en el
sentido que tales metas no son el resultado espontáneo de las fuerzas del
mercado sino el fruto del despliegue del talento y las iniciativas privadas, en
el contexto de políticas públicas movilizadoras del potencial disponible.
Inserción Internacional. Una sociedad cohesionada y una base productiva
diversicada y compleja, son condiciones esenciales para una participación
plena, dinámica y constructiva con las corrientes globales de comercio,
inversiones, nanzas y conocimientos, del orden mundial. Son también
esenciales para que la producción local de bienes transables responda a las
demandas de productos más diferenciados, portadores de innovaciones y de
cambios en los gustos y preferencias de los mercados. Cuanto mas diversicada
y compleja es la estructura productiva interna, mayor es la competitividad en
las corrientes dinámicas del comercio internacional.
La participación en la división internacional del trabajo sobre la base
de la especialización intraindustrial, a nivel de productos y no de ramas, es el
estilo de insercn en el mundo de los países que mantienen relaciones
simétricas no subordinadas con la globalización. Este es el objetivo que debe
perseguirse para cerrar la brecha en el contenido tecnológico de exportaciones
e importaciones, cuya asimetría es uno de los indicadores elocuentes del
subdesarrollo relativo del país.
La política económica
La reaparición del Estado, como un protagonista insustituible en una
economía de mercado y en una sociedad democrática, se desplegó, en las
dos primeras fases de la recuperación, con los precarios instrumentos que
sobrevivieron al desmantelamiento de las políticas públicas. Esto alcanzó para
alcanzar la gobernabilidad de la economía y provocar el shock de rentabilidad
que cambió el rumbo de la economía.
Ahora, la construcción de un estado tan chico como sea posible en
virtud del cumplimiento de sus funciones esenciales, eciente y ejecutivo,
transparente y sujeto a los controles del sistema democrático, es un requisito
del crecimiento sustentable de largo plazo con equidad. Esto es indispensable
para consolidar, a mediano y largo plazo, la gobernabilidad alcanzada de las
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variables fundamentales de la economía, ampliar los espacios de rentabilidad
a lo largo y ancho de la economía nacional y fortalecer la autoconanza del
país de autogobernarse y construir un futuro próspero con oportunidades
para todos.
En el inicio de la recuperación, el desorden era descomunal y la
pérdida de los instrumentos de la política económica tal, que decisiones
gruesas y fundamentales (la pesicación, el ajuste cambiario, el aumento de
la recaudacn) alcanzaron para recuperar la gobernabilidad de la economía
nacional y poner al país de pie. Ahora, las demandas de la gobernabilidad
son más sutiles y es precisa una sintonía na de los instrumentos scales,
monetarios y cambiarios, para viabilizar el crecimiento y la estabilidad. El
sostenimiento de una paridad competitiva requiere ahora perfeccionar un
conjunto de instrumentos que complementen las medidas de esterilización
de excedentes de liquidez, a cargo de la autoridad monetaria. Esto incluye
el control de los capitales especulativos y una adecuada complementación
de las políticas monetaria y scal.
Una vez que la política de ingresos ha sido reivindicada como un
instrumento legítimo de la política económica, los acuerdos de precios
deben ser progresivamente complementados o sustituidos por la mejora de
la competencia y un diálogo más uido entre los actores económicos y el
gobierno. El objetivo estabilizador de los acuerdos debería formar parte de
consensos amplios de ampliación de la capacidad productiva.
Consolidadas las reglas del juego que consagran la gobernabilidad
macroeconómica del sistema, la política económica enfrenta el desafío de
alcanzar los objetivos fundamentales del desarrollo social, la transformación
de la estructura productiva y la inserción internacional.
Las acciones sociales no pueden ser un subproducto de la política
económica, como en el paradigma neoliberal, para paliar parte de las
consecuencias de injusticia, supuestamente inevitables, en el orden
contemporáneo. El empleo de calidad, el bienestar, la educación, la oferta de
bienes públicos diversos, deben estar incorporados en el diseño de la política
económica, de toda ella y en sus principales instrumentos: scal, monetario y
pagos internacionales. El desafío de la política económica en la nueva etapa
es incorporar el desarrollo social en las reglas del juego que encuadran y
promueven el desarrollo del sistema económico y su inserción internacional.
La recuperación de la economía argentina
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
20
No es cierto que el desarrollo tecnológico y la globalizacn inevitablemente
promueven la desigualdad y marginan a partes sustantivas de la población de
los frutos del desarrollo. Esto es así en ausencia de políticas orientadoras del
cambio, las cuales, cuando existen, amplían y multiplican el crecimiento del
sistema, porque agrandan los mercados y generan nuevas fuentes de iniciativas
e innovación. Así como Keynes, en la década del 30, encontró un camino
de salida a la crisis de un sistema incapaz de resolverla dentro de su propia
dinámica, también, en la actualidad, es preciso, a escala mundial, un nuevo
paradigma integrador del cambio y la acumulación con el desarrollo social.
Mientras el orden mundial avanza, eventualmente en esa dirección, es preciso
poner en marcha, dentro de nuestro país y, en la mayor medida posible,
solidariamente con los países de la región, políticas de desarrollo que lleven
implícitas el cambio social.
La política económica dispone de múltiples instrumentos para impulsar
el cambio técnico, la integración de las cadenas de valor, el desarrollo de las
regiones, el protagonismo de la iniciativa privada, la ampliación de los espacios
de rentabilidad a lo largo y ancho del país, la capacitación de los recursos
humanos, la incorporación de toda la fuerza de trabajo al mercado formal
y el empleo de calidad de remuneraciones crecientes. La formación de una
estructura productiva diversicada y compleja, abierta y competitiva, fundada
en la amplia dotación de recursos naturales y el pleno desarrollo industrial,
descansa en la sinergia creadora de la iniciativa privada y las políticas públicas.
Es sobre estas mismas bases que puede y debe transformarse la inserción
del país en la globalización hasta cerrar la brecha en los contenidos de valor
agregado y tecnología en el comercio exterior del país.
La inación
El aumento de precios es un problema importante en la evolución
actual de la economía argentina y merece una breve consideración especial.
Despierta a los fantasmas del pasado y es comprensible que genere
preocupación en la opinión pública. En vísperas electorales es, ades,
un tema sensible en el debate potico. Según los datos ociales el índice
de precios al consumidor es aumentando al 10% anual y, conforme a los
opositoress severos, entre el 15% y 20%. La experiencia revela que una
inacn moderada, cercana del 10%, es compatible con una tasa elevada
de crecimiento de la producción y el empleo.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Aldo Ferrer
21
El debate de esta cuestión está centreada en la supuesta aceleración de
la inación. Detengámonos sobre este punto.
Para que la evolución de los precios entre en un sendero de aumento
constante y a tasas cada vez mayores, es decir, se acelere, tienen que vericarse
al menos una de las tres condiciones siguientes:
Desequilibrios graves en las nanzas blicas, los pagos internacionales 1.
y el sistema monetario, generalmente planteados en situaciones de
elevado endeudamiento y eventual insolvencia. Cuando esto sucede, se
agravan las pujas distributivas y los aumentos preventivos de precios.
El sistema es entonces extremadamente vulnerable a las expectativas
de los operadores internos y, también, a los shocks externos y a
la volatilidad de las nanzas internacionales, como lo demuestra
dramáticamente la experiencia argentina bajo la convertibilidad y en
otras circunstancias del pasado;
Precios críticos de la economía fuertemente fuera de línea respecto 2.
de su posición de equilibrio en el conjunto de la economía. El ajuste
indispensable de uno o varios de esos precios, como, por ejemplo,
tipo de cambio, salarios o tarifas de los servicios públicos, acelera
inevitablemente el aumento del nivel general de precios;
Tensiones sociales extremas reejadas, por ejemplo, en golpes de 3.
estado o en huelgas generales o sectoriales contínuas, que suelen
denominarse salvajes, en segmentos importantes de la fuerza de
trabajo, fuera de control de las autoridades. Los aumentos masivos
de salarios que suelen resultar de conictos laborales graves de ese
tipo, agrava la incertidumbre y las expectativas y acelera también a
la inación.
La historia inacionaria argentina revela una elevada inación promedio
en el largo plazo (record mundial en el siglo XX) con aceleraciones que, en
diversos momentos, culminaron en la hiperinación. Estas experiencias fueron
siempre resultado de la presencia de una, dos o las tres condiciones mencionadas.
Ninguna de ellas se verica en la situación actual de la economía argentina.
En efecto, la economía sigue operando con el llamado superavit gemelo en
el presupuesto y el balance de pagos. A su vez, el sistema monetario, fundado
ahora en la moneda nacional, es efectivamente administrado por la autoridad
La recuperación de la economía argentina
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
22
monetaria. Consecuentemente, la oferta monetaria y su incidencia en los precios
es bajo control. El hecho de que las actuales turbulencias no hayan perturbado
a la economía argentina, más allá de los cambios en las cotizaciones de valores
y acciones y ajustes moderados de la tasa de interés, revela la solidez de los
equilibrios macroeconómicos. Demuestra, además, el éxito de la resolución
del default sobre la deuda publica y la normalización de la privada.
Respecto de los precios cticos de la economía, ninguno está sensiblemente
fuera de línea respecto de su posición de equilibrio en el conjunto del sistema.
El tipo de cambio registra presiones a la apreciación más que a la devaluación,
los ajustes necesarios que se realicen sobre tarifas de servicios públicos estarán
dentro de los límites del actual nivel de inación y, los aumentos de salarios, tienen
lugar dentro de los mismos límites y el comportamiento de la productividad.
Es claro que existen aquí y allá, algunas tensiones, pero, en ningún caso,
situaciones extremas capaces de desestatibilizar el sistema y acelerar la inación.
En cuanto a las relaciones sociales, s allá de algunos conictos notorios,
parciales y geográcamente localizados, los indicadores de horas perdidas,
etc., están dentro de un cuadro razonablemente estable y en un escenario
institucional fundado en la Constitución y la vigencia de las instituciones de
la democracia.
En resumen, no existe, en la actualidad, ninguna de las condiciones
necesarias para que la inación se acelere. Tenemos un problema inacionario,
sea cual fuere el índice de referencia y la conabilidad de los disponibles. Una
economía que está creciendo a más del 8% anual en los últimos sesenta meses
tiene que lograr que el nivel general de precios oscile, como máximo, en el
10% anual.
Contener la inación en niveles moderados es indispensable para
aumentar la tasa de ahorro e inversión hacia el 30% del PBI, necesaria
para seguir creciendo a tasas comparables a las actuales, elevar el empleo,
los salarios y el bienestar social. Es a preciso, consolidar los equilibrios
macroeconómicos, evitar desvíos de los precios críticos de los niveles
de equilibrio dinámico y preservar la paz social y la racionalidad en la
resolución de la puja distributiva, que es inherente a toda sociedad pluralista
y democrática y a una economía de mercado.
Esto plantea nuevos desafíos a la política económica. Se trata de articular
las políticas scal, monetaria y cambiaria, para estimular el ahorro y la inversn,
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Aldo Ferrer
23
gestionar la demanda agregada, promover la distribución progresiva del ingreso
y preservar al sistema de los ataques especulativos. Esto último requiere,
entre otras cosas, un delicado manejo de la esterilización de los excedentes de
oferta monetaria derivada del aumento de las reservas genuinas de reservas
internacionales, evitar (vía la tasa de interés efectiva en dólares) la apertura de
oportunidades propicias a la especulación nanciera de corto plazo y mantener
un tipo de cambio real previsible y estable en el mediano y largo plazo. Es
necesario proporcionar previsibilidad a la inversión productiva e incertidumbre
a la especulación nanciera.
El superavit primario y la consolidación de la solvencia scal es un ancla
indispensable para tal política dentro de un escenario, en el cual, la deuda está
bajo control y puede ser administrada por los instrumentos disponibles a la
política económica. Afortunadamente, el contexto internacional es actualmente
también favorable, y promete serlo a largo plazo, para el despliegue del
formidable potencial de desarrollo de la economía argentina con una razonable
estabilidad del nivel general de precios.
4. El Mercosur
El horizonte del desarrollo de la Argentina se expande en el escenario
del Mercosur y la integración del espacio sudamericano. Esta es, de por sí,
una empresa sucientemente compleja pero, a diferencia de la experiencia
europea, que es el paradigma de ese tipo de proceso, en el Mercosur, sus países
miembros enfrentan, simultáneamente, otros desafíos mayúsculos. A saber:
avanzar en la construcción de sus propios desarrollos nacionales, transformar
su inserción en el orden mundial globalizado y dar respuesta a las profundas
asimetrías, de tamaño y niveles de desarrollo, entre los países miembros.
Este conjunto de circunstancias que encuadra la formación del Mercosur
y, por extensión la de América del Sur, es especíco de la región. En tal sentido,
se trata de una empresa sin precedentes. En otras latitudes, como en Europa
o en la Cuenca del Océano Pacíco, la integración tuvo lugar, en su despegue,
entre economías industriales avanzadas o emergentes, comparables en sus
niveles de desarrollo, con una fuerte cohesión de sus estructuras sociales y
una relación simétrica no subordinada con el orden mundial.
No es este el caso del Mercosur como no lo fue el de las experiencias
anteriores de la integración latinoamericana. Aquí, la integración procede
La recuperación de la economía argentina
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
24
entre países que no han consolidado su densidad nacional en cuestiones
claves como la cohesión social, mantienen, respecto del resto del mundo, una
posición vulnerable en el contexto del modelo centro-periferia y tienen entre
sí asimetrías de dimensión y desarrollo.
Esto caracteriza la complejidad de la formación del Mercosur. Por lo
tanto, en este espacio, el proceso no se reduce a jar reglas para la integración
entre los países miembros y establecer poticas públicas de alcance comunitario.
El proceso abarca al mismo tiempo que está condicionado por las decisiones
propias de cada país en la construcción de su desarrollo nacional, las acciones
conjuntas para transformar la inserción de la región en el escenario global y
para resolver las asimetrías existentes.
Estas circunstancias especícas del Mercosur no inhabilitan la validez
del proyecto pero caracterizan su complejidad y condicionan la estrategia
integracionista.
La fragmentación social y las asimetrías prevalecientes en la región,
contribuyen a explicar la diversidad de las políticas de Argentina, Brasil, Chile,
Uruguay o Venezuela, cuyos gobiernos, en la actualidad, están motivados por
un impulso renovador y progresista.
Las conclusiones distan de ser pesimistas si los resultados alcanzados,
hasta ahora, por el Mercosur y otros vínculos intrasudamericanos, se comparan
con la situación preexistente, en el pasado. Vale decir, con las relaciones
entre nuestros países al tiempo del despegue de la convergencia de Argentina
y Brasil y, por lo tanto del Mercosur, en el Acta de Foz de Iguazú de 1985.
Tal comparación revela que, desde entonces hasta ahora, se han conseguido
avances notables en planos ltiples, incluyendo comercio, inversiones,
solidaridad democrática y posicionamiento internacional. Es así preciso,
descartar la visión de la integración ideal del Mercosur y del espacio sudamericano,
rescatar lo logrado y, sobre todo, desplegar una estrategia realista, profunda
y plena de integración de nuestros países, atendiendo a la realidad existente y
no a las fantasías.
En la actualidad, prevalecen en la región, gobiernos, en cuyas agendas,
la cuestión social es, comprensiblemente, prioritaria. Cada país, procesará los
reclamos de sus sociedades conforme a sus propias realidades. Se trata de un
problema central del desarrollo nacional que inuye en la integración regional,
pero son cuestiones de la esfera interna de cada país.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Aldo Ferrer
25
En el sendero de transformación, que cada país construirá a su manera,
la integración regional conserva un potencial considerable para ampliar los
mercados, coordinar complejos productivos, desarrollar la infraestructura
compartida, promover la ciencia y la tecnoloa y concertar posiciones
conjuntas frente al orden mundial, en cuestiones críticas que nos conciernen,
como la paz y la seguridad, la defensa del medio ambiente, la lucha contra la
drogadicción y el narcotráco y las reformas en los regímenes de comercio,
propiedad intelectual y nanciero internacionales.
Es así preciso descartar el pesimismo fundado en supuestas nuevas
fragmentaciones entre nuestros países y el fracaso de proyectos ideales de
integración, que eran de partida inviables, en el contexto de las realidades
prevalecientes en la región. Sobre la base de la apreciación objetiva de los
hechos, es necesario e impostergable construir el Mercosur y la integración
sudamericana posibles, en los múltiples espacios de convergencia abiertos en
la actualidad, que son muchos más amplios y fecundos que en cualquier otro
momento de nuestra historia común.
Referencias
A. Ferrer. A economía argentina. De suas origens ao inicio do século XXI.
Editora Campus. Rio de Janeiro. 2007.
A. Ferrer. La densidad nacional: el caso argentino. Capital Intelectual. Buenos
Aires. 2004.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
26
Economía de Bolivia:
diagnóstico y planos
para el 2008
Luís Alberto Arce Catacora
*
Introducción
B
olivia es un país situado en el centro de Sud América, adopta para
su gobierno la forma de República unitaria, democrática, representativa y
presidencialista. Además esta estructurado política y administrativamente en
nueve departamentos y es la ciudad de La Paz la Sede de gobierno. El idioma
ocial es el castellano, la unidad monetaria “El Boliviano” (Bs.), la extensión
territorial es de 1.098.581 km
2
y tiene la población de 9.329.676 de habitantes.
El país es rico en yacimientos mineros, tales como plata, estaño, hierro y zinc,
asimismo también posee hidrocarburos, principalmente gas natural; produce
maíz, trigo, algodón, papa, arroz, sorgo, soya y madera entre otros.
En el siguiente cuadro se muestra la evolución de las principales variables
económicas desde la década de los años 70 a la fecha y lo que se puede
evidenciar es que la economía boliviana ha transitado varias décadas con
importantes desequilibrios macroeconómicos que han afectado el bienestar
* Ministro de Hacienda de la República de Bolivia.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Luís Alberto Arce Catacora
27
de su población y en los dos últimos años ha logrado acercarse a los niveles
de PIB percápita registrados en la década de los 70.
Indicadores económicos y sociales importantes
(en promedio por periodos) 1970-2007
1970-1979 1980-1989 1990-1999 2000-2005 2006-2007
Tasa de crecimiento del PIB real
1
(%)
Tasa de crecimiento del PNB real
2
(%)
PNB percápita
2
(USD)
Inación mensual
3
(%)
Décit/superávit scal
1
(% del PIB)
Décit en cuenta corriente
1
(USD millones)
Población
2
4,5
4,3
1.023
1,42
- 2,1
-
4.709.388
-0,4
-0,4
850
11,99
- 11,4
- 210,6
5.940.923
4,0
4,3
907
0,76
- 3,7
- 347,8
7.416.825
2,9
2,9
968
0,28
- 5,8
84,2
8.917.934
3,9
3,3
1.007
0,61
3,8
1.107,2
9.638.389
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) y Ministerio de Hacienda.
Elaboración: Red de Análisis Fiscal.
Nota: 1. Al primer semestre de 2007; 2. A nales de 2006; 3. A septiembre de 2007 y en porcentajes %.
El documento se organiza en dos partes, la primera parte hace referencia
a la situación actual de la economía, donde se realiza un diagnóstico de los
sectores real, externo, monetario y scal y una breve descripción de temas de
coyuntura acompañado de un análisis de indicadores sociales importantes; en
la segunda parte del documento se describen las perspectivas de la economía
para el 2008 en función del Plan Nacional de Desarrollo.
I. Descripción de la economía
En este apartado se describe el comportamiento de las principales
variables macroeconómicas en la gestión 2006 como también en el primer
semestre de 2007.
1. Sector real
La economía boliviana durante el año 2006 estuvo inuenciada por un
contexto externo muy favorable pero también por una acertada administración
de la política económica, ambos elementos incidieron notablemente en su
comportamiento.
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
28
El Producto Interno Bruto en términos reales en la gestión 2006 creció
en 4,63% con respecto a 2005, este crecimiento es el más alto registrado en los
siete años anteriores, el sector que tuvo mayor incidencia en este crecimiento
fue el de la Industria Manufacturera, con 1,33% (ver cuadro 1).
Cuadro 1
Producto Interno Bruto por sectores económicos
(en millones de Bs. 1990 y en porcentajes) 2005-2006
Millones de Bs. de 1990 Crecimiento % Incidencia %
2005 2006 2005 2006 2005 2006
PIB a precios de mercado
Impuestos indirectos
PIB a precios básicos
PIB extractivas
Petróleo crudo y gas natural
Minerales metálicos y no metálicos
PIB no extractivas
Agricultura, silvicultura, caza y pesca
Industria manufacturera
Electricidad, gas y agua
Construcción
Comercio
Transporte y comunicaciones
Establecimientos nancieros, seguros
Bienes inmuebles y servicios a las
servicios de la administración pública
Otros servicios
Servicios bancarios imputados
25.936
2.470
23.466
2.809
1.769
1.040
20.657
3.773
4.285
515
679
2.125
2.847
2.914
2.373
1.897
-752
27.137
2.599
24.537
2.933
1.854
1.079
21.604
3.945
4.631
534
709
2.199
2.963
3.088
2.459
1.941
-865
4,04%
7,43%
3,70%
13,0%
14,54%
10,37%
2,55%
4,82%
2,70%
2,64%
2,61%
2,70%
2,78%
0,39%
3,63%
1,20%
7,40%
4,63%
5,24%
4,57%
4,42%
4,81%
3,75%
4,59%
4,55%
8,06%
3,55%
4,48%
3,50%
4,09%
5,96%
3,65%
2,33%
15,14%
4,04%
0,69%
3,36%
1,29%
0,90%
0,39%
2,06%
0,70%
0,45%
0,05%
0,07%
0,22%
0,31%
0,05%
0,33%
0,09%
-0,21%
4,63%
0,50%
4,13%
0,48%
0,33%
0,15%
3,65%
0,66%
1,33%
0,07%
0,12%
0,29%
0,45%
0,67%
0,33%
0,17%
-0,44%
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)
Elaboración: Red de Análisis Fiscal
Asimismo al primer semestre de 2007 el PIB real crec en 3,15%
mostrando un repunte en casi todos los sectores (gráco 1), exceptuando
el sector agropecuario que fue negativamente afectado por el fenómeno del
niño, dicho fenómeno climatológico produjo un choque de oferta negativo
para el abastecimiento normal de alimentos en la economía, lo que implicó
una fuerte presión sobre el nivel de los precios de la economía del que se
hablará más adelante.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Luís Alberto Arce Catacora
29
Gráco 1
Producto Interno Bruto Real por sectores económicos
(en millones de Bs. de 1990) 1er semestre 2005 – 1er semestre 2007
Fuente: INE
Elaboración: Red de Análisis Fiscal
El crecimiento de la demanda interna para 2006 tuvo una incidencia
positiva en el gasto total de la economía en aproximadamente 2,63% (cuadro
2), de los 4,63% de crecimiento que experimento el PIB real. La variación
porcentual positiva de la demanda interna fue de 2,7%, en el caso de cada
uno de sus componentes, tenemos que el consumo de las familias creció
en 3,88% debido a la política de ingresos implantada por el gobierno vía
aumento del salario mínimo real que se incrementó en 9,7% desde mayo de
2006, como un elemento adicional también el sector exportador experimentó
cambios positivos en los ingresos reales debido a la orientación acertada de
la política cambiaria, junto a una alta demanda externa por materias primas
y manufacturas, la Formación Bruta de Capital Fijo FBKF creció en 7,09%
explicado por el mayor dinamismo en el sector de construcción y un entorno
político estable, nalmente la tasa de crecimiento del gasto de gobierno se
situó en 3,27% crecimiento menor al registrado en 2005 fruto de la política
de austeridad implantada en la gestión 2006. La demanda externa revierte su
incidencia negativa de -1,27% en 2005 a 2% respecto de 2006.
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
30
Cuadro 2
Producto Interno Bruto por tipo de gasto
(en millones de Bs. de 1990 y en porcentajes) 2005-2006
Millones de Bs.
de 1990
Crecimiento % Incidencia % Participación %
2005 2006 2005 2006 2005 2006 2005 2006
PIB A PRECIOS DE MERCADO
Demanda interna
Gasto público
Consumo privado
Inversion
Varex
FBKF
EXPORTACIONES NETAS
Exportaciones de bienes y servicios
Importaciones de bienes y servicios
25.936
25.323
2.989
18.644
3.689
333
3.356
613
9.040
8.427
27.137
26.006
3.087
19.369
3.550
-44
3.594
1.131
9.909
8.778
4,04
5,51
3,36
2,72
24,78
-225,1
94,14
-33,99
9,87
15,44
4,63
2,70
3,27
3,88
-3,78
-113,25
7,09
84,61
9,61
4,16
4,04
5,31
0,39
1,98
2,94
2,40
0,54
-1,27
3,26
4,52
4,63
2,63
0,38
2,79
-0,54
-1,45
0,92
2,00
3,35
1,35
100,00
97,64
11,53
71,89
14,22
1,28
12,94
2,36
34,86
32,49
100,00
95,83
11,38
71,37
13,08
-0,16
13,24
4,17
36,52
32,35
Fuente: INE
Elaboración: Red de Análisis Fiscal
La exportaciones netas en 2006 crecieron en 84,6% revirtiendo el proceso
negativo de 2005 de -33,9%, varios son los elementos que explican este valor
positivo, entre ellos, la mayor demanda de materias primas de las economías de
India y China y los buenos precios internacionales como factores externos, pero
también las intensas negociaciones efectuadas por el gobierno del Presidente
Morales quien consiguió mejores precios y volúmenes para la exportación
de gas natural a la República de Argentina así como a la República de Brasil.
Tomando como ejemplo el caso de la negociación con Argentina esta mejora
representa en promedio una mejora de 65% en los precios de exportación.
2. Sector externo
Durante 2006 los precios internacionales fueron favorables, al igual que
lo son al primer semestre de la presente gestión, tal como lo señala el informe
de Política Monetaria del Banco Central de Bolivia (BCB en adelante)
1
; a este
elemento se le debe sumar el mayor dinamismo de las economías del Asia,
especialmente China e India y también la zona del Euro, junto al repunte de
la economía estadounidense, todos estos elementos permitieron y permiten
aún la vigencia de un periodo de bonanza (gráco 2).
1 Informe de política monetaria; julio de 2007.
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Luís Alberto Arce Catacora
31
Gráco 2
Precio de los principales minerales de exportación
(en USD por unidad) 2005-2007
Fuente: FMI
Elaboración: RAF
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
32
Las exportaciones de la economía alcanzaron cifras históricas, a diciembre
de 2006 se llegó a USD 4.080 millones y al primer semestre de 2007 se log
USD 2.046 millones dato mayor a todos los registrados hasta antes de la
gestión 2003 (gráco 3).
Gráco 3
Exportaciones según actividad económica
(en millones de USD) 1990-2007
Fuente: INE
Elaboración: RAF
(1) Exportaciones de enero a junio, 2007
El valor de las importaciones tanto en 2006 como al primer semestre
de 2007 muestra una trayectoria ascendente, desde el año 2001 al 2006 más
del 50% de las importaciones de la economía boliviana son materias primas
y productos intermedios, la importación de bienes de capital para 2006 es
ligeramente superior a la registrada en 2005 (gráco 4).
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Luís Alberto Arce Catacora
33
Gráco 4
Importaciones según uso o destino económico
(en millones de USD) 1990-2007
Fuente: INE
Elaboración: RAF
(1) Exportaciones de enero a junio, 2007
Este escenario externo favorable combinado con un manejo apropiado
de la política cambiaria se tradujo en un superávit en la balanza de pagos tanto
para 2006 como para el primer semestre de 2007 (cuadro 4), este resultado es
consecuencia de los superávit en cuenta corriente y de la cuenta capital.
Cuadro 4
Balanza de pagos Cuenta corriente y cuenta capital
(en millones de USD) 2004 - 2007
2004 2005 2006
1er. Semestre
2006 2007
Cuenta corriente
Cuenta capital y nanciera
Saldo de la balanza de pagos
337,4
-211,5
125,9
622,5
-118,8
503,6
1.319,1
266,2
1.515,5
471,2
374,2
845,5
676,1
22,9
698,9
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
34
El ujo de remesas que llega a la economía más el saldo positivo en la
balanza comercial permitió obtener un superávit en la cuenta corriente de la
balanza de pagos de USD 1.319,1 millones para 2006 y al primer semestre
de 2007 de USD 471,2 millones, de los cuales es atribuible a la balanza
comercial USD 1.054,2 millones para 2006 y USD 375 millones para el
primer semestre de 2007.
El saldo positivo en la balanza comercial, el ujo importante de
remesas en 2006 como en el primer semestre de 2007, el alivio y pago de la
deuda externa, junto a las menores necesidades de nanciamiento del sector
scal, se reejan en una mayor acumulación de Reservas Internacionales
Netas (RIN en adelante) del BCB y del sistema nanciero, que a junio de
2007 registraron cifras históricas (gco 5), esto permitió a la economía
generar estabilidad y una cobertura de mas del 100% de los depósitos en el
sistema nanciero.
Gráco 5
Reservas internacionales consolidadas del sistema nanciero
(en millones de USD) 2006 - 2007
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
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Luís Alberto Arce Catacora
35
El stock de RIN a junio de 2007 alcanzó la cifra de USD 4.922 millones
(79% de las Reservas Consolidadas del Sistema Financiero), este importante
volumen de reservas presionó que el BCB a que aprecie la moneda nacional
respecto al dólar en 0.62% en 2006 y en 2,7% a septiembre del presente año.
El 2006 el Tipo de Cambio Efectivo y Real (Itcer en adelante) se
depreció en 0,09% producto del mayor ritmo de apreciación y tasas de
inacn de nuestros socios comerciales; en el 2007 el Itcer se apreció en
0.73% (gráco 6).
Gráco 6
Tipo de cambio nominal e índice de tipo de cambio efectivo y real
(Agosto 2003=100) 2006 – 2007
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
La Inversión Extranjera Directa bruta (IEDb en adelante) del 2006
ascendió a la suma de USD 435,1 millones, es decir, USD 30,7 millones
adicionales comparando con la gestión anterior. En el periodo se destacan
las inversiones en el sector minero (56,4% del total) que creció en un 37,3%,
debido principalmente al emprendimiento de grandes proyectos mineros como
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
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36
San Cristóbal y San Bartolomé. Por su parte, la IEDb del sector hidrocarburos
(24% de la inversión) se mantuvo casi en el mismo nivel de 2005, con una
inversión de USD 104,5 millones (Cuadro 5), al primer semestre de 2007 se
observa una caída de la IEDb con respecto a similar periodo de la gestión
pasada de USD 23,9 millones; empero la desinversión para este periodo es
menor a la registrada en 2006.
Cuadro 5
Inversión extranjera directa
(en millones de USD) 2005 – 2007
2005 2006(p)
Enero – Junio Relaciones 1er. Semestre 2007
2006(p) 2007(p)
Variación
absoluta
Composición
%
Crecimiento
%
IED BRUTA
Hidrocarburos
Minería
Industria
Transporte y comunicaciones
Comercio, electricidad y servicios
DESINVERSIÓ
NIED NETA
404,4
105
183
58,3
45
13,1
-643
-238,6
435,1
104,5
251,3
47,8
16
15,5
-195
240,1
240,8
31,3
137,1
8,9
33,6
30
-227,5
13,4
216,9
22,9
122,3
20
36,8
14,9
-119,8
97,1
-23,9
-8,4
-14,8
11,1
3,2
-15,1
-
-
100
10,6
56,4
9,2
17,0
6,9
-
-
-9,9
-26,8
-10,8
124,7
9,5
-50,3
-
-
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
(p): prelimar
A nes de diciembre de 2006 el stock de la deuda pública externa
registraba USD 3.248 millones producto de las condonaciones del Banco
Mundial y el Gobierno del Japón; a nes del primer semestre del presente año
el stock de la deuda se redujo a USD 2.056 millones fruto de la condonación
del BID (gráco 7). Todas estas acciones reducen la vulnerabilidad de la
economía ante choques negativos de tasas de interés y riesgo por tipo de
cambio del sector externo.
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37
Gráco 7
Stock de la deuda externa según acreedor
(en millones de USD) 2005 – 2007
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
3. Sector monetario
El BCB tiene por mandato de la Ley 1670 procurar la estabilidad del
poder adquisitivo interno de la moneda nacional, en ese propósito viene
aplicando una política monetaria basada en el uso de instrumentos para el
logro de metas intermedias (estableciendo techos para las RIN y un piso para
el Crédito Interno Neto) que le permite mantener un nivel óptimo de RIN
acorde con un tipo de cambio ajustable y un nivel de CIN que no exacerba el
nivel de precios (gráco 8).
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
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Gráco 8
Base monetaria – Crédito neto al sector público y crédito a bancos
(en millones de Bs.) 2005-2007
Fuente: BCB
Elaboración: RAF
Todos los instrumentos de política monetaria utilizados por el BCB se
dirigieron a alcanzar el principal objetivo del ente emisor, el cual a inicios de
2006 anunció una meta de rango para la inación entre 3% y 5% y a diciembre
la inación acumulada ceren 4,91%, dato dentro del rango meta
2
. Empero,
desde noviembre de 2006 se observaron choques de oferta que presionaron
el nivel de precios, estos choques de oferta asociados al fenómeno del Niño,
cobraron importancia en enero de 2007 extendiéndose hasta mediados del
segundo trimestre de la presente gestión, afectando directamente los precios
de los artículos tomados en cuenta en el capítulo de alimentos (gráco 9),
a esto se debe mencionar las expectativas de inación que formaron los
agentes económicos tras una serie de noticias y rumores vertidos por muchos
2 Ya que en gestiones pasadas se anunciaba una meta numérica puntual.
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Luís Alberto Arce Catacora
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analistas que no hicieron otra cosa que vericar la hipótesis de las profecías
autocumplidas y generar más presiones en el nivel de los precios. Sin embargo,
la inación subyacente tanto a diciembre de 2006 como a junio de 2007
se encuentra por debajo de la observada, lo que implica que el alza de los
precios se explica por efectos asociados a la estacionalidad como a choques
transitorios (gráco 10).
Gráco 9
Inación acumulada e incidencia de alimentos
(en porcentajes) 2006-2007
Fuente: INE
Elaboración: RAF
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Gráco 10
Inación e inación subyacente mensual
(en porcentajes) 2005-2007
Fuente: INE
Elaboración: RAF
La tasa de encaje legal se mantuvo constante a lo largo del 2006 y esto
mismo sucede al primer semestre de 2007, en 12% para depósitos en moneda
nacional y 21,5% en moneda extranjera; por otro lado las Operaciones de
Mercado Abierto (OMA), el principal instrumento indirecto con el que
cuenta el BCB, posibilitaron la retirada de/ USD 248,9 millones de USD,
monto superior en 173,5% al saldo de diciembre de 2005, pero tambn
superior al saldo del primer semestre de la presente gestión que es de USD
498,3 millones y de esta forma poder neutralizar el potencial impacto de las
RIN sobre la inación.
4. Sector scal
Los resultados de las acciones de política scal, para el año 2006 muestran
un superávit global en el Sector Público No Financiero (SPNF en adelante) de
Bs. 4.101,4 millones, que representa el 4,6% del PIB, superávit y cifra histórica
no observada desde hace más de sesenta y seis años (Gráco 11), además al
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Luís Alberto Arce Catacora
41
primer semestre de 2007 también existe un superávit scal de 4,3%, producto
de la aplicación de un programa nanciero soberano
3
.
Gráco 11
Superávit – décit (en porcentaje del PIB) 1970-2007
Fuente: Unidad de Programación Fiscal (UPF)
Elaboración: RAF
La gestn de la hacienda pública en elo 2006, estableció poticas
de incremento de los ingresos tributarios y una optimizacn del gasto
scal. En coordinación con la política de hidrocarburos se aplicaron
políticas para incrementar los ingresos del SPNF (nacionalización de
los hidrocarburos y negociación de mejores precios y volúmenes de
exportación de gas natural), asimismo se amplió la base tributaria y se
mejoró la eciencia de las recaudaciones tributarias, también se observa
un incremento considerable de la presión tributaria a partir de 2005, dicho
3 Según lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo en uno de sus acápites “La Bolivia Soberana”, es
que Bolivia concluyó el programa “Stand By” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el 31 de marzo de
2006, el Ministerio de Hacienda viene ejecutando un Programa Financiero soberano sin inuencia de ningún
organismo internacional.
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
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42
incremento se debe esencialmente al contexto externo favorable y al
dinamismo de la economía interna (cuadro 6). La inclusión del Impuesto
Directo a los Hidrocarburos generó un cambio importante en la estructura
de participación del sistema tributario, en efecto para 2006 su participación
fue de 6,1%, mayor en 3% al año anterior.
Cuadro 6
Recaudación impositiva (2004-2007)
Millones de Bs. Composición en % En porcentaje del PIB
2004 2005 2006 2007* 2004 2005 2006 2007* 2004 2005 2006 2007*
RENTA INTERNA
IVA
IUE
IT
ICE
IEHD
IDH
1
Otros
RENTA ADUANERA
Ingresos tributarios
Ingresos tributarios sin IDH
10.571
4.411
1.122
1.567
558
1.147
0
1.766
672
11.243
11.243
10.571
4.411
1.122
1.567
558
1.147
0
1.766
672
11.243
11.243
20.376
6.405
2.311
1.812
782
2.000
5.497
1.568
921
21.297
15.799
10.960
3.465
1.286
1.007
465
1.124
2.747
865
509
11.469
8.722
94,0
39,2
10,0
13,9
5,0
10,2
0,0
15,7
6,0
100,0
100,0
95,0
33,1
11,1
10,7
4,2
11,9
14,7
9,3
5,0
100,0
85,3
95,7
30,1
10,9
8,5
3,7
9,4
25,8
7,4
4,3
100,0
74,2
95,6
30,2
11,2
8,8
4,1
9,8
24,0
7,5
4,4
100,0
76,0
15,2
6,3
1,6
2,3
0,8
1,6
0,0
2,5
1,0
16,11
6,1
19,8
6,9
2,3
2,2
0,9
2,5
3,1
1,9
1,0
20,9
17,8
22,8
7,2
2,6
2,0
0,9
2,2
6,1
1,8
1,0
23,8
17,7
22,6
7,1
2,6
2,1
1,0
2,3
5,7
1,8
1,0
23,6
18,0
Fuente: Servicio de Impuestos Nacionales y Aduana Nacional.
Elaboración: Red de Análisis Fiscal.
* Datos a Junio de 2007.
1. Impuesto recaudado a partir de junio de 2005.
2. PIB anual: Bs. 69.626 millones para 2004, Bs. 76.154 millones para 2005, Bs. 89.428 millones para 2006 y para el
primer semestre de 2007 Bs. 48.556 millones.
La Política de Austeridad aplicada desde 2006 tiene la nalidad de
reasignar los recursos hacia sectores sociales marginados y olvidados en
el pasado. En efecto, a partir del primero de marzo de 2006 el gobierno
aplicó una política de austeridad y sacricio compartido, que se deriva al
establecer la remuneración máxima para el Poder Ejecutivo (Presidente
de la Reblica USD 1.861; Ministros de Estado USD 1.737). También se
eliminaron los gastos de representación al interior del sector público, estos
recursos se destinaron a la creación de nuevos ítem de trabajo en educación
y salud (Gráco 12).
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Luís Alberto Arce Catacora
43
Gráco 12
Política de Austeridad “Nuevos ítems de trabajo salud-educación” (2006)
Fuente: Ministerio de Hacienda
Elaboración: RAF
La Política Fiscal estuvo también orientada a eliminar los Gastos
Reservados y /transparentar ante la sociedad civil el uso de los recursos
estatales.
De la misma manera, la información acerca de la ejecución del gasto
blico por parte del Gobierno Central, Municipios y Prefecturas está
disponible al público vía internet.
En la gestión 2006 la reducción del servicio de la deuda interna en USD
212 millones respecto a 2005, fue en parte resultado de la cancelación de los
créditos de liquidez al BCB (gráco 13).
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
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44
Gráco 13
Saldo de la deuda interna (en millones de USD) 2004-2007
Fuente: Ministerio de Hacienda
Elaboración: RAF
Un problema asociado al crecimiento de la deuda interna en el pasado
fue la elevada dolarización. A nales del 2003, más del 80% de la deuda interna
se constituía en dólares, lo cual exponía a las cuentas scales a un riesgo por
tipo de cambio. Recientemente, el Ministerio de Hacienda realizó un esfuerzo
para reducir la deuda interna consignada en dólares a través de la utilización
de instrumentos de deuda en Unidades de Fomento de Vivienda (UFV).
Debido a que instrumentos denominados en UFV’s se indexan a la evolución
del Índice de Precios al Consumidor, la evolución del rendimiento de estos
títulos van ligados a la variación de los precios, en la medida que la autoridad
monetaria pueda controlar la tasa de inación se puede amortiguar el riesgo
de volatilidad del valor de la deuda interna.
Todos estos resultados en materia scal en 2006 y parte de 2007 muestran
que la política scal fue más contractiva de lo observado en los últimos
16 años, además al observar la brecha positiva del producto se puede indicar
que la política scal para 2006 no solo fue contractiva, sino también anticíclica,
tal como lo señala el gráco 14.
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Luís Alberto Arce Catacora
45
Gráco 14
Impulso scal (en porcentajes) 1990-2006
Fuente: INE, Ministerio de Hacienda
Elaboración: RAF
II. Perspectivas
En el mismo orden que se desarrolló la primera parte del documento
“situación de la economía”, a continuación se exponen las perspectivas de la
economía tanto para 2008 como para algunos años posteriores.
En lo inherente al sector real, la actividad productiva estará impulsada
por la inversión a realizarse en los sectores de minería, hidrocarburos, industria
y construcción. El 34% de la inversión total estará a cargo de la iniciativa
privada monto que asciende a la suma de USD 460 millones, el restante 66%
responde a la inversión pública USD 886 millones (cuadro 7), en este último
se destaca la inversión en el sector de hidrocarburos por parte de la empresa
estatal nacionalizada Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos “YPFB”,
ya que fruto de este proceso de recuperación y control total de estos recursos
naturales emprendida por el país en mayo de 2006, es posible que YPFB
participe en toda la cadena productiva del sector de hidrocarburos del país.
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
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46
Cuadro 7
Inversión en sectores estratégicos (en millones de USD) 2008
2008 2009 2010 2011
INVERSIÓN TOTAL
INVERSIÓN PRIVADA
MINERIA
Mutún y otros mineros
COMIBOL riesgo compartido
HIDROCARBUROS
Plantas GTL
Gasoductos
ELECTRICIDAD
INVERSIÓN PUBLICA
FINANCIERO
INDUSTRIA
CONSTRUCCION
Casas
NO FINANCIERO
HIDROCARBUROS (YPFB)
Gasoductos
Proyecto “Gas Natural a Liquidos”
CONSTRUCCION
Casas
Carreteras e Infraestructura
1.336
450
294
271
24
106
-132
238
50
886
107
100
7
7
779
152
20
132
627
2
625
1.202
414
457
433
25
-94
-94
50
788
114
100
14
14
674
94
94
580
4
577
1.230
542
568
556
13
-92
-92
66
688
128
100
28
28
560
92
92
468
7
461
1.048
436
477
461
16
-92
-92
52
611
156
100
56
56
455
92
92
363
14
349
Fuente: Ministerio de planicación
Elaboración: RAF
En lo referente al sector externo se prevé que el buen contexto
internacional aún será determinante en el desenvolvimiento de la economía
nacional, evidentemente la desaceleración del mercado inmobiliario de Estados
Unidos es un factor de riesgo, para la continuidad de la bonanza económica
empero el crecimiento pronosticado para la economía china sobre el 10% y
el dinamismo mundial son factores exógenos que impulsarán el desempeño
de las exportaciones del país.
En cuanto al accionar de la política monetaria el BCB orientará todas
sus medidas para mantener una inación baja y estable, para de esta manera
mantener el poder adquisitivo interno de la moneda nacional, que se entiende
va a alcanzar para 2008 y 2009 una tasa de inación en torno al 4% con un
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Luís Alberto Arce Catacora
47
rango de ½ punto porcentual, para de esta forma converger hacia el objetivo
de mediano plazo previsto por el Plan Nacional de Desarrollo (3%). También
el manejo del tipo de cambio estará supeditado al objetivo nal de inación.
Con el objetivo de lograr una inación baja y estable el gobierno del
presidente Morales promulgó tres Decretos Supremos (D.S.) orientados a frenar
el alza de de los precios de los alimentos, combatir la especulación y garantizar
el abastecimiento de los mercados. El objetivo esencial de cada norma es:
Autorizar temporalmente la importación de carne y animales a pie con
arancel cero (D.S. 29228);
Suspender temporalmente la exportación de harina de trigo, trigo
y manteca animal o vegetal y denir mecanismos para controlar
el contrabando de estos productos así como establecer sanciones
(D.S. 29229), y;
Autorizar la creación de la Empresa de Apoyo a la Producción de
Alimentos (EMAPA), conformada con un capital inicial del TGN
(aproximadamente de USD 24,8 millones). En la primera fase, esta
empresa priorizará la producción de trigo y arroz (D.S. 29230).
El Presupuesto General de la Nación 2008 está orientado hacia los
objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, mejorando las capacidades en la
formulación de políticas para los sectores de desarrollo rural, producción,
pequeña empresa e hidrocarburos. Priorizará los programas y proyectos que
tienen efecto directo sobre la generación de empleo, crecimiento económico
y protección social. También se está trabajando en implementar un Fondo de
Estabilización, el cual permitirá ahorrar parte de los ingresos provenientes de
los hidrocarburos con el n de implementar políticas anticíclicas.
También se prevé la creación y funcionamiento de unidades productivas
tanto en el área rural, como en el área urbana incentivando a la pequeña
empresa. El Estado promoverá la generación de empleo, con la ejecución de
proyectos de infraestructura, vivienda, la reactivación de la minería y otras
inversiones. Por otra parte, se consolidará la política de protección social
estimulando la inversión social, en especial en los sectores de salud y educación,
con el objeto de reducir los índices de pobreza del país. Se continuará con la
política de transparencia scal asumida por el Gobierno. Adicionalmente todas
Economía de Bolivia: diagnóstico y planos para el 2008
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
48
las acciones de política scal emprendidas por el Ministerio de Hacienda en
el 2006 y al primer semestre de 2007, consideraron como elemento central la
preservación de la estabilidad macroeconómica del país, para tal propósito se
estima que para 2008 el Programa Financiero será elaborado por el Ministerio
de Hacienda en colaboración con el Banco Central de Bolivia.
En cuanto a las proyecciones de mediano y largo plazo en el Plan
Nacional de Desarrollo (PND), está orientado a construir un modelo alterno
de desarrollo, en este sentido se pretende conseguir:
La Bolivia digna, en la que se habrá erradicado la pobreza y toda forma
de exclusión;
La Bolivia democrática y participativa, fundada en la sociedad plurinacional
y comunitaria, en la que el pueblo ejerce poder político desde las
regiones;
La Bolivia Productiva, en la que se alcance la industrialización de los
recursos naturales y aumente el valor agregado de las exportaciones
con el apoyo del Estado promotor y protagonista del desarrollo, y;
La Bolivia Soberana, es la que toma decisiones propias y autónomas a
partir de sus necesidades, para así preservar relaciones armónicas y de
equilibrio entre los países.
Los resultados esperados al año 2011 serían:
Crecimiento promedio del PIB de 6,3%;
La Tasa de Desempleo Abierto reducirá su incidencia de 8,7% en
2004 a 4% en 2011;
Noventa mil nuevos empleo por año;
Ingreso per cápita subirá de 1.000 USD en 2005 a 1.411 USD
en 2011;
Cambio de la matriz energética, del 50% del parque automotor y
reforestación de medio millón de hectáreas;
Industrialización de los recursos naturales no renovables;
Inación anual inferior a 5%, y;
Sostenibilidad de la deuda pública.
DEP
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Un enfoque cualitativo
de la economía brasileña
João Paulo de Almeida Magalhães*
Introducción
E
n el desarrollo del tema de este artículo, el camino natural sería una
exposición descriptiva y cuantitativa sobre la experiencia brasileña. Optamos
por un enfoque diferente por dos motivos. En primer lugar, porque las
informaciones sobre la realidad del ps se encuentran fácil y ampliamente
disponibles en media docena de fuentes accesibles vía internet. En segundo
lugar, porque Brasil, teniendo condiciones favorables para el desarrollo, se
encuentra hoy en la tercera cada de semiestancamiento. Considerando
esto, optamos por un enfoque anatico-cualitativo capaz de permitir la
identicación de las causas del problema y la descripción de posibles
soluciones. Pasemos al tema.
Un banco de desarrollo americano estableció una lista de países que por
su potencial de crecimiento deberán tener, en un futuro no muy distante, gran
peso en la economía mundial. Los designó como los BRICs, Brasil, India,
China y Rusia. Las condiciones que se consideran favorables al desarrollo son:
gran mercado interno, abundancia de recursos naturales, relación favorable
* Presidente del Consejo Regional de Economía – Rio de Janeiro
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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entre población y territorio, unidad lingüística y cultural, ausencia de conictos
étnicos y religiosos y buena relación con los vecinos. Ninguno de los otros tres
BRICs presenta como Brasil todas estas condiciones favorables.
Ocurre que en los últimos veinte años, China creció en un promedio
anual de alrededor del 9% e India en un promedio de 7%. En los últimos diez
años, Rusia se expandió al ritmo anual de 7%. Contrariamente a esto, Brasil,
en los últimos veinte años elevó su PIB en poco más de 2% al año.
Quién sintetizó bien el problema fue Arnio Fraga (2006). En la
traducción de un libro reciente recordó que Brasil, durante los primeros 80
años del siglo pasado, registró un aumento de su PIB por cápita de 3,1% al
año, resultado superado solamente por Japón con la tasa de 3,2%. En los años
1980, este porcentaje cayó en Brasil para 0,5% y pasó en la década siguiente a
1%. En este período, los países asiáticos registraban un aumento de 6% en su
PIB por habitante. Los datos disponibles revelan también que en el período
reciente, Brasil no sólo creció muy por debajo de las economías emergentes
sino que también un poco abajo de las economías maduras. Dado que el
subdesarrollo se mide por la diferencia entre estas últimas y las economías
retardatarias, es lícito armar que Brasil no sólo no se desarrolló sino que
registró un proceso de creciente subdesarrollo. Tal es la paradójica situación
que vamos a analizar en el presente texto, indagando, al mismo tiempo, como
superarla y hasta que punto las medidas necesarias para hacerlo son política y
económicamente exequibles.
El texto sedividido en cuatro secciones: diagnóstico, situación presente,
posibles soluciones y perspectivas futuras.
Diagnóstico
1 – Durante los treinta y cinco años que siguieron a la Segunda Guerra
Mundial, Brasil creció en un promedio anual de alrededor de 7%, basado
en el modelo de substitución de importaciones. A partir de ahí, entró en un
semiestancamiento que se prolonga hasta el momento presente. La primera
indagación es, por lo tanto, acerca de las causas del colapso de este modelo
y acerca de cuales serían las propuestas para superar la situación. En lo que
respecta a las causas, la opinión, prácticamente unánime, de los especialistas fue
de que se trataba de dicultades derivadas de una insuciencia de mercado, o
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especícamente, el proceso dinámico fue interrumpido debido al agotamiento
del stock de importaciones substituibles.
Las dos interpretaciones, con propuestas para superar el problema
se basaron, una, en la ampliación del mercado interno y, la otra, en el
recurso al mercado externo. Fundamentadas, cada una de ellas, en una
explicación especíca para la causa del fracaso del modelo de substitución
de importaciones. Según Celso Furtado (1959), cuya análisis es claramente
de inspiración marxista, estábamos delante de un problema congénito de
las economías subdesarrolladas. En las economías maduras existía, sen
él, un mecanismo de feedback, por el cual el aumento del PIB determina la
elevación proporcional de la masa de salarios, garantizando automáticamente
el mercado necesario para absorber el aumento de produccn. Lo mismo
no ocurre en los pses subdesarrollados, porque aunque sus economías
se caractericen por la sobre abundancia de mano de obra, están forzadas a
recurrir a tecnologías labour saving, importadas de los países desarrollados.
Así, se perpea algo como un ejército industrial de reserva” que mantiene
bajos los salarios impidiendo el surgimiento de la demanda proporcional
al aumento de producción. Este sería el motivo por el cual no se pa,
autoticamente, del modelo de substitución de importaciones para el
crecimiento auto sustentado con base en el mercado interno. La forma de
resolver la disyuntiva sería una política de redistribución de ingreso de amplio
espectro, que corrigiera la insuciencia del mercado resultante de la falta del
efecto anillo del feedback. La redistribución del ingreso aumentaría el mercado
interno en el monto necesario para compensar la rdida resultante del n
del stock de importaciones substituibles.
La segunda interpretación fue de Magalhães (2005) y se basa en el análisis
de Rosenstein – Rodan (1961) e Nurkse (1950). Estos dos autores analizaron
el problema de la insuciencia de mercado como obstáculo a políticas de
desarrollo. La dicultad era resultado del tamaño mínimo de las unidades
productivas, tecnológicamente necesario. Segundo Magalhães, el mercado
resultado del aumento del PIB, complementado por el stock de importaciones
substituibles, era suciente para superar el problema del tamaño mínimo de las
unidades productivas. Agotadas, sin embargo, las oportunidades de substitución
de importaciones, surgió el problema. La solución consistía en complementar
el mercado interno con exportaciones.
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Dos interpretaciones acompañadas de propuestas para mantener
elevada la tasa de crecimiento fueron, por lo tanto, presentadas. En la década
de 1980 haa poco que hacer. Toda la economía brasila se concentraba
en la tarea de producir los saldos de la balanza comercial necesarios para el
servicio de la deuda externa, fruto de los grandes pstamos contraídos en
la década anterior para enfrentar las dicultades generadas por los choques
del petleo. En los años noventa, sin embargo, la cuestn estaba bajo
control, incluso, en función del plan Brady. En ese momento, en cambio, el
gobierno ya había optado por el neoliberalismo del consenso de Washington,
que rechazaba cualquier ingerencia del Estado. Estrategias económicas eran
consideradas no sólo innecesarias sino que perjudiciales. La consecuencia
fue el semiestancamiento crónico que victimó a la economía brasileña.
La responsabilidad del consenso de Washington por el problema (por
cierto, reconocida hoy por sus propios impulsores como veremos más
adelante) es conrmada indirectamente por el éxito de los países asticos
que lo ignoraron.
2 – En este contexto debemos responder dos preguntas. La primera es
por qué no sólo Brasil como los países latinoamericanos en general, aceptaron
la fórmula neoliberal mientras que los países asiáticos la rechazaron. Optaron
por lo que el Banco Mundial reconoc en su informe “The East Asian Miracle”
(1993) como una market friendly intervention”. La respuesta ofrecida por
Magalhães fue que esto se debió a la diferencia entre los “patrones miméticos”
en los que se inspiraron una y otra región.
Pses subdesarrollados no crean paradigmas, o teorías capaces de orientar
sus políticas ecomicas. Simplemente copian los casos exitosos que a su vez se
convierten en sus “patrones miméticos”. Éstos son siempre países de historia
y cultura semejantes, además de tener una proximidad geográca. En otras
palabras, el patrón mimético de los asiáticos fue Japón, país que era a mediados
del siglo XIX, no sólo subdesarrollado sino que mostraba características
medievales. Su éxito en términos de crecimiento fue resultado de la acción
sistemática del Estado creando empresas, transferidas después a particulares,
invirtiendo en la formación de mano de obra cualicada, patrocinando la
actualización tecnológica, creando una infraestructura moderna, etc.
O sea, exactamente lo que debe hacer cualquier nación deseosa de
eliminar su atraso económico. Es decir, todo completamente diferente a la
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propuesta del Consenso de Washington. De ahí la resistencia de los países
asiáticos a la aceptación del formulario neoliberal patrocinado por éste.
El patrón mimético de América Latina fueron los Estados Unidos, país
que nunca fue subdesarrollado, sólo que fue parte, como Alemania, de la
segunda ola de industrialización. Su crecimiento se basó en la iniciativa privada
y en los mecanismos de mercado. La acción del poder público se restringió
al proteccionismo, instrumento cuyo signicado es desvalorizado hoy en día
por la mainstream economics. Nada más natural, por tanto, que Brasil y los países
de América Latina aceptaran en general, no sólo con facilidad sino hasta con
avidez, la cartilla del Consenso de Washington.
Esto aclara la diferencia de comportamiento entre los newly industrializing
countries asiáticos y los países latinoamericanos. Pero, como explicar el caso de
Japón? Éste no se basó en políticas económicas llevadas adelante por terceros
países sino que copió directamente lo que ocurría en las economías americana
y europeas. El comodoro Peary, que llevó a Japón la solicitación de la apertura
de su economía hacia los países occidentales, fracasó cuando pretendió obtener
de ese país un comportamiento igual al de China e India, con una exhibición
de poderío militar. Habría tenido más éxito si en vez de una exhibición de
fuerza hubiese ofrecido a las autoridades locales una copia de “La Riqueza
de las Naciones” de Adam Smith, presentando el libro como la Biblia rectora
de la prosperidad de las economías occidentales. En ese caso, al copiar la
fórmula smithiana de la “mano invisible”, Japón habría abierto su economía y
renunciado a cualquier intervención del Estado en las actividades económicas.
Habría, así, permanecido subdesarrollado arrastrando el resto de Asia.
3 La segunda pregunta es por qué el neoliberalismo del Consenso
de Washington no proporcionó los resultados anunciados, especialmente
considerando que sus propuestas se basaban en lo más adelantado en términos
de ciencias económicas. Profundicemos este punto.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la economía era considerada,
como cualquier ciencia, de aplicabilidad absolutamente general. No existían
para ésta países subdesarrollados sino que simplemente econoas que
todavía no habían tenido tiempo de alcanzar el pleno desarrollo o eran pobres
porque implementaban poticas económicas equivocadas. Terminado el
conicto, hubo una toma de consciencia de que no sólo existían economías
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subdesarrolladas sino que su atraso se agravaba constantemente. La generalidad
de las conclusiones de cualquier ciencia depende, para cada caso, de la validez
de las premisas en las que se basa. A partir de los años cincuenta se pasó a
aceptar que éstas eran diferentes entre desarrollados y subdesarrollados.
En un primer momento predomi una percepción optimista del
problema. Se consideraba que el desarrollo en escala planetaria era no sólo
deseable como posible. Fueron las décadas del desarrollo de las Naciones
Unidas y la época áurea de la Economía del Desarrollo que proporcionó
incluso el Premio Nobel a dos de sus especialistas, Gunar Myrdal (1957) y
Arthur Lewis (1958). Ambos de países desarrollados.
La Economía del Desarrollo nació, en último análisis, del reconocimiento
de que el crecimiento retardatario no repetía la experiencia histórica de los
actuales desarrollados. Por lo tanto, no tendría sentido la aplicación a los
subdesarrollados de las conclusiones aceptadas por la mainstream economics. Para
eliminar el atraso económico, eran indispensables políticas de desarrollo con
una acción sistemática del Estado en la economía. El subdesarrollo era, en
última instancia, consecuencia de una gran “falla del mercado”.
Las econoas desarrolladas, sin embargo, no tardaron en percatarse
de que políticas de desarrollo en escala planetaria conllevarían un gran costo
para ellas, en términos de elevación de precios de recursos no renovables y
de inversiones destinadas a reducir la agresn ambiental de sus actividades
económicas. El apoyo a las políticas para la eliminación del atraso económico
pierde fuerza, y desaparecen o caen drásticamente los grants disponibles
para las investigaciones de la Economía del Desarrollo. La disciplina
(por lo menos como creadora de paradigmas o teorías ajustadas a las
econoas retardatarias) ent en declinación o prácticamente desaparec.
Contribuciones importantes, como la de Arthur Lewis, sobre el crecimiento
en condiciones de oferta ilimitada de mano de obra, y de Rosenstein Roden,
sobre la insuciencia del mercado como obsculo al desarrollo, en vez
de ser perfeccionadas y profundizadas fueron simplemente abandonadas.
Las fórmulas e interpretaciones de la mainstream economics volvieron a ser
consideradas como aplicables a nivel planetario.
Dutt y Ross (2003) denen bien el problema al armar que la mainstream
economics raramente reconoce la existencia de enfoques alternativos a los
propios. Lo que ahora es la mainstream economics es normalmente llamada
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economía neoclásica (p. 7), y continúan: “aunque hubiese escuelas competitivas
inicialmente, en la mitad del siglo XX la economía neoclásica se convirtió en
estándar y estableció su dominio en la profesión (a pesar del crecimiento de la
economía Keynesiana que se volvcada vez más ‘neoclásica’). Esta tendencia
de la economía neoclásica de dominar la profesión económica llegó a un punto
en el que la mayoría de los economistas (especialmente en los Estados Unidos)
denirían la economía como economía neoclásica.” (p. 8)
Nacía de esta forma lo que se conoce como pensamiento único. El
pensamiento único dio lugar a lo que se podría llamar de ‘barrera ideológica’,
por la cual un análisis como la teoría proteccionista de Prebisch (1949) y la
teoría heterodoxa de la inación de economistas brasileños fueron rechazadas
sin que hubiesen sido efectivamente refutadas (en el primer caso) o dejadas de
lado en importantes debates, como el de la independencia del Banco Central
(en el segundo caso). Profundicemos este aspecto.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, los países industrializados se
adjudicaron el monopolio de la producción manufacturera a través de
instrumentos como el pacto colonial, impuesto a parte de África y Asia. En
el caso de los países independientes como los de América Latina, se usaron
otros tipos de presión. En Brasil, tuvimos la imposición por parte de Inglaterra
de una tarifa aduanera máxima de 15% sobre sus productos, cuando a los
productos provenientes de Portugal se los tasaba en un 16%. Esta situación
se mantuvo hasta mediados del siglo XIX impidiendo, en este período crítico,
cualquier veleidad de política proteccionista. Como estos instrumentos dejaron
de ser viables después de la Segunda Guerra Mundial, su papel fue asumido
por el pensamiento único y la barrera ideológica, de los cuales el Consenso
de Washington se convirtió en instrumento principal.
La imposición del pensamiento único fue facilitada por el hecho de
que los países subdesarrollados no creaban, pero importaban, ciencia y
en la mainstream economics la receta neoliberal era presentada como garante
de la máxima ecacia. No hay dudas de la importancia en la mecánica del
pensamiento único y de la barrera ideológica, del hecho de que los organismos
nancieros internacionales, como el FMI y el Banco Mundial condicionaban
su apoyo a la aceptación de los dictámenes del Consenso de Washington.
Sin embargo, en la realidad, la fuerza principal de esos dos instrumentos de
dominación viene del hecho de que el liderazgo en los subdesarrollados estaba
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convencido de que al aceptar el neoliberalismo, estaban actuando de acuerdo
con el mejor interés de sus países. Esto no ocurrió en el caso de las políticas
impuestas en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial, cuyos aspectos
negativos eran plenamente conocidos por los que a ellas se sometían.
A partir de los os cincuenta no era el caso de mantener la especialización
agrícola de las economías subdesarrolladas pero tan sólo impedir que fuesen
más allá de la producción de commodities industriales. O en el caso de países
como Brasil que ya habían ingresado en la producción de manufacturas de
más renamiento, el objetivo era revertir la situación a través de instrumentos
como el ALCA y la Ronda de Doha de la OMC.
Para concluir, se observa que el pensamiento único tuvo dos consecuencias
básicas. La primera, consistió en el abandono de los estudios e investigaciones
sobre la especicidad del crecimiento retardatario. La segunda fue impedir la
justicación cientíca de políticas favorables al desarrollo. Para subrayar la
importancia de esta segunda consecuencia hay que recordar lo que ocurrió
en el siglo XIX con el proteccionismo que facilitó la industrialización de los
Estados Unidos y Alemania. Alexander Hamilton, tomando en cuenta la
realidad de su país, propugnaba la defensa contra la competencia extranjera
del sector manufacturero americano. Su postura, en todo caso, difícilmente
tendría éxito contra el liberalismo sustentado por la mainstream economics, si no
recibiera el respaldo teórico de la teoría proteccionista de List.
En suma, no se trata para el analista de la economía brasila de
proponer esta o aquella política económica para corregir el largo período
de semiestancamiento del país. Lo importante, en el momento presente,
es superar el pensamiento único y eliminar la barrera ideológica, ya que
mientras persistan, van a representar un obstáculo que impide la adopción de
cualquier estrategia económica capaz de volver a poner el país en el camino
del crecimiento acelerado.
Situación presente
1 El objetivo de este párrafo es mostrar como el pensamiento único y la
barrera ideológica afectan la conducción de la política económica de Brasil.
La mainstream economics basada en la experiencia de las economías maduras
que no tienen que eliminar ningún atraso económico, valoriza el corto plazo.
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El papel del gobierno es, en resumen, garantizar los equilibrios fundamentales,
cambiario, scal y monetario, ya que con eso el crecimiento económico está
asegurado por la simple acción de las fuerzas del mercado. Esta visión de corto
plazo pasó a dominar la conducción de la política económica en Brasil. Esta
tendencia quedó claramente demostrada en una investigación hecha por la
Cepal y IPEA por Bielschwosky y Mussi (2002). En ella, fueron entrevistados
43 economistas elegidos entre los de más alto nivel en el país. Se indagó sobre
sus propuestas para volver a poner Brasil en la senda del crecimiento acelerado.
La conclusión de los responsables de la investigación fue que el tema no era
parte de los análisis y estudios de los entrevistados y que la preocupación de
éstos con los equilibrios de corto plazo producía una distorsión seria en la
percepción del problema. Lo que explica la forma, hasta entonces, en que era
interpretada la situación económica del país.
Dado que la inación es baja, la deuda pública se encuentra bajo control
y la balanza comercial registra saldos no sólo positivos sino que grandes y
crecientes, los equilibrios fundamentales están bajo control. Por lo tanto, la
economía está ‘bien’. Esta visión dominó de forma total y completa, no sólo
a los especialistas, sino que también a los formadores de opinión (líderes
políticos y sociales, comentaristas económicos de grandes diarios, etc.) Así, a
pesar de la grave crisis política ocurrida en el primer mandato del Presidente
Luiz Inácio Lula da Silva, se armaba que su reelección estaba garantizada
porque la economía brasileña estaba ‘bien’.
Nadie se preocupaba con el hecho de que el país estaba creciendo poco
más que un 2% al año, cuando las estimaciones son de que, solamente para
absorber la nueva mano de obra que entra cada año en el mercado, el PIB
debe crecer entre un 4% (Saboia, 2005) a 6% (Rocha y Albuquerque, 2006).
Tampoco se consideraba que países asiáticos y vecinos, como Venezuela y
Argentina crecían tres veces más rápido que Brasil, ni tampoco que éste se
expandió sin grandes problemas, en las tres décadas posteriores a la Segunda
Guerra Mundial, en un 7% al año.
No se llevaba en consideración el hecho de que la estabilidad monetaria
se obtiene con base a una de las tasas de interés más elevadas del mundo
que desalienta las inversiones privadas; y que el control de la deuda pública
se consiguió a través de superávits primarios que destruían la capacidad de
inversión del gobierno. O aún, que en el comercio externo la sobre valoración
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del real desincentivaba las exportaciones de alta tecnología y de un elevado valor
agregado por trabajador (estimulando importaciones con estas características),
en un proceso calicado por un importante instituto de investigación (IEDI)
como de desindustrializacn relativa del país. Este optimismo sólo fue
debilitado por un episodio que sirve, paradójicamente, para subrayar la fuerza
de la barrera ideológica.
2 En agosto de 2005 se realizó en Florianópolis, Santa Catarina, el
XVI Congreso de los Economistas Brasileños. Se aprobó y divulgó la Carta
de Florianópolis, bajo el título de “La Necesidad de una Visión de Largo Plazo
en la Política Económica Brasileña”. El documento, a pesar de explicitar este
aspecto de extrema importancia para el país, no tuvo mayor repercusión.
La situación se modicó únicamente cuando un periódico de gran
circulación, al comentar estadísticas publicadas sobre América Latina, en una
exploración picamente periostica, colocó en un titular la informacn de que
en términos de crecimiento del PIB, Brasil superó tan sólo Haití. El impacto
de la noticia sobre la opinión pública llevó a los responsables por la economía
brasileña a reconocer, por primera vez, que el “espectáculo del crecimiento”,
ampliamente anunciado por el Presidente de la República en el inicio de su
mandato, estaba lejos de ocurrir. O sea, se dieron cuenta de que la economía
no estaba ‘bien’. En función de esto, se lanzó en el inicio de 2007, esto es, en el
primer año del segundo mandato del actual presidente, el Plan de Aceleración
del Crecimiento PAC. Una iniciativa, sin duda, importante porque traduce
el reconocimiento de que no es suciente la simple consecución de los tres
equilibrios fundamentales (cambiario, scal y monetario) para conseguir una
vuelta al crecimiento acelerado. Y más aún, que la tasa de incremento del PIB
constituye un criterio fundamental para evaluar políticas económicas. El plano
prevé, entre otras iniciativas, la duplicación de las inversiones públicas (aunque
esto signique tan sólo un aumento del 0,5% a 1% del PIB), el aumento de las
inversiones privadas y otras medidas para estimular el desarrollo. Sin embargo,
en realidad, el PAC no consiguió escapar de la visión de corto plazo.
Brasil contabilizó un crecimiento acelerado entre 1850 y 1930, con base
en un modelo primario-exportador. Desde ese último año hasta 1980, obtuvo
un resultado todavía mejor con el modelo de substitución de importaciones. Lo
que se esperaba del PAC, por lo tanto, era la denición de una nueva estrategia
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que permitiese al país volver a crecer, por lo menos durante los próximos
cincuenta años, a una tasa no inferior al promedio anual de 7% alcanzada por
largos periodos en el pasado. Ahora bien, el PAC abarca apenas cuatro años
y en la práctica lo más que se puede esperar de éste es que obtenga, en el
segundo mandato del actual presidente, mejores resultados económicos que
en el primer mandato.
Las inversiones programadas por el PAC se concentran fundamentalmente
en infraestructura, tal como ocurre con políticas adoptadas para corregir
tendencias recesivas de corto plazo, y como dice Hirschman (1959), inversiones
en infraestructura no determinan el desarrollo, apenas lo permiten. No
sirve de nada construir carreteras si no hay camiones para usarla, o instalar
hidroeléctricas si no hay empresas para utilizar la energía. Programas de
desarrollo, segundo Hirschma, deben basarse en actividades directamente
productivas, lo que no ocurre con el PAC que desde este punto de vista tampoco
escapa a una visión de corto plazo.
Los analistas del semiestancamiento brasileño señalan como distorsiones
que deben ser corregidas para relanzar el desarrollo económico, las elevadísimas
tasas de interés vigentes en el país y la sobrevalorización del real. El PAC
no hace nada al respecto porque podrían verse perjudicados los equilibrios
fundamentales. La baja de la tasa de interés podría llevar a la fuga de capitales
extranjeros y determinaría además, el aumento de las presiones inacionarias.
La desvalorización del real, al aumentar el precio de los bienes importados
tendría igualmente impacto inacionario. Consecuencias inaceptables dentro
de una perspectiva de corto plazo.
Finalmente, el PAC establece como techo para el aumento del PIB, la tasa
anual de 5%. La explicación es simple. Se teme que el crecimiento arriba de 5%
determine presiones inacionarias y eventuales repercusiones negativas de tipo
cambiario o scal. Es decir, la manutención de los equilibrios fundamentales
sigue teniendo prioridad en relación al crecimiento acelerado.
3 Para completar nuestro análisis cabe ahora especular sobre lo
que poda, o debea, ser el PAC, dentro de una perspectiva claramente
desarrollista. Este punto es importante porque, entre otras cosas, las
autoridades ecomicas del país alegan frecuentemente que sus críticos no
ofrecen alternativas.
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El documento, Una Estrategia de Desarrollo para Brasil (2006)
publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CD) del Consejo
Regional de Economía de Rio de Janeiro, muestra que existen, por lo menos,
dos propuestas de nuevas estrategias económicas para Brasil. Es relevante
señalar que en rminos generales, retoman las propuestas de Furtado y
Magalhães de los anõs 80, como alternativa al agotado modelo de substitución
de importaciones. Lo que, de cierta forma, conrma la ecacia potencial de
estas sugerencias, en el sentido de evitar el largo periodo de semiestancamiento
que victimizó el país.
Un punto preliminar que debe ser establecido es que las estrategias
económicas deben ser montadas y designadas en función de los mercados en
los que se apoyan. Así, en Brasil, tuvimos la estrategia primario-exportadora,
basada en el mercado externo de bienes primarios, y la estrategia de substitución
de importaciones apoyada en el mercado interno de manufacturas. El papel
central del mercado fue conrmado por la experiencia de los países asiáticos
que mostró que el éxito de las políticas de desarrollo depende no del nivel
adecuado de ahorro, como se pensaba hasta hace poco, pero de la existencia
de mercados de dimensiones y dinamismo adecuados.
Esta percepción resultó, en último análisis, de las conclusiones del informe
del Banco Mundial, “The East Asian Miracle” (1993). Según éste, la aceleración
del crecimiento de los países de la región antecedió, no sucedió, al aumento
del ahorro. Los analistas de este hecho muestran que frente a oportunidades
de inversión o desarrollo, el ahorro se elevaba de forma endógena. Ahora
bien, estas oportunidades sólo indican la existencia de mercado, mostrando la
disponibilidad o garantía de éste, tomando para el papel de condicionante
principal de las políticas de desarrollo.
Según el CED, la primera propuesta de la nueva estrategia de desarrollo
para Brasil es de la autoría del Instituto de la Ciudadanía, entidad relacionada
al Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece el actual Presidente de
la República. El Instituto de la Ciudadanía deende la vuelta al desarrollo
acelerado basado en el mercado interno. Propone que a través de la corrección
de los elevados índices de concentración del ingreso existentes en Brasil, se
transforme el país en una sociedad de consumo de masas. Así, se daría al
mercado interno un tamaño suciente para constituir la base de un nuevo y
exitoso modelo de desarrollo.
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La alternativa a esta propuesta, ofrecida fundamentalmente por la
comunidad académica, es la del crecimiento basado en exportaciones, aunque
no de ventas externas de commodities agrícolas e industriales, como ocurre
actualmente en Brasil. La idea es basar la nueva fase del crecimiento brasileño en
la competitividad internacional de productos de alta tecnología y elevado valor
agregado por trabajador. De esta forma, estaríamos reproduciendo el modelo
de países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur.
El CED mostró que sea porque el país se encuentra en una situación
semirecesiva, sea porque el patrimonio de los grupos de altos ingresos está
inmovilizado en bienes físicos, cualquier redistribución de ingreso en las
dimensiones necesarias que pudiera iniciar un nuevo proceso de desarrollo
parece inasequible tanto económica cuanto políticamente. Esto impide que
sea viable una estrategia de crecimiento hacia adentro, como en el modelo
exitoso de substitución de importaciones.
Con respecto a la estrategia de crecimiento hacia fuera, su éxito dependería
del efecto multiplicador de las exportaciones sobre el mercado interno. Ahora
bien, dado el elevado contenido de bienes importados en el consumo de
los grupos de altos ingresos y de la elevada participación de éstos en el PIB
brasileño, el efecto multiplicador será necesariamente bajo. Una conclusión
conrmada por el reducido efecto, en términos de crecimiento, del reciente
aumento de las exportaciones brasileñas.
Según el CED, las dos propuestas son naturalmente complementarias.
El crecimiento hacia fuera, con base en sectores dinámicos o de alto valor
agregado, aceleraría el crecimiento del producto y todo adición de éste podría
ser aprovechado para reducir la concentración del ingreso, elevando el efecto
multiplicador de las exportaciones. Se habría creado, así, un círculo virtuoso
capaz de arrancar Brasil de su largo periodo de semiestancamiento.
Estas son apenas las líneas básicas de una nueva estrategia combinando
las dos principales propuestas alternativas. Algunas de sus otras características
pueden ser señaladas. Con respecto al crecimiento hacia fuera, la punta de
lanza del proceso deberían ser empresas de capital nacional, sea porque las
multinacionales tienen restricciones a la penetración en los grandes mercados
mundiales ya controlados por sus matrices; sea porque el esfuerzo de creación
de competitividad internacional, patrocinado por el poder público, debería
ser naturalmente orientado en benecio de empresas locales. La prioridad
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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concedida al sector de alta tecnología no debería, por otro lado, signicar el
abandono del segmento de commodities agrícolas e industriales, en el cual el
país posee ventajas comparativas naturales. El apoyo a este sector debería,
entre otros aspectos, procurar el aumento del valor agregado contenido en
sus exportaciones.
En lo que respecta el mercado interno, las medidas redistributivas serían
complementadas por un proteccionismo, durante el tiempo necesario para
evitar que las importaciones de países con industrialización reciente y bajo
costo de mano de obra, imposibiliten el desarrollo de importantes sectores de
la economía nacional. Igualmente, deben ser adoptadas medidas defensivas a
favor de sectores de alta tecnología, por el tiempo necesario para que alcancen
competitividad internacional.
En términos de instituciones internacionales, el Mercosul sería redenido
para ir más allá de una simple apertura comercial y habría una eventual creación
de instrumentos del tipo ya existente en la Unión Europea. La denición del
programa de trabajo conjunto de desarrollo constituiría una parte importante
del programa. El ALCA, que frente a la competencia americana llevaría
inevitablemente a la especialización de Brasil en commodities debería ser en
principio rechazada. Lo mismo pasaría con la Ronda de Doha, en la que el
intercambio de ventajas en el sector agrícola por una apertura en el sector
manufacturero y de servicios, llevaría al mismo resultado.
En suma, el reconocimiento de los malos resultados del neoliberalismo no
se ha revelado sucientemente para la total eliminacn de la perspectiva de
corto plazo en Brasil. Para que ésta desaparezca, y abra camino a la adopción
de estrategias de largo plazo, es indispensable eliminar el pensamiento único
que da apoyo a la barrera ideológica. En la próxima sección, se mostrará
como hacerlo.
Posible solución
1 – Primero hay que preguntarse si el pensamiento único que posibilita
la barrera ideológica es o no resultado de una conspiración antidesarrollista
patrocinada por las economías maduras.
H.J. Chang (2002), profesor de la Universidad de Cambridge, responde
armativamente a la pregunta. En su libro “Un Puntapié en la Escalera”,
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retoma la tesis de List de que los países desarrollados están, consciente y
sistemáticamente, patrocinando políticas cuyo objetivo es impedir el acceso de
las economías retardatarias al pleno desarrollo. En sentido contrario, se puede
recordar que la declinación de la Economía del Desarrollo, con el consecuente
surgimiento del pensamiento único, no fue resultado de la imposición de
nadie ni de ningún obstáculo insuperable para los especialistas en la disciplina.
Hubo simplemente el desinterés por el asunto por parte de los países ricos,
con el desaparecimiento de los fondos que nanciaban las investigaciones
sobre el subdesarrollo. Myrdal, en su discurso de aceptación del Premio
Nobel, ya se declaraba preocupado con el hecho de que los economistas de
países subdesarrollados no estuviesen contribuyendo adecuadamente para
el estudio de sus economías. Si éstos hubieran asumido las investigaciones
abandonadas por la academia del Primer Mundo no habría condiciones para
el predominio del pensamiento único. Sin tomar posición sobre el debate,
analizaremos simplemente los motivos que determinan la persistencia del
pensamiento único.
Los especialistas en Filosofía de las Ciencias muestran que una teoría
sólo es descartada por otra. Es la teoría la que indica al cientíco lo que debe
investigar, cómo investigar y de qué forma interpretar los resultados obtenidos.
En el caso especíco de la Economía, Balug (1979) mostró que, aunque la
Escuela Institucionalista Americana hubo presentado serias objeciones a la
visión neoclásica, ésta nunca fue descartada. Esto ocurrió simplemente porque
los institucionalistas fueron incapaces de ofrecer una teoría alternativa.
Cuando una teoría no acierta sus previsiones, o entra en choque con la
realidad observada, recibe simplemente modicaciones ad hoc, de manera que
pueda continuar a ser utilizada hasta que no se ofrezca una nueva. El Consenso
de Washington inspirado en la visión neoliberal, tuvo un estruendoso fracaso
en toda América Latina. Como, aún, no se ofrece una alternativa a la teoría
neoclásica en la que se inspira, simplemente recibió una modicación ad hoc
representada por el Consenso de Washington Ampliado.
Según éste, el Consenso de Washington, en su fórmula original, continúa
perfectamente válido. Se necesita simplemente agregar a sus propuestas la
exigencia de ajustes institucionales. Se los entiende como la adopción por parte
de los países subdesarrollados de reglas de juego compatibles con el crecimiento
económico. Se trataba, en última instancia, de implementar legislación que
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garantice el derecho de propiedad, proporcione seguridad jurisdiccional,
exibilice las ventajas sindicales, deenda el accionista minoritario, regule
adecuadamente el proceso de bancarrota, etc.
Pues bien, para que el Consenso de Washington sea desechado, tendría
que ser confrontado con una teoría o paradigma, montado en base a las
caractesticas especícas del crecimiento retardatario. Esto no ocurrió. Veamos
como esta deciencia puede ser corregida.
2 Existen hoy en Brasil centros de investigación económica de primer
nivel. Sin embargo, dentro de la tradición del hemisferio sur (y esto vale para
todas las ciencias y no sólo para la Economía), salvo casos excepcionales,
estos aplican pero no crean ciencia. Hecho éste sin mucha importancia en
las ciencias exactas pero de consecuencias altamente negativas en las ciencias
sociales y particularmente en Economía.
Para superar el problema, el CED propuso la creación de lo que llamó
núcleo de pensamiento crítico con las siguientes características:
a) Equipo técnico compuesto de investigadores seleccionados entre
los más capacitados del país y especialistas extranjeros trabajando en
Economía del Desarrollo;
b) Investigación orientada hacia la creación de un paradigma ajustado al
crecimiento retardatario y capaz de dar cobertura cientíca a políticas
económicas tomando en cuenta la especicidad de ese crecimiento;
c) Trabajo llevado adelante en términos de scientic research programs tal
como los dene Lakatos.
Este último punto es extremadamente importante y debe ser explicitado.
Programas cientícos de investigación se concentran, de manera permanente e
ininterrumpida, en un determinado aspecto de la realidad previamente denido,
discutiendo y profundizando los resultados obtenidos, confrontándolos con
los de programas alternativos, defendiéndolos o modicándolos según sea
necesario. Anteriormente nos referimos a la teoría proteccionista de Prebisch
que fue rechazada sin que hubiere sido efectivamente contradicha. Esto ocurrió
porque no pertenecía a ningún programa cientíco de investigación en el cual
habría sido profundizada y defendida contra críticas que no amenazasen sus
postulados fundamentales. Un caso diferente fue el de la teoría heterodoxa de
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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la inación, desarrollada por economistas de la Ponticia Universidad Católica
de Rio de Janeiro. Nació en el ámbito del programa cientíco de investigación
llevado adelante en esa entidad y la validez de sus conclusiones fue conrmada
por el éxito del Plano Real, que liquidó el proceso hiperinacionario brasileño.
Sin embargo, el programa fue disuelto inmediatamente después, lo que llevó
a que fuera abandonado, volviéndose a aplicar las fórmulas ortodoxas de
estabilización monetaria.
En denitiva, no se revelan sucientes contribuciones tópicas, aunque
las haya de alto nivel, para la Economía del Desarrollo. Es necesario que
estén inseridas en una actividad permanente e ininterrumpida bajo la forma
de programa cientíco de investigación.
3 Con todo, no será fácil tomarle la delantera al pensamiento único.
Habrá que enfrentar mitos generados en el ámbito de éste que deben ser
previamente eliminados. El primero de ellos se encuentra congurado en
el Consenso de Washington Ampliado, cuando éste arma que la falta de
adecuación de las instituciones es causa del subdesarrollo. El segundo mito
se reere a las relaciones entre desarrollo y brote inacionario.
H.J. Chang, perteneciente a la corriente institucionalista, contradice la
idea de que el fracaso del Consenso de Washington, en su versión original,
fue consecuencia de que no se haya propuesto la creación de instituciones
ajustadas al desarrollo. Chang muestra que muchos de los actuales países
subdesarrollados disponen de instituciones más avanzadas que las de las
actuales economías maduras en su fase de expansn acelerada. Arma, ades,
que buena parte de las instituciones existente en los desarrollados es un efecto
no una causa del crecimiento económico.
Más importante, aún, es la propia experiencia histórica brasileña. En
los treinta y cinco años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, el país
tuvo una de las más elevadas tasas de crecimiento del mundo. Lo que, según
el Consenso de Washington Ampliado, sólo podría haber ocurrido si las
instituciones hubiesen estado perfectamente ajustadas al proceso dinámico.
Ahora bien, a partir de 1980, Brasil ingresó en un semiestancamiento que
ya dura tres décadas. Hecho que, de acuerdo al Consenso de Washington
Ampliado, sólo podría haber ocurrido como resultado de grave colapso
institucional. En verdad, lo que ocurrió fue exactamente lo contrario. No sólo
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Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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no hubo colapso, sino que en los años siguientes las instituciones brasileñas
se perfeccionaron constantemente.
Hechos como estos no impidieron al Banco Mundial dedicar su informe
de 2002 a la tesis de la necesidad de cambios institucionales para garantizar
el desarrollo, incluso, colocando en el epígrafe una frase de Dudley North
(1993), autor que en su trabajo principal declara la quiebra de la Economía
del Desarrollo.
Con respecto a la inación, hay dos mitos que han perjudicado seriamente
la correcta interpretación del proceso. El primero de ellos es el de que cualquier
aumento de precios tiende rápidamente a acelerarse. El segundo es que la
inación es altamente perjudicial para los grupos de menor renta.
El primer mito se enraizó en Brasil debido a las siguientes circunstancias.
El gobierno de Fernando Henrique consiguió a partir de 1994, basado en el
Plano Real, controlar la inación brasileña. Sin embargo, habiendo adherido
al Consenso de Washington, no consiguió, como esperaba, reponer el país
en la senda del crecimiento acelerado. Frente a esto, se valorizó la política
conservadora adoptada por el gobierno armando que el objetivo de esta era
preservar la estabilidad monetaria conquistada con el Plano Real. Y para forzar
esa identicación, creó el mito de que cualquier aceleración de precios, por
menor que fuera, escaparía rápidamente fuera de control.
El planteamiento carece, en verdad, de cualquier apoyo factual. En los
os 1970, en ocasión de los dos choques del petróleo, los países asticos,
incluso Corea del Sur, aceptaron una aceleración inacionaria para mantener
su desarrollo. En ese periodo, Corea registuna inación promedio anual
de 20%. En la década siguiente ese porcentaje cayó para 5%, sin que se
intercalara ninguna hiperinación. Una experiencia semejante ocurr en
otros países asiáticos.
En los primeros treinta años después de la Segunda Guerra Mundial,
Brasil registuna elevación anual promedio de 20% (con un aumento del PIB
de 7% al año) sin que se observara ninguna tendencia hacia una aceleración
incontrolable.
La hiperinación del n del periodo fue resultado de errores que
podrían haber sido evitados, como el rechazo del Gobierno militar a adaptarse
correctamente a los choques del petróleo y a no adoptar una estrategia capaz
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de mantener un crecimiento acelerado de la economía. Contribuyó, igualmente,
para este resultado, la adopción, fuera de control, de la corrección monetaria.
O sea, ni la larga experiencia de Brasil con una inación bajo control, ni
hechos observados en otros países, justican el mito de que cualquier brote
inacionario tiende irreversiblemente a la aceleración.
El mito de que la inación causa daños graves e irreparables a los grupos
de menor ingreso, tuvo en Franco (1998) su más importante divulgador, de
ahí la importancia de recapitular su argumentación. Según él: “La inación
y los décits scales son mecanismos fundamentales para permitir, a través
del ahorro forzado, la sustentación de niveles elevados de inversión pública,
contribuyendo signicativamente para que las tasas de inversión agregadas
permanezcan alrededor del 25% del PIB. El crecimiento puede sustentarse
en tasas elevadas durante muchos años, gracias a este alto ritmo de formación
de capital pero generando crecientes dicultades. Los impactos sobre la
distribución del ingreso de un crecimiento fuertemente, y cada vez s,
dependiente de la inación, fueron los peores posibles. Brasil creció, pero se
volvió un país industrial a costa de un aumento extraordinario de los niveles
de desigualdad (págs. 59 y 60).
Franco arma, por tanto; primero, que la inación puso el ahorro del
país a un nivel del 25% del PIB, segundo; que esto permitió un crecimiento a
tasas elevadas durante muchos años y por último; que de esa forma Brasil se
convirtió en un país industrial. La objeción procede de la concentración de
renta y ésta debe, por consiguiente, ser examinada.
Evidentemente, no se puede argüir con la inación fuera de control
observada después de los choques del petróleo, porque ésta es incompatible
con el desarrollo. La espiral de precios que, de acuerdo a Franco, dio a Brasil
un largo período de crecimiento, tasas de ahorro de alrededor del 25% del PIB
y un acelerado proceso industrial, fue la que se mantuvo aproximadamente
al 20% al año, en las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Evaluemos su impacto distributivo.
Con ese nivel de inación, un salario de 1000 reales declina, en 12 meses
(es decir en la víspera de nuevo reajuste), para 830 reales, con promedio, durante
el periodo, de 900 reales y pérdida del poder adquisitivo de cerca de 10%. Con
inación estable, la pérdida se limitaría a ese porcentaje. Sin embargo, hay que
considerar que en un proceso de crecimiento acelerado, los salarios aumentan
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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en la misma proporción que el producto por cápita, Así, con un crecimiento
anual del PIB de 7%, observado en el período analizado por Franco, esa pérdida
sería compensada en dos o tres años.
Otro aspecto importante es que para que la economía brasileña sea capaz
de dar empleo a cerca de 1,5 millones de nuevos trabajadores que se presentan
anualmente al mercado, el PIB brasileño debería crecer anualmente entre 4%
y 6%, conforme estimativas referidas anteriormente. Lo que de hecho ocurrió
en las dos décadas y media posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Y de
acuerdo a la opinión, nada sospechosa, de Franco, esa tasa fue proporcionada
por el brote inacionario del periodo. Así las cosas, ¿cómo colocar la inación
como completa y necesariamente desfavorable para el trabajador?
Posiblemente, la forma correcta de atender la preocupación social de
Franco sería indagar en los sindicatos si aceptarían una reducción del 10% de
sus salarios para que la oferta de puestos de trabajo aumentara a 1,5 millones
al año. Y dejando claro que la pérdida salarial sería compensada en tres años,
como máximo, O sea, no se niega el impacto negativo de la inación sobre
el poder adquisitivo de los salarios, apenas se arma que la cuestión debe ser
examinada en el contexto global de políticas de desarrollo. En el caso, por
ejemplo, examinado por Franco, la inación sería probablemente considerada
favorable a los trabajadores.
Una observación nal se hace necesaria. Durante los años 1950 y 1960,
un importante grupo de economistas brasileños defendió la tesis de que una
inación moderada y bajo control era importante para obtener crecimiento
acelerado de la economía. Esto porque, en función del hecho de que los precios
creciendo constantemente y los salarios ajustándose periódicamente, los lucros
aumentarían y con ellos el ahorro. Ya hoy, la experiencia de los países asiáticos
muestra que frente a estrategias correctas de desarrollo, el ahorro se eleva
de manera endógena. Pierde sentido, entonces, defender la inación como
instrumento aceptable en políticas de desarrollo.
El problema es que el largo período de semiestancamiento de la economía
brasileña, y las distorsiones resultantes, hacen con que sea difícil volver a
acelerar el crecimiento sin que surjan tensiones inacionarias que podrían,
eventualmente, transformarse en inación abierta. Se trata de un desequilibrio
estrictamente provisorio y rápidamente controlable. Los mitos de la irreprimible
aceleración de la espiral de precios y su extrema malignidad social llevan a
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que tales desequilibrios no sean aceptables, haciendo extremadamente difícil
el lanzamiento de estrategias económicas capaces de volver a situar el país en
la senda del crecimiento acelerado.
La experiencia de los países asiáticos muestra que el crecimiento acelerado
puede ser obtenido con un techo de 5% para el aumento anual de precios. Pero
muestra igualmente que en situaciones especiales, una inación moderada y
bajo control debe ser aceptada a n de mantener o retomar el desarrollo. Esta
son las lecciones que deben ser aprovechadas en cualquier política económica
llevada racionalmente.
El objetivo básico del Núcleo de Pensamiento Crítico es, en denitiva,
a través de un riguroso análisis cientíco, denir las características especícas
del crecimiento retardatario, describiendo las políticas económicas aplicables
e impidiendo la proliferación de mitos, como los ya examinados.
Perspectivas futuras
1 El análisis anterior mostró la complejidad de la situación económica
brasileña. Los resultados obtenidos tienen raíces menos económicas que
sicológicas, sociales y políticas. Cualquier previsión debe, en consecuencia,
tomar en cuenta este aspecto.
Un hecho determinante en la evolución futura de la economía
brasileña es que se encuentra por el momento dirigida por el Banco Central.
Recapitulemos.
Después de 1994, con el éxito del Plano Real de estabilización monetaria,
la inación cayó en Brasil a una tasa anual de un dígito. En 2002, cuando quedó
claro que un der de izquierda asumiría la presidencia de la república, los precios
se elevaron de 12% a 17%, de acuerdo al índice considerado. La asesoría del
área nanciera del gobierno entrante (2003), llevada por un temor exagerado
del problema, temor patrocinado por la administración Fernando Henrique,
convenció a la cúpula política que el país se encontraba en el umbral de una
nueva hiperinación. La tarea de evitarla, sea de inmediato, sea en un futuro
próximo, fue atribuida al Banco Central que pasó, así, a dictar las reglas de la
economía nacional.
Hay serias razones para creer que el supuesto riesgo de inación nunca
existió. Así, en el último o del gobierno Kubitschek (1960). El aumento anual
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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de precios alcanzó la tasa de 30%. En el período siguiente, el caos político
consecuencia de la renuncia de un presidente de la república y la resistencia a
tomar el mando por parte de su sucesor legal, determinó un aumento anual
de precios de hasta 60%. Una vez normalizada la situación en 1974, la espiral
de precios volvió a su nivel histórico, sin ninguna amenaza de hiperinación.
Hechos como estos no fueron llevados en cuenta y la consecuencia fue que toda
la economía brasila pasó a ser dirigida en función de la necesidad de mantener
la estabilidad de precios. Es decir, las metas de inación, administradas por
el Banco Central se sobreponían de forma absoluta al objetivo de retomar el
crecimiento acelerado.
En dicho contexto, a corto y medio plaza se debe esperar un aumento
anual promedio del PIB entre 4,5% y 5% como se propone en el PAC. La tasa
de 5% pasó a ser considerada como un techo, porque cualquier “amenaza”
de mayor crecimiento será bloqueada para evitar el eventual agravamiento de
presiones inacionarias. A este respecto, el Banco central brasileño no hace
otra cosa que imitar lo que ocurre en Estados Unidos, donde el FED, para no
arriesgar la estabilidad monetaria, adopta medidas restrictivas al aumento del
PIB siempre que tiende a superar el nivel anual de 4%.
La tasa de 4,5% constituye, por otro lado, un mínimo, porque con el PAC
se pasó a considerar entre los criterios para juzgar el éxito económico, junto con
los equilibrios fundamentales, también la tasa de aumento del PIB. Cualquier
crecimiento inferior a 4,5% será, consecuentemente, considerado insuciente.
Y como en el período reciente ganó fuerza la tendencia desarrollista del equipo
económico, incluso con la creación del Ministerio Extraordinario para Políticas
de Largo Plazo, cualquier resultado inferior será inmediatamente denunciado.
Y como la larga experiencia pasada muestra que Brasil no tiene dicultades para
crecer hasta 7% al año, medidas correctoras serán tomadas inmediatamente.
En suma, a corto y medio plazo la economía deberá crecer alrededor de 5%,
menos por motivos económicos que por interferencias de carácter político.
¿Qué podemos esperar, en cambio, del largo plazo? La cuestión puede
enfocarse de dos maneras. La primera es indagando si, manteniendo las
condiciones actuales, la tasa de 4,5% a 5% puede mantenerse indenidamente.
Un grupo importante de economistas brasileños responde negativamente, ya
que problemas fundamentales no han sido controlados, como la elevada tasa
de interés, la sobrevalorización cambiaria, la pesada y creciente carga scal,
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los gastos públicos creciendo más que el PIB, etc. Sin embargo, posiblemente,
la justicación más objetiva de la evaluación pesimista de las perspectivas de
largo plazo, se encuentra en la ausencia de una estrategia económica para la
economía brasileña. Las inversiones en infraestructura previstas crean empleo
y aceleración del PIB mientras duren las obras dispuestas. Una vez terminadas y
sin una estrategia de desarrollo basada en actividades directamente productivas
de mercados dinámicos, el semiestancamiento se volverá a imponer. La fase
de alivio puede tener, incluso, un efecto negativo al considerar resuelto el
problema económico y haciendo innecesaria cualquier estrategia.
La segunda forma de enfocar la cuestión del largo plazo es la siguiente; si
Brasil tiene condiciones excepcionalmente favorables al desarrollo, y numerosos
países, en que éstas son inferiores, están creciendo muy encima del 5%, ¿por
qué considerar esa tasa aceptable, o incluso como límite superior al aumento
del PIB? La toma de consciencia de este hecho, ¿no llevará a la eliminación
nal del pensamiento único y de la barrera ideológica?
Los defensores de la manutención de la tasa del 5% como techo,
sostienen que debido a que la tasa de aumento demográco es hoy menor
en Brasil, un crecimiento actual de 5% equivale, en términos por cápita,
al 7% del pasado. Frente a esto, argumentan, no tiene sentido que para
acelerar más el crecimiento, se corra el riesgo de una vuelta a los desequilibrios,
como la inación.
Contra esto, se objeta que si la nalidad de las políticas de desarrollo
es eliminar el atraso económico lo más rápido posible, es inaceptable un
crecimiento de 5%, tasa muy inferior a la capacidad efectiva del país. Hay que
recordar al mismo tiempo que si el aumento rápido del PIB ocasiona tensiones
de tipo cambiario, scal y monetario, eso constituye parte integrante y normal de
cualquier proceso de crecimiento acelerado. La denición de los medios y modos
de mantener esas tensiones bajo control es parte de las políticas de desarrollo.
Otro argumento importante de la corriente desarrollista es que,
considerando la existencia del efecto de imitación o emulación, no existe para
las economías retardatarias la opción de crecer rápida o lentamente. Los grupos
de bajo ingreso de esos países observan los elevados niveles de vida de las
economías maduras, incluso copiado por las clases más ricas del propio país.
Pasan a reivindicar estos niveles forzando el gobierno a gastos que reducen
su nivel de ahorro. Lo mismo sucede con el sector privado, en la medida en
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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que el gobierno, a n de atender reivindicaciones, aumenta impuestos, eleva el
salario mínimo, extiende el periodo de vacaciones, reduce el número permitido
de horas de trabajo, etc.
En Brasil, este tipo de problema se maniesta, entre otros, en el hecho de
que en el pasado el Gobierno ahorraba 4% del PIB y hoy, tiene ahorro negativo.
El pago de las jubilaciones equivale actualmente a cerca de 7% lo que algunos
analistas consideran un porcentaje excesivo para un país subdesarrollado.
Ocurre que, si después de 1980 el PIB brasilo hubiere mantenido el
incremento de 7% al año del período anterior, sería actualmente tres veces
mayor. Con el porcentaje de los gastos de jubilación a un tercio del presente.
Es decir, nuevamente tenemos aquí un crecimiento económico insuciente
para satisfacer las reivindicaciones por mejores condiciones de vida.
Fenómenos de ese tipo constituyen manifestaciones del efecto de
imitación, lo que convierte el desarrollo en una carrera entre la presión de
las reivindicaciones por patrones de vida más elevados y la capacidad del
gobierno de satisfacerlos, sin comprometer el margen de ahorro necesario
para mantener el crecimiento.
En denitiva, desde la perspectiva de largo plazo hay motivos para creer
que ocurrirá la ruptura nal con el pensamiento único y la barrera ideológica
permitiendo nalmente a Brasil que crezca al ritmo que, tanto sus condiciones
económicas favorables, como su experiencia histórica, revelen como posible y
natural. La explicacn de cómo y cuando esto ocurrirá cabe más a politilogos
y sociólogos de que a economistas.
Conclusión
Brasil disfru de condiciones extremadamente favorables para el
desarrollo y los casi treinta años de semiestancamiento, a partir de 1980, sólo
pueden ser explicados por errores fundamentales de política económica.
Congurados esencialmente en la falta de una estrategia de desarrollo,
consecuencia esta, a su vez, de la aceptación del neoliberalismo patrocinado
por el Consenso de Washington. Ignorando la tentativa de perpetuarlo a
través del Consenso de Washington Ampliado, el PAC dio el primer paso en
el sentido de liberar el país del semiestancamiento. Esta iniciativa debería ser
complementada por la denición de una nueva estrategia de desarrollo lo que
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determinaría la eliminación de políticas de corto plazo, corolario básico del
pensamiento único.
Para que esto ocurra, es fundamental crear para el crecimiento retardatario,
un paradigma que ofrezca alternativas a las recetas de la mainstream economics y
proporcione una base cientíca de alto nivel a la nueva estrategia propuesta.
Algunos pasos se han dado en esa dirección, basados en una versión de largo
plazo de las tesis keynesianas. El informe 2006 de la Unctad, al defender
en un apéndice teórico inversiones autónomas cuyo resultado nal sería la
correspondiente elevación del ahorro, ofrece la primera contribución para
este nuevo enfoque.
En Brasil, Juan Sic (2005) deende la tesis de que los nuevos
keynesianos desvirtúan las contribuciones del autor que da nombre a la corriente,
e innova al armar con Philips contra la teoría neoclásica de las expectativas
racionales la posibilidad de reducir el desempleo a tras de nuevas inversiones.
Juntamente con Bresser Pereira propone lo que llama de nuevo desarrollismo
cuyos fundamentos teóricos comienzan a ser esbozados.
Nos referimos anteriormente a la importancia de ampliar y consolidar
este esfuerzo a través de un núcleo de pensamiento crítico. Su creación será
importante, no solamente para Brasil como para toda América Latina, que
no tuvo como los asiáticos, el benecio del patrón mimético ajustado a su
realidad. De ahí, la conveniencia del trabajo conjunto de los países de la región
en la creación de ese núcleo.
Cristina Fernández de Kirchner (2007) apoya esa posición al armar, “es
muy bueno que (...se) proporcione pensamiento crítico a los gobiernos de la
región, que durante tanto tiempo, recibieron pensamientos ajenos y muchas veces
contrarios a los intereses de sus países, producto de otras usinas intelectuales
que no responden exactamente a los intereses de la región. Así, creo que en
buena hora están soplando nuevos vientos en la región latinoamericana”. (p. 5)
Apéndice
Nota introductoria
La presente nota resume un análisis de conferencia que va ser publicada
en breve. Como la exposición fue hecha para no especialistas, el texto evitó
planteamientos de carácter más técnico.
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Impacto del pensamiento único en las teorías económicas
*
1 En otros trabajos tuvimos la oportunidad de mostrar como la
teoría proteccionista de Prebisch y la teoría heterodoxa de la inación
de economistas brasileños fueron descartadas sin que hubieran sido
efectivamente refutadas o se hayan vuelto obsoletas. Algo semejante ocurrió
con la Economía del Desarrollo. En el presente texto mostraremos como
la manutención y la profundización de los análisis de la Econoa del
Desarrollo habría sido capaz de indicar rumbos diferentes para políticas
económicas implementadas en Brasil, con importantes benecios para el país.
Curiosamente estas políticas estarían bastante próximas de las que practican
los países del Este y Sur de Asia.
Concentraremos el análisis en la contribución de Lewis, ciertamente la
s importante registrada en la disciplina y que le valió el Premio Nobel de
Economía. Según Lewis, el crecimiento retardatario, diferentemente de lo que
sucede en las economías desarrolladas, es llevado adelante en condiciones de
oferta ilimitada del factor trabajo. Este simple hecho, tiene, como veremos,
consecuencias importantes en lo que se reere a la denición de políticas
de desarrollo.
La consecuencia principal de oferta ilimitada de mano de obra es la
existencia generalizada del desempleo encubierto. Ejemplicando: en la
agricultura familiar, los hijos son automáticamente incorporados a la actividad
económica, sin que esto resulte en ningún aumento de producción. Ésta, por
lo tanto, no va a registrar ninguna reducción si fuesen desplazados para otra
actividad. En consecuencia, es lícito armar que se encuentran técnicamente
en situación de desempleo, aunque sea encubierto por una actividad sin
resultados efectivos.
Este simple hecho lleva a la conclusión de que es muy importante en
economías subdesarrolladas, la diferencia entre el costo real y el costo de
oportunidad. El costo real es dado por el valor de la totalidad de los insumos
incorporados en cada producto. El costo de oportunidad de un bien A, es
medido por el valor del bien B que se deja de producir para obtener el bien
A. El enfoque del costo real es fundamentalmente microeconómico, siendo
* El impacto negativo del pensamiento único es igualmente examinado en CED “Economia Brasileira, do
Pensamento Único a Vinte Cinco Anos de Semi-estagnação” (capítulo V).
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además, el único registrado por el mercado para la toma de decisiones en las
empresas. El enfoque de costo de oportunidad es macroeconómico, porque
incorpora una visión global de la economía tomando en cuenta implícitamente,
la existencia de factores ociosos que posibiliten la producción de un bien sin
reducción en la oferta de otros.
En el caso de los países subdesarrollados donde existe una situación de
desempleo encubierto, el costo de oportunidad de la mano de obra es cero.
A pesar de esto, la empresa que emplee un trabajador en situación de desempleo
encubierto debe pagarle un salario, lo que crea una importante diferencia entre
el costo real y el costo de oportunidad. Como las decisiones basadas en el
mecanismo de precios consideran únicamente el costo real – o sea, decisiones
económicas estrictamente basadas en las indicaciones del mercado, como exige la
visión neoliberal patrocinada por el pensamiento único son infraóptimas en los
países subdesarrollados. La forma de corregir esta distorsn consiste en la acción
sistemática del Estado en la economía basada en políticas de desarrollo.
Un ejemplo aritmético simples ilustra el problema. Un hipotético
país subdesarrollado considera la posibilidad de invertir en una actividad
industrial que producirá un bien con el valor de 100. Los costos estimados
son de 30 en salarios y de 80 en otros insumos, totalizando 110. Frente a
esto, en los términos estrictos de las indicaciones de mercado, la producción
de este bien debe ser considerada antieconómica, ya que los precios son
inferiores a los costos. Esto en rminos de costo real. En términos de
costo de oportunidad, el valor del trabajo es cero y por lo tanto el costo
total del bien es de 80, un nivel perfectamente compatible con el precio
100 obtenido por el producto en el mercado. Es decir, estamos delante de
una falla del mercado que en las economías subdesarrolladas pone en duda
la ecacia del mecanismo de precios. Esto es, la primera consecuencia del
análisis de Lewis es de que en países subdesarrollados, el mecanismo de
precios funciona inadecuadamente, lo que hace que sea de vital importancia
la acción sistemática del Estado en la economía.
2 Vimos anteriormente que la condicionante principal de la política
de desarrollo es la garantía de mercado. Ahora bien, la decisión de invertir
tomando en cuenta el costo real, y no de oportunidad, reduce injusticadamente
el mercado interno de gran importancia en la fase inicial de las políticas de
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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desarrollo. Esto debe ser corregido con el uso de medidas proteccionistas
adoptadas por el Estado. Una ilustración importante de las consecuencias
negativas de esta falla del mercado se encuentra en las relaciones económicas
internacionales. Ejempliquemos con la industrialización brasileña.
El pensamiento ortodoxo, basado en las proposiciones de la mainstream
economics, condenaba cualesquiera medidas proteccionistas en el país por producir
bienes localmente que superaban en precio al producto importado. Uno de los
argumentos era de que no tenía sentido dejar de producir café, ya que éramos
ecientes en su producción, para producir productos industriales caros y de mala
calidad. Es un razonamiento correcto en términos de costo real pero equivocado
para países subdesarrollados porque no toma en cuenta el valor cero del costo
de oportunidad del trabajo. En términos de costo de oportunidad el producto
brasileño era perfectamente competitivo. O sea, estábamos frente a una falla
del mercado que debería ser corregida por medidas proteccionistas.
Si hubiese habido estricto respeto a los mecanismos de mercado, la
industrialización brasileña nunca habría ocurrido. Tuvo lugar como consecuencia
de la gran depresión de los os 1930 que al derribar los precios del café, redujo
drásticamente la capacidad del país de importar manufacturas extranjeras. La
conrmación del bajo costo de oportunidad del producto industrial brasileño
fue dada por el hecho de que, contrariamente a la predicción de los ortodoxos,
la actividad manufacturera creció rápidamente sin ningún declínio en las zafras
agrícolas. Es decir, la segunda consecuencia de la profundización del análisis
de Lewis, es de que la garantía de la parcela de mercado interna necesaria a las
políticas de desarrollo, depende de medidas proteccionistas implementadas
por el Estado. Y este proteccionismo es técnicamente justicable por estar
corrigiendo una grave falla del mercado.
3 Esto por lo que se reere al mercado interno. Un problema semejante
ocurre con respecto al mercado externo en relación a la tasa de cambio. Desde
la perspectiva de largo plazo, la única relevante en términos de política de
desarrollo, la tasa de cambio entre dos países es determinada por la paridad
del poder adquisitivo de las respectivas monedas. Así, si una cesta de bienes
en Estados Unidos vale 100 dólares y si la misma cesta es vendida en Brasil
por 200 reales, la tasa natural de cambio entre los dos países, que resultará
de la libre actuación de mecanismos de precios, tenderá para la relación de 2
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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reales por un dólar. Esta sería la tasa natural de cambio determinada por los
precios vigentes en los mercados de los dos países, precios determinados por
el costo real de los bienes.
Ocurre que en términos de mecanismo de precios sólo el costo real es
considerado.
Supongamos que el costo de oportunidad de la mano de obra en Brasil
sea cero y que corresponde a 50% del costo, la cesta brasileña va a ser cotizada
al doble de su valor real. Con dos lares los americanos debean obtener
dos cestas y no únicamente una, esto es, el producto brasileño estará muy
caro para ellos lo que hace con que Brasil exporte poco a los Estados Unidos.
De forma opuesta, las mercancías americanas son baratas para los brasileños
que cambian una cesta suya por una cesta americana cuando deberían dar
dos. Esto hace que Brasil importe mucho de Estados Unidos.
La solución para volver al intercambio equilibrado sería que el Gobierno
brasileño, a través de la desvalorización del real, pasara la tasa de cambio para
4 reales por 1 dólar. Así los americanos podrían adquirir dos cestas básicas
brasileñas con una de las suyas y los brasilos tendrían que dar dos cestas para
obtener una cesta americana. O sea, dentro de la línea analítica propuesta por
Lewis es necesaria y justicable la desvalorización de la moneda nacional en los
países en desarrollo como forma de conquistar el mercado externo, indispensable
para el éxito de sus políticas de desarrollo. Nuevamente, en este caso, la medida
es técnicamente justicable por estar corrigiendo una falla de mercado.
4 Otro caso en que el abandono de las teorías de Lewis signicó un
perjuicio real o potencial para países subdesarrollados es el de la política
antiinacionaria. Para comprobar este hecho hay que comenzar recapitulando
las dos explicaciones propuestas para la inación. De acuerdo con la primera
de ellas, la inación resulta del exceso de moneda, permitiendo aumentos de
costos o de demanda. Otra explicación arma que la espiral de precios es
resultado de la disputa de los agentes económicos alrededor del PIB cuando
la suma de sus reivindicaciones supera el monto de éste. Esta es la teoría
heterodoxa de la inación inercial en la que se basó el Plano Real que liquidó
la hiperinación brasileña. Profundicemos este aspecto.
Aceptando, a n de simplicar, la existencia de apenas dos agentes
económicos, trabajadores y empresas, esta disputa se traduce en aumentos
Un enfoque cualitativo de la economía brasileña
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sucesivos de sueldos y precios. Un punto importante y que ayuda a comprender
la diferencia entre los dos enfoques, es que mientras en la primera concepción
de brote inacionario el aumento de la moneda puede ser considerado una
causa básica del proceso, en el segundo, es interpretado como efecto. Es decir,
frente a los sucesivos aumentos de sueldo y precios, el gobierno se ve obligado
a aumentar la moneda para evitar una crisis de liquidez.
En las economías desarrolladas la disputa acerca del PIB no puede existir
porque ocurre cuando los salarios bajan como consecuencia del aumento
de precios por las empresas deseosas de elevar el margen de lucro. Sucede
que en estos países, la mano de obra es escasa y por ende los sindicatos
tienen un elevado poder de negociación. Al percibir que los reajustes de sus
remuneraciones son luego enseguida neutralizados por un nuevo aumento de
precios, imponen una escala móvil de salarios en la que cualquier elevación de
precios es prontamente compensada por un aumento proporcional de salarios.
Esto impide la disputa acerca del PIB.
En los subdesarrollados el factor trabajo es superabundante, como
demostró Lewis, siendo así débil el poder de negociación de los sindicatos.
De esta forma, son incapaces de defender ecazmente el poder adquisitivo
de sus remuneraciones, a través de medidas ecaces como la escala móvil.
Hay que recordar, en este sentido, que en Brasil, a pesar de la inación
anual promedio de 20% en los treinta años posteriores a la Segunda Guerra
Mundial, los sindicatos jas consiguieron imponer una escala móvil de
salarios. Lo que conrma la tesis de que la inación es resultado de la disputa
acerca del PIB. Este fue el concepto aceptado por los proponentes de la
teoría heterodoxa de la inación cuya validez fue conrmada por el éxito
del Plano Real.
Un ejemplo simple ilustrará el procedimiento adoptado por el Plano Real.
Con una inación anual de 20%, un sueldo real de 1000 con reajuste cada doce
meses, declina hasta el n del período para 800. Con un promedio, por tanto,
de 900. El comportamiento de los lucros es exactamente el opuesto, cayendo
para el nivel mínimo cuando los salarios se encuentran en 1000 y alcanzando
su valor máximo con salarios de 800. En la fórmula heterodoxa de control de
la inación, los salarios son colocados en su nivel promedio de 900, haciendo
lo mismo con los precios determinantes del montante de los lucros. Como el
sumatorio de las remuneraciones reales promedio de los agentes económicos,
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es por denición igual al PIB, este procedimiento elimina la causa básica de
la espiral de precios.
Del punto de vista de las políticas de desarrollo, lo importante es que
siendo la inación en los subdesarrollados consecuencia de la disputa de los
agentes económicos acerca del PIB, debe ser controlada a través de políticas
de renta y no de políticas monetarias.
Los altísimos intereses practicados en Brasil que impiden, o seriamente
dicultan, la retomada del desarrollo, son justicados por el Banco Central,
como forma de contener la inación cuando lo correcto sería adoptar una
potica de ingresos. Estamos, consecuentemente, frente a un error fundamental
que no sería cometido si las conclusiones de la contribución teórica de Lewis
fuesen consideradas.
5 El análisis anterior permite igualmente solucionar una paradoja
que pone en duda la validez misma de la ciencia económica. Los países
latinoamericanos que con base en el Consenso de Washington, siguieron
rigurosamente la receta de la mainstream economics tuvieron un estrepitoso fracaso.
Los países asiáticos que ignoraron esta receta e incluso muchas veces hicieron
lo opuesto, registraron un éxito excepcional, lo que compromete seriamente
la Economía como ciencia.
El raciocinio anterior, que explota los corolarios de la principal
contribución teórica para el análisis del crecimiento retardatario, permite
colocar la cuestión en términos más favorables para la disciplina. De hecho,
las líneas básicas de la política de desarrollo de los países asiáticos siguieron,
fundamentalmente, los cuatro corolarios propuestos para la contribución
de Lewis. A saber: (a) los países de la región registraron una acción amplia y
sistemática del Estado en el estímulo y orientación de sus economías; (b) a
través de medidas proteccionistas protegieron las actividades locales hasta que
éstas no alcanzaron un nivel internacional de competitividad; (c) facilitaron
la penetración de sus productos en el mercado externo con tasas de cambio
que desvalorizaban sus monedas, y nalmente; (d) mantuvieron la estabilidad
de los precios, no con políticas monetarias como el incremento de la tasa de
interés, pero a través de políticas de renta.
En suma, lo que de hecho se encuentra en juego, no es la validez de
la Economía como ciencia, pero el propósito inaceptable de utilizar las
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conclusiones teóricas de la mainstream economics en contextos en que no
son válidas las precondiciones en que ésta se basa. Como, por ejemplo, la
escasez relativa de mano de obra, pica de las econoas maduras, mientras
que en los subdesarrollados existe oferta ilimitada de mano de obra, como
postula Lewis. Es decir, el problema no se encuentra en las deciencias
de la Economía como ciencia, sino que en la indebida persistencia del
pensamiento único.
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DEP
Traducción: Soledad Rojas
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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La economía chilena y
los desafíos del desarrollo
*
Mauricio Jelvez M.
**
I. La economía chilena en democracia
E
n el concierto internacional, el “modelo chileno” ha sido presentado en
las últimas décadas como un referente exitoso para alcanzar la combinación de
equilibrios macroeconómicos, alto crecimiento y combate efectivo a la pobreza.
Sin embargo, este análisis adolece de dos fallas que inducen a error.
Primero, la experiencia del neoliberalismo extremo aplicado en dictadura
(1973-1989) diere sustantivamente de la experiencia de crecimiento con
equidad implementado en democracia (1990-2007).
Mientras que en el primera se buscó establecer la primacía del sistema de
mercado por medio de la aplicación del recetario de los economistas ortodoxos
que consistía en la liberalización y desregulación de los mercados, la apertura
unilateral de la economía al comercio internacional y una política favorable al
capital extranjero, la reprivatización y privatización de las empresas públicas,
la reducción del gasto público y una nueva estructura tributaria que perdió
su carácter progresivo; en el segundo se impulsaron reformas a las reformas
* La primera parte del texto está basada en Ricardo Ffrench-Davis (2007). Desarrollo económico en
Chile: desafíos hacia el bicentenario. Libro: Perspectivas económicas para el Chile del bicentenario:
desafíos y oportunidades (varios autores). Editor: Mauricio Jelvez M.
** Director Ejecutivo. Centro de Estudios para el Desarrollo (CED)
.
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
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para corregir el modelo heredado, introducndole importantes dosis de
pragmatismo y un carácter progresista. Para ello, la dirección del cambio se
orientó a incrementar la tasa de inversión, a aplicar un manejo macroecomico
que lograse equilibrios sostenibles, nancieros y de la economía real, a reducir
la vulnerabilidad ante choques externos y a dar respuestas a las demandas
sociales más urgentes. Con ello, se procuraba conciliar equilibrios macrosociales
y macroeconómicos, e instaurar una política económica que resultase legítima
en el nuevo escenario democrático. Así, en 1990 con el inicio del gobierno de
transición democrática, se presentaron dos proyectos que marcaron un punto
de inexión con el modelo precedente; uno, un proyecto de reforma tributaria
para incrementar los ingresos scales y modicar la composición del gasto
público, aumentando la participación del gasto social y, dos, un proyecto de
reforma laboral que buscaba, entre otros objetivos, equilibrar los poderes de
negociación del empleador y de los trabajadores, procurando darle mayor
legitimidad a la legislación laboral.
En síntesis, como lo expreManuel Castells para establecer la diferencia
entre ambas experiencias: “Hemos pasado de un modelo de desarrollo liberal
en lo económico, autoritario en lo político y excluyente en lo social a uno
políticamente democrático, socialmente incluyente y que mantiene su matriz
económica liberal”.
Segundo, las diferencias no sólo se dan en el enfoque de política de cada
modelo, sino también en el enorme contraste de resultados entre uno y otro.
En este ámbito, las cifras hablan por si solas.
Resultados durante el gobierno de:
Pinochet
1974-1989
Concertación
1990-2006
Crecimiento del PIB efectivo (%) 2,9 5,5
Crecimiento del PIB por habitante (%) 1,3 4,2
Crecimiento de las exportaciones (%) 10,7 8
Tasa de inación (%) 79,9 7,5
Tasa de desempleo (%) 18 8,3
Salario real (1970=100) 81,8 125,2
Inversión bruta ja (% del PIB) en pesos 2003 13,6 20,6
Superávit del gobierno general (% del PIB) 0,3 1,6
Superávit estructural (% del PIB) n.d 0,7
Población en pobreza (1989 v/s 2006) 38,7 13,7
Distribución del ingreso (Q5/Q1) 18,5 14,8
Crecimiento de la población (%) 1,6 1,4
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En consecuencia, si bien la comparacn entre el período dictatorial
y el democrático arroja un balance abrumadoramente superior para el
segundo, lo cierto es que las cifras promedio, en democracia, esconden una
realidad s matizada. Así es, si dividimos el peodo de los gobiernos de
Concertación, nos encontramos que entre los años 1990-1998, los resultados
estrictamente en el ámbito económico son mejores a los conseguidos entre
el 1999-2006. Si tomamos indicadores macroeconómicos claves entre ambos
períodos, vemos que en tres de cuatro indicadores el resultado obtenido es
mejor en el primer peodo. Los promedios son los siguientes: crecimiento
del PIB efectivo de 7,1% v/s 3,6%; crecimiento de las exportaciones de
9,9 v/s 5,8; tasa de desempleo de 7% v/s 10% e inación de 11,7 v/s 2,9,
respectivamente.
La brecha entre ambos períodos sacó a relucir falencias y contradicciones,
además de la falta de mayores reformas a las reformas.
Con el contagio de la crisis asiática, la parte nal del gobierno del
Presidente Frei Ruiz-Tagle (1999) y el primer cuatrienio del Presidente Lagos
(2000-2003) se desarrollaron en un ambiente económico deprimido. En 1999
nuestro PIB efectivo había caído en 0,8% y el posterior estancamiento de
la actividad económica, se concentró en los sectores no exportadores, que
representaban alrededor del 70% del PIB. Este estancamiento involucró,
adicionalmente, un impacto negativo en las Pequeñas y Medianas Empresas
(Pymes) y en el empleo.
Si bien es cierto que el efecto externo signicó una menor expansión
del volumen exportado y que este fue acompañado de un deterioro en los
términos de intercambio, cerca del 80% del menor dinamismo se localizó en el
mercado interno. Esta realidad pone el peso de la prueba en la responsabilidad
de nuestra política macroeconómica.
Si hubiésemos estado en una economía sobre endeuda en el exterior,
sin reservas internacionales y sin acceso al crédito externo, con un sco con
elevados pasivos, se comprendería esa multiplicación interna del choque
externo. Pero, ninguna de esas condiciones limitantes se daba en el Chile de
ese entonces. El resultado de un quinquenio con recesión fue la consecuencia
de la opción de no enfrentar el choque externo negativo con un choque
interno positivo.
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El contagio de la crisis asiática a Chile se dio por dos canales. Por una
parte, hubo un deterioro intensivo de los términos de intercambio, del orden
del 3% de PIB. Por otra, se produjo una reducción generalizada de los ujos
de capitales hacia los países emergentes. De este modo, desde nes de 1997
surgieron fuertes expectativas de depreciación que el Banco Central combatió
decididamente durante 1998, debido a su temor a un rebrote inacionario en
una economía entonces sobrecalentada, y al propósito explícito de facilitar la
amortización de la deuda en dólares de los grupos económicos nacionales.
Primero, el Banco Central realizó masivas ventas de divisas, con el
precio de mercado articialmente bajo. Luego, a mediados de 1998, el Banco
redujo drásticamente la amplitud de la banda cambiaria para dar una señal de
estabilidad en la cotización nominal del dólar, en combinación con un alza de
la tasa de interés de política monetaria, que llegó a 14,5% real. En ese contexto
crítico, no sólo hubo una reducción de los créditos externos, sino que se
produjo además una fuga de capitales de residentes. En efecto, desde enero
de 1998 hubo una voluminosa salida de recursos, principalmente desde los
fondos de pensiones que especularon contra el peso totalizando egresos por
casi 5% del PIB en 18 meses. Ello, naturalmente, tuvo un impacto contractivo
sobre la liquidez monetaria y la demanda agregada y, consecuentemente, un
costoso ajuste recesivo en términos de crecimiento y equidad.
El surgimiento de una brecha entre el PIB efectivo y la frontera productiva
fue seguida por una caída en la inversión productiva. Tal como México y
Argentina en 1995, en Corea en 1998, en Chile la inversión experimentó un
brusco retroceso en 1999, y aún en 2004 no había recuperado el nivel de 1998.
La brecha elevada entre el PIB efectivo y el PIB potencial, implicó
una subutilización de trabajo y capital en el quinquenio 1999-2003. Estos
factores alejaron a la economía chilena de la velocidad de 7% anual a la que
se expandía la frontera productiva en la década de los noventa, haciéndola
caer a la llanura del 4%.
Sin embargo, los buenos fundamentos macroeconómicos cosechados en
los años previos, permitieron a la autoridad, con decisión política, intensicar
avances en el gasto social después de la crisis. Se establecieron programas
de apoyo integral a los más pobres (Chile Solidario) y se puso en marcha el
Programa Salud Auge. Esto se logró, en parte, gracias a un nuevo esquema de
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política scal estructural, que evita reacciones pro-cíclicas de la política scal,
los que permitieron continuar con la reducción de la pobreza.
Desde el año 2003, los mercados internacionales experimentaron un
aumento signicativo de los precios de las materias primas, lo que implicó un
fuerte impulso externo positivo en economías intensivas en la producción de
este tipo de recursos. En efecto, Chile obserun aumento notable en sus
términos de intercambio equivalente a 10% del PIB entre el período recesivo
1999-2003 y 2004-2005. Este choque exógeno positivo elevó la demanda
agregada y, con ello, la tasa media de crecimiento del producto efectivo desde
2,6% hasta 5,8% en los respectivos subperíodos.
Naturalmente, la intensidad de la recuperación también estuvo basada
en los méritos propios de la economía nacional acumulados en los años
precedentes, pero la fuerza predominante fue el choque externo. Así, la mejora
en los términos de intercambio también aumentó directamente la capacidad
de gasto del sector privado, y las expectativas económicas para el año 2006 se
tornaron más optimistas.
Así es, diversas proyecciones estimaban un crecimiento del PIB cercano al
6% para 2006, sin embargo, éstas no se cumplieron, pues la tasa de crecimiento
alcanzó sólo al 4%. Las razones de fondo, más allá de situaciones puntuales,
serían: i) un freno prematuro de la política monetaria, con las sucesivas alzas de
tasas, principalmente durante 2005 y 2006; ii) la excesiva apreciación cambiaria
y su impacto negativo sobre la producción de transables, como lo demuestra un
elevado incremento de la demanda por importaciones y una mermada demanda
por producción interna; iii) se esterilizó parte sustancial del efecto expansivo del
elevado precio del cobre, pero se de operar la mayor parte del efecto recesivo
del alza del precio del petleo; y, iv) la insuciente fuerza de la política scal
de balance estructural, que avanzó de lo pro-cíclico a lo neutro, sin llegar a lo
contra-cíclico, pues la estabilización del gasto es neutra, no es contra-cíclica.
En este contexto, un favorable escenario internacional y el importante
impulso scal que de acuerdo al presupuesto público 2007, registra una
expansión del gasto público de 9% permiten proyectar para este año un
crecimiento de la actividad económica en un rango entre 5,75% y 6,25% anual,
mientras que la demanda interna crecería en alrededor de 7% anual, apoyada
por una expansión similar en el consumo privado, mientras la inversión crecería
por encima del 8% anual.
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
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En el mercado laboral, estimamos que la tasa desempleo continuará
disminuyendo durante 2007, situándose en una tasa promedio anual del
orden de 7%.
Adicionalmente, las perspectivas para el sector externo tambn se
mantienen favorables para el 2007. No sólo el cobre se ha visto beneciado del
sólido dinamismo exhibido por China, India y otras economías importadoras
de commodities, sino que otros productos primarios, como los metales, materias
primas y alimentos se vieron favorecidos por el mayor dinamismo económico.
En efecto, los precios de los commodities han alcanzados valores muy por encima
de sus niveles de largo plazo, registrando un incremento de casi 100% desde
comienzos de 2004, medido en dólares. En este contexto, las exportaciones
totales de bienes se ubicarán en la cercanía de US$ 65.000 millones, mientras
las importaciones totales alcanzarán en torno a US$ 39.000 millones. Esto
llevaría a que el superávit de cuenta corriente se ubique en torno a 4,5% del
PIB durante 2007.
Sólo la inación ha tenido un comportamiento fuera de lo esperado, que
para efectos ociales está jada por el Banco Central en un rango meta de 2%
a 4%. Sin embargo, las proyecciones actuales estiman una inación para nes
de año algo superior al 6%.
Las causas principales del aumento de la inación obedecen a factores
externos y exógenos, como son el aumento sostenido del precio de petróleo,
lácteos y carnes, por un lado, y el efecto de un invierno muy crudo que afectó
signicativamente la producción de frutas y verduras, todo lo cual impactó en
la inación debido al peso relativo de ésta en la canasta de cálculo.
Como sea, la situación de nuestra economía muestra una mejoría
importante al compararla con el año 2006. Esta bonanza ha generado un
consenso inusitado entre los economistas, tanto de las escuelas más ortodoxas
como heterodoxas, en el sentido de reconocer que las mayores tasas de
crecimiento esperadas para el presente año, se explican de manera importante
por un impulso reactivador interno producto de un presupuesto más expansivo,
reejado en un aumento del gasto social del orden del 11%.
El cuadro general descrito hasta aquí, ha producido un “efecto colateral”
inesperado en la sociedad chilena. Específicamente, las excepcionales
condiciones derivadas del alto precio del cobre que permiten proyectar una
acumulación de excedentes scales para el año 2008 del orden de US$ 30.000
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Mauricio Jelvez M.
89
millones, sin contar las reservas del Banco Central proyectadas en US$ 15.000
millones adicionales, han instalado en el debate blico la sensacn que estamos
frente a una oportunidad histórica para emprender con decisión el desafío de
transitar con éxito la segunda mitad de nuestro camino al desarrollo.
En denitiva, se ha producido un desplazamiento hacia arriba en la curva
de expectativas de los chilenos y chilenas. Estas expectativas están fuertemente
asociadas a la necesidad de construir un proyecto-país que marque un punto
de inexión para aplicar una estrategia de desarrollo que asuma sin complejos
la necesidad de contar con un Estado más pro activo en la construcción de
una sociedad más igualitaria y en el impulso para un desarrollo productivo
con mayores niveles de innovación y capacidad competitiva.
II. Los desafíos del desarrollo chileno
Los progresos registrados durante los gobierno de la Concertación
constituyen la base sobre la cual se busca edicar un nueva estrategia de desarrollo
para el Chile del Bicentenario (2010). Más que un malestar con lo hecho, la
demanda de cambio se conecta con un cierto temor de habernos instalado en
un esquema económico que amenaza con caer en una fase de “rendimientos
insucientes”, sobretodo considerando que la economía chilena continúa
mostrando tasas potenciales de crecimiento en la cercanía del 5% anual.
Hablamos de otro proyecto país, en tanto, se trata de reformas de mayor
densidad y complejidad.
En ese sentido, la línea de continuidad y cambio toma la modalidad
de reformas que deberán desplegarse en múltiples planos y que ocurren de
forma simultánea.
Por cierto, los contenidos de esta reexión se instalan con mayor o menor
intensidad en función de la procedencia política-ideológica de los actores que
la promueven.
A modo ilustrativo, un esquema de su estructura se puede expresar
en los siguientes elementos de innovación en el campo de algunas políticas
públicas. Primero, en política social, pasar de un esquema centrado en la
erradicación de la pobreza que privilegia la focalización del gasto social hacia
uno que ataque la desigualdad y que privilegie la construcción de un Estado
garante de derechos sociales y económicos para toda la población. Segundo, en
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
90
política educacional, pasar del logro de la escolaridad obligatoria de 12 años,
de una jornada extendida, de un aumento de cobertura en pre escolar, media
y universitaria, del acceso a nuevos bienes e instrumentos para la ejecución
del proceso educativo hacia una política que intervenga directamente en las
condiciones que impactan en la calidad y en la distribución más equitativa
de los aprendizajes. Tercero, en política económica-productiva, pasar de una
visión que privilegia el estricto manejo de los equilibrios macroeconómicos
y pone énfasis en la explotación de los recursos naturales para aprovechar la
expansión de los mercados externos generados por la suscripción de los TLC
hacia una política que apoye y acompañe a las pequeñas y medianas empresas
para incorporarlas a los benecios que generan los nuevos mercados por medio
del mejoramiento de sus capacidades competitivas, innovadoras, de generación
de conocimiento, de adaptación del cambio tecnológico y de aseguramiento de
nuestra sustentabilidad ambiental. Cuarto, en política de vivienda, pasar de una
política centrada en la resolución y superación del décit de viviendas hacia
una orientada a la calidad de vida, lo que supone viviendas de calidad y una
política urbana que integre a la población y no una que la segregue. Quinto, en
lo político-institucional, pasar de una política de perfeccionamientos limitados
y acotados de nuestro sistema democrático que buscó maximizar la función
de gobernabilidad hacia una política que profundice nuestra democracia,
fortalezca nuestra sociedad civil e incentive la participación de los ciudadanos
y ciudadanas en el devenir de la vida en sociedad.
El país ha ido tomando creciente conciencia, aun cuando este proceso
no esté plenamente maduro, de que se requiere construir previamente una
visión compartida en torno a un proyecto de desarrollo integral para Chile. Ello
supone reconocer la relación de interdependencia que existe entre el manejo
de una política económica para el desarrollo y la necesidad de expandir el
capital político (desarrollo institucional), el capital social y el capital humano
disponible en la sociedad. Esta suma de “capitales” generaría una sinergia que
nos permiticomo país propiciar la squeda del desarrollo más allá de la mera
acumulación de la riqueza y el crecimiento del PIB e incorporar la dimensión
de la calidad de vida y la expansión de las libertades humanas.
1. Fortalecimiento del capital político
Una nueva Constitución para el Chile del Bicentenario. El eje de
esta reforma debería ser consagrar constitucionalmente nuestra calidad de
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Mauricio Jelvez M.
91
Estado Democrático y Social de Derecho. Esta armación no es una cuestión
puramente sentica, sino que constituye un elemento activador de un
debate de la más alta trascendencia, dirigido a romper la lógica individualista
que sólo mira el resguardo de intereses particulares y a reponer la noción de
comunidad como elemento articulador de nuestra sociedad e instituciones.
No para restringir la libertad individual sino para ampliarla, especialmente
a todos aquellos que se ven limitados estrictamente por razones económicas
y sociales.
Impulsar la descentralización del país, propiciando una mayor distribución
de competencias y poderes desde el Estado central hacia cuerpos intermedios,
privilegiando en una primera etapa a las regiones y comunas. Se trata de lograr
un mejor reparto de los recursos del país sobre su propio territorio y activar
las fuerzas propias de sus regiones, un mayor aporte directo a la equidad social,
una reducción del componente territorial de la pobreza, un uso más eciente y
mejor focalizado de las políticas sociales y la promoción de nuevas instancias
de inuencia política para los marginados.
2. Fortalecimiento del capital social
La organización de la sociedad tiene un peso en los procesos económicos
y políticos del desarrollo, por lo mismo es que creemos necesario promover
una mayor sociabilidad como contrapeso frente a cualquier modelo que
privilegie la acción individual del egoísta racional, como es el de la economía
de mercado a secas.
Bajo esta visión, el fortalecimiento de la sociedad civil como mecanismo
para facilitar las transacciones económicas, disminuir el riesgo y el oportunismo,
alentar la especialización, la creatividad y la acción colectiva, actúan como
facilitadores del crecimiento y desarrollo de la sociedad.
Fomentar el resurgimiento de un importante movimiento sindical que
contribuya no sólo a la diversicación del poder de los actores sociales del
país, alarmantemente desequilibrado hacia el actor empresarial. Sea un
aporte esencial para la construcción de un sistema de relaciones laborales
basado en el diálogo, la cooperación y la negociación y, por ende, para dar
cuenta democráticamente y no por imposición unilateral, de la necesidad de
exibilidad actualmente planteada.
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
92
En esta misma dirección, se requiere voluntad política para legislar e
implementar políticas públicas tendientes a fortalecer nuestras organizaciones
intermedias e intensicar la asociatividad en Chile.
En consecuencia, una tarea que deberemos emprender es fortalecer
el nculo entre la sociedad civil y el Estado orientado, por lo menos, hacia
tres objetivos: i) Enriquecer las expectativas de los pobres como mecanismo
sico para fortalecer la conanza en el cambio social y reducir su aversn
al riesgo; ii) Facultar a las organizaciones de la sociedad para que tengan
capacidad de diseñar normas y sus respectivas sanciones como mecanismos
para aanzar el respeto a reglas y el dominio de la ley; iii) Construir
eslabonamientos verticales entre las organizaciones de base y el resto de
la sociedad para distribuir mejor los recursos disponibles, garantizar su
sustentabilidad y extender las oportunidades a todos los sectores sociales.
3. Un Estado como líder estratégico del desarrollo chileno
Chile necesita más y mejor Estado para articular e implementar una
visión de país y una estrategia de desarrollo que convoque y movilice a los
principales actores sociales.
Chile requiere reivindicar el rol insustituible del Estado para la
construcción de una sociedad que expanda las libertades y las oportunidades
para su gente. Asimismo, es necesario reconocer la importancia de éste
en el cumplimiento de, por lo menos, los siguientes objetivos: garantizar
la estabilidad política y los equilibrios macroeconómicos; asegurar la
sustentación de un sistema de promoción y protección social integral, no
lo focalizado en la poblacn más pobre sino que también provea las
condiciones para la movilidad social de los sectores medios; que regule el
buen y correcto funcionamiento de los mercados; que provea ecientemente
los bienes y servicios que la sociedad le demande e incentive la acumulacn
de capital humano y social.
Adicionalmente, necesitamos un Estado que asuma un rol más activo en
la articulación de la cooperación publica-privada para el fomento del desarrollo
competitivo y exportador de Chile. El Estado debiera ser s agresivo
para convocar por separado a cada uno de los sectores y clusters en nuestra
economía, identicar junto con ellos las principales obstrucciones normativas,
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Mauricio Jelvez M.
93
tecnológicas, de redes comerciales internacionales, de capital humano, de
marca país, y trabajar conjuntamente, conanciando activamente la labor de
levantamiento de esas obstrucciones a nuestro progreso productivo. Esta
política deberíamos aplicarla con especial intensidad para el caso de las Pymes,
única manera de sacarlas de su precariedad e integrarlas a las oportunidades
que genera la incorporación de Chile al comercio mundial a través de los TLC
suscritos en la última década.
4. Una economía para el desarrollo de las personas
Armamos que una economía al servicio de las personas supone una
preocupación preferente hacia la economía real y productiva y no sólo hacia
lo nanciero, la búsqueda de la inación baja y del equilibrio presupuestario.
Cuando ocurre sólo esto último, se tiende a mantener a la economía por
debajo de lo que se llama frontera productiva y, por tanto, se desaprovecha
el potencial de crecimiento del país al subutilizarse nuestra disponibilidad de
recursos humanos, materiales y tecnológicos. Así, se termina subutilizando
la creatividad y la capacidad de los chilenos y chilenas.
En consecuencia, se requiere mejorar el funcionamiento de los
mercados, fortaleciendo la importancia de los horizontes de más largo
plazo y de los factores de incentivo a la producción. El objetivo es un
proceso de desarrollo engeno y de cooperacn entre todos los actores
orientado desde adentro para conquistar los mercados mundiales. Un
espacio fundamental le cabe a la regulación de los movimientos de capital,
los tipos de cambio y la política comercial, y a la aplicación de una política
de desarrollo productivo. Esta debe incluir el perfeccionamiento sistemático
de los mercados de factores y orientar la asignación de recursos hacia la
inversión en capital físico y humano, para así mejorar deliberadamente
la distribución de la productividad y las oportunidades en la sociedad, y
promover la adquisición de ventajas comparativas y competitivas.
En denitiva, se trata de propiciar un manejo de la economía que
fomente la innovación y el cambio tecnológico, la diversicación productiva
y la inversión en capital, especialmente en capital humano, como condición
necesaria para garantizar un crecimiento económico sostenido y achicar la
brecha con el mundo desarrollado.
La economía chilena y los desafíos del desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
94
5. Una economía para enfrentar la excesiva heterogeneidad
productiva del país
La persistencia de nuestra mala distribución del ingreso no podrá ser
corregida sino enfrentamos la tremenda heterogeneidad productiva que
caracteriza nuestra econoa. Esta se expresa en importantes brechas de
productividad entre empresas de distintos sectores, tamaños y regiones,
todo lo cual redunda tanto en grandes desigualdades salariales, como en la
calidad del empleo.
Necesitamos una política de fomento productivo que, por un lado, apoye
la innovación tecnológica en empresas rezagadas dentro de sectores con un
gran potencial competitivo con el objetivo de incrementar la productividad
media de nuestra economía; por otro lado, esta política debe generar
mecanismos para incentivar la innovación y el acceso a las oportunidades
de capacitación y nanciamiento a n de paliar la baja productividad laboral
en ciertas actividades.
Una política integral de fomento productivo debe potenciar la innovación
y el emprendimiento focalizándose en las pequeñas y medianas empresas que
es donde tenemos mayores espacios para producir externalidades positivas
y generar nuevas fuentes de empleo en cantidad y calidad necesaria para
incorporar a amplios sectores a los benecios del progreso económico y las
oportunidades que abren los mercados globalizados.
6. Un nuevo pacto scal para un nuevo pacto social
Nuestro país tiene aún muchos desafíos pendientes para llegar a
convertirse en una sociedad desarrollada. La construcción de una sociedad con
niveles crecientes de humanización exige no sólo un proyecto-país de carácter
integral, sino que también la decisión de avanzar juntos, en comunidad, unidos
por las ideas, los valores y los objetivos comunes, los afectos y los esfuerzos
compartidos. En n, velar porque los valores de igualdad, solidaridad y
comunidad se expresen concretamente en la sociedad y, por tanto, Chile sea
una nación donde los derechos y las oportunidades estén al alcance de todos,
sin distingo de sexo, edad, raza, estirpe o condición económica.
Estos sueños no serán posibles si no asumimos con seriedad y
responsabilidad que necesitamos de más y no de menos recursos públicos para
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Mauricio Jelvez M.
95
acometer estas tareas. Si queremos estrechar las brecha tecnológica, mejorar la
calidad de nuestra educación, contar con una fuerza laboral de clase mundial y
expandir las oportunidades para los jóvenes, las mujeres y nuestros ancianos.
Tendremos también que incrementar gradualmente nuestro gasto público para
ponernos, por lo menos, al nivel promedio de los países desarrollados. Esto
último, no será viable si no aumentamos nuestra carga tributaria para nanciar
el gasto público y evitar un décit scal.
En ese sentido, países como el nuestro presentan una ventana de
oportunidad para avanzar, de manera gradual y sustentable, hacia un mayor
alineamiento con los países desarrollados en recaudación impositiva para
nanciar el impulso hacia el desarrollo productivo y la equidad.
Evidentemente, la búsqueda de esta convergencia, debe considerar
previamente medidas tendientes a reducir la elusión y la evasión scal, así como
contemplar un diseño de estructura impositiva progresiva y no regresiva que
permita incrementar la recaudación scal a la vez que se mantiene un bajo
impacto en el crecimiento.
En consecuencia, es necesario asumir que Chile tendrá que ajustar su
carga tributaria al desempeño económico en la medida en que su producto
per pita consolide una tendencia hacia la convergencia, de manera de
convertir al Estado en un agente que promueva la igualdad de oportunidades
y efectúe una redistribución de recursos eciente para ejecutar mejores
políticas públicas que al mismo tiempo estimulen el crecimiento y reduzcan
la desigualdad y la pobreza.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
96
Economía colombiana
en la coyuntura: una
aproximación crítica
Darío Germán Umaña Mendoza*
Síntesis
E
l presente escrito fue presentado en el “I Encuentro de Economistas
Sudamericanos”, realizado en Río de Janeiro Brasil. En el se hace un resumen
de la situación de la economía colombiana y su relación con la integración y
la globalización, partiendo de la hipótesis de que en la actualidad se vive un
punto de corte en el crecimiento derivado de la fragilidad nanciera del país
tanto en las cuentas externas como en las internas, el cual se maniesta en el
aumento de las tasas de interés, en la volatilidad de la tasa de cambio, en el
rebrote inacionario y en expectativas menos optimistas sobre el nivel de las
utilidades macroeconómicas.
En general, se considera que existe un exceso de endeudamiento en los
agentes económicos y en el mismo gobierno que hasta ahora ha sido satisfecho
por la permanencia en los balances de situaciones estables en los ingresos
corrientes. Si estos ujos cambian se corre el riesgo de vivir una recesión cuya
* Director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
97
duración y profundidad dependerá de las medidas que se tomen en lo interno
desde el punto de vista de la liquidez y, por otra parte, de la profundidad de la
posible recesión de los Estados Unidos de Norteamérica y sus efectos sobre
la economía mundial.
1. Caracterización
Colombia alcanzará en 2007 un aumento del PIB por encima del 6%
consolidando así una tendencia de crecimiento que se hace evidente a partir
de 2000, año en el cual supeuna dura recesión, al parecer creando las
condiciones externas e internas para asegurar en el futuro un evolución positiva
y sostenida de la economía colombiana.
Los hechos que se presentan por parte de los analistas económicos
del establecimiento para sustentar las armaciones expuestas son los de la
existencia de indicadores robustos en el sector nanciero, los buenos resultados
de la política monetaria, un pequeño saldo negativo en la balanza de cuenta
corriente, la inación objetivo reducida a un dígito, el crecimiento de las reservas
internacionales, la recuperación de la inversión, la estabilidad de las tasas de
cambio y de las tasas de interés, buenos indicadores scales del sector público
consolidado, mayor apertura y profundización del sector nanciero, mejora en
los rminos de intercambio producto de la mejora en los precios internacionales
de productos primarios y agropecuarios, abundancia de nanciamiento externo
y buenas tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto.
1
Tabla No. 1
PIB total y tasas de crecimiento anuales 1999-2006
(Millones de dólares constantes de 1994)
Año Variación anual % Millones de dólares
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005(p)
2006(p)
-4.20
2.92
1.47
1.93
3.86
4.87
4.72
6.79
87,411
89,968
91,292
93,057
96,647
101,351
106,136
113,338
(p) Provisional.
Nota: PIB en dólares de 1994 = PIB en millones de pesos de 1994 sobre la tasa de cambio nominal promedio de 1994.
Fuente: DANE – Dirección de Síntesis y Cuentas Nacionales y Banco de la República, Estudios Económicos – Estadística.
1 Banco de la República. Grupo de Macroeconomía. 2006. La economía colombiana: Situación actual frente
a los noventa y perspectivas.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
98
En cuanto al crecimiento del PIB per-cápita, éste ha venido evolucionando
a tasas importantes a partir del año 2003 pero en todo caso inferiores a las del
crecimiento del PIB total.
Tabla No. 2
PIB per cápita y variaciones anuales 1999-2006
(Millones de dólares constantes de 1994)
Año Variación anual % Millones de dólares
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005(p)
2006(p)
-5.96
1.14
-0.29
0.16
2.11
3.15
3.10
5.11
2,102
2,126
2,120
2,123
2,168
2,236
2,305
2,423
(p) Provisional.
Nota: PIB en dólares de 1994 = PIB en millones de pesos de 1994 sobre la tasa de cambio nominal promedio de 1994.
Fuente: DANE – Dirección de Síntesis y Cuentas Nacionales y Banco de la República, Estudios Económicos – Estadística.
Sin embargo el índice GINI de concentración del ingreso, medido hasta
el 2004, muestra como la situación de concentración y centralización de capital
no contribuye a la mejora de las condiciones en la distribución del ingreso.
No se cuenta con información sobre este indicador durante los dos últimos
años, pero todo parece indicar, como resultado de las medidas tributarias y
scales tomadas que todo favorecería al capital antes que al trabajo y que el
aumento de las utilidades no estaría acompañado por una mejor distribución
del ingreso obtenido.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
99
Tabla No. 3
Coeciente de GINI 1991-2004
Año
Total Nacional
Personas Hogares
Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto
1991
1993
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
0.55
0.56
0.54
0.56
0.56
0.56
0.57
0.56
0.58
0.55
0.56
0.53
0.53
0.50
0.52
0.52
0.52
0.54
0.54
0.57
0.54
0.54
0.50
0.51
0.50
0.50
0.57
0.54
0.51
0.49
0.53
0.45
0.46
0.54
0.55
0.53
0.54
0.55
0.54
0.58
0.58
0.60
0.58
0.58
0.52
0.53
0.49
0.52
0.51
0.51
0.55
0.56
0.59
0.56
0.56
0.52
0.51
0.50
0.49
0.57
0.55
0.53
0.53
0.57
0.50
0.51
Fuente: Sistema de información Estadística. CID. Universidad Nacional de Colombia
Para los analistas que creen que la crisis se superó denitivamente, el
cambio se produjo a partir del año 2002 tanto en lo estructural como en lo
institucional. Sin embargo, aún ellos arman que existen algunos riesgos que se
maniestan en lo siguiente: el importante cit estructural del gobierno central
frente al superávit de las regiones, los altos y persistentes niveles de la deuda
pública externa e interna, la debilidad y la fragilidad del sistema nanciero a los
TES, el inusitado desborde en el gasto en consumo, el deterioro de la cartera
bancaria de corto plazo, la inación en el precio de los activos, la revaluación
de la moneda aunado a problemas de competitividad y la inestabilidad en
las tasas de interés por los cambios que se están produciendo en el entorno
nanciero y económico mundial.
Muchas de estas características son comunes en la economía colombiana
a la crisis que se presentó a nales de la década de los noventa. Lo evidente
en esa etapa fue el hecho que se produjo una turbulencia internacional con la
consecuente salida acelerada de capitales de corto plazo, un exceso de gasto, la
falta de previsión y por qué no prudencia en el manejo de la cartera de parte
del sector nanciero, el crecimiento de los precios y la burbuja del sector de
la vivienda y el comportamiento irracional de los mercados nancieros. Como
consecuencia de este último aspecto y ante el aumento de los ujos nancieros
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
100
se disparó el gasto en consumo, produciendo los consecuentes efectos sobre
la revaluación de la tasa de cambio ante una clara desregulación que impidió
adoptar las medidas correctivas oportunamente e identicar adecuadamente
el comportamiento de los agentes económicos.
2. Una interpretación nanciera
No pretendo armar que es la situación actual en un todo similar a la
ocurrida en el pasado. Sin embargo los síntomas actuales muestran una serie
de factores comunes con el nal del “boom” de los años 90s, especialmente
cuando se analizan las variables reales, nancieras y monetarias. De acuerdo
con Minsky 86 “Desregulación nanciera: fragilidad e inestabilidad” y Arestis
y Gligman 2002 “Economía abierta”, los desequilibrios se originan en los
buenos tiempos, cuando existe orden en los balances de corto plazo de los
agentes, cuando hay signos conables de la actividad económica y la autoridad
y la disciplina monetaria se relaja.
2
En la economía colombiana del presente la inversión de los agentes se
encuentra apalancada con deuda, existe un optimismo de los hogares sobre
los patrones de consumo durable, los bancos y el comercio, especialmente las
grandes supercies han diseñado mecanismos innovadores de endeudamientito
y cdito para los consumidores, las ganancias del sector nanciero son
crecientes y, hasta ahora, ha existido abundante nanciamiento externo con
bajas tasas de interés.
En consecuencia, los compromisos en el corto plazo se cumplen, en
los empresarios existe la percepción de que la economía y las actividades
productivas continuarán creciendo, la tasa de cambio continuará revaluada y
las tasas de interés bajas, existe un crecimiento exponencial en el precio de
los activos y, por supuesto, en los de las acciones (característica ésta diferente
a la de la crisis de los noventa).
Las expectativas de los agentes, del gobierno y de la Banca Central son
optimistas y la buena situación que se vive tiende a reproducirse. Sin embargo
la realidad de los mercados muestra signos de deterioro o, por lo menos de
2 Moreno Álvaro y Junca Gustavo. “Las consecuencias económicas de Mr. Uribe. ¿Otra vez los felices noventa?
Bien-Estar y Macroeconomía, 2007, Más allá de la retórica. CID, Universidad Nacional de Colombia. Esta
caracterización es efectuada con más profundidad en el capítulo del libro citado. Recomiendo su lectura.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
101
ralentización de la economía mundial, la crisis de la vivienda en los Estados
Unidos parece profundizarse y afectar al sector nanciero y real de la economía
de manera importante.
Bastaría con analizar de manera sencilla la ecuación de Minsky sobre
como los benecios agregados de una economía se derivan del gasto de los
agentes económicos y de la demanda autónoma que es la fuente de los ingresos
del capital. Así:
B = I + (G-T) + (X-M) + C (K) – S (W)
Donde B son los beneficios agregados, I la inversión, G-T el
comportamiento scal. X-M la balanza comercial, CK el consumo capitalista
autónomo y S (W) el ahorro de los trabajadores. Analicemos brevemente lo
que podría esperarse de los benecios agregados de la economía teniendo
en cuenta la situación actual de las cuentas internas y externas y, además, las
características del entorno internacional.
3. Cuentas Externas
3.1 Balanza comercial
La balanza comercial cambió el signo desde el año 2006, convirtiéndose
en negativa y para el segundo trimestre de 2007 ya se encuentra en un valor
cercano a los –1.100 millones de lares, y al nal del año se encontraría en algo
más de los –2.000 millones de dólares, lo que es atribuible en lo fundamental
a la revaluación del peso, puesto que los precios de las materias primas y
productos agrícolas han mantenido su tendencia alcista. Las importaciones
se explican esencialmente por el aumento de la demanda de materias primas e
insumos y bienes de consumo liviano y durable, especialmente en este rubro
las correspondientes a material de transporte.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
102
Tabla No. 4
Balanza Comercial 2000-2007 (Millones de dólares)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Acum
2007-II
Exportaciones
Importaciones FOB
Balanza Comercial
13,099
10,655
2,444
12,233
11,826
407
11,794
11,653
141
12,933
12,792
141
16,442
15,324
1,119
20,818
19,431
1,387
23,930
23,976
-47
12,938
14,007
-1,069
Fuente: Banco de la República
El patrón de exportaciones es esencialmente de productos primarios
y tradicionales con cerca del 65% del total y los bienes con valor agregado
o productos industriales y no tradicionales vienen perdiendo participación
(35% del total).
3
3.2. Balanza de Servicios
La balanza de servicios es durante todo el período en estudio es decitaria
y aumenta representativamente en los últimos tres años. En el año 2007 el nivel
negativo será similar al del 2006, más o menos- 2100 millones de dólares.
Tabla No. 5
Balanza de servicios 2000-2007 (Millones de dólares)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Acum
2007-II
Exportaciones
Importaciones
Balanza Servicios
2,049
3,308
-1,259
2,190
3,602
-1,412
1,867
3,302
-1,435
1,921
3,360
-1,439
2,255
3,935
-1,680
2,664
4,766
-2,102
3,373
5,493
-2,120
1,645
2,727
-1,082
Fuente: Banco de la República
Las exportaciones de servicios se limitan a los rubros de transporte, viajes,
comunicaciones, información e informática y, en menor medida a servicios
empresariales y construcción, lo que da cuenta del bajo valor agregado de
nuestras exportaciones. Sin embargo cuando se tienen en cuenta las remesas
que los colombianos giran desde el exterior, el signo cambia en los últimos
3 Umaña Mendoza Germán, Política comercial, bilateralismo y sector externo. En Bien-Estar y Macroeconomía,
2007, Más allá de la retórica. CID, Universidad Nacional de Colombia. El comportamiento y estructura de las
exportaciones se encuentra en el cuadro de la página 205.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
103
años pues estas remesas pueden ser consideradas estadísticamente como
exportaciones de servicios.
Las importaciones por su parte se encuentran en lo fundamental
explicadas por transporte y turismo pero en este caso los servicios con
valor agregado son representativos, lo que indica una asimetría fuerte en la
composición del comercio con terceros países.
4
3.3. Balanza de cuenta corriente
En consecuencia la balanza de cuenta corriente, evoluciona hacia un
décit importante en el 2007 y alcanzaría la cifra de -6500 millones equivalente,
más o menos, al 4% del PIB Colombiano en este año.
Tabla No. 6
Balanza en Cuenta Corriente 2000-2007 (Millones de dólares)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Acum
2007-II
Bienes
Servicios
Renta de los Factores
Transferencias corrientes
Cuenta Corriente
2,633
-1,259
-2,277
1,673
770
579
-1,412
-2,609
2,354
-1,088
239
-1,435
-2,867
2,706
-1,357
555
-1,439
-3,398
3,309
-974
1,346
-1,680
-4,297
3,724
-906
1,595
-2,102
-5,456
4,082
-1,881
322
-2,120
-6,003
4,743
-3,057
-986
-1,082
-3,508
2,365
-3,211
Fuente: Banco de la República
El décit creciente de la balanza de cuenta corriente será solamente
sostenible si aumentan las exportaciones de bienes y servicios más que las
importaciones, lo que no parece probable mientras no se produzca un cambio
estructural en las características de la oferta exportable de bienes y servicios.
Esta balanza de cuenta corriente tiene una importante contribución
en su signo negativo por la renta de factores cuyos egresos prácticamente se
han triplicado durante los últimos cuatro años y en el 2007 se encontrarán
aproximadamente en 7.000 millones de dólares.
4 Umaña Mendoza Germán, Política comercial, bilateralismo y sector externo. En Bien-Estar y Macroeconomía,
2007, Más allá de la retórica. CID, Universidad Nacional de Colombia.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
104
De otra parte por las transferencias corrientes cuyo principal rubro son
las remesas de los trabajadores en el exterior cuyo balance neto es creciente y
positivo. Es decir, la balanza de cuenta corriente se encuentra en una situación
menos caótica por la salida de los nacionales hacia el exterior y los giros que
envían a sus familias. Sin embargo diversos estudios mencionan que parte de
esas remesas pueden encontrarse contaminadas por dineros del narcotráco
y otras, provienen de inmigrantes ilegales. Es, en parte, la economía de la
miseria y la ilegalidad.
3.4. Cuenta de capital
Tabla No. 7
Balanza en Cuenta de Capital 2000-2007 (Millones de dólares)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Acum
2007-II
Flujos nancieros de largo plazo
Flujos nancieros de corto plazo
Cuenta de capital
2,077
-2,019
59
5,035
-2,588
2,447
-1,391
2,695
1,304
966
-309
657
2,624
581
3,205
4,361
-1,130
3,230
6,861
-4,062
2,799
4,249
3,136
7,385
Fuente: Banco de la República
Finalmente, la cuenta de capitales por inversión extranjera directa que
debe ser dividida en inversión extranjera directa y de cartera. La inversión
extranjera directa ha venido creciendo pero simplemente en los sectores ya
conocidos de productos primarios y, más que otra cosa por privatizaciones y
compra de empresas ya existentes. Inversiones en nuevos sectores productivos
son en la
práctica poco representativas. Los ujos nancieros de corto plazo
aumentan en 2007 pero, ante la inestabilidad del comportamiento de la
economía internacional, los factores de incertidumbre sobre su permanencia
son relevantes. Por ahora, aumentan las tasas de interés nacionales y disminuyen
las internacionales.
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Darío Germán Umaña Mendoza
105
3.5. Balanza de pagos
Tabla No. 8
Balanza de Pagos 2000-2007 (Millones de dólares)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Acum
2007-II
Cuenta Corriente
Cuenta de Capital y Financiera
Errores y Omisiones Netos
Variación de las Reservas
Internacionales Netas
770
59
41
869
-1,088
2,447
-140
1,167
-1,357
1,304
191
188
-974
657
133
-186
-906
3,205
242
2,543
-1,881
3,230
380
1,723
-3,057
2,799
280
23
-3,211
7,385
227
4,400
Fuente: Banco de la República
Las reservas internacionales se encuentran en aumento, especialmente
durante 2007. Sin embargo, al medir su evolución con respecto a las
obligaciones de servicio de la deuda este valor corresponde a un colchón de
cinco o seis meses.
En síntesis, las balanzas de bienes y servicios presentan un signo
crecientemente negativo, lo que se profundiza por el aumento de los giros
de las empresas multinacionales ancadas en Colombia a sus casas matrices
en el exterior. Solamente las remesas giradas por los colombianos desde el
exterior contribuyen a morigerar esta tendencia. La cuenta de capitales hasta
ahora es positiva pero mucho depende para mantener este signo de la
evolución de las privatizaciones de las empresas regionales, privatizaciones
que tienen una seria oposicn por parte de los actores locales y, de otra
parte, de las nuevas fusiones y adquisiciones que se hagan con empresas
multinacionales a costa de las empresas de capital nacional y, la verdad, ya
no quedan muchas.
Es entonces importante tener en cuenta para determinar las expectativas
de los benecios futuros macroeconómicos que los signos de deterioro de
la balanza de cuenta corriente y la inestabilidad de los ujos de capitales
pueden hacer cambiar las expectativas de mediano plazo de la economía y de
los agentes económicos, sobre todo si se agrava la crisis inmobiliaria de los
Estados Unidos.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
106
4. Cuentas scales
Para el período comprendido entre los años 2000 y 2006 las cuentas
fiscales del gobierno central muestran déficit promedio del 5% con la
excepción del año 2006. En 2007 y 2008 la tendencia al gasto no parece
disminuir especialmente si se tienen en cuenta el gasto pertinente a lo militar
y la seguridad democtica. Las disminuciones que se produzcan en los
recursos norteamericanos del “Plan Colombia” y su cambio de orientación
hacia componentes más institucionales como fortalecimiento de la justicias y
de los derechos humanos, antes que compra de armamento, obligará al país a
destinar mayores y permanentes recursos al gasto en defensa. Algunos analistas
calculan que para hacer sostenible el gasto militar habría que asegurar 2 puntos
más en el crecimiento del PIB, aumentar los impuestos o disminuir el gasto
en otros componentes como el social (salud o educación).
5
Tabla No. 9
Balance scal del Gobierno Nacional Central 2000-2006 (Porcentaje del PIB)
Año Con privatizaciones Sin privatizaciones
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
-5.49
-5.83
-5.47
-4.81
-4.44
-4.78
-3.66
-5.91
-5.92
-5.47
-4.87
-4.45
-5.00
-3.69
Fuente: CONFIS, Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Nota: A partir de 1994 se utilizó el PIB con la metodologíadel SCN93.
De otra parte, regionalmente y en el consolidado de los gobiernos
territoriales los balances scales son positivos en una proporción similar a los
desbalances del gobierno central, lo que muestra una importante disciplina en
el gasto de los gobiernos descentralizados y, por supuesto, explica la voracidad
del gobierno central y sus devaneos de centralización política y económica.
5 Ver Moreno y Junca. Obra citada.
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Darío Germán Umaña Mendoza
107
Año Tributarios
No
Tributarios
Transfe-
rencias
Ingresos
de Capital
Total
Ingresos
Gastos
corrientes do
funcionamiento
Intereses
Transfe-
rencias
Gastos de
Capital
Total
Gastos
Préstamo
Neto
Balance
Fiscal
2000
2001
2002
2003
2004
2005
4,695
5,030
5,737
6,854
7,933
8,950
955
675
953
1,215
1,241
1,576
7,300
8,851
10,453
12,425
14,136
15,513
348
190
276
126
91
166
13,297
14,747
17,419
20,621
23,400
26,205
8,753
10,061
11,543
13,685
15,656
18,483
787
608
638
599
620
602
1,482
1,752
1,575
1,597
1,751
1,984
3,583
2,330
3,436
3,958
3,298
4,984
14,606
14,751
17,192
19,839
21,325
26,054
-239
-4
8
4
7
-423
-1,070
-0
220
778
2,068
574
Tabla No. 10
Balance scal consolidado de los Gobiernos Territoriales 2000-2005
(Miles de millones de pesos)
Fuente: Subgerencia de Estudios Económicos, Banco de la República.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
108
gicamente, lo anterior ha contribuido a generar tensiones entre
el nivel central y las regiones. De hecho, el Congreso de la República de
Colombia aprobó durante 2006 una reforma a las transferencias que efectuaba
el Gobierno Nacional a las regiones en salud, educación y agua potable, lo
que implica una disminución importante en los recursos esperados con la
anterior legislación. Esto ha profundizado las tensiones e inclusive el partido
liberal ha convocado a la recolección de rmas para someter esta decisión a
un referendo revocatorio.
6
En esencia, los riesgos scales persisten y sería necesaria una contracción
del gasto en el momento en que la economía parecería estar orientada a menores
tasas de crecimiento del PIB, lo que disminuirá la percepción positiva de los
agentes sobre el comportamiento de los benecios macroeconómicos futuros
y posiblemente agravaría el tamaño de la recesión. Todo un predicamento de
política económica y nanzas sanas.
5. Precios macroeconómicos, empleo e inación
La oferta monetaria ha sido laxa en los últimos años, lo que unido a un
importante volumen de divisas que entraron al país, formales e informales
desencadenaron un “boom” de consumo que por la inuencia del importante
crecimiento de las importaciones con una tasa de cambio revaluada no permitió
el crecimiento de la inación y, por lo tanto, hasta el 2006 el Banco de la
República cumple con las metas de inación objetivo.
6 Para mayor información sobre la reforma a las transferencias ver: Rodríguez Oscar “Las transferencias: entre
el sistema de protección social, la gobernabilidad macro y la construcción social del Estado”. En Bien-Estar y
Macroeconomía, 2007, Más allá de la retórica. CID, Universidad Nacional de Colombia.
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Darío Germán Umaña Mendoza
109
Gráco No. 1
Variación año corrido del Índice de Precios al Consumidor 1999-2007
* Acumulado a noviembre
Fuente: DANE
Sin embargo, en 2007 se produce el rebrote de las tendencias inacionarias y
a noviembre ya es claro que no se cumplirá con la meta establecida en esta materia
por el Banco de la República, tambn es evidente que el aumento de la cartera
morosa en crédito de consumo e inclusive hipotecario ha venido mermando la
liquidez, el Banco central ha aumentado sus tasas de intes, los bancos privados
mucho más y la tasa de cambio se comporta con permanentes uctuaciones.
Tabla No. 11
Índice de Precios al Consumidor 1999-2007 (Variaciones porcentuales)
Mes 1999 2000 2001 2002 2004 2004
Base Diciembre de 1998 = 100,00
2005 2006 2007
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
En año corrido
2.21
1.70
0.94
0.78
0.48
0.28
0.31
0.50
0.33
0.35
0.48
0.53
9.23
1.29
2.30
1.71
1.00
0.52
-0.02
-0.04
0.32
0.43
0.15
0.33
0.46
8.75
1.05
1.89
1.48
1.15
0.42
0.04
0.11
0.26
0.37
0.19
0.12
0.34
7.65
0.80
1.26
0.71
0.92
0.60
0.43
0.02
0.09
0.36
0.56
0.78
0.27
6.99
1.17
1.11
1.05
1.15
0.49
-0.05
-0.14
0.31
0.22
0.06
0.35
0.61
6.49
0.89
1.20
0.98
0.46
0.38
0.60
-0.03
0.03
0.30
-0.01
0.28
0.30
5.50
0.82
1.02
0.77
0.44
0.41
0.40
0.05
0.00
0.43
0.23
0.11
0.07
4.85
0.54
0.66
0.70
0.45
0.33
0.30
0.41
0.39
0.29
-0.14
0.24
0.23
4.48
0.77
1.17
1.21
0.90
0.30
0.12
0.17
-0.13
0.08
0.01
0.47
5.17
Fuente: DANE
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
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110
Gráco No. 2
Tasa de interés de los Certicados de Depósito a Término a 90 días – DTF
Fuente: Banco de la República con información suministrada por la Superintendencia Financiera de Colombia.
Por su parte el desempleo muestra una tendencia positiva y para el primer
trimestre del 2007 ya se colocaba en niveles del 12% como porcentaje de la
población económicamente activa y para los dos trimestres posteriores se
acerca al 10%. Sin embargo, la tasa de desocupación permanece constante
y la informalidad se encuentra por encima del 40% de la PEA, lo que
hace que el debate del empleo contie en el centro de la atención puesto
que no necesariamente el crecimiento conduce a mejores condiciones de
empleabilidad e ingreso.
Tabla No. 12
Tasa de ocupación, desempleo e informalidad 2001-2007
Año Tasa de ocupación Tasa de desempleo Tasa de informalidad
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Sem I
Sem I
Sem I
Sem I
Sem I
Sem I
51.73
51.56
52.63
52.05
51.87
52.36
15.71
16.12
14.61
14.74
12.70
12.01
39.50
38.72
39.39
41.37
41.29
41.51
Fuente: DANE – Encuesta Continua de Hogares
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Darío Germán Umaña Mendoza
111
La tasa de cambio evolucio de una fuerte devaluación hasta el año 2004,
hacia una revaluación de magnitud similar que duró hasta 2006. Se recupera
levemente en el 2006 y durante los últimos meses del 2007 muestra signos de
inestabilidad e incertidumbre, lo que es indicativo que el mercado internacional
se encuentra nervioso y a la espera de cómo nalmente afectará la crisis de los
sub-prime la economía estadounidense y la liquidez internacional.
Tabla No. 13
Tasa Representativa del Mercado 2000-2007 (Pesos por dólar)
Periodo Promedio
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2,087.42
2,299.77
2,507.96
2,877.79
2,626.22
2,320.77
2,357.98
Fluctuante, incertidumbre
Fuente: Banco de la República
Gráco No. 3
Tasa Representativa del Mercado (Promedio anual)
Fuente: Banco de la República
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
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112
6. Globalización e integración
En este acápite se presenta una síntesis de los principales aspectos que
en materia de globalización e integración económica ha vivido Colombia en
los últimos años, el cual se recoge más ampliamente en el capítulo del libre
Bien Estar y Macroeconomía, ya citado.
Colombia ha buscado durante la última cada y lo que va corrido
de la presente ser parte de una economía cada vez más internacionalizada
en lo económico y lo comercial. Como parte de la Organización Mundial
del Comercio ha comprometido los límites consolidados y máximos en la
aplicación de su política comercial tanto en liberalización de bienes como en
servicios y en capitales y ha delegado su soberanía en la solución de diferencias
en los campos allí negociados, así como en la propiedad intelectual, con la
diferencia en este aspecto que no se produce una mayor liberalización en el
capital conocimiento sino que, por el contrario, lo que se logra es un mínimo
de liberalización que puede ser modicada con mayores niveles de protección
en acuerdos bilaterales o plurilaterales posteriores.
No abundaremos en este acápite en análisis detallado de lo negociado por
nuestro país en los diferentes foros internacionales. Simplemente, sin juicios
de valor presentaremos un mapa de los compromisos en los denominados
acuerdos de integración.
Entendido un esquema de integración profunda como aquel que implica
una creciente cesión de la soberanía nacional en lo político, económico, social y
comercial, no sería aventurado armar que Colombia no participa en ninguna
alternativa de esta naturaleza.
Sin embargo, lo más aproximado a esta caracterización es la Comunidad
Andina que no solo logperfeccionar una zona de libre comercio (bienes y
servicios) sino una Unión Aduanera parcial, incluidas políticas comunes en
materia comercial como por ejemplo control de la competencia desleal y del
abuso de posición dominante de mercado, franjas de precios, normas sanitarias,
salvaguardias a terceros, etc.
También se produjeron avances en lo pertinente a la libre circulación de
personas y al reconocimiento de títulos a los profesionales de los diferentes
países miembros del Acuerdo de Cartagena, incluyendo propuestas no acabadas
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
113
para el desarrollo de la dimensión social de la integración y esbozos de lo que
será una política de migraciones y de protección social comunitaria.
Asimismo, existe una política común en materia de propiedad intelectual
y bastante menos profunda en materia de inversiones, todo ello seriamente
amenazado en la actualidad por la rma de los acuerdos de promoción del
comercio suscritos por Colombia y Perú con los Estados Unidos y el retiro
denitivo de Venezuela de la CAN, así como la eliminación de los compromisos
en materia de Arancel Externo Común.
Además se cruna institucionalidad relativamente estable en lo nanciero
con la corporación Andina de Fomento, el Fondo Latinoamericano de Reservas
(FLAR), una Secretaría técnica independiente que en su momento jugó un
papel muy importante tanto en velar por el cumplimiento de lo normado en
el Tratado como en solución inicial de controversias, un Tribunal interestatal
Andino de Justicia, fuerte en lo institucional pero débil a la hora de forzar el
cumplimiento de sus laudos y un remedo de parlamento andino.
La participación de la sociedad civil se limitó a lo laboral y empresarial
con guras de organismos consultivos que desafortunadamente nunca cuajaron
como contrapartes importantes de los gobiernos y, en general, su participación
se convirtió en una alternativa más burocrática que real para fortalecer la
integración andina.
La comunidad Andina pierde relevancia en la actualidad puesto que en el
2006 se produce el retiro de uno de sus principales socios: Venezuela, además,
es dejada en segundo plano por parte de Perú y Colombia con la aplicación
de su esquema de integración abierta y especialmente por las negociaciones
bilaterales con los Estados Unidos y las diferencias de orden político con
Ecuador y Bolivia. En esencia una importante alternativa de integración hasta
ahora fallida y en la que Colombia no juega ningún papel en la actualidad
distinto del de tratar de defender una zona de libre comercio que con el retiro
de Venezuela se encuentra en serias dicultades hacia el futuro.
Por su parte, Alalc al ser sustituida por la Aladi y al desaparecer en la
práctica el Trato de Nación Más Favorecida con el ingreso de México al Nafta
y el no haber hecho extensivas al resto de países de la Aladi las preferencias
concedidas a los Estados Unidos y Canadá, muestra como los avances de la
integración latinoamericana se limitaron en lo económico y en lo comercial a
una serie de acuerdos bilaterales ya sea con otras zonas de integración, llámese
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
114
Mercosur CAN, en el que participa Colombia o de este país con el triángulo
norte de Centroamérica o parciales con Caricom.
En general cada uno de esos acuerdos se caracteriza simplemente
por evolucionar hacia zonas de libre comercio totales o parciales, con
rebajas arancelarias, denición de reglas de origen para beneciarse de los
tratamientos preferenciales y otros capítulos carentes de relevancia práctica.
Una gran debilidad en lo pertinente a la solución de controversias, débil
denición de objetivos de profundización hacia una mayor integracn,
ninguna institucionalidad y mucho menos inclusión de la dimensión social de
la integración.
Existe también una nueva generación de acuerdos como los suscritos por
Colombia con Chile y el triángulo norte de Centroamérica que avanzan algo
más en la liberación del comercio de servicios, normas en compras del sector
público, protección de inversiones y solución de controversias. Sin embargo
normativamente sus características vinculantes son bastante débiles.
Los mal llamados TLC con países desarrollados no parecerían ser otra
cosa que una evolución al desconocimiento del principio de Responsabilidad
Compartida en la lucha contra el agelo universal de las drogas, el desaparecer
de las preferencias unilaterales y el salto hacia tratados bilaterales de protección
de inversiones.
En efecto, cuando se estudia el Acuerdo de Cooperación ya rmado
aunque no en vigencia con los Estados Unidos de Norteamérica es fácil
observar que el mayor logro de Colombia en materia de comercio de bienes
es el de haber conservado con muy pequeñas adiciones el Atpdea, sin haber
obtenido nada o casi nada en materia de desmonte de subsidios, ayudas internas
u otras medidas de efecto equivalente en el sector agrícola, ni en antidumping,
ni en salvaguardias, ni en normas de la zona de integración en materia de
control de abuso de la posición dominante de mercado, ni en la eliminación
de obstáculos técnicos con características para – arancelarias.
Más bien en sentido contrario si se produce una apertura unilateral
fortalecida por el hecho que la normativa colombiana para el control de la
competencia desleal es bastante débil y tiene una tendencia aperturista antes que
de protección a la producción local como si ocurre en los Estados Unidos.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
115
En inversiones el TLC es un Acuerdo que incluye no solamente guras
como el preestablecimiento para la protección a la inversión extranjera sino
la expropiación indirecta y, en el caso del capital conocimiento el menoscabo
o la anulación de benecios. Todas las anteriores, son alternativas para evitar
el ejercicio de políticas públicas que puedan afectar a los inversionistas
norteamericanos y avanzan en el camino de establecer una protección cuasi-
innita a la inversión foránea lo que para algunos es símbolo de estabilidad y,
para otros, una vulgar entrega de soberanía.
En materia de solución de controversias no solo se establece la posibilidad
de que conictos entre los estados sean demandados ante los tribunales
internacionales (especialmente en el Ciadi), sino que también se incluyen
aquellos que se deriven de diferencias entre inversionistas y estado.
El cubrimiento del TLC es mayor que lo que se determina en lo multilateral
o en cualquier otro acuerdo de integración que haya suscrito Colombia, puesto
que incluye no solamente la inversión extranjera directa en bienes sino en
servicios, capital de portafolio(las medidas que tome el gobierno o el banco
de la república para el control de capitales solo podrán ser demandadas un año
después de su aplicación), deuda externa, capital conocimiento y, sorpresa, es
el único esquema que no contempla la posibilidad de cláusula de salvaguardia
por crisis en la balanza de pagos.
Es en n, el sueño del inversionista norteamericano que ni siquiera
lo había esperado en el fallido Acuerdo Multilateral de Inversiones AMI”,
propuesto por la OCDE y atacado por los países en desarrollo e inclusive
por la iglesia católica en el mundo, por lo que nunca se aprobó. Por supuesto,
supera en todo lo decidido en la CAN.
En el tema de propiedad intelectual es poco o nada lo que logen lo
pertinente al control de la biopiratería, respeto a los conocimientos tradicionales,
excepciones en las industrias culturales y, al contrario, se aceptaron extensiones
a la patentabilidad, a la proteccn a la información no divulgada, a los
derechos de autor, especialmente los de “Copy Rigth” (empresas que compran
los derechos de autor a los creadores), control a la piratería, “links” entre
propiedad intelectual y aprobación de registros sanitarios y mayores plazos a
los derechos de autor, así como la incorporación automática, sin pasar por la
OMC, de algunos de los aspectos que se negocien en la OMPI, especialmente
los referidos al reforzamiento a los controles administrativos y coercitivos para
el respeto de la Propiedad Intelectual.
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
116
Además la salud de la población no se prioriza sobre los intereses
monopólicos de las multinacionales y de las normas de propiedad intelectual.
Tampoco se fortalece con un control ecaz, de acuerdo con la legislación
colombiana, el control de las prácticas anticompetitivas producto del control
monopólico que otorgan las patentes o los derechos de autor.
En cuanto a las compras del sector público y servicios, el punto esencial
es el de que no se logun acceso real y sin ninguna restricción a los mercados
de los dos países, puesto que para los Estados Unidos se aceptan múltiples
excepciones geográcas y administrativas. Los EU mantendrán fuera del
Tratado los Estados (cerca de 45) y sus excepciones, mientras que Colombia
negocia como estado unitario. De esa manera, la lista de liberalización en
compras estatales es sustancialmente asimétrica para Colombia.
En los capítulos de servicios no se trata el tema de las inversiones y si
en el de inversión, renunciando en gran medida a la aplicación de políticas
públicas. No se liberaliza el modo 4 de prestación de servicios (personales),
ni se clarican las políticas de migraciones y, hasta la fecha, poco o nada se
negocio en reconocimiento de títulos educativos o el otorgamiento de visas
para prestación de servicios profesionales y tampoco se ha establecido un
mecanismo de solución de diferencias en esta materia.
En servicios de telecomunicaciones el principal riesgo se encuentra
en la decisión de acceso a las redes públicas solo con criterios técnicos y no
económicos, así como en la libertad de prestar servicios por parte de redes
privadas, lo que podría en entredicho la misma viabilidad nanciera de las
empresas públicas de Telecomunicaciones.
Los aspectos laborales y ambientales para nada contemplan la
dimensión social de la integración y el respeto a los derechos fundamentales
de los trabajadores o la adhesn a Tratados ambientales por parte de los
Estados Unidos, como el Convenio de Kyoto sobre emisiones o el Tratado
de Cooperación Amazónica. Simplemente se limitan al respeto de las
legislaciones nacionales internas, se circunscriben a la aplicacn de multas
y, eventualmente, sanciones comerciales, lo que en esencia signica aplicar
los conceptos de “dumping social y ambiental”, aplicando los principios
de solución de controversias en el marco del Tratado y desnaturalizar los
foros multilaterales como la OIT y los Tratados ambientales en el marco de
la Naciones Unidas.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Darío Germán Umaña Mendoza
117
Aunque el Acuerdo del TLC ya había sido suscrito por los dos
gobiernos el partido demócrata propuso su reapertura en los aspectos
ambientales y laborales. Las consecuencias de ello implicaron establecer nuevas
condicionalidades y sanciones en una sola vía, puesto que no se incluyó a los
Estados Unidos en las nuevas decisiones. Amanecerá y veremos. Mientras
tanto el gobierno de Colombia es tan solo un espectador en las negociaciones
entre los principales partidos en el congreso norteamericano.
El sistema de Solución de controversias tiene dos características. En
aspectos como la liberalización del comercio el mecanismo general es débil y
poco vinculante, mientras que en inversiones y propiedad intelectual se dene
un mecanismo absolutamente vinculante y fuerte. Otra asimetría a favor de
los inversionistas y éstos son en lo esencial los norteamericanos.
Finalmente, la negociación de un posible Acuerdo de Asociación de la
CAN con la Unión Europea se encuentra en la actualidad en el limbo. Sin
embargo, es objetivo pensar que en materia comercial Colombia negociará con
la UE en condiciones similares a las de los Estados Unidos. No podríamos
dar ni recibir más de un grupo de países de menos desarrollo relativo que el
norteamericano.
En ntesis, en liberalización de bienes y servicios prioritarios para
Colombia los avances son mínimos con respecto a lo que se ha decidido
en el marco multilateral y los mecanismos de solución de diferencias son
débiles. En lo que corresponde a las inversiones es todo lo contrario y los
avances son sustanciales. Por lo tanto, no es aventurado armar que no nos
encontramos ante un Acuerdo de libre comercio sino fundamentalmente ante
un tratado de protección de inversiones. Es el paraíso del bilateralismo, dar
la espalda a la integracn latinoamericana y no son de esperar en el corto
plazo resultados que contribuyan a cambiar el signo negativo en la balanza
de cuenta corriente ni inversiones que fortalezcan la cuenta de capitales.
Hasta ahora todo cambia para peor.
Conclusión
La caracterización que se ha efectuado de la economía colombiana
muestra que si bien durante los últimos años se ha presentado un
comportamiento de relativa estabilidad y crecimiento, los riesgos nancieros
acumulados tanto en las cuentas externas, balanzas de cuentas corriente, de
Economía colombiana en la coyuntura: una aproximación crítica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
118
capitales y de pagos; como en las internas, cit scal del gobierno central,
riesgos de sostenibilidad del gasto en defensa y en seguridad democtica;
así como el exceso de consumo basado en el crédito con signos que han
implicado aumentos en las tasas de interés y leves rebrotes inacionarios;
implica una señal de alerta sobre el comportamiento futuro.
Si a lo anterior se suma la situación de la economía norteamericana,
la incertidumbre y la debilidad en la estrategia de integración económica y
comercial descritas, podemos armar que nos encontramos ante un necesario
cambio de timón en la orientación de la política económica a riesgo de repetir
una crisis como la que se produjo a nales de los “felices Noventa”.
Referencias
Arestis y Gligman. Economía abierta, 2002.
Banco de la República. La economía colombiana: Situación actual frente a los
noventa y perspectivas. Grupo de Macroeconomía, 2006.
Banco de la República. Series estadísticas.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Series estadísticas.
Minsky. Desregulación nanciera: fragilidad e inestabilidad, 1986.
Moreno, Álvaro y Junca, Gustavo. “Las consecuencias económicas de Mr.
Uribe. ¿Otra vez los felices noventa? En Bien-Estar y Macroeconomía
2007. Más allá de la retórica. Centro de Investigaciones para el Desarrollo.
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2007.
Rodríguez Oscar “Las transferencias: Entre el sistema de protección social, la
gobernabilidad macro y la construcción social del Estado” En Bien-Estar
y Macroeconomía 2007. Más allá de la retórica. Centro de Investigaciones
para el Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2007.
Umaña Mendoza, Germán. “Política comercial, bilateralismo y sector externo”
En Bien-Estar y Macroeconomía 2007. Más allá de la retórica. Centro de
Investigaciones para el Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá, 2007.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
119
La economía del
Ecuador: un balance
y una nueva noción
de desarrollo
Fander Falconí Benítez
*
Un balance global de la política neoliberal en el Ecuador
E
l modelo de crecimiento prevaleciente en el Ecuador en los últimos 15
os ha provocado la simplicación de la producción nacional por el predominio
de ramas productivas que generan rentas por precios internacionales favorables,
mientras que las bases de una estructura productiva nacional y autónoma fueron
barridas por un modelo de importaciones que benecia a consumidores de
altos ingresos y a pocos empresarios importadores.
Este proceso, de verdadera re-primarización de la economía, junto a la
escasa inversión productiva y al énfasis en la protección del capital nanciero,
impidió la reactivación de la estructura productiva nacional luego de la
crisis nanciera de 1998-99 – y su diversicación, que hubiera sustentado un
crecimiento más equilibrado.
* Secretario Nacional de Planicación de la República del Ecuador
acordova@senplades.gov.ec
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
120
La competitividad se detuvo en la reducción de costos del trabajo y en
la obtención de rentas extractivas a costa del deterioro de los ecosistemas,
en presencia de un desordenado proceso de desregulación de los mercados
y de un sistema tributario incapaz de regular a los contribuyentes de mayores
ingresos. Estos factores tuvieron graves consecuencias en el debilitamiento
de las funciones del Estado como garante de derechos, como productor de
bienes blicos de calidad y como promotor eciente de un desarrollo humano
estable y soberano.
Cuadro 1
Evolución de la pobreza y extrema pobreza de consumo, 1995-2006
– como porcentaje de la población –
ECV
1995 1998 1999 2006
Pobreza
Extrema
pobreza
Pobreza
Extrema
pobreza
Pobreza
Extrema
pobreza
Pobreza
Extrema
pobreza
Región
Costa 36.07 9.06 46.44 16.30 52.85 15.98 40.31 10.85
Sierra 41.73 18.53 42.15 21.77 51.44 24.65 33.75 12.20
Amazonía 60.57 23.80 50.04 22.25 n.d. n.d. 59.74 39.60
Área
Rural 63.00 27.37 66.75 33.91 75.05 37.68 61.54 26.88
Urbana 23.02 4.11 28.72 7.80 36.39 7.99 24.88 4.78
Nacional 39.34 13.60 44.75 18.81 52.18 20.12 38.28 12.86
Fuente: Siise-INEC con base en INEC, ECV. Varios años.
Elaboración: Senplades
El escenario político del modelo resumido en las líneas precedentes fue el
de la continuidad de relaciones de poder con las que las clases dominantes han
aparecido como las únicas beneciarias de los escasos frutos del crecimiento
logrado. El poder ecomico tuvo una pesada inuencia potica en las
decisiones. Así, la fragilidad de las instituciones y del aparato productivo se
evidenciaron al nal del siglo pasado, cuando no se pudo enfrentar factores
adversos como el fenómeno de El Niño (1998) y la crisis bancaria (1999), que
determinaron un incremento de la pobreza de 12,84% en 1995 al 52,18% en
1999 (Cuadro 1). La estabilidad nominal provista por la dolarización permitió
que seis años más tarde, en 2006, la pobreza y la pobreza extrema retornaran
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Fander Falconí Benítez
121
a niveles similares a los registrados hace una década. No obstante, dado el
crecimiento poblacional y sabiendo que la tasa de fecundidad de los s pobres
es más elevada que el resto de la población, se puede armar que en los últimos
10 años existe un mayor número de pobres en términos absolutos.
Los problemas ocasionados por los desastres naturales, la crisis nanciera
o el cambio de moneda no han impactado de la misma forma a toda la población.
Según el Sieh-Enemdu, entre 1990 y 2006 solo los hogares pertenecientes a
los estratos de ingresos más altos no vieron retroceder su ingreso per cápita,
mientras que, sistemáticamente, los ocho primeros deciles de la población
redujeron sus niveles de percepción de ingresos. En los 16 años considerados, el
decil nueve mantuvo su participación del ingreso en el 16,2%, mientras el decil
más favorecido la incrementó del 35,5% al 41,8% (Gráco 1). En el período
analizado se produjo un proceso de polarización que se reeja en el hecho de
que, mientras en 1990 la diferencia entre el 10% más rico era de 18.6 veces más
que el 10% más pobre, en el 2006 esta diferencia es de 38 veces más.
Gráco 1
Concentración del ingreso per cápita del hogar
Fuente: SIEH-enemdu, 1990-2006
Elaboración: Senplades
En contra de lo que prevé la teoría neo-clásica, el proceso de apertura de
la economía ecuatoriana no generó un incremento de la demanda del factor
más abundante – la mano de obra poco calicada. Por el contrario, generó un
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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incremento de la demanda de mano de obra de alta calicacn, lo que provo
el aumento de la brecha salarial entre calicados y no calicados y con ello
contribuyó al incremento de la concentración del ingreso y de la desigualdad
1
.
La reducción de la pobreza entre 1999 y 2006 (Cuadro 1) no está asociada
a transformaciones estructurales, generación de empleos y control de la
desigualdad. Las poticas sociales ‘focalizadas’ siguen viendo a la persona pobre
como un ‘otro’ que requiere asistencia, pero cuya inclusión social se abandona a
la improbable reacción mecánica de un mercado que, en realidad, orienta a los
inversores hacia la asimilación de tecnologías expulsoras de mano de obra. Así,
la evolución de la pobreza esvinculada, s bien, a los ciclos económicos, en
especial a los precios internacionales del petróleo y al ingreso de remesas.
En consecuencia, el crecimiento, entendido en sentido abstracto
2
y la
estabilidad macroeconómica son condiciones necesarias, pero no sucientes,
para reducir la pobreza. Más aún, el crecimiento y la estabilidad macro no son
valores en mismos, son instrumentos que deben articularse en benecio de
todos, en especial de los pobres.
Cuadro 2
Concentración industrial 2005*: coeciente de Gini**
Bebidas
1
Lácteos
2
Comercio
3
Hoteles
4
Construcción
5
Ventas 0,9651 0,9507 0,9411 0,8828 0,8015
Activos 0,9519 0,9434 0,9412 0,9211 0,8948
* Ramas elegidas al azar.
** El coeciente de Gini del consumo es una medida estadística de la desigualdad en la distribución del consumo
per cápita de los hogares, que varía entre 0 y 1. Muestra mayor desigualdad mientras se aproxima más a 1 y
corresponde a 0 en el caso hipotético de una distribución totalmente equitativa.
1) Treinta y una empresas, de las cuales siete no reportaron ventas.
2) Noventa y siete empresas, de las cuales 46 no reportaron ventas.
3) Ochenta empresas, de las cuales 18 no reportaron ventas.
4) Cien primeras empresas por ventas.
5) Cien primeras empresas por ventas.
Fuente: Producto Indicador, 2005.
Elaboración: Senplades.
1 Lo que no parece haber cambiado; no es simple coincidencia que hoy en día la escolaridad promedio de los
trabajadores dedicados a las actividades exportadoras (el denominado sector transable) sea casi 4 años mayor
que la de la fuerza de trabajo empleada en sectores dedicados al mercado interno (el denominado sector no
transable de la economía).
2 Abstracto porque no crea una estructura productiva capaz de integrar el trabajo nacional y promover soberanía
nacional ante las variaciones de los factores externos.
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Fander Falconí Benítez
123
El ingreso y el consumo de los hogares no han sido distribuidos de manera
equitativa, frenando el crecimiento de la demanda agregada y las posibilidades
de expansión de la economía. La producción se ha concentrado, favoreciendo
a las empresas formadoras de precios a costa de las empresas tomadoras de
precios
3
, limitando las condiciones reales de competencia, obstaculizando
prácticas de mercado transparentes y frenando la expansión de la demanda de
empleo formal, bien remunerado e incluyente (Cuadro 2).
Las inequidades que ha consolidado este esquema de crecimiento no se
limitan a la distribución del ingreso o a la concentración de la propiedad privada
(extranjera y nacional) del aparato productivo. La preponderancia otorgada al
sector externo, como guía del crecimiento económico, inhibe un equilibrado
desarrollo humano en todo el territorio nacional ya que evita que sus regiones
se integren en un proceso armónico en el que se reduzcan las disparidades.
Pese al énfasis otorgado al sector transable, durante la década pasada éste
experimentó limitados incrementos de productividad. Entre 1992 y 1997 hubo
un incremento de 2,4% para todos los transables y 1,3% para los transables
excepto petróleo. Ramas intensivas en el uso de capital petróleo (transable),
electricidad y agua (hasta entonces no transables) tuvieron crecimientos
signicativos de su productividad (8,5% y 13%, respectivamente), pero su
demanda de empleo apenas alcanzó al 0,7% de la demanda total de empleo de
los sectores no agrícolas. Mientras tanto, las ramas de actividad no transables no
agrícolas, que ocuparon el 82,7% de la demanda total de empleos no agrícolas,
tuvieron un retroceso del 0,9% en su productividad
4
.
Este conjunto de datos da cuenta de dos décadas perdidas de desarrollo,
cuyo magro crecimiento fue revertido por el salvataje bancario de 1999 que, en
cambio, beneció a un sector con enormes deciencias de gestión y amplios
márgenes de discrecionalidad e intereses vinculados en el manejo de los ahorros
de la ciudadanía.
3 Son empresas formadoras de precios a aquellas pocas empresas con carácter monopólico que pueden aumentar
los precios de sus productos sin enfrentar una disminución importante de la demanda. Las tomadoras de precios, en
cambio, son las pequeñas empresas que no poseen mayor injerencia en la denición de los precios del mercado.
4 Rob Vos (2002), “Ecuador: economic liberalization, adjustment and poverty, 1988-99”, en Rob Vos, Lance
Taylor y Ricardo Paes de Barros, Economic liberalization, distribution and Poverty. Latin America in the 1990s,
Edgard Elgar Publishing Limited, UK.
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
124
Gráco 2
Exportaciones e importaciones 1993-2006
como porcentage del PIB
Fuente: Banco Central del Ecuador
Elaboración: Senplades
Desde 2000, el argumento central para sostener la dolarización se ha
basado en la necesidad de exportar cada vez más para nanciar la balanza
externa en un escenario general de apertura económica. Sin embargo, los
resultados alcanzados muestran el fracaso de esta estrategia. Si bien entre 2000
y 2005 el índice de apertura de la economía ecuatoriana se incremen del
0,748 al 0,812, lo que sen la ortodoxia indicaría una evolución apropiada
de la economía, se deterioró la balanza comercial. La apertura fue mayor
gracias a un crecimiento real de las importaciones del 45,1%, mientras que
las exportaciones sólo crecieron 34,1%, en especial debido a la evolución
del precio internacional del petróleo, variable exógena y totalmente fuera
de control (Gráco 2).
El aumento de las importaciones no signicó el abaratamiento de
los costos ni mejores niveles de competitividad de la producción nacional
remanente, pues son otros factores los que la crean.
5
Por el contrario, el
5 Entre los principales, credibilidad de las instituciones, paz social basada en un efectivo avance en la justicia
para todos, calidad y pertinencia de la educación, un adecuado sistema de ciencia y tecnología, regulación de
los mercados, etc.).
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Fander Falconí Benítez
125
incremento de las importaciones también implicó la conversión de un
sector de empresas de orientación productiva al sector intermediario o
especulativo (financiero, inmobiliario) y la competencia desleal (dumping
social) a la producción de la economía popular, que tambn fue degradada
a la condición de intermediadora (sector informal urbano) o desplazada
del mercado (pequeña producción agropecuaria). La seguridad y, más aún,
la soberanía alimentaria, se deterioraron gravemente, y para compensar
el déficit del comercio exterior se privilegió las exportaciones a costa de
la vida de los trabajadores y de efectos irreversibles en la naturaleza, lo
que generó desequilibrios ecológicos que tendrán fuertes repercusiones
en el futuro.
El acelerado crecimiento de las importaciones y el lento crecimiento
de las exportaciones no petroleras dan cuenta de las escasas opciones de
creacn de puestos de trabajo digno, lo que ha contribuido a dar las
condiciones de vida de la poblacn por la vía del desempleo, el subempleo,
el empleo precario y la reducción de los salarios reales.
Gráco 3
Ingresos por remesas y migración 1990-2006
Fuente: Banco Central de Ecuador y Dirección Nacional de Migración, Instituto Nacional de Estadística y Censos.
* Los datos del 2006 sobre ujos migratorios están levantados hasta el mes de septiembre.
Elaboración: Senplades.
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
126
El repunte de las exportaciones de petleo, si bien contribuye a
sostener el gasto scal, no representa una opción real para el crecimiento del
empleo, dada la mínima absorción de mano de obra de esa rama de actividad,
extremadamente dependiente del factor capital. Al nal la apertura, que en el
balance ha sido negativa desde 2001, está sostenida por las remesas enviadas
desde el exterior por la mano de obra expulsada de un país que no presenta
tasas de inversión satisfactorias en las ramas en las que más se puede asimilar
la fuerza laboral (Gráco 3).
La sociedad ecuatoriana ha sufrido, en resumen, las consecuencias
del ajuste estructural impuesto por la coalición de las fuerzas poticas y
ecomicas externas y de las elites nacionales carentes de proyecto propio,
s allá de la acumulación lograda a base de posiciones de privilegio. Las
‘turbulencias’ políticas y la creciente desconanza en las instituciones
conrmaron lo que las políticas del Consenso de Washington ya anticipaban:
una sociedad ostentosa e injusta, proclive a continuos problemas de
inestabilidad y conicto político.
Una nueva noción de desarrollo
En la década de los 90 del siglo pasado predominaron las políticas de
estabilización y ajuste estructural abocadas a producir crecimiento económico
por medio de una inserción indiscriminada en el mercado global. Sin duda,
el crecimiento económico es preferible al estancamiento y constituye la base
para generar y disponer de los recursos necesarios para alcanzar mejores
condiciones de vida, pero la posibilidad de contar con ingresos adicionales
no garantiza que éstos se transformen en desarrollo humano. El patrón de
crecimiento tiene tanta importancia como su forma de evolución y puede
ocurrir que ciertos tipos de crecimiento obstaculicen el desarrollo, agudicen
los niveles de pobreza y empeoren los impactos sobre el medio ambiente y,
en denitiva, no democraticen sus frutos. Tal situación se ha evidenciado en
las últimas décadas en el Ecuador y en casi todos los países de la región.
Tradicionalmente se ha tendido a confundir entre medios y nes. El
crecimiento ecomico, la modernización y el cambio tecnológico son medios
para el desarrollo. El n de éste es la ampliación de las capacidades o libertades
de los seres humanos. Esas libertades son esenciales como valores en mismas.
Todo ser humano tiene derecho a ejercerlas, y en la medida que lo haga contribuye
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Fander Falconí Benítez
127
a un crecimiento económico de calidad, a la democratizacn de la sociedad, y
al establecimiento de relaciones sociales s uidas e igualitarias.
Así, el crecimiento deja de ser un n en mismo para transformarse
en un medio para facilitar el logro de los dos principales componentes del
desarrollo humano: la formación y potenciacn de capacidades humanas, que
comprenden un mejor estado de salud de cada individuo y el acceso apropiado a
conocimientos y destrezas particulares; y el uso efectivo que hace cada ciudadano
de esas capacidades a n de auto-realizarse y tener una vida satisfactoria a través
del ejercicio de sus facultades y deseos (el trabajo, la produccn, las actividades
sociales, culturales, artísticas y políticas, el descanso, etc.).
Es necesario tener una denición más amplia de desarrollo cuyo objetivo
nal supere cualitativamente la idea cuantitativa de crecimiento económico. Para
esto proponemos una mirada que nos permita ahondar esfuerzos para conseguir
objetivos nacionales s ambiciosos. En tal virtud, entendemos por desarrollo la
consecución del buen vivir de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza
y la prolongación indenida de las culturas humanas. El buen vivir presupone
que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales de los
individuos se amplíen de modo que permitan lograr simulneamente aquello
que la sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno
visto como un ser humano universal y particular a la vez valora como objetivo
de vida deseable. Nuestro concepto de desarrollo nos obliga a reconocernos,
comprendernos y valorarnos unos a otros a n de posibilitar la autorrealización
y la construcción de un porvenir compartido.
El desarrollo es más que el incremento de la riqueza, también es la
expansión de capacidades (cognitivas, emocionales, imaginativas
6
) y el despliegue
de facultades, garantizando la satisfacción de las necesidades intnsecas del ser
humano. Ello implica entender que la satisfacción de las necesidades, la igualdad
de oportunidades y el estímulo del ejercicio de las capacidades son factores
fundamentales para el desarrollo endógeno y para el crecimiento económico.
El desarrollo humano también considera la protección del medio
ambiente como una de sus preocupaciones fundamentales. Para no destruir la
diversidad y la complejidad de los sistemas ecológicos, las actividades humanas
6 Nos referimos principalmente a la salud y la integridad corporal, los sentidos, la imaginación, el pensamiento,
las emociones, la razón práctica, la aliación, el respeto, el juego, el control del propio entorno (político y material).
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
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y sus efectos deben regularse según ciertos criterios mínimos de precaución
y constreñirse de acuerdo a ciertos límites físicos.
La sostenibilidad constituye elemento vinculante entre los sistemas
económicos y ecológicos para, en primer lugar, mantener la vida humana
indenidamente; y para desarrollar la pluralidad de estrategias económicas
y culturales con que históricamente se han relacionado con la naturaleza los
diversos grupos, pueblos y nacionalidades que habitan el país.
Esta no es una propuesta aislada del Gobierno del Ecuador. Creemos
que estamos dando un paso enorme hacia una propuesta mundial que permita
dar un cambio de rumbo cualitativo al plantear a la comunidad internacional
el reconocimiento del valor de uso de las cosas y de las acciones. Esto implica
un viraje radical, pues se reconocería que existen cosas que no necesariamente
se venden y compran en el mercado. Pero que, no por ello, no tienen valor
social, cultural, estético o ambiental. También implica reconocer que existen
bienes públicos mundiales, y una apuesta por la construcción de un modo de
desarrollo que implica el bienestar colectivo mundial.
En el marco de estos principios seminales, el Gobierno del Ecuador
ha presentado a la sociedad ecuatoriana un nuevo contrato político, social,
económico, ambiental y cultural bajo la forma de un Plan Nacional de Desarrollo,
con el propósito nal de alcanzar 12 objetivos de desarrollo humano:
Auspiciar la igualdad, cohesión e integración social y territorial;1.
Mejorar las capacidades y potencialidades de la ciudadanía;2.
Aumentar la esperanza y la calidad de vida de la población;3.
Promover un medio ambiente sano y sustentable, y garantizar el 4.
acceso a agua, aire y suelo seguros;
Garantizar la soberanía nacional, la paz y auspiciar la integración 5.
latinoamericana;
Garantizar el trabajo estable, justo y digno;6.
Construir y fortalecer el espacio público y de encuentro común;7.
Armar la identidad nacional y fortalecer las identidades diversas y 8.
la interculturalidad;
Fomentar el acceso a la justicia;9.
Garantizar el acceso a participación pública y política;10.
Establecer un sistema económico solidario y sostenible, y11.
Reformar el Estado para el bienestar colectivo.12.
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Fander Falconí Benítez
129
La estrategia nacional de desarrollo
La promoción de la igualdad económica y política origina una sociedad
plenamente libre, que se construye en una democracia radical, expresión de
la organización social fortalecida y de la plena realización de la ciudadanía. El
Estado es el promotor de este proceso y el garante del ejercicio universal de
los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales,
condición ineludible para anular las relaciones de dominación y subordinación
entre personas, y para crear escenarios sociales y políticos que canalicen su
emancipación y autorrealización.
El libre desarrollo de cada ciudadano es condición necesaria para el libre
desarrollo del conjunto ‘ciudadanía’. El objetivo de la estrategia de desarrollo
es, entonces, la expansión de las capacidades de todos los individuos para que
puedan elegir autónomamente, de manera individual o asociada, sus objetivos
vitales. El acceso a niveles mínimos de bienes y servicios no avala dicha
expansión; es necesario distribuir de forma igualitaria las condiciones de vida
para potenciar la conversión del consumo de bienes y servicios en auténticas
capacidades humanas.
Dado que este proceso se sustenta en el cumplimiento de los derechos
humanos universales, los ejes de esta nueva estrategia de desarrollo no
pueden conducirse en base a políticas selectivas. En consecuencia, el objetivo
de la producción y distribución de bienes públicos supone universalizar las
coberturas y mejorar la calidad de las prestaciones, así como el objetivo de la
producción de bienes y servicios de mercado es mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos.
Es así que las ocho estrategias generales, detalladas a continuación
para el logro de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, conjugan
las dimensiones social, económica, cultural y política, que constituyen la
esencia de la vida de los seres humanos en sociedad. El reto del desarrollo
humano es cualitativamente superior al reto del crecimiento económico.
Mientras el primero considera la plena realización de ciudadanos, el segundo
se limita a optimizar las condiciones de los mercados en que se enfrentan
consumidores y productores, es solo un subconjunto del conjunto sociedad,
mayor y más complejo.
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1. Desarrollo interno, inclusión social y competitividad real
La dotación de servicios públicos gratuitos y universales de educación
y salud, el acceso a vivienda y la formación y capacitación permanente son
medios apropiados para ampliar las capacidades de la ciudadanía. El pleno
ejercicio y desarrollo de estas capacidades es posible a través de la generación
de empleo productivo, del apoyo decidido y permanente a las pequeñas y
medianas empresas, del acceso a recursos productivos y de la promoción de
organizaciones de economía solidaria (cooperativas y otras asociaciones).
El acceso de los pequeños productores campesinos a activos productivos
(tierra, maquinaria, herramientas, fertilizantes, semillas calicadas y agua)
constituye un factor de desarrollo inclusivo y contribuye de manera directa a
la seguridad alimentaria, a la conservación de la agro biodiversidad y al pleno
ejercicio del derecho a producir y a consumir alimentos sanos, adecuados y
culturalmente apropiados.
Formas alternativas de organización y producción económica elevan los
niveles de ingreso de la población rural y urbana marginal del país, diversican
las fuentes de ingreso y posibilitan una distribución justa del valor agregado. En
especial, proyectos que integren sus objetivos productivos al acceso a servicios
básicos, vivienda, salud, educación de calidad y más oportunidades; sistemas de
producción estratégicos (combinando cultivos como el maíz, el cacao, el café,
el arroz, carne y lácteos, las hierbas y otros, junto con la ganadería menor) que
consideren, en el nivel regional, las características geográcas, las vocaciones
productivas y las necesidades básicas de la población; el turismo sustentado en
la diversidad cultural y ecológica, conducido por comunidades y asociaciones
populares; y los planes de vivienda social que proveen una calidad de vida
digna para todos los habitantes del país.
La expansión de la demanda interna de bienes y servicios mediante
programas y proyectos de compras públicas para abastecer los programas de
alimentación y educación del Estado, y para proveer de bienes y servicios a la
administración pública, impulsan la producción realizada en micro y pequeñas
empresas. De igual manera, la organización de ferias gestionadas de forma
participativa vincula directamente a productores y consumidores, mejorando
la distribución del ingreso y la calidad de los productos.
El Estado protege a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario,
garantizando sus territorios, deniendo linderos y resolviendo conictos
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limítrofes, para que sus esfuerzos por conservar su heredad física y cultural no
sean despilfarrados en aventuras oportunistas. También sustenta el derecho a
la consulta, para salvaguardar la continuidad de los procesos sociales, culturales
y naturales de esos pueblos.
Es fundamental para el desarrollo humano la inversión en ciencia y
tecnología, enfocada a la satisfacción directa o indirecta de las necesidades
básicas, mediante el apoyo a la producción, la racionalización del consumo y
el mejoramiento de la calidad de vida de todas y todos los ecuatorianos, en
un diálogo de saberes y cosmovisiones que respete las diversidades culturales,
sociales, económicas y geográcas.
Esta nueva visión del desarrollo requiere de una plataforma suciente de
crecimiento económico, impulsado por ganancias continuas en productividad,
bajo condiciones de eciencia social, económica y ambiental en el uso de
los recursos. Una inserción competitiva en el mercado mundial se basa en el
desarrollo regional y local armónico, que integre políticas productivas, sociales
y ambientales. Junto a la demanda externa, la promoción de la demanda de los
mercados internos expande las posibilidades de crecimiento integral, reduce
las brechas de productividad y contribuye a ampliar la oferta de mejores
productos con mayor incorporación de valor agregado. En la medida en que
los mercados no se autorregulan, la corrección de sus imperfecciones requiere
una estructura institucional cooperativa, independiente y técnica.
Para incrementar la producción de bienes y servicios es necesario dar
prioridad a la apropiación y reinversión nacional del excedente económico,
racionalizar el uso de los recursos, mejorar la productividad, diversicar
los bienes y perfeccionar su calidad, gestión empresarial (pública y privada)
y actividades de autogestión s ecaces e ingresos dignos (expresados
como salarios o como el resultado neto de la producción de comunidades o
trabajadores asociados), sin desmejorar ningún otro factor involucrado. Este
proceso virtuoso requiere de mercados de factores, de bienes y de servicios
capaces de generar una adecuada distribución y uso de los recursos.
La energía, el agua y los recursos naturales, dada su nitud, requieren
usarse responsable, democrática y racionalmente. De ser posible, los impactos
ambientales provocados en los procesos productivos deben imputarse a los costos
de producción, pero si sus efectos son social o ecológicamente destructivos,
deben evitarse, a cualquier costo económico. La productividad del conjunto de
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la economía extendida a una diversidad de sectores interdependientes, sujeta a
sus límites físicos y entendida como eciencia social y no mero productivismo
material, fundamenta un desarrollo productivo soberano, armónico y amplio
que constituye la base de la auténtica competitividad.
Para corregir los desequilibrios sectoriales de productividad, provocados
por el crecimiento guiado por las exportaciones, se requiere una estrategia
de capacitacn agresiva, continua y generalizada, dirigida a fortalecer y
perfeccionar las destrezas y habilidades de la fuerza de trabajo, en todas las
ramas de actividad, en especial en aquellas cuya capacidad de absorción de
empleos es más importante (agricultura, turismo, agroindustria y servicios).
La mejor capacitación de la fuerza de trabajo hace más fácil mejorar los
ingresos, lo que contribuye a mitigar algunos aspectos secundarios de
conictividad social.
Los desequilibrios sectoriales también se combaten mediante programas
y proyectos de desarrollo local, sustentados en la consolidación de cadenas
productivas, denidas a partir de acuerdos entre las asociaciones, comunidades,
cooperativas y personas involucrados en ellas. La cogestn, el apoyo nanciero,
tecnológico y político y la organización de los mercados que articulan esas
cadenas constituyen objetivos prioritarios de atención del Estado.
El mercado es un mecanismo de asignación de recursos que puede ser
un instrumento para la consecución del desarrollo humano articulándose, en
una estructura institucional cooperativa, a la obtención de los objetivos de
desarrollo propuestos. Este es el caso, por ejemplo, de la promoción estatal
de sistemas de compras públicas para el cumplimiento de sus políticas sociales
y de sus funciones básicas, lo que al mismo tiempo contribuye a dinamizar
la demanda interna. Desde el lado de la oferta, los sistemas productivos
así dinamizados ayudarán a revertir la exclusn económica que afecta a
importantes regiones del país.
Es función del Estado mantener y expandir un sistema de transporte,
puertos y aeropuertos eciente y competitivo, que integre los circuitos
comerciales internos y facilite la exportacn de bienes desde todas las
regiones del país. También es su responsabilidad la provisión de servicios
aduaneros ágiles y transparentes, que faciliten al menor costo las actividades
de exportación e importación, mejoren el control de los ujos comerciales y
la potestad arancelaria, y que supriman el contrabando.
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Un proceso de desarrollo ético repudia las conductas rentistas, articuladas
alrededor de los bienes y servicios blicos, en especial las relacionadas
con el uso de la energía y con los recursos provenientes del petróleo. La
autoridad pública tiene la obligación de corregirlas mediante la aplicación de
normas emanadas de entidades de control independientes y profesionales.
De la misma manera, los productores de bienes y servicios deben demandar
el combate frontal a la corrupción y al contrabando, para alentar una
competencia franca y leal.
El nuevo impulso a la productividad integra las estrategias sociales,
económicas y productivas a las ambientales y de sustentabilidad del patrimonio
natural. Las políticas de fomento productivo abarcan consideraciones
ambientales y su diversicación incluye el fomento de actividades alternativas
a la extracción o uso tradicional de los recursos naturales, como el turismo
sostenible en áreas protegidas y el turismo comunitario, actividades con gran
demanda de empleo y amplios encadenamientos intersectoriales.
2. Relaciones internacionales soberanas e insercn inteligente
y activa en el mercado mundial
El desarrollo endógeno requiere una política exterior soberana ejercida
mediante políticas internacionales comerciales y nancieras pragticas, de apoyo
al desarrollo territorial armónico del país. Para ello, se promueve el multilateralismo
y la negociación en bloque y se rechaza las concesiones unilaterales no negociadas.
Son prioritarias las negociaciones internacionales en temas de medio ambiente
y cambio clitico, la necesidad de negociar compensaciones con los pses
industrializados debido a los efectos causados en el ambiente, el establecimiento
de mecanismos globales para el pago de la deuda ecogica y el fomento de una
visión responsable de alcance mundial para la gestión de los recursos hídricos,
con base en convenios y acuerdos regionales y mundiales.
La integración subregional y el fortalecimiento de los mercados sur–sur
se consideran prioritarios. La política comercial externa busca una inserción
inteligente en los mercados mundiales y se subordina a la estrategia de desarrollo
productivo interno del país. Para promover el crecimiento económico, la
política comercial debe apoyar el mejoramiento de la productividad a nivel
nacional, la creación de encadenamientos productivos, el aprovechamiento de
economías de escala y la reducción de las desigualdades internas.
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La política comercial constituye elemento primordial de coordinación
intersectorial y territorial para facilitar acuerdos entre el Estado, empresarios,
trabajadores, pequeños productores urbanos y campesinos, asociaciones,
cooperativas y otras formas de organización económica privada o colectiva.
También es un mecanismo idóneo para la promoción de sectores estratégicos,
en función de sus capacidades actuales y potenciales. El Estado evitará la
creación de enclaves bajo control extranjero.
El ejercicio activo de la política comercial es un instrumento de
cambio del patrón de especialización productiva y exportadora del país, para
diversicar los mercados y la gama de productos exportados. Se entiende que
la liberalización comercial unilateral no es beneciosa cuando se comercia
principalmente con países que tienen estructuras productivas muy diferentes
a la ecuatoriana. La política comercial activa debe aprovechar las posibilidades
que actualmente ofrece la normativa internacional de la Organización Mundial
de Comercio mediante el uso de subsidios, aranceles selectivos, promoción
de exportaciones, etc.
La política de propiedad intelectual se vincula a la política de ciencia,
tecnología e investigación aplicada, así como a las estrategias de sustentabilidad
ambiental, de conservación y aprovechamiento de la dotación de recursos
de biodiversidad.
Los ujos nancieros internacionales y la banca extranjera también se
entienden subordinados a la estrategia de desarrollo y a la política comercial
y son instrumentos para acelerar el desarrollo productivo. Se promueve el
ingreso de capitales cuando se los destina a la inversión y al nanciamiento
de iniciativas productivas de largo plazo. Los controles de capitales son
mecanismos apropiados para reducir la especulación y el riesgo de crisis
bancarias, nancieras y de moneda, así como para controlar el endeudamiento
privado, favoreciendo al sector nanciero local en su relación con los sectores
productivos estratégicos.
La inversión extranjera directa es alentada como canal de transferencia
de tecnología y conocimiento en sectores clave y se la promueve por medio
de la potica comercial, como soporte para la innovación doméstica. Se
alienta la cooperacn internacional para acelerar los cambios sociales,
económicos y políticos, considerados indispensables para alcanzar los
objetivos del desarrollo.
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3. Diversicación productiva
El proceso de desarrollo humano inclusivo requiere mayores niveles
de valor agregado, con el n de incrementar el ingreso generado a partir
de la explotación de bienes primarios, de la producción de bienes agrícolas
susceptibles de transformación en la industria agroalimentaria, de la producción
de bienes intermedios y de la produccn de bienes y servicios de alta tecnoloa.
Se considera prioritaria la recuperación de la capacidad instalada de la
empresa estatal de renación de petróleo, así como la nueva inversión de alta
tecnología para procesar crudos pesados y con mayor contenido de azufre.
El horizonte de estas inversiones no es el determinado por la relación entre
yacimientos probados y tasa de explotación, sino el de un proceso de desarrollo
de largo plazo para un país postpetrolero, que seguirá requiriendo ese tipo de
energía. Esta decisión aliviará, al mismo tiempo, las extremas presiones sobre
la cuenta corriente de la balanza de pagos, a las que ha conducido la carencia
de políticas industriales.
Para articular las ramas extractivas al proceso de desarrollo humano
incluyente se evitará su natural tendencia a operar como enclaves desvinculados
del resto de la economía y los efectos negativos que comprometen la
sustentabilidad ambiental. Los promisorios emprendimientos mineros del país
deben respetar estos criterios. Los encadenamientos scales no garantizan
auténtica inclusión social y la determinación de los estándares ambientales
debe considerar la opinión de las comunidades locales.
Los esfuerzos del Estado, coordinados con los de los pequos y
medianos productores, se canalizan a contrarrestar la re-primarización de
la economía, diversicando la oferta de bienes y servicios que incorporen
más valor agregado. Con este propósito, se fomentará la industria química
productora de medicamentos genéricos, el turismo y el ecoturismo comunitario,
como alternativa para exportar conservación y se reconstituirá la industria
petroquímica y otras ramas estratégicas. Estos esfuerzos deben, en general,
consolidar una remozada y práctica política de industrialización sustitutiva,
planicada como mecanismo para expandir la demanda de empleo y fortalecer
la cuenta corriente de la balanza de pagos.
El conjunto de factores climáticos y naturales que favorecen el medio
físico ecuatoriano constituye la plataforma ideal para proyectar una industria
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alimentaria altamente competitiva e incluyente, capaz de regenerar el tejido
social perdido en las últimas décadas y de intensicar la demanda de empleo,
no como un intento de replicar procesos industriales propios del Norte, sino
como la base para una inserción inteligente en los mercados mundiales. Esto
requiere una estrategia de nanciamiento de largo plazo, inversión en ciencia
y tecnología, capacitación de la fuerza de trabajo, concertación de cadenas de
valor, determinación de estándares mínimos sanitarios y tosanitarios, normas
de calidad, apoyo público para la apertura de mercados, asociatividad, para
generar economías de escala y control de empresas interesadas en restringir
la competencia. La soberanía alimentaria implica tanto la seguridad alimentaria,
que considera la producción para el autoconsumo de las regiones, aun a costos
superiores (segmentación de mercados), la denición estratégica de las tecnologías
y productos para atender la demanda nacional y el interés de exportar con ventajas
para el país sin expoliar los recursos naturales no renovables.
Las necesidades de aumentar la demanda de empleo y de diversicar la
oferta exportable de bienes y servicios pueden conjugarse en la promoción
de industrias de bienes intermedios, que permiten una mayor captura de valor
agregado, a base de tecnologías de más fácil asimilación en una economía
con severos problemas de competitividad. También es posible revertir
la desindustrialización promocionando la oferta de bienes y servicios en
actividades que incorporan importantes componentes de alta tecnología,
como la farmacéutica, la bioquímica y la industria del software, que presentan
ventajas comparativas estáticas y dinámicas, que pueden impulsarse a partir de
programas de protección exigentes, denidos para el largo plazo.
4. Integración territorial y desarrollo rural
El desafío del desarrollo territorial es procurar un avance equilibrado
y sostenible de todas las regiones del país, para mejorar las condiciones de
vida de toda la población, redistribuir la riqueza y potenciar la construcción
de ciudadanía, marco general de referencia de las decisiones y acciones con
efectos territoriales importantes de las instancias públicas y de la ciudadanía.
El desarrollo territorial (entendido como proceso continuo) requiere
planicarse técnica y participativamente, con el prosito de alcanzar el
equilibrio entre las unidades territoriales subnacionales. Se basa en los
principios de coordinación, concurrencia, complementariedad, subsidiariedad,
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descentralización y productividad. Su gestión privilegia la equidad y la inclusión,
la sustentabilidad ecológica y la estabilidad económica, la precaución y la
prevención, la transparencia, la solidaridad y la corresponsabilidad.
En su dimensión territorial, el desarrollo procura el paulatino equilibrio
entre regiones, con el objetivo de lograr un crecimiento mejor repartido
geográcamente entre las provincias y localidades, así como entre las áreas
urbanas y las rurales. Esto requiere concretar un acuerdo de alcance nacional
para conformar regiones capaces de aprovechar economías de escala, mejorar
la cobertura de infraestructura y servicios, ejecutar proyectos comunes de
infraestructura y equipamiento, consolidar subsistemas de centros urbanos
coordinados que faciliten el reordenamiento regional del país y mejorar la
estructura y gestión administrativa, la productividad y la participación política
del nivel parlamentario articulada en forma eciente al territorio.
Esta nueva ordenación territorial se consolidará a partir de tres propuestas
fundamentales de política: desarrollo de un sistema equilibrado y policéntrico
de ciudades y de nuevas relaciones funcionales entre campo y ciudad; garantía
de acceso equivalente a la dotación de infraestructura, servicios públicos y
conocimiento; y, gestión racional, responsable y protectiva de la naturaleza,
de los recursos productivos y del patrimonio cultural.
Los objetivos de la estrategia territorial regirán en todas las actividades
promovidas desde la esfera pública. El nivel nacional fortalecerá los niveles
intermedios para convertirlos en actores capaces de generar el desarrollo
endógeno de sus territorios.
La combinación de los objetivos de desarrollo, equilibrio y conservación
en los diferentes territorios del país fundamenta un desarrollo equilibrado
y sostenible en el ámbito nacional. Este reto supone reforzar las zonas
estructuralmente s débiles e impulsar en ellas mejores condiciones de vida y de
trabajo. En este proceso, los centros urbanos ya consolidados podrán integrarse
con una mejor base social en los procesos de globalización del capital.
5. Sustentabilidad del patrimonio natural
El objetivo del desarrollo el mejoramiento continuo de la calidad de
vida implica respetar el patrimonio natural, gestionar estratégicamente los
recursos naturales y mejorar la planicación ambiental de los centros urbanos.
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Todo esto constituye una nueva ética de desarrollo y sustenta el principio de
justicia intergeneracional.
Los espacios de protección y conservación establecidos por el Estado
están sujetos a múltiples presiones sociales y requieren consolidarse aplicando
programas y proyectos de biodiversidad que aseguren su viabilidad y la
integralidad de los ecosistemas. La incorporación del patrimonio natural a
la planicación nacional, regional y local necesita mejorar la capacidad de
planicación del Estado para el uso del espacio.
Las actividades de extracción de petróleo, minería, pesca, forestales y
también la industria y la agricultura, deben someterse al control y scalización
ambientales del Estado. Esto supone la recuperación de la autoridad pública
y el fortalecimiento de las instituciones en sus ámbitos administrativos locales
para gestionar los recursos ambientales, elaborar y aplicar políticas y estrategias.
La compleja, fragmentada y superpuesta gestión de competencias, para el
manejo de los recursos naturales de las instancias públicas, puede convalecer
creando una entidad de carácter nacional encargada del cumplimiento de los
programas y proyectos, de las normas y estándares ambientales y del control
y scalización de los recursos naturales.
Nuevas instituciones facilitarán la regulación de la bioseguridad (incluidos
el control de organismos genéticamente modicados y la introducción de
especies exóticas), el acceso a los recursos genéticos y la protección de los
conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, afroecuatorianos y otras
comunidades locales.
El agua es un bien público cuyo uso, calidad y conservación competen al
Estado, quien puede otorgar derechos de usufructo o descentralizar la gestión
sin por eso renunciar a su responsabilidad de custodio de las fuentes y de su uso
racional. Es su obligación asegurar la planicación de este recurso, garantizar
sus condiciones sanitarias y su aptitud para el consumo en todos los hogares
del país, ampliar la supercie agrícola regada y diseñar instrumentos y modelos
de regulación para conservarlo y para certicar su calidad. Esto demanda
mejorar la coordinación entre autoridades locales y nacionales encargadas de
los recursos hídricos, de su distribución, manejo para consumo humano y
saneamiento, en un proceso racional de descentralización. Todo lo cual supone
un marco legal e institucional coherente para fortalecer el rol regulador de la
autoridad hídrica nacional.
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Es necesario jar límites a la deforestación, fomentando actividades
alternativas sustentables, vinculadas a los mercados externos, internos y locales,
y aplicando instrumentos de control con el apoyo de las comunidades locales
afectadas, bajo los principios de sostenibilidad de la producción, mantenimiento
de la cobertura boscosa, conservación de la biodiversidad, corresponsabilidad y
reducción de los impactos ambientales y sociales negativos. La valoración de los
bosques nativos y plantaciones forestales contribuye a su manejo sustentable,
así como la modernización de las instituciones y el marco legal, la capacitación
de todos los involucrados y la dotación de nanciamiento suciente para la
operación del sistema.
La participación de las poblaciones rurales, de los pueblos y nacionalidades
indígenas y afroecuatorianas en los procesos de toma de decisiones y de
planicación, ejecución y seguimiento de programas forestales y de conservación
es factor de inclusión social y de corresponsabilidad impostergable.
La economía extractiva, organizada por empresas enfocadas a la
ganancia ilimitada, con frecuencia olvida sus responsabilidades ambientales.
Sus concesiones y operación deben enmarcarse en una regulación efectiva,
superior al requisito formal del licenciamiento, capaz de mitigar los impactos
ambientales y de conciliar las necesidades sociales con las responsabilidades
ambientales, económicas y culturales involucradas. El desarrollo local exige
proyectos ecientes a base de energías renovables.
Las proporciones que ha alcanzado el cambio climático ya son sucientes
como para monitorearlo y gestionar con la mayor prudencia sus efectos sociales,
económicos y ambientales. Las políticas públicas deben inuir en las conductas
de la ciudadanía y en sus formas de organización productiva para modicar la
tendencia de dicho cambio. La gestión del riesgo requiere fortalecerse mediante
una defensa civil técnica.
El derecho a preservar la riqueza natural y cultural es superior a
las necesidades de crecimiento económico. El impacto de las actividades
productivas, realizadas en zonas frágiles del patrimonio natural, exige
regulaciones más ecaces. Las instancias locales y seccionales demandan
más capacidades para monitorear efectivamente actividades potencialmente
nocivas para el ambiente y la conservación de la biodiversidad, y para realizar
auditorías y evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos de desarrollo
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industrial y energético, sobre todo en los sectores petrolero, minero, pesquero
y forestal.
La calidad de la planicacn ambiental de los centros urbanos es
deciente y heterogénea. Es preciso mejorarla en coordinacn con los
municipios, para promover acciones de descontaminación atmosrica y
de recuperación de la calidad del aire. Y para denir políticas generales y
perfeccionar normas de manejo de emisiones y residuos sólidos y líquidos
(domiciliarios e industriales), de carácter preventivo y cautelar, de acuerdo a
objetivos de calidad. La preservación del paisaje y la calidad de vida de los
asentamientos humanos, sobre todo en áreas periféricas y en zonas de riesgo,
requieren de normas coordinadas entre los distintos niveles de gobierno.
6. Estado con capacidades efectivas de planicación, regulación
y gestión
El desarrollo equilibrado e inclusivo del Ecuador demanda un Estado
con un régimen equitativo de competencias territoriales (descentralizadas
y autónomas), capaz de constituir un sistema en el que la organización del
territorio se complemente con los procesos económicos, sociales y ambientales
planicados para un horizonte de largo plazo.
Para superar las limitaciones de los planes sectoriales, originados en la
oferta ministerial de acciones e intervenciones no integradas y coordinar las
políticas blicas, se constituye el Sistema Nacional de Planicación. El eje de
su implementacn es el gobierno central, con la participación vinculante de los
gobiernos seccionales. Su concepción sismica, prospectiva y vinculante es la base
de la articulacn de los diferentes actores del desarrollo: movimientos colectivos,
comunidades étnicas, corporaciones de propietarios y trabajadores, organizaciones
no gubernamentales, agencias internacionales y grupos económicos.
El Sistema Nacional de Planicación se expresa y concreta en planes
nacionales que enfatizan la importancia de la inversión pública para el pleno
desarrollo de las capacidades humanas, sin desatender la inversión en capital
físico, en energía y en conectividad. Esta nueva escala de prioridades se
inscribe en el cambio de patrones distributivos, indispensables para cumplir los
propósitos de ampliación de las capacidades y libertades de la ciudadanía; en la
necesidad de corregir las desigualdades de ingreso y de acceso a los servicios
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públicos y activos nacionales; y en el respeto a los límites determinados por
la sustentabilidad ambiental.
Luego de las agudas crisis, ocurridas durante la década nal del siglo XX,
se han consolidado varios consensos mínimos para sostener el crecimiento
económico. Sin embargo, esto no es suciente para impulsar el desarrollo
humano. Una nueva forma de regulación de los mercados de bienes, servicios,
nancieros y del comercio interno y exterior se hace imperativa, así como una
autoridad pública con capacidades sucientes para ejecutar los programas
sociales de redistribución del ingreso, de acuerdo a políticas de ingresos y
gastos equitativa e incluyente.
Los mercados no se autorregulan. Un ambiente de negocios seguro,
ágil y competitivo se desarrolla en una estructura institucional uida y
transparente, diseñada para atenuar la incertidumbre que enfrenta toda empresa
productiva. Entidades autónomas y técnicas de regulación, estandarización,
información y control reducen los costos de transacción, democratizan el uso
de la información y denen normas para controlar prácticas contrarias a la
competencia.
La recuperación de la capacidad reguladora del Estado supone una
Función Judicial independiente, autónoma y ecaz, comprometida con los
valores fundamentales del desarrollo humano y organizada a partir de la
noción de acceso universal al derecho a la justicia. Además, un sistema de
administración de justicia independiente y cnico consolida la seguridad
jurídica y reduce los costos transaccionales, sometiendo la incertidumbre y
armando el cumplimiento de los contratos.
La estabilidad macroeconómica es fundamental para dar seguridad a la
vida cotidiana, para dotar de referentes mínimos de certidumbre en la toma de
decisiones (de inversión, endeudamiento, producción, consumo, capacitación
y aprendizaje) y, en general, para ampliar las capacidades de la ciudadanía.
Esta se entiende, en el corto plazo, como estabilidad de precios, prudencia y
disciplina scal y viabilidad de la balanza de pagos. Pero también comprende
otros equilibrios del sector real de la economía, en especial, el empleo de la
fuerza de trabajo y la inversión en capacidades humanas y capital físico. Además
abarca, en el largo plazo, la sustentabilidad basada en la renovación y en los
equilibrios de los sistemas naturales. Los objetivos del desarrollo humano
demandan ampliar la noción de estabilidad a todos estos factores.
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
142
El poder económico no puede ser contrabalanceado únicamente desde
la sociedad civil. Para que la asignación de recursos asuma una tendencia
más democrática es necesario ampliar la capacidad de regulación estatal de la
economía. Esto requiere un conjunto de intervenciones orientadas a regular
el mercado de trabajo y la calidad de la producción, a asegurar las mejores
condiciones de salud y seguridad de los trabajadores, a controlar el deterioro
ambiental, a evitar los monopolios y a estimular la competitividad. El referente
crucial de dicha orientación es la expresión cabal de las necesidades de la
sociedad civil en las actividades reguladoras del Estado.
El factor fundamental de la econoa es el trabajo. La paz social se sustenta
en remuneraciones justas, apoyadas por políticas de empleo que incorporen a la
jacn de salarios mínimos la eliminación de cualquier forma de trabajo precario,
la universalizacn de la seguridad social y programas de capacitacn vitalicios
para mejorar la productividad. El Estado alienta la sindicalización laboral y su
libre ejercicio cuando no afecte al patrimonio de la nación o a la calidad de los
servicios que está obligado a prestar. La insuciencia dinámica de la inversión
privada y pública hace necesario contrarrestar la exclusión social y las prácticas
laborales precarias resultantes de la desregulación del mercado de trabajo
mediante el auspicio público de formas alternativas de organización productiva,
como la economía social y solidaria y, en particular, el cooperativismo.
Por no transarse en el mercado, los modos predominantes de producción
tornan invisible el trabajo reproductivo en el hogar, vital para el funcionamiento
de todo sistema económico; es necesario reconocerlo y garantizar los derechos
a él asociados para cumplir el principio de equidad.
La producción competitiva de bienes y servicios exige incrementar su
calidad mediante ganancias en productividad. El buen gobierno corporativo
incrementa dicha productividad, enmarcado en normas de calidad aceptadas
internacionalmente o denidas internamente y en una legislación societaria
transparente y ágil, que je las condiciones mínimas de ingreso y salida de los
mercados, el estatuto de las minorías societarias, facilidades para la inversión
accionaria abierta, la profesionalización de la gestión empresarial, el tratamiento
al capital extranjero, la responsabilidad societaria y las obligaciones scales,
ambientales y de prestación de información veraz, oportuna y transparente.
En particular, la productividad empresarial se benecia con normas de
competencia y control de prácticas monopólicas.
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Fander Falconí Benítez
143
El crecimiento de la economía depende crucialmente de la tasa de
inversión productiva, que a su vez es sensible a las condiciones del mercado
nanciero y de la seguridad jurídica. Tanto como el afán de lucro de sus
propietarios, el sistema nanciero debe cumplir su rol social fundamental:
fomentar el ahorro y asignar ecientemente el crédito, para promover con
equidad la expansión de la capacidad productiva. Las limitaciones de la banca
comercial deben suplirse reconstituyendo las capacidades del sistema nanciero
público, ampliando el campo de acción del mercado bursátil e incorporando el
ahorro de largo plazo de la seguridad social a la oferta de recursos nancieros
destinados a la inversión. El nanciamiento debe considerar prioritariamente
mecanismos de acceso al crédito para las pequeñas y medianas empresas,
mediante sistemas de nanzas solidarias que provean soluciones integrales
para la producción familiar o comunitaria y para las organizaciones económicas
que incorporan en sus proyectos componentes sociales.
Existen áreas estratégicas para potenciar el crecimiento económico que
sustenta el desarrollo humano (energía, petróleo, telecomunicaciones, ciencia
y tecnología, minería, agua y desarrollo rural), de especial atención por parte
del Estado. Para gestionarlas se consolidarán, mediante una ley, las empresas
públicas que se consideren necesarias, capaces de administrar los recursos
estratégicos de competencia del Estado, en forma independiente, rentable,
transparente y sustentable, de acuerdo a los objetivos propuestos.
Este nuevo modelo de Estado se orienta al logro de resultados,
al mejoramiento de la eciencia y ecacia de las políticas públicas, a la
simplicación y transparentación de los procedimientos, al mejoramiento de
los servicios públicos, al combate contra la corrupción y a la recuperación de
la potestad pública.
Esto implica reorganizar el territorio nacional mediante una nueva
división política administrativa, catalizadora de los procesos de descentralización
y desconcentración, concebidos como medios para transferir las atribuciones
y funciones del gobierno central a los gobiernos intermedios y locales, de
acuerdo a sus posibilidades reales de asumir nuevas gestiones, administrar
recursos y rendir cuentas a los ciudadanos. Esta transformación se desarrollará
en un proceso de mediano y largo plazos que nalizará en la constitución
de regiones autónomas, capaces de asumir cada vez mayores atribuciones
y funciones.
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
144
La nueva división política resultante implica mayor proximidad de los
ciudadanos a sus gobiernos, más opciones para expresar la voluntad blica
frente a ellos y mejores condiciones para exigir cuentas. Además, vencer
la pobreza y las desigualdades sociales y territoriales y lograr el bienestar
de la ciudadanía es factor fundamental en el cambio hacia un modelo
de Estado descentralizado en lo administrativo y scal, con autonomía
regional, indispensable para alcanzar plenamente los objetivos colectivos
del desarrollo humano.
7. Democratización económica y protagonismo social
Las necesidades y demandas de la ciudadanía orientan el desenvolvimiento
del Estado y del mercado para alcanzar los objetivos del desarrollo humano.
La sociedad civil organizada debe encauzar las actividades económicas y la
distribución, uso y control de los bienes y servicios públicos. Esto demanda
canales institucionales que permitan a las asociaciones y a los individuos
incrementar su protagonismo y poder de decisión sobre los procesos políticos
y sobre los criterios para orientar la producción y la distribución de la riqueza
social. Lo que marca distancias con los modelos estatistas y librecambistas de
crecimiento y desarrollo humano.
Una sociedad civil activa y vigorosa requiere dinamizar sus formas
de organización colectiva voluntaria a partir de redes sociales, asociaciones,
movimientos sociales, cooperativas, etc., para incrementar su poder social e
incidir efectivamente en la organización de la producción y en la asignación
de los recursos colectivos.
El fortalecimiento de la sociedad civil implica alentar a sus organizaciones
a ejercer mayor control de las acciones estatales que condicionan la actividad
económica, y también a incrementar sus márgenes de maniobra e incidencia,
directa e indirecta, sobre el poder económico. Una sociedad civil fortalecida
por la promoción de la asociatividad cimienta poderes sociales autónomos,
capaces de balancear los poderes fácticos y de construir una sociedad sin
exclusiones. Más y mejores formas asociativas, en los diversos ámbitos de vida,
con un sano equilibrio de lo comunitario social con lo individual y fragmentario,
fundamentan una nueva forma de Estado y nuevas estructuras de mercado en
las que actores colectivos autónomos e informados profundizan y amplían la
democracia y generan poder social.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Fander Falconí Benítez
145
El primer factor para dinamizar el poder social es la democratización
radical del Estado, que al mismo tiempo contrarresta la enorme inuencia en las
principales decisiones estatales de los grandes grupos de poder económico. Esta
inuencia ha desviado los nes de la actividad económica hacia la satisfacción
de los imperativos de acumulación del capital, olvidando la satisfacción de las
necesidades humanas. En las sociedades modernas la democratización radical
del Estado se constituye en un n en mismo, tanto como en un proceso para
que la prestacn de bienes y servicios públicos y las pautas para la redistribucn
de la riqueza sean orientadas por la sociedad civil. Esta es la razón por la cual
los servicios públicos deben ser democratizados, no privatizados.
Para precisar las preferencias blicas son relevantes diseños institucionales
de democracia participativa innovadores. Los presupuestos participativos
permiten mejorar la eciencia de los servicios públicos, orientar el gasto
estatal hacia los sectores menos favorecidos y lograr el control y la rendición
de cuentas de las instituciones democráticas. A la hora de decidir sobre el uso
y la orientación de los recursos públicos, el protagonismo de las organizaciones
de la sociedad civil y de los ciudadanos movilizados dota de contenidos reales
a la democracia.
Una amplia colaboración entre agencias estatales y asociaciones sociales,
en diversos tipos de actividades gubernamentales, además del fortalecimiento
de los mecanismos de democracia representativa y de la promoción de
nuevas formas de control y veedurías sociales, complementa el proceso de
democratización de la regulación estatal. Esta colaboración se puede expresar
como pactos corporativos entre el Estado, las asociaciones patronales y las de
trabajadores, con el n de acordar diversas formas de regulación salarial y de
jar, bajo ciertos niveles de consenso, condiciones de trabajo adecuadas en
sectores especícos de la economía.
Estos esquemas de colaboracn pueden extenderse para gestionar
otros aspectos de la vida social, como los problemas ambientales, el uso de
los recursos naturales, el funcionamiento de los servicios públicos de salud y
educación, de forma que las diversas instancias organizadas de la sociedad civil
y el Estado puedan regular conjuntamente el uso y la asignación de los recursos
colectivos. Se trata de promover el funcionamiento de redes públicas mixtas
(donde interactúan actores públicos y privados) y mecanismos de democracia
asociativa para la gestión gubernamental.
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
146
Las redes y mecanismos de democracia asociativa deben asegurar que las
instancias sociales representen a la sociedad civil y que las decisiones emanadas
de ellas sean ampliamente deliberadas, transparentadas y sometidas al control
social de otros actores sociales y políticos. Desprivatizar al Estado implica
que los consejos y directorios, con representación social y alta incidencia en
la gestión pública, sean efectivamente pluralistas, incluyentes y democráticos
en su composición y funcionamiento. No se trata de restar poder a los grupos
sociales organizados, sino de encauzarlo para que su funcionamiento constituya,
efectivamente, un instrumento de participación ciudadana democrática y de
incidencia colectiva en la vida económica.
La regulación democrática de la actividad económica también se
benecia con una mayor participación colectiva de trabajadores, usuarios y
consumidores en la regulación de las condiciones de trabajo y en el control
de calidad de los servicios y bienes producidos por las empresas. Esto genera
nuevas reglas sociales para incrementar los niveles de participacn y de decisión
de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas, para
incluir a empleados y clientes en esos consejos y para fomentar el control
de las actividades empresariales por parte de los movimientos sociales, que
promueven el respeto a los derechos laborales y de los consumidores. Esto
exige fortalecer los procesos de organización colectiva de los trabajadores
-venidos a menos con la exibilización laboral- y de los ciudadanos en tanto
usuarios y consumidores.
Para vigorizar el poder de la sociedad civil organizada también se
promueve el fortalecimiento de la economía social o solidaria, mediante la
participación directa de asociaciones de la sociedad civil en la organización de
diversos aspectos de la actividad económica. La economía social se caracteriza
por buscar, prioritariamente, la satisfacción de las necesidades humanas y no
la maximización de las ganancias. Promover la economía social implica que el
Estado nancie determinados tipos de producciones socialmente organizadas
(asociaciones artísticas, cooperativas de comercio justo, redes de cuidado a
ancianos, niños, etc.), con el n de que la gente que trabaja en tales circuitos
alcance niveles de vida adecuados.
Las privaciones económicas y materiales con las que subsiste gran parte
de la ciudadaa constituyen límites severos para la estrategia de fortalecimiento
del poder social. La organización de este poder exige a cada ciudadano una
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Fander Falconí Benítez
147
mínima dedicación temporal que, muchas veces, no puede ser satisfecha
por imperativos de subsistencia. Además, la escasez de recursos empuja a
muchas organizaciones sociales a establecer clientelas con instancias políticas
o estatales, o a instaurar nexos de dependencia con la benecencia privada o
con grupos nanciados desde el exterior. Esto resta autonomía organizativa
a los actores colectivos, por lo que es necesario establecer una renta básica no
condicionada o un ingreso ciudadano universal, compatible con el principio
igualitario de la justicia social que constituye la base para el empoderamiento
efectivo de la sociedad civil.
8. Garantía de derechos
El Estado ecuatoriano promueve el ejercicio de la plena ciudadanía,
entendida como la garantía integral de los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales y colectivos, así como la pertenencia a una
comunidad política y la exigencia de responsabilidades ciudadanas.
Un país que busca garantizar la ciudadanía plena incorpora, amplía y
radicaliza los derechos intrínsecos a ella, fundamentados en el carácter laico
del Estado. Esto supone la existencia de un sistema de educación pública
que promueva valores como el respeto, la tolerancia, el reconocimiento de
la diversidad y la diferencia y garantías para ejercer la libertad de conciencia
y de culto. La plena ciudadanía también supone verdadera equidad de
género, garantía de los derechos sexuales y reproductivos, libres de cualquier
discriminación, coerción o violencia.
La ciudadanía amplia y activa solo es posible en el marco de una democracia
radical, donde las leyes y la Constitución privilegian el protagonismo de la
ciudadanía y la construcción del poder social en el desarrollo de la democracia
y sus formas de expresión.
Promover la participación de quienes habitamos en esta comunidad
política construye una ciudadanía universal, diferenciada y diversa, que no se
fundamenta únicamente en la nacionalidad, sino también en la idea colectiva
de nación, independientemente de si se nace o no en ella.
La verdadera participación ciudadana se inicia con la promoción
de mecanismos e instrumentos de democracia directa, donde la iniciativa
legislativa, la libertad de expresión, la capacidad vinculante de la consulta
La economía del Ecuador: un balance y una nueva noción de desarrollo
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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y la participación social, la deliberación pública, el acceso a la información,
el control social y la cogestión ciudadana son los valores centrales de una
democracia que combina y articula lo representativo con lo participativo.
Sin embargo, la plena ciudadanía no se alcanza solo con el respeto a las
libertades individuales y los derechos políticos de un Estado abstencionista. La
plena ciudadanía supone, ante todo, el activo papel del Estado para garantizar
los derechos económicos, sociales y culturales.
La garantía de estos derechos pasa por un rol activo y protagónico del
Estado en la prestación de servicios sociales básicos y en la universalidad
de políticas públicas esenciales (salud y educación, por ejemplo). Así como
en los años sesenta y setenta del siglo pasado se consolidó un modelo de
Estado caracterizado por la intervención, la promoción de los derechos y la
construcción de una ciudadanía social, el nuevo modelo de Estado tiene un
papel central al garantizar los derechos de tercera generación mediante un
aparato gubernamental ágil, policéntrico, descentralizado y desconcentrado,
más cercano a la ciudadanía y con mejores capacidades de respuesta para
enfrentar los problemas y las demandas sociales y locales.
Ya sea desde la prestación de servicios educativos y de salud o como
garante de los derechos de propiedad, al trabajo y a una vivienda digna, el
Estado interviene para avalar aquellos derechos que suponen acciones públicas
concretas y no solo el rol pasivo de respeto a la libertad individual.
El derecho a la propiedad debe ampliarse y radicalizarse, de manera
que en el mediano plazo el Ecuador se convierta en un país de propietarios
y productores. En una democracia que se precie de tal, ninguna forma de
propiedad puede constituirse en monopolio, ni puede vulnerar los principios
constitucionales de la protección ambiental, la integridad del espacio público
y su destino al uso común.
El derecho al trabajo debe conservar las garantías propias del clásico
derecho social como la libertad de asociación, el derecho de sindicalización,
el derecho pleno a la huelga, el principio de identidad entre salario y trabajo,
entre otros. El adecuado ejercicio de estos derechos está ligado a una sociedad
que se propone eliminar toda forma de empleo precario, garantizar un entorno
normativo e institucional que contemple el derecho a la estabilidad, el salario
justo y la igualdad de salario entre hombres y mujeres.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Fander Falconí Benítez
149
En relación a los derechos colectivos, de naturaleza étnica y cultural, el
país se compromete a asimilar plenamente la normativa internacional, lo que
supone reconocer, por ejemplo, el convenio 169 de la OIT, para garantizar
los derechos de los pueblos indígenas y afroecuatorianos.
En la lógica de abogar por una ciudadanía plena, debe descartarse la
categoría de grupos vulnerables que ha orientado la política pública de las dos
últimas décadas y que se ha jado en aquellas personas objeto de especial
protección por parte del Estado. Por ello, es necesario modicar la actual
denición constitucional de grupos vulnerables, pues plantea que los niños,
adolescentes, mujeres embarazadas, discapacitados y personas de la tercera
edad son beneciarios de políticas públicas especiales y objetos de atención
prioritaria por parte del Estado y la sociedad. Estos grupos sociales no pueden
ser tratados como meros objetos de una política pública asistencial, sino que
deben pasar a ser titulares directos de derechos que deben ser garantizados
por políticas públicas diferenciadas y universales.
Una ciudadanía plena también contempla el ejercicio de la diferencia,
pues los distintos grupos culturales tienen necesidades particulares que deben
ser reconocidas para el ejercicio de una ciudadanía multicultural que respete
plenamente las identidades diversas.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
150
La economía de
Guyana, examen y
prospectos
Rajendra Rampersaud*
1. Introducción
G
uyana es la única economía de habla inglesa en América del Sur, tiene
un área de 83,000 millas cuadradas o 215,000 kilómetros cuadrados, está
localizada en la costa norte del continente. Sus límites son: al norte el océano
Atlántico, al este Suriname, al sur Brasil, al oeste Venezuela. Guyana tiene casi
el tamaño de Gran Bretaña pero más del 80 por ciento del país está cubierto
por la selva. Sólo 10 por cierto de las tierras, principalmente a lo largo de la
costa, están habitadas.
Guyana está dividida en cuatro tipos de formaciones: el cinturón de la
zona costera plana y argilosa que está de seis a ocho pies bajo el nivel del mar y
donde la mayor parte de la actividad agrícola ocurre; un cinturón de arena que
incluye las Sabanas Intermedias; la penillanura que contiene una exuberante
* Vice-Presidente del Banco de Guyana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
151
selva virgen y extensos depósitos de minerales; y una zona montañosa donde
se encuentra la cordillera.
Guyana es bendecida con abundancia de recursos naturales, tierras
fértiles, una gran variedad de minerales incluyendo oro, diamantes, bauxita,
manganeso, otras piedras preciosas y semipreciosas, numeroso ganado, pescado
y camarones. Parece haber reservas de petróleo y gas natural que están siendo
exploradas actualmente.
El país tiene una población multirracial de 740.000 habitantes y seis
razas diferentes. El ingreso por cápita es alrededor de US$1.200 mucho más
bajo que su potencial económico. Este índice tan bajo puede ser atribuido a
períodos de crecimiento y progreso irregular desde la independencia.
2. Desempeño económico y social
Guyana es caracterizada como una pequeña economía abierta; es decir,
una economía de mercado y muy vulnerable a choques internos y externos.
Después de pasar un período de crecimiento uctuante desde el nal de los
años 1990 la economía volvió a un alto nivel de crecimiento, estimado en
4.5% en 2006. El país sigue dependiendo del azúcar, arroz, bauxita y oro para
sus exportaciones que constituyen los pilares de la actividad económica. La
producción de commodities primarias forma la base de las principales actividades
económicas, y como resultado los patrones de crecimiento tienden a ser muy
cíclicos y muy inuenciados por los caprichos de los precios de commodities
en el mercado internacional. Las actividades económicas son también muy
vulnerables a los choques tanto internos como externos.
3. Producción y exportaciones
En el pasado Guyana dependía mucho de las preferencias tarifarias
derivadas del acuerdo UE/ACP (Unión Europea/Países de África, Caribe
y el Pacíco) para sus exportaciones de azúcar y arroz. La totalidad de las
exportaciones va de US$ 550 millones a US$600 millones en los últimos
tres años, siendo el azúcar (US$137 millones) y el oro (US$114 millones)
los mayores contribuidores en 2006. El desempeño de las exportaciones fue
estimulado por los precios internacionales favorables del azúcar y del oro en
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
152
el mercado global. El actual precio del azúcar es casi US$650 por tonelada
métrica en la UE, mientras que el precio del oro llegó a US$765 por onza marco
en 2007. Bauxita, arroz y madera son las otras exportaciones que contribuyen
substancialmente a las ganancias por exportación. El grueso de las ganancias
por exportación son commodities primarias cuyos precios están a la merced y
los caprichos de los precios internacionales de las commodities.
Fuera de los eventuales riesgos de la variación de los precios de las
commodities, la UE actualmente negocia un nuevo Acuerdo de Asociación
Económica (AAE) con el grupo de países del ACP para remplazar el
Acuerdo de Cotonou. El AAE no será aprobado en el plazo estipulado y
por consiguiente hay temores de que la UE opte por el Sistema General de
Preferencias (SGP) si no hay un acuerdo hasta 2007. El resultado puede no
ser favorable a Guyana.
La economía de Guyana ya está tambaleando por la imposición unilateral
de la UE de un corte de precios del 30% para el azúcar, a partir de 2007,
mientras que el arroz ya sufrió por el corte de precios. El efecto negativo de
los cortes de precios del arroz y del azúcar ha tenido un serio impacto en un
gran segmento de la población que depende directa o indirectamente del azúcar
y del arroz. Como resultado, la erosión preferencial va a tener un impacto
negativo en el ingreso en la agricultura y en la economía en general.
La industria de oro y bauxita han experimentado precios internacionales
mejores con el precio del oro llegando a su nivel más alto en los últimos
quince años. Sin embargo, los precios de minerales han estado en una montaña
rusa en la última década y las ganancias inesperadas deben ser tratadas con
prudencia. A pesar de su enorme potencial Guyana no ha sido capaz de explotar
oportunidades lucrativas en la exportación de frutas y verduras al mercado
norteamericano, especialmente Estados Unidos y Canadá que tiene una gran
población de las Indias Occidentales. Este grupo asegura un mercado para de
productos del Caribe. Además hay grandes oportunidades para la exportación
de productos de mayor valor agregado como el arroz y el azúcar envasados a
los países del Caribe, oportunidades que no fueron explotadas en el pasado.
El sector manufacturero creció 4% en 2006, sin embargo, dados
los recursos naturales de Guyana, se esperaría con el tiempo un sector
manufacturero más dinámico. Ha habido algunos logros notables en el mercado
exportador, como ser el sector de mueblería y del ron embotellado. La gran
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
153
base de materias primas provee amplias oportunidades para la diversicación
de la producción y de las exportaciones. El aumento del crédito en el sector
privado de 36,4% en 2006 fue una buena señal en el sentido de que el sector
manufacturero está yendo en la dirección correcta.
El sector de servicios muestra un fuerte crecimiento recientemente,
empujado por la industria hotelera, especialmente después de que Guyana
acogió con éxito seis de los super ocho encuentros de la Copa Mundial de
Cricket (2007). A seguir hospe conferencias internacionales como la Reunión
de Jefes de Gobierno del Grupo de Río y la recién concluida Conferencia
Ministerial de Finanzas de la Mancomunidad Británica de Naciones. Estos
eventos han puesto a Guyana en evidencia frente al mundo y deberían
contribuir para un mayor interés en el ecoturismo en el futuro.
A pesar de la mejoría de los precios de las commodities y del factor
climático, la economía se debe ajustar a las variaciones de precios externos
como el del petróleo que subió a su nivel más alto hasta llegar a los actuales
US$88 por barril. Este precio más alto que lo usual está teniendo un impacto
negativo en los términos de intercambio. Los precios más altos del petróleo
están favoreciendo saltos inacionarios que presentan dicultades para las
autoridades monetarias. Las importaciones de petróleo representan más del
25%-28% del PIB de Guyana. La posibilidad de la explotación de petróleo
y del potencial hidráulico en Guyana, está siendo explorada para paliar los
riesgos de eventuales subidas del precio de la energía.
4. La balanza de pago, tasa de cambio e inación
Se espera que los actuales precios favorables de las commodities amorticen
el impacto general de los precios del petróleo reduciendo el décit en cuenta
corriente a US$475 millones en 2007, una mejora con respecto al nivel de
2006. El décit será reducido aún más con la entrada neta de capital a medio
y largo plazo de US$173 millones en 2007.
La balanza de pago favorable tendrá un efecto positivo en la estabilidad
de la tasa de cambio. Guyana actualmente tiene un régimen de tasa de cambio
uctuante que en los últimos cinco años se ha mantenido bastante estable a
GY$200 por dólar. Sin embargo, la economía experimenta un salto inacionario
en los últimos años debido al veloz aumento de los precios del petróleo. A este
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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hecho se le agrega el aumento de los precios de otras exportaciones llevando a
una rápida subida de la inación estimada en 12% en junio 2007. No obstante,
se espera que con el endurecimiento de las políticas monetarias y scales, la
inación baje al objetivo de 8% al nal de 2007.
5. Deuda externa e iniciativa PPME
Guyana era considerado un país muy endeudado al inicio de los noventa
con una deuda externa total de US$2,1 mil millones representando 675 %
del PIB y consumiendo más del noventa por ciento de las ganancias con la
exportación. Sin embargo, gracias a la iniciativa Pses Pobres Muy Endeudados
(PPME), la deuda externa ha sido bastante reducida.
La Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) que
contribuyó adicionalmente con la condonación de parte de la deuda de la
iniciativa Países Pobres Muy Endeudados, volvió en la economía guyanesa a
un nivel de coeciente sostenible. Como resultado de la IADM, el coeciente
del servicio de la deuda externa ha sido reducido a 5-7% del coeciente de
exportación a lo largo de los próximos cinco años. Se espera reducir el total
de la deuda acumulada a US$ 625,6 millones al nal de 2007, la mayor parte
representa deuda en términos de concesión.
Aunque las principales variables macroeconómicas a medio plazo se ven
estables, el mayor desafío será aumentar el ingreso por cápita a una velocidad
mayor. Guyana ha sido capaz en la década de los noventa de estimular el
crecimiento tras pasar por la ‘década perdida’ de los ochenta. Después de
crecer a un rápido ritmo de 7% al año durante la mayor parte de los noventa,
la economía perdió su camino y sufrió un periodo de crecimiento lento y
negativo al inicio del milenio. Este hecho muestra la necesidad de mantener
el crecimiento y el desarrollo a largo plazo, no sólo de estimularlo.
6. Sector social y los Objetivos de Desarrollo del Milenio
Guyana ha realizado signicativo progreso al implementar estrategias e
intervenciones dirigidas a cumplir los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM), pero se debe hacer mucho más para satisfacer las metas de 2015 de
los ODM. En muchos casos, atrasos han sido provocados por limitaciones
externas y nancieras.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
155
Los ocho objetivos de los ODM son: 1) erradicación de la pobreza
extrema y del hambre; 2) educación primaria universal ; 3) promoción de la
igualdad de género y la autonomía de la mujer; 4) reducción de la mortalidad
infantil; 5) mejora de la salud materna; 6) combate al VIH/SIDA, paludismo y
otras enfermedades; 7) sostenibilidad del medio ambiente; 8) fomento de una
asociación global para el desarrollo. Cada uno de estos objetivos tiene un total
de dieciocho metas que deben ser cumplidas en un plazo determinado.
La última revisión de los objetivos muestra que Guyana ha realizado
progresos substanciales en la reducción de la pobreza y en su erradicación.
Información reciente revela que hay una disminución en la desnutrición
de los niños menores de cinco años comparado con la línea base de 1995,
Guyana ya cumplió su meta en 2007. En el esfuerzo de combate al hambre,
el gobierno tiene como objetivos escuelas y consultorios de salud con
programas nutricionales.
Guyana está también en camino de cumplir su objetivo en educación
básica universal. Estadísticas recientes revelan que el porcentaje de niños
que repiten clases declinó de 4% en 1996 a 1% en 2002. Las cifras reejan
cambios en el currículo escolar, un mayor porcentaje profesor alumno, así
como programas para niños con necesidades especiales. El foco principal es
asegurar educación primaria universal para el año 2009.
A n de promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer,
Guyana rla Convención para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir,
Erradicar y Sancionar la Violencia Contra la Mujer.
Guyana está en camino de cumplir sino sobrepasar la meta de reducción
de la mortalidad infantil. Sin embargo, hay interpretaciones diferentes entre el
Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud de los datos, pero
no hay duda de que se ha hecho un rápido progreso en la materia. También
se ha progresado en la salud materna; ha habido estrecha supervisión en la
prevención de la transmisión de VHI/SIDA y otras enfermedades sexualmente
transmitidas a través de sesiones intensas de formación.
La política de combate agresivo al VHI/SIDA, paludismo y otras
enfermedades está progresando bien. El porcentaje de VHI/SIDA en mujeres
embarazadas cade 5,6% en 2004 a 2,6% en 2006. Las mujeres embarazadas
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
156
son actualmente examinadas en consultorios prenatales, y es buena cosa
que haya disposiciones para el apoyo a huérfanos y niños vulnerables y el
despliegue de unidades móviles de tratamiento con personal especializado a
regiones remotas.
Guyana ha logrado progreso signicativo en la implementacn de
los ocho ODM y se ha acercado a las metas que deben ser alcanzadas en
2015. Sin embargo, una seria limitacn ha sido la falta de disponibilidad de
recursos nacionales y los largos burocticos atrasos en la entrega de la muy
promocionada ayuda de donantes internacionales a pesar de que estamos a
medio camino de alcanzar los ODM en 2015. A pesar de los progresos en
los ocho ODM, el desafío mayor es implementar la capacidad institucional
para sostener un pido progreso en la parte social. El sector de inversión
social se ha asegurado que el progreso en la última década sea distribuido de
forma equitativa, no obstante, debemos sostener la capacidad institucional
a largo plazo.
A pesar de un desarrollo macroeconómico estable y el progreso en la
consecución de los ocho ODM, esto no es suciente para sostener un avance
económico rápido. Como resultado, considerando el actual entorno mundial,
el gobierno ha iniciado una reestructuración de los sectores tradicionales tales
como el azúcar, arroz y bauxita y por otro lado se ha procurado estimular los
sectores no tradicionales y emergentes.
7. Desafíos del futuro: diversicación
de productos y mercados
El mercado mundial del azúcar está pasando por grandes reformas
con grandes importadores como la Unión Europea y los Estados Unidos
eliminando sus subsidios que distorsionan el mercado y haciendo su
régimen de comercio más compatible con la OMC. La Unn Europea
tuvo que cortar sus subsidios a los precios en 37% en el período de 2006-
2007. Este corte de precios tend un impacto en lo exportadores de la
ACP, con todo, este cambio puede ser benecioso a largo plazo ya que
los países van a tener que reestructurar el sector azucarero procurando
productos de mayor valor agregado.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
157
El gobierno y la Compañía de Azúcar de Guyana (GuySuCo) preparó un
Plan de Acción Estratégico para la industria del azúcar hace cinco años atrás,
a n de enfrentar los desafíos generados por la declinación de las preferencias
en azúcar. El Plan de Acción es visto como un plan de medio plazo para
mejorar la productividad agrícola, la diversicación basada en la caña de azúcar,
aumento de la inversión en investigación, y desarrollo y construcción de nuevas
instalaciones de procesamiento. Las principales estrategias de diversicación
consisten en agregar valor al azúcar a través del desarrollo de la capacidad de
renar, desarrollo de envases con la marca de azúcar de Guyana y diversicacn
hacia el sector energético en cogeneración de electricidad.
La cogeneracn de electricidad es un gran proyecto que pretende
remplazar parte del costoso combustible sil con biocombustible. Este
o, tuvo lugar en Guyana una conferencia alternativa de los pses del
Caribe, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Instituto Interamericano
de Agricultura, el Banco de Desarrollo del Caribe, y el Caricom. En la
conferencia se acorel inicio de estudios para implementar el proceso de
produccn de Biocombustibles. A este respecto, Guyana y los países del
Caribe esperan utilizar la experiencia brasila en la producción de etanol.
Existe también el plan para la construcción de una gran destilea para la
producción de ron en la Hacienda Skeldon.
Ahora bien, el principal proyecto orientado hacia la completa
reestructuración de la industria del azúcar, es la modernización de Skeldon,
con una inversión de US$169 millones, y que debe estar terminado en los
próximos años. Se espera que la nueva fábrica de azúcar produzca 110.000
toneladas de azúcar anualmente al costo de 8 centavos de dólar americano por
libra. Esto convertiría la producción de azúcar en Guyana en muy competitiva.
El proyecto debe contribuir signicativamente al aumento de la producción
hasta llegar a 450.000 toneladas anuales. Otras bricas de azúcar serán también
rehabilitadas, como la de Albion, para tornarlas más rentables.
Otra vertiente que puede ser interesante es el del proceso posproducción
del azúcar renado. La región fornece un mercado lucrativo para el azúcar
renado. El azúcar empaquetado tiene también tiene un buen mercado en
Caricom y América del Norte. Se usará bagazo para producir electricidad
para abastecer la red nacional con 10.000 megavatios en Berbice. Ron es otro
subproducto del azúcar que tiene muy buen potencial. El ron de Guyana es
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
158
sabidamente un ganador en la Feria Internacional del Ron. Una joint venture para
una nueva destilería con una gran compañía regional del sector privado está
siendo construida en la nueva fábrica de azúcar de Skeldon y con el turismo del
Caricom el potencial del mercado de ron puede ser lucrativo para Guyana.
El arroz también ha sufrido como resultado de la pérdida del mercado
preferente en Europa. Sin embargo, esta rdida que ocurrió al nal de 1990, ha
sido mitigada por el hecho de que hay una estrategia de competitividad creada a
n de permitir que la industria sobreviva sin protección. Grandes inversiones en
drenaje y control de riego han llevado a un aumento en rendimiento. El Instituto
de Investigación ha invertido en control de calidad y en variedades tropicales
que doblarán el rendimiento del arroz. La Ocina para el Desarrollo de Arroz
de Guyana ha sido reestructurada con el objetivo de liderar la búsqueda por
mercados de exportación. Hay un gran potencial de mercados sin explotar en
la región de América Latina que Guyana debe explorar.
La demanda por Bauxita de Guyana está de nuevo alcanzado su potencial
pleno con la inversión de Russal de Rusia. Inversiones del sector privado del
orden de US$150 millones serán hechas en los próximos años. Las principales
fábricas de Linden y Everton serán reorganizadas.
Existe también un plan que se está desarrollando para un complejo
integrado de bauxita y alúmina con un estudio de viabilidad para una nueva
planta de alumina con una capacidad de un millón de toneladas por año.
Habiendo reanimado los sectores tradicionales que eran los pilares de
la economía por más de dos siglos, la atención se ha vuelto hacia el desarrollo
de los sectores no tradicionales y emergentes. Esta diversicación de la base
económica que reduce la dependencia económica de las exportaciones de
commodities que son tan vulnerables a los choques externos, es el camino a seguir.
8. Sector manufacturero
El sector manufacturero siempre tuvo gran potencial pero siempre
funcio por debajo de su capacidad. El sector farmacéutico está ahora
creciendo en producción y exportación y ocupa posición de liderazgo con
nuevos productos, innovaciones e investigación. Exportaciones de productos
farmacéuticos de Guyana ya han penetrado los mercados de Norte América y
Europa. El auge de la construcción ha traído un aumento de la demanda por
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
159
productos de ingeniería y construcción, no obstante, el sector se encuentra
todavía en una etapa de desarrollo incipiente.
En los últimos años, hay indicaciones de crecimiento en la industria
ligera de manufacturas y la industria de procesamiento de productos agrícolas.
Estas industrias utilizan materia prima e insumos de la economía doméstica.
Es evidente que estos productos de alto valor agregado van a estimular los
procesos preproducción y posproducción (upstream, downstream) en la industria
manufacturera.
Un sector que ha avanzado mucho en las exportaciones ha sido el ganado,
mariscos, acuicultura, forestal y fruta fresca y verdura. Exportaciones agrícolas
no tradicionales han crecido consistentemente a 6 % al año en las dos últimas
décadas. Guyana está bien situada para beneciarse en gran escala del mercado
del Caricom que importa US$3 mil millones en alimentos. Con todo, hay una
limitante importante que es la falta de infraestructura que pueda facilitar la
rápida exportación a tiempo y de manera adecuada.
Guyana es dentro del Caribe uno de los centros de exportación de mariscos
al mercado norteamericano y fue recientemente certicada por el sexto año
consecutivo como exportador de camarones a los Estados Unidos. Mientras que
la fruta fresca y las verduras de Guyana tienen gran demanda, su exportación se
ve limitada por la infraestructura exportadora. La infraestructura disponible para
preservar la vida útil de los productos es muy rudimentaria. Debido a esto no se
ha podido atender el aumento en la demanda en el mercado exportador.
La selva tropical en Guyana provee el creciente sector de mueblería con
diferentes tipos de madera. La expansión de la construcción de viviendas,
eventos recientes como la Copa del Mundo de Cricket 2007, y la gran cantidad
de hoteles nuevos han aumentado considerablemente la demanda de muebles.
El mercado exportador no fue abastecido completamente en los dos últimos
años. La capacidad manufacturera en muebles sólo ahora está ajustándose a
la expansión en la demanda.
9. El sector TIC
Tal vez, el menos aprovechado de los potenciales económicos es en
el área de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). La
localización geográca de Guyana como centro continental teniendo el inglés
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
160
como lengua materna, además de una población altamente educada son
prerrequisitos esenciales para un sector TIC dinámico. Hay algunas limitaciones
en la infraestructura que están siendo tratadas, como el alto costo del ancho
de banda y un abastecimiento poco conable de electricidad. El sector TIC
con productos basados en el conocimiento va a generar trabajos rentables y
acelerar el ingreso per cápita.
El examen de los diferentes sectores de la economía guyanesa muestra
claramente un capacidad subutilizada. La plena utilización de su capacidad
podría contribuir a doblar el ingreso por cápita en la próxima década. Sin
embargo, para aprovechar esta capacidad los obstáculos de infraestructura
deben ser eliminados para facilitar el desarrollo económico sostenible.
10. Desarrollos recientes en infraestructura
La infraestructura física existente es incapaz de proveer el apoyo
necesario para que Guyana tome el lugar que le corresponde en un entorno
globalizado.
Por añadidura, no habiendo podido acceder a crédito en la década perdida
de los ochenta, la infraestructura física terminó por deteriorarse seriamente. El
desafío actual no es sólo recuperar la antigua sino crear nueva infraestructura
que estimule producción y exportaciones.
Esto tiene gran costo y debe ser hecho de forma sistemática, considerando
las restricciones presupuestarias. La próxima sección va a tratar algunos de
estos desarrollos.
a) Carreteras y puentes
Uno de los proyectos más importantes que ligaría Guyana a Brasil es
la construcción de la carretera desde Bomm, Brasil, a Linden, Guyana. Se
está trabajando en el puente del río Takatu que va a unir Brasil y Guyana. El
gobierno de Guyana está invirtiendo en un complejo en Linden de GY$28
millones para suministrar servicios como inmigración, aduana, policía y salud.
Éste es uno de los proyectos innovadores de infraestructura para una mayor
integración de Guyana con sus socios suramericanos. También va a afectar
favorablemente el comercio, turismo y la red de transporte en América del Sur.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
161
Hay otro gran proyecto de inversión en la carreteras, New Ámsterdam
Moleson Creek, a un costo total de más de US$5 millones. Esta carretera va a
darle a Guyana un acceso directo a otros vecinos suramericanos, aumentando
así las oportunidades de negocios, intercambio cultural, y el libre movimiento
de personas en el continente.
Aparte de la recuperación de las carreteras existentes, la construcción
de nuevas carreteras va a crear una nueva red viaria que va a facilitar las
comunicaciones con regiones alejadas. La actual red viaria solamente une
la franja costera y por lo tanto no facilita el desarrollo hacia las regiones del
interior. La construcción del puente en el río Berbice actualmente en progreso
es otra gran iniciativa en infraestructura, hecha por el sector privado, va a unir
dos condados Berbice y Demerara y acelerar el progreso económico en ambos
condados. Éste se espera que sea el quinto puente otante más grande del
mundo, va a remplazar un sistema de transporte uvial obsoleto que une dos
de los más densamente poblados territorios en Guyana.
El proyecto del puente en el río Berbice va a coincidir con los planes
para la construcción de una ensenada de aguas profundas en el río Berbice.
Ahora, sólo embarcaciones pequeñas pueden venir a Guyana debido a la
poca profundidad del río Demerara donde la mayoría de los puertos se
encuentra, doblando así los costos del comercio en Guyana. Con el dragado
y la desalinización del río Berbice, grandes barcos pueden llegar a Guyana y
el almacenamiento de grandes contenedores se vuelve más fácil.
La ensenada va a dar la oportunidad para modernizar las instalaciones
portuarias y adaptarlas a las normas internacionales. Esto ayudaría mucho para
mejorar la competitividad de las exportaciones de Guayana.
b) Abastecimiento de electricidad y energía
La electricidad en Guyana durante cuatro décadas fue suministrada por
la antigua ‘Guyana Power and Light Company’ (GPL), de los años 1950, que
continua a usar combustible fósil, lo que es muy costoso. Los costos y las
limitaciones en el suministro de la compañía han sido identicados como una
gran limitante del desarrollo de un sector manufacturero dinámico. La GPL
ha procurado perfeccionar su eciencia a través de un plan para mejorar la
generación y la entrega de electricidad, y reducir las pérdidas comerciales y
cnicas que se estiman en 30%. Estas mejoras van a aumentar la competitividad
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
162
de Guyana en el sector manufacturero ya que la enera es una parte signicativa
del costo de un producto.
El gran potencial de Guyana en energía hidroeléctrica sigue desaprovechado
a pesar de varias tentativas hechas en el pasado. Una compañía privada, Synergy
Holding Inc. está actualmente consiguiendo el nanciamiento para desarrollar
un proyecto hidroeléctrico en las cataratas de Amelia en el río Pataro. Este
proyecto tiene el potencial de producir 100 Megavatios de electricidad por los
próximos 100 años. Las operaciones comerciales deberían comenzar en 2010.
Se espera que sea una gran y barata fuente de energía que pueda fornecer
electricidad para el desarrollo manufacturero de Guyana.
c) Transporte aéreo
El sector de transporte aéreo experimenta una evolución: mejoras al
Aeropuerto Internacional de Cheddi Jagan hechas para la Copa del Mundo
de Cricket (2007) y al Aeropuerto Nacional Ogle que ofrece vuelos al interior
de Guyana y a los países del Caribe, que son beneciosas para el turismo.
No obstante, las instalaciones de carga y almacenamiento en el aeropuerto
son limitadas. Se necesita modernizarlas con instalaciones adecuadas para
refrigeración y empaquetamiento que puedan incentivar las exportaciones de
frutas, verduras, carne y otros productos perecibles.
11. Conclusión
Guyana ha tenido un buen progreso durante la última década al alcanzar
estabilidad macroeconómica. La economía, por lo general, creció, la inación
está controlada y las fundaciones macroeconómicas son ahora más resistentes
a pesar de los choques internos y externos. El crecimiento y el desarrollo en
Guyana se ha mostrado más equitativo y la economía ha sido capaz de cumplir
la mayor parte de las metas impuestas por los Objetivos de Desarrollo del
Milenio para el año 2007.
Sin embargo, a pesar de la abundancia de recursos y de la estabilidad
macroeconómica, la economía no ha podido tener una mejora rápida del
ingreso por cápita. Hay limitaciones en la infraestructura física que impiden
un crecimiento y desarrollo más veloz. La recuperación de la infraestructura
como la de comunicación, energía, fábricas y maquinaría va a contribuir para
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Rajendra Rampersaud
163
una aceleración generalizada del crecimiento y del desarrollo y para una mejoría
en los niveles de vida.
I. Indicadores económicos seleccionados
Indicadores 2002 2003 2004 2005 2006
1.0 Cuentas Nacionales Agregadas
1.1 Crecimiento del PIB 1.1 -0.6 1.6 1.9 4.7
1.2 PIB a costo de factores (US$M) 617.8 631.0 652.7 683.6 741.2
1.3 PNB a costo de factores (US$M) 562.7 588.4 621.7 663.5 698.1
1.4 PIB por cápita (US$) 829.2 840.2 864.4 902.6 974.9
1.5 PNB por cápita (US$) 755.4 783.5 822.5 875.6 918.2
1.6 Renta Nacional Bruta Disponible
(US$M)
705.2 763.7 781.5 931.6 1,032.0
1.7 Consumo Privado como porcentaje
del Gasto Interno Bruto
45.1 44.8 49.2 55.3 47.5
1.8 Consumo Público como porcentaje
del Gasto Interno Bruto
21.1 23.7 21.8 20.3 18.2
2.0 Comercio Externo y Finanzas (US$M)
2.1 BP Cuenta Corriente de la Balanza -106.7 -60.6 -70.0 -167.1 -181.4
2.2 Importaciones de Bienes y Servicios
de No Factores
-758.9 -743.8 -854.5 -984.5 -1,103.2
2.3 Exportaciones de Bienes y Servicios
de No Factores
667.2 669.6 749.9 698.9 748.8
2.4 Balanza de Recursos -91.7 -74.2 -104.6 -285.7 -354.4
2.5 Importaciones de Bienes y Servicios
de No Factores/PIB (%)
122.8 117.9 130.9 144.0 148.8
2.6 Exportaciones de Bienes y Servicios
de No Factores/PIB (%)
108.0 106.1 114.9 103.2 101.0
2.7 Reservas Netas del Banco de Guyana 183.2 176.2 136.6 160.5 222.3
2.8 Deuda Externa Pública Pendiente 1,246.7 1,084.5 1,071.1 1,094.0 920.6
3.0 Precios, Salarios, Producción
3.1 Tasa de Inación (Variación de
Porcentaje Urbano de IPC)
7.1 4.9 7.2 8.3 *4.2
3.2 Salario Mínimo Mensual del Sector
Público G$ (a n de período, a.f.p.)
21,047.3 22,099.0 23,204.0 24,828.3 26,069.0
3.3 % Tasa de Crecimiento 5.0 5.0 5.0 7.0 5.0
3.4 Generación de Electricidad (Mwxh) 512.7 488.9 514.9 528.4 534.6
Fuente: Ocina de Estadística del Ministerio de Hacienda
La economía de Guyana, examen y prospectos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
164
II. Indicadores sociales seleccionados
Indicadores 2002 2003 2004 2005 2006
4.0 Estadísticas poblacionales
4.1 Población a mitad de año (‘000) 747.7 752.5 755.1 757.6 760.2
4.2 Tasa de Crecimiento de la Población (a.f.p) 0.9 0.3 0.3 0.3 0.3
4.3 Migración Neta (‘000) N.D N.D N.D N.D N.D
4.4 Llegadas de Visitantes (‘000) 104.3 100.9 121.9 116.6 113.5
4.5 Tasa de Natalidad (por 1,000 personas) 23.5 25.8 23.1 N.D N.D
4.6 Tasa de Mortalidad (por 1,000 personas) 7.3 7.3 6.8 N.D N.D
4.7 Tasa de Casamientos (por 1,000 personas) 7.3 6.4 5.9 4.8 6.1
4.8 Tasa de Mortalidad Infantil (por 1,000
personas)
20.3 17.0 20.7 22.8 18.4
4.9 Tasa de Mortalidad de niños menores de
5 años (por 1,000 nacimientos)
24.9 21.2 26.0 N.D N.D
5.0 Salud y Educación
5.1 Gasto Público en:
5.1.1 Educación como % del Presupuesto
Nacional
18.2 14.4 15.5 13.7 13.0
5.1.2 Salud como % del Presupuesto
Nacional
8.8 8.9 9.5 7.5 9.0
5.2 Número de Médicos por Diez Mil
Pobración
4.6 4.1 4.2 4.3 4.9
5.3 Número de Enfermeros por Diez Mil
Pobración
10.5 14.0 34.0 34.0 13.1
5.4 Número de Camas de Hospital por Diez
Mil Pobración
42.4 43.6 43.6 43.5 24.8
5.5 Bebés Bajo Peso(<2500g.) como % de
nacimientos
11.5 11.9 11.8 11.8 N.D
5.6 Severamente Desnutrido 0.7 0.6 1.0 0.6 N.D
5.7 Moderadamente Desnutrido 9.3 8.8 9.3 7.0 N.D
5.8 Obesos 3.9 4.7 5.2 4.7 N.D
6.0 Cobertura de Inmunización
6.1 Edad 1 año inmunizado contra DTP/
(pentavalente) (%)
85.0 91.0 92.0 92.0 92.0
6.2 Edad 1 año inmunizado contra TV1 (%) 93.0 90.0 90.0 92.0 92.0
6.3 Edad 1 año inmunizado contra
Poliomelites (%)
93.0 90.0 90.0 93.0 92.0
6.4 Edad 1 año inmunizado contra TB,
BCG (%)
95.0 94.0 94.0 96.0 96.0
7.0 Crimen
7.1 Crímenes Serios 3,470.0 2,941.0 3,450.0 2,808.0 2,376.0
7.2 Homicidios 142.0 206.0 131.0 125.0 153.0
Fuente: Ocina de Estadística del Ministerio de Hacienda.
DEP
Traducción: Soledad Rojas
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
165
Paraguay, una marcha
lenta: situación y
perspectiva económica
Dionisio Borda
*
E
l problema central en el Paraguay es el bajo crecimiento económico y la
persistencia de la pobreza y la desigualdad. Estos obstáculos tienen origen en el
escaso desarrollo de las instituciones del Estado, lo que genera una alta informalidad
y una débil presencia de la econoa de mercado. El ejercicio del poder en forma
discrecional y arbitraria retrasa la construcción de un Estado eciente, una
economía de mercado y una distribución más equitativa de las oportunidades
y recursos. Las reformas institucionales encaradas no son sostenibles en este
contexto y las políticas económicas dan resultados sólo a corto plazo, y no se
vislumbra en el escenario político un esfuerzo para construir una estrategia de
mediano plazo que pudiera revertir la situación económica y social.
1
1 Este informe está basado en trabajos previos del autor tales como: “Paraguay: resultados de las reformas
(2003-2005) y sus perspectivas. Serie Informes y estudios especiales Cepal, Chile, 2007. Economía y empleo en el Paraguay”,
editor. Cadep, Paraguay, 2007. “Paraguay, crecimiento y progreso social”, (versión preeliminar) para la KAS,
Paraguay, 2007. Borda, D. y Richards D. “The Predatory State and economic reform: an examination of
Paraguay potencial economic transition” en J. M. Fanelli Understanding market reforms in Latin America: similar
reform, diverse constituencies, varied results. Palgrave, 2007.
* Director del Centro de Análisis y Estudios de la Economía Paraguaya (Cadep).
dborda@isugw.indstate.edu
Paraguay, una marcha lenta: situación y perspectiva económica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
166
Antecedentes institucionales y económicos
La economía paraguaya, contrariamente a los demás países latinoameri-
canos, ha logrado mantener una relativa estabilidad macroeconómica, un bajo
nivel de endeudamiento y una apertura de su comercio desde la década de los
sesenta. En el campo institucional, el país no ha logrado conformar institucio-
nes públicas ecientes y creíbles. El desarrollo de los tres poderes del Estado
ha sido y sigue siendo débil, inicialmente como consecuencia de la dictadura
(1954-1989) y posteriormente durante la transición, el gobierno no ha podido
superar el sectarismo y sigue sometido fuertemente a los intereses políticos
partidarios. Esta forma de administrar el Estado ha sido responsable del bajo
crecimiento con altos niveles de pobreza y desigualdad. Las ineciencias e
insuciencias institucionales se reejaban en los índices de transparencia, de
gobernabilidad y de competitividad a nivel mundial
2
.
La dictadura creó una relación de poder basada en el Estado, el partido
único y las fuerzas armadas, que impidió el desarrollo de la burocracia
profesional, de los partidos de oposición y la formación de una ciudadanía
activa. La transición a la democracia tuvo su origen en un golpe de Estado
liderado por las fuerzas armadas (febrero 1989). Con esta acción militar y de la
mano del mismo partido político, se abren las puertas a la democracia, después
de 35 años de dictadura, pero, hasta ahora, sin lograr consolidar la democracia
y el desarrollo del Estado. A la actual administración, le han precedido tres
presidentes electos
3
. El último, antes de cumplir un año de su mandato, fue
reemplazado por un gobierno designado por el Parlamento
4
, frente a su
inminente destitución vía juicio político, por el asesinato del vicepresidente
(marzo 1999). En este período de 16 años de democracia, además, se dieron
tres intentos fallidos de golpes de Estado
5
que denotan la escasa tradición
democrática de la sociedad, en particular de la clase política, y el débil desarrollo
institucional del Estado.
2 Transparencia Internacional identica a Paraguay en su índice de percepción de corrupción en la posición
98 de 102 países (2002); 123 de 133 (2003); 140 de 145 (2004) y 144 de 158 (2005); según Latinobarómetro en
1996: 59% de los paraguayos preferían un gobierno democrático y sólo 26% preferiría un gobierno dictatorial;
para el 2005, sin embargo, solo 32% seguían apostando a un gobierno democrático y 44% a un gobierno
dictatorial. El Foro Económico Mundial en su índice de competitividad ha ubicado al Paraguay en la posición
76 de un total de 80 países (2002-2003); 95 de 101 (2003-2004); 113 de 117 (2005-2006).
3 N. Duarte F: 2003-2008 y A. Rodríguez: 1989-1993; J. C. Wasmosy: 1993-1998; y R. Cubas: 1998-2003.
4 L. A. González M.: 1999-2003.
5 Diciembre 1995, Abril 1996 y Diciembre 2001.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Dionisio Borda
167
Este contexto político necesariamente tiene derivaciones económicas. El
crecimiento económico promedio durante 1981-2005 fue solamente de 2 por
ciento mientras que el crecimiento demográco se mantuvo en el orden de
2,8 por ciento. El crecimiento por habitante durante este periodo disminuyó
16 por ciento, una de las peores cifras de la región. Las causas de este retroceso
económico han sido varias. Los factores externos han sido desfavorables y
recurrentes. La volatilidad económica de los países vecinos como Brasil y
Argentina, principales socios comerciales, golpeó a esta economía en el pasado
reciente. La sequía y la caída de los precios internacionales, principalmente
del algodón, también contribuyeron para el estancamiento económico.
La creación del Mercosur en 1991, redujo el comercio de triangulación
(importación y reexportación), con el Brasil principalmente, afectando de
manera adversa a la economía doméstica. Los factores internos, a su vez, han
sido poco favorables para generar mejores condiciones para el desarrollo del
mercado y las inversiones privadas en las dos últimas décadas. La corrupción
y la economía informal han frenado las inversiones privadas serias. Las altas
tasas demográcas, la asignación ineciente de las inversiones y las crisis
nancieras de los noventa, no contribuyeron para impulsar un crecimiento
económico. La ausencia de una estrategia que mejore la calicación de los
recursos humanos, que priorice la inversión pública en infraestructura y que
desarrolle las instituciones del Estado, tiene un peso especíco muy gravitante
para lograr el crecimiento y la reducción de la pobreza y la desigualdad.
6
Reformas emprendidas
En el Paraguay las reformas han sido parciales y no continuas, y, en
muchos casos, reversibles. Tampoco las reformas han sido secuenciales.
Esta situación tiene explicaciones que merecen ser revisadas como punto
de partida. La inestabilidad macroeconómica nunca ha llegado a niveles de
hiperinación, el décit scal no ha sido mayor que el 5 por ciento del PIB
o los endeudamientos mayores del 45 por ciento del PIB, en los peores
momentos, ni hubo atraso del pago de la deuda que signicara un corte en
las transferencias externas.
6 D. Borda, “La economía y el empleo en el Paraguay” (pp. 1-13), en D. Borda (editor). Economía y empleo en el
Paraguay. Asunción: Cadep, 2007.
Paraguay, una marcha lenta: situación y perspectiva económica
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A diferencia de otros países, la economía paraguaya era abierta; la
importación y la reexportación de bienes han sido una de las estrategias para
penetrar las economías protegidas de Brasil y Argentina, cuya consecuencia
adversa se reejaba en una economía doméstica subterránea o informal de
gran peso, que debilitaba el ejercicio del control estatal y generaba corrupción.
Asimismo, la intervención del Estado estaba centrada más bien en el manejo de
las empresas del Estado de servicios públicos (electricidad, agua y telefonía),
de producción de bienes (cemento, acero, alcohol y caña) y de servicios (puertos,
aeropuerto, ota marítima, líneas aéreas, instituciones nancieras de primer
piso) que en los controles de precios de los mercados regulados. Las jaciones
de precios de productos de la canasta familiar no eran efectivas porque el
gobierno no disponía de la capacidad para ejercer el control. tenía mayor
forma de control, en el caso de las tasas de interés y los tipos de cambio. Ambas
intervenciones, empresas blicas y control de precios, reforzaban la corrupción
y no permitían precisamente el logro de los objetivos de dichas políticas.
Otra peculiaridad consiste en que el gobierno del Paraguay, sin hacer
una reforma agraria, distribuyó tierras scales a los pequeños productores en
los sesenta y setenta, y era, también, el gran proveedor de empleos frente a la
ausencia de empresas de gran porte. La distribución de tierra y la generación
de empleo blico reforzaron las lealtades políticas, retrasando n más
el desarrollo del Estado, la formación de una burocracia profesional y una
ciudadanía mas autónoma, como también el desarrollo del mercado. Asimismo,
el ejercicio del poder en mano de un solo partido político no ha permitido
el desarrollo de las instituciones del Estado, la competencia del mercado y la
vigencia de los partidos políticos, con opciones de poder. La relación Estado-
partido generó un empresariado fuertemente dependiente del gobierno y gran
clientelismo en torno a la creacn de empleo directo en la burocracia e indirecto
mediante el reparto de las tierras scales. Dentro de este contexto peculiar, es
posible entender las iniciativas de reformas de la política macroeconómica y,
la liberalización de los mercados y del comercio exterior del Paraguay.
Política macroeconómica
Las reformas de la política económica han pasado por dos fases. La
primera fue al inicio de 1989, el gobierno enfrentaba un brote inacionario,
un décit scal y atraso en el pago de las deudas; la segunda, al comienzo de
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Dionisio Borda
169
2003, el gobierno enfrenta los mismos problemas de la primera que volvían
a manifestarse.
En la primera fase, se promulgó la nueva ley tributaria de 1991 que
simplica el sistema de recaudación de impuestos, amplia la base de los
contribuyentes y dota de eciencia y neutralidad a la asignación de los recursos;
y, al mismo tiempo, modica la estructura arancelaria. El nuevo régimen
tributario sustituyó a más de 30 impuestos, además de simplicar y modernizar
el sistema impositivo paraguayo. Dicha ley comprendía la reforma de los
impuestos internos y la reforma arancelaria, por la que todos los aranceles de
importación se reducían drásticamente a un promedio del 10 por ciento.
Otro medida importante aplicada en 1989 fue la adopción de un nuevo
régimen cambiario. Se abandonó el sistema de cambio múltiple donde el dólar
tenía diferentes precios jos.
7
A partir de febrero de 1989, pasó de cambio
múltiple a cambio único y libre, dentro del sistema de otación administrada, en
donde el mercado determina el precio de las divisas, de acuerdo a cierta banda
que establece el Banco Central del Paraguay (BCP), conforme a su programa
monetario de control de la inación. Este sistema corregía las distorsiones
creadas por el régimen de tasas múltiples, pero absorbía en exceso el costo del
control de la inación, expresado en términos de rezago cambiario.
8
Esta primera ola de reformas fue perdiendo peso con los decretos
reglamentarios que signicaban nuevas perforaciones a la reforma tributaria
y la ausencia del control de gastos. Para 2002, el décit scal mostraba una
tendencia expansiva a partir de 1995; el promedio del décit anual era del
orden de 2,5 por ciento del PIB, con 3,57 por ciento en 1999, 4,27 en el 2000
y 2,95 en el 2002. Esta situación respondía, en parte al escaso incremento de
las recaudaciones a pesar de la reforma, que no pasaba del 10,5 por ciento del
PIB, por las múltiples exenciones y excepciones a la ley de reforma tributaria
de 1991 (Shome et al., 1999), a la debilidad administrativa y a la conocida
corrupción de la Subsecretaria de Tributación y la Dirección de Aduanas.
Este rebrote de desequilibrio empezaba a expandirse al inicio de los
primeros años del 2000. El creciente décit scal y el incremento de la deuda
7 Existían: i) tasa para las exportaciones, ii) tasa para las importaciones, iii) tasa preferencial para importaciones de
insumos y maquinarias utilizadas para la inversión en el sector productivo, iv) tasa preferencial para las importaciones
del Estado, y v) tasa preferencial para el pago de la deuda externa blica.
8 La inación acumulada era mucho mayor que el incremento del precio del dólar en términos de moneda
doméstica.
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170
blica, ubicaba al país frente a una inminente cesación de pagos. El décit
scal y el atraso de pagos de la deuda fueron encarados recién en 2003-2004,
a través de un conjunto de medidas: la ley de adecuación scal, la reforma de
la caja scal, la renegociación de la deuda interna y la adopción de un nuevo
digo aduanero. El inicio de la reforma marca la promulgación de la Ley de
la Caja Fiscal (diciembre 2003). Esta reforma consistió en la modicación del
sistema de jubilaciones y pensiones del sector público, que generaba un décit
operativo creciente, nanciado por el Gobierno Central
9
.
La reforma tributaria, llamada Adecuación Fiscal fue promulgada en julio
de 2004. Esta reforma tributaria contemplaba la formalización de la economía y
la corrección de la presión tributaria baja en demaa (10% del PIB), manteniendo
tasas impositivas bajas; ampliar las bases tributarias e incorporar nuevos
impuestos. La norma tributaria previa tenía un gran número de escapes legales
(46 exenciones) que dicultaban la administración; adolecía de las inexplicables
ausencias de otros impuestos universales, como el tributo sobre la renta
personal, o sobre la ganancia del capital o la renta de las empresas ganaderas
y agrícolas
10
. La nueva reforma simplicaba el sistema en una fórmula de 10-
10-10; vale decir 10 por ciento de IVA para todos los productos y servicios; 10
por ciento de impuesto a la renta personal con ingresos superiores a 10 salarios
mínimos legales; y 10 por ciento a la renta de todas las empresas (agropecuaria,
industrial y de servicio).
11
El rendimiento estimado con la vigencia plena de la
reforma era del orden de 1,5 por ciento del PIB.
Aún con estos privilegios de bajas tasas, la competitividad país no ha
mejorado
12
. Los altos décits en los servicios públicos
13
y la baja calidad
del gasto público constituyen dos problemas serios para el desarrollo. Una
limitación es no asignar correctamente los escasos recursos para invertir en la
gente y en los servicios, principalmente viales para un país sin litoral marítimo;
9 Borda, D. Ed. (2003). Globalización y crisis scal: casos de Argentina, Brasil y Paraguay. Asunción: Cadep.
10 Shome, P. et al. (1999) Paraguay: estrategia de la reforma del sistema tributario. Departamento de Finanzas
Públicas, FMI.
11 Tres aspectos son relevantes: el IVA para la soja (que el Congreso eliminó), la inclusión del impuesto a la
renta personal, por primera vez y el impuesto a la ganancia de las empresas agropecuarias. La reducción del
impuesto a las ganancias de las empresas de 30% a 10% obedecía a: i) el rendimiento de ese impuesto nunca
paso 10% por las exenciones; ii) para introducir el impuesto a la renta personal (trade off), y las sociedad de
emisión de capital pagaba solo el 10%.
12 Paraguay está ubicado en la posición 113 sobre una muestra de 117 (Brasil 65, Uruguay 54 y Argentina 72)
según el Índice de Competitividad de World Economic Forum. The global competitiveness report 2005-2006.
13 Banco Mundial (1996). The role of the State. Informe Nº 15044-PA. Washington, DC.
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y otra, es la baja recaudación a causa de la corrupción y los privilegios. Pareciera
ser un círculo vicioso funcional para el Estado ineciente y corrupto y un
empresariado conservador y rentista. El Paraguay es el país con más baja
dotación de infraestructura y calicación de recursos humanos de la región y,
paradójicamente, el país con la menor presión impositiva; esta situación limita
su posibilidad de crecimiento en una economía globalizada.
Otra reforma importante en el campo fiscal, vinculada a las dos
mencionadas, ha sido la promulgación en el 2004 del nuevo Código Aduanero
que actualiza las normas de acuerdo a los estándares internacionales, permite la
modernizacn administrativa de una institucn mbolo de los arreglos políticos
y abre la posibilidad para la profesionalización de los recursos humanos
14
.
Liberalización de los mercados
La liberalización de las tasas de interés y eliminación del crédito dirigido
fueron medidas aplicadas en 1990.
15
Desde octubre de ese año, se liberan las
tasas de interés y desde entonces, el mercado determinaba el precio del dinero.
El otro aspecto de la reforma nanciera fue la eliminación del crédito dirigido.
Importantes avances se han logrado con relación al marco regulatorio
del sector nanciero, con la promulgación de una nueva Carta Orgánica del
Banco Central del Paraguay, la nueva Ley de Bancos y la Ley de Seguros.
Además, cinco nuevas leyes vinculadas con el mercado de capitales
16
fueron
promulgadas. Mas especícamente en relación al sistema nanciero, durante la
segunda fase de la transición se han logrado cambios importantes en el marco
regulatorio. El número de nancieras reguladas (legales) sumaba 29 en 1989,
para pasar a 61 en 1997. En cuanto a las nancieras no reguladas, se estima la
existencia de 60 de ellas en 1989, reduciéndose en forma gradual para llegar
a 37. La facilidad de ingreso al sistema de empresas nancieras, más la escasa
capacidad de supervisión del Banco Central contribuiría luego a la generación
14 Según una encuesta realizada por el Banco Mundial y el CISNI, entre las instituciones del Estado más
corruptas aparecen: la Dirección de Aduanas, el Poder Judicial y la Subsecretaría de Tributación.
15 Los topes para las tasas de intes eran de 28 por ciento para la tasa activa (pstamos comerciales), 12 por ciento
para la tasa pasiva (ahorros a la vista) y de 18 por ciento para la tasa pasiva de depósitos a plazo en 1989. En 1990,
los topes eran 40 por ciento, 12 y 26 por ciento respectivamente, jados aun por el Directorio del Banco Central
del Paraguay.
16 Ley de mercado de capitales, de auditoria externa, empresas calicadoras de riegos, bolsa de productos y
securitización.
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de las sucesivas crisis nancieras de 1995 y 1998.
17
En 1995 existían 34 bancos
y 63 nancieras; en 1998, después de la serie de crisis bancarias, quedaron 23
bancos y 36 nancieras. Posteriormente en 2002, después de la caída de un
banco importante, se redujo aun más el sistema y para 2005 sólo se contaba
con13 bancos y 13 nancieras.
18
De la experiencia de la primera fase de la reforma nanciera, se aprendió
una lección importante, la necesidad de la celeridad en el caso del cierre de un
banco. En esta segunda fase, de las reformas, el gobierno logró promulgar la
ley (diciembre 2003), de creación de un fondo de garantía de depósitos para
cubrir a los ahorristas en el caso eventual de quiebra de una entidad nanciera.
Se ha logrado también bajar las tasas de interés activa ponderada de 26,8 por
ciento en 2000 a 15,0 por ciento en 2006. Sin embargo, las condiciones para
otorgar créditos seguían siendo de corto plazo. Las opciones de los bancos
de adquirir bonos de corto plazo del Banco Central, frenan la posibilidad de
crear un ambiente de mayor competencia entre los bancos para colocar los
créditos.
19
Pero en el área de la banca pública no se hicieron modicaciones en
la primera fase de las reformas de primera generación. La reforma de la banca
pública recién se encara en la segunda fase, con la nueva administración
(2003-2008). Se crea la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) como un banco
de segundo piso, fusionando tres fondos existentes e inicia sus operaciones
en 2006, quedando postergada, la creación de la banca de primer piso por
intereses políticos del gobierno.
Con el actual gobierno (2003-2008), se replanteó la intervención del
capital privado a través de la capitalización, tercerizacn o concesión de algunas
de las empresas, principalmente la empresa vendedora de petróleo, la empresa
de cemento y la de agua lo que nalmente no se logra concretar con ninguna de
ellas. Muchas de estas empresas trabajan con pérdidas operativas y no pueden
honrar sus deudas de cuyo pago se ocupa el Tesoro, generando una presión
nanciera más, al presupuesto scal. Tampoco, la mayoría de las empresas
ha mejorado su servicio, excepto la empresa de electricidad. En denitiva, las
17 En relación a los bancos, en 1988, exisan 24 bancos para pasar a 35 bancos en marzo de 1995, previo a la
primera crisis. Vale decir que en seis años de transición se crearon 11 nuevos bancos.
18 D. Borda. “Políticas y reformas emprendidas: resultados y desafíos para el desarrollo” en D. Borda. Editor.
Economía y empleo en el Paraguay. Asunción: Cadep, 2007.
19 D. Borda. “Paraguay: resultados de las reformas (2003-2005) y sus perspectivas”.Cepal: Informes y Estudios
Especiales No. 18, 2007.
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empresas públicas siguen con los mismos problemas de cobertura, servicios
decientes, pero se mantienen como entidades autónomas, aunque en última
instancia, el Tesoro se hace cargo de los pagos de la deuda externa.
La apertura del comercio exterior no ha sido el resultado de las reformas;
fue parte de la estrategia del país de perforar las economías cerradas de la región.
La inserción paraguaya en el Cono Sur se había dado con anterioridad a la rma
del mismo Tratado de Asunción, que crea el Mercosur en 1991.
20
La exportación
de dos o tres materias primas agrícolas y el comercio fronterizo de triangulación
(o re-exportación) había permitido una integración en la región. Además, las
fronteras paraguayas totalmente permeables (por causa de un alto grado de
comercio ilegal o contrabando) permitían el ingreso casi irrestricto de artículos
importados de la región y el mundo. El desafío del Mercosur para el Paraguay
signicaba más bien la integración en base a una mayor industrialización y
a una mayor exportación, principalmente de productos no tradicionales.
Políticas sociales
Las reformas más importantes y continuas han sido las de educación, en
términos de mayor cobertura, más recursos, y mayor nivel de escolaridad. En
la década de los años ochenta, la ejecución presupuestaria para el Ministerio
de Educación no pasaba de 1 por ciento del PIB; en los años noventa dicha
participación llegó al 2,5 por ciento y en el periodo 2000-2006 aumentó casi
al 4 por ciento del PIB. Una porción importante ha sido para el incremento
salarial. La cobertura de la educación inicial y media ha aumentado pero el
promedio de escolaridad, a nivel nacional sigue siendo bajo, 7,5 años para
2005, sin entrar a juzgar la calidad educativa que sigue siendo deciente
(Schiefelbein, 2007).
La salud pública no ha pasado por una reforma y mantiene una fuerte
red de clientelismo político. Sin embargo, tuvo un aumento de 0,3 por ciento
del PIB en los últimos años del ochenta a s del 1 por ciento del PIB en
los noventa y siguientes años. Se construyeron mas puestos de salud pero
la presencia de profesionales e insumos son escasos, principalmente en el
interior del país.
20 D. Borda y F. Masi. Los límites de la transición. Asunción: CIDSEP-UC, 1998.
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En donde se observa una ausencia de estrategia y política ha sido en
el área de la lucha contra la pobreza, a pesar de la creación de una serie de
secretarias dependientes de la Presidencia de la República. La expansión
del cultivo de la soja y de la ganadería y la falta de oportunidad laboral han
generado un fuerte ujo migratorio interno y externo así como ocupaciones
de tierras rurales y urbanas.
Reformas institucionales
Las reformas institucionales, en general, no han tenido origen en el
liderazgo de actores políticos, sociales o empresariales locales. En su gran
mayoría, estas reformas han partido de iniciativas externas y sin contar con
aliados nacionales convencidos de su necesidad, más bien eran consideradas
como parte de las condiciones previas de la cooperación. La debilidad de los
partidos políticos de oposición, la falta de emergencia de lideres reformistas
dentro del partido ocialista y el aun poco peso de la sociedad civil, no
han favorecido la gestacn de ideas propias, con excepcn del cambio
constitucional. La primera reforma de origen doméstico fue el cambio de
la Constitución en 1992. Esta otorga muchos poderes al Congreso, como
una reacción al extremado centralismo de la dictadura. Así, consagró el voto
directo y la no reelección de la presidencia y vice presidencia de la República,
elevó a cargos electivos la instancia municipal y también la nueva gura de
las gobernaciones
21
.
En una publicación reciente (Abente, 2007)
22
, se expresan algunos de
los problemas de los poderes del Estado. En relación al Poder Ejecutivo,
éste se sigue administrando con criterio de la relación de patronazgo, pero
fuertemente limitado por el Congreso, que, entre otras cosas, puede levantar
un veto presidencial por mayoría simple de las dos cámaras, o el pedido de
tratamiento de urgencia por una sola cámara, y modicar el presupuesto
scal sin tener en cuenta las estimaciones y restricciones del ingreso. El
Poder Legislativo tiene poderes discrecionales en temas administrativos para
21 Anteriormente existían Delegaciones de Gobierno, encargado de la seguridad pública (policía), nombrado
por el Presidente de la República y los intendentes o alcaldes no eran electos sino nombrados por el Poder
Ejecutivo así como los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
22 D. Abente “¿El malestar de la democracia o la democracia del malestar?, en D Abente y F. Masi. Editores.
Estado, economía y sociedad: una mirada internacional a la democracia Paraguaya. Asunción: Cadep, 2006.
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controlar los otros dos poderes. Estas facultadas constituyen un caldo de
cultivo para la corrupción y debilitar aun más la capacidad de legislar políticas
públicas apropiadas. Además, el Parlamento presenta una alta fragmentación
política y las elecciones anuales para la mesa directiva y las comisiones crea
un clima electoralista que distrae del esfuerzo legislativo. El Poder Judicial
está fuertemente politizado desde la Corte Suprema de Justicia, incluyendo al
Consejo de la Magistratura, el Jurado de Enjuiciamiento y los jueces; la justicia
carece de credibilidad frente a la opinión pública la opinión pública y dispone
de una serie de instrumentos (v.g. inconstitucionalidad) que usa para demorar
los procesos y negociar sentencias.
Ambiente de negocios
El desarrollo de las empresas está limitado por varios factores. Una
primera razón es la incertidumbre sobre las políticas blicas y la escasa
protección jurídica tanto de los bienes físicos como de la propiedad intelectual.
Esta situación limita la radicación de las inversiones extranjeras directas como
también las inversiones nacionales. Otros dos factores limitantes son las vías
de acceso, o de infraestructura para el comercio internacional como también
la ausencia de programas consistentes de formación de los recursos humanos
y de políticas públicas pro-activas para promover inversiones y mercados. Las
empresas de telefonía celular y los bancos extranjeros han reportado niveles
elevados de utilidades y de inversiones, sobre todo las primeras, a partir de
nes de los noventa.
Una segunda razón tiene que ver con la protección del derecho de
propiedad, un tema muy particular en el Paraguay, porque se trata de una
economía agraria con una población rural grande que vive de la agricultura
y, al mismo tiempo, una gran concentración de la tenencia de la tierra, con
un coeciente de Gini mayor de 0,90. Esta economía agrícola familiar, que
históricamente accedía sin mayor dicultad a las tierras scales, a partir de los
años ochenta, enfrenta el problema del agotamiento de las tierras del Estado.
Simultáneamente, la expansión de la soja y de la ganadería ha generado un
incremento en el precio de la tierra, que sirvió de atractivo para sacar una parte
de la población rural hacia los centros urbanos, pero, al mismo tiempo, un
sector considerable de productores organizados ha iniciado, desde los años
noventa, frecuentes ocupaciones de tierras privadas. Esta dualidad y gran
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desigualdad en la distribución de la tierra y la falta de una política agrícola de
consolidación de las unidades productivas menores de 20 hectáreas, pone en
riesgo la estabilidad social y la vigencia del derecho de propiedad.
Por último, el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas
(Mpymes) que mayor empleo genera ha perdido competitividad frente al
comercio de importación lo que no ha sido acompañado con políticas
sectoriales apropiadas. Para sobrevivir, las Mpymes son presionadas hacia la
informalidad, reejada en: el bajo salario, condiciones laborales inapropiadas
y la ausencia de seguridad social. Desde 1997/98 a 2005 aumentó la ocupación
en el sector informal y se redujo el empleo en el sector de las grandes
empresas (Berry 2007).
3. Resultados y perspectivas
La economía paraguaya no ha pasado por la misma experiencia de otros
países con fuertes desequilibrios macroeconómicos. La política scal y la
monetaria han logrado rever la situación inacionaria y atraso en el pago de la
deuda (Cuadro 1). Pero la calidad de la política es cuestionable. Las medidas
tomadas no llegan a modicar las causas subyacentes de los problemas. La
política scal se ha traducido en dos reformas tributarias pero la tendencia a la
exibilizacn a través de las reglamentaciones de la ley o postergar la entrada en
vigencia de algunos artículos, debilitan la reforma, por las presiones sectoriales.
Así ocurrió con la primera ley en 1992 y está ocurriendo con la segunda del
2004, con una diferencia, que esta segunda, duplicó en cuatro años la cantidad
de contribuyentes y se mantiene el incremento de la recaudación anual. La
baja presión tributaria (11% del PIB) es compensada con las transferencias de
regalías y cesión de energía de las empresas hidroeléctricas (4% del PIB) pero
aun así, la carga impositiva es baja. Por otra parte, el incremento de gastos no
responde a una previa planicación para cumplir las prioridades del gobierno,
sino sigue la pauta de criterios políticos y presiones sectoriales.
La política monetaria ha sido relativamente efectiva en el control de la
inación pero no muy ecaz para generar un mercado nanciero que fomente
el desarrollo, debido a los altos costos del dinero y los créditos de corto
plazo. Las reformas nancieras tuvieron problemas de secuencias; primero
se liberalizaron las tasas de interés, luego, se hicieron los cambios normativos
y nalmente se encararon la formación técnica y equipamiento para cumplir
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sus funciones de control del sistema nanciero. La liberalización del régimen
cambiario ha sido positiva porque se eliminó un factor de alta distorsión de
los precios y un mecanismo de corrupción. La otación administrada del tipo
de cambio ha sido utilizada para el control de la inación inicialmente; luego
el uso de los bonos de corto plazo como instrumento de la política monetaria
entró en vigencia y actualmente adoptó como política la jación de las metas
de inación. Las altas tasas de interés del sistema son atribuidas a la política
monetaria (bonos) así como la pérdida de competitividad por la apreciación
del tipo de cambio. En general, la política monetaria ha estado menos expuesta
a las presiones políticas que la política scal.
Cuadro 1
Algunas variables macroeconómicas (Valores promedios por periodo en %)
Periodos
Ingresos
tributarios/
PIB
Gastos/
PIB
Superávit/
décit/
PIB
Inación
Tipo de
cambio
real
(US$/Gs)
Deuda
pública/
PIB
RIN/
PIB
1985-1989 7.8 8.8 0.5 24.9 n.d. n.d. 14.1
1990-1994 9.7 13.6 0.8 17.1 -8.4 24.0 13.3
1995-2000 11.2 19.8 -2.5 8.9 2.9 21.7 12.0
2001-2006 11.2 18.2 -0.2 9.8 6.7 35.1 16.4
Fuente: BCP
La liberalización de los mercados y del comercio exterior no ha estado
en el centro de las reformas. El comercio exterior ha sido siempre abierto
por la actividad de importacn y reexportación del Paraguay en la regn
(Cuadro 2). Debido al alto grado de corrupción e incapacidad del Estado, los
controles y las regulaciones de precios en los mercados no funcionaban en la
práctica; los monopolios de las empresas de Estado no fueron afectados y el
contrabando en el caso del cemento, acero, y combustible constituyen una
respuesta a los monopolios creados por las empresas estatales. Los mercados
internos para los rubros agrícolas son oligopolios de hecho (algodón,
caña de azúcar, etc.) por problemas de infraestructura, provisión de
insumos y transporte.
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Cuadro 2
Crecimiento y comercio exterior (Promedios por período)
Periodos
PIB per capita
Constante (US$)
1994= 100
Crecimiento del PIB
per capita (%)
Crecimiento del
PIB (%)
Balanza
comercial/PIB
(%)
1985-1989 2,711 0.8 3.9 1.7
1990-1994 2,763 0.5 3.3 -10.9
1995-2000 2,795 -1.4 0.8 -18.2
2001-2006 2,615 0.8 2.8 -18.4
Fuente: BCP
El aspecto más débil del país para lograr un desarrollo constituye la falta
de institucionalidad del Estado, de los partidos políticos y de las agremiaciones
empresariales. Las reformas encaradas no han prendido en el país, tanto por la
debilidad de los partidos políticos y actores económicos como también por la
ausencia de una tradición de buen desempeño del servicio civil. Las reformas
institucionales que han venido a través de la cooperacn externa, han soslayado
la tradición de la informalidad dentro del propio sector público. El mecanismo
de diseño y operaciones de la burocracia son débiles e inuenciadas por los
partidos políticos y la práctica muy arraigada de corrupción sobrevive bajo nuevas
formas de organización y reglas de juego que las reformas pretenden lograr.
Este tipo de Estado construye una red intrincada de relaciones para
extraer rentas a partir del ejercicio del poder. La elite política establece relaciones
personales con los agentes económicos sobre principios que no favorecen
la construcción de instituciones que permitan el desarrollo del Estado y el
mercado, como son el tráco de inuencias, exenciones scales y de las reglas
de agencias de regulación, las concesiones de contratos de las adquisiciones
del Estado, y hasta distorsiones de normas jurídicas, mas bien debilitan la
competencia de mercado y el cumplimiento de las normas. La discrecionalidad
en el ejercicio del poder se extiende también al control interno de la burocracia
estatal que impide el desarrollo del servicio civil profesional. Los partidos de
oposición y la sociedad civil son débiles para actuar de contra peso al Estado,
arbitrario y discrecional, inclusive los partidos de oposicn han sido arrastrados
por las prácticas de concesión de prebendas. Las presiones externas han logrado
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Dionisio Borda
179
inuenciar las políticas y las reformas, pero no siempre tienen en cuenta, que
la informalidad del Estado termina fagocitando las reformas o hacen que las
políticas económicas pierdan sustento a corto plazo.
Los resultados en términos de crecimiento y reducción de la pobreza
(Cuadro 2), no han sido favorables. Se registró un escaso crecimiento en la
década del noventa muy por debajo de lo que fue en los años sesenta y setenta
y ligeramente menor que en los años dos mil. El ingreso por habitante de
2,5 por ciento en los sesenta y 6,8 por ciento en los setenta experimentó una
caída fuerte de 0,8% en los ochenta y en los noventa se registró prácticamente
un crecimiento nulo, de 0,1 por ciento. En el periodo 2003-2006, vuelve a
recuperase la economía con un crecimiento promedio de 4,0 por ciento pero
los años previos, 2000-2002 acusaron el impacto de una fuerte etapa recesiva
23
A pesar de la retracción del PIB en los noventa, la participación de la agricultura
(15,0%) fundamentalmente el incremento de la producción de la soja (7,4%)
y de la ganadería (5,4%) fueron superiores que la década de los ochenta. En
el periodo 2000-2006, la contribución de la agricultura se incrementa (18,0%)
y la producción de soja sigue creciendo (5,7%).
24
Los indicadores sociales tampoco mejoraron dentro de la expectativa de
la gente. El nivel de pobreza y la insuciencia de empleo se mantienen altos y
la desigualdad prácticamente no ha cambiado. En el periodo 1995-2001
25
, los
niveles de pobreza e indigencia estuvieron en el orden de 17,1 y 16,1 por ciento;
entre 2002-2006 subieron a 22,7 por ciento y 18,6 por ciento, respectivamente.
Si bien, la tasa de desempleo aumentó solo ligeramente, el subempleo entre
ambos periodos mencionado se amplió de 19,6 a 23,9 por ciento de la fuerza
laboral. El coeciente de Gini tanto de ingreso per capita como el ingreso
por hogares, no cambió ; el de ingreso per capita, tuvo un descenso de 0,1.
La distribución del ingreso entre el 10 por ciento más rico y el 40 por ciento
más pobre no registró cambio.
26
Los avances logrados en los primeros años del actual gobierno han
permitido restablecer el equilibrio scal, eliminar los atrasos de la deuda externa,
23 Cálculos propios basados en las estadísticas del Banco Central.
24 Borda D. (2007).
25 No se dispone de base de datos conable previo a dicho periodo, por consiguiente, se restringe la discusión
a esos años mencionados.
26 Elaboración propia con datos de la Dgeec y Cepal.
Paraguay, una marcha lenta: situación y perspectiva económica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
180
iniciar una recuperación económica, con la ayuda de condiciones favorables de
la región. Sin embargo, estos cambios no se reejan en una modicación de las
reglas de juego. Los buscadores de renta desde la esfera del Estado o empresas
vinculadas a éste, tienen suciente fuerzas aún para imponerse a los sectores
innovadores, sea en el campo económico o en la arena política. La disputa
por el control del Estado sigue siendo una competencia por el control de la
renta económica. Esta concepción del poder frena el desarrollo del mercado,
del Estado y del ejercicio de la democracia más allá del puro acto electoral y
de los intentos de reformas económicas.
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DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
182
La economía
peruana y el desafío
del crecimiento con
inclusión social
Enrique Cornejo Ramírez
*
1. Introducción
L
a economía peruana ha ingresado a su séptimo año de crecimiento
consecutivo, lo que acompañado de una inación de un dígito y un crecimiento
importante de las exportaciones y de las reservas internacionales netas, la ha
convertido en un interesante destino para la inversión. Los buenos precios de
los productos básicos en los mercados internacionales y la dinámica alcanzada
por la demanda interna permiten señalar que la economía seguirá por un
proceso vigoroso de crecimiento y que está sucientemente preparada para
resistir eventuales shocks externos.
Sin embargo, el gran desafío consiste en lograr que los frutos de este
crecimiento se traduzcan asimismo en un crecimiento sostenido del empleo
y que contribuyan a disminuir sustantivamente la pobreza (especialmente la
* Presidente Ejecutivo del Banco de la Nación del Perú.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
183
extrema pobreza) y la desigualdad que existe en el país. Si bien algunos de
los principales indicadores sociales han empezado a mostrar signos positivos,
la velocidad con que estos cambios son percibidos por la población en
particular en los sectores de menores ingresos- y la manera como se logren
aproximar los tiempos administrativos con los tiempos políticos serán factores
fundamentales para que el crecimiento esté acompañado de estabilidad social
y gobernabilidad democrática. En este último aspecto un tema crucial es el
relativo a la necesaria reforma que debe hacerse en la administración del Estado
para poder acompañar adecuadamente el proceso
1
.
Es importante también considerar las peculiares características que tiene
la econoa peruana y que inuyen en la efectividad de las políticas económicas
que se aplican. El Perú es un país megadiverso en el que conuyen diversas
razas, lenguas y ecosistemas lo que le da una gran potencialidad en sectores
como la agroindustria, el turismo o la industria forestal. Su compleja geografía,
sin embargo, diculta la integración física entre los peruanos y pone a prueba
a la s sosticada ingeniería. Una apreciable parte de las transacciones
económicas se realizan en condiciones de informalidad y coexisten junto a
la modernidad del satélite y del Internet prácticas de trueque y uso de arado
tradicional en el campo. Los tamaños de las empresas son, por lo general,
pequeños y medianos y son decenas de miles en todo el país los denominados
micronegocios que están a cargo de una familia o incluso de un individuo pero
que explican una signicativa parte de la población en edad de trabajar.
Como señalábamos en un ensayo anterior: “…son cuatro los tipos de
economía que coexisten en el país: una economía de autosostenimiento (A), que
incluye sectores rurales en extrema pobreza; una economía informal urbana (I)
que explica cerca del 70 por ciento de la actividad productiva; una economía
moderna e industrial (M) que desarrolla estrategias competitivas; y, una economía
del conocimiento y los servicios (C), todavía no muy importante en cuanto a tamaño
relativo pero de gran potencialidad”
2
.
Las cuatro categorías de economía coexisten; las dos primeras son las
más importantes en cuanto a población involucrada y niveles de pobreza; las
1 Al respecto consultar el siguiente ensayo del autor: Cornejo Ramírez, Enrique…; “Hacia una transformación
del Estado en América Latina”; publicado en Revista “Nueva Sociedad”; Caracas, setiembre-octubre de 2005;
No. 199; Páginas 104-119.
2 Cornejo Ramírez, Enrique…; “La economía peruana: balance, perspectivas y propuestas”, ensayo publicado
en Revista “Diplomacia, Estrategia y Política-DEP”; Brasilia, D.F. – Brasil, abril-junio de 2005; Año I, Número
3; Páginas 119-141.
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
184
otras dos explican la mayor contribución al producto bruto interno (PBI), la
generación de divisas, el pago de los impuestos y el contacto con el mundo
moderno. La estrategia de desarrollo debe buscar disminuir la brecha entre
estos diferentes tipos de economía, entendiendo las especícas características
de A e I (a las que no se les puede aplicar con éxito políticas estándar que
están diseñadas para otro contexto) y procurando su acercamiento e inclusión
en M y C.
Analizaremos, a continuacn, los aspectos económicos, sociales y
políticos que presenta el Perú y las perspectivas a mediano plazo.
2. Estabilidad macroeconómica y crecimiento
El crecimiento que experimenta la economía peruana es sostenido. En el
período 2002-2005 la tasa de crecimiento del PBI fue de 5 por ciento; el año
2006 el crecimiento llegó al 8 por ciento y el año 2007 la tasa de crecimiento
esperada es del 7 por ciento. En el período 2008-2011 se espera un crecimiento
de al menos 6 por ciento anual. En las últimas décadas no se había dado un
crecimiento tan prolongado, pero tan importante como eso es que, cuando la
tasa de crecimiento anual supera el 7 por ciento, se añaden otros importantes
benecios.
Cada o, cumplen 15 os de edad alrededor de 350,000 venes
peruanos que ingresan, por lo tanto, a formar parte de la población
económicamente activa (PEA). De acuerdo a las últimas cifras de insumo-
producto que disponemos, cada punto porcentual del PBI genera 50,000
puestos de trabajo directos. Tomando en cuenta ambas cifras, será necesario
entonces un mínimo de 7 por ciento de crecimiento anual para dar empleo a
la nueva fuerza laboral. Después de muchos años el Perú viene creciendo a
tasas que ya generan empleo productivo sostenido.
En comparación con otros países latinoamericanos, durante los últimos
siete os, el Perú registra el segundo mayor crecimiento del PBI per-cápita de la
Región, como se aprecia en el Gráco No. 1. La sostenibilidad del crecimiento
de la economía peruana se puede observar, asimismo, al constatar que éste
no depende solamente de la buena situación que experimenta la economía
mundial sino también de la dinámica de la demanda interna y de los sectores
productivos no primarios que vienen creciendo a mayores tasas.
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Enrique Cornejo Ramírez
185
Gráco n° 1
PBI per cápita (tasa de variación promedio anual: 2000 - 2007)
Fuente: World Economic Outlook en Evolución Macroeconómica del último año. Velarde, Julio. Banco Central
de Reserva del Perú (BCRP). 2007.
En el Gráco No. 2 se puede apreciar que, en el período 2001-2005 el
crecimiento de la economía tuvo un fuerte impulso exportador. Sin embargo,
en los años 2006 y 2007 la demanda interna ha sido el motor del crecimiento.
La demanda interna creció en esos años entre 9 y 10,6% mucho más que las
correspondientes tasas del PBI y de las exportaciones. En el mismo sentido,
los sectores productivos manufactureros crecieron en el bienio 2006-2007
a una tasa promedio del 8,8 por ciento mientras que los sectores primarios
crecieron a cerca del 4 por ciento en el mismo período. El sector construcción
ha experimentado las mayores tasas de crecimiento (entre 12,5 y 14,7 por
ciento) en los años 2006 y 2007.
Gráco nº 2
Crecimiento de la demanda interna (Variación porcentual)
Fuente: Velarde, Julio. Evolución Macroeconómica del último año. Banco Central de Reserva del Perú. BCRP. 2007.
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
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186
El crecimiento económico se ha traducido en una mayor capacidad de
gasto de las familias. De acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva del
Perú
3
el Ingreso Nacional Disponible creció 11,9 por ciento el 2006 y 12,7 por
ciento en el período enero-junio de 2007
4
. El ingreso familiar mensual se ha
incrementado –además- de manera descentralizada, elevándose en el período
2003-2007 en 53 por ciento en la ciudad del Cusco, 43 por ciento en la ciudad
de Iquitos, 34 por ciento en Huancayo, 30 por ciento en Trujillo, 25 por ciento
en Chiclayo y 22 por ciento en Arequipa.
Esta mayor capacidad de gasto se traduce en las estadísticas de ventas
que se aprecian en casi todos los sectores económicos. De acuerdo a cifras de
Apoyo Consultoría
5
, en el período enero-julio de 2007 se incrementaron en
81 por ciento las ventas de televisores a colores, en 60 por ciento las ventas
de refrigeradoras, en 59 por ciento las ventas de teléfonos celulares, en 29
por ciento la suscripción a televisión por cable y en 12 por ciento el acceso a
Internet. Este importante comportamiento del consumo de bienes duraderos se
aprecia tanto en Lima como en las principales ciudades del interior del país.
En lo referente a materiales de construcción las cifras para el año 2007
son también elocuentes: 53 por ciento de mayor consumo de cemento, 29
por ciento de mayor uso de pisos revestidos, etc. Entre los años 2002 y 2006
la construcción creció casi 40 por ciento destacando el mayor consumo de
cemento, erro, planchas para techos, mayólicas y pinturas.
En el Cuadro No. 1 se muestra el crecimiento del producto bruto interno
sectorial apreciándose que, en el año 2007, la construcción (con 16,8 por
ciento de crecimiento), el comercio y los servicios (con más de 7 por ciento de
crecimiento cada uno), y la manufactura (con 6,6 por ciento) son los sectores
en los que se sustenta el crecimiento global. El sector agropecuario muestra
para ese año un crecimiento del 3,5 por ciento, mientras que la minería y la
pesca registran porcentajes menores. De acuerdo a proyecciones del Ministerio
3 Banco Central de Reserva del Peru, BCRP…; “Evolución macroeconómica del ultimo año”; Exposición del
Doctor Julio Velarde, Presidente del BCRP en la Presidencia del Consejo de Ministros; Lima, julio de 2007.
4 Al mayor ingreso de las familias peruanas también ha contribuido las remesas que envían periódicamente los
peruanos que viven en el exterior que se estiman en más de US$ 3,500 millones anuales así como las mayores
transferencias recibidas del exterior luego de descontar las correspondientes utilidades que se han enviado al exterior.
5 Para mayor detalle consultar la página web del Instituto Apoyo: www.apoyo.com, que incluye la información
de las diez empresas que conforman el Grupo Apoyo, incluyendo Apoyo Consultoría.
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Enrique Cornejo Ramírez
187
de Economía y Finanzas
6
ese comportamiento sectorial se mantendrá en sus
aspectos esenciales en el año 2008, pero con una mayor tasa de crecimiento
de la minería e hidrocarburos y de la pesca.
Cuadro n° 1
PBI global y PBI sectorial (Variación porcentual real)
2006 2007 p/ 2008 e/
PBI Global
Agropecuario
Pesca
Minería e Hidrocarburos
Manufactura
Construcción
Comercio
Servicios
7.6
7.4
2.4
1.4
7.4
14.8
11.1
7.0
7.2
3.5
0.4
2.3
6.6
16.8
7.4
7.9
6.2
4.1
3.2
6.4
6.3
14.0
6.5
5.4
p/ Proyectado
e/ Estimado
Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas.
Las proyecciones del crecimiento económico para el año 2008 se
presentan en el Cuadro No. 2. Los analistas de diversas instituciones están
de acuerdo en proyectar un cierre de crecimiento del PBI de alrededor del
7 por ciento para el año 2007 y del 6 por ciento para el año 2008. Se incluyen
proyecciones del FMI, del Banco Central de Reserva y del Ministerio de
Economía y Finanzas así como también del Instituto Peruano de Economía
IPE y de dos importantes bancos corporativos que operan en la plaza peruana
como son el BBVA – Banco Continental y el Scotiabank Perú.
6 Para mayor información sobre las proyecciones macroeconómicas de la economía peruana se puede revisar
la página web del Ministerio de Economía y Finanzas del Perú: www.mef.gob.pe, en particular en lo referente al
Marco Macroeconómico Multianual 2008-2010.
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Cuadro nº 2
Proyecciones del crecimiento del PBI: 2008 (Variación porcentual)
Entidad / Institución 2007 2008
Fondo Monetario Internacional (FMI)
Banco Central de Reserva del Perú (BCRP)
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)
Scotiabank Perú
BBVA Banco Continental
Instituto Peruano de Economía (IPE)
7.0
7.2
7.2
6.2
7.5
7.5
6.0
6.0
6.2
6.2
6.5
6.1
Fuente: Diversas Instituciones. Elaboración propia.
El crecimiento que se experimenta se traduce en importantes ingresos
scales que han incrementado la disponibilidad de caja del Gobierno Nacional
pero también de la mayoría de los Gobiernos Regionales y Municipios
7
que
reciben recursos del Canon, sobrecanon y del Fondo de Compensación
Municipal- Foncomun
8
para nanciar sus proyectos y obras de infraestructura
9
.
Los ingresos tributarios del Gobierno Nacional se incrementaron en alrededor
del 15 por ciento como porcentaje del PBI y se estima un porcentaje similar
para los años 2007 y 2008 (Véase: Gráco No. 3).
En el año 2006 se registró un superávit scal del 2 por ciento del PBI y
el año 2007 se estima que ese superávit alcanzará el 0,8 por ciento del PBI
10
. Si
consideramos el resultado estructural del Sector Público No Financiero (SPNF)
se registra un décit del 0,2 por ciento el año 2006 y del 1,8 por ciento el año
2007. En líneas generales, se aprecia un manejo responsable y transparente
de las cuentas scales lo que, sin duda, contribuye al logro de un ambiente
macroeconómico conable.
7 En el Perú existen 25 Gobiernos Regionales, 195 Municipios Provinciales y más de 1,800 Municipios Distritales.
8 El Foncomun se nancia con el ingreso derivado del Impuesto de Promoción Municipal que equivale a dos
puntos porcentuales del Impuesto General a las Ventas – IGV que en la actualidad es del 19 por ciento del valor
de las ventas (IVA en otros países).
9 Uno de los problemas que afronta el manejo scal es la reducida velocidad que se aprecia en los diferentes
niveles de gobierno para ejecutar sus proyectos. La ejecución del gasto presupuestado es lenta por problemas
derivados de procedimientos de evaluación y scalización todavía complicados y centralizados así como por la
deciente capacidad de gestión de muchos gobiernos subnacionales.
10 De acuerdo a estimaciones del Instituto Peruano de Economía – IPE.
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Enrique Cornejo Ramírez
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Gráco nº 3
Resultados scales y ciclo económico
En el Cuadro No. 3 se aprecia la evolución y proyección de los más
importantes indicadores macroeconómicos además del crecimiento de
acuerdo a estimaciones ociales del Banco Central de Reserva del Perú. En el
período 2000-2007 el Perú registró la inación promedio más baja de América
Latina con una tasa de 2,1 por ciento. En el año 2007 la estimación inicial
de inación es del 2,5 por ciento pero factores de origen externo
11
podrían
incrementar esta tasa a alrededor del 3 por ciento, la que sigue siendo una
inación bastante baja.
Cuadro nº 3
Perú: principales indicadores económicos
Año
Inación
(Var.
Anual)
Exportaciones
totales
(mill. US$)
Importaciones
totales
(mill. US$)
Reservas
Netas
Internacionales
(mill. US$)
Saldo de la
deuda pública
externa
(% del PBI)
2005
2006
2007 (p*)
2008 (e**)
1.5
1.1
2.5
2.0
17367,7
23800,0
27312.0
29470.0
12081,6
14866,0
18114.0
21106.0
14097.0
17275.0
22827.0
25939.9***
28.1
23.6
19.2
17.4
* Proyección BCRP.
** Estimación BCRP.
*** Estimación propia
Fuente: BCRP. Elaboración propia
11 En el segundo semestre del año 2007 el Índice de Precios al Consumidor registró un incremento como
consecuencia de la conuencia de alzas en los precios de importación de alimentos (trigo, maíz, lácteos) y del
petróleo todo lo cual incide signicativamente en la canasta de consumo familiar en el Perú.
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
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El nivel de exportaciones totales de bienes llegará el 2007 a los
US$ 27,000 millones (cifra récord) y se espera que bordee los US$ 30,000
millones el año 2008. Lo destacable es que el crecimiento de las exportaciones
con valor agregado (denominadas “no tradicionales”) es en algunos rubros
incluso mayor que el observado a nivel global. Como es de esperarse, también
vienen creciendo sostenidamente las importaciones que alcanzarán poco más
de US$ 18,000 millones el año 2007 y más de US$ 21,000 millones el año 2008.
En el año 2006 las importaciones de bienes de capital crecieron a una tasa del
35 por ciento y, a mayo de 2007, estas importaciones crecían al 41 por ciento.
El nivel de reservas internacionales netas (RIN) asciende en el año 2007
a cerca de US$ 23,000 millones, monto que equivale a más de 15 meses de
importaciones normales y supera ya el stock de deuda pública externa. El ratio
de saldo de la deuda pública externa con respecto al PBI ha descendido al 19
por ciento como consecuencia de una deliberada política del Ministerio de
Economía y Finanzas que ha realizado en los últimos años varias operaciones
de prepago de su deuda principalmente con el Club de París, además de
cambiar deudas nominadas en US dólares a nuevos soles y mejorar el perl
del servicio futuro en términos de tasas y plazos. El Perú muestra así una
suciente fortaleza nanciera para cumplir con sus obligaciones y afrontar
eventuales choques externos
12
.
Se puede armar que el crecimiento económico que está experimentando
la economía peruana está sustentado en un fuerte impulso de la demanda
interna, en la expansión de sectores productivos no primarios, en una inversión
creciente, en el superávit de la balanza comercial y en un manejo responsable de
las nanzas públicas. Este crecimiento esempezando a impactar positivamente
en la generación de empleo y se está dando de manera descentralizada.
3. La mayor inversión y la determinación del riesgo país
La mayor inversión que impulsa el crecimiento se expresa claramente en
el comportamiento de los indicadores que se aprecian en el Gráco No. 4. En
el período comprendido entre los años 2002 y 2007 la inversión privada viene
12 La existencia de una fuerte entrada de US lares provenientes de mayores exportaciones, inversiones externas,
remesas, crecimiento del turismo receptivo y aún del narcotráco generan un problema estructural de tendencia
decreciente del tipo de cambio. La debilidad del dólar norteamericano contrasta con el fortalecimiento del nuevo
sol peruano, lo que obliga al Banco Central de Reserva a operar frecuentemente en el mercado de divisas como
comprador a n de evitar una mayor caída del tipo de cambio que perjudique la rentabilidad de los exportadores.
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Enrique Cornejo Ramírez
191
creciendo sostenidamente trimestre a trimestre. En los años 2006 y 2007 la
inversión privada creció a un ritmo del 20 por ciento. Se estima que en el año
2007 la inversión privada constituye el 19 por ciento del PBI. Las expectativas
que tienen los inversionistas –nacionales y extranjeros- son muy positivas con
respecto al futuro de la economía peruana por lo que se espera que, hacia el
año 2010, la inversión como porcentaje del PBI ascienda al 30 por ciento.
Gráco n° 4
En el período comprendido entre los años 2007 y 2010 se espera un
nivel de inversión privada que supere los US$ 20,000 millones en importantes
proyectos de los sectores minería, hidrocarburos, telecomunicaciones,
industrial, infraestructura, electricidad y servicios. En el Cuadro No. 4 se
detallan los proyectos y las empresas involucradas más importantes con sus
respectivos montos estimados de inversión.
Destacan proyectos mineros de gran envergadura como Toro Mocho o
o Blanco, cada uno de los cuales implica un nivel de inversión estimado en US$
1,500 millones. En hidrocarburos solo la segunda parte del Proyecto Camisea
requiere una inversión del orden de los US$ 2,200 millones mientras que el
denominado Lote 67 supone una inversión de US$ 1,600 millones. La ampliación
de la red móvil y la banda ancha en telefonía requiere no menos de US$ 1,000
millones de nueva inversión y la construcción del Muelle Sur para contenedores
en el Puerto del Callao implica más de US$ 600 millones de inversión.
En cuanto a proyectos industriales, la ampliación de la Renería de Zinc
de Cajamarquilla y la explotación de los fosfatos en Bayóvar (Piura) supondrán
US$ 500 millones de inversión cada uno. El consorcio brasilero Camargo-
Correa planea invertir US$ 200 millones en una nueva planta de cemento
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
192
mientras que la empresa cervecera Backus ya inauguró una ampliación de
planta con una inversión de US$ 250 millones. Cementos Lima piensa invertir
alrededor de US$ 180 millones en el proyecto denominado “El Platanal”
mientras que importantes rmas comerciales (peruanas y chilenas) proyectan
construir megacentros comerciales en diversas ciudades del país con inversiones
superiores a los US$ 250 millones.
Cuadro4
Proyectos de inversión: 2007 - 2010 (Millones de US$)
Sector / Empresa Proyecto Monto
Minería
Del cual: Perú Copper S.A.
Zijin Mining Group
Minera Yanacocha
Xstrata
Toromocho
Rio Blanco
Minas Conga
Las Bambas
9.697
1.500
1.400
935
930
Hidrocarburos
Del cual: Perú LNG
Barrel Resources
Petrobras
Camisea II
Lote 67
Planta Petroquímica
5.051
2.200
1.600
800
Telecomunicaciones
Del cual: Telefónica del Peru
América Móvil (Claro)
Ampliación de red móvil y banda ancha
Obras en Telefonía Móvil
1.993
1.000
560
Industrial
Del cual: Votorantim Metais
Vale do Rio Doce
Camargo Correa
Backus
Expansión de Renería Cajamarquilla
Fosfatos de Bayóvar
Construcción planta cementera
Ampliaciones de planta
2.129
500
450
200
250
Infraestructura
Del cual: Dubai Ports World Callao
Grupo Romano
Muelle Sur – Callao
Puerto en Ancón
1.051
617
200
Electricidad
Del cual: Cimentos Lima El Platanal
245
180
Otros sectores
Del cual: Totlus
Casagrande
Sodimac – Grupo Falabella
Parque Arauco
Corporación Pesquera Inca
Parque Arauco, Gloria, Wiese
Grupo Wong
Graña y Montero
Energo Projexp Niscogradnjo
Agroindustrial Laredo
24 tiendas en Lima, Trujillo y Chiclayo
Destilería y desarrollo de campos de cultivo
Diversas Tiendas
Complejo Comercial San Isidro
Embarcaciones y Planta
Mega Plaza Arequipa
Centro Comercial Lima Plaza Norte
Concesión Programa Vial Costa – Sierra I (Piura)
Carretera Callacuyán – Huamachuco
Proyecto Azucarero Arena Dulce
794
100
66
60
54
50
40
35
31
24
20
Total 20.960
Fuente: Reporte de Inación. Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Setiembre 2007
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
193
Esta importante demanda por nuevas inversiones impulsa el crecimiento
de la capacidad productiva y el incremento de la productividad, fenómeno
éste último que no se había observado con anterioridad. De acuerdo a un
estudio de Groningen Growth and Development Centre citado por el Banco
Central de Reserva
13
, el Perú muestra uno de los mayores crecimientos de la
productividad laboral en América Latina. En efecto, en el período 2000-2006,
la productividad laboral en el Perú creció en 2 por ciento, mientras que el
correspondiente indicador en Chile fue del 1,8 por ciento, en México alcanzó
el 1,4 por ciento, en Brasil el 0,9 por ciento y en Colombia el 0,4 por ciento,
en todos los casos para el mismo período.
De otro lado, de acuerdo a una encuesta de expectativas realizada a
una muestra de 277 principales empresas peruanas
14
, el 70 por ciento de las
mismas respondió que había tenido en los últimos dos años incrementos de
productividad
15
superiores al 4 por ciento. En adición a lo anterior, la mayor
importación de bienes de capital que ya hemos destacado ha facilitado también
el incremento de la productividad.
La diversificación de mercados, el establecimiento de estrategias
competitivas basadas en diferenciación o alta segmentación y la mejora de
la productividad también han incidido en el importante crecimiento de las
exportaciones con mayor valor agregado (que en el año 2007 son de alrededor
de US$ 6,000 millones). En una reciente investigación
16
que hemos realizado
para 166 empresas exportadoras peruanas exitosas el 26.5 por ciento de las
mismas consideró que la productividad es el factor más importante en la
explicación de la competitividad, mientras que el 47 por ciento de las empresas
encuestadas respondió que- para incrementar su productividad- hay que
mejorar los rendimientos de todos los factores productivos.
La evaluación del riesgo país es uno de los factores que mayor incidencia
tiene en la toma de decisiones de los inversionistas, principalmente los
13 El estudio ha sido elaborado por Groningen Growth and Development Centre y The Conference Board
(Total Economy Database) y es citado en: Banco Central de Reserva del Perú…; “Evolución macroeconómica
del ultimo año”; Op. cit.; Lima, julio de 2007; página 30.
14 Banco Central de Reserva del Perú...; Op. cit...; página 31.
15 Las estimaciones de productividad de las empresas encuestadas se dieron teniendo en cuenta las diferentes
medidas que cada empresa utiliza: unidades físicas producidas o vendidas por trabajador; unidades físicas o
vendidas por materia prima consumida entre otras.
16 Cornejo Ramírez, Enrique...; “El desafío competitivo: estrategias de empresas exportadoras peruanas
exitosas”; Editorial San Marcos; Lima, abril de 2007; páginas 240-242.
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
194
extranjeros. Cada uno de los bancos y agencias clasicadoras tiene su propia
metodología pero el común denominador busca determinar si el país está
en condiciones de cumplir con sus obligaciones internacionales y cuál es
el “ambiente” para el buen desempeño de las inversiones lo que implica la
consideración de factores económicos, sociales, políticos y culturales.
En los Grácos No. 5 y 6 se puede observar cómo, a partir del año 2002,
se aprecia una sostenida caída del índice de riesgo país del Perú. En todo este
período el riesgo país del Perú ha estado por debajo incluso del promedio
latinoamericano y, hacia mediados del o 2007, alcanzó un nivel record inferior
acercándose al correspondiente índice mexicano.
Gráco nº 5
Riesgo País: Embi + Perú (pbs) (2000-2007)
Gráco nº 6
América Latina – Spreads de Bonos Soberanos (PDI) (en puntos básicos)
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
195
Pero, sin duda lo más interesante para los analistas internacionales es
apreciar cómo ha evolucionado el riesgo país del Perú durante el gobierno social
demócrata del Presidente Alan García que se inició en julio de 2007 y tiene
una vigencia constitucional hasta el año 2011. La especial preocupación por
el desempeño del gobierno aprista en este su segundo mandato constitucional
se debe a que en su anterior gestión (en el período 1985-1990) su actuación
en el campo económico tuvo serios problemas.
Como se aprecia en el Gráco No. 7, entre el 09 de agosto de 2006
y el 12 de junio de 2007 el riesgo país del Perú ha venido disminuyendo
sostenidamente e incluso ha establecido record históricos en varias ocasiones.
Los mercados internacionales aprecian así favorablemente la evolución de la
economía peruana y el desempeño que en este aspecto viene mostrando el
gobierno peruano. Algunos le han denominado a este desempeño “el efecto
García” o el “born again Garcia”.
Gráco nº 7
Perú: riesgo país (Minimos históricos 2006-2007)
Fuente: Bloomberg. Elaboración propia
En octubre de 2007, la agencia de rating crediticio de Canadá, Dominion
Bond Rating Service (DBRS) otorgó el grado de inversión al Perú BBB (low)
“…por la fortaleza de su economía, la disciplina scal y la adecuada política
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
196
monetaria que viene aplicando el Gobierno”
17
. DBRS se encuentra dentro de las
siete organizaciones de Rating Crediticio Nacionalmente Reconocidas (conocidas
por sus siglas en ings Nrsro) en los Estados Unidos, al igual que Moody´s,
Standard & Poor´s, Fitch, A & M Best Company, Japan Credit Rating Agency
y R&I Inc. Hacia octubre de 2007, Standard & Poor’s calica al Perú como
BB+ (a un escan del grado de inversión); Fitch Ratings tiene la clasicación
BB+ (a un escalón del grado de inversn) y Moods otorga la clasicación Ba2
(a dos escalones del grado de inversión). Todo parece indicar que, en un plazo
corto, éstas agencias también otorgarán el grado de inversn al Perú, pues como
dicen los analistas: “el Perú ya es grado de inversión en la práctica”.
4. El empleo y los indicadores sociales
Señabamos al inicio de este ensayo que el principal desafío que afronta la
economía peruana es el lograr que los frutos del sólido crecimiento económico
que hemos analizado en detalle sean también percibidos como positivos por
importantes sectores de la población que viven en condiciones de pobreza y de
extrema pobreza. A esto es lo que se denomina “inclusión social”, “equidad”
o “justicia social”
18
.
De acuerdo a cifras ociales del Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo, a mayo de 2007, el empleo urbano en empresas de 10 o más
trabajadores esta creciendo a un ritmo del 8,5 por ciento anual, la mayor tasa
de los últimos años. Este crecimiento del empleo se está dando no sólo en la
Ciudad de Lima sino también en las principales regiones del país.
En el peodo comprendido entre enero y mayo de 2007 comparado con
similar período del año anterior – el empleo en Trujillo creció 21 por ciento;
17 por ciento en Talara; 12 por ciento en Sullana y Arequipa; 10 por ciento en
Piura y Cusco; 9 por ciento en Lima; 7 por ciento en Huancayo, Ica, Chiclayo y
Tarapoto y 6 por ciento en Puno. Este crecimiento descentralizado del empleo ha
originado que en ciudades como Trujillo e Ica, en ciertos meses del año se de una
situación de “pleno empleo localde acuerdo a la estacionalidad de los negocios
17 Ministerio de Economía y Finanzas del Perú-MEF…; “Perú: grado de inversión”; nota de prensa publicada
en la página web del MEF; www.mef.gob.pe; Lima, 19 de octubre de 2007.
18 El aspecto central del plan de gobierno del Partido Aprista Peruano que lidera el Dr. Alan García Pérez es
el logro de un desarrollo con justicia social en el marco de una democracia económica y social que Victor Raúl
Haya De la Torre (el fundador del Partido) denominaba “una democracia de pan con libertad”.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
197
de agroexportación. Así, el crecimiento del empleo se da fundamentalmente
en sectores como manufactura, agroindustria, construcción y servicios.
En el Cuadro No. 5 se aprecian un conjunto de indicadores sociales para
el año 2006. Se observa que aún cuando las cifras de empleo han empezado
a mejorar en zonas urbanas el problema fundamental que hay que afrontar
es el del subempleo que involucra a más de la mitad de la PEA. De otro lado,
hacia el año 2004, la pobreza se estima en 51,6 por ciento de la población.
De acuerdo a estas cifras, cinco de cada diez peruanos son pobres y dos son
extremadamente pobres.
Cuadro nº 5
Perú: principales indicadores sociales (2006)
Indicadores 2006
Empleo
1
Desempleo
1
Subempleo
1
Pobreza
2
Pobreza absoluta
2
Tasa de analfabetismo
Tasa bruta de natalidad (por mil)
Tasa bruta de mortalidad (por mil)
Tasa de mortalidad infantil (por mil)
Tasa de crecimiento de la población
91%
8.5%
54%
51.6%
13´830,804
11.4%
21.80
6.05
29.90
1.4%
1 % de la PEA. Trimestre Móvil May-Jun-Jul
2 Datos al 2004
Fuente: INEI, FMI y Cepal
La tasa de analfabetismo es todavía del 11,4 por ciento; la tasa bruta de
mortalidad infantil es n de 29,9 por mil mientras que los índices de desnutrición
son signicativos sobre todo en la población infantil de los estratos de menores
ingresos. De cara al cumplimiento de los ocho “Objetivos del Milenio planteados
por las Naciones Unidas la tarea es ardua y tomará tiempo
19
.
19 Los ocho objetivos del milenio son: erradicar la extrema pobreza y el hambre; lograr la educación primaria
universal; promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar
la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo, la tuberculosis y otras enfermedades; garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente; y, fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Para mayor detalle
ver: www.onu.org.pe/odm
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
198
En el Gráco No. 8 se puede observar la pirámide de la distribución
de la PEA en el Perú. El 27,7 por ciento está compuesta por microempresas
rurales; un 24,3 por ciento por microempresas urbanas; el 13,2 por ciento de
la PEA son independientes no calicados urbanos. Estos tres estratos hacen
un total de 65,2 por ciento de la población en edad de trabajar.
Gráco nº 8
Perú: distribución de la PEA
Fonte: Mintra
Los pequeños empresarios explican el 7,3 por ciento de la PEA; las
medianas y grandes empresas constituyen otro 7,3 por ciento; los trabajadores
del Sector Público explican el 6,5 por ciento del total; los desempleados el
5 por ciento; los independientes no calicados rurales 4,4 por ciento; las
trabajadoras del hogar representan un 3,3 por ciento; y, los independientes
calicados apenas un 1 por ciento del total.
Las políticas de empleo y los programas sociales que se vienen
implementando buscan afrontar de manera integral el problema que presenta
la pirámide, tal como se aprecia en el Gráco No. 9.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
199
Gráco nº 9
Perú: políticas sociales y de empleo 2006-2011
Fonte: Mintra
Con respecto a los desempleados que se encuentran en la parte inferior
de la pirámide el Gobierno ha puesto en marcha un Programa de empleo
temporal que se denomina “Construyendo Perú” así como un programa de
formación laboral para jóvenes. Las diferentes ayudas sociales se agrupan en
el programa “Crecer” así como en el programa de transferencia condicionada
denominado “Juntos” que benecia a cerca de 400,000 familias que viven en
condiciones de extrema pobreza.
Para el sector de los independientes no calicados urbanos y trabajadoras
del hogar se ha establecido una Bolsa de Trabajo. El apoyo a las micro y
pequeñas empresas se sustenta en el Programa “Mi Empresa y en los
esfuerzos que se desarrollan en Prompyme
20
para promover talleres, mercados
y la construcción de parques industriales. Finalmente, para la mediana y gran
empresa así como para los independientes calicados, el Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo promueve la adecuada normatividad y realiza una
vigilancia del cumplimiento de las normas laborales.
20 Comisión de Promoción de la Pequeña y Micro Empresa – Prompyme.
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
200
Otro de los programas en los que ha puesto un gran énfasis el Gobierno
es en el apoyo de las instituciones nancieras que se dedican a otorgar
microcréditos, como son las Cajas Municipales, las Cajas Rurales y las Empresas
de Desarrollo de la Pequeña y Micro Empresa Edpymes
21
. Este apoyo se
desarrolla a través del Banco de la Nación, que actúa como plataforma de
segundo piso y, a convenios, ha contribuido a otorgar cerca de 40,000 nuevos
microcréditos principalmente en zonas rurales pobres.
Por otro lado, uno de los principales problemas que explican la exclusión
social es la deciencia o ausencia de infraestructura básica (caminos, puentes,
agua, electricidad, telefonía, puertos, aeropuertos). Estudios realizados en el
país o por organismos internacionales constatan que la falta de infraestructura
a quien afecta más es a los pobres.
Gráco nº 10
Regiones: infraestructura y apertura
21 El conjunto de las colocaciones orientadas a la micro empresa asciende, hacia nes del mes de agosto de
2007, a más de US$ 2,000 millones con un total de 1 millón 119 mil créditos otorgados y un crédito promedio
de 5,600 nuevos soles. Del total de microcréditos otorgados, las cajas Municipales explican el 36 por ciento, las
Edpymes el 23 por ciento y las Cajas Rurales el 7 por ciento.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
201
En el Gráco No. 10 se aprecia que un gran porcentaje de la población
peruana principalmente en el interior del país- todaa no cuenta con servicios
públicos básicos y, asimismo, que un porcentaje signicativamente importante
de la población a nivel nacional no ha sido beneciada con las facilidades de
apertura comercial que brindan acuerdos como el de preferencias arancelarias
andinas con los EE.UU.
La tarea fundamental que se ha impuesto entonces el Gobierno del
Presidente García junto al impulso al crecimiento y la promoción de la
inversión es la disminución de la pobreza y la desigualdad que todavía afectan
a millones de peruanos. En el Cuadro No. 6 se precisan las principales metas
que el gobierno se ha puesto para el año 2011.
Cuadro n° 6
Plan de Gobierno del Presidente Alan García: metas al 2011
La pobreza se reducirá de 50 a 30%.
El Perú producirá 140 mil millones.
La desnutrición se reducirá del 25%
al 16%.
250 mil viviendas para 1´200 mil
peruanos.
90 % de los peruanos tendrán agua
potable y electricidad.
800 mil títulos de propiedad.
El analfabetismo será erradicado.
La educación será de mejor calidad en
la lectura y el razonamiento matemático.
El empleo Informal se reducirá
de 53% a 35%.
Las regiones y municipios tendrán el
66% del dinero para las obras.
Entre las principales metas que se han establecido se encuentran la
disminución de la pobreza del 50 al 30 por ciento; la reducción de la desnutrición
infantil del 25% al 16%; la construccn de al menos 250,000 viviendas y el
otorgamiento de 800,000 títulos de propiedad. Se plantea asimismo lograr una
cobertura de agua potable y electricidad para el 90% de los peruanos, que el empleo
informal se reducirá al 35 por ciento y que se erradicará el analfabetismo.
El cumplimiento de estos objetivos y el correspondiente logro de metas
dependerá, en buena medida, de la superación de algunas limitaciones que
afectan actualmente la eciencia de la gestión pública. La más importante, como
ya hemos señalado, tiene que ver con la necesidad de una transformación del
Estado cuyas, normas, reglamentos y procedimientos así como la mentalidad
de sus funcionarios, muchas veces no permite que los tiempos burocráticos
coincidan con los tiempos políticos. De otro lado, la población exige respuesta
La economía peruana y el desafío del crecimiento con inclusión social
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
202
rápida a sus demandas por lo que otro aspecto fundamental es el grado de
consenso que hay que tener con relación a la necesidad de mantener la estabilidad
macroeconómica y el crecimiento como políticas de Estado, de manera de
responder a las demandas de la población con responsabilidad scal.
5. Crecimiento, inclusión social y gobernabilidad
Como se ha salado, para que el crecimiento sea sostenible debe
darse acompañado de inclusión social y eso debe darse en un contexto de
gobernabilidad democrática. Este es el trípode en el que debe sustentarse
la estrategia de desarrollo y en ese esfuerzo se encuentra el Perú, con una
macroeconomía sólida, un crecimiento sostenido pero todavía con importantes
retos vinculados a la necesaria inclusión social.
Pero sostenemos que hay una exigencia adicional: en economías como
la peruana es indispensable que las políticas económicas tengan en cuenta el
“punto de partida inicial” que precisamente no es el ideal y que condiciona
la efectividad de las medidas adoptadas. Como se esquematiza en el Cuadro
No. 7, nuestra propuesta es que existe una “etapa competitiva anterior” que
normalmente no se toma en cuenta pero cuyas características deben ser
entendidas e incluso aprovechadas y convertidas en fortalezas.
Cuadro nº 7
Modelo de explicación del “Punto de partida inicial” para el análisis
de la competitividad de países en desarrollo*
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Enrique Cornejo Ramírez
203
En este sentido, lo que encontramos son tamaños de negocios pequeños
y muy pequeños con bajos niveles de productividad pero que involucran a
decenas de miles de peruanos. ¿Cómo involucrarlos?. Esa es una de las tareas
y para ello deben conuir temas como el nanciamiento, la asistencia técnica
y la capacitación. Cómo hacer menos complejo y costoso la formalización de
las empresas es otro problema concreto y para ello se deben dar facilidades
administrativas y tributarias. De otro lado, as regulaciones bancarias y aún las
normas de Basilea no han sido pensadas para micronanzas, pero la realidad
es que son las instituciones micronancieras las que están realizando el mayor
esfuerzo de bancarización e inclusión social.
Por otra parte, la diversidad cultural, la complejidad geográca y aún
la oralidad que caracteriza a la mayoría de la población peruana deben ser
aprovechados para lograr un crecimiento más incluyente, considerando la
habilidad y creatividad que los peruanos han demostrado y demuestran para
afrontar sus necesidades más apremiantes.
El tener en cuenta estas características de la “etapa competitiva anterior”
no signica que no deban considerarse con igual énfasis las estrategias de
competitividad basadas en incremento de la productividad, innovacn y
liderazgo que ya pueden ser aprovechadas por las empresas que han alcanzado
un tamaño eciente y una organización moderna. Las políticas económicas
deben considerar ambas etapas y no sólo la segunda como comúnmente
sucede. Sólo a podremos lograr que las economías A e I del modelo que
caracterizamos al principio del ensayo puedan acercarse a las economías
M y C, generando así un desarrollo con inclusión social y gobernabilidad
democrática.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
204
Suriname: evolución
macroeconómica
André E. Telting
*
1. Introducción
S
uriname es el menor de todos los países soberanos en América del Sur
continental, tanto por su territorio como por su población. Su tierra fértil y
clima tropical ofrecen numerosas posibilidades para la agricultura; sus ríos de
agua dulce pueden proveer riego así como drenaje y además son adecuados
para proyectos de acuicultura.
Sus recursos naturales incluyen bauxita, oro, petróleo, madera, pesca
y camarones. Tenemos también una vasta e inexplorada selva, de la cual una
parte signicativa ha sido declarada reserva natural. Las principales commodities
de exportación incluyen alúmina, oro, petróleo, madera, pesca, camarones,
arroz y bananas.
El país experimentó inestabilidad política y económica en las dos décadas
que siguieron su independencia en 1975. La condición precaria de su economía
durante la década de los ochenta y gran parte de los noventa fue resultado
de una combinación de factores, entre los más importantes: el orden interno,
aislamiento internacional, el debilitamiento de los precios de las commodities, y
* Gobernador del Banco Central de Suriname
atelting@cbvs.sr
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
205
sumándose a todo esto, respuestas políticas inecaces. Sólo dos años, 1995 y
1996, muestran alguna recuperación pero de corta vida.
Entre 1997 y 2000 se experimenta una pida deterioracn, especícamente
debido a una política scal descuidada y una política monetaria acomodadiza.
Después de este episodio desastroso, Suriname logun buen progreso en
los años siguientes, que culminó en una sólida estabilidad macroeconómica y
un fortalecimiento de la democracia.
Este artículo subraya las respuestas políticas inspiradas por un abordaje
conjunto al manejo macroeconómico que comenzó el último cuatrimestre
del 2000. Primero, un breve vistazo a los acontecimientos que llevaron a la
economía de Suriname a un callejón sin salida en el 2000. Seguimos con una
explicación de las medidas tomadas para abordar la muy precaria situación
nanciera y económica; y como nalmente trajeron un cambio positivo
reejado en la presente situación de estabilidad macroeconómica.
2. Punto de partida
El brutal asesinato de 15 notables ciudadanos en 1982 por el régimen
militar, en el gobierno entonces, produjo una fuerte condena internacional y
la suspensión inmediata de ayuda nanciera al gobierno militar. La comunidad
internacional, en particular los Países Bajos, Francia, y otros países europeos, los
Estados Unidos de América, Venezuela, Brasil, inmediatamente interrumpieron
las relaciones amigables con Suriname, aunque sin llamar de vuelta a sus
embajadores. La consecuente baja en el aujo de capital coincidió con el
deterioro de los precios de exportación de las commodities.
El gobierno militar fue incapaz de contrarrestar la suspensión de la
ayuda nanciera con medidas adecuadas. Las primeras administraciones
civiles (1988-1990) consiguieron restablecer relaciones amistosas y asistencia
nanciera exterior. Sin embargo, no consiguieron cuadrar el décit scal. Por
lo tanto, durante once años consecutivos (1983-1993), sucesivos gobiernos
recurrieron al nanciamiento de grandes cits scales exclusivamente a través
de la emisión de moneda. El resultado planteó un escenario macroeconómico
problemático que incluía:
el completo agotamiento de las reservas de divisas;
un mercado paralelo en monedas extranjeras;
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
206
distorsión de precios y aumento de la volatilidad de la tasa de cambio;
deterioro del rendimiento de la economía;
subida de la inación.
Una primera tentativa de encarar las dicultades económicas fue realizada
al inicio de los noventa con la adopción de un programa de ajuste estructural en
noviembre de 1992. Este programa estaba dirigido al crecimiento a través de:
abordaje de los problemas scales;
reducción de la intervención estatal en la economía;
liberalización del régimen cambiario;
liberalización del comercio externo.
Las medidas de ajuste inicialmente estimularon la inación pero nalmente
trajeron estabilidad en la mitad de los noventa. Para ese entonces, elecciones
generales se acercaban, tras lo cual un nuevo gobierno asumió en septiembre
1996. Esta administración revirtió de nuevo a prácticas expansionistas.
Siguieron cuatro años de rápido deterioro económico seguidos, desde
1997 hasta 2000:
la inación anual se disparó de 0.7% en 1996 a aproximadamente
100% en 1999;
el equilibrio scal cayó a un décit de 12% del PIB en 2000;
las reservas internacionales cayeron de US$117 millones en 1996 a
magros US$15 millones en 2000;
la oferta monetaria más que dobló en un año en 2000;
la deuda pública aumentó de 20% del PIB en 1996 a 80% del PIB
en 2000;
la escasez de bienes importados para consumo e inversión era evidente.
3. Reestructuración de la economía
El clima económico general dio lugar al descontento popular. Grandes
manifestaciones en 1999 contra el gobierno forzaron elecciones tempranas
en 2000. El nuevo gobierno que asumió en agosto 2000 reconoció la mala
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
207
situación económica. Era necesario actuar de forma decisiva y urgente. Asuntos
complejos fruto de los elevados décits scales indujeron a las autoridades
a decretar legislación en régimen de emergencia a través del parlamento para
resolver problemas cruciales en las nanzas del país:
Finanzas públicas:
se descontinuó la política de nanciamiento del décit scal;
manejo adecuado de los gastos scales;
diseño e implementación de estrategias para aumentar los ingresos scales.
En un año, el control sobre estos problemas fundamentales permitió que
se retirara la legislación en régimen de emergencia rápidamente. Enseguida, se
debió abordar otras áreas urgentes que requerían especial atención:
Gestión de la deuda:
inventario de la deuda scal y determinación del nivel real de deuda;
reestructuración de la deuda scal interna y externa;
adopción de una nueva Ley de Deuda Fiscal en marzo 2002, que no sólo
ja un techo de endeudamiento scal interno y externo pero también
asigna la autoridad exclusiva al Ministro de Hacienda para rmar
acuerdos de deuda; además establece una Ocina de la Deuda Pública
con el objeto de gestionar y mantener cómputo de la deuda pública.
Gestión monetaria:
reconstitución de las reservas monetarias con el Banco Central,
incluyendo el oro monetario y las reservas de divisas;
imposición de exigencias sobre las reservas a los bancos, en moneda
local y extranjera;
reforma de la moneda;
lanzamiento de una nueva moneda, el primero de enero 2004;
enmienda a la Ley del Banco Central que prácticamente otorga
independencia al Banco Central.
Mercado de divisas:
eliminación del porcentaje de devolución de divisas prescrito para los
ingresos en concepto de exportación;
unicación y estabilización de la tasa de cambio.
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
208
4. Desempeño económico reciente
Aprovechando condiciones más favorables en los mercados internacionales
de commodities, las mediciones sobre el desempeño económico mejoraron
rápidamente. Siguiendo la doctrina adoptada de “sin nanciamiento, no hay
gastos”, no recurrimos a la emisión de moneda para manejar el décit scal.
Sin embargo, el gobierno ha tenido éxito al reducir la brecha entre
ingresos y gastos públicos e incluso ha registrado superávits en años siguientes.
Ahora, los excedentes scales esn asumiendo un cacter estructural. Medidas
monetarias suplementarias buscan el crecimiento de la oferta monetaria, la
estabilización de la tasa de cambio y la disminución de las tasas de interés y
de la inación.
Equilíbrios Fiscais
Fuentes: Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadísticas y Ocina Nacional de Planicación
* Cifras preliminares
Durante los años 2003-2006, el equilibrio scal general tenía un superávit
promediando 0.6% del PIB. Los ingresos excedieron los gastos en la primera
mitad de 2007, augurando otro buen año con un leve superávit scal. Para
el año scal subsiguiente la expectativa es de que haya alguna reasignación
y cortes de gastos implementados ya que el presupuesto de 2008 indica un
décit global de 5.6% del PIB. Nuestro apego al lema “sin nanciamiento no
hay gastos” hace difícil que se presente tamaño décit.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
209
Equilíbrio Fiscal Global: Presupuestado vs. Realizado
Fuente: Ministerio de Hacienda
* Cifras preliminares
** Cifra presupuestada para 2007 vs. realizaciones del primer semestre
Es notable el hecho de que la tasa de cambio haya permanecido bastante
estable desde 2004 hasta el momento. Desde 2006, el crecimiento de la oferta
monetaria se origina exclusivamente en la auencia de activos externos netos.
Crecimiento Monetario
Fuente: Banco Central y Ocina General de Estadística.
* Marzo 2004 relativo a Marzo 2003
** Proyección del Banco Central
Por consiguiente, el banco Central bajó la proporción de las reservas en
moneda local para estimular la expansión del crédito bancario competitivo en
moneda local. Implementando esta medida, prudentemente, se evitó presionar
el mercado de divisas.
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
210
Desarrollos en el coeciente entre tipo de cambio y proporción
de reservas en moneda local
Fuente: Banco Central
Suriname consiguió contener la inación de demanda, pero su pequeña y
abierta economía es vulnerable a los choques de precios externos. Los actuales
precios altos del petróleo tienen un efecto directo en el IPC. En el último
cuatrimestre de 2005, el gobierno adoptó un nuevo método para determinar
mensualmente el precio de la gasolina para consumo.
Promedio de Inación Anual
Fuente: Banco Central y Ocina General de Estadística.
* Marzo 2004 relativo a Marzo 2003
** Proyección del Banco Central
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
211
Dolarización
A pesar de la tendencia a transar en moneda fuerte, la econoa
nunca lle a una etapa de dolarización total. La abolición del porcentaje de
devolución de divisas prescrito para los ingresos en concepto de exportación
en 2002, agregó otra área de crecimiento en depósitos en divisas de ciudadanos
en los bancos locales. La consecuente vulnerabilidad del sistema bancario
a los riesgos de falta de liquidez de divisas, llevó al Banco Central a tomar
medidas de precaución. Impuso una proporción en las reservas en divisas,
s que nada para proteger los bancos en el evento de un pánico bancario.
La proporción fue inicialmente jada en 17.5% y actualmente se encuentra
en 33% desde 2005. Estas reservas obligatorias serían las primeras usadas
en el caso de grandes vomenes de compra de divisas. El Banco Central
ha fortalecido su propia capacidad de aanzar los bancos en este tipo de
circunstancia tan peligrosa.
Esta medida bajó el cociente de dolarización de 58% en 2004 a 54%
en 2007. Confiamos en que la estabilidad macroeconómica continuada
y la mayor confianza en el dólar de Suriname, van poco a poco frenar
la dolarización.
La inación más baja ayudó para la disminución de la tasa de interés,
a su vez las bajas tasas de interés van a estimular el crecimiento, el crédito
bancario y las inversiones.
Tasas de interés en moneda nacional (%)
Fuente: Banco Central
* media ponderada
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
212
Producción
La economía creció a un promedio de casi 6% entre 2003 y 2007. El
sector minero fue el motor principal del crecimiento.
Crecimiento del PIB
Fuentes: Ocina Nacional de Estadística y Ocina de Planicación
La bauxita mantuvo una posición de líder en exportaciones. En 2006, las
exportaciones de alúmina crecieron un 45%. Las compañías de bauxita están
actualmente negociando con el gobierno concesiones para la explotación de
minas de bauxita en el oeste del país. Los depósitos de bauxita conrmados
allí suman unas 325 millones de toneladas, y aseguran la continuación de la
industria para décadas futuras.
La Compañía de Petróleo Nacional registró grandes lucros en 2006,
incluyendo la suerte inesperada de la subida del precio del petróleo. La
compañía planea inversiones en la producción de crudo y en operaciones
de renamiento en 2008. Firacuerdos de exploración y de producción
compartida con empresas petroleras extranjeras en áreas marítimas de la
plataforma continental de Suriname. Las informaciones sobre la exploración
son por ahora muy prometedoras.
La resuelta disputa marítima con la vecina Guyana determinó los límites
marítimos entre los dos países. Hasta este acuerdo, la Compañía Nacional
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
213
de Petróleo intencionalmente se omitió de actuar en el área para prevenir
conictos. Las actividades de exploracn de la Compía Nacional de
Petróleo y sus socios extranjeros son inminentes en toda el área de propiedad
de Suriname.
El sector aurífero continúa a beneciarse de altos precios. La compañía
canadiense IAMGOLD adquirió la mina de oro Rosebel en noviembre de
2006 tras su fusión con Cambior, otra compañía canadiense. La mina Rosebel
localizada en el interior central del país produjo alrededor de 301.000 onzas
de oro en 2006. Exploraciones de la empresa aurífera Newmont de Denver
podrían también producir resultados positivos para la minería aurífera en gran
escala en el este del país. Los descubrimientos exploratorios preliminares son
alentadores. La minería en pequeña escala, ampliamente practicada por mineros
individualmente y por garimpeiros brasileños, contribuye signicativamente a
las exportaciones de oro del país.
Otros sectores de la economía del país, principalmente agricultura (arroz,
verduras, plátanos) están también recibiendo estímulo del efecto combinado de
la estabilidad macroeconómica y precios elevados en el mercado mundial. El
sector arrocero está renovándose. Se espera que el sector bananero contribuya
en mayor medida a las exportaciones ya que se anticipa una expansión del 37%
en la producción de 2007.
El turismo es una industria naciente en Suriname, sobre la base de su tasa
de crecimiento tiende a reclamar cierta participación en la actividad económica.
En la actualidad hay tres nuevos hoteles en construcción en Paramaribo, uno
de los cuáles es de propiedad surinamesa, otro es de propiedad extranjera y el
tercero es una sociedad surinamesa y extranjera.
Otras actividades incluyen inversiones en:
telecomunicaciones;
liberalización del mercado de telefonía móvil.
Infraestructura:
construcción y arreglo de carreteras;
mejoras y expansión de muelles;
modernización del control de tráco aéreo.
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
214
Sector de salud:
salud primaria en centros situados en el interior del país;
centro radio-terautico para el Hospital Universitario de Paramaribo;
Educación:
reapertura de escuelas primarias en los distritos del sur, cerradas durante
los combates contra la guerrilla en los años 1980;
fundacn de una cátedra de ‘dinero y sistema crediticio’ en la universidad
en Paramaribo;
ampliación de alojamientos para estudiantes secundarios en formación
vocacional;
Vivienda:
hipotecas especiales con intereses de 7% en bancos locales para
grupos de ingreso medio, lanzadas por el Banco Central. El Banco
Interamericano de Desarrollo nanció un programa de abrigos para
grupos de bajos ingresos.
Sector Externo
El sólido desempeño del sector externo en la exportación de commodities
así como precios favorables en el mercado mundial contribuyeron para que
la cuenta corriente de la balanza de pagos pasase de un décit a un creciente
superávit en 2006 y hasta ahora en 2007 también.
BP Cuenta Corriente y Equilibrio Global de la Balanza
Fuente: Banco Central
* Cifras preliminares
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André E. Telting
215
El superávit de la balanza de pagos más que dobló las reservas
monetarias durante 2006 hasta mediados de 2007. Esto facilitó la
recuperación de la conabilidad crediticia ya que se hicieron signicativos
pagos de la deuda externa.
Reservas Internacionales
Fuente: Banco Central
Ades, el aumento de reservas en divisas afectó positivamente el
cociente de cobertura de la moneda y de las importaciones. El cociente de
las reservas del Banco Central de su pasivo corriente, determinado por ley a
50%, es ahora el doble de ese porcentaje, mostrando un sólido fundamento
para la moneda. Al mismo tiempo la tasa de cobertura de las importaciones
cubre más de 3 meses de importaciones.
Importaciones y Coeciente de Cobertura de la Moneda
Fuente: Banco Central
Nota: El coeciente de cobertura de importaciones está basado en importaciones de bienes y servicios.
Suriname: evolución macroeconómica
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
216
Deuda pública
El porcentaje de la deuda pública han mejorado signicativamente y se
aproxima a un dígito.
Deuda Pública Interna y Externa (% del PIB)
Fuente: BSS
* Cifras preliminares
Desde 2001, la deuda pública se ha mantenido con éxito en los criterios
de la Unión Europea. Actualmente, los niveles de la deuda están muy por
debajo del techo de 60% (Criterio de Maastricht).
Deuda Pública Total (% del PIB)
Fuente: BSS
* Cifras preliminares
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
André E. Telting
217
El gobierno tiene como objetivo mantener una estrategia general para la
deuda para poder servir correctamente la deuda interna y externa. Se piensa
que pagos regulares de la deuda, van a proporcionar buenos antecedentes a
n de recuperar la conanza del mercado en general.
5. Perspectivas de crecimiento
El Presidente de la República, en su discurso al Parlamento para la
apertura del nuevo año scal en octubre de 2007, anunció el compromiso del
gobierno de seguir políticas scales prudentes. La comunidad empresarial
recibió esta declaración con satisfacción. Por lo que parece empresarios locales
y extranjeros van a seguir mostrando su conanza en la economía y en su
potencial de crecimiento a través de sus inversiones.
Las perspectivas de corto plazo parecen favorables, dado el alto grado
de inversión del sector privado en casi todos los sectores de la economía y
especialmente en proyectos nuevos.
Actualmente, en curso en la industria minera:
negociaciones para extraer bauxita en el área de Bakhuys en la parte
oeste del país;
inversiones signicativas de Repsol YPF en la exploración de petróleo
en aguas profundas, incluyendo perforaciones;
exploraciones auríferas de Newmont en el área de Nassau al este del
país, están produciendo resultados prometedores;
expansión de la producción y capacidad de renación de la Compañía
de nacional de Petróleo.
Iniciativas del sector privado dirigidas al emergente sector del turismo
con facilidades para el eco-turismo:
la construcción de un nuevo resort de cuatro estrellas en el área de Berg
en Dal, localizada en el interior de Suriname, parcialmente nanciada
por el Banco Interamericano de Desarrollo;
el Kabalebo Resort en el interior, al oeste del país.
DEP
Traducción: Soledad Rojas
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
218
La econoa del
Uruguay: una
perspectiva empresarial
Jorge Abuchalja
*
1. Introducción
A
los efectos de abordar el tema dentro de una perspectiva empresarial,
en primera instancia debemos considerar los distintos comportamientos de la
economía en el contexto internacional y regional, para, luego, introducirnos en
la situación especíca de nuestro país y las perspectivas de mediano plazo.
2. Las perspectivas internacionales y la región
a. El escenario internacional
En cuanto a las perspectivas en el horizonte inmediato (próximo año
y medio), se espera que se mantengan las condiciones favorables en el plano
internacional. En tal sentido, el FMI proyecta un crecimiento del producto
mundial del orden del 4.9%, tanto para este año como para 2008.
* Presidente de la Asociación de Dirigentes de Marketing de la República Oriental del Uruguay.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
219
De esta forma, la economía global completaría uno de los períodos más
largos de crecimiento a tasas superiores al promedio de los últimos treinta años.
A pesar de la desaceleración prevista en Estados Unidos para este
año, las buenas perspectivas aparecen generalizadas para las distintas zonas
económicas.
Se estima que la economía norteamericana registrará una expansión de
2.1% este año y de 2.6% para 2008, mientras que, para la zona del euro el
crecimiento estimado se ubica en el orden del 2.5% en 2007 y del 2.2% para
el próximo año.
Es en este marco, que se puede prever un importante dinamismo para
las economías emergentes.
El FMI proyecta una expansión económica del 7.5% y 7.1% en 2007 y
2008, respectivamente. Estas perspectivas están estrechamente ligadas a un
buen desempeño de la economía china en el próximo año y medio, respecto
de la cual es necesario tener en cuenta que la economía del gigante asiático ha
crecido en el orden del 11%, en el presente año.
En lo que reere a los mercados nancieros, el escenario central de
pronóstico apunta a una estabilidad de las tasas de interés a corto plazo,
en línea con un mantenimiento proyectado de las tasas de referencia
norteamericanas.
Así, se espera que la moneda norteamericana continúe debilitándose en
lo que resta de 2007 y en los primeros meses de 2008; a partir de entonces,
experimentaría una leve recuperación.
Si bien las perspectivas descritas anteriormente son favorables, no
podemos desconocer la existencia de riesgos importantes, en factores que
podrían determinar un deterioro del desempeño de la economía mundial en
los próximos años.
Entre los principales factores de riesgo debemos tener en cuenta
el efecto recesivo que podría generar un ajuste profundo en el mercado
inmobiliario de los Estados Unidos, así como la eventual intensicación
de las presiones inacionarias en las principales econoas desarrolladas,
comportamientos que podrían derivar en la adopción y profundización de
políticas monetarias restrictivas.
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
220
A lo expuesto, corresponde agregar los efectos de los elevados precios del
petróleo, así como la volatilidad de este mercado. Los escenarios de conictos
entre países y al interior de algunos de ellos, contribuyen a incrementar el
grado de incertidumbre.
b. La situación en los países vecinos
En este escenario actualmente auspicioso, las economías de la región
mostrarían un desempeño favorable en el próximo año y medio.
En el caso de Argentina, se presentarían buenas tasas de crecimiento
económico y se alcanzarían nuevos récords de exportaciones, al tiempo que el
Banco Central mantendría el tipo de cambio en los niveles actuales y el gobierno
tendría éxito relativo en el control de la inación (la que no superaría el 15%).
En el escenario argentino descrito se observan dos factores que pueden
incidir negativamente en estas proyecciones: por un lado, las expectativas de
los diferentes actores de la economía a partir de los resultados de las elecciones
presidenciales de octubre de 2007 y, por otro, los efectos de un agravamiento
de la crisis energética.
De los factores anteriormente mencionados, la situación energética
aparece como el riesgo más serio, si bien el gobierno ha insistido en restarle
importancia. No obstante, es indudable que, si persistieran los problemas
durante algunos meses, se produciría una natural desaceleración en el ritmo
de crecimiento de la producción de bienes y servicios. Si se produjera una
escasez de combustibles y si se establecieran restricciones al uso de la energía
eléctrica, la industria podría ser el sector más afectado, resultado de lo cual
se produciría un enlentecimiento en el ritmo de crecimiento, lo que provocaría,
a su vez, que el crecimiento del PBI se desacelere, llevando la tasa prevista al
6.5% en 2007, mientras que, para el 2008, caería al 4%.
En lo que respecta a Brasil, la economía de este país mostraría una
expansión considerable en el transcurso de 2007 y 2008. Observando el
desempo de la economía brasila, puede armarse que el motor de
crecimiento de la actividad económica, en el corto plazo, está dado por la
demanda interna.
En este escenario, se estima una expansión del PBI del orden del 4%
anual en 2007-2008.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
221
Naturalmente, mantener esas tasas de crecimiento implica desafíos
importantes, para los cuales la inversión y el mantenimiento de los equilibrios
macroeconómicos, resultan imprescindibles.
Adicionalmente, la inación parece estar bajo control y en el orden del 4%.
3. Análisis y perspectivas de la economía del Uruguay
2007-2008
a. Crecimiento de la economía
En el marco internacional y regional muy favorable, la actividad
económica mostró un crecimiento del 7% en el año 2006.
En lo que va de 2007 si analizamos los indicadores macroeconómicos
podemos afirmar que la economía uruguaya mantiene una senda de
crecimiento rme.
Esta evolución se puede explicar, fundamentalmente, por una sostenida
demanda externa y un mayor dinamismo del gasto doméstico.
b. El dilema de la política monetaria
Cerrado el ejercicio 2006, la inación se ubicó debajo del límite superior
del rango de metas del Banco Central del Uruguay (BCU) (6.5%). En la primera
mitad de 2007 la inación minorista mostró un fuerte aumento, alcanzando
un máximo de 8.3% en mayo.
Si bien el incremento de algunos precios muy volátiles, como el de frutas
y verduras, ha incidido en forma importante en los últimos meses, la inación
subyacente permanece en niveles elevados desde comienzos de 2006.
Esta situación plantea un escenario de alerta a las autoridades económicas,
en cuanto al cumplimiento de la meta de inación para el corriente año 2007.
La inación subyacente – que excluye el comportamiento de los bienes
cuyos precios son más volátiles ha permanecido persistentemente por encima
del 6%, en términos anuales, desde febrero de 2006.
Al depurar bienes tales como frutas, verduras, carne y combustibles, la
inación subyacente permite medir de forma más precisa la evolución de lo
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
222
que se conoce como el “núcleo” inacionario, que quizás es el más indicado
para ser utilizado como insumo en las decisiones de política monetaria.
En su última reunión, el Comité de Coordinación Macroeconómica
un ámbito conformado por autoridades del Banco Central y del Ministerio
de Economía y Finanzas reconoció la existencia de presiones que podrían
alejar al registro inacionario del último rango objetivo establecido (4%-6%),
vigente a partir de junio de 2008.
En el comunicado emitido a nales de marzo de 2007, el Comité asume
que el proceso inacionario actual responde a una serie de factores, entre los
que se tienen los choques de ofertas (por ejemplo el vinculado a las frutas), el
crecimiento económico, la inación importada y los aumentos de salarios.
Respecto a este último factor, la interacción entre salarios nominales y
precios ha sido, históricamente, decisiva en la determinación de los registros
inacionarios en Uruguay.
La relación entre la política salarial y los objetivos de inación, está
marcando uno de los principales dilemas que enfrenta la actual administración:
la meta de recuperación salarial estaría contraponiéndose con el objetivo de
continuar reduciendo los registros inacionarios por debajo del 5%-6% anual.
Es entonces, en un escenario de mayor inación, que el BCU anunció
un ajuste en la política monetaria, implementando una instancia contractiva al
respecto. Sin embargo, dado el rezago con que se verican los efectos de las
políticas monetarias, sólo parte de los mismos podrían darse en la inación
en el presente año.
No obstante, no hay elementos que induzcan a pensar que el BCU
abandonará su compromiso con el objetivo de inación. Por el contrario es
probable que la autoridad monetaria continúe aplicando medidas, tales como el
alza de las tasas de interés, y que acentúe su esfuerzo por alinear las expectativas
de los agentes locales, con el propósito de que la inación retorne a la trayectoria
objetivo jada por el Comité de Coordinación Macroeconómica.
Como consecuencia, en los próximos meses podría observarse una
mayor restricción monetaria. Para que ello, consiguientemente, redunde en un
descenso de la inación, se requeriría que la autoridad monetaria permitiera un
descenso adicional del tipo de cambio, lo que sería consistente con la evolución
a la baja del dólar en los mercados internacionales (si bien este comportamiento
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
223
no afectaa de manera signicativa la competitividad de la producción nacional,
tampoco permitiría una recuperación o un incremento real).
c. La política scal
En líneas generales, durante la primera mitad del año 2007, las cuentas
públicas evolucionaron de acuerdo a lo previsto en el programa nanciero
del gobierno. La situación climática posibilitó un descenso importante en el
costo de la generación eléctrica, lo que derivó en una sensible mejora en los
resultados de la gestión de UTE (ente energético estatal).
Por otra parte la recaudación impositiva contincreciendo a buen ritmo,
compensando un aumento moderado del gasto primario del consolidado
gobierno central-Banco de Previsión Social (BPS). De esta manera, en los
doce meses a mayo el resultado primario del sector público se ubicaba en
4.4% del PIB.
Como se indicara anteriormente, la situación económica favorable de
los últimos años ha permitido aumentar el gasto en las áreas denidas como
prioritarias (área social, infraestructura, educación). En este sentido, se está
cumpliendo con el objetivo del gobierno de aumentar el gasto en la medida
en que la recaudación lo permita.
Sin embargo, respecto del objetivo de alcanzar el equilibrio scal (décit
cero) hacia el nal de la administración, se plantean algunas interrogantes e
incertidumbres.
La mejora del resultado scal, se basa, en parte, en el crecimiento económico
previsto, así como en la mayor recaudación por reducción de la evasión.
Aquí, es necesario tener en cuenta que el importante crecimiento de los
ingresos de la DGI por mejoras en la “administración tributaria” tiene
restricciones para sostenerse en el mediano plazo.
Por otro lado, el crecimiento del gasto se ha acelerado, especialmente
en el último año, al tiempo que las fuentes para su nanciamiento presentan
restricciones para crecer en los próximos años (crecimiento ecomico,
reducción de la evasión, ganancias de los bancos estatales).
Esto plantea otro dilema para las autoridades gubernamentales, respecto
de las políticas a ejecutar: reducir la “vulnerabilidad scal” versus atender las
necesidades de las áreas denidas como prioritarias.
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
224
4. Una visión sobre las perspectivas de Uruguay
Tomando en consideración el marco externo favorable que se ha descrito
en párrafos anteriores, así como las consideraciones sobre política económica,
realizadas precedentemente, puede anticiparse una visión de las perspectivas
de nuestro país.
En cuanto al PBI, se estima se podrá alcanzar un crecimiento del orden
del 5.2%, para el año 2008, consecuencia de un sostenido dinamismo de la
inversión y de las exportaciones, de un importante crecimiento del consumo
privado y de una mayor actividad económica inducida por la puesta en marcha
de la planta de celulosa de la empresa Botnia.
En lo que respecta a la inación, es oportuno destacar que, con la
política adoptada por el gobierno de reducción de tarifas, con la asunción del
consiguiente costo scal y con la caída del tipo de cambio nominal, se puede
proyectar una inación en dólares del orden del 8% en 2007 y del 8.7% en
2008. El consiguiente descenso del tipo de cambio real, estaría en línea con el
debilitamiento del dólar a nivel internacional y por lo tanto no supondría un
deterioro signicativo de la competitividad de la economía uruguaya frente a
terceros países, tal como se comentara anteriormente.
a. La imprescindible inserción internacional
En este punto, es necesario tener en cuenta que la demanda ha marcado,
históricamente, la evolución de nuestra economía, así como su inserción en
el mercado internacional.
El comportamiento empresarial, en su conjunto, no ha exhibido
una fuerte vocación de conquista de los mercados internacionales; por
el contrario, ha dedicado los mayores esfuerzos al mercado interno. Este
mercado interno, al mismo tiempo, siendo un destino nal relevante para
la producción del ps, presenta un tamo reducido y acotado, lo que
obliga al abordaje de la inserción internacional como acción ineludible
para el crecimiento, determinando la búsqueda de caminos que reduzcan la
vulnerabilidad en las relaciones con el mundo.
Esta situación implica que el empresariado uruguayo deba, necesaria e
imperiosamente, mejorar su competitividad hacia el interior de la economía, con
sostenida adecuación de la calidad a las exigencias de la demanda internacional,
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
225
como forma de posicionarse en los mercados externos y, al mismo tiempo,
como ecaz barrera para el ingreso de productos y servicios competitivos de
la producción nacional.
Nuestro país se encuentra abocado, fundamentalmente, mediante
gestiones organizadas por los distintos gobiernos, a la búsqueda de nuevos
mercados que le permitan diversicar la colocación de sus productos. Este
esfuerzo también reere a la diversicación de la oferta productiva nacional.
Pero, esto lo seposible desplegando acciones concretas, participando
en misiones comerciales, presentando nuestros productos en ferias y
manteniendo permanentes contactos a nivel empresarial.
Nos vamos a detener en el análisis de este tema puesto que el mismo,
a nuestro juicio, es de relevancia central para el desarrollo sostenido de
nuestro país.
Así, debemos recordar que la economía uruguaya exhibió, durante la
década de los 90, un desempeño macroeconómico que podemos denir como
satisfactorio, a pesar de la leve recesión sufrida en 1995 como reacción parcial
al “efecto Tequila”.
Las tasas de crecimiento del producto real y per pita fueron relativamente
altas y sostenidas hasta 1998, momento a partir del cual el país entró en un
período recesivo, caracterizado por una fuerte contracción de la economía
real. Este proceso culminó, en el año 2002, en la peor crisis económica que
sufrió Uruguay desde la década de 1930.
La crisis desatada en 2002 marcó sus efectos fundamentalmente sobre el
sistema nanciero, el tipo de cambio y la solvencia scal del país. Esta situación
se puede explicar a partir de la conuencia de una serie de factores negativos
externos, entre los que sobresalieron: a) la devaluación de la moneda brasileña,
que se produjo en enero de 1999 y la visible presión que la misma ejerció sobre
los tipos de cambio bilaterales en el Mercosur; b) la crisis argentina que se
desató en diciembre de 2001 (esta crisis impactó fuertemente sobre nuestro
país, debido a la importancia de Argentina sobre la demanda agregada y los
precios relativos, la que se vio amplicada por la presencia de bancos argentinos
con problemas en la plaza nanciera uruguaya); c) el deterioro de los términos
internacionales de intercambio y los efectos sobre las exportaciones de carnes
relacionados con la aparición de un brote de ebre aftosa en 2001; y, por último,
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
226
d) la falta de visión de futuro y la inoperancia de los actores empresariales
que se conformaron con la bonanza del Mercosur y con las tibias relaciones
de la sub-región.
A partir de 2003, la economía uruguaya comienza a recuperarse,
presentando indicadores altamente positivos a partir de 2004.
No obstante, para que se produzca una mejora sensible en el bienestar
de la población, es fundamental el aceleramiento del crecimiento económico,
sobre la base del que se ha registrado, en forma sostenida, en los últimos
cuatro años.
La crisis, además, denunció la necesidad de una ineludible inserción
internacional, habida cuenta de las limitaciones del mercado interno. El
esfuerzo realizado en este sentido, permitió alcanzar escalas de producción y
eciencia económicas que, de otra manera, no se podrían haber alcanzado.
Lamentablemente, fue necesaria una grave crisis para internalizar
esta enseñanza. Los empresarios supimos salir al mundo a detectar nuevas
posibilidades y a concretarlas, se aprendió a tener respeto al crédito y a la
austeridad en las empresas, se entendió que sólo debe mantenerse stocks en
los niveles necesarios y que se podía tercerizar todas aquellas actividades y
procesos no estratégicos o críticos.
b. La captación de inversión
La captación de inversión resulta de fundamental relevancia para nuestro
país, puesto que la misma genera aspectos positivos en la economía que van
más allá de la inversión original. Ello se maniesta en el efecto multiplicador
que tiene la misma, ya sea en la generación de nuevos empleos, como en
nuevas demandas, en necesidades de insumos y en otras interrelaciones con
la economía y la sociedad.
Por ello, la inversión resulta un factor clave para el crecimiento sostenido
en el tiempo.
Nuestro país presenta un buen clima de negocios, estabilidad
macroeconómica, una posición geográca privilegiada, estabilidad político
institucional, estabilidad social, así como tratamiento promocional igualitario
para el capital nacional y extranjero. Estos factores hacen que Uruguay cuente
con un entorno atractivo para la inversión.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
227
Con relación a lo anteriormente indicado, en Uruguay no existen controles
al capital ni cambiarios, siendo posible realizar y exigir el cumplimiento
de los contratos en cualquier moneda extranjera. No existen limitaciones
a las actividades nancieras y comerciales relativas a la compra o venta de
propiedades. Uruguay no discrimina entre la inversión nacional y la extranjera
y prevé un gran número de incentivos a esa inversión.
Sin embargo, la inversión nacional y extranjera es baja, en comparación
con otros países de la región. En los últimos años, los ujos de inversión han
estado mayoritariamente dirigidos a sectores exportadores de bienes (forestación,
procesamiento de alimentos, frigoríficos) y a servicios (principalmente
software, turismo y banca). En el último período, se han registrado inversiones
importantes en infraestructura, impulsadas, fundamentalmente, por la
instalación en nuestro país de la planta de celulosa de la nlandesa Botnia.
Uruguay tiene muchas de las ventajas reales e incentivos tributarios que
buscan los inversores extranjeros para la producción de bienes y servicios
para la exportación.
La reciente Reforma Tributaria, aprobada por el Parlamento, incluye
diversos incentivos a la inversión, los que, en forma sintética, detallamos a
continuación:
Rebaja de la tasa del impuesto a la renta de 30% a 25%;
Mejora del benecio de reinversiones: hasta 40% de la renta neta scal;
Extensión del plazo de prescripción de las pérdidas scales: de 3 a 5
ejercicios;
Exoneraciones de rentas vinculadas a la investigación y el desarrollo:
biotecnología, bioinformática y software destinados al exterior;
Reducción de costos de nanciamiento de las empresas;
Cambios en los aportes en empresas públicas que mejoran la
competitividad a través de tarifas más bajas, y
Consistencia con regímenes de promoción.
Además, el gimen de Zonas Francas se constituye en un fuerte incentivo
para que el país se transforme en un lugar preferido de Mercado, donde las
empresas transnacionales localicen actividades de servicios como Centros de
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
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228
Servicios Compartidos para toda la región (a semejanza de lo observado en
Costa Rica y en Irlanda). Este régimen está en plena expansión y seguramente
tendrá el impacto esperado, ya que el Gobierno y los empresarios están
abocados a la divulgación de tantos benecios.
Por último, es preciso señalar la necesidad de que la inversión aumente
en forma signicativa, lo que redundaría en una mejora del ratio deuda/
capital (aún alto en Uruguay) y que se dirija a sectores que contribuyan a la
generación de empleo y de exportaciones, a la transferencia de tecnología y a
la capacitación de la fuerza laboral.
Los cambios que se están procesando en la legislación, con el propósito
de eliminar la discrecionalidad en la asignación de recursos, aumentar la
transparencia y mejorar la eciencia, así como la recomposición de la cohesión
social, en el marco de los compromisos asumidos por el Gobierno, deben
contribuir signicativamente a la estabilidad, la seguridad y el desarrollo
sostenible del país.
c. La necesidad de multiplicar los contactos comerciales
Dado que los benecios del actual Mercosur no son, todavía, los
esperados, se está volviendo a los objetivos originales.
Ello conlleva la necesidad de seguir trabajando en tratados bilaterales,
(por ejemplo, Uruguay- México), y en misiones comerciales como las que
está realizando la Presidencia de la República en compañía de empresarios.
Estas acciones apuntan a la multiplicidad de los contactos que, en denitiva,
serán los que permitan la detección de necesidades y, por ende, la apertura y
consolidación de nuevos mercados.
Naturalmente, estos esfuerzos para la celebración de tratados bilaterales
no implican que no se bregue por avanzar en una integración productiva
regional, en el marco de los postulados del Mercosur que haga a sus empresas y
sociedades más competitivas aprovechando lo mejor de las mismas, avanzando
en conjunto a un mundo cada vez más globalizado y en permanente cambio,
exigiéndonos el desarrollo permanente de innovación y conocimientos.
La situación geográca, así como los acuerdos político-jurídicos existentes,
nos permiten identicar al Mercosur como una plataforma potente para generar
las bases y la preparación necesaria para maximizar el acceso de Uruguay a
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Jorge Abuchalja
229
los mercados mundiales. Si bien ésta aparece como la alternativa a encarar
por los países de la sub-región, han surgido distintos aspectos, en muchos
casos producto de las asimetrías de los socios, que no han permitido lograr el
objetivo denido precedentemente, lo que ha llevado al gobierno de nuestro
país a evaluar distintas alternativas de inserción al mundo. Es así que se plantean
formulaciones multipolares que, si bien priorizan el Mercosur, aconsejan
seguir avanzando en la integración con el resto del mundo – particularmente
en el ámbito multilateral y en los grandes acuerdos plurilaterales – para abrir
mercados para la producción local. A modo ejemplo, puede mencionarse el
TLC alcanzado con México.
Conclusión
Uruguay está procesando una serie de transformaciones en todos sus
órdenes, al igual que muchos países de Latinoamérica.
Estas transformaciones, si bien forman parte del Programa de Gobierno
y se procesan a nivel parlamentario, no son las únicas transformaciones que
se requieren ni las únicas que se están desarrollando en nuestro país.
Las reformas que están planteadas a nivel gubernamental, en muchos
casos tienen carácter estructural; la reforma tributaria, la reforma de la salud,
la reforma del estado, entre otras, se están llevando adelante sin incurrir en
populismos, con criterios mesurados y focalizando en lo fundamental, la
inserción del Uruguay en el mundo para el bienestar de su población.
En el ámbito empresarial, a partir de la crisis de 2002, también se han
procesado y continúan procesándose transformaciones de alto voltaje.
Partiendo de la premisa de que el desarrollo de las economías de los
países requiere, ineludiblemente y en complemento con la gestión de los
gobiernos, de la actividad empresarial, es necesario mantener y acrecentar la
evolución de ese sector.
Para ello, es imprescindible una alta capacitación a todos los niveles y la
participación, junto al gobierno, en misiones comerciales, así como la búsqueda
incesante de necesidades y oportunidades para negocios e inversiones en
los diversos países, mediante el trabajo de las Cámaras Empresariales y las
Asociaciones Profesionales.
La economía del Uruguay: una perspectiva empresarial
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230
El desarrollo de nuevos conceptos de productos y servicios y la exportacn
de los mismos (tales los casos de intangibles o de bienes terciarios), permitirá
aprovechar las amplias oportunidades que el mercado internacional exhibe.
Uruguay muestra incursiones en las áreas de la tecnología, software, servicios
nancieros, consultorías, tele-trabajos, servicios culturales, cinematografía,
publicidad y turismo como factores incrementales en el PBI.
Uruguay espasando por un buen momento económico y las perspectivas
del mediano plazo, si las condiciones internacionales y los esfuerzos locales se
mantienen, se presentan como auspiciosas.
El estímulo y el reconocimiento a la actividad empresarial, son elementos
coadyuvantes para lograr una sinergia perfecta entre las reformas del estado y la
actividad empresarial, así como factores determinantes para el aprovechamiento
de las oportunidades que el escenario internacional ofrece.
La formación de noveles empresarios desde la base, tal como se deriva
de acciones como la del Desao Sebrae (programa llevado a cabo para
universitarios uruguayos) son ejemplo de los esfuerzos que se realizan en el
país para el logro de su desarrollo.
DEP
Fuentes: Informes de coyuntura Delloitte y Pricewaterhouse 2007.
Clima de Negocios Iniciativa del BID 2005.Min. Econ. y Finanzas
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231
La actual fase de
crecimiento de la
economía venezolana
Nelson Merentes
*
N
uestra exposición esta basada en datos estadísticos suministrados por el
Banco Central de Venezuela, el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela,
el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, entre otros, además de
los cálculos propios de las estimaciones para n de año.
Principales variables macroeconómicas
Es oportuno recordar que Venezuela había crecido entre los años 60 y
hasta nales de los 70 en un 5% interanual promedio. En la década de los 80,
Venezuela entró en un ciclo de uctuaciones de decrecimiento y crecimiento,
lo que en cierta medida produjo un sacricio social progresivo, deteriorando
las políticas liberales establecidas por los gobiernos de turno. El clímax de este
deterioro social fue el denominado “carachazo” del año 1989 y las rebeliones
militares del año 1992, en la cual surge una nueva fuerza política liderada por
el hoy presidente Chávez. El proyecto político propuesto estaba basado en el
“árbol de las tres raíces”, con los pensamientos de Simón Bolívar, Ezequiel
* Ex-Ministro del Poder Popular para las Finanzas de la República Bolivariana de Venezuela
nmer@euler.ciens.ucv.ve
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
232
Zamora y Samuel Robinson. Las líneas estratégicas de este proyecto están
reejadas en la constitución aprobada en el año 1999 mediante Asamblea
Constituyente y aprobadas por la mayoría de la población venezolana a través
de un referéndum ese mismo año.
Actualmente Venezuela se encuentra en una fase de crecimiento desde el
año 2004-2007, con un promedio superior al 8%. Este periodo de crecimiento
es más largo que el experimentado en los años 80 y superior al obtenido en la
década de los 60-70, como puede verse en la siguiente gráca.
Crecimiento interanual PIB
Fuente: Banco Central de Venezuela
El año 2007 culminará un ciclo de 17 trimestres sucesivos de crecimiento
del PIB, lo cual no sucedía desde la década de los 70 para la economía
venezolana. Particularmente, la variación del PIB trimestral ha sido superior
al 8%, como lo demuestra el siguiente gráco.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Nelson Merentes
233
Crecimiento trimestral del PIB
Fuente: Banco Central de Venezuela
El sector que ha presentado un mayor crecimiento es el sector no
petrolero, con una tasa superior al 10%.
Crecimiento PIB por sector productivo
Fuente: Banco Central de Venezuela
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
234
El sector privado ha recuperado la senda del crecimiento, a una tasa
superior al 11% trimestral en el mismo periodo.
Crecimiento PIB por sector institucional
Fuente: Banco Central de Venezuela
El PIB nominal al cierre del año 2007 probablemente será dos veces
mayor al del año 1998, de 91 mil millones de dólares a 200 mil millones de
dólares. Es importante destacar que si bien la gráca describe el crecimiento
del PIB nominal en intervalos de cinco años (quinquenios presidenciales), la
presidencia de Hugo Chávez acumula ocho años de gestión.
PIB nominal por período presidencial
Fuente: Banco Central de Venezuela
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Nelson Merentes
235
La variación del PIB per cápita ha aumentado alrededor de 142% en estos
últimos 4 años, ascendiendo de 3.258 dólares en el año 2003 a un estimado
de 7.997 dólares por persona en el año 2007. Los niveles actuales del PIB per
cápita superan a los valores alcanzados en los años 80, como puede verse en
la gráca siguiente.
PIB per cápita, en USD
Fuente: Banco Central de Venezuela, estimaciones propias
El crecimiento ha sido sustentado en la expansión de las siguientes
actividades económicas:
Actividades económicas con fuerte crecimiento
Fuente: Banco Central de Venezuela
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
236
Venezuela ha presentado una arritmia” inacionaria anual desde los años
80, presentando su valor mas bajo (9%) en el año 1985 y su valor máximo en
el año 1997 en 103%. En el periodo 1999-2007, la inación promedio alcanzó
niveles del 18,7%. La pregunta importante es, cuáles son los factores y sus
ponderaciones que producen estas altas uctuaciones en el índice de precios
al consumidor (IPC).
Particularmente, las presiones al alza de precios en Venezuela provienen
de ltiples factores, especialmente de las expectativas y riesgo potico
(evidenciado en lo acontecido en el año 2002-2003), lo que podría sugerir la
necesidad de investigar y diseñar un modelo econométrico que permita tener
una mejor herramienta para estructurar políticas que conlleven el control de la
inación. Actualmente Venezuela carece de este modelo que permita precisar
adecuadamente políticas antiinacionarias.
Inación anual por períodos presidenciales
Fuente: Banco Central de Venezuela
Actualmente, la tasa de desocupación es la mas baja de los últimos 20
años, llegando a un dígito (9%). Junto con la reducción de la tasa de inación,
ha ocurrido una apreciación del salario real.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Nelson Merentes
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Tasa de desocupación anual
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas
Antes de que asumiera la dirección del país el presidente Chávez, los
trabajadores del sector urbano percibían el doble de ingresos que aquellos de
las áreas rurales, los empleadores de los conserjes y trabajadores domésticos
no tenían la obligación de cancelar el salario mínimo, como tampoco lo hacían
las empresas con los jóvenes en formación. Hoy, todos los que están en estas
condiciones tienen el derecho de percibir el salario mínimo.
Aquellas organizaciones donde laboraban hasta 20 personas tampoco
tenían la obligación de pagar el salario mínimo. Esto llevaba a que muchos
empresarios crearan varias pequeñas empresas o las trasladarán al sector rural,
de esta manera un importante número de trabajadores era explotado.
A la fecha, el poder adquisitivo de los venezolanos ha mejorado
especialmente en la clasicación económica según ingreso mas bajas (D y E)
revirtiendo lo acontecido en los años 90, en los cuales la inación era superior
al aumento en el salario mínimo.
En términos de lares, en 1996, cuando la inación venezolana superó el
100%, el salario mínimo venezolano llegó a ser de 36 dólares, de los más bajos
del mundo. En el año 2007, el salario alcanzó los 286 dólares. De acuerdo con
los cálculos del Ministerio del Trabajo, sumando el salario mínimo nacional y
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
238
la bonicación de alimentación, los funcionarios de la Administración Pública
Nacional (Ministerios e Institutos Autónomos) perciben ingresos equivalentes o
cercanos al valor de la canasta básica, que comprende alimentos y servicios.
Salário mínimo y poder adquisitivo
Fuente: Banco Central de Venezuela, Ministerio del Trabajo
Principales variables scales
A pesar de esfuerzo que ha realizado el país para diversicar su economía,
aún depende signicativamente del mercado petrolero, sus derivados y los
ciclos económicos de estos productos.
Sin embargo, en términos nominales y reales el ingreso scal se ha
incrementado. Con respecto a los ingresos petroleros, estos se han duplicado
desde 6,75% del PIB en 1999 a 13,6% del PIB en el 2007. A ello ha contribuido
la combinación del comportamiento de los precios y una profunda reforma
scal petrolera realizada en los años 2005 y 2006.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Nelson Merentes
239
Evolución reciente de la distribución de ingresos
Fuente: Ocina Nacional de Presupuesto
Respecto a los ingresos no petroleros, la gráca anterior evidencia que
éstos se han incrementado desde 9% del PIB en 1999 a 16,6% del PIB en el
año 2007 (un solo ciclo de 8 años). Este incremento obedece esencialmente al
plan de evasión cero y contrabando cero, la capacitación del recurso humano
y la modernización de las aduanas y tributos internos.
También, en el año 2005 se transforman los ujos nancieros de la
República conjuntamente con la Ley del Banco Central de Venezuela. Esto
permitió la creación del Fondo de Desarrollo nacional (Fonden), que ha
recibido aportes por alrededor de 30 mil millones de dólares en los últimos
de dos años. De esta cifra, 13 mil millones de dólares o un 43,3% provienen
de la industria petrolera. Además, la industria petrolera asume compromiso
social dentro del plan estratégico de siembra petrolera (planes sociales) del
orden de 6 mil millones de dólares anuales.
La fuente de nanciamiento del Fonden proviene de Petleos de
Venezuela (Pdvsa) y el Banco Central de Venezuela (BCV), que utiliza una
técnica para calcular el monto o el rango de las reservas adecuadas (óptimas)
de un país.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
240
La metodología para el cálculo de las reservas óptimas ha sido estudiada
por muchos autores. Trifn (1948) versa sobre meses de importaciones. Otros
autores como Wijnholds y Kapteyn, Heller (1966), García y Soto (2004),
Frenkel y Jovanovic (1981) han presentado otros enfoques respecto a este tema.
En Venezuela se utilizó una regla multicriterio (Rojas 2005) para seleccionar un
único valor estimado del nivel adecuado de reservas internacionales y obtener
valores puntuales y rangos del nivel adecuado de reservas internacionales,
estimados de acuerdo a diversos criterios o estudios.
Ingresos scales petroleros, valores reales
Fuente: Ocina Nacional de Presupuesto, cálculos propios.
Aunque en los dos últimos años los ingresos petroleros alcanzan sus
valores máximos nominales, es prudente destacar que en términos reales, este
crecimiento es ligero respecto a los obtenidos en la década de los 80, como
puede apreciarse en la gráca anterior.
El incremento en la recaudación scal petrolera y no petrolera y los
nuevos ujos nancieros de la Nación permitieron la mejor distribución del
ingreso, con un crecimiento en el sector social de 8,8% del PIB en el año
1998 a 18,6% del PIB en el año 2006, lo cual representa un incremento de
9,8 puntos porcentuales del PIB. El 45% del presupuesto formulado en el
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Nelson Merentes
241
2006 está destinado a los sectores sociales. En lo productivo, se evidencia un
crecimiento de 10,1% del PIB en 1998 a 24,9% del PIB en el 2006, con un
incremento de 14,8 puntos porcentuales.
Fuente: Estimaciones propias.
En la actualidad las reservas internacionales de Venezuela sobrepasan los
30 mil millones de dólares que excede el nivel de la deuda externa venezolana
(en aproximadamente 26 mil millones de dólares). Además con la creación
del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) se garantiza la existencia de
ujos nancieros para más de 110 proyectos productivos en el ámbito social,
productivo, energético, comunicaciones y ciencia y tecnología.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
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Reservas internacionales 2004 – 2007
Fuente: Banco Central de Venezuela y estimaciones propias.
Venezuela ha desacelerado su ritmo de endeudamiento, evidenciándose
una reducción desde 76,6% el PIB en el año 1988 a 23,2% puntos del PIB
en el 2006. La más importante reducción se efectuó en el año 2006 cuando
se canceló totalmente un monto aproximado de 5.500 millones de dólares en
deuda externa que permitieron que el año 2006 nalizara con un porcentaje
de 14,6% del PIB.
Respecto a la deuda interna, alcanza actualmente 8,6% del PIB, a
consecuencia del renanciamiento desde cuatro años de vencimiento hasta
15 años con una reducción de los intereses y un cambio en la estructura de
cupones variables a cupones jos.
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243
Deuda como porcentaje del PIB
Fuente: Ocina Nacional de Crédito Público, cálculos propios.
La liberación de los ujos de caja presupuestarios, antes comprometidos
con el servicio de la deuda, permitió que el peso en el presupuesto se redujera
desde 74% en 1995 a 19% en el 2006, incrementando la disponibilidad de
recursos para la inversión social y productiva. Uno de estos proyectos pilares
para la recuperacn socio económica es el planteamiento de un plan estratégico
nacional y las denominadas Misiones.
Servicio de deuda respecto al presupuesto anual
Fuente: Ocina Nacional de Presupuesto, cálculos propios.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
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244
Las misiones sociales representan un instrumento estratégico, con el cual
se enfrentan, las expresiones más extremas de desigualdad, discriminación y
pobreza, que originan la insuciencia alimentaría, los décits sanitarios, el
analfabetismo, el desempleo y la ausencia de mecanismos de participación
ciudadana, que hasta 1998 habían convertido al país en una gigantesca fábrica
de exclusión social.
Según la memoria y cuenta del Ministerio de Salud, en el área de salud,
en 1998 había 1628 médicos ejerciendo la atención primaria de una población
de 23,4 millones de personas. Para el año 2006, hay 19.571 para una población
de 27 millones de personas.
En 1998 había 417 salas de emergencias, 74 centros de rehabilitación
y 1.628 centros de atención primaria. A nes del 2006, en cambio, hay 721
salas de emergencias, 445 centros de rehabilitación, 8.621 centros de atención
primaria, incluidos 6.500 puntos de consulta ubicados generalmente en los
barrios pobres.
Desde el 2004 hasta el 2006, mas de 400 mil personas han sido operadas
de la vista y recuperado su visión. Antes, estas personas simplemente no
recibían atención.
La estrategia de desarrollo del Gobierno Nacional ha dado prioridad
absoluta al objetivo de la inclusión social, en el sentido de ofrecer oportunidades
reales a las mayorías marginadas de la población, para incorporarlas dignamente
al quehacer productivo de la nación.
La potica de inclusión social tiene un enfoque que asume que el
verdadero mecanismo de superación de la pobreza es la capacitación, la
creación de fuentes de trabajo, la defensa del salario real, la creación de ingreso
social a través de servicios públicos accesibles, para elevar la calidad de vida
de la población mas pobre.
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Nelson Merentes
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Misiones sociales
Fuente: Portal de las Misiones Bolivarianas en Internet.
Con las misiones sociales se aspira a un proceso de adiestramiento
productivo, atención a la salud, alimentación, prestación de servicios básicos
y en general a la creación de condiciones iniciales para la incorporación de
toda la población a una función socialmente productiva.
En el aspecto alimenticio, la memoria y cuenta del Ministerio de
Alimentación indica que en el año 2006 existían 15.726 establecimientos en
todo el país que comercializaron alimentos a precios subsidiados, con un
ahorro de entre 27% y 39% en comparación con los precios de mercado para
2005 y 2006. Adicionalmente se expandieron los programas especiales para la
atención de personas en extrema pobreza (como las Casas de Alimentación y
el programa de provisión de alimentos gratuitos conocido como Suplemento
Alimentario) que beneciaron a un 67% y un 43% de la población en 2005 y
2006 respectivamente. Estos datos no incluyen 1.8 millones de niños en edad
escolar que son beneciarios del programa de alimentación escolar en el 2006,
contrastando con los 252 mil niños beneciados en 1999.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
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246
En el aspecto educativo, el numero de alumnos de las escuelas
bolivarianas de educación primaria aumentó de 271.593 en el año escolar
1999/2000 a 1.098.489 en el año escolar 2005/2006. Igualmente más de
1,3 millones de personas han participado en programas de alfabetización de
adultos Mision Robinson I, más de 1,5 millones de personas han ingresado
al sistema formal de educacn básica Mision Robinson II y en el 2006, 250
mil personas recibieron su título de bachiller, con 500 mil personas a pocos
meses de hacerlo. Por su parte, la Misión Sucre reporta en el 2006 más de
1 millón de personas ingresadas al sistema de educación superior.
En 1993 había 5,2 millones de matriculados, en 1998 se reportaron 5,5
millones de matriculados o un 6% de crecimiento. En el o 2006 se registraron
9,3 millones de matriculados, por lo que 1,5 millones de personas alfabetizadas
en dos años elevaron esta tasa a más del 90%. Un promedio de 1,7 millones
de personas fueron reinsertadas en el sistema educativo desde el 2002.
La tasa bruta de escolaridad histórica se incrementó signicativamente.
En 1993 se incluyeron en el sistema educativo 56 de cada 100 personas entre
3 y 24 años y en el año 2006 se incluirán aproximadamente 80 de cada 100
personas.
Respecto a la Misión Ciencia, se han consolidado 435 Redes de
Innovación Productiva conformadas para el año 2006 y se espera que 65 sean
conformadas para el año 2007, apoyando a 57.258 productores asociados. En
el 2006 se han otorgado 1.022 becas para formación de talento en postgrado
para incrementar los 4.986 becarios a Nivel Nacional existentes se actualizaron
1.356 docentes procedentes de 347 liceos bolivarianos. También se ha ofrecido
acceso gratuito a Internet a 9.500 usuarios mensuales en los 545 infocentros,
infomóviles o megainfocentros abiertos al público.
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Nelson Merentes
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Evolución del Índice de Desarrollo Humano
Fuente: Programa Naciones Unidas.
Esta política social progresista del Estado Venezolano continuará
aplicándose con mayor profundidad a partir de 2007. El 45% de los 115,2
billones de bolívares estimados para el presupuesto de 2007, será destinado
exclusivamente a las áreas sociales, una cifra sin parangón en la historia
socioeconómica del país.
Aunque el tiempo de ejecución de estas políticas ha sido corto, su efecto
puede verse en el índice de desarrollo humano, el cual ha pasado desde 0,7370
en 1999 a 0,8144 en el 2005, según la metodología aplicada por el PNUD.
Hogares en situación de pobreza extrema
Fuente: Instituto Nacional de Estadisticas, Datanálisis.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
248
Según estudio efectuado por la empresa de datos Datanalisis a Marzo
de 2007, el ingreso de la clases E ha crecido 61% en términos reales y según
el Instituto Nacional de Estadísticas, los hogares en situación de extrema
pobreza se han reducido de 25% del total de hogares en el 2003 a 9,1% del
total de hogares en el 2006.
Sin embargo, estamos conscientes de que existen muchos problemas y
necesidades en la población y para avanzar mas aceleradamente en la búsqueda
de la satisfacción de las necesidades de nuestros pueblos, es necesario buscar
mecanismos de integración ecientes en los países de la América del sur, como
por ejemplo, la integración nanciera, que permitiría tener una moneda única
en el transcurso de tiempo.
Es por ello que Venezuela junto a países hermanos, ha dispuesto los
primeros incentivos para el desarrollo de los mercados de capitales regionales.
Particularmente esta política, en el caso de las compras de bonos argentinos y la
emisión del Bono del Sur, tuvo un alcance de más de 5 mil millones de dólares.
Esta experiencia permitió que Argentina obtuviera el nanciamiento necesario
para su economía y Venezuela se especializara en el mercado secundario de
bonos emergentes, ganando más de 400 millones de dólares.
La historia ha demostrado que es imposible que los países pobres
consoliden su desarrollo en el contexto de las condiciones financieras
internacionales vigentes. Por ello, urge promover la creación de una institución
para el desarrollo nanciero que tiene como objeto la integración regional
mediante la provisión de fondos para proyectos de desarrollo entre países de
Suramérica. A la fecha Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Uruguay
y Venezuela han acordado participar, mientras que otras naciones como
Colombia se encuentran evaluando la posibilidad de unirse a la iniciativa.
La creación del Banco del Sur no implica la creación de una institución
nanciera usual, sustentada en una práctica de condiciones onerosas a la
entrega de préstamos, sino de una nueva estrategia para potenciar el desarrollo
de América Latina. La nueva propuesta para la integración nanciera, podría
avanzar con el esquema “de menos a más”, como comenzó Telesur, con la
participación de dos o tres países a los cuales se podrían ir sumando otros
posteriormente.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Nelson Merentes
249
Participación democrática – Eventos electorales
Fuente: Consejo Nacional Electoral, cálculos propios.
Para concluir, es imposible no hablar del proceso político venezolano
dentro del marco nacional e internacional. Por ello quisiera referirme a nuestra
historia reciente. Entre 1958 y 2006 se han realizado 26 eventos electorales,
de los cuales 11 se han realizado en los últimos 8 años. En las elecciones del
3 de diciembre de 2006 se obtuvo la abstención más baja desde 1989 (25,03%),
visto por última vez en los años 80.
Ello indica que hay una alta motivacn de participacn política y estamos
a la víspera de un nuevo evento electoral en el cual se plantea la reforma de la
constitución del año 1999, la que fue aprobada por voluntad popular a través
de un referéndum.
Lo antes expuesto, es raticado por la conrmación en el voto, del
liderazgo del Presidente Chávez en 4 procesos electorales. Entre 1998 y 2006
la proporción de votos a favor del Presidente ha crecido en un 86,7% mientras
que los votos en contra han crecido en el orden del 42%.
La actual fase de crecimiento de la economía venezolana
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
250
Apoyo a las políticas presidenciales
Fuente: Consejo Nacional Electoral, cálculos propios.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
251
Philip Moore:
un alma antigua en
un cuerpo moderno
Agnes Jones*
P
ara entender el trabajo de Philip Moore, debemos estudiar su desarrollo
como persona desde su nacimiento en octubre 1921 en la región Central de
Corentyne en Guyana; su educación primaria se realizó en la pequeña escuela
* Burrowes School of Art.
No des tarjeta roja para los juegos de la vida (Copa del Mundo de 1998)
Acrílico sobre tela / 20
1/2
x 29 pulgadas
Philip Moore: un alma antigua en un cuerpo moderno
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
252
del pueblo, en ella fue educado y estimulado por un profesor, algo raro en la
época, a dibujar, pintar, cantar himnos y canciones patrticas y a recitar poemas
del libro de lectura de su clase; su asociación durante la adolescencia con el
movimiento Jordanita, lo introdujo al estudio de las religiones comparadas
y a las técnicas de meditación. Todas estas experiencias contribuyeron a la
formación del artista Philip Moore.
Creciendo en una comunidad en la que agricultores africanos conviven
con hombres de negocios y agricultores indios, constantemente tuvo
consciencia de su herencia africana. Saa qun era y al mismo tiempo
apreciaba la forma de vida y las preocupaciones de sus vecinos del lugar. Esto
mismo lo hizo profundizar en las pcticas y creencias religiosas africanas.
La vida en un entorno pximo a la naturaleza y a la madre tierra le insti
una cierta independencia y una libertad de espíritu raras en un habitante de
la ciudad. Su persona estaba rodeada de misticismo al explorar la losofía
y aprender por sí mismo a crear artefactos usando materiales del entorno,
inspirado por sueños.
Aunque es un orgulloso guyas y caribeño que nunca ha viajado a África,
es sinceramente africano en sus perspectivas, en su manera de vivir; el trabajo
que realiza se parece al de artistas en distintas partes del continente africano.
Espontáneamente reeja sus creencias en sus pinturas y esculturas, siguiendo
inconscientemente las tradiciones tecnológicas de sus antepasados. De hecho,
lo más fundamental en su obra es la sinceridad, su determinación de colocarse
como un hombre del Caribe y no un mero copista de la escultura y pintura
africana. La importancia de su contribución es su deseo de revelar sus ideas,
dice, como “Un espíritu nacido en un cuerpo africano en el país de Guyana y
en el Universo.Enfatiza la teoría de que el hombre es más que un cuerpo el
alma es de primera importancia y la presencia de Dios está en cada ser humano.
Para él, el hombre es “Un alma antigua en un cuerpo moderno”.
Durante una notable película en video, “Un Alma Antigua”, sobre el arte
de Philip Moore, Errol G.R. Brewster, el productor, declara:
“El aspecto principal de la obra de Philip no es la innovación tecnogica,
es una obra que evoluciona desde su experiencia espiritual personal y tiene
su valor en lo espiritual y losóco. Son producto de sus encuentros con
la misteriosa imaginería que brota de su subconsciente, sus exploraciones
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Agnes Jones
253
del potencial de las polémicas inspiradas por África, transformando
lo conocido de forma milagrosa y enriqueciendo a todos los que se deparan
con su arte”.
Como artista intuitivo y visionario cuyo trabajo se tornó conocido
alrededor de 1947; estuvo trabajando en esculturas basadas en visiones
experimentadas por él y como dice: “Desps de tener las visiones y el
entendimiento, sentí la necesidad de compartir esa alegría, hacerle saber al
mundo que el ser humano es algo más que un montón de tierra”. Y ha sido
generoso compartiendo, además de esculpir, modelar y pintar, ha escrito poesía
y canciones para iluminar su trabajo en las artes plásticas.
Gran parte de su escultura y pintura narra una historia y muestra interés
por las personas y situaciones presentes. La escultura llegó primero, basada
inicialmente en retratos, el rey Jorge VI; Autorretrato; El Pastor; Lance Gibbs
más adelante empieza a mostrar preocupación con aspectos sociales –; Juntos;
La Máscara de Diamantes: No le saques las espinas a las rosas. Muchos de sus
esculturas tempranas fueron pintadas con acrílico y laqueadas después. Desde
mediados de 1960 su interés en la pintura aumentó, dándole un mayor alcance
a su imaginación y a su individualismo.
Una pintura de Philip Moore es reconocible por sus juegos de color y
el intrincado detalle que retrata la cualidad de un tapiz. Muchas de sus obras
pueden ser consideradas como dibujos para bordado que introducen una
variedad de puntos de colores. Los temas están centrados en el folclore,
eventos importantes, personas y lugares notables, áreas de interés social, por
ejemplo: Jumbie Wedding; La reencarnación de Martin Luther King; Canje
Bridge; En Compañía en Guyana; Meditación contra el Cigarro; Huracán
Flora. Su enfoque es sincero, sus guras simples como hechas por niños, pero
no podemos describirlo como un artista “primitivo” o “naïve” ya que a lo largo
de los años ha leído extensamente, estudiado y comprendido la naturaleza
del arte. Conoce los trabajos de los maestros europeos, pero preere seguir
su propio camino. Hace sus propias leyes sobre pintura y escultura.
Durante los años 1970, Philip Moore fue invitado como artista residente,
en Estados Unidos, a universidades tan prestigiosas como Princeton y Rutgers.
Durante ese tiempo, entre 1970 y 1975, fue también Director de arte de la
Philip Moore: un alma antigua en un cuerpo moderno
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
254
Heritage Foundation en New Brunswick, New Jersey y enseñó en la Trenton
Central High School, New Jersey.
Su estaa en Norte Arica fortalec sus convicciones sobre su
arte, sirvió como estímulo a su trabajo y lo llevó a producir grandes telas
como Brooklyn Bridge; Big City Sky Seraping; Cuatro Estaciones; Sombras
Arquitectónicas. Durante esos cinco años se resistió a vender su trabajo,
queriendo que sus pinturas y esculturas quedasen en Guyana, su patria, y
queriendo informar a sus conciudadanos sobre los misterios de la vida que
le habían sido revelados. Tenía, también, el deseo enorme de establecer un
museo de la meditación. Sentía que : “Esta muestra va a inspirar pensadores,
artistas y cientícos a estudiarse mejor y a probar algunas de las técnicas que
he usado en mis logros personales para tratar y entender que la sinfonía de la
vida es siempre incompleta e inconclusa para el individuo”.
Su argumento constante es que, la colección la vendí en bloque al
Departamento de Cultura, a parte de lo que vendí y doné antes, necesita un
espacio especial para mostrarla”. Sus más de cien pinturas y esculturas forman
parte ahora de la Colección Nacional y están localizadas en Castellani House
en Georgetown. La colección Philip Moore estuvo en exhibición desde agosto
de 1995 hasta enero de 1996, repartida en dos pisos y el ático de la Galería
Nacional, pero la lucha del artista por un museo de la meditación continúa.
Entretanto, opera un museo en su propia casa en el pueblo de Lancaster,
Corentyne, pero visita regularmente Georgetown para mantener el contacto
con el arte y los artistas en la capital, esperando siempre que su pedido sea
atendido y su sueño realizado.
En años recientes ha enfatizado la necesidad del arte funcional. Para
él la cultura de museo es de cierta forma irrelevante. Al igual que los artistas
tradicionales africanos, siente que el arte debería tener un papel importante en
la decoración de edicios, vestuario, y artículos del hogar. También ha abogado
por el reciclaje de residuos y ha dedicado mucha energía a la decoración de
barriles con dibujos bien complejos, a producir candelabros de calabazas,
alambre, latas y otros materiales. Enfrenta estos trabajos con tanto brío como si
estuviera pintando o esculpiendo. Con su interés por crear artefactos, termina
siendo un excelente modelo para artistas jóvenes.
Para él el arte es un trabajo de tiempo completo, todos los días, toda
semana de cada mes. Un artista debe encontrar materiales, sean ellos,
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
Agnes Jones
255
comerciales, hechos a mano, o desechos para llevar adelante su trabajo; sus
manos siempre ocupadas.
En los últimos seis meses ha estado constantemente esculpiendo
una obra circular describiendo la situación de los minibús en Georgetown.
Pacientemente, esculpe y pinta, interpretando el dilema de la vida y del
movimiento en una ciudad jungla.
Philip Moore, padre del arte intuitivo del movimiento de un pueblo,
no ha hecho esfuerzos para seguir las tendencias del arte euro-céntrica. Está
comprometido, convencido, con su propio enfoque del arte. Sus manos
ocupadas esculpen o pintan sus ideas y sueños, primero entre ellos, el sueño
de un museo que explicaría a sus compatriotas y otros, teorías que este artista
único quiere revelar. Su contribución al arte de Guyana ha sido reconocida a
través del reconocimiento y los muchos premios que ha recibido en Guyana,
así como en Inglaterra y Estados Unidos. En 1975, su diseño del monumento
de 1763 para celebrar la rebelión de esclavos de Berbice fue aceptado; así
que procedió, a su manera reexiva y determinada, a erigir un hito que
generó mucha controversia al ser visto con ojos acostumbrados solamente a
representaciones realistas, gurativas. Con respecto a esto, Philip Moore está
en buena compañía ya que en la historia del arte muchos artistas conocidos y
reverenciados, han sido sometidos al desprecio, escarnio y hasta persecución.
La obra de Philip Moore necesita ser examinada con el entendimiento de su
compromiso con el mensaje que él se siente inspirado para impartir a sus
semejantes.
DEP
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
257
Lo más destacado de Odebrecht en 2007
en América del Sur
E
l compromiso de la Constructora Norberto Odebrecht con el desarrollo
socioeconómico de países sudamericanos se remonta al año 1979, cuando
comenzó el proceso de internacionalización de los negocios de la empresa.
Las primeras y exitosas obras en el exterior fueron la construcción de la
hidroeléctrica de Charcani V, en Perú, y la realización del desvío del río Maule
para el sistema hidroeléctrico de Colbún Machicura, en Chile. Estos primeros
contratos marcan el inicio de la interacción con otras naciones, culturas y
tecnologías; dinámicas que vendrían a apoyar el desarrollo de los equipos
de la empresa y generar resultados económicos para Brasil y países clientes.
Además, estas iniciativas lanzaron las bases para el establecimiento de relaciones
de conanza que Odebrecht mantiene hasta el presente con sus clientes de
América del Sur, así como también abrieron las puertas para la conquista de
sociedades y oportunidades de largo plazo para la empresa y sus asociados.
En 1987, Odebrecht inició sus actividades en Ecuador, con la
construcción del proyecto de irrigación Santa Elena, en la región de
Guayaquil. En 1989 construyó la hidroeléctrica de Pichi-Picún-Leufú en la
www.odebrecht.com.br
Construtora
Norberto Odebrecht
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
258
Patagonia argentina, primera obra en ese país. Durante la década de 1990,
Odebrecht inicia sus actividades en América del Norte y Asia, expande
su presencia en África y profundiza decisivamente su inserción en los
países de América Latina. En Perú desarrolla la segunda etapa del proyecto
Chavimochic, iniciado en 1990 para irrigación de áreas desérticas en el país.
En 1992, comenzó a operar en Venezuela con la construcción del Centro
Lago Mall; en Uruguay, donde se ejecutaron obras de saneamiento de
Montevideo; y en México con la ejecución de la represa de aprovechamiento
múltiple de Los Huites. En el año siguiente (1993), lleva sus servicios a
dos nuevos países desps de ganar las licitaciones para construir la nea
rrea La Loma – Santa Marta, en Colombia, y la autopista Santa Cruz de la
Sierra – Trinidad en Bolivia.
Actualmente, Odebrecht opera proyectos en cuatro continentes,
reuniendo más de 46 mil integrantes de 20 nacionalidades diferentes, cinco
religiones, y que hablan cerca de veinte lenguas. Además, en los últimos cinco
os, ha ingresado en cuatro nuevos mercados: República Dominicana,
Emiratos Árabes Unidos, Panamá y Libia. No obstante, a pesar de su proyeccn
hacia continentes de ultra-mar, América del Sur se mantiene como nuestro
mercado principal y es fuente de lazos estrechos con clientes y comunidades
que servimos. Siguiendo la macrotendencia global de crecimiento económico
y promoción del comercio internacional, la región sudamericana demanda
progresivamente una malla de infraestructura que pueda viabilizar el aumento
de produccn y mejora de transporte. La demanda por estos factores esenciales
para integrar las cadenas productivas regionales, formar economías de escala
y mejorar las condiciones de competitividad de los productos sudamericanos,
permitió que surgieran nuevas oportunidades de crecimiento para Odebrecht
durante 2007, así como trabajo y nuevas ocasiones de reiterar su papel de líder
en el sector de ingeniería civil en América del Sur.
En 2007, Odebrecht cumplió 20 años de actuación en Ecuador. Durante
este período realizamos 10 grandes proyectos en las áreas de transporte, riego,
energía y saneamiento. En junio de 2007, el gobierno ecuatoriano recibió la
Central Hidroeléctrica de San Francisco, la más reciente obra concluida por
la Odebrecht en el país. La central aprovecha la descarga de aguas generadas
por la Hidroeléctrica de Agoyán y tiene potencia instalada de 230 MW. Desde
su inauguración, las dos turbinas están produciendo 1.446 GW/ hora año, lo
que equivale a 12% de toda la energía disponible en Ecuador.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
259
San Francisco impresiona ya que está compuesta casi totalmente de
túneles, galerías y cuevas subterráneas. De esta manera, es invisible para
los que pasan por la carretera que acompaña el río Pastaza y que conduce
a la Amazonia ecuatoriana, pocos kilómetros al frente. En el auge de
los trabajos, aproximadamente mil trabajadores empleados eran de la
región. Los otros seiscientos vivían en dos alojamientos, uno cercano a las
obras y otro en la ciudad de Baños de Agua Santa donde residen cerca de
10 mil habitantes.
Actualmente, la generacn hidráulica responde por 52% de la matriz
energética ecuatoriana. Para suplir el restante de la demanda, Ecuador usa
centrales termoeléctricas, lo que inhibe una mayor diversicación de su
matriz energética. Sin embargo, aún recurriendo a estas fuentes alternativas,
el país necesita importar energía de Colombia y Perú. En este escenario, el
Proyecto Hidroeléctrico de San Francisco surge como un emprendimiento
de carácter estratégico para compensar el actual décit de energía eléctrica
en Ecuador.
Usina Hidroeléctrica de San Francisco, en Ecuador.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
260
En el año 2000, en Brasilia, 12 jefes de Estado sudamericanos rmaron
el compromiso de construir nueve ejes de integración continentales, un
proyecto que se conoce como IIRSA (Iniciativa para la Integración de la
Infraestructura Regional Sudamericana). Cuatro de esos nueve ejes cruzan
el territorio peruano. Odebrecht participa en uno de ellos intensamente:
construye el Corredor Sur (conocido como IIRSA Sur), con 2.603 kms,
conectando Urcos a apari, y el Multimodal Amazonas Norte (IIRSA
Norte), formado por una carretera de 955 kms que une el puerto de Paita,
en la costa peruana, al puerto uvial de Yurimaguas, en la región amazónica
peruana, integrándose a las vías uviales que llegan a Iquitos y Manaus.
En Perú, a lo largo de julio se le entregó a la población algunos trechos
de obras viales en curso. En el Corredor Interoceánico Sur obra que
benecia a diez departamentos peruanos (30% del territorio del país) y
6 millones de personas (20 % de la población) Odebrecht entre parte
de la primera etapa del trecho 2, que incluyó la pavimentación de 40 kms
de carretera y la construccn de 42 puentes, entre otros servicios, en los
distritos de Ccatca y Ocongate, en Cuzco. Entregó también la primera
etapa del trecho 3, en el trayecto Puente Inambari-Iñapari, que comprende
la pavimentación de 60 kms de camino, 162 m de puentes y muros de
contención, entre otras obras. En el Corredor Vial Norte, fueron concluidos
los trechos 1, que hace el trayecto Yurimaguas Tarapoto, y el 5y 6, trayecto
Paita-Piura-Olmos.
Las obras de ejecución también beneciaron a la sociedad en el ámbito
socio-ambiental. El equipo del Corredor Vial Interoceánico Sur implemen
el proyecto Estrategia Integral de Acción y Contribución Socio Ambiental y estructuró
dos planos de acción para el período de ejecución de las obras (2006-2010).
1) Plan de manejo de Asuntos Sociales, integrado por los programas “Relaciones
Comunitarias”; “Contratación de Mano de Obra Local”; “Negociacn de
Terrenos” ; e “Incentivo a la Producción Local”. 2) Plano de Responsabilidad
Social, integrado por el “Programa de Formacn en Hotelea y Turismoy
“Programa Itinerante de apoyo a la Salud y Educación”. Entre los resultados,
se destacan el programa itinerante que benec 11.500 personas, más de
60% del efectivo total del contrato proveniente de la mano de obra local
y emisión de documentos de identidad para más de cuatro mil nos y
jóvenes, entre otros.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
261
Obras en ejecución en la Iirsa SUL, Trecho 2, en Perú.
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262
Además de otras realizaciones, la Odebrecht mantiene en marcha las
obras del Proyecto Olmos de riego y generación de energía a través de la
construcción de un sistema de transvase de aguas por el túnel Trasandino y
de la represa de Limón. Además, está la Planta de GLP de Pampa Melchorita
y el sistema de agua potable de Iquitos. Actualmente, Odebrecht es la mayor
exportadora brasileña de servicios de ingeniería para Perú donde actúa hace
casi 30 años y ya desarrolló más de 50 proyectos.
En Argentina, Odebrecht inició recientemente la construcción de las
obras de ampliación del Sistema Argentino de Transporte de Gas. Se trata
de dos nuevos contratos que incluyen la construcción de loops, o sea, nuevos
trechos de gasoductos paralelos a unos ya existentes. En el gasoducto de
Cammesa, serán ejecutados 979 kms de gasoductos y 12 plantas de compresión.
Ya el proyecto de gasoducto Albanesi tendrá 648 kms de extensión y tres
plantas de compresión. Los dos gasoductos cortarán el país desde el extremo
sur a norte y, cuando terminados, aumentarán la capacidad de transporte del
sistema argentino de gas en 15 millones de metros cúbicos/día.
En Venezuela, donde Odebrecht completa 15 años de actuación, en el
año 2007, se destacó la construcción del tercer puente sobre el río Orinoco.
Con 4,8 kms de extensión, torres que alcanzarán 137 m de altura y una vía
férrea dentro del mismo, el puente unirá los municipios de Caicara del Orinoco,
en el Estado de Bolívar, y Cabruta, en el Estado de Guaricó. La obra fue
iniciada en 2007 e incluirá dos viaductos, uno al norte de 3,5 kms y otro al sur
de 2,5 kms de extensión.
Igualmente importante fue la conquista del proyecto de construcción
de la Hidroeléctrica de Manuel Piar (Tocoma), la primera obra en el sector de
energía que la Odebrecht realiza en el país. La obra iniciada también en 2007
se sitúa en Tocoma (a 15 km de la Hidroeléctrica Simón Bolívar), en Guayana,
último punto de aprovechamiento del Complejo Hidroeléctrico de Bajo Caroní,
el segundo mayor río de Venezuela. Cuando esté nalizada, la hidroeléctrica
de Tocoma tendrá capacidad instalada de 2.160 MW.
También relevante fue el inicio de la construcción de la Línea 5 del Metro
de Caracas, que tiene una extensión prevista de 7,5 kms y seis nuevas estaciones
que deben conectarse a otras dos ya existentes. La obra posibilitará la atención
a 227 mil a 300 mil pasajeros por día y hace parte del conjunto de obras en
el sector de transportes de Venezuela que se iniciaron con la construcción de
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
263
la Línea 4 del metro de Caracas en 1998, y la construcción de la Línea 3 (que
está en marcha y tendrá 5,9 kms, 4 estaciones y servirá a 240 mil pasajeros al
día). Además de estas obras, se inició también en 2007, la extensión del Metro
de Los Teques, con la construcción de una nueva línea de 12,1 kms y seis
estaciones en el municipio de la región metropolitana de Caracas.
En Bolivia, Odebrecht construye la carretera El Carmen- Arroyo
Concepción, obra de 102 kms de extensión y que conforma el trecho 5 de la
carretera que unirá Santa Cruz de la Sierra y Puerto Suárez. En las obras, se
emplean 900 personas, de las cuales 95% son miembros de la comunidad local.
La ruta nalizará la conexión entre Bolivia y Brasil. El trecho 5, contratado
por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y nanciada por la
Corporación Andina de Fomento (CAF) por el valor de US$ 75 millones, forma
parte del Corredor Bioceánico que conectará por tierra puertos brasileños,
Obras de la Carretera El Cármen – Arroyo Concepción, Corredor Bioceánico, en Bolivia.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
264
como el de Santos, a la costa de Perú y Chile, lo que facilitará y hará más
ecomico el transporte entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina.
Además, la construcción conlleva una signicativa mejora en las condiciones
de transporte entre la frontera de Brasil y la provincia de Santa Cruz, recorrido
que exige actualmente por lo menos 20 horas de viaje en tren, automóvil, o
bus, pero que pasará a ser de ocho horas de locomoción cuando la carretera
esté construida a mediados de 2008.
La actividad de Odebrecht en Bolivia se extiende también a las
comunidades vecinas de sus obras. Es el caso del pueblo de Yacuces, que
recibió iluminación y reformas en la plaza principal, además de una Campaña
de Asistencia Médica Social que incluye consultas médicas sin costo. En total,
la Odebrecht atendió en acciones de carácter social más de 3 mil bolivianos.
Son acciones que van desde la retirada de toneladas de desechos de terrenos
baldíos hasta atención médica, cuando lo solicita la comunidad.
Lo anteriormente destacado sirve para ilustrar la relevancia que América
del Sur tiene para Odebrecht y como servicios de ingeniería en infraestructura
contribuyen tanto para el desarrollo de países sudamericanos como para
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de nuestro continente. Desde que
empesu internacionalización, Odebrecht realizó más de 700 obras en cuatro
continentes en que actúa y América del Sur contribusignicativamente para
estas conquistas.
Actualmente, más de 65% de las utilidades brutas anuales de Odebrecht
provienen de obras fuera de Brasil, mientras que en 1985 las obras en el exterior
representaban no más de 30% de los contratos en la cartera de la empresa.
A nes de 2006, el número de integrantes de la empresa en el exterior superó
por primera vez el total de los empleados en Brasil: hoy, la Odebrecht tiene más
de 26 mil integrantes en tierras extranjeras y casi 20 mil en el país. Estos datos,
sumados a las conquistas y realizaciones mencionadas, muestran que el o 2007
representó otra etapa importante del actual proceso de internacionalización
de la empresa, una dinámica que nos permite disponer de mayores subsidios
para el desarrollo integrado de las naciones sudamericanas y nos incentiva a
servir siempre mejor a las comunidades en las que estamos insertos.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
265
www.agsa.com.br
Grupo
Andrade Gutierrez
América del Sur: el desafío de la infraestructura
E
n materia de política externa, el discurso del actual gobierno brasileño
da alta prioridad a América del Sur cuya integración es vista como un proyecto
político, más allá de la mera noción de asociación económica de los países de la
región. Este énfasis en nuestra vecindad geográca ciertamente no implica un
abandono del viejo ideal de solidaridad latinoamericana pero parece darle una
orientación más pragmática, en el sentido de delimitar mejor las posibilidades
en cada área.
Esta situación se maniesta más claramente al observar nuestra práctica
internacional desde el comienzo del actual gobierno que por la simple lectura
de las manifestaciones públicas de nuestras más altas autoridades durante la
campaña electoral de 2002 o justo al comienzo de la actual gestión. También,
existe un claro interés en un desarrollo de relaciones más estrechas con México
e incluso con países de América Central y del Caribe, además de una creciente
presencia de empresas brasileñas en el área. Aparentemente, por razones de
factibilidad, el gran proyecto político integracionista se limita, no obstante,
a América del Sur, ya que no sería realista extenderlo a países directamente
vinculados a Estados Unidos por lazos jurídicos de contenido económico.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
266
Sin embargo, esto no signica que no estemos desarrollando o pretendamos
desarrollar en y con estos países, una fuerte presencia brasileña.
En cierto sentido, se podría decir que en su discurso básico, el gobierno
Lula retomó, aparentemente todavía con más énfasis, parte de la visn
regional del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, a cuya iniciativa se
debe la realización de la primera cumbre de los países de América del Sur. En
ese momento, en un artículo publicado en Carta Internacional
1
, su Ministro de
Relaciones Exteriores, Luiz Felipe Lampreia, dejó claro que hubo una decisión
de no incluir países “vinculados de forma más próxima y directa a América
del Norte, en particular a Estados Unidos”, en una reunión cuyo objetivo
era un “proyecto pragmático de organización del espacio suramericano”.
A pesar de eventuales diferencias de medios y estilos, hay, pues, una cierta
continuidad en el sentido del establecimiento, en el continente, de un nuevo
regionalismo, el ‘suramericanismo’, distinto tanto de la noción monroista
de panamericanismo cuanto del ‘latinoamericanismo’ tradicional de remota
inspiración bolivariana. Este nuevo regionalismo deniría mejor los tipos de
actuación adecuados a cada región pero no excluiría, más bien reforzaría, los
lazos con otros países de América.
De esta manera, la orientación actual trataría de, sin choques o conictos
con la ‘hiperpotencia’ septentrional, superar el panamericanismo absorbente,
que tendería, por la dinámica de las fuerzas en acción, a llevar de manera más
o menos formal todos los países del continente a la órbita de Washington.
Por otro lado, según nuestro actual Ministro de Relaciones Exteriores Celso
Amorim, habría la intención de desarrollar con Estados Unidos una relación
madura, de carácter más estratégica, en la cual nuestro país sería considerado
como “socio indispensable para la estabilidad de América del Sur e incluso de
África”. Se trata, por consiguiente, de asegurar nuestra posición geopolítica
en América del Sur, al mismo tiempo que se daría un salto cualitativo en las
relaciones con Estados Unidos. También se evitaría una situación de manejo
delicado al dejar una especie de indenición constructiva a la forma de relación
concreta con aquella área ya de facto particularmente vinculada a Estados Unidos.
Simplicando, se puede decir que nuestra visión geopolítica de continente está
escalonada en círculos concéntricos: en el primero, está América del Sur, que
1 “Cúpula da América do Sul”, Carta Internacional, no. 87, año VIII, mayo de 2000.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
267
deseamos ver integrada en una estrecha comunidad de Estados Democráticos;
un poco más distante en términos de la denición anterior sobre nuestra
acción futura, se situarían México, América Central y el Caribe, dónde nuestra
capacidad de acción diplomática sería menos signicativa, incluso debido a
los fuertes vínculos de esa área con Estados Unidos; nalmente, los Estados
Unidos y Canadá, con quienes nuestras relaciones tendrían un cacter
claramente distinto al de las dos regiones anteriores.
En consecuencia, en vez de las opciones más amplias y algo difusas
del panamericanismo y del ‘latinoamericanismo’, que efectivamente poco
prosperaron en el pasado, Brasil se propone hoy, en su política regional, dar
énfasis a la integracn de América del Sur a partir de un proyecto de integración
ya existente, el Mercosur, a pesar de sus conocidos problemas y limitaciones.
Para esto, sería necesario fortalecer lo que existe, permitiéndole así tornarse el
núcleo de un futuro bloque integrado subcontinental. El objetivo nal es, por
Usina binacional de Itaipu (Brasil – Paraguay)
Foto: Archivo Andrade Gutierrez
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
268
lo tanto, la integración de América Latina como un todo, siendo el Mercosur
una primera etapa – o un instrumento necesario – para alcanzar esta meta.
Se trata de un proyecto altamente positivo, tanto para Brasil como para el
resto de América del Sur, ya que la cooperación sistemática y amplia entre todos
los países de nuestro subcontinente vistos en conjunto posibilitará la utilización
de sinergias potenciales, dormidas o olvidadas hasta hoy. Y este carácter
positivo no se debe solamente al aumento de proyección política externa de
los países involucrados en este emprendimiento, pero, en sentido más estricto
y concreto, a áreas como la defensa del medio ambiente y el desarrollo de
una infraestructura regional, indispensables al desarrollo económico pleno y
sustentable del área. Queda saber si este esquema es viable, o más exactamente,
dentro de que horizonte temporal sería asequible.
Por la propia esencia del proyecto, la primera etapa para su concretización
sería el fortalecimiento de la estructura creada por el Tratado de Asunción, ya
que la piedra angular del proyecto suramericano de Brasilia sería un Mercosur
que mereciera su ambicioso título de Mercado Común del Sur. Como gran parte
de esta etapa se resumiría en el cumplimiento de compromisos ya asumidos
en aquel instrumento internacional, hay dos preguntas que se imponen de
inmediato. La primera es por qué pasados cerca de diecisiete años de la rma del
referido tratado, tan pocos de estos compromisos se cumplieron efectivamente.
La segunda es si habría hoy posibilidades de, en un plazo razonable, establecer
un mercado común y un marco institucional adecuado para su funcionamiento.
En otras palabras, si los cuatro signatarios del Tratado de Asunción consideran
que pueden realizar hoy lo que se comprometieron a hacer en 1991 pero no
pudieron concretar hasta ahora.
En términos económicos, demográcos y territoriales, Brasil y Argentina
representan cerca del 95% del Mercosur. Desde este punto de vista, los dos
países son prácticamente el Mercosur. El progreso del conjunto pasa, pues,
necesariamente por un entendimiento político profundo y estable entre los
dos grandes socios sobre lo que ambos solidariamente consideran que este
agrupamiento político-económico debe representar, en el continente y en el
mundo, para los países que lo integran. Mientras cualquiera de los dos o
ambos- perciban el Tratado de Asunción como un mero acuerdo comercial o
sólo como parte de su política subregional; mientras Brasilia y Buenos Aires
no tengan una percepción común o por lo menos percepciones convergentes
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
269
sobre la forma en que una genuina integración de los países del Mercosur (y a
más largo plazo de toda América del Sur) afectará positivamente la proyección
internacional y el desarrollo sustentable de cada uno de los dos países, y que,
consecuentemente, se impone una actuación despierta y solidaria de ambos
en el área externa; mientras esa situación prevalezca, será imposible llegar a
efectivos compromisos políticos y a transformaciones institucionales capaces
de hacer del Mercosur algo más que una ‘Mini-Aladi’. Peor aún, existe el riesgo
de que como aparentemente ya viene ocurriendo su relevancia para los
Estados Parte disminuya en vez de aumentar.
En consecuencia, una convergencia de percepciones políticas entre Brasil
y Argentina es esencial para el avance del Mercosur pero no basta. El progreso
de un agrupamiento político-económico exige un grado de equidad en su
funcionamiento que garantice el deseo de los socios menores de contribuir
para el avance del conjunto. Sin embargo, hoy, ni paraguayos, ni uruguayos
parecen creer que el proceso de integración en el que participan asegura la
referida equidad o que el marco institucional del Mercosur, tal como existe,
sea capaz de corregir las injusticias observadas o de dirimir adecuadamente
las divergencias entre los Estados que lo integran. En el caso de Paraguay, es
ilustrativo que la señora Bianca Ovelar, candidata a la presidencia de su país en
las elecciones de abril próximo, se haya referido recientemente, en entrevista
a un diario brasileño
2
, al sentimiento dominante en su país de repudio “a
la histórica unilateralidad de Brasil cuando se trata de asuntos bilaterales”.
Aunque señaló que ese sentimiento “cambió de forma expresiva durante el
gobierno del Presidente Lula”, explicitó que “todavía tenemos que avanzar
mucho para tener una relación plenamente justa”. No interesa aquí analizar si
estas acusaciones se justican o no. Lo que se pretende subrayar es que si no
existiese en la opinión pública del país vecino una signicativa percepción de
injusticia, fundada o no, semejantes armaciones no las haría una candidata
a la presidencia de Paraguay. Con respecto a Uruguay, son notorios su interés
en concluir un acuerdo bilateral de comercio con Estados Unidos lo que
probablemente tendría incidencias negativas sobre el sistema oriundo del
Tratado de Asunción y su insatisfacción con el Mercosur tal como es hoy
en día. Paralelamente, el conicto con Argentina acerca de la construcción de
2 O Globo, 10 de febrero de 2008, p. 37.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
270
una fábrica de celulosa en territorio uruguayo, aunque cerca de la frontera con
el país vecino, muestra la falta de reglamentación adecuada en un área clave
como la protección del medio ambiente y la inecacia de las instituciones del
mercado común para dirimir controversias sobre cuestiones relevantes para
la integración regional.
Tales divergencias y frustraciones son comunes en todos los esquemas
de integración en los que hay grandes asimetrías materiales entre los Estados
Miembros. Resolverlas, de manera que se eviten que percepciones de injusticia,
fundadas o no, vengan a minar la estabilidad de la integración deseada, es
indispensable. El Mercosur no puede huir de esa regla.
Hay que señalar, que hasta ahora estuvimos tratando esencialmente de
problemas relacionados directamente al Mercosur, aunque ya dejamos claro
que es apenas la etapa inicial en el largo camino para el objetivo último que
es la integración de América del Sur. Los problemas mencionados a título
de ejemplo hasta aquí tenderán a multiplicarse a medida que se amplíe el
ámbito de integración, si bien con las especicaciones inherentes a cada
situación nacional.
En un área de integración amplia y caracterizada por grandes asimetrías
internas, como es el caso de América del Sur, se colocan inevitablemente
dos tipos de problemas. El primero es la necesidad de un cierto grado de
armonización de posiciones y percepciones de los socios mayores en lo que
respecta a las líneas maestras y a los objetivos centrales de integración. Tal
armonización es indispensable para que las divergencias inevitables en el
curso de las deliberaciones en los órganos decisorios comunitarios puedan
mantenerse en niveles manejables, de manera que los principales protagonistas
tengan posibilidades de actuar de forma convergente, promoviendo el avance
de un proyecto común. El ejemplo clásico es el de cooperación franco-
alemana en la construcción de la Europa actual, que permitió pasar de un
pasado de conictos sangrientos a la edicación de la Unión Europea. El
segundo es el establecimiento de un sistema cuyo funcionamiento asegure un
mínimo de equidad estructural en la distribución, entre sus integrantes, de los
benecios de la integración, de modo que hasta los socios menores sientan
que las concesiones puntuales necesarias son ampliamente compensadas
por las ventajas resultantes del avance del proyecto común. De nuevo, la
construcción de la Unión Europea es un ejemplo relevante, ya que fue
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
271
necesario crear mecanismos capaces de promover la prosperidad de regiones
menos favorecidas, sin perjuicio de la integración económico-comercial. Esos
mecanismos posibilitaron la integración de algunas de las economías más
avanzadas del mundo con otras relativamente pobres en el momento de sus
respectivas adhesiones y así, contribuyeron mucho para viabilizar la expansión
de una Europa de Seis (los signatarios del Tratado de Roma) para los veintisiete
que integran hoy la Unión Europea.
Evidentemente, situaciones mencionadas anteriormente como ejemplo
y que ilustran con relación al Mercosur, los dos tipos de dicultad indicados
en el párrafo anterior tenderán a multiplicarse y a acentuarse a medida que se
extienda el proceso de integración a toda América del Sur. Esto ya es maniesto
en los países apenas asociados o en proceso de adhesión al Mercosur. Sin
profundizar el análisis ni mucho menos entrar en el mérito de las respectivas
posiciones, es fácil notar que la orientación de la política externa y el activismo
del gobierno venezolano, por ejemplo, divergen sustancialmente de la posición
de algunos países de la región, al mismo tiempo que se aproximan de la de
otros o la inuencian. Sin embargo, esto no nos puede impedir el tener presente
que Venezuela es una pieza clave en cualquier esquema general de integración
de América del Sur. Por otro lado, es igualmente válido apuntar que ya en la
eventual negociación de una adhesn plena, un país como Bolivia, hoy asociado
al Mercosur, tendría buenos argumentos para exigir dispositivos capaces de
compensar algunas de sus actuales desventajas económicas.
El problema es particularmente complejo porque cada situación
nacional, aunque se encuadre en las categorías generales ya mencionadas,
tiene peculiaridades que tornan extremadamente difícil una solución
satisfactoria en el marco de fórmulas generales aplicables a todos los Estados
Miembros. De tal manera, puede ser relativamente simple formular principios
generales de equidad o de compensación para situaciones de obvia asimetría,
no obstante, es mucho más arduo pasar para fórmulas operacionales capaces
de compensar fallas de equidad reales o no. De ahí la extrema dicultad de
hacer operativo un instrumento tan amplio como el Tratado de Asunción
dando cumplimiento efectivo a los compromisos y buenas intenciones
contenidos en él y, todavía más, hacer lo mismo con algún hipotético
instrumento semejante que abarque toda América del Sur – si y cuando sea
posible concluir uno.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
272
En suma, tenemos una meta de política regional válida, cuya
consecución podría aumentar grandemente la proyección internacional de
los países involucrados, así como contribuir para encaminar la solución de
problemas comunes de la región y que teóricamente es aceptada por todos
los participantes potenciales ningún país suramericano es declaradamente
contrario a la integración de nuestro subcontinente. El gran problema es que
distintos países tienen, es comprensible, percepciones diferentes de lo que
dicha integración debería ser en la práctica. Conciliar tales divergencias hasta
el punto de posibilitar el establecimiento de un sistema de integración que,
al mismo tiempo, sea aceptable para todos los países de la región y vaya más
allá de una lista de buenas intenciones y de compromisos mantenidos sólo en
el papel, es sin embargo, algo que probablemente se conseguirá sólo a muy
largo plazo. Y, tomando prestada la conocida frase de Keynes, a largo plazo
estaremos todos muertos…
¿Qué hacer? ¿Abandonar un proyecto político meritorio sólo porque
no puede ser realizado en un futuro previsible? ¿Tratar de llevar adelante
la negociación prematura de algún gran esquema integracionista que puede
terminar por desacreditar un objetivo deseable? ¿O partir para proyectos menos
amplios y por eso mismo más asequibles que sin embargo puedan contribuir
concretamente para una aproximación efectiva entre países de América del
Sur y consecuentemente, de forma directa o indirecta, para el objetivo último
de la integración regional?
Teóricamente, cualquier proyecto que involucre más de un país
suramericano en la consecución de un objetivo de común interés contribuye
para desarrollar hábitos de cooperación entre ellos, y, por lo tanto, aunque
de manera modesta e indirecta, facilitará un esfuerzo mayor en el sentido de
la integración regional. No obstante, es evidente que hay áreas que deberán
ser contempladas en cualquier esquema integracionista y en las cuales, por
consiguiente, tales acciones transnacionales de ámbito limitado tendrán una
incidencia más directa sobre la meta nal. De tal manera, arreglos tendientes
a facilitar el comercio entre países vecinos, entendimientos binacionales o
plurinacionales relativos a la protección del medio ambiente o proyectos
relacionados con la infraestructura regional y hasta nacional que involucren
entidades de más de un país caerían en esa categoría. En este contexto, es la
última categoría la infraestructura regional que parece ser la más relevante,
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
273
en la medida en que es esencial para la integración física de los países de América
del Sur, sin la cual la deseada integración político-económica será poco más
que una expresión retórica. Abundando en lo obvio, sin carreteras, ferrovías
y vías navegables ecientes, así como una red adecuada de comunicaciones, el
mejor concebido de los tratados de integración valdrá poco más que el papel
en el que fue escrito. Así, la diplomacia y la ingeniería civil tendrán que darse
las manos si queremos convertir en realidad el objetivo mayor de la integración
suramericana.
Brasil se encuentra en situación particularmente favorable para desarrollar
estas acciones. La mayor y más desarrollada economía de América del Sur, con
una población de 180 millones de habitantes, es un mercado particularmente
atractivo para países vecinos. Puede, por consiguiente, con más probabilidad
de éxito que la mayoría, promover arreglos geográcamente limitados que
aunque no tengan la amplitud sustantiva de un esquema de integración, tomen
en cuenta eventuales asimetrías y contribuyan para el desarrollo sustentable
propio y de sus socios.
Al mismo tiempo, la extensión territorial de nuestro país – que lo hace
limítrofe con casi todos los países de América Latina, con excepción de apenas
dos y lo adelantado de nuestra ingeniería civil, tornan particularmente
importante para nosotros el desarrollo de una red regional de transporte y
comunicaciones y nos habilitan para contribuir de forma destacada en su
construcción. Hay que recordar, a título ilustrativo, que en una lista de las
cincuenta mayores empresas del mundo de construcción civil, las únicas
latinoamericanas son brasileñas. Esto explica la fuerte presencia de empresas
brasileñas como Andrade Gutierrez y otras, de gran porte en su sector, en
considerable mero de países suramericanos, como Argentina, Ecuador,
Perú y Venezuela. En último análisis, la participación de la iniciativa privada
brasileña en la realización de grandes proyectos de infraestructura de interés
para nuestros vecinos, crea bitos de cooperación entre los países y contribuye
para la integración física de América del Sur, algo indispensable para la
concretización del objetivo unánime de una integración político-económica.
La importancia que los gobiernos del subcontinente le atribuyen al
desarrollo de una infraestructura regional adecuada, es bien ilustrada y
corroborada por el lanzamiento y aprobación generalizada de la iniciativa
para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (Iirsa), hace
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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unos ocho años. Surgida en la primera cumbre de países de América del Sur,
realizada en Brasilia, en agosto de 2000, la Iirsa es un foro de diálogo entre las
autoridades responsables por la infraestructura de transportes, comunicaciones
y energía en los doce países suramericanos. Su objetivo es desarrollar esta
infraestructura dentro de un enfoque regional, para favorecer la integración
física de los países que participan en ella y promover un patrón de desarrollo
territorial equitativo y sustentable. El órgano central de la Iirsa es el Comité
de Dirección Ejecutiva (CDE), integrado por representantes de alto nivel de
todos los países participantes, pertenecientes a aquellas entidades nacionales
que cada gobierno juzgue competentes en la materia. Abajo de éste, el Comité
de Coordinación Técnica (CCT) está compuesto por representantes no sólo de
los gobiernos sino que también de tres entidades nancieras internacionales
directamente relacionadas a la iniciativa BID, CAF, y Fonplata. La Iirsa
elabo una Agenda de Implementacn Consensuada 2005-2010”, que
comprende un primer conjunto de treinta y un proyectos, sobre todo en el
área de transportes, ya acordados por los gobiernos participantes.
Rodovía Interoceánica (Iirsa)
Foto: Archivo Andrade Gutierrez
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
275
Tal vez sea todavía temprano para analizar la contribución efectiva
de la Iirsa para el desarrollo de la integración física de América del Sur, ya
que obras de infraestructura son lentas por su propia naturaleza. El trabajo
hecho hasta ahora incluyo tanto el esfuerzo de coordinación plurinacional
como las obras concretas de grandes empresas de ingeniería como Andrade
Gutierrez – parece ilustrar y corroborar la sugerencia central de este artículo,
que es la conveniencia de concentrar esfuerzos en proyectos sustantivos y/o
geográcamente limitados pero que representan una contribución signicativa
para cualquier esquema de integración más amplio. No se trata evidentemente
de abandonar la idea más ambiciosa de integración político-económica de
países suramericanos, sino simplemente de sacar conclusiones prácticas de
hechos que parecen indiscutibles.
La primera es que, aunque deseable, aquel proyecto grandioso de
integración de toda América del Sur suscita, por su envergadura, dicultades
mucho mayores y en consecuencia su realización demanda mucho más tiempo.
En este interregno, iniciativas competidoras o conictivas ciertamente surgian,
tornando todavía s problemática la realización del gran proyecto continental.
En cierto sentido, fue lo que ocurrió con el lanzamiento de la Iniciativa para las
Américas, del Presidente Bush (padre), que terminó resultando en la propuesta
bastante más concreta del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Como mínimo, este proceso distrajo la atención de los países latinoamericanos
de la idea de una posible integración entre ellos con el espejismo de la apertura
irrestricta del inmenso mercado de Estados Unidos. En el caso de América del
Sur, hizo más que eso, seduciendo países integrantes de un sistema subregional
existente o asociados a éste, con la perspectiva de acuerdos bilaterales con
Washington, considerados más atractivos que la integración con mercados
mucho más modestos de nuestro subcontinente.
La segunda es que podemos contribuir para el éxito del proyecto nal
avanzando en áreas menos controvertidas, con proyectos cuya realización,
aunque requiriendo tiempo y esfuerzo, como en el ejemplo citado de la
construcción de una infraestructura regional, deberán, en muchos casos,
llevarse a cabo en cualquier hipótesis, antes o después de la formalización
política de la integración subcontinental.
En suma, lo que aquí se deende es mantener vivo el objetivo de la
integración suramericana, aunque de forma realista, dando prioridad a aquellas
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
276
áreas en las que tenemos una ventaja competitiva y que sean más relevantes
para el objetivo nal, como es el caso de la construcción de una red regional
de transporte y comunicaciones y aquellas en las que las dimensiones y el
desarrollo relativo de nuestra economía nos concedan una posición natural
de especial preeminencia en América del Sur.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
277
Embraer Empresa Brasileira
de Aeronáutica S.A.
La internacionalización de la Embraer
I
ntroducción
La Industria Aeroespacial, de la que la Industria Aeronáutica constituye
su apartado más expresivo, reúne una combinación de características altamente
demandantes, que la hacen especial y diferenciada.
Pocas industrias en el mundo aglutinan una combinación de desafíos
tan formidables como la industria aeronáutica: del empleo simultáneo de
múltiples tecnologías de vanguardia, pasando por la mano de obra de elevada
calicación, por las exigencias de una industria global por denición, a la
exibilidad necesaria para reaccionar a los abruptos cambios en el escenario
y los grandes volúmenes de capital exigidos en su operación.
Como fruto de la experiencia acumulada a lo largo de más tres décadas
de actuacn en este mercado competitivo, agresivo y sosticado, en la
Embraer solemos armar que el negocio aeronáutico se fundamenta en
cinco grandes pilares, que tienen como base única la satisfacción de nuestros
www.embraer.com.br
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
278
clientes, fuente generadora de los resultados que permitirán el retorno de las
inversiones a nuestros accionistas y la continuidad de la Empresa a lo largo
de los tiempos:
Tecnologías avanzadas: debido a los requisitos operacionales muy
exigentes en lo que se reere a la seguridad, a variaciones ambientales
extremas y a las restricciones de peso y volumen, la industria aeronáutica
emplea una multiplicidad de tecnologías de punta y reconocidamente
constituye un laboratorio para su consolidación, antes de que sean
pasadas a otros segmentos y actividades productivas. Tecnoloas
complejas y sosticadas están presentes no solamente en el producto,
sino también en los métodos y procesos de desarrollo y fabricación,
siendo necesaria todavía la utilización de las mejores prácticas
disponibles en lo que concierne a la gestión nanciera y de personas.
Fuerza de trabajo de elevada calicación: para que se pueda hacer uso
eciente y productivo compatible de estas tecnologías avanzadas, es
fundamental que personas capacitadas estean disponibles, en todos
los sectores de la actividad industrial: en el proyecto apoyado con
ordenadores, en la relación con suministradores y clientes basados
en los cinco continentes, en la manufactura que tiene como base
máquinas de control numérico sosticadas, y en la construcción de
elaboradas soluciones nancieras con instituciones internacionales.
Flexibilidad: abruptos cambios de escenario afectando la economía y el
orden geopolítico a escala mundial, de los cuales el ejemplo s reciente
viene de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, han
causado impacto sobre la industria de transporte reo y, por extensión,
sobre los fabricantes de aeronaves. La exibilidad para adaptarse a estos
cambios, con mínima perdida de ecacia y de costes, constituye una
característica crucial para asegurar su supervivencia y preservación.
Intensidad de Capital: grandes inversiones se requieren para el desarrollo
de nuevos productos y mejoras de calidad y productividad, aliadas a los
largos ciclos de desarrollo y madurez, hacen de la intensidad de capital
otra característica determinante de este negocio. Apenas para dar un
ejemplo, el desarrollo de la nueva familia de aeronaves comerciales
EMBRAER 170/190 necesi inversiones del número de mil millones
de lares de Estados Unidos y el nuevo avión Airbus A350 necesitará
nada menos que quince mil millones de los mismos dólares.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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Industria global: los bajos vomenes de producción y los costes
elevados hacen con que la industria aeronáutica sea exportadora y
global por naturaleza, tanto en lo que se reere a su base de clientes
como a la de sus suministradores o de las instituciones nancieras
e inversores que la apoyan. La misma aeronave EMBRAER 170
que opera bajo los colores de la empresa nlandesa Finnair en
el riguroso invierno escandinavo debe igualmente soportar las
condiciones de elevada humedad y temperatura del sur de los Estados
Unidos, operando bajo los colores de la United Express. En ambas
circunstancias, la Embraer debe hacerse permanentemente presente
junto a sus clientes, proveyendo apoyo técnico local y acceso inmediato
a piezas y componentes, demostrando compromiso con el éxito de
sus negocios y objetivando, siempre, la satisfaccn plena que asegura
nuevas encomiendas en el futuro. Al mismo tiempo, tiene que vivir los
diversos ambientes en que opera para percibir tendencias y cambios
en los escenarios, positivos o adversos, para así tener la capacidad de
reaccionar con rapidez.
Legacy 600
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
280
Todas esas características hacen de la industria aeronáutica un negocio,
al mismo tiempo, fascinante y de elevado riesgo. El fracaso de un nuevo
producto puede implicar la inviabilidad y consecuentemente la salida del
mercado de la empresa que lo desarrol. La desaparición de empresas
tradicionales, como la holandesa Fokker, y la salida de la sueca Saab del
mercado aeroutico civil, entre otras, constituyen un duro testimonio de
esa realidad.
En relación con los grandes riesgos involucrados, desarrollar una
industria aeronáutica autóctona, fuerte y autónoma, ha formado parte de la
agenda estragica de muchas naciones, que a lo largo de los años invierten
pesadamente en su implantación, apoyándola de forma recurrente por medio
de varios expedientes: rmando grandes contratos de sistemas y productos
de Defensa, nanciando programas de desarrollo de nuevas aeronaves en
condiciones favorables y propiciando incentivos scales de toda clase.
La internacionalización de la Embraer
Consciente de que la conquista de nuevos mercados, fundamentales para el
crecimiento y consolidación de la empresa, solamente se dará de forma efectiva
si a su presencia física acompañan en esos mercados unidades industriales o
de prestación de servicios de posventa y apoyo al cliente, la Embraer adoptó,
a partir de su privatización, en 1994, la progresiva internacionalización de sus
operaciones como un objetivo estratégico a perseguir.
Lejos de signicar con ello la rdida de su identidad brasileña la separación
de sus orígenes, la internacionalizacn de la Embraer asegura nuevos
negocios, el fortalecimiento de nuestra marca y la creación de más empleos de
alta calicación en Brasil, en proporciones siempre superiores a los empleos
generados en sus subsidiarias y controladas localizadas fuera del país.
A partir del año de 1997, ya en franca recuperación después del
lanzamiento en el mercado de la aeronave a reacción regional ERJ 145, la
Embraer dio inicio a su estrategia de internacionalización por medio de una
mezcla de acciones que envolvieron: 1) la expansión o implantación de ocinas
de ventas, de márquetin y centros de distribución de piezas de reposición; 2)
realización de “joint ventures” y; 3) adquisición de empresas especializadas en
servicios aeronáuticos tradicionales y de reputación en el mercado.
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Estados Unidos y Europa: presencias consolidadas
En territorio norteamericano y europeo la Embraer se encuentra
presente desde hace mucho tiempo: desde 1978 y 1983, respectivamente, por
medio de ocinas de ventas y márquetin y unidades de apoyo al cliente (piezas
y servicios).
Ambas unidades tuvieron y tienen un papel vital en la expansión de sus
negocios en los dos principales mercados de Aviación Comercial en todo el
mundo, donde vuelan hoy, incluyendo Brasil, cerca de 950 aeronaves a reacción
comerciales, que se suman a los cerca de 800 aviones turbohélices y otros tantos
aviones militares fabricados por la Empresa. Los mercados norteamericano y
europeo son responsables por cerca del 95% del total de las exportaciones.
En el caso de la unidad norteamericana, situada en Fort-Lauderdale, en
el estado de Florida, las instalaciones fueron expandidas para hacer frente al
crecimiento de los negocios de la Empresa a partir de la primera entrega de la
aeronave con turbinas regional ERJ 145, en diciembre de 1996. En noviembre
de 2006 esta unidad empleaba a 234 personas y controlaba un estoque de
piezas con más de 50 mil ítems.
Phenom 100 y Phenom 300
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Como resultado del aumento de sus negocios y del número de clientes
establecidos en territorio europeo, la Embraer decidió reunir en una única
sede, localizada en Villepinte, en las cercanías del aeropuerto de Roissy-Charles
de Gaulle, en París, sus unidades de ventas, rquetin y apoyo al cliente,
incluyendo importantes almacenes de piezas sobresalientes, hasta el momento
divididas entre la misma localidad de Villepinte y el aeropuerto de Le Bourget.
Las nuevas instalaciones, integradas, deberán proporcionar una mayor ecacia
operacional a una plantilla de 194 empleados, responsable por la gestión de
172 millones de euros activos y el servicio a más de 37 clientes.
China y Asia-Pacíco: mercados estratégicos
Por la importancia de su economía, que crece ininterrumpidamente
a tasas elevadas hace más de dos décadas, añadido al valor estratégico del
transporte aéreo como elemento integrador que hace viable el desarrollo en
un territorio de dimensiones continentales, China fue elegida por la Embraer
como objetivo estragico a alcanzar, exigiendo un tratamiento propio y
diferenciado, con la cara de las características culturales propias, muy lejanas
del mundo occidental.
El establecimiento de la presencia de la Embraer en territorio chino se
dio inicialmente en mayo de 2000, con la inauguración de una ocina de ventas
y márquetin, en la ciudad de Pequín, seguida a continuación de un centro de
distribución de piezas y reposición en la misma ciudad.
En los años 2001 y 2002, la Embraer negoció con autoridades chinas
un acuerdo que le permitiera instalar una unidad industrial destinada a la
fabricación de aviones de la familia ERT 145 destinados al mercado chino.
Finalmente, en diciembre de 2002, fue rmado un acuerdo con la
Aviation Industry of China II (AVIC II), por el que se creó la Harbin Embraer
Aircraft Insdustry (HEAI), “joint venture” de la que la Embraer detenta el
control, con el 51% de las acciones con derecho a voto.
En febrero de 2004, la Embraer anunció su primera venta en China
por medio de la HEAI seis aeronaves a reacción ERJ 145 para la empresa
China Southern. Siguieron a continuación otras importantes ventas del mismo
modelo y en la misma cantidad para la China Eastern Jiangsu, en marzo de
2005, y para la China Eastern Wuhan, en enero de 2006.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
283
En agosto de 2006, la Embraer anunció la venta de 50 aviones ERJ 145
y 50 aeronaves a reacción EMBRAER 190 al Grupo HNA, cuarta mayor
empresa aérea de China. El negocio representó el primer contacto de venta de
un E-Jet en China continental. El valor total de las encomiendas, de acuerdo
con el precio de venta, es de 2.700 millones de dólares estadounidenses. Las
entregas de los ERJ 145 comenzarán en septiembre de 2007. La aeronave a
reacción, de cincuenta plazas, será producida por la propia HEAI, en la ciudad
de Harbin, Provincia Heilongjiang.
Hasta nales de 2006 la HEAI habrá entregado 13 unidades del ERJ 145
que, sumadas a las cinco aeronaves vendidas en 2000, antes de la implantación
de su “joint venture”, para la Sichuan, sumarán 18 aeronaves a reacción en
funcionamiento en empresas aéreas chinas.
En lo que respecta a la región de Asia-Pacíco, desde diciembre de
2000, la Embraer cuenta con una ocina de ventas y márquetin localizada en
Vista aérea de la sede de Embraer, São José dos Campos
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
284
Singapur, con la responsabilidad de desarrollar la estrategia comercial de la
compañía para los mercados de la región, incluyendo el subcontinente indio.
El mercado aéreo de la India pasa por un proceso de cambio de padrones
con interesantes perspectivas de crecimiento. En este escenario, la empresa
Paramount, recientemente creada, anunció el inicio de sus operaciones, con
base en dos aviones a reacción EMBRAER 170 y tres EMBRAER 175, bajo
el régimen de “leasing operativo”.
Fue también en la India, con el gobierno local, donde la Embraer r
un importante contrato de venta de cinco avionetas ejecutivas Legacy 600,
conguradas especialmente para atender demandas de comodidad y seguridad
que requieren las autoridades de aquel país.
Expandiendo la base de los servicios y el apoyo al cliente
La Embraer deberá continuar expandiendo el área de servicios, no sólo
en lo que respecta a asegurar los excelentes índices de venta de la ota de
sus aviones sino también en lo que hace relación a atender a sus clientes con
otros servicios, como el mantenimiento y la reparación, garantizando su plena
satisfacción, condición esencial para la generación de nuestros resultados y
para el crecimiento de nuestras operaciones.
Así, pues, tenemos que ades de consolidar la base de atención en Brasil,
con la transferencia del Centro de Servicios para la Unidad Gavião Peixoto,
fueron expandidas su participación en los Estados Unidos, con la adición de
nuevas instalaciones de la Embraer Aircraft Maintenance Services (EAMS),
en Nashville, Estado de Tennessee, y también en Europa, con la adquisición
de la OGMA (Indústria Aeronáutica de Portugal S.A.), en Alverca, Portugal,
anunciada en diciembre de 2004, al nal del proceso de privatización.
En el comienzo de 2005, la EAMS expandió sus instalaciones en el
Aeropuerto Internacional de Nashville para aumentar la capacidad de realización
de servicios de mantenimiento, dada la creciente ota de aviones de la Embraer en
operación en los Estados Unidos. Como consecuencia de esa importante decisión,
a partir de 2005, nuevos empleados fueron progresivamente contratados por la
EAMS, cuya plantilla contaba, en noviembre de 2006, con 277 empleados.
La OGMA, fundada en 1918, desde entonces se ha dedicado al
mantenimiento aeronáutico, siendo hoy un importante representante de la
industria aeronáutica europea, ofreciendo servicios de mantenimiento y reparación
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
285
de aeronaves civiles y militares, motores y componentes, modicaciones y
montajes de componentes estructurales y soporte de ingeniería.
Entre sus principales clientes militares se encuentran la Fuerza Aérea
Portuguesa, la Fuerza Aérea Francesa, la Fuerza rea y la Marina de los Estados
Unidos, la Agencia de Mantenimiento y Suplemento de la OTAN y las Marinas
de Noruega y de Holanda, entre otros. En el apartado comercial, la OGMA viene
prestando servicios a empresas aéreas como la TAP, Portugalia, British Midland
y Luxair, y también a compañías como la Embraer y la Rolls-Royce.
Además de los trabajos en el área de mantenimiento, la OGMA fabrica
componentes estructurales y materiales compuestos para la Boeing, Airbus,
Lookheed Martin, Dessault y Pilatus. En noviembre de 2006 contaba con
1.606 empleados, constituyéndose en la mayor de las unidades y subsidiaria
de la Embraer.
La preservación de la cultura, valores y actitud:
desafío permanente
La velocidad de la expansión de la Embraer a partir de 1996, año que
marcó la entrada en operación de la aeronave ERJ 145, trajo consigo enormes
Familia EMBRAER 170/190
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286
desafíos bajo los enfoques de la preservación de la cultura, valores y actitudes
que dirigen y deberán continuar orientando sus acciones.
Apenas para ejemplicar la dimensión de este desafío, vasta con citar
que, en abril de 1997, la Empresa contaba con tan sólo 3.200 empleados
distribuidos en un total de cinco unidades operacionales, siendo tres en Brasil
y dos en el exterior. Hoy, transcurridos nueve años, son 18.670 empleados
distribuidos en trece unidades operacionales, siendo cinco en Brasil y ocho en
el exterior. En apenas una de sus unidades, situada en Francia, existen cerca
de 26 nacionalidades y 19 lenguas distintas entre los 194 empleados.
Saber reconocer la rica diversidad étnica y cultural de sus empleados y
los diferentes ambientes en que desarrollan sus actividades, incluyendo ahí las
leyes laborales especícas, y, al mismo tiempo, desarrollar su máximo potencial
creativo, canalizando sus energías para los objetivos del negocio, en perfecta
armonía con los valores éticos y morales de la compañía, constituye una de
las grandes prioridades de sus administradores.
El principal elemento para llegar a ese objetivo es la llamada Metodología
de Gestión por el Plan de Acción. Anualmente, la Embraer elabora un Plan
de Acción con una visión de cinco años y sigue un modelo de planicación
estragica considerando mercados, competidores, competencias de la Empresa,
oportunidades y riesgos, prioridades y resultados, entre otros factores.
El Plan de Acción de la Compañía es el resultado del desdoblamiento
interno de los planos equivalentes en cada área corporativa, funcional y de
negocio, llegando al nivel del suelo de la fábrica, a partir de la divulgación, en la
estructura organizativa, de directrices generales emitidas por la administración
superior para la Empresa. La política de remuneración variable de la Compañía,
que se extiende a todos los empleados, tiene en cuenta las metas pactadas entre
los líderes y liderados a lo largo de toda la cadena de comando. Siendo así, el
Plan de Acción pasa a constituir el instrumento central de la asimilación de la
empresa del negocio, la armonía y compromiso de todos los empleados con
las metas y resultados planicados.
Juntamente con la Metodología del Plan de Acción, la Embraer practica
una fuerte cultura de Comunicación Interna que busca la integración entre
los empleados y de sus familiares para así diseminar los principales valores y
conceptos de la Embraer.
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
287
La Comunicación Interna de la Embraer actúa de forma global e integrada,
utilizando herramientas modernas y de gran atractivo para los empleados:
El Director-Presidente de la Embraer dispone de una herramienta
propia de comunicación con los empleados, denominada Em Tempo,
producida simultáneamente en los idiomas portugués e inglés. Pero,
recientemente, pasaron a ser producidas ediciones especiales de Em
Tempo grabadas en vídeo;
La Intranet Embraer constituye hoy una herramienta de alcance
corporativo y es la principal fuente de informaciones de nuestros
empleados. Con una media de 24,5 mil accesos diarios;
Cerca de 600 comunicados internos son producidos anualmente y
disponibles a los empleados vía Intranet y en tablones de avisos,
siendo el 25% de estos comunicados de alcance corporativo;
El informativo Embraer Noticias divulga temas esenciales a la
cultura Embraer: la Metodología de Gestión por el Plan de Acción,
la importancia de discernimiento y contención de costes, el combate
al desperdicio, la integración entre equipos en torno a los grandes
objetivos empresariales de la Embraer, etc.;
Entrevistas concedidas por los principales ejecutivos de la Empresa
son traducidas y enviadas a las unidades situadas fuera del país. Por
tratar, invariablemente, de evaluaciones de mercado, así como de
estrategias y de objetivos de la Compía, son muy apreciadas por los
empleados;
Artículos publicados en los medios de comunicación nacionales e
internacionales, abordando temas de interés para los negocios de la
Embraer, son traducidos y disponibles para los empleados.
Con esa visn y determinacn, centrada en valores éticos y morales, y
teniendo la integridad como base del desarrollo de las acciones, la Embraer se
lanza al mercado empresarial de un negocio global, extremadamente desaante y
competitivo. Y lo hace llevando a los diversos mercados la imagen de una empresa
brasileña eciente, ágil y con productos de calidad y actualidad tecnológica.
Traducción: Pedro Delgado.
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91
Indice
Realidad de Argentina y de la región
Cristina Fernández de Kirchner
Diplomacia para la vida
Pablo Solón
Brasil 2007: listo para crecer nuevamente
Guido Mantega
La integración regional: factor de desarrollo sostenible
Emílio Odebrecht
En busca del crecimiento con equidad
Ricardo Ffrench-Davis
Colombia: retos hasta 2010
Álvaro Uribe Vélez
Un plan para Ecuador
Rafael Correa Delgado
D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Número 6 Abril / Junio 2007
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
290
Identidad cultural y criollización en Guyana
Prem Misir
Paraguay: Estado patrimonial y clientelismo
Milda Rivarola
Colonialidad del poder, globalización y democracia
Aníbal Quijano
Combate al narcotráco en Surinam
Subhaas Punwasi
Mercosur: proyecto y perspectivas
Luis Alberto Lacalle de Herrera
Acerca de la grandísima importancia de un partido
Hugo Chávez
Guayasamín por él mismo
98
110
133
182
196
205
235
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
291
5
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57
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89
Indice
Ideas, ideologias y política exterior en Argentina
José Paradiso
La integración de la infraestructura en América
del Sur: un impulso al desarrollo sostenible y la
integración regional
Enrique García
Paciencia y elecciones
Antônio Delm Netto
Perspectivas de las relaciones entre Chile y Bolivia
Luis Maira
Fortalezas de Colombia
Fernando Cepeda Ulloa
Política exterior y seguridad democrática y humana
Diego Ribadeneira Espinosa
El nuevo orden global de Cheddi Jagan
Ralph Ramkharan
D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Número 5 Enero / Marzo 2007
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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148
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195
Situación económica y perspectivas en el Paraguay
Dionisio Borda
Visión estratégica regional de la política exterior
del Perú
José Antonio García Belaunde
Surinam por sus autores
Jerome Egger
Mercosur: ¿quo vadis?
Gerardo Caetano
Plena Soberanía Petrolera
Rafael Ramírez
Silvano Cuéllar – Alegoría de la Nación
María Victoria de Robayo
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5
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88
103
Indice
Objetivos y desafíos de la política exterior argentina
Jorge Taiana
Bolivia, factor de integración
Evo Morales
Desafíos y perspectivas de la economía brasileña
Paulo Skaf
Programa de gobierno (2006-2010)
Michelle Bachelet
La trampa del bilateralismo
Germán Umaña Mendoza
La Organización del Tratado de Cooperación
Amazónica (Otca): un desafío permanente
Rosalía Arteaga Serrano
Guyana – uniendo a Brasil con el Caribe:
el potencial se encuentra con la oportunidad
Peter R. Ramsaroop
Eric M. Phillips
D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Número 4 Abril / Junio 2006
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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La encrucijada política paraguaya
Pedro Fadul
La gran transformación
Ollanta Humala
Surinam, visión macroeconómica: desafíos
y prospectivas
André E. Telting
La inserción externa del Uruguay: una visión política
y estratégica
Sergio Abreu
“Hay otro mundo, y está en éste”
José Vicente Rangel
Pedro Lira
Milan Ivelic
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Año I Número 3 Abril / Junio 2005
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Año I Número 2 Enero / Marzo 2005
Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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Dip lo mac ia , Es t r a t E g i a y po lít ic aJu l i o /sE p t i E m b r E 2007
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D E P
DIPLOMACIA ESTRATÉGIA POLÍTICA
Año I Número 1 Octubre / Diciembre 2004
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